Hay jóvenes en España entre 16 y 19 años que saben responder con una precisión asombrosa a la pregunta “¿a qué personaje público te gustaría parecerte de mayor?”. Uno dice: “Quiero ser embajador en Londres”. Y otros dos: “Cualquier policía nacional que cumpla con lo ordenado” o “A algún arqueólogo”. No todos ven las cosas tan claras más allá de sus padres: “Al 16 de marzo del 2024… [día de la encuesta] no tengo referentes válidos. Si acaso el aguante y el cariño de mis aitas”. Otros siguen creyendo que la tele es un buen destino y quieren ser como “ese colectivo de personas y programas en los cuales por contar la vida de los demás y no hacer nada cobran unos muy buenos sueldos”.

Los jóvenes tienes aspiraciones quizás parecidas a las de otras generaciones: éxito, fama y dinero, pero también dudas, vocación y desapego. El final de la adolescencia es una etapa difícil en todas las épocas. Una encuesta da Educa 20.20 y Fundación Axa, realizada por Gad3, permite bucear en las inquietudes de futuro de más de 12.000 jóvenes españoles. De todos esos, 5.800 respondieron a la pregunta a quién querían parecerse de mayores. La respuesta era abierta: podían escribir lo que quisieran.

El personaje que más coincidencias suscitó fue Amancio Ortega. La pregunta se respondía tras una encuesta sobre el futuro profesional y 236 jóvenes coincidieron en escoger al propietario de Inditex.

“Yo de mayor quiero parecerme a Amancio Ortega”

Llama sobre todo la atención el éxito de Ortega entre las chicas: es el personaje al que querrían parecerse que más repiten. Las siguientes aspiraciones femeninas son “mi madre”, Emma Watson y Steve Jobs. Los chicos colocaron a Bill Gates y Steve Jobs por delante de Ortega.

Estas primeras elecciones ya muestran algo más sustancial que el personaje elegido: las chicas eligen a hombres como referentes, pero los chicos no escogen a mujeres. Esto explica la enorme disparidad de género: entre los 100 referentes más repetidos hay el triple de hombres que mujeres. La investigadora de la Universidad Carlos III Silvia Claveria no está sorprendida: “Hay una escasez de referentes mujeres en las que puedas reflejarte y por eso es tan importante que haya presencia de mujeres en política, que los premios sean paritarios”, dice. El sesgo se repite cuando los jóvenes miran a sus padres. Muchos chicos (2,3%) y muchas chicas (2,2%) querrían parecerse a su padre. Pero los chicos apenas mencionan a sus madres: hay ocho chicas que tienen a su madre de ejemplo (2,4%) por cada chico (0,3%). La preferencia por la madre es, según los datos, el doble en los colegios concertados o privados que en los públicos.

También hay diferencias de género en la profesión de los referentes. Muchas chicas señalan a empresarios (8%), pero no tantas como chicos (15%). El segundo grupo más popular entre las chicas son los personajes del mundo del espectáculo (7%) —como cantantes y actrices— y luego sus familias (6%). Los chicos prefieren figuras del deporte (5,9%) después de los empresarios. También se fijan mucho más en personajes del mundo de la tecnología y creadores de videojuegos. Las chicas en cambio miran más al ámbito de la cultura, la moda, la arquitectura y la ciencia. Citan más profesiones, quieren ser “abogado de éxito”, investigadoras, médicos y profesoras.

“Yo de mayor quiero parecerme a Amancio Ortega”

El dominio del mundo de la empresa puede deberse a que la pregunta estaba al final de un cuestionario sobre el futuro educativo y laboral de los jóvenes: “Si las preguntas te han hecho pensar en el dinero, la comodidad, la incertidumbre, es más fácil que te venga imágenes de personajes con un éxito indiscutible que con un perfil aventurero o arriesgado”, dice Alberto Penadés, profesor de la Universidad de Salamanca. La formulación de la pregunta quizá hace que no piensen en referentes jóvenes, según Penadés: “El “de mayor” es impreciso. Debe lograrse que todos piensen en lo mismo, no unos en cuando tengan 30 años y otros, 50”, dice.

Algunas respuestas parecen provocaciones adolescentes: hay menciones a Franco, Hitler o Stalin. El actor porno Nacho Vidal o el jugador de póker Dan Bilzerian también son opciones escogidas. Hay comentarios jocosos: “Trump (me gusta su pelazo)”. Este tipo de bromitas casi siempre las hacen chicos. Hay jóvenes que se imaginan un futuro entre dúos tremendos: “Elon Musk o Antonio Gramsci”, “Enrique Jardiel Poncela y/o Juan Carlos Monedero”. Hay pocos políticos y los tres primeros son norteamericanos: Barack Obama, Donald Trump, Michelle Obama. El primer español es Mariano Rajoy, justo por encima de Mandela. Hay más chicas que quieren ser Mandela y los Obama -tanto ella como él-, mientras que el dominio para Trump y Rajoy es claramente masculino. También aparece remotamente la alta cultura: el pintor Gustav Klimt, el músico Gustavo Dudamel o el cineasta Andrei Tarkovski.

Quizá por la percepción de la edad, hay pocos referentes propios de la era de internet: el hacker Chema Alonso, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, o la instagramer Dulceida, que está poco por encima de Coco Chanel. Los jóvenes ya postmillennials tienen incluso algún referente muy querido por los veteranos de la generación X: aspiro a parecerme a “anibal smith me encanta que los planes salgan bien”, dice uno, en referencia al jefe del televisivo Equipo A.

En los últimos años, el vapeo ha ganado popularidad entre los jóvenes de todo el mundo, convirtiéndose en una nueva tendencia en la cultura juvenil. Sin embargo, detrás de la aparente inocencia y modernidad de los dispositivos de vapeo, se esconden riesgos significativos para la salud. En este artículo, exploraremos los peligros asociados con el vapeo y sus consecuencias a largo plazo, con el objetivo de concientizar a los jóvenes y a la sociedad en general sobre los riesgos que implica esta práctica.

Los productos del vapeo no son seguros:

Aunque inicialmente se promocionó como una alternativa más segura al tabaquismo tradicional, numerosos estudios científicos han revelado que los productos de vapeo no son inocuos. Los cigarrillos electrónicos contienen sustancias químicas dañinas como la nicotina, el propilenglicol, el formaldehído y otros compuestos potencialmente tóxicos. La exposición a estas sustancias puede tener efectos adversos en el sistema respiratorio y cardiovascular, especialmente en los pulmones.

Riesgos para la salud pulmonar:

Uno de los peligros más preocupantes del vapeo es el riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares graves. Los casos de lesiones pulmonares asociadas al vapeo, conocidas como «enfermedad del vapeo» o «lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos» (EVALI, por sus siglas en inglés), han aumentado significativamente en los últimos años. Estas enfermedades pueden resultar en síntomas como dificultad para respirar, tos persistente, dolor en el pecho e incluso insuficiencia respiratoria.

Adicción a la nicotina:

La nicotina, presente en la mayoría de los líquidos utilizados en los cigarrillos electrónicos, es altamente adictiva. Muchos jóvenes que comienzan a vapear sin darse cuenta de sus consecuencias pueden volverse dependientes de la nicotina en poco tiempo. Esta adicción puede llevar a problemas de salud a largo plazo y dificultar el abandono del hábito.

Influencia en el desarrollo cerebral:

El cerebro de los adolescentes aún está en desarrollo, y la exposición a la nicotina durante esta etapa puede tener efectos perjudiciales. Estudios han demostrado que el vapeo puede afectar negativamente la memoria, la concentración y el rendimiento cognitivo en los jóvenes. Además, existe evidencia de que el uso de cigarrillos electrónicos en la adolescencia puede aumentar la probabilidad de que los jóvenes se inicien en el consumo de tabaco convencional.

Desconocimiento de los efectos a largo plazo:

Dado que el vapeo es una práctica relativamente nueva, todavía se desconocen completamente los efectos a largo plazo en la salud. Los estudios científicos están en curso para comprender mejor los riesgos asociados con el vapeo, pero los resultados hasta ahora han sido preocupantes. Es fundamental recordar que la salud es un bien preciado y que exponerse a riesgos innecesarios puede tener consecuencias irreversibles en el futuro.

Conclusión:

El vapeo se ha convertido en una moda peligrosa entre los jóvenes, y es importante crear conciencia sobre los riesgos asociados con esta práctica. Los peligros para la salud pulmonar, la adicción a la nicotina, la influencia en el desarrollo cerebral y los efectos desconocidos a largo plazo son motivos suficientes para que los jóvenes reconsideren su decisión de vapear. La educación, la información precisa y las políticas de prevención son herramientas clave para combatir esta tendencia y proteger la salud de las generaciones futuras. Es fundamental recordar que siempre es mejor optar por un estilo de vida saludable y libre de adicciones.

El lettering es el arte de dibujar letras a mano de una forma creativa y personal. No es necesario tener ‘buena letra’ para disfrutarlo ya que no se trata de escribir las letras de forma correcta ni tampoco de diseñarlas. Aprende en qué consiste y qué materiales necesitas para adentrarte en el mundo lettering.

Hay personas que encuentran en el dibujo una vía de escape al estrés del día a día. Así, dibujar elementos abstractos como los mandalas, por ejemplo, puede resultar gratificante para poner en marcha la creatividad, la imaginación y relajar la mente a través del color. Pero, ¿sabías que también existe una forma de dibujar y crear letras que puede ser muy relajante? Se llama lettering y es el arte de dibujar letras a mano de manera creativa. 

¿En qué consiste el lettering?

lettering

Lo primero que hay que saber para entender lo que es el lettering es que no se trata de caligrafía (escribir letras de forma correcta) ni tampoco de tipografía (diseñar distintos tipos de letras). 

El lettering es una forma de dibujar y de crear un abecedario propio pero haciendo uso de las letras, dibujándolas de manera creativa. Para empezar, no es necesario tener una ‘buena letra’ para hacer lettering (ya que las propias letras pueden considerarse formas a dibujar), solo hay que tener paciencia, contar con el material adecuado y echar mano de la imaginación ya que es una técnica que se aprende poco a poco. 

También es importante conocer una de sus reglas básicas a la hora de ponerse a dibujar, que está relacionada con el trazado: cuando se dibuja hacia arriba, el trazo debe ser fino, y cuando se hace hacia abajo debe ser grueso: para ello, lo único que hay que hacer es aplicar mayor presión en el momento de realizarlo. 

Tipos de lettering

Existen distintos tipos de lettering, según el material que se utilice. Así, el Brush Lettering hace uso de pinceles o rotuladores acuarelables para dibujar las letras; con el Chalk Lettering se utiliza la tiza; y en el hand lettering se emplean lápiz y rotuladores.

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Por supuesto, también ayuda a practicar los distintos tipos de alfabeto y los diferentes tipos de letras, como la tipografía encriptada o las letras con molde, entre otras. Alrededor de las letras, es habitual incluir elementos decorativos como los dibujos de flores, por ejemplo. 

¿Qué se necesita para comenzar a hacer lettering?

Para adentrarse en el mundo del lettering por primera vez es importante contar con el material adecuado. Algunos de los elementos son muy básicos y suelen encontrarse en casa, como un lápiz, una goma de borrar o una escuadra, sin embargo, resultan útiles para iniciarse en este arte. Pero, además de estos hay que tener en cuenta el papel y los rotuladores.

Papel: folios o blocs especiales para dibujar. Se puede comenzar a practicar con folios normales, pero también existen otras opciones como los blocs de dibujo que cuentan con puntos que sirven de guía.

bloc lettering

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Rotuladores: para dibujar y pintar las letras, los hay de diferentes tipos (si se lleva a cabo brush lettering, por ejemplo, o si se usa plantilla o escuadra). De ellos es importante destacar el tipo de punta (cónica o de pincel), ya que ayuda a realizar la norma básica del trazo fino y el grueso: 

  • Punta cónica
rotuladores

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  • Punta pincel
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Una vez que se dispone de todos los materiales necesarios, una buena forma de comenzar es utilizando plantillas con letras, tipografías o alfabetos (hay multitud de ellas en Internet) y que sirven de guía o a través de tutoriales con los que llevar a cabo esta técnica paso a paso.

Las madres y padres tememos a la adolescencia de nuestros hijos. Más aún después de ver el primer capítulo de Euphoria. Cualquiera diría que nosotros fuimos adolescentes hace no tanto. O tal vez la temamos precisamente por eso, por ese conocimiento que nos otorga la experiencia de haber sido adolescentes; y también, cómo no, por todos los adjetivos terroríficos con los que acompañamos a esta etapa vital. “Llevo 40 años trabajando con adolescentes y siempre vemos en ellos un problema y no un adolescente”, reflexionaba en una entrevista el psicólogo, educador y periodista Jaume Funes. Sucede algo parecido con los “terribles dos años”. Con la expectativa que genera el adjetivo uno no puede más que esperarlos con el cuchillo de juguete entre los dientes, armado de paciencia para una “guerra” doméstica que, en la adolescencia, si no sabemos gestionarla, puede tener más de guerra en su significado literal, con gritos, caos y trincheras levantadas tras las puertas de las habitaciones.

“Como padres tenemos que ser para nuestros hijos adolescentes, pero también en cualquier otra etapa vital, como puertos de aguas calmas que los acogen y los ayudan a reponerse cuando llegan de sus travesías con las emociones agitadas. El problema es que muchas veces no solamente no sabemos calmarlos, sino que nuestros propios desajustes emocionales desatan o multiplican los suyos”, afirma la pedagoga Eva Bach, que acaba de publicar junto a Montse Jiménez, profesora de secundaria experta en innovación tecnológica, Madres y padres influencers (Grijalbo).

Con el concepto de influencers, las autoras quieren destacar el potencial de madres y padres como ejemplo para sus hijos, ya que en opinión de Bach nuestra capacidad de influencia “es mucho más poderosa que ninguna y de lo que creemos”. No en vano, como se encarga de destacar la experta, nosotros, las madres y padres, “somos los primeros influencers” de nuestros hijos.

El problema es que no siempre somos el mejor ejemplo. Y si creemos serlo, muchas veces nos falta capacidad para comunicarnos con nuestros hijos, no somos capaces de trasladarles el mensaje sin que suene a bronca o a charla vomitada desde un púlpito de superioridad. Por eso, las autoras invitan en el libro a aprender de los jóvenes y de sus ídolos, de esos influencers en el sentido literal de la palabra a los que siguen con devoción, ante nuestro asombro y desconcierto, en YouTube o Instagram.

En el mundo de los influencers hay de todo, pero en general hay dos aspectos fundamentales de los influencers que nos iría muy bien practicar. Por una parte, deberíamos siempre buscar contextos adecuados en los que hablar con nuestros hijos con naturalidad y sin tabúes ni miedos de los temas que les interesan y les preocupan. Otro aspecto muy interesante es el tipo de comunicación. Los influencers utilizan un lenguaje fresco y natural, un tono vital y optimista. Invertir en una comunicación fluida con nuestros hijos e hijas, es invertir en su propio proyecto de vida”, argumenta Montse Jiménez.

Padres influencers en la era de las pantallas

“Tenemos que tomar conciencia de que actuamos como un espejo. No nos tiene que extrañar que los chicos y chicas estén enganchados si nos ven hiperconectados”, suele afirmar el maestro, antropólogo y asesor TIC Jordi Jubany. Y es que, si hay un aspecto en el que, por regla general, los padres y madres erramos en nuestro papel de influencers con nuestros hijos, adolescentes o no, es en el tecnológico. En un mundo de pantallas, redes sociales y egocentrismo desmedido les pedimos a ellos lo que nosotros no somos capaces de hacer: vivir sin estar enganchados a ellas y a las recompensas que nos generan en forma de likes.

Para Eva Bach nuestro trabajo como padres influencers pasa por aprender a congeniar “de una manera inteligente, ética y saludable” las dos realidades que definen el mundo actual, la presencial y la virtual, ya que prescindir de una de ellas “supondría ir cojos por la vida y el futuro”. En ese sentido, Montse Jiménez recuerda que las redes sociales conectan a los jóvenes a la vida, a la comunidad, a su grupo y a lo que les interesa, pero que también pueden desconectarlos de la realidad: “Hay que educar y acompañar en diferentes parámetros como, por ejemplo, en la gestión que hacen los adolescentes del tiempo. Las redes sociales no pueden absorber ni sustituir los tiempos imprescindibles (de desconexión, de actividad física, de juego, de sueño…) para el desarrollo de la persona. Y por encima de todo hay que educar en aspectos fundamentales como el autocontrol, la responsabilidad o la autoestima”.

Y educar pasa necesariamente para Montse Jiménez porque los padres se “involucren” en los procesos de cambio provocados por la aparición de nuevas tecnologías y nuevas formas de comunicación. “No podemos ser meros espectadores de las transformaciones que vivimos y limitarnos a esperar para aplaudir o lamentar. Involucrarse activamente implica estar atento a lo que llega, seguramente despojarse de lo que hasta ahora había y abrir mente y corazón a nuevas maneras de entender el mundo. No se trata de rechazar sino de escuchar, empaparse de la realidad y empatizar para poder guiar. ¿Qué ven nuestros hijos/as? ¿Cómo se comunican? ¿Qué buscan?”, reflexiona la miembro del equipo de innovación, comunicación y formación de la red de centros Vedruna Catalunya Educació.

Un ejemplo de esa invitación a los padres a implicarse, a involucrarse en el mundo digital, es el título del primer capítulo de Madres y padres influencers, Actualiza tu app: “Es fundamental que las madres y padres conozcamos no solo las apps que utilizan nuestros hijos, sino también a los influencers que siguen, los youtubers o instagrammers que les gustan, las páginas que frecuentan. Todo ello nos da pistas de lo que buscan en las redes y en las pantallas”.

Tras encuestar a más de 1500 adolescentes para dar forma al libro, Eva Bach y Montse Jiménez tienen respuesta a esa duda: los adolescentes buscan entretenimiento y diversión, consejo sobre moda y tendencias, pero también buscan puntos de vista y opinión sobre los grandes temas que les preocupan, que no dejan de ser grandes temas de la vida: relaciones personales, amor y enamoramiento, orientación sexual, autoimagen y autoconcepto, igualdad de género, etc.

“Esos temas deberían formar parte de las conversaciones con nuestros hijos. Conocerlos nos da pie a poder conversar con ellos y compartir dudas y puntos de vista para poder guiarles”, concluye Jiménez.

Fuente: De papás y mamás

Educar a los hijos no es cuestión de magia. Si la vida fuera mágica, cambiaríamos muchas cosas.Educar a los hijos, educarles bien: desde el respeto, el amor, la comprensión y la responsabilidad, conlleva un esfuerzo. Un esfuerzo no mágico pero que puede hacer que vuestra relación sea magia.

La pieza principal en el puzzle de la felicidad está en nuestra infancia. Y es precisamente esa esencia que nos dejan impregnada nuestros padres en cada uno de los poros de nuestra piel.

Todo lo que emocionalmente aportes a tus hijos, les acompañará toda la vida

Por todo esto, quiero ofrecerte 7 ingredientes mágicos que te ayudarán a influir positivamente en la vida de tus hijos, que cambiarán, si los llevas a cabo, vuestra vida a mejor:

  1. Sé un buen modelo: todo lo que transmites con tu actitud a tus hijos, hora tras hora, día en-busca-felicidadtras día, año tras año…impacta directamente en su ser, de tal manera, que marca sus actos, sus emociones, sus gustos, sus relaciones…El cómo haces las cosas junto a tus hijos, deja huella en su destino. No hay nada más valioso que tus actitudes y actos ante las situaciones de la vida para crear un buen modelo a seguir por tus hijos. Tu manera de comportarte influye en la suya. Puede que ahora digas: » pues yo no soy igual que mis padres». Seguramente sea cierto, pero no me negarás que gran parte de tu personalidad y tus maneras de hacer, se rigen por cómo ellos hacían/hacen las cosas o por tus dudas interiores tales como: » ¿ qué le parecería esto a mi padre?, ¿ mi madre lo haría de este modo?. Reflexiona sobre aquellas personas que han influido en cómo eres ahora y las decisiones que has tomado en la vida. ¿ Están tus padres en la lista?.
  2. Revisa tus promesas: eso de: » me prometo a mi mismo que mi hijo irá al mejor colegio», «prometo al cielo que conseguiré que mis hijos tengan una carrera universitaria», » te prometo hijo mío que serás alguien de bien». Promesas de este tipo, se basan en tus aspiraciones, no madre-hijo-hablar-sexo-getty_CLAIMA20150320_1485_27en las de tus hijos. Todos esos sueños que tienes para tus hijos deben experimentar varios cambios. Empezando por el darte cuenta que debes substituir tus deseos, por los de tus hijos. Es decir, no exijas a tus hijos que cumplan lo que tú quieres, ayúdales a que cumplan lo que ellos quieren en realidad. Esto marcará la diferencia entre una vida basada en los deseos de sus padres, y una vida basada en sus propias necesidades y sueños. Los hijos no tienen la culpa de nuestros fracasos, de nuestros sueños incumplidos, de nuestros errores…Tienen que vivir los suyos propios, personales y únicos. Sin ninguna carga. Tu promesa ahora debería ser: » prometo dejarte ser, quien tú quieras ser«.
  3. Todo lo suyo es importante: si como madres/padres no damos importancia a todo lo que concierne a nuestros hijos, estamos impactando negativamente en su autoestima, autoconfianza y personalidad. No prestar atención a todas sus situaciones, es una falta de respeto directa hacia su persona. Lo que tus hijos quieren, necesitan, sienten, piensan, desean, anhelan, temen, etc. Es y debe ser muy importante para ti. Y tienes que acompañar, además, las emociones que aportan estos intereses y estar ahí siempre, aunque no sean los mismos intereses que tienes tú.
  4. No compares a tus hijos ni con ellos mismos: una de las maravillas que tenemos los seres humanos, es que somos, precisamente: únicos. Jamás puede haber una persona igual que tú, bajo ninguna condición ni circunstancia. Aunque creas que tus hijos son parecidos epucherontre sí, no son la misma persona, por eso, tienen necesidades e intereses diferentes. Las comparaciones hay que desecharlas de las relaciones humanas. Están tan integradas en la sociedad que se suele comparar: hijos con hijos, suegras con suegras, parejas con parejas, amigos con amigos, etc. Cuando comparamos, hacemos sentir a la otra persona: desconfianza, tristeza, incomprensión, amargura, etc. Y es que comparar fomenta la rabia y la rivalidad ( incluso por el que recibe la mejor parte). Y eso no es lo que quieres para tus hijos, ¿ me equivoco?. Te propongo realizar un pequeño reto de 7 días, en los que permanezcas sin comparar a nadie. Y después, valores los cambios positivos que vas obteniendo, no sólo para los demás, sino para ti mism@.  No compares a tus hijos, ni con ellos mismos. Cosas como: » cuando eras pequeño te lo comías todo, ahora nada de nada, me gustabas más antes». Así, alimentas la rivalidad con su propio yo…y le pones la guinda al pastel :(
  5. Potencia unas costumbres positivas: los hábitos y las costumbres se instalan en nuestra personalidad. No te estoy diciendo con esto que tengas que obsesionarte con las rutinas y normas que tenéis en vuestra familia. Todo lo contrario. Yo hablo de algo mucho más profundo, de tus costumbres reales y personales. Esa costumbre de besar a tu pareja antes de irte al trabajo, la de ducharte siempre después de un día caluroso, tomar el café en la misma taza, pasear cuando el sol baja, a la hora justa, por el paseo marítimo, etc. Tienes que trabajar por predicar con el ejemplo con costumbres positivas, sanas, amables, amorosas y responsables. No es lo mismo tener la mala costumbre de gritar a tus hijos cuando no hacen los deberes, que la buena costumbre de motivar a tus hijos cada día para conseguir que sean lo que quieran ser. Ten la buena costumbre de ser feliz, y ellos lo serán.
  6. fotonoticia_20140626125223_800Transforma tu mente: el pensamiento positivo, la confianza, las ganas de aprender, de progresar, de vivir la vida y saborearla, de superar obstáculos, etc. Es el tipo de pensamiento que debes integrar en tus hijos. Si tus pensamientos están llenos de temores, inseguridades, miedos, rivalidades, etc. Con eso se quedarán. Realiza un trabajo personal y diario para ver siempre el vaso medio lleno.
  7. Motívate y avanza: Muchos padres/madres se sienten mal cuando realizan las cosas de manera incorrecta con sus hijos, pero luego no son capaces de tener la motivación necesaria para cargarse de energía y mejorar. Y es que la motivación está relacionada con el pensamiento del que te hablaba en el punto anterior. Y es que sólo tú puedes decidir cambiar tu vida y la de tus hijos. Sólo tú, nadie más. No esperes a que sea tarde y MOTÍVATE.

http://www.edurespeta.com/7-ingredientes-magicos-para-influir-positivamente-en-la-vida-de-tus-hijos/

¿Necesitas maximizar tu tiempo de estudio?, ¿necesitas aplicar estrategias para aprender mejor? Conseguir enfocarse en el estudio es la clave para poder aplicar todas esas estrategias que seguro conoces. Las técnicas de estudio no son nada si no se consigue impulsar el foco.

Poner énfasis en impulsar el foco de estudio es importante para aquellas personas que compatibilizan el trabajo y/o la familia con el estudio o que vuelven a estudiar después de muchos años. Hace falta mucha fuerza de voluntad y mucha disciplina.

Pero, además, es necesario aprender a aislar todo lo que no tiene que ver con el estudio para poder enfocarse en él. Las técnicas que analizamos a continuación te ayudarán a aumentar tu motivación para el estudio y a enfocarte para alcanzar tus objetivos.

“Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.”
-Benito Taibo-

Filtra la información que recibes

Vivimos en un mundo saturado de información, desde noticias políticas, económicas y sucesos hasta novedades culturales, estrenos de cine, cotilleos y chismes, pasando por las novedades en nuestro entorno cercano y, como no,redes sociales y otros medios de comunicación masiva. Toda la información que nos rodea nos bombardea y hace que disipemos nuestro foco de atención.

Mujer joven memorizando información

Si quieres enfocarte en el estudio tienes que tomar medidas para filtrar la información que recibes y despejar tu mente. Debes aislarte de recibir información externa en la misma medida que necesites enfocarte. Eso implicará no atender las redes sociales, ver la televisión o escuchar la radio, leer revistas y periódicos y todas aquellas distracciones que te ayudan a procrastinar.

No esperes a tener ganas de estudiar

Si tienes que estudiar, tienes que estudiar, te apetezca o no. El hedonismo al que estamos acostumbrados nos hace pensar que todo hay que hacerlo por gusto y con gusto. Pues no. Independientemente de lo excitante que te parezca, si necesitas estudiar no pienses si quiera en si te apetece. Ponte a ello y no le des más vueltas.

No te sometas a la ideología limitante de que todo en la vida es disfrutar y que necesitas sentir un estímulo motivador y agradable para iniciar algo. Así solo conseguirás sucumbir a las miles de distracciones que encontrarás a tu alrededor.

Concéntrate en tus objetivos

Recuerda cada mañana que tienen grandes motivos para estudiar: tus objetivos. Estudias por algo y para algo. Y solo lo conseguirás si estudias.

 Cada vez que estudias, estás dando un paso hacia sus metas.

Piensa cada mañana: ¿cómo voy a avanzar hacia mis metas hoy? Olvídate de qué te apetece hacer en ese momento, y piensa en lo que podrás disfrutar cuando consigas tus objetivos.

Primero estudia, luego relájate

Hace falta más que tiempo de estudio para asimilar los conocimientos. La información se absorbe y pasa a ser parte de ti cuando te relajas. Por eso, el descanso es fundamental tras el estudio. Necesitas descansar para asimilar la información. Por eso, robarle horas al sueño no es efectivo.

Brazo de una persona que está escribiendo

Además, tendrás que intercalar momentos de relax en tus sesiones de estudio. Además de intercalar unos minutos para moverte cada 30 minutos, deberías hacer una parada 20 minutos para hora y media en la que deberías descansar y relajarte para que la información se asiente en tu cerebro. Cierra los ojos y deja que lo que has aprendido sea absorbido.

Estudia antes de acostarte

Algunas investigaciones aseguran que dormir después de estudiar puede mejorar la memoria de lo que se ha estudiado previamente y consolidar el aprendizaje. Esto tiene mucho que ver con lo que explicamos en el punto anterior.  Leer antes de acostarse también puede hacer maravillas en el fortalecimiento de la memoria a largo plazo.

Pero esto no significa que haya que robar horas al sueño. Se he demostrador que privarse del sueño para aprender disminuye significativamente el aprendizaje obtenido hasta tres días después.

Come bien y haz ejercicio

Estudiar no significa que tengas que olvidarte de la salud de tu cuerpo. Comer bien, evitando el exceso de cafeína y, por supuesto, el alcohol,  es fundamental para rendir en el estudio. Los alimentos ricos en ácidos grasos esenciales son buenos alimentos del cerebro, y parece que ayudan a estimular la memoria y el recuerdo.

El ejercicio también es bueno para el cerebro, ya que se consigue un suministro extra de sangre y oxígeno al cerebro, lo que puede mejorar la función cerebral.

https://lamenteesmaravillosa.com/tecnicas-impulsar-foco-estudio-aprender-mas-rapido/

El 60% se conecta a diario, según una encuesta de Interior a menores de entre 10 y 17 años. El 22,2% admite haber añadido a su lista de amigos o contactos a personas que no ha visto.

Dos de cada tres menores tienen un perfil en las redes sociales y casi un tercio de sus contactos son personas a las que no conocen. La primera elaborada por el Ministerio de Interior sobre hábitos de uso y seguridad de niños y jóvenes de entre 10 y 17 años revela, además, que casi el 60% se conecta a Internet a diario, la mayoría durante más de dos horas. En la otra orilla, la de los padres, uno de cada tres revisa el perfil de sus hijos y qué seguidores tienen. Un que, sin embargo, contrasta con aquello —aseguran— más les preocupa: que los menores contacten con extraños.

La realidad es que tanto como jóvenes interactúan con desconocidos, sobre todo cuando juegan en Internet (25,4%), pero también en las redes sociales (13%) o en chats (10%). El 22,2% de los consultados admite haber añadido a su lista de amigos o personas que nunca ha visto y el 4,1% reconoce haber enviado una foto o vídeo de sí mismo a alguien a quien no ha conocido cara a cara.

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La palabra «extraño», sin embargo, otro matiz en la era 2.0. El investigador Eusebio Megías, director del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, cree que el «primer error» que pueden cometer los padres es no comprender que las reglas son otras. «En Internet cambian los conceptos de intimidad y amistad. Para los adultos, son valores que hay que preservar. Para un adolescente, son algo que acomodan según el momento y objetivo. No hay que olvidar que estar en la red es estar en el escaparate».

La mitad de los padres —un 54%— habla con sus hijos sobre las posibles consecuencias negativas de visitar páginas «inadecuadas» y el 62% revisa los sitios por los que han navegado los menores. Sin embargo, la única medida de seguridad extendida es la instalación  de un software para prevenir virus, sin contar con ningún tipo de programa que bloquee o efectúe un seguimiento de las páginas. Es que, pese a las revisiones, los padres parecen confiar en el uso que sus hijos hacen de Internet. Más de la mitad les autoriza a navegar en cualquier momento, sin supervisión alguna, aunque pocos —menos del 15%— permiten que sus hijos hagan compras en la red.

¿Qué has hecho durante los últimos 12 meses? Las respuestas de los consultados.

Para Raúl de la Cruz-Linacero, experto en hábitos de jóvenes en Internet y fundador de páginas dirigidas a ellos como Keepunto.com, los padres no deben tener miedo de las nuevas tecnologías, mucho menos prohibirlas. «Usan Internet para todo. No solo para buscar información, sino para hacer deberes, jugar, ver películas, divertirse, charlar… Lo hacen absolutamente todo en la red. No puedes poner puertas al campo; tienes que enseñarles a estar dentro del campo».

Lo básico, destaca De la Cruz-Linacero, ya se ha dicho «por todos los medios»: no compartir fotos íntimas ni información sensible, como datos personales, dirección, teléfono, rutinas) o financieros. «Nos guste o no, tenemos que asumir que los jóvenes son animales eminentemente sociales, más que nosotros a su edad: en el mundo online, con 200 amigos virtuales, y en el offline, con 50″.

La frecuencia de uso aumenta con la edad: el 83% de los mayores de 15 años utiliza Internet todos los días y más del 90% tiene redes sociales y correo electrónico. La encuesta se ha dividido en dos cuestionarios: para adultos con hijos de 10 a 17 años (1.006 entrevistas) y para los propios menores (1.506 entrevistas).

http://politica.elpais.com/politica/2014/11/03/actualidad/1415035924_570463.html

 

La oxitocina es una hormona que ayuda a regular el estrés, conocida popularmente por liberarse de forma masiva durante el parto y posteriormente. Su objetivo es aumentar la disposición de la madre a cuidar de sus hijos tras el nacimiento y estimular la producción de leche materna. También puede identificarse junto a la serotonina en los cerebros de los enamorados.

Se ha observado que su presencia y procesos asociados nos hace más solidarios y generosos con los demás, actuando como lo que Paul Zak denomina “pegamento social”. Zak es el Director del Centro de Estudios Neuroeconómicos de la Universidad de Claremont (California), biólogo y principal responsable de numerosos estudios que ponen de manifiesto el papel que juega la oxitocina en las relaciones humanas, y no-humanas

Experimentos desarrollados con humanos, ponen de manifiesto que las personas a las que se administra oxitocina en una concentración determinada, donan casi un 50% más de dinero a obras de caridad que las personas a las que no se les administra. Zak y sus colaboradores han realizado incluso estudios a partir de la extracción de muestras de sangre a los novios y sus familiares, antes y después de una ceremonia de boda. Los mayores aumentos de oxitocina en sangre se han encontrado en las novias y las madres de las novias.

Pues bien, las conclusiones obtenidas por los investigadores han puesto de manifiesto una realidad que a algunos aun sorprenderá: las relaciones que se establecen en internet son procesadas por el cerebro de la misma manera que las relaciones fuera de internet, y se produce del mismo modo la liberación de oxitocina que desencadena las emociones que nos hacen sentirnos más cercanos, solidarios y “conectados” con los demás. Los mensajes que leemos online desencadenan los mismos procesos químicos que los mensajes que recibimos por cualquier otro medio y canal.

Paul Zak realizó para el Servicio de Radiodifusión de Corea (KBS), un estudio obteniendo muestras de sangre de individuos antes de participar en sus redes sociales online, y quince minutos después de estar tecleando frente a su ordenador. Pudo confirmar que en todos los casos se había producido un aumento de los niveles de oxitocina en sangre, y que la magnitud de ésta  correlacionaba con el grado de conexión. En uno de los casos, en los que un joven estaba dejando un mensaje en el perfil de su novia en Facebook, se llegó a medir un espectacular aumento del 150% de su nivel de oxitocina en sangre.

Una vez más llegamos a la misma conclusión que en artículos anteriores: las relaciones en internet, las emociones y los sentimientos que se desatan, no son “recreaciones digitales” de las relaciones humanas. Son reales y “medibles”. Todo se produce en nuestro cerebro y en nuestro organismo, independientemente de que se desate a partir de una carta en papel, un mensaje en una red social, o como consecuencia de una conversación telefónica o presencial. Las relaciones que establecen o mantienen los niños y adolescentes en internet se producen en un entorno digital, pero ni ellos, ni sus pensamientos, emociones o sentimientos son digitales.

Por kidsandteensonline

(1) Paul J. Zak. “The Moral Molecule: The Source of Love and Prosperity”. Hardcover.

El amor romántico con altas dosis de sufrimiento está cada vez más de moda entre los adolescentes. En esta época de desarrollo y extrema vulnerabilidad, el papel de las redes sociales y las nuevas tecnologías está modelando una forma de entender y de ser en el mundo entre los más jóvenes que en gran medida se escapa de la esfera escolar y familiar.

   Según explica a Infosalus Nora Rodríguez, pedagoga y autora de ‘El nuevo ideal del amor en adolescentes digitales’ (Desclée De Brouwer, 2015), los más jóvenes deben aprender a socializarse en dos mundos muy distintos, el real y el virtual, pero en el segundo, al haber menos contacto físico y más emocionalidad, acaban siendo muy permeables a los estereotipos, lo que les lleva a los extremos.

   La autora cuenta que en la actual sociedad digital existen nuevas formas de entender el amor, que se han integrado a la mercadotecnia, como un producto.Son creencias que comparten muy rápido a través de las redes sociales, se asocian a conseguir experiencias intensas y que les proporcionan un gran placer.

   “Es la búsqueda del impacto rápido, un gran baño de dopamina para el cerebro, se valen de actitudes muy estereotipadas en relaciones breves, explosivas y pasionales”, explica Nora Rodríguez, directora del programa ‘Happy Schools, Neurociencias y educación para la Paz’.

   La pedagoga defiende que hacia los 9 años es posible ya educar en la afectividad a través de estrategias y el desarrollo de fortalezas para que los más pequeños puedan conseguir estar motivados y sentirse bien de forma mantenida y no brusca e intermitente, lo que a largo plazo ocasiona frustración. De lo contrario, en la pubertad y en la adolescencia, la idealización romántica, la exposición a la intimidad ante los extraños a través de las redes sociales y el contagio emocional seguirán siendo lo más buscado en las redes sociales.

   “Con la dopamina que se libera en estas situaciones sociales se consigue un placer rápido para el cerebro, una estimulación intensa que lleva a la dependencia POR estas relaciones breves y placenteras”, apunta la autora. Cuando ya los niños alcanzan los 12 años pueden entender que el amor es unir pasión con intimidad más reflexión.

   “El amor es un estado de fascinación, tenemos que hacer que recuerden cuándo se sintieron fascinados, explicarles que eso es el enamoramiento, una fascinación que empieza y termina”, añade.

EDUCAR EN FORTALEZAS Y ESTRATEGIAS

   Para Rodríguez educar en la afectividad es absolutamente necesario ya que nos hemos olvidado de hacerlo y en la actualidad cuenta más el currículo académico que los afectos.

   “Educar en las emociones y cómo progresan se ha dejado de lado, hay que explicarles qué pasa desde que la emoción les inquieta, cómo se transforma en sensaciones corporales como el calor y cómo la conducta es una reacción ante la emoción por lo que hay que enseñarles a reflexionar”, adelanta.

   Además, la autora afirma que educar en la afectividad supone un medio de prevención de la violencia de género. Cuanto más estereotipos y más relaciones rápidas se establecen más conexiones entre la posesión, los celos y la violencia se desarrollan y el amor idealizado se convierte en una droga que hace sentir a los adolescentes que no se pueden privar de ello.

   “Desde que los niños tienen 5 años se puede enseñar a gestionar las emociones y no esperar al traspiés de la afectividad que llega mal y tarde y se confunde con la educación a la sexualidad”, comenta Rodríguez, para quien es básico ayudar a los más pequeños a tener conexiones positivas con los demás.

   Hay que educar desde muy temprana edad en la sexualidad y la afectividad. Entre los 12 y los 17 años se produce un gran cambio físico y antes se deben empezar a trabajar las fortalezas emocionales entre los más pequeños.

   Las estrategias que se pueden utilizar para educar en la afectividad son, según la autora, la construcción de una idea personal del amor basada más en la fascinación que en los estereotipos hombre/mujer; que aprendan a conocer los sentimientos y emociones que emanan de sus actividades cotidianas para saber leer en su interioridad y estar más atentos a sus percepciones; enseñarles a proyectarse en el futuro para que imaginen cómo se ven en él, lo que incluye la relación de pareja.

http://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-san-valentin-adolescentes-digitales-evitar-amor-virtual-20160212070235.html?platform=hootsuite

Era 2017. La familia Donaire Arcas-Sariot se encontraba en un periodo de dificultad porque el padre, Miguel Ángel, tenía problemas de salud. Tanto él como la madre, María José, le pidieron a sus hijos que se portaran especialmente bien por la situación familiar. “Pero un día mi hijo Miguel volvió del colegio y se había arrancado el pellejo. Le preguntamos qué había pasado y nos contó que se aburría en clase y que no había dicho nada para no molestar”, explica a EL ESPAÑOL la madre del menor.

Este niño, que entonces tenía nueve años, se trataba de Miguel Ángel Donaire (Granada2008) y no estaba motivado dentro del aula. Le identificaron superdotación a raíz de estudiar su caso. Sus daños en la piel habían provocado la preocupación de sus padres y profesores, que decidieron evaluarlo. Hoy, casi ocho años después, Miguel tiene 15 años y ha sido admitido el pasado 9 de enero en la Universidad de Oxford para estudiar el Doble Grado de Matemáticas e Ingeniería Informática. Una hazaña al alcance de muy pocas personas. Y, menos aún, siendo menores de edad.

Pero el joven superdotado granadino lo ha conseguido tras obtener un resultado extraordinario. Ha tenido 96 respuestas correctas –de 100 preguntas– en las pruebas de acceso a las que le ha sometido la prestigiosa universidad británica. “Primero tuve que ir a Madrid en octubre a hacer la prueba de Oxford. Al superarla, varios profesores me hicieron hasta cuatro entrevistas en las que me ponían todo tipo de ejercicios, problemas y retos mentales que debía superar”, explica Miguel en conversación con este diario.

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Miguel lo consiguió. Los profesores universitarios de Oxford le pusieron entre la espada y la pared durante esas cuatro sesiones, pero la prodigiosa mente de Miguel logró contestar 96 preguntas de manera correcta, de 100. Poco más de un mes después, llegó el resultado: Miguel Donaire, de 15 años, había sido admitido en la universidad.

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“Aun así, hay una salvedad. Me han dicho que tengo que acabar Bachillerato con una media de 9, mínimo, aunque yo creo que es fácil sacar un 9 en Bachillerato”, opina, esperanzado, el brillante alumno del Colegio La Presentación de Granada. “Creemos que lo conseguirá, porque la universidad pide media de sobresaliente desde segundo de la E.S.O. y de momento Miguel lo ha conseguido”, añade con orgullo su madre.

Patio de la Biblioteca Bodleian de la Universidad de Oxford en una imagen de archivo.

Patio de la Biblioteca Bodleian de la Universidad de Oxford en una imagen de archivo. Andy Rain Efe

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De 2º de E.S.O. a 1º de Bachillerato

Lo cierto es que Miguel Donaire no sólo ha brillado ahora ganándose el mérito de acceder a la Universidad de Oxford, sino que lleva años sorprendiendo a los que le rodean. Pese haber sido identificado como superdotado “con un alto coeficiente intelectual”, María José Arcas-Sariot (Granada1974), su madre, explica que ella y su marido prefirieron que continuase en su curso “para que tuviera una infancia tranquila y feliz”.

“Pero hace dos años falleció mi padre, cosa que le marcó mucho a Miguel. Me dijo que quería saltar de curso porque le daba miedo morir sin hacer nada y perdiendo su tiempo”, recuerda la madre. Fue cuando ella y su marido, Miguel Ángel Donaire (Madrid1976), escucharon la petición de su hijo y hablaron con el colegio y la Junta de Andalucía. Tras el debido proceso se acordó que Miguel pasara de segundo de la E.S.O. a primero de Bachillerato. El tiempo máximo de flexibilización de cursos está fijado en dos años.

Un grupo de alumnos de instituto realizando un examen.

Un grupo de alumnos de instituto realizando un examen. EP

Durante esta etapa de secundaria, José ManuelEloy y Elías, tres profesores de Matemáticas y Física del centro, han sido los responsables de que a Miguel le apasionaran las ciencias para querer dedicarse en cuerpo y alma a ellas. Su interés en las ciencias y en la informática provocaron que Miguel comenzara a participar con 13 años en el programa Estalmat de la Universidad de Granada.

Se trata de un programa de estímulo al talento matemático, que se imparte cada dos fines de semana en la Facultad de Ciencias. “Damos un montón de temas y me encanta porque nos enseñan a razonar, como si se tratara de ejercicios de las olimpiadas matemáticas”, dice el chico. Un certamen que, por cierto, ha logrado ganar a nivel andaluz y a nivel nacional.

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Miedos y retos de Miguel

Aunque la hazaña de Miguel es casi una realidad –a falta de que acabe Bachillerato con una media de 9–, el joven se permite soñar con su futuro en Oxford. Se siente “afortunado e ilusionado” por la oportunidad. Dice que no la tiene todo el mundo, pero que “hay que luchar por ello”. “A veces pensamos que es imposible, y por eso no lo intentamos, pero yo lo he intentado y lo he conseguido”, opina.

Pregunta.– Tiene 15 años y cuando empiece la universidad tendrá 16. ¿Le da miedo este nuevo reto siendo menor?

Respuesta.– Me da un poco de miedo, pero creo que soy lo suficientemente independiente. Yo creo que no habrá problemas porque en Oxford existe una estructura de colegio mayores que facilitaría mucho la adaptación. Aun así, nunca se sabe. Hay que estar preparado para todo.

P.– ¿A qué le gustaría dedicarse después de acabar la universidad?

R.– La verdad, no sé a qué me querría dedicar cuando acabe la carrera de Matemáticas e Ingeniería Informática. Me gusta todo y quiero disfrutar del estudio, sobre todo. No me importaría dedicarme a la docencia, por ejemplo, pero ya sería en Granada. Eso sí, no tengo prisa para decidir y quiero ir paso a paso.

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Ese “paso a paso”, de momento, pasa porque el joven Miguel Donaire consiga acabar Bachillerato con un 9. Aun así, la Universidad de Oxford ya ha admitido a este brillante adolescente para iniciar su doble grado en septiembre.

Fuente: El Español