La duración del trayecto y el tiempo que se va a estar fuera de casa, así como el tipo de destino y el clima que allí espera, son determinantes para preparar el equipaje. La organización previa y acordarse siempre de llevar un botiquín y algún juego son imprescindibles.
A pesar de que organizar un viaje con niños puede resultar algo abrumador cuando no se tiene experiencia, luego te das cuenta de que todo es ponerse y de que no es tan complicado. Como en casi todo en la vida, basta con organizarse un poco para que las cosas salgan lo mejor posible, también haciendo la maleta de los niños con suficiente antelación. Si además leísteis nuestros consejos para viajar con niños en coche, tren y avión, seguro que el viaje se os hará más llevadero.
Lo primero que hay que tener claro a la hora de preparar el equipaje es de qué espacio se dispone, la duración del viaje y si se va a ir a una zona de frío o de calor. La maleta cambia en función de las respuestas a todas estas preguntas. Otra cosa importante, y que quita mucho estrés a la hora de preparar la maleta de los niños, es tener presente que el destino al que se viaja está lleno de niños que usan ropa, comen, necesitan pañales y se ponen enfermos, igual que todos los demás, así que no hay que delirar a la hora de dejarse algo, porque el 95% de las cosas se pueden conseguir en otros lugares y la ropa se puede lavar en lavanderías. Eso sí, si los pequeños tienen una necesidad muy especial con lo que sea (comida, medicamentos, cremas…), no está de más hacer acopio extra del producto en la maleta, por si acaso allí hay dificultad para encontrarlo.
La organización es un plus: existen objetos y accesorios que os van a facilitar la vida. Unos de nuestros favoritos son los organizadores de maletas, que son pequeños compartimentos que se adaptan al espacio disponible y que permiten clasificar lo que se mete en cada uno, sin necesidad de mezclar la ropa de todos y teniéndola toda organizada.
Un organizador de viaje para llevar todo ordenado.
El neceser y el botiquín son dos de los elementos más importantes cuando se viaja con niños, ya que usan sus propios productos de higiene personal y de primeros auxilios en caso de ponerse malos. En el caso del neceser, hay que tener presente que, a día de hoy, si viajáis en avión no podréis llevar con vosotros líquidos que superen los 100 mililitros (esos tienen que ir obligatoriamente en maleta facturada). Así que si queréis evitaros ese paso, hay varias opciones: llevar una minitalla, comprar en destino la crema / gel / lo que sea si este es de venta habitual; si es algo muy específico, importante o difícil de conseguir, es buena idea comprar pequeños botes rellenables aptos para subir al avión. En el caso del botiquín, nosotros siempre llevamos desinfectante por si los niños se caen y se hacen una herida, tiritas, termómetro y algo para la fiebre por si acaso, pero el elemento más indispensable del botiquín no es tangible: es el seguro de viaje por si la cosa se complica. Los nuestros han cogido virus que los han llevado al hospital en Estados Unidos y el pequeño se cayó y se abrió una ceja en Tailandia…
Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
La familia de Mola Viajar en un motel de California.
Qué llevar en la maleta de mano de los niños
Normalmente, para viajar llevamos una maleta grande con la ropa de todos, que solamente abrimos una vez llegados al destino. Y, por otro lado, una maleta pequeña más a mano y a la que podamos tener acceso fácil durante el viaje. En ella siempre metemos, al menos, un conjunto de ropa de recambio, algo de comida saludable para que piquen si el hambre hace acto de presencia y algún pequeño juguete de entre sus favoritos. Por ejemplo, solemos viajar con juegos de cartas como el Virus o Banderis y también con un juego de la oca tamaño viaje, que les chifla.
Otra cosa que nunca falta en la maleta de mano de los niños es una libreta con lápices de colores y algún boli. Con ella dibujan y colorean lo que quieren y se entretienen bastante.
El tema de las pantallas es algo que depende de los padres. Nosotros no abusamos de ellas, pero sí las utilizamos en función de la duración del trayecto, sobre todo en los más largos. Para esas ocasiones también nos llevamos sus auriculares habituales.
Con un carrito de bebé en el Pabellón Dorado (Kinkaku-ji) de Kioto (Japón).
Cómo visitar el destino con los niños: la logística
Dependiendo de la edad del niño o niña y para que la vida sea más sencilla, os recomendamos que os llevéis en la maleta la opción de transporte más adecuada para ellos. Cochecito, mochila de porteo… es algo que depende de su edad y de la opción elegida. Si os sirve como ejemplo, en nuestro caso y aun cuando ya habíamos dejado de utilizar carrito para pasear con ellos por nuestra ciudad, sí nos lo hemos llevado de viaje. ¿Por qué? Pues porque tenemos dos hijos y cuando no se cansa de caminar uno, lo hace el otro. De esta manera, pueden ir turnándose para subirse en el cochecito (en vez de a nuestra espalda) cuando se cansan y si no, el carro siempre lleva las mochilas del viaje, bolsas con alguna compra, etcétera… Es una opción muy cómoda para viajes largos, en los que se prevén buenas caminatas y cuando ellos aún no están acostumbrados a hacerlas.
Adrián Rodríguez y Gosi Bendrat son autores del blog Mola Viajar desde 2008. Tanto en su blog como en su canal de YouTube cuentan cómo recorren el mundo en compañía de sus hijos, Daniela y Oliver.
https://losqueno.com/wp-content/uploads/2023/03/daughter-and-mother-getting-suitcase-weight-result-2022-02-01-22-36-12-utc.jpg9451417admin_pruebashttps://losqueno.com/wp-content/uploads/2018/06/logo-horizontal.pngadmin_pruebas2023-03-27 09:41:052023-03-27 09:41:48Claves para hacer la maleta de los niños para irse de viaje
Un menor con una visión negativa de sí mismo puede llegar a adoptar conductas perjudiciales. Expertos en terapia con menores dan algunas pautas para ayudarles a valorarse correctamente:
Toma un trozo de arcilla. Moldéalo con delicadeza y construye una base sólida. Coloca luego sobre ella otro de tamaño similar y acarícialo sin tratar de disimular sus imperfecciones. Nuestra identidad se construye sobre esas dos ‘piezas’ de barro: el autoconcepto (quién creo ser) y la autoestima (cómo me siento respecto a quien soy). Todos somos, en cierta medida, alfareros que esculpimos a otros. Y los padres son los primeros que marcan ese molde a través de su forma de educar y de relacionarse con sus hijos.
La adolescencia es una etapa crucial en el proceso de definición personal. Durante ese periodo «los menores tienen que tomar todo aquello que sus cuidadores construyeron en ellos durante la infancia y autoconstruirse», explica el psicólogo Fernando Pineda. Y lo hacen en medio de un auténtico torbellino de emociones. Los chavales deben distanciarse de la seguridad que le ofrecen sus padres para reafirmar su individualidad, sentirse aceptado por un grupo de iguales con los que se compara, combatir los complejos en plena revolución hormonal y resistir el embate de los primeros amores (y desamores). Una auténtica prueba de fuego para la autoestima.
«Si un menor llega a los 14 o 15 años con una autoestima dañada debe destruir esa identidad anterior y construir otra sana»FERNANDO PINEDA, PSICÓLOGO.
Un adolescente que aprende a reconocer sus necesidades, fortalezas y debilidades, se acepta sin condiciones, se valora y se respeta percibe que tiene el control sobre su vida, afronta retos, tolera mejor la frustración, no depende de la voluntad de los demás o de las circunstancias, ni permite que le traten mal.
Sin embargo, cuando la visión que tiene de sí mismo no es positiva puede llegar a adoptar conductas perjudiciales. Se castiga porque cree que no vale la pena. Detrás de unas malas notas, de las discusiones constantes, de la rebeldía y/o agresividad, de la fanfarronería puede haber un problema de falta de valoración personal. Si un menor llega a los 14 o 15 años con una autoestima nociva tiene que destruir esa identidad anterior y «crear otra saludable» porque si no es así puede llegar a «hacerse un daño difícil de sanar», explica Pineda, que advierte a los padres, sin dramatismos, que con el paso del tiempo ese poder para recomponerles «se va de nuestras manos para llegar a las suyas».
COMBATIR EL DAÑO CON UNA APUESTA POR UNO MISMO
Alberto (nombre ficticio) tuvo que reconstruirse durante su adolescencia tras ser víctima de acoso en dos centros escolares diferentes. En el primero sufrió una agresión física y en el segundo, lejos de encontrar refugio, fue sometido a «vejaciones y humillaciones constantes«. Durante aquel curso de 2º de la ESO nunca quería ir a clase, los descansos los pasaba con chicos de cursos inferiores e incluso solo. No jugaba, no practicaba deporte y no se relacionaba porque siempre le perseguía el rechazo como una sombra.
«Uno se ve cada vez más sumido en un pozo del que no cree poder salir, no se siente capaz de llevar nada a cabo y ni mucho menos se esfuerza académicamente pues tu condena diaria es en tu centro», recuerda ya desde la mayoría de edad con el pesar de que no se dé la importancia suficiente a esas situaciones de violencia y se relativicen como «cosas de adolescentes». Él aprendió a combatir los desprecios con una apuesta por sí mismo y nuevas amistades: «Al final, uno debe valorarse, así que comencé a hacer deporte e hice mi pandilla en el baloncesto. Tener una red de seguridad social de ese calibre es más que imprescindible para cualquier adolescente, le da a uno fuerzas para continuar y empiezas a valorarte más, a ir a estudiar con más ganas, y a pasar de los demás con más ganas aún».
La psicóloga María Paz Bermúdez Sánchez, catedrática de la Universidad de Granada, aborda en su libro ‘Déficit de Autoestima. Evaluación, tratamiento y prevención en la infancia y adolescencia’ (Pirámide) las múltiples variables que determinan la creación de una imagen positiva de nosotros mismos. «Algunos de estos factores son internos y están relacionados con la manera de interpretar y afrontar los retos cotidianos. Otros son externos, como por ejemplo, los mensajes de aceptación o aprobación que personas significativas hacen sobre aquello que se dice o se hace. El déficit de autoestima es el resultado de una gran discrepancia entre la idea que la persona se ha formado de cómo debe ser para tener éxito en la vida y la imagen que tiene de sí mismo cuando autoevalúa sus conductas, pensamientos o sentimientos», resume.
Una excesiva auto-exigencia puede convertirse en una fuente de frustración para los chavales porque les hace percibir que no tienen capacidad para superar metas o afrontar cambios en los diferentes ámbitos de su vida y nunca se sienten conformes. Esa imagen negativa de sí mismos surge también a menudo de la tendencia a «realizar una atribución interna del fracaso y externa del éxito. Es decir, sentirse responsable de los fracasos y no responsable de los éxitos», explica esta psicóloga.
SÍNTOMAS DE UNA AUTOESTIMA DAÑADA
¿Cómo podemos saber si un adolescente sufre un problema de autoestima? Roberto García, experto en la atención a menores víctimas de acoso escolar, describe algunas señales en su comportamiento que pueden orientar a los padres:
Excesiva autocrítica e insatisfacción permanente.
Se sienten permanentemente atacados y experimentan mucho resentimiento.
Viven en un estado de indecisión crónica, no tanto por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
Deseo excesivo de complacer: no se atreven a decir «no» por temor a desagradar.
Tratan de hacer todo lo que se proponen a la perfección, lo que les lleva a menudo a la frustración por no conseguirlo.
Culpabilidad neurótica: se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar a perdonarse por completo.
A su alrededor se percibe hostilidad. Siempre está irritable, a punto de estallar incluso por cosas de poca importancia; todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.
Ve sobre todo la parte negativa de la vida y le cuesta disfrutar.
«La baja estima ataca aquello que más valoramos. Si es la inteligencia, se pondrá en tela de juicio la capacidad intelectual, si apreciamos la belleza, no podremos mirarnos al espejo sin ver nuestras imperfecciones…» Y si no nos apreciamos a nosotros mismos, los refuerzos que recibimos de los demás «pierden fuerza». «No nos sirve que los demás nos valoren positivamente», advierte este psicólogo canario.
El desprecio de los adolescentes a su mundo interior puede generar problemas graves en su desarrollo: trastornos en el sueño (insomnio, pesadillas), en la alimentación (anorexia, bulimia, trastornos digestivos, vómitos, náuseas…), dolores de cabeza habituales, dificultad para comunicarse, incapacidad para concentrarse y/o recordar o tomar decisiones. Su capacidad de disfrutar de la vida se ve mermada porque se encuentra sumido en un estado de ánimo triste, ansioso, atrapado por la culpa o esa angustia vital constante que le puede llevar a tener incluso ideas de suicidio. Ese descontento consigo mismo se puede reflejar también en un abandono de su higiene personal, de sus obligaciones y una huida de su realidad a través de la mentira o el consumo de drogas.
Dar a los hijos responsabilidades adaptadas a su capacidad es fundamental para que confíen en sí mismos
Tanto construir una autoestima positiva como sanarla son labores que conllevan mucho esfuerzo y tiempo. «No hay fórmulas mágicas», advierte Fernando Pineda, cuyo canal de YouTube orienta a los padres cada semana en temas claves para el adecuado desarrollo de los menores, pero sí podemos ayudarles a reenfocar su mirada y darse el valor que merecen. Éstas son algunas de las pautas para ese proceso:
1. SANAR LA RELACIÓN SIN CULPA
Durante la infancia, el padre y la madre son la fuente más frecuente y fiable de valoración del comportamiento. «El niño necesita saber si actúa correctamente por lo que el refuerzo o el castigo de los progenitores, la consistencia y la seguridad que perciba de éstos va a influir de manera determinante en la imagen de competencia personal que el menor se va a formar», explica M ªPaz Bermúdez.
Y precisamente por esta influencia paterna, si nuestro hijo llega a la adolescencia con la autoestima dañada, posiblemente la culpa tienda a hacer acto de presencia. Y tal como aparece, debería alejarse. Recomponer la visión que tiene de sí mismo puede conllevar años y mucho esfuerzo, pero un primer paso fundamental es sanar la relación dejando a un lado ese sentimiento de frustración, que sólo obstaculiza los avances, y reflexionar sobre los posibles cambios de actitud. «Si te equivocaste recuerda que todo pasa por algo. Las personas que se tienen que auto-reconstruir son las más fuertes y sabias. Yo agradezco mucho a mis padres todo lo bueno pero aún más todos los errores que cometieron y lo que sufrí pues eso es lo que me permite ayudar y comprender a mucha gente», recuerda Pineda en primera persona.
2. DIÁLOGO Y NORMAS
Una familia «funcional» es esa que fomenta un desarrollo pleno y sano (también de la autoestima) de todos sus miembros y que educa aplicando el estilo democrático, lejos del autoritarismo y la permisividad. El amor, interés , dedicación, comprensión, confianza y escucha activa tienen un lugar prioritario pero no es un paraíso ajeno a los conflictos sino un lugar donde adquirir herramientas para combatir las adversidades, con normas, límites y roles claros, con respeto a la individualidad, comunicación (y negociación) constante y capacidad de adaptación.
3. OBSERVAR SIN INTERVENIR
El instinto de los padres es proteger a sus hijos y esto puede llevarles a tomar la iniciativa ante el más mínimo problema. Es comprensible pero al hacerlo el mensaje que les mandamos a ellos es que «no son lo suficientemente fuertes, inteligentes y capaces de resolver sus propios problemas», asegura Pineda subrayando en rojo que la identidad y la autoestima se construyen con «experiencias no con palabras».
Los adolescentes tienen, pues, que experimentar y hacer frente directamente a sus problemas para creer que son capaces de superarlos. Y los padres, contenerse y permitir que se equivoquen dejando claro que aunque no les vamos a resolver la vida, sí estamos a su lado para apoyarles.
4. HACERLE RESPONSABLE DE SUS LOGROS
Dar a los hijos una responsabilidad adaptada a sus capacidades es fundamental para que se sientan importantes. Si se ven como seres autónomos e independientes tendrán una imagen más positiva de sí mismos. Y para que superen la tarea con éxito, los objetivos tienen que ser realistas (posibles de alcanzar). Hay que tenerles en cuenta siempre a la hora de planificar objetivos. Ellos conocen mejor que nadie sus habilidades y limitaciones. Además, su compromiso será mayor si se siente escuchado. Cuando las expectativas son muy altas o son establecidas por adultos el adolescente puede encontrarse con obstáculos que le abocan al fracaso.
«Facilita a tu hijo experiencias y actividades posibles en las que tenga que implicarse y esforzarse», recomienda la psicóloga María Paz Bermúdez en su libro. De esta manera se le está transmitiendo que es parte esencial y activa de lo que consigue en su vida, de sus logros y éxitos y que lo que le ocurre no es producto de la suerte u otras circunstancias externas. Esto reforzará la confianza en sí mismo.
También hay que dotarles de herramientas para resolver las adversidades y superar retos cotidianos y enseñarles a premiarse a sí mismo cuando consigue objetivos, con ello se consigue que su valor no dependa de agentes externos sino internos.
5. EVALUARLE DE FORMA OBJETIVA
Los padres deben esforzarse en percibir, aceptar y describir al menor como es, no como nos gustaría que fuese. ‘Inflar el ego’ de los hijos no es la mejor forma de brindarles una autoestima sana. Debemos ayudarles a que vean tanto sus fortalezas como los aspectos que pueden mejorar, siempre haciendo énfasis en las capacidades que tienen y en los caminos que pueden tomar para sortear las dificultades. Que sean conscientes de sus virtudes pero también de sus defectos. Pineda nos pone este ejemplo claro: Imagina que te sientes enfermo y vas a la consulta del médico. ¿Qué esperas de él? ¿Que te diga que tienes una salud de hierro o que sea sincero en el diagnóstico? Esa misma honestidad desea encontrar el menor cuando habla contigo.
6. NO COMPARARLE CON NADIE
Aunque el objetivo de los padres al comparar a su hijo con otros jóvenes de su edad sea motivarlo, demostrarle que es posible, el efecto que se consigue es el contrario y afecta negativamente a la autoestima. La clave está en reforzar los intentos, el esfuerzo, y no exclusivamente los éxitos y logros.
7. ELOGIAR Y CORREGIR DE FORMA ADECUADA
Hacer referencia a la conducta concreta en ambas circunstancias. No etiquetar al menor porque de esta manera se puede prolongar la conducta al sentirse incapaz de modificarla porque cree que forma parte de su personalidad. Lo que se busca es corregir un comportamiento negativo, no al menor en su conjunto.
8. APRENDER A EQUIVOCARSE
El error es el requisito indispensable para el aprendizaje y no sirve de nada tratar de esquivarlo con el anhelo (siempre frustrado) de encontrar la perfección o de evitar retos para no fracasar. «Sentirse bien con uno mismo no es algo que hacemos después de corregir todos los errores sino algo que hacemos a pesar de los errores«, recuerda Roberto García.
9. NO DEPENDER DE LOS DEMÁS
Cuando una persona tiene la autoestima dañada busca la aprobación por necesidad, no es sólo un deseo. Y en esas circunstancias se expone a estar bajo un estado de frustración constante. En la adolescencia, la aceptación en el grupo, el ser elegido como amigo, es una de la principales fuentes de bienestar. Y el rechazo, de dolor. De ahí la importancia de quererse sin condiciones para asestar mejor esos posibles golpes y mantenerse en pie.
«Como el sentimiento de lo que vales como persona, se encuentra localizado en los demás, si ellos rehúsan alimentarte con su aprobación te quedas sin nada. No vales», explica García, que da las siguientes pautas para evitar esa nociva dependencia de los demás (recomendable que los adultos también tomen nota):
Incentivar en nuestros hijos pensamientos positivos sobre su valía
Enseñarles a recurrir a la estrategia del ‘tú’ para responder en caso de conflicto. Por ejemplo, «tu amigo no está de acuerdo contigo y se está enfadando. En lugar de cambiar de postura o defenderte, simplemente contesta : «‘Tú’ te estás enfadando y piensas que yo no debería pensar como pienso».
Cuando vaya a comprar ropa o cualquier otro artículo, que confíe en sí mismo y no consulte a nadie su opinión.
A la hora de expresarse, que evite buscar respaldo constante en los demás con frases como: «¿No es así?, ¿tengo razón o no?…»
Si el adolescente piensa que alguien le está tratando de manipular , que lo haga saber. En vez de ‘ablandarse’ para obtener aprobación, puede decir en voz alta: «Normalmente yo modificaría mi posición para lograr que me aceptes y me quieras, pero realmente creo en lo que acabo de decir».
Si nos están diciendo algo que no nos gusta pero puede ser positivo para nuestro crecimiento personal, lo agradecemos. Esto pone fin a cualquier tipo de búsqueda de aprobación.
Otra estrategia es buscar expresamente que nos desaprueben y trabajar para que no nos moleste. También, emplear técnicas para ignorar los actos de desaprobación y no prestar atención a los que tratan manipularnos. «Estás hablando en público y alguien no le gusta lo que estás diciendo. Se levanta y trata de forzar una discusión. Respondes, «de acuerdo y continuas.»
10. FOMENTAR LAS RELACIONES PERSONALES Y REALES.
En la adolescencia actual, la búsqueda de aprobación por parte de los demás tiene forma de ‘like’. Y cuando no llega, la autoestima se resiente. Tampoco sale bien parada en esa comparativa constante que los jóvenes hacen de su vida, de sus relaciones o de su cuerpo en plataformas como Instagram. «El problema en las redes sociales no es la exigencia de dar una imagen perfecta sino la evaluación continua a la que es sometida la vida que se expone y, la dependencia que el que la expone tiene de la opinión de los demás. Sin lugar a duda, para evitar los efectos negativos del uso de las redes virtuales lo mejor es reducir su uso, aceptar y transmitir que no es una manera natural de relacionarse y fomentar los vínculos personales y reales».
Incentivar las actividades deportivas, salidas al aire libre o las conversaciones en persona otorga a los menores una fuente de bienestar alternativa que les ayuda a desprenderse del poder actual de las nuevas tecnologías sobre su rutina diaria y que puede provocar, cuando el uso es inadecuado, en aislamiento, ansiedad y depresión.
Esa distancia emocional en Internet facilita, en una de sus vertientes más oscuras, prácticas como el acoso que atentan directamente contra la integridad moral de los menores. Con la experiencia como aval, Alberto pide a aquellos jóvenes que estén padeciendo actualmente una situación de violencia psíquica o física que «exijan que se les respete. Que no se dejen pisotear y mucho menos ser quien pisa a los demás. Y si no es capaz de dar el primer paso solo, que pida ayuda psicológica para poder sentirse cómodo consigo mismo y con los demás».
Y ELLOS, ¿QUÉ OPINAN?
¿Se paran los adolescentes a reflexionar sobre cómo son realmente? ¿Dependen en exceso de lo que piensan otros? Les damos la palabra para que nos expliquen qué circunstancias son las que dañan su autoestima en su vida diaria y cómo recuperan la confianza en sí mismos.
https://losqueno.com/wp-content/uploads/2020/12/22.jpg281420admin_pruebashttps://losqueno.com/wp-content/uploads/2018/06/logo-horizontal.pngadmin_pruebas2023-03-21 07:22:002023-03-21 11:11:57Indecisión, irritabilidad, autoexigencia… cómo sanar la autoestima de un adolescente
El Bachillerato en España es una etapa voluntaria, que consta de dos cursos. Es el último tramo escolar antes del acceso a los estudios superiores, bien sean universitarios o de Formación Profesional
Tiene como finalidad proporcionar al alumnado formación, madurez intelectual y humana, conocimientos y habilidades que les permitan desarrollar funciones sociales e incorporarse a la vida activa con responsabilidad y competencia.
Requisitos para acceder al bachillerato
Para cursar el Bachillerato en España, el alumno tiene que estar en posesión del título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria (E.S.O.) o haber cursado un Ciclo de Formación Profesional de Grado Medio. Si se trata de un estudiante que procede de otro país, será necesario que haya convalidado el título que corresponda con esta etapa.
Una vez el alumno finaliza sus estudios de Bachillerato, tiene distintas opciones. Puede continuar su formación académica con un Grado en la Universidad, para la cual será necesaria una prueba de acceso (EBAU) . O bien, cursar un Ciclo Formativos de Grado Superior.
Nuevas modalidades de Bachillerato tras las LOMLOE
Con la aplicación de la nueva ley educativa de diciembre de 2020 (LOMLOE), los tipos de Bachillerato en España se amplían a cinco (Ciencias y Tecnología, Humanidades y Ciencias Sociales, Artes – Música y Artes Escénicas, Artes – Artes Plásticas, Imagen y Diseño y el Bachillerato General).
Con este cambio, se da mayor importancia a las enseñanzas artísticas y se crea una nueva modalidad: el Bachillerato General, para aquellos que aún no tengan decidido hacia dónde encaminar sus estudios.
Mejoras en el Sistema Educativo Español con un diseño de Bachillerato que se adapta a las necesidades de los estudiantes
Tras la nueva ley educativa, la etapa de Bachillerato se flexibiliza, permitiendo a cada alumno diseñar un plan de estudios para los dos últimos años académicos de su vida escolar, que se ajuste perfectamente a sus necesidades.
Los cinco tipos de Bachillerato cuentan con ocho materias comunes de carácter obligatorio para todas las modalidades y otras específicas, de las cuales el alumno cursará una de manera obligatoria y otras dos a elegir entre una amplia oferta dentro de las optativas de cada centro y de cada comunidad autónoma.
MODALIDADES DE BACHILLERATO
PRIMER CURSO
MATERIAS COMUNES
Educación FísicaFilosofía
Lengua Castellana y Literatura I (Lengua Cooficial si la hubiera)Lengua Extranjera I
MATERIAS ESPECÍFICAS SEGÚN LA MODALIDAD
MODALIDAD
CIENCIAS Y TECNOLOGÍA
HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
MÚSICA Y ARTES ESCÉNICAS
ARTES PLÁSTICAS; IMAGEN Y DISEÑO
GENERAL
MATERIAS OBLIGATORIAS(elegir una)
Matemáticas IMatemáticas aplicadas a las CCSS I
Latín IMatemáticas aplicadas a las CCSS I
Análisis musical IArtes escénicas I
Dibujo artístico I
Matemáticas Generales
MATERIAS OPTATIVAS COMUNES DE CADA MODALIDAD(elegir 2)
Biología Geología y Ciencias AmbientalesDibujo Técnico ITecnología e Ingeniería IFísica y Química
Historia del Mundo ContemporáneoEconomía y EmpresaGriego ILiteratura Universal
Lenguaje y Práctica MusicalCultura AudiovisualCoro y Técnica Vocal I
Proyectos ArtísticosCultura AudiovisualVolumenDibujo Técnico aplicado al diseño I
Economía, Emprendimiento y Actividad EmpresarialMaterias de otras modalidades que ofrezca el centro
Cualquier materia obligatoria que no se haya cursadoOtras optativas propuestas por cada Comunidad Autónoma
SEGUNDO CURSO
MATERIAS COMUNES
Historia de la FilosofíaHistoria de España
Lengua Castellana y Literatura II (Lengua Cooficial si la hubiera)Lengua Extranjera II
MATERIAS ESPECÍFICAS SEGÚN LA MODALIDAD
MODALIDAD
CIENCIAS Y TECNOLOGÍA
HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
MÚSICA Y ARTES ESCÉNICAS
ARTES PLÁSTICAS; IMAGEN Y DISEÑO
GENERAL
MATERIAS OBLIGATORIAS(elegir una)
Matemáticas IIMatemáticas aplicadas a las CCSS II
Latín IIMatemáticas aplicadas a las CCSS II
Análisis musical IIArtes escénicas II
Dibujo artístico II
Ciencias Generales
MATERIAS OPTATIVAS COMUNES DE CADA MODALIDAD(elegir 2)
Biología, Geología y Ciencias AmbientalesDibujo Técnico IITecnología e Ingeniería IIQuímicaFísica
Economía y EmpresaGriego IIHistoria del Arte Geografía
Historia de la Música y la DanzaCoro y Técnica Vocal II Literatura Dramática
Técnicas de ExpresiónFundamentos Artísticos VolumenDibujo Técnico aplicado al diseño II
Economía, Emprendimiento y Actividad EmpresarialMovimientos Culturales y Artísticos Materias de otras modalidades que ofrezca el centro
Cualquier materia obligatoria que no se haya cursadoOtras optativas propuestas por cada Comunidad Autónoma
En España, además de estudiar el bachillerato español, existe la posibilidad de cursar:
Pd del Bachillerato Internacional
El Programa del Diploma (PD) del Bachillerato Internacional® (IB) es un programa educativo con su propio sistema de evaluación, destinado a alumnos de 16 a 19 años.
El Programa del Diploma (PD) del Bachillerato Internacional® (IB) cuenta con el reconocimiento y el respeto de las principales universidades del mundo y hay indicios de que los alumnos del PD acceden a la universidad y a la educación superior en mayor proporción que los alumnos que no cursan el programa.
El currículo del PD está formado por seis grupos de asignaturas y los componentes troncales: Teoría del Conocimiento (TdC), Creatividad, Actividad y Servicio (CAS) y la Monografía.
Bachillerato Dual Americano
Con el Bachillerato Dual Americano el alumno tiene la ventaja de poder obtener, al mismo tiempo, el título español y el título estadounidense. El método de estudio es asistir de forma presencial a las clases del curso en España y de forma virtual a las clases americanas.
Este tipo de bachillerato se suele iniciar en 3º ,y/o 4º de la E.S.O. o en 1º de Bachillerato.
Entre sus ventajas, los alumnos aprenden a comunicarse en inglés a la perfección y pueden conocer la cultura americana más a fondo. Sin duda, estudiarlo es una gran opción.
Bachiller-Baccalauréat o Bachibac (España – Francia)
Gracias a él los alumnos pueden obtener una doble titulación, el título de Bachillerato español y el Diplôme du Baccalauréat francés. El programa contempla el estudio de materias específicas: Lengua y Literatura Francesas, y la Historia de Francia, integrada en la materia Historia de España. Además de las otras asignaturas de bachillerato.
Los estudiantes que hayan optado por cursar el Bachibac podrán acceder a la enseñanza superior francesa y a la enseñanza superior española, sin necesidad de tener que realizar la prueba de acceso a la universidad.
https://losqueno.com/wp-content/uploads/2023/03/teenager-school-kids-running-in-high-school-hallwa-2021-08-26-16-14-03-utc.jpg11021654admin_pruebashttps://losqueno.com/wp-content/uploads/2018/06/logo-horizontal.pngadmin_pruebas2023-03-13 09:12:442023-03-13 09:12:46Tipos de Bachillerato en España
¿Qué pinta un humanista en plena revolución digital? En un mundo donde todo se reduce a la computación de ceros y unos, a algoritmos, sensores, aluviones de datos, robots, procesos automatizados, ¿dónde queda espacio para los analógicos saberes en torno al ser humano? Es una pregunta que preocupa y que circula en el mundo de la Humanidades, mientras vamos viendo cómo se van recortando a buen ritmo este tipo de materias en institutos y universidades.
Ya sabemos con certeza que los trabajos del futuro serán mayormente tecnológicos: muchos de los que existirán dentro en una década aún no podemos ni imaginarlos. Según la Comisión Europea en 2020 quedarán desiertos más de 750.000 empleos en áreas cientifico-técnicas (paradójicamente, también existe escasez de vocaciones científicas). Pero en este panorama hipertecnológico los humanistas todavía pueden jugar varios papeles. El más obvio: aprovechar los avances digitales para sus propias disciplinas, en lo que se han llamado las Humanidades Digitales. Pero no solo eso: también colaborar al propio desarrollo tecnológico (como colabora la filosofía o la psicología en el desarrollo de la Inteligencia Artificial) o, sobre todo, crear un marco de sentido para lo que se nos viene encima. Para poner unos límites a la Revolución Tecnológica que la hagan compatible con el ser humano tal y como lo conocemos. Si es que tal cosa es posible.
Colaborando con la tecnología
Aunque a primera vista pudiera no parecerlo, el desarrollo de la tecnología ha estado y está fuertemente imbricado con ciertas ramas de las Humanidades, sobre todo las más filosóficas. “Muchos de los desarrollos tecnológicos han salido primero de la mente de los filósofos para luego ser desarrollados por ingenieros”, afirma el filósofo de la ciencia y la tecnología David Casacuberta, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Hoy en día esa imbricación continúa. “Hay diversos aspectos de la tecnología que se tocan con cuestiones éticas”, explica Casacuberta. Pone como ejemplo el comportamiento de los coches autónomos, que funcionan sin conductor y que tendrán que decidir cómo actuar en diferentes casos, si dada la posibilidad de un choque tiene optar por salvar a las personas o al coche más caro, etc. O en sistemas que decidan a quién dar un préstamo bancario y a quién denegárselo. Con la llegada de las superinteligencias que pueden llegar a competir e incluso superar a la humana, los protocolos éticos serán indispensables. Al fin y al cabo las Leyes de la Robótica de Isaac Asimov, que prohíben a los robots dañar a los humanos por acción u omisión, no son más que uno de estos protocolos.
Alan Turing, cuyo famoso test está impregnado de contexto filosófico.
En un futuro el manejo de la tecnología se habrá simplificado tanto que, según algunos expertos, los perfiles más técnicos, como los de los programadores, serán menos necesarios y emergerán otros de carácter más humanístico. “Con los avances que está habiendo en inteligencia artificial las herramientas van a ser cada vez más sencillas de manejar a un nivel técnico y probablemente lo que se necesite entonces sea gente que sepa hacer las preguntas pertinentes, como psicólogos o filósofos”, concluye Juan Antonio Torrero, responsable de big data de Orange España.
La relación entre el desarrollo de la inteligencia artificial y la filosofía, la lingüística o la psicología es evidente. Por ejemplo, el célebre filósofo estadounidense Daniel Dennett ha trabajado extensamente en este ámbito. “Los filósofos han soñado con la inteligencia artificial durante siglos”, escribe en uno de sus artículos, “Hobbes y Leibniz, en formas muy diferentes, intentaron explorar la idea de romper la mente en pequeñas operaciones mecánicas. Descartes incluso anticipó el test de Turing (un experimento ideado por Alan Turing para verificar si existe inteligencia artificial)”. Otro notable filósofo implicado en temas como inteligencia artificial y singularidad tecnológica es Nick Bostrom, director del Instituto para el Futuro de la Humanidad de Oxford. Ante el posible surgimiento de una superinteligencia artificial: “Lo mejor que podemos hacer ahora mismo es impulsar y financiar el pequeño pero pujante campo de investigación que se dedica a analizar el problema de controlar los riesgos futuros de la superinteligencia”, escribió en la revista Edge, “será muy importante contar con las mentes más brillantes, de tal manera que estemos preparados para afrontar este desafío a tiempo”.
Tomando las riendas del caballo digital desbocado
Ciencias vs. Humanidades
S. C. F.
La brecha entre las ciencias y humanidades, establecida desde la educación como una línea roja (que para muchos es preciso saltar) ha generado frecuentes fricciones. Si ahora las Humanidades se sienten amenazadas por el rampante desarrollo tecnológico, también han sido frecuentes las quejas desde el lado científico por el desinterés de los humanistas en sus disciplinas, excluidas con frecuencia de lo que generalmente llamamos cultura: se considera de incultos no conocer El Quijote pero muy normal no saber enunciar el Segundo Principio de la Termodinámica, que vertebra nuestro Universo.
Sobre esta brecha lanzó su crítica el físico y novelista británico C.P. Snow en su célebre conferencia de 1959, titulada Las dos culturas. Allí abogaba por traspasar las fronteras y trabajar de manera multidisciplinar para afrontar los problemas a los que se enfrenta la Humanidad. Más recientemente, el empresario y editor de la revista John Brockman acuñó el término de Tercera Cultura, que trata de unir y superar las dos anteriores. Entre los nombres que se relacionan con este movimiento están el científico cognitivo Steven Pinker, el biólogo Richard Dawkins, el filósofo Daniel Dennett, el astrofísico Martin Rees, el físico Alan Guth o la bióloga Lynn Margulis, que vendrían a ocupar, desde las ciencias naturales, el papel del intelectual tradicional. Como se ve no abundan los humanistas.
El brutal desarrollo tecnológico sin control puede suponer una apisonadora que arrolle nuestras vidas y hasta nuestra propia naturaleza. Conviene pensar sobre ello, como hacen algunos humanistas. “Con la actual fascinación por la tecnología da la impresión de que todo se puede reducir a átomos y bits”, dice el sociólogo Francesc Núñez Mosteo, director del máster de Humanidades de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), “hay que superar ese materialismo y entender que el ser humano no es solamente eso, sino también espiritualidad, política, moral, ética”. El sociólogo señala la necesidad de promover, más allá de lo científico-técnico, capacidades como el espíritu crítico o la capacidad de juicio que, en su opinión, nacen de las Humanidades. “La tecnología ha ampliado mucho nuestra capacidad de acción y necesitamos criterios para movernos en esos nuevos espacios”, apunta.
Desde algunas posturas cientifistas cualquier avance científico y tecnológico es bueno, pero esa no es una postura universalmente compartida. “Una parte de la tecnociencia ha venido a ponerse al frente de aquello que en el futuro tendrá que ser la vida humana”, explica la filósofa Marina Garcés, profesora de la Universidad de Zaragoza y directora del Aula Oberta del Institut d’Humanitats, en la que se debate sobre temas como estos. “Esa parte quiere monopolizar lo que consideramos la vida buena: una educación digitalizada, un buen envejecimiento gracias a los avances tecnológicos, etc”. Para evitar este monopolio de estos sectores tecnocientíficos Garcés apoya la idea de fundar una nueva alianza entre las ciencias y las humanidades, una alianza para repensar qué es lo que esperamos de desarrollo tecnológico, en qué nos queremos convertir: “Si solo vemos las funciones y no vemos el marco, somos esclavos de ese marco”.
Humanidades Digitales
La tecnología y las Humanidades se mezclan de una forma mucho más cotidiana habitualmente. El concepto de Humanidades Digitales se refiere a la utilización de las diversas herramientas tecnológicas en el ámbito de las Humanidades, ya sea en la docencia, la creación o la investigación. A día de hoy el impacto de la tecnología se observa en las bibliotecas digitalizadas, en las bases de datos, en los materiales digitales para la docencia o en los campus virtuales de las universidades. “La humanidades, casi en un ejercicio de ventriloquía, pueden utilizar la tecnología para mostrar que todavía es importante lo que tienen que decir”, opina Laura Borràs, directora del Máster de Literatura en la Era Digital de la Universidad de Barcelona.
La tecnología no solo ejerce de herramienta facilitadora, sino que también modula el contenido humanístico. “No es lo mismo la literatura digitalizada, que simplemente se ha pasado a un formato tecnológico, que la literatura digital que utiliza todos los recursos y que sin la tecnología pierde parte de su esencia”, explica Borràs. Así los textos de literatura digital incluyen imágenes, sonidos, hipervínculos o son animados al contacto con el dedo o el ratón, creando nuevas experiencias literarias difícilmente traducibles al papel. El escritor Michael Joyce, pionero de este tipo de literatura, creó obras cuyos fragmentos estaban relacionados mediante links, cosa normal al navegar por la web, pero que abre nuevas dimensiones en la literatura. La poesía digital, en las que las palabras se mueven, se modifican o forman sucesivas figuras, puede cumplir en esta era el papel de los viejos caligramas de Apollinaire. Y en cualquier iPad se pueden descargar coloridas versiones de los cuentos de terror de Lovecraft o de Poe que incluyen animaciones, interacción con el lector o efectos de sonido, que pueden ser muy del gusto de las nuevas generaciones de lectores.
Tango, el proyecto de Realidad Aumentada de Google, y su aplicación en museos.
No solo literatura: las Humanidades Digitales abarcan multitud de disciplinas, como la geografía, la historia del arte, o la arqueología. El arqueólogo Joan Anton Barceló, profesor titular de Prehistoria en la Universidad Autónoma de Barcelona, utiliza de manera cotidiana tecnología avanzada en su tarea. Los escáneres 3D, sistemas de tomografía computerizada, teledetección satelital, etc, le proporcionan una gran cantidad de datos numéricos. “En una excavación arqueológica puede haber cinco pentabytes de información o incluso más» comenta el investigador. Para presentar todos esos datos al público aprovecha la naturaleza digital de la información para montar museos virtuales con todo tipo de información añadida. Todo esto cambia radicalmente la manera en cómo las nuevas generaciones se aproximarán al estudio del pasado y tratarán de predecir el futuro.
https://losqueno.com/wp-content/uploads/2017/02/1485801035_420685_1485802917_noticia_normal_recorte1.jpg11471960admin_pruebashttps://losqueno.com/wp-content/uploads/2018/06/logo-horizontal.pngadmin_pruebas2023-03-06 09:58:002023-03-06 12:59:49¿Eres de letras? La sociedad digital te necesita
Día Mundial del Bienestar Mental para Adolescentes.
Cada 2 de marzo se celebra el Día Mundial del Bienestar Mental de los Adolescentes, con la finalidad de sensibilizar a la población acerca de los problemas de salud mental que afrontan los adolescentes, así como desestigmatizar este tipo de trastornos y ofrecerles apoyo.
Origen de este día mundial
La creación del Día Mundial del Bienestar Mental para Adolescentes en el año 2020 ha sido gracias a la iniciativa de The Hollister Confidence Project, con la finalidad de observar el bienestar mental de los adolescentes. Se fijó como fecha de celebración de esta efeméride el día 2 de marzo de cada año.
¿Qué es Proyecto de Confianza de Hollister?
El Proyecto de Confianza de Hollister es una iniciativa impulsada por personas que se dedican a ayudar a los adolescentes de todo el mundo a sentirse más seguros y capaces.
Cuenta con el apoyo de The Hollister Confidence Fund, una organización que otorga subvenciones a grupos sin fines de lucro, con proyectos vinculados con las siguientes áreas:
Salud mental de adolescentes.
Equidad para jóvenes negros, indígenas y personas de color (BIPOC).
Inclusión para jóvenes LGBTQ.
Detención del acoso escolar.
Trastornos de salud mental más comunes en adolescentes
La adolescencia es una etapa del desarrollo humano fundamental para la formación de hábitos sociales y emocionales que impactan en el bienestar mental del individuo.
Al respecto, diversos estudios y estadísticas sostienen que uno de cada cinco adolescentes presenta una afección de salud mental.
Algunos de los trastornos de salud mental más comunes en los adolescentes son los siguientes:
Ansiedad.
Alteración del estado de ánimo.
Déficit de atención y otros trastornos del comportamiento.
Trastornos de la alimentación (anorexia, bulimia).
Suicidio.
Depresión.
Psicosis.
Conductas de riesgo: consumo de sustancias estupefacientes, prácticas sexuales de riesgo.
Comportamientos de autolesión: cortarse o quemarse la piel.
Es de vital importancia diseñar y aplicar estrategias de apoyo de salud mental dirigidas a los adolescentes, mediante la aplicación de diversos recursos que beneficien su bienestar psicológico y que impacten de manera positiva en sus vidas, a través del aprendizaje socioemocional.
Filmografía sobre la salud mental en la adolescencia
A continuación mencionamos algunos títulos de películas, relacionados con el bienestar mental en los adolescentes:
Las Ventajas de ser un Marginado (Estados Unidos. Director: Stephen Chbosky. Año 2012): un joven tímido y marginado escribe varias cartas a una persona desconocida en las que aborda situaciones como la amistad y los conflictos familiares. Deberá aprender a afrontar dificultades, para encajar y sentirse bien consigo mismo.
Elephant (Estados Unidos. Director: Gus Van Sant. Año 2003): película basada en hechos reales, que refleja el atentado efectuado por dos adolescentes en el Instituto Columbine.
Inocencia Interrumpida (Estados Unidos. Director: James Mangold. Año 1999): una joven con trastorno de la personalidad ha sido ingresada al Hospital Claymoore. Allí conoce a un grupo de chicas inadaptadas que la ayudarán a encontrarse a sí misma.
Un Mundo a su Medida (Estados Unidos. Director: Peter Chelsom. Año 1998): dos adolescentes que son discriminados por la sociedad se unen, iniciando una entrañable amistad.
https://losqueno.com/wp-content/uploads/2023/03/teenager-boy-with-anxiety-sitting-on-the-floor-of-2022-04-13-18-36-56-utc.jpg14172126admin_pruebashttps://losqueno.com/wp-content/uploads/2018/06/logo-horizontal.pngadmin_pruebas2023-03-02 11:23:572023-03-02 11:23:59Día Mundial del Bienestar Mental para Adolescentes
Esta red social de vídeos no sólo funciona para hacer coreografías y retos; también puede convertirse en una herramienta ideal para aprender. Así lo demuestran muchos docentes, que han creado sus propias cuentas desde las que ayudan a los estudiantes de todas las edades a aprender o repasar asignaturas y conceptos.
La popularidad de TikTok se ha multiplicado en las últimas semanas, hasta el punto de que se considera la red social de moda. Y aunque se ha hablado mucho los riesgos que pueden existir para los menores de edad, con un uso responsable también puede resultar de gran utilidad: cuenta con numerosos contenidos educativos idóneos para repasar asignaturas y aprender.
Acceder a estas clases virtuales es muy sencillo: seguir a las cuentas que seleccionamos a continuación o entrar en el hashtag #Edutok propuesto por TikTok con el objetivo de fomentar el aprendizaje y la educación.
Aprender matemáticas
Detrás de esta cuenta se encuentra Carlos Maxi, profesor de Matemáticas que cuenta con más de 100.000 seguidores ¡Algunos de sus vídeos se han viralizado! Acompañado de un rotulador y una pizarra, explica y desarrolla operaciones como las ecuaciones, los polinomios, las potencias, la regla de 3… Además, propone ejercicios que posteriormente resuelve.
Blog de lengua
Reúne más de 100 vídeos basados en la ortografía, los signos de acentuación, los pronombres, algunas curiosidades o expresiones utilizadas en la Lengua Castellana. Por un lado, destaca porque tiene contenidos que explican el significado de palabras mediante ejemplos; y por otro, porque enseña las traducciones al español de nombres de artistas como Shawn Mendes o personajes ficticios como Harry Potter.
Geografía
Andrés Carrión es tiktoker y profesor de Geografía e Historia. Plantea hipótesis sobre qué pasaría si ocurrieran catástrofes naturales, por ejemplo, en Canarias o la Península Ibérica. Complementa sus explicaciones con emoticonos para relatar y ampliar información sobre la disciplina y, además, detalla las características del espacio geográfico y sus elementos naturales.
Historia con el profesor inquieto
El humor, los filtros, la música y los textos van de la mano de Juan Jesús, profesor de Historia y creador de este perfil. Desde la Primera Guerra Mundial y la Edad Media hasta el Imperio Romano o el movimiento urbano, su contenido va dirigido a estudiantes de Educación Secundaria y Bachillerato. Incluye también temario de Historia del Arte.
Let’s speak english
¿Cómo se dice ‘creo que sí’? ¿Qué significa ‘hella’? Las respuestas para todas las dudas sobre vocabulario, pronunciación o gramática en inglés se pueden encontrar aquí. Este profesor de inglés nativo vive en Santander y tiene más de 1 millón de seguidores en la red social. Responde a las cuestiones que le plantean sus alumnos virtuales y corrige los fallos más frecuentes.
https://losqueno.com/wp-content/uploads/2020/06/Tik-Tok-App-1.png450800admin_pruebashttps://losqueno.com/wp-content/uploads/2018/06/logo-horizontal.pngadmin_pruebas2023-02-27 07:46:002023-02-27 10:51:09Sigue estas cuentas educativas y aprende con TikTok
Los corazones rotos en la adolescencia aportan la experiencia del amor romántico que los jóvenes necesitarán para tener relaciones sanas y satisfactorias de pareja cuando sean adultos. Para un adolescente, los primeros desengaños amorosos se pueden convertir en todo un mundo y el apoyo de sus padres les puede ayudar a gestionar la situación emocional que se desencadena con las experiencias del desamor. “Los adolescentes adquieren un aprendizaje profundo cuando hacen sus primeros pinitos en las relaciones amorosas y también cuando sufren desengaños, ya que las primeras relaciones se caracterizan por un fuerte componente idealizador que va a ir modulándose a lo largo de la vida hasta encontrar una elección de pareja más ajustada y satisfactoria”, explica Gonzalo De Casso, psicólogo del Centro Nudos.
El papel de los padres
Una de las claves para ayudar a los hijos adolescentes en sus amores y desamores es que acepten que este “tiene su propia vida y toma sus propias decisiones, en las que, a veces, se equivoca y no se da cuenta hasta que no lo experimenta por sí mismo, como les ha pasado a los propios padres a lo largo de su vida. Es conveniente que los progenitores den su opinión y ofrezcan su experiencia, pero sin un excesivo intervencionismo y evitando tapar la herida antes de que se produzca para que nuestro hijo no se sienta incapaz y frustrado”, comenta De Casso.javascript:false
Los padres de un adolescente que vive una situación de desamor “pueden aportar cierta sensatez para ayudar a que su hijo tome cierta perspectiva y que a esas emociones tan intensas les acompañe cierta elaboración que le ayude a tomar precauciones en pleno apogeo amoroso y a relativizar la situación del hundimiento del primer amor. El objetivo, como en todos los duelos, es que nuestro hijo elabore la pérdida pasando por diferentes fases, como negación, rabia y tristeza, para, finalmente, aceptar la pérdida y renovar su deseo hacia nuevos encuentros amorosos. El duelo adolescente en el amor no tiene que ser tan prolongado como el de los adultos y si vemos que persiste más de seis meses podemos plantearnos ofrecer una ayuda psicológica a nuestro hijo”, añade el psicólogo.
El enamoramiento, todo un reto para el corazón del adolescente
Enamorarse es una experiencia potente y “la adolescencia es la etapa de las emociones, vivencias y creencias intensas. Es típico el pensamiento en blanco y negro; las convicciones absolutas, las amistades eternas y los amores con total entrega; dramáticos y apasionados. Las vivencias de desamor, desengaños; los corazones rotos se viven de la misma manera. Todo tiende al dramatismo; todo es importante. Al adolescente se le hace difícil relativizar y no tiene la experiencia suficiente como para saber en carne propia que todo pasa y se puede superar”, comenta Tristana Suárez, psicóloga y terapeuta Gestalt.
El enamoramiento es un deporte de riesgo porque “supone una gran exposición; el corazón se abre al amor y al mismo tiempo al dolor. No es algo que se pueda controlar a voluntad. La tendencia a la idealización del otro es notable, casi se puede decir que nos inventamos a la otra persona como necesitamos que sea. En realidad, el enamoramiento es más una proyección de las propias necesidades que un encuentro real entre dos personas. Por ello, cuando acaba es tan doloroso, porque se cae desde muy alto y las carencias propias vuelven a quedar en el vacío”, explica Suárez.
El rechazo amoroso para un adolescente supone “el paso de la relación con el grupo a un nivel mayor de intimidad y compromiso, lo cual requiere un mínimo de madurez y también de fuerza. Se comprueba la capacidad para seducir y gustar, pero también queda más expuesto que nunca al rechazo y al potencial abandono. Cuando esto ocurre y el enamorado no es correspondido, se reabren heridas de la infancia, se confirman temores sobre el propio valor y pueden aparecer sentimientos de vergüenza, culpa o miedo”, añade Tristana Suárez.
El duelo por la pérdida de un amor en los jóvenes y cómo ayudarles
Hay muchos tipos de duelo en la vida y el desamor es uno de ellos. “El adolescente va atravesando las etapas de la pérdida y asumiéndola poco a poco. Por eso es tan difícil ayudar desde afuera. Muchas veces, solo nos queda el papel de acompañantes del camino. Escuchar sin juicios ni consejos, compartir nuestras propias vivencias sobre el asunto, estar disponibles y receptivos, pero sin invadir, servir de hombro para los llantos y las rumiaciones, porque se le dan una y mil vueltas a las mismas situaciones o ver películas y leer libros sobre desamores que sirvan para el desahogo y la conversación. El corazón roto se va curando con tiempo y cariño. Los amigos se vuelven fundamentales, los apoyos sirven para ir soltando y despidiendo lo que no pudo ser y para abrir la mirada hacia lo siguiente que pueda venir”, concluye la psicóloga Tristana Suárez.
https://losqueno.com/wp-content/uploads/2020/11/22.jpg415830admin_pruebashttps://losqueno.com/wp-content/uploads/2018/06/logo-horizontal.pngadmin_pruebas2023-02-14 08:47:002023-02-14 09:23:33“Mamá, tengo el corazón roto”: cómo ayudar a tu hijo adolescente a recomponerse de un desengaño amoroso
Viajar con los padres en la edad adulta puede ser una experiencia beneficiosa y sanadora para ambas partes. Descubre cómo puede mejorar el bienestar y reforzar los vínculos familiares.
Cuando nos independizamos, estamos deseosos de disfrutar de esa recién adquirida autonomía. Nos centramos en construir nuestra carrera, nuestra familia y rutinas, y el tiempo que pasamos con nuestros padres se reduce considerablemente.
Quizá compartimos los festivos o los visitamos y acompañamos en algunos quehaceres diarios; sin embargo, los momentos de calidad se vuelven cada vez más escasos. Es por esto que te invitamos a viajar con tus padres en la edad adulta y disfrutar de todos los beneficios que conlleva.
Es muy posible que vuestra última experiencia compartida de esta índole se remonte a tus años de juventud, incluso tal vez a tu infancia. Desde entonces, fueron los amigos o la pareja quienes se convirtieron en compañeros de viaje.
Descubrir nuevas culturas, explorar nuevas ciudades y visitar paisajes diferentes de la mano de tus progenitores puede que te resulte extraño; incluso es posible que ellos también se nieguen de entrada a vivir estas aventuras. No obstante, hay varios motivos para hacerlo y queremos compartirlos contigo a continuación.
Viajar con los padres en la adultez ayuda a estrechar lazos.
¿Por qué viajar con tus padres?
Si eres un alma viajera, ya conocerás todos los beneficios que nos aportan esas pequeñas o grandes escapadas. Sin embargo, vivirlas en compañía de tus padres puede ser aún más enriquecedor. Y estos son los principales motivos:
Aumenta el bienestar y la felicidad de ambas partes
Viajar nos hace felices, y esto ha sido comprobado en numerosas ocasiones. Salir de la rutina y vivir nuevas experiencias nos ayuda a reducir el estrés cotidiano y experimentar más emociones positivas. Pero esta felicidad surge incluso antes de salir de casa, y es que se ha visto que planificar un viaje y anticipar todo aquello que viviremos mejora el bienestar subjetivo y la satisfacción con la vida.
Esta dosis extra de ilusión puede ser especialmente beneficiosa para los adultos mayores. Y es que ciertos eventos que tienen lugar en esta etapa (como la jubilación, el síndrome del nido vacío o la pérdida de personas cercanas) pueden incrementar el riesgo de apatía, distimia o depresión. En este contexto, la expectativa de viajar en compañía de los hijos puede suponer un gran aliciente para el estado de ánimo.
Pero no solo los padres se benefician de estas vivencias; para los hijos también puede suponer una gran fuente de gratificación. De hecho, aunque en ocasiones se perciba como una obligación, viajar con los progenitores es una gran oportunidad para conversar con ellos, aumentar la camaradería, hacer cosas de interés compartido y disfrutar de la mutua compañía. Algo que puede resultar muy agradable, estimulante y satisfactorio.
Fomenta el sentimiento de pertenencia y propósito
Uno de los aspectos más duros de envejecer es sentir que ya no se es necesario. Cuando los hijos se independizan, los padres pueden sentir una sacudida en su identidad (seguramente construida de forma estrecha en torno a la paternidad y la maternidad). Poco a poco, van sintiéndose más lejanos a sus vástagos, menos útiles y necesarios para ellos y menos tenidos en cuenta.
Por lo mismo, proponerles un viaje compartido es una excelente forma de expresar cuán importantes siguen siendo para nosotros. Y es que, pese a que ya no dependamos de ellos, seguimos necesitando y valorando su apoyo, sus consejos, su experiencia y su compañía.
Permite estrechar lazos
Como decíamos, el tiempo de calidad que compartimos con los padres en la edad adulta es cada vez más escaso. Las obligaciones laborales, familiares y personales de ambas partes pueden hacer complicado encontrar momentos para convivir. Si queremos seguir nutriendo esos lazos que nos unen a nuestros progenitores, viajar es un excelente medio para lograrlo.
Y es que se trata de una experiencia en la que no hay horarios ni presiones, en la que podemos conversar, generar intimidad, redescubrirnos y, en definitiva, dedicarnos tiempo de calidad mutuamente. Hacer turismo en familia permite mejorar la comunicación, estrechar lazos y aumentar la satisfacción con el vínculo.
Nunca es tarde para aprender
Pese a que los adultos mayores se encuentren en el último tercio de su vida, esto no significa que no puedan disfrutar de unos años enriquecedores y transformadores a nivel personal. Esta etapa es propicia para la reflexión, el análisis de los valores y las prioridades y la ampliación de la perspectiva personal. Y, a este respecto, nada hay más apropiado que viajar para crecer personalmente.
El contacto con otras culturas, lugares y realidades puede ayudar a las personas (de cualquier edad) a desarrollar la tolerancia, la empatía y el pensamiento crítico. Además de resultar interesante y enriquecedor a nivel personal descubrir y experimentar la historia, las tradiciones y los modos de vidas de otros lugares.
Viajar con tus padres en la edad adulta te permitirá generar nutritivas conversaciones y debates con ellos respecto a diversos temas.
Viajar con los padres permite compartir opiniones y ampliar (ambas partes) la perspectiva gracias a las experiencias vividas.
Viajar con tus padres en la edad adulta es crear recuerdos imborrables
Más allá de todo lo anterior, viajar con tus padres siendo adulto es una excelente oportunidad para generar memorias que se convertirán en un regalo.
Cuando las obligaciones cotidianas o la distancia dificulten el contacto frecuente, cuando el deterioro propio de la edad impida vivir nuevas experiencias, o cuando ellos ya no puedan seguir acompañándonos en la vida, estos momentos compartidos serán un verdadero tesoro que nos alegraremos de haber experimentado.
https://losqueno.com/wp-content/uploads/2023/02/77.jpeg300450admin_pruebashttps://losqueno.com/wp-content/uploads/2018/06/logo-horizontal.pngadmin_pruebas2023-02-08 08:59:212023-02-08 08:59:22Viajar con los padres en la edad adulta puede ser una experiencia beneficiosa y sanadora para ambas partes. Descubre cómo puede mejorar el bienestar y reforzar los vínculos familiares.
“Esta Nabidad compra libros o si no acavarán escribiendo asin”. Esta es la frase que cierra la cruzada personal del escritor Sergio Sola contra las faltas de ortografía, materializada en un vídeo que se ha hecho viral durante las últimas semanas y cuyo objetivo es que los más pequeños aprendan a escribir correctamente mediante el hábito de la lectura.
Recientemente, también hemos sido testigos del lanzamiento de La tabla periódica de la ortografía, una creación del lingüista Juan Romeu que puede resultar muy útil para resolver rápidamente dudas concretas sobre la lengua española y para que los niños consulten y retengan algunas de sus principales normas de una forma divertida. Pero, además, gracias a las aplicaciones móviles, nuestros teléfonos y tabletas pueden convertirse en cuadernos digitales para aprender y reforzar la ortografía desde los primeros palotes. Todo de manera lúdica e incluso con propuestas para usuarios de cualquier edad. Estas son algunas de las apps que ayudan a escribir correctamente.
iCuadernos by Rubio, la preescritura
Desde la década de 1950, son ya varias generaciones las que han aprendido a escribir con los cuadernillos de Rubio, que han sabido reinventarse en formato app para dispositivos iOS y Android. Lo cierto es que en estas versiones digitales hay una mayor oferta de ejercicios matemáticos, pero también es posible encontrar cuadernos de Educación Infantil que proponen actividades de preescritura pensadas para facilitar la soltura manual y el desarrollo motriz de los niños, algo previo al aprendizaje de la escritura. Además, Rubio cuenta con otros cuadernos de iniciación a la escritura para niños de más de tres años centrados en el reconocimiento de las letras mayúsculas y minúsculas.
Gracias a las aplicaciones móviles, nuestros teléfonos y tabletas pueden convertirse en cuadernos digitales para aprender y reforzar la ortografía desde los primeros palotes
Con el fin de evitar disgustos, las compras de los iCuadernos están protegidas mediante control parental y cada nuevo cuaderno cuesta 100 rubis, la moneda propia de Rubio. Para entendernos, primero es necesario adquirir rubis y después canjearlos por cuadernos, según estas correspondencias: 0,99 euros son 100 rubis; 1,99 euros son 200 rubis; 8,99 euros son 1.000 rubis; y 16,99 euros son 2.000 rubis. Antes de comprar, la app permite crear hasta tres perfiles de usuario con los que se puede acceder a una muestra de los ejercicios que contienen los cuadernos, disponibles en español, catalán e inglés. Después, a medida que los niños van superando ejercicios, se les motiva con la obtención de premios en forma de medallas digitales.
Pupitre, la apuesta de Santillana
Otra de las decanas en el mundo de la educación que también se ha adaptado a los nuevos tiempos para enseñar a escribir a los más pequeños es Santillana, que en 2012 lanzó Pupitre, una aplicación pensada para iPad y tabletas Android, si bien es cierto que la oferta de Lengua se limita al sistema operativo de Apple. En concreto, para estos dispositivos existen cuadernos con actividades de escritura para niños de 6 a 8 años, así como cuadernos de vacaciones para Educación Infantil y niños de hasta 8 años que incluyen fichas con ejercicios sobre la composición de las palabras o las normas de acentuación, entre otros. El funcionamiento es muy similar al de los iCuadernos de Rubio, pero sin moneda propia de por medio, de tal forma que cada cuaderno cuesta 0,99 euros, mientras que cada cuaderno de vacaciones tiene un precio de 3,99 euros.
Pupitre da la posibilidad de crear hasta cuatro perfiles distintos y también se basa en un sistema de recompensas acorde a la edad de cada usuario, con el fin de favorecer la curiosidad del niño y su interés por seguir aprendiendo.
Palabra correcta, para aprender mientras juegas
Con un diseño muy sencillo, esta aplicación gratuita para iOS y Android pone a prueba los conocimientos de gramática y ortografía de usuarios de todas las edades a través de distintos juegos. Entre ellos destaca el llamado Gramática (modo clásico), que viene a ser un test en el que hay que elegir, antes de que se agote el tiempo, la palabra exacta que completa los espacios en blanco de una frase. En caso de fallo, la app no sólo muestra la opción correcta, sino que además explica por qué con ejemplos adicionales.
Otras de las posibilidades de juego de Palabra correcta que ayudan a ampliar vocabulario son Arma Palabra, donde hay que ordenar letras para formar el vocablo descrito en una definición; Diccionario, cuyo reto es escoger la opción correcta entre distintas palabras que pueden corresponderse con una definición; y Sinónimos y Antónimos. Es posible batirse en duelo con otros usuarios mediante la opción multijugador o bien retarse a uno mismo.
Los Cazafaltas, el gran juego de la ortografía
Desarrollada por la editorial Planeta, esta app gratuita es un juego para iOS inspirado en el tablero del popular Juego de la Oca. Lo curioso es que para avanzar de casilla en casilla y llegar a la meta es necesario resolver las dudas ortográficas que se plantean en la pantalla del iPhone o el iPad. Con el fin de facilitar la tarea, en todo momento es posible acceder desde un botón a las reglas de la ortografía española, en las que se encuentran las respuestas a todas las preguntas de Los Cazafaltas.
Las partidas se desarrollan por turnos entre dos rivales, aunque cuenta con un modo para un solo jugador. En el primer caso, una vez finalizado el enfrentamiento se actualizan los datos del perfil de cada usuario, de tal modo que se puede acceder a un histórico con estadísticas y comprobar la evolución. Sin embargo, cuando se juega contra uno mismo la partida no queda registrada ni se acumulan los puntos conseguidos, aunque es un buen método de entrenamiento y una forma divertida de seguir aprendiendo ortografía.
https://losqueno.com/wp-content/uploads/2017/01/1484045185_703072_1484045331_noticia_normal_recorte1.jpg13261960admin_pruebashttps://losqueno.com/wp-content/uploads/2018/06/logo-horizontal.pngadmin_pruebas2023-01-30 07:25:002023-01-30 09:38:02Cuatro ‘apps’ que ayudan a escribir sin faltas de ortografía
No es ningún secreto que vivimos inmersos en una cultura del alcohol. Lo vemos en nuestras fiestas más emblemáticas, en las celebraciones familiares o sociales y en la mayoría de series y películas que encontramos en los suculentos catálogos de Netflix o HBO. El alcohol está por todas partes. Sin olvidarnos, por supuesto, de las vallas publicitarias, de YouTube y de redes sociales como Twitter, Instagram o Facebook. No es de extrañar, por tanto, que si el alcohol forma parte de nuestras vidas, también sea la sustancia psicoactiva más consumida entre los jóvenes españoles con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años. Así lo recoge el último informe del Observatorio Español de la Droga y las Toxicomanías que sitúa la edad media de inicio en su consumo entre los 13 y los 16 años.
Para Xavier Pons, profesor del Departamento de Psicología Social de la Universitat de València, a esta cultura del alcohol y a las costumbres del mundo adulto, que incorpora el alcohol a todas sus actividades sociales, se une un factor más: el de la cultura de la despreocupación. “Nuestra sociedad ha creado una cultura de la banalidad y la despreocupación, que también es argumento para el consumo alcohólico en los jóvenes. La mayoría de niños son educados, cuando son niños, en los valores de la moderación, la prudencia, el autocontrol, el rigor, la responsabilidad… Esos valores deberían desembocar, más adelante, en actitudes y conductas consecuentes, tales como no beber alcohol y no abusar, si sabes (y lo sabes) que es perjudicial. Sin embargo, ese niño va creciendo y haciéndose adolescente en una sociedad que le transmite otro tipo de realidad: si es divertido es bueno. Da igual si es sano, ético, razonable, veraz, prudente, bello, inteligente, o si es todo lo contrario; mientras sea divertido será aceptable. No hay reparo alguno para la diversión en la sociedad de la despreocupación; todo lo que interfiera en la diversión será apartado u olvidado, y todo lo que la facilite será bien recibido”, explica.
Sumemos dos cuestiones más. Por un lado, el deseo de descubrimiento innato de la propia adolescencia, una etapa en la que, según Miguel Fuster, psicólogo clínico, “no se tiene la misma sensación de peligro a la hora de tomar decisiones; lo que lleva a un mayor aprendizaje pero, también, a ser más vulnerables como individuos ante los riesgos por falta de capacidad de evaluación de las consecuencias negativas”.
En el Grupo de Trabajo Alcohol y Alcoholismo de la Sociedad Española de Medicina Interna se hace hincapié en la neurotoxicidad y neuroinflamación que ejerce el alcohol en jóvenes, sobre todo en la modalidad de consumo en “atracones” o binge drinking (“botellón”). Su coordinador, Francisco Javier Laso apunta que cualquier consumo de alcohol es de “riesgo”, y tiene especial impacto en la adolescencia, “ya que han podido observar que implica consecuencias estructurales y funcionales en el sistema nervioso cuya “maduración” se está desarrollando, lo que promueve la aparición precoz de dependencia alcohólica”. Lo sugieren múltiples estudios, uno de los más recientes el publicado por investigadores suecos en enero en la revista Journal of Hepatology, en el que a través de un seguimiento a 40 años de 43.000 varones en Suecia, se asoció el consumo de alcohol en la juventud con un mayor riesgo de hepatopatía grave. Un riesgo que, aunque dependiente de la dosis, se encontraba desde el primer gramo de alcohol.
¿Permitir o prohibir?
Con un panorama tan desolador y complicado, cabe preguntarnos si como familia está en nuestra mano convertirnos en un “factor” de protección y prevención, o si por el contrario podemos acabar añadidos a la lista de factores de riesgo mencionados sin que tengamos conciencia de ello.
Un reciente trabajo publicado en el Journal of Adolescent Health y dirigido por la investigadora Jennifer L. Maggs, Parents Who Allow Early Adolescents to Drink, nos plantea la cuestión de que una actitud más relajada y permisiva con respecto al alcohol, con la creencia de que esto enseñará a nuestros hijos a beber con sensatez, puede ser un factor de riesgo para una iniciación temprana en el consumo de alcohol, incluso de problemas más graves a posteriori. La investigación, además, pone en evidencia que el nivel socioeconómico y cultural de los padres no es un factor protector sino más bien al contrario: un mayor nivel social y económico puede ser un factor de mayor riesgo para el consumo, ya que ese poder económico puede suponer una mayor disponibilidad económica también para los hijos, y con ello el acceso más fácil a esta sustancia.
“La sociedad ha creado una cultura de la banalidad, que también es argumento para el consumo alcohólico en los jóvenes”
Si la permisividad mantenida por los padres incrementa la probabilidad de consumo en los hijos adolescentes, ¿es la prohibición del alcohol la solución? Señala Xavier Pons que niños y adolescentes tienen que aprender a convivir con ciertas restricciones conductuales, “porque se van a encontrar con muchísimas en su vida adulta y tendrán que adaptarse a ello”. Por eso, entiende que las restricciones razonables ayudan a educar la tolerancia a la frustración y la responsabilidad. Y, muchas veces, la salud. Añade el profesor e investigador que, aunque está muy arraigada la idea de que lo prohibido resulta más atractivo “y acaba haciéndose más”, no hay ninguna evidencia de que eso sea así. “Las cosas son mucho más complejas que eso. Por ejemplo, siguiendo esa lógica, podríamos decir “prohibido estudiar” y a todos los chavales les entrarían unas ganas enormes de ponerse a estudiar, pero nada es tan simple. De hecho, lo prohibido suele acabar desapareciendo a largo plazo, siempre que junto con la prohibición haya un control de la conducta que se restringe”, argumenta.
Para Pons, además, lo que convierte al alcohol en algo atractivo no es que los adultos lo prohíban, sino que “los adultos lo consumen” y que los adultos “lo califican de peligroso para los jóvenes”. Por tanto, estamos aportando valor positivo y atractivo al consumo de alcohol sin darnos cuenta. “Para un adolescente abstenerse de hacer algo “peligroso” por el hecho mismo de serlo supondría manifestar indecisión o debilidad, mientras que hacerlo significa ser alguien “enrollado”, valiente, atrevido,… Es eso, más que ser “rebelde”, lo que motiva al adolescente. Realmente, hay poca rebeldía en hacer lo mismo que se ve que hacen los adultos, que son los que han institucionalizado el alcohol y lo comercializan”.
Entonces, ¿cuál es la mejor manera de hablar y actuar con un niño de 15 años sobre el alcohol? ¿Qué herramientas tenemos para hacerles resistentes ante la cultura del alcohol? La respuesta del investigador valenciano es clara: “No pensar que es un niño, porque, aunque para nosotros lo parezca, él o ella no lo va a ver así y no lo va a admitir. A los 15 años es normal creer que uno lo sabe todo de la vida y son sus padres los que no se enteran. Pero, al mismo tiempo, uno es consciente de estar sumido en una vorágine de dudas, que le cuesta mucho admitir, porque esas dudas no son congruentes con la imagen de fortaleza que desea proyectar. Esto no es malo, en el sentido de que se irá ajustando con la edad. Lo que pasa es que esa incertidumbre es terreno abonado para que los que comercializan el alcohol saquen beneficio”.
Para el psicólogo Miguel Fuster la idea de la prohibición como alternativa lleva a un problema igual que el que acarrea la permisividad, y opina que todo va a depender más de qué relación tengan los padres con el uso de sustancias como el alcohol y las drogas. “La mejor manera de hablar y de actuar es que haya una consistencia en mi manera de relacionarme con el alcohol y lo que yo les pido a mis hijos. Si hay una consistencia entre lo que yo digo como padre y lo que yo hago como padre el mensaje calara en mis hijos. Si hay una inconsistencia, mis hijos aprenderán de lo que yo hago y nunca de lo que yo digo. El mensaje verbal pierde toda su fuerza”.
Revisar nuestros hábitos y actitudes
La mayoría de nosotros, además de una baja percepción del riesgo que entraña el consumo de alcohol, no tenemos conciencia de cuándo y cuánto bebemos delante de nuestros hijos. “El 75 % de los individuos que bebe excesivamente cree que toma una cantidad “normal” de alcohol. Aunque frecuentemente en los medios surgen noticias sobre las bondades del consumo de pequeñas cantidades de alcohol, los estudios rigurosos demuestran que no hay ningún efecto saludable, y como indica la OMS: alcohol, cuanto menos mejor”, explica F. Javier Laso. En este sentido, el coordinador considera que si los padres tienen “información incompleta y sesgada”, no es de extrañar que se obvie hablar con los hijos sobre los riesgos del alcohol y que se considere su consumo como algo socialmente “natural”. Y es esa actitud permisiva parental “por ignorancia de riesgos” la que considera un hecho determinante para el consumo de alcohol en los adolescentes.
Preguntémonos honestamente cada uno de nosotros: ¿Qué pasaría si preparo una fiesta con adultos en mi casa en la que NO hubiese alcohol?
Y es que, además, muchos padres beben delante de sus hijos de manera habitual. Quizás los fines de semana, en bares, en el propio hogar. Señala Xavier Pons que hay muchos estudios que comprueban que en familias de padres bebedores habituales (no necesariamente alcohólicos) es más probable encontrar adolescentes bebedores abusivos, que en familias de padres abstemios. “Los hijos adquieren muchas conductas y actitudes por imitación de los padres. También los hábitos saludables/insaludables. Y, efectivamente, tiene más influencia en el hijo lo que ve que hacen sus padres que lo que estos dicen”, cuenta Pons.
Poca utilidad encuentra el psicólogo Miguel Fuster en las campañas centradas en las consecuencias del alcohol si no son acompañadas de coherencia en el uso que hacemos como adultos del alcohol. “Preguntémonos honestamente cada uno de nosotros: ¿Qué pasaría si preparo una fiesta con adultos en mi casa en la que NO hubiese alcohol? ¿Cómo reaccionaríamos todos y cada uno de nosotros? Desde ese planteamiento, ¿qué podemos hacer si asumimos que el alcohol es algo presente en nuestra vida? Seamos coherentes y el mensaje tendrá sentido”, plantea.
Opina Xavier Pons que las campañas de prevención que comenzaron en los primeros años ochenta del siglo XX han servido para crear a lo largo de todo este tiempo una actitud más crítica hacia el alcohol en la sociedad (“Somos más conscientes de sus riesgos que en generaciones anteriores, esa idea ha calado en la sociedad”), pero sabe que una campaña preventiva no va a servir para disminuir drásticamente el consumo juvenil de alcohol. “Conocer los riesgos que supone el abuso de alcohol no disuade a los jóvenes de iniciar y mantener su hábito de consumo; eso está totalmente comprobado por casi 40 años de investigación al respecto. Además, los que publicitan y comercializan el alcohol han sabido conectar con los adolescentes mejor que los que diseñan campañas preventivas”, se lamenta y vuelve a incidir en lo que señalábamos al principio: el consumo de alcohol responde a un modelo cultural arraigado y a un modelo de sociedad determinado por lo que, según concluye Pons, tendríamos que modificar radicalmente los valores culturales imperantes. Y no es nada fácil, no, salvo que empecemos por nuestras propias trincheras familiares.
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