La Importancia del Deporte en la Juventud: Un Escudo contra el Alcohol. La adolescencia es una etapa crucial en la vida de cualquier individuo. Es un período de cambios físicos, emocionales y sociales que puede ser desafiante. Uno de los desafíos más comunes que enfrentan los adolescentes es la tentación de probar el alcohol y, en algunos casos, caer en el abuso de esta sustancia. En este contexto, el deporte emerge como una herramienta fundamental para prevenir el consumo de alcohol entre los jóvenes. En este artículo, desde Los Que No, exploraremos la importancia del deporte en la juventud como una forma efectiva de alejar a los adolescentes del alcohol.

El problema del consumo de alcohol en la juventud

El consumo de alcohol entre los adolescentes es un problema global que tiene consecuencias graves para la salud física, mental y el bienestar general de esta población. Los jóvenes son especialmente vulnerables a los efectos nocivos del alcohol debido a su desarrollo cerebral en curso y su falta de experiencia para tomar decisiones informadas. El alcohol puede interferir con el desarrollo cerebral, afectar el rendimiento académico y desencadenar una serie de problemas sociales y de salud, como adicciones, accidentes de tráfico y comportamientos violentos. El deporte es fundamental en la prevención del consumo de alcohol en la juventud, fomentar una vida sana es siempre el mejor plan.

El papel del deporte en la prevención del consumo de alcohol

El deporte ofrece una serie de ventajas únicas en la prevención del consumo de alcohol en la juventud. A continuación, destacaremos algunas de las razones por las cuales el deporte es un escudo efectivo contra el alcohol:

  1. Estilo de vida activo: Participar en actividades deportivas fomenta un estilo de vida activo y saludable. Los adolescentes que practican deportes regularmente tienden a cuidar más su salud y son menos propensos a involucrarse en comportamientos de riesgo como el consumo de alcohol.
  1. Desarrollo de habilidades sociales: El deporte promueve la interacción social y el trabajo en equipo. Los jóvenes que forman parte de equipos deportivos desarrollan habilidades sociales importantes, lo que les proporciona un sentido de pertenencia y amistad que reduce la necesidad de buscar la aceptación a través del alcohol.
  2. Estructura y disciplina: La práctica deportiva implica horarios regulares de entrenamiento y competición, lo que brinda a los adolescentes una estructura y disciplina en sus vidas. Esta rutina les ayuda a evitar situaciones en las que puedan ser tentados por el alcohol.
  3. Reducción del estrés: El deporte es una forma efectiva de liberar el estrés y la tensión acumulados. En lugar de recurrir al alcohol como escape, los jóvenes pueden utilizar el deporte como una vía saludable para gestionar sus emociones.
  4. Oportunidades de liderazgo y desarrollo personal: La participación en deportes ofrece a los jóvenes oportunidades para desarrollar habilidades de liderazgo y autoconfianza. Cuando los adolescentes se sienten valorados y reconocidos en sus equipos, es menos probable que busquen la validación a través del consumo de alcohol.
La Importancia del Deporte en la Juventud: Un Escudo contra el Alcohol

El deporte desempeña un papel fundamental en la prevención del consumo de alcohol entre los jóvenes. Ofrece una vía saludable para canalizar la energía, desarrollar habilidades sociales, mantener una estructura en la vida y mejorar el bienestar emocional. Los programas deportivos y las actividades extracurriculares relacionadas con el deporte deben ser promovidos y apoyados para ayudar a los adolescentes a evitar el consumo de alcohol y a desarrollar hábitos de vida positivos. Al invertir en la juventud a través del deporte, podemos contribuir a la formación de una generación más saludable y consciente de los riesgos asociados con el alcohol.

Tras el deseo de lucir un dibujo en la piel de forma permanente hay una necesidad de diferenciarse y crear una identidad propia. Lo recomendable es hablarlo con el adolescente y aportarle toda la información posible sobre sus consecuencias.

Muchos padres se cierran en banda con un tajante no; otros, por no discutir, asienten sin inmutarse. Y para otros muchos cuando un hijo quiere hacerse un tatuaje implica entrar en un mundo desconocido y lleno de estigmas. Llevar un tatuaje va dejando de ser el tabú que era antes y va formando parte de la vida de muchos. Independientemente de gustarnos o no, lo verdaderamente importante es informarnos bien sobre qué conlleva tatuarse y, si damos el OK, cuáles son los pasos necesarios para que resulte lo más seguro posible. En cualquier caso, la edad establecida para realizar un tatuaje es a los 16 años con el consentimiento y la presencia de los padres.

Tatuarse no es nada nuevo

Es importante recordar que un tatú no es nada nuevo ni una ocurrencia loca de adolescente. De hecho, hay datos que indican que el tatuaje se usa como expresión artística desde hace más de 5.000 años, siendo habitual todavía en culturas de la Polinesia o de Medio Oriente. Esta práctica, ha tenido varios significados desde la mera ornamentación hasta la jerarquía, poder, respeto o amenaza. El tatuaje también ha simbolizado el paso de la adolescencia a la adultez o el sello de casamientos o duelos. Tras ser muy castigado por algunas religiones, el tatú volvió a disfrutar de un revival en los años 70, popularizándose y diversificando sus significados como hoy en día en Europa, por ejemplo, que tatuarse representa un sello personal que se desea exteriorizar.

Lo primero, la salud

Un tatuaje es un dibujo grabado en la piel con tintas que han sido introducidas a una profundidad de hasta 3 mm, hasta la dermis, a través de pinchazos reiterados con agujas. Como padres, es posible que lo primero que se nos pase por la cabeza es preguntar si afecta a la salud. La Dra. Raquel Novo, jefa del Servicio de Dermatología de los hospitales universitarios HM Montepríncipe y HM Puerta del Sur, dice que “la piel presenta dos respuestas; una a las punciones, es decir, al traumatismo que causan las agujas, y otra, al depósito de tinta en la dermis, que no deja de ser un material extraño en el organismo”. Y eso nos lleva a pensar en esos grandilocuentes titulares que asocian tatuaje con cáncer.

Ante estas informaciones, la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) llamaba el año pasado a la calma y a revisar la evidencia científica. Fue muy comentado el estudio publicado en Scientific Reportsque exponía que los tatuajes suponían riesgo para el sistema inmunológico. La AEDV señala que las tintas negras efectivamente liberan partículas de hidrocarburos aromáticos (potencialmente cancerígenos) hacia los ganglios linfáticos, pero “no existe evidencia científica de que la presencia de estos pigmentos en los ganglios ocasionen patología”, afirma el Dr. Donís Muñoz Borrás, de la Clínica Dermatológica Donís Muñoz y miembro de AEDV. Con respecto a las tintas rojas o de otros colores, “aún son una incógnita”, declara el doctor. “Las tintas negras se vienen empleando desde hace 4.000 años y prácticamente no han cambiado su composición. Los maoríes llevan el 80% de su cuerpo cubierto de tatuajes negros y no se ha visto que tengan mayor incidencia de cáncer”, concluye.

Actualmente, no existe una legislación específica en la Unión Europea sobre la tinta de los tatuajes de larga duración. Según la Comisión Europea, en su informe Seguridad en tatuaje y maquillaje permanente, hasta en un 5% de las personas tatuadas puede aparecer una infección bacteriana, alergias agudas o hipersensibilidad en la piel, incluso décadas después de la realización del tatuaje, debido especialmente a los colorantes de las tintas. Según el informe, eso sí, España figura entre los países de la Unión Europea (UE) con una legislación más estricta a la hora de regular los tatuajes, al establecer límites a ciertas impurezas en las tintas o tener una lista negativa para algunos colorantes. Sin embargo, la Comisión Europea destaca la necesidad de actualizar los requisitos químicos y el etiquetado de las tintas.

¿Por qué nuestro hijo quiere tatuarse?

Un tatuaje supone una decisión importante y para toda la vida. Como un adolescente puede arrepentirse fácilmente, es bueno saber que existe la posibilidad de eliminarlo con láser. Sin embargo, este procedimiento es doloroso, caro y, a veces, deja cicatrices, por lo que no todo es color de rosas. Se hace imprescindible someter el tema a una conversación en la que el adolescente exponga cuáles son sus motivaciones para tatuarse. Tal y como resalta Imma Abad, psicóloga infantojuvenil de ISEP Clínic Barcelona, “la adolescencia es un periodo en el que la imagen es crucial y, al mismo tiempo, los padres dejan de ser el referente para serlo el grupo de iguales. En todo caso, si mantenemos un clima de diálogo desde la infancia, será más fácil que se dejen acompañar en estas primeras decisiones y ofrecerles puntos de vista diferentes”. Sin querer generalizar, Jorge García, tatuador de Tinta al Alma, piensa que un tatuaje es algo muy personal y las razones de los chicos son variadas. Destaca principalmente dos: “por moda, siguiendo a celebrities o deportistas, y por expresar una historia de un momento de sus vidas”.

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El arte de negociar con adolescentes

Si no nos convence la idea del tatuaje, Abad nos recuerda que “por definición, un adolescente es rebelde, necesita esta oposición para su desarrollo y para defender y luchar por lo que desea. Quiere ser tratado como adulto y que se tengan en cuenta sus opiniones. Algunas cosas serán negociables y otras no, dependerá de cada familia. Debemos encontrar un equilibrio, ya que una decisión pactada, hablada y negociada es más fácilmente aceptada que una impuesta”.

Todo lo que hay que saber si tu hijo decide tatuarseDe la mano de la Dra. Novo, del documento del Dr. Donís Muñoz, que utilizan los dermatólogos como las reglas de oro de los tatuajes responsables, y la experiencia de Jorge García, los pasos a seguir son:

Meditar serenamente la decisión de tatuarse. Informarse y no dejarse llevar por impulsos o modas. Una vez tomada la decisión, escoger con tranquilidad el diseño y tamaño.

Hacerlo siempre en un estudio de tatuajes homologado, con las licencias del Ministerio de Sanidad, evitando aficionados, aprendices o estudios clandestinos. Además, “los padres deben comprobar que el estudio esté limpio, la máquina esterilizada y todo el material (agujas, guantes…) sea desechable; que el tatuador abra cada precinto delante de ellos”, dice Jorge.

Asegurarse de que el profesional está artísticamente capacitado. Es recomendable que antes de tatuarse, los chicos y sus padres visiten varios estudios y revisen el trabajo del artista, sus referencias y que tenga el certificado higiénico sanitario, que garantiza que tomará todas las medidas para evitar una infección. “Hoy hay escuelas de formación donde se enseña a tatuar, la técnica, la higiene y la buena relación con el cliente”, acota el tatuador.

Exigir tintas homologadas en España, o al menos en Europa. No hay que consentir otras bajo ningún concepto. El problema se genera porque muchas veces se usan tintas más económicas, pero cuyo uso no ha sido autorizado en Europa. Ojo con la henna, porque no es tan inocua como se piensa, porque para colorearla se usan sustancias con PPD, una sustancia muy sensibilizante.

Fotografiar el frasco de la tinta empleada y guardarla por tiempo indefinido, ya que en ocasiones las tintas crean problemas mucho tiempo después de ser empleadas, asegurándose de que figure marca del fabricante, registro sanitario, índice de color, número de lote, composición, etc.

El principio activo de la tinta de color negro es el carbón, y es el pigmento más empleado y el más seguro, siendo excepcional que presente efectos adversos y menos efectos indeseados.

Antiguamente, las tintas de color procedían de metales pesados (cadmio, cobalto o mercurio). No obstante, desde hace 40 años este tipo de metales se han ido sustituyendo por colorantes sintéticos o artificiales azoicos, que pueden ser tóxicos también. El color rojo es el que puede llegar a crear más problemas de intolerancia, tanto a corto como a largo plazo, pudiendo ocurrir incluso muchos años después de realizarse el tatuaje.

De querer eliminarlo, los tatuajes de color negro y rojo son los más fáciles de borrar, mientras que el color amarillo, el azul claro y el verde turquesa. El blanco, por lo general, no se puede eliminar.

Una vez hecho el tatuaje, lo más importante son los cuidados posteriores: una higiene con agua y jabón y después cremas especiales para cicatrizar e hidratar la zona.

Los dermatólogos son los profesionales más cualificados para eliminar con láser los tatuajes con garantías técnicas y sanitarias. Así mismo, son quienes pueden aconsejar acerca de hacerse o no un tatuaje en caso de padecer psoriasis, alergias o dermatitis u otras enfermedades crónicas de la piel, aunque en estos casos es mejor no tatuarse.

 

Fuente: El País

El consumo excesivo de alcohol acelera el riesgo de producir múltiples enfermedades entre ellas el Covid-19, ya que genera en el paciente una inmunodepresión por lo que la persona está más expuesta a enfermarse de una forma más grave por coronavirus.

En los eventos sociales también se registra un riesgo considerable de contagio masivo de Covid porque las personas entran en un estado de relajamiento y olvidan tomar los recaudos sanitarios establecidos a modo de prevención de la enfermedad.

Una persona que ingesta con frecuencia mucho alcohol automáticamente daña su hígado, el alcohol produce una toxicidad en este órgano que va matando algunas células especializadas que se denominan hepatocitos.

El doctor Hernán Martínez, director general de Desarrollo de Servicios y Redes de Salud, explicó los riesgos que produce el alcohol en nuestro organismo.

“El hígado es un gran laboratorio bioquímico del organismo, ahí se metabolizan los medicamentos que uno ingiere, todo lo que nosotros consumimos el hígado lo transforma, ya sea en energía, en aminoácidos, etc.”.

El alcohol destruye las células llamadas hepatocitos, entonces el hígado paulatinamente va entrando en lo que se llama insuficiencia hepática o cirrosis que después acarrean un sinfín de problemas como una acumulación de líquidos en el paciente. Esto produce várices en el esófago y eso a la larga puede producir lo que se llama hemorragia digestiva y puede producir que el paciente muera desangrado”, refirió el profesional.

“El alcohol produce una disminución de la inmunidad, ya que al verse afectado un órgano el sistema inmune entonces trata de paliar esta situación”, explicó.

A un paciente con problemas de alcoholismo se le considera un paciente inmunodeprimido, es decir, es una persona mucho más propensa en adquirir cualquier tipo de enfermedad entre ellas el Covid”, aseveró el profesional.

RIESGO DE CONTAGIO

Por otra parte, señaló que cuando una persona está en una ronda de tragos es más propensa a infectarse por Covid. “El efecto del alcohol en el cerebro es inhibidor lo que farmacológicamente esta sustancia le hace al cerebro; en ese momento es donde uno comienza a relajarse y a descuidar los protocolos sanitarios”.

Se produce un relajamiento porque ya hay una desinhibición, las personas cuando están bebiendo en un grupo social se sacan los tapabocas, no respetan el distanciamiento físico y comparten los mismos vasos, se recomienda que una persona use sus propios utensilios a la hora de asistir a alguna reunión social, ya que el virus puede quedar en la superficie del vaso, de la botella y ahí se empezará a desencadenar un contagio masivo”, manifestó Martínez.

“No es que no se pueda tomar alcohol en la pandemia, la cuestión está en la moderación y no olvidar los recaudos sanitarios, ya que el alcohol de por sí debilita nuestro sistema inmune y sobre todo a una persona que toma muy a menudo”, enfatizó.

“El protocolo sanitario estipula que el alcohol debe ser consumido de manera moderada, cuando se empieza el relajamiento es donde se acelera una transmisión masiva y el comercio nuevamente se verá afectado. Depende de nosotros que esto siga en orden, del cuidado individual para que no se vuelva al retroceso de fases y el de los comercios”, afirmó.



No es que no se pueda tomar alcohol, la cuestión está en la moderación y tomar los recaudos sanitarios necesarios. Hernán Martínez, director de Servicios y Redes de Salud.

Fuente: UltimaHora



Es ley de vida, todo bebé será un niño primero y un adolescente después. A menudo los padres vivimos deseando que nuestros hijos crezcan para ver si vienen tiempos mejores: cuando son bebés no los disfrutamos porque criarlos es agotador, cuando son niños, porque nos atan, y cuando son adolescentes, creemos que por fin podremos recuperar la ya olvidada libertad de antes de ser papás. A los 12 años ya están en el instituto, y entonces la realidad de la adolescencia nos golpea en toda la cara

Con el primer año de instituto, llega la primera fiesta de Halloween, la primera Nochevieja y las primeras fiestas de verano. Y para los papás es la primera vez que tenemos que tomar la decisión de dejar salir a nuestro hijo o hija hasta tarde, a sabiendas de que van a tener acceso a alcohol. ¿Qué haces si tu hijo te pide salir y volver a casa ya de madrugada o al día siguiente? Difícil decisión, sobre todo cuando sabes que cada año en épocas de fiestas, niños de 12 años beben hasta el coma etílico y algunos por desgracia mueren.

¿De quién es la culpa? ¿Quién ha fracasado aquí? ¿Nos sentimos acaso culpables o fracasados? ¿O lo hemos normalizado hasta el extremo de que ya no nos preocupa? ¿Se puede culpabilizar solo a los padres? No me parece justo que se acuse únicamente a los progenitores. Personalmente creo que una vez más, estamos ante un signo de desprotección social de los más jóvenes. Se les ignora, a nadie les importa.

Lo realmente complicado cuando eres un adolescente y sales con los amigos es no beber, no fumar, no consumir drogas. ¿O es que ya no nos acordamos? No era tan diferente en nuestra época. Está tan aceptado que muchos padres permiten que sus hijos hagan botellón para no excluirlos del grupo de amigos. Y así, se consiente, con el pretexto de “es que los demás lo hacen” y “no lo voy a dejar marginado”. Lo absurdo del botellón, una práctica con varias décadas de existencia, es que el fin único del mismo es beber cuanto más mejor. Muchas veces se hace en el parking de una discoteca o en una plaza, para entrar muy puestos a la fiesta.

No sé cuándo se ha normalizado, cuándo se ha aceptado que no está mal, pero aquí sigue a pesar de las prohibiciones. En Islandia, leí hace poco, han cortado el problema de raíz. Dicen que los jóvenes en Islandia ya no están bebiendo en las calles: están practicando deportes y también en clubs de música o danza. Parece que las extraescolares deportivas han sido la solución, y también la música, el baile y el arte. Todas esas asignaturas desterradas o relegadas a ser “marías”, esas en las que muchos padres deciden educar a sus hijos en su tiempo libre, si los deberes y los exámenes lo permiten. De hecho, uno de los argumentos a favor de las extraescolares más extendido entre los padres es precisamente el de desarrollar en sus hijos aficiones que les mantengan alejados de las drogas durante la adolescencia.

Las borracheras y los comas etílicos de los adolescentes de 12 o 13 años me pillaron de sopetón. Hace menos de una década eran bebés que no dejaban dormir a sus padres, y ahora pasan la noche en la calle. Pero ¿podemos dormir mejor los padres ahora teniendo a nuestros hijos fuera de casa? Quién nos iba a decir que casi echaríamos de menos los cólicos del lactante.

Y no solo toman alcohol. Otro tipo de vicios precoces les enganchan. Muchos niños de los primeros cursos de la ESO, con edades alrededor de los 13 años, consumen tabaco, y otros, bajo una falsa sensación de inocuidad, fuman “vapor”. Fumar un cigarillo electrónico no es como tener un Tamagotchi por mascota, no es un cigarrillo virtual. Si no puedes tener mascota, puedes cuidar del Tamagotchi, vale, pero como el tabaco es malo ¿voy a fumar vapor? ¿Cuándo nos hemos creído los padres que eso es inofensivo?

Pero mucho más impactante para mí ha sido saber que incluso ya fuman marihuana. Me surgen tantas preguntas, alrededor de todo esto: ¿Quién les vende todas estas sustancias a los adolescentes? ¿Cómo se pueden conseguir tan fácilmente siendo menores de edad? La otra es ¿de dónde sacan dinero para comprarlas? Ese gasto no se lo puede uno permitir con la asignación semanal que te dan tus padres. Y la última, ¿no son nuestros adolescentes conscientes de lo peligroso que es para su salud consumir drogas? La respuesta es clara: evidentemente, no lo son.

Me embarga una sensación de fracaso tremenda. No puedo evitar recordar algo que el psicólogo Rafael Guerrero comenta frecuentemente en sus charlas, y que muchos padres olvidamos o desconocemos: la importancia de las relaciones de apego seguro, de cubrir las necesidades emocionales de nuestros hijos, hasta que ese tanque, metáfora que él usa a menudo, de 200 litros de necesidades emocionales esté por encima del 60%. Sin una relación de apego seguro creada y forjada desde la infancia, nuestros hijos cuando lleguen a adolescentes buscarán llenar el vacío emocional con drogas de cualquier tipo. No sé si esta es la receta infalible para evitar todos los riesgos en la adolescencia, pero sí que me parece que puede ser muy importante. Nos hemos perdido su infancia, nos hemos creído que con pasar ratitos de calidad con ellos podríamos educarlos. Mentira. No se educa en media hora, no se educa sin estar en casa, así no se educa a un niño ni se generan vínculos fuertes y duraderos.

Para los seres humanos, como mamíferos que somos, ser padres es algo natural, no necesitamos preparación alguna para serlo, como sí la necesitamos para dedicarnos profesionalmente a cualquier actividad. Pero como miembros de una sociedad, tenemos la responsabilidad de saber educar. ¿Somos los padres conscientes de lo difícil que es educar bien, en todo el amplio espectro de aspectos en los que hay que hacerlo, cuando decidimos tener un hijo? Y sobre todo, ¿somos un modelo para nuestros hijos?

Y sí, como bien dice la campaña del Ministerio de Sanidad, todos pensamos que esto solo les ocurre a los hijos de los demás, que los nuestros no lo hacen. Pero a veces, lo decimos con la boca pequeña porque la duda nos mata.

https://elpais.com/elpais/2017/11/24/mamas_papas/1511519986_880580.html

Si esto fuera una competición deportiva, se llevaría las medallas de oro, plata y bronce y hasta el diploma olímpico. La carrera con las notas de corte más alta vuelve a ser el doble grado de Física y Matemáticas. No solo la primera, en la que repite por tercer año consecutivo la Universidad Complutense de Madrid, con un 13,55 de nota sobre 14. Las tres siguientes son la misma titulación en las universidades de Sevilla (13,323); Santiago de Compostela (13,31) y Autónoma de Barcelona (13,238). En la novena posición repiten estos mismos estudios, aunque en este caso en Barcelona (12,926). (Puedes revisar aquí todas las notas de corte de las universidades españolas).

Este doble grado, aún muy joven en los campus españoles, se concentra en nueve universidades con solo 119 plazas para todo el país, según datos de la Conferencia de Decanos de Matemáticas. El bajo número de plazas es parte de la explicación de que se exija una nota tan alta para entrar. “Es por la ley de la oferta y la demanda”, decía el año pasado vicedecano de la Facultad de Física de la Complutense, Julio Serna.

“Son dos titulaciones en una que se eligen de manera muy vocacional. Los alumnos que la eligen tienen muy buen expediente y, hasta ahora, mantienen bien el ritmo”, explica Victoria Otero, decana de Matemáticas en la Universidad de Santiago de Compostela, donde el título está implantado desde hace solo dos años y el curso que viene entra en su tercer curso. “Para hacer una doble titulación, es necesario ser un estudiante con muchas capacidades. Son cerreras muy duras, que normalmente se terminan en cinco años [en lugar de cuatro]”, añade Otero, que también es presidenta de la conferencia de decanos de esta especialidad.

Entre las primeras 10 titulaciones con la nota de corte más alta hay otros dobles grados, como el de Relaciones Internacionales y Periodismo de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (con un 13,088); Traducción e Interpretación (de inglés- alemán e inglés- francés) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, con 13,08 y Estudios Internacionales y Administración y Dirección de Empresas, de la Universidad Carlos III, con 12,924. También están en esa lista Ingeniería Informática y Matemáticas, de la Complutense y de la Universidad de Santiago.

La titulación estrella de Física y Matemáticas es una carrera muy joven de la que aún no hay datos suficientes sobre los primeros titulados, que ni siquiera han llegado aún en todas las universidades. Pero sus promotores no dudan en que sus estudiantes pueden llegar a ser grandes investigadores, por ejemplo. Pero la lista de opciones es larga. La presidenta de los decanos de Matemáticas enumera, entre otras, algunas de las ocupaciones con más presente y futuro: inteligencia artificial, aplicaciones que mejoran la eficiencia y la productividad de la industria, robótica, transporte inteligente, navegación por satélite, análisis de riesgos y seguridad informática aplicada a la banca online

A la decana le preocupa que la presencia de las alumnas en este doble grado sea aún minoritaria. Pero espera que, tal como ha ocurrido con matemáticas en sus ocho años de decanato, la imagen de una mujer al frente anime a las estudiantes hasta que sean “al menos la mitad”.

En los últimos años, el vapeo ha ganado popularidad entre los jóvenes de todo el mundo, convirtiéndose en una nueva tendencia en la cultura juvenil. Sin embargo, detrás de la aparente inocencia y modernidad de los dispositivos de vapeo, se esconden riesgos significativos para la salud. En este artículo, exploraremos los peligros asociados con el vapeo y sus consecuencias a largo plazo, con el objetivo de concientizar a los jóvenes y a la sociedad en general sobre los riesgos que implica esta práctica.

Los productos del vapeo no son seguros:

Aunque inicialmente se promocionó como una alternativa más segura al tabaquismo tradicional, numerosos estudios científicos han revelado que los productos de vapeo no son inocuos. Los cigarrillos electrónicos contienen sustancias químicas dañinas como la nicotina, el propilenglicol, el formaldehído y otros compuestos potencialmente tóxicos. La exposición a estas sustancias puede tener efectos adversos en el sistema respiratorio y cardiovascular, especialmente en los pulmones.

Riesgos para la salud pulmonar:

Uno de los peligros más preocupantes del vapeo es el riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares graves. Los casos de lesiones pulmonares asociadas al vapeo, conocidas como «enfermedad del vapeo» o «lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos» (EVALI, por sus siglas en inglés), han aumentado significativamente en los últimos años. Estas enfermedades pueden resultar en síntomas como dificultad para respirar, tos persistente, dolor en el pecho e incluso insuficiencia respiratoria.

Adicción a la nicotina:

La nicotina, presente en la mayoría de los líquidos utilizados en los cigarrillos electrónicos, es altamente adictiva. Muchos jóvenes que comienzan a vapear sin darse cuenta de sus consecuencias pueden volverse dependientes de la nicotina en poco tiempo. Esta adicción puede llevar a problemas de salud a largo plazo y dificultar el abandono del hábito.

Influencia en el desarrollo cerebral:

El cerebro de los adolescentes aún está en desarrollo, y la exposición a la nicotina durante esta etapa puede tener efectos perjudiciales. Estudios han demostrado que el vapeo puede afectar negativamente la memoria, la concentración y el rendimiento cognitivo en los jóvenes. Además, existe evidencia de que el uso de cigarrillos electrónicos en la adolescencia puede aumentar la probabilidad de que los jóvenes se inicien en el consumo de tabaco convencional.

Desconocimiento de los efectos a largo plazo:

Dado que el vapeo es una práctica relativamente nueva, todavía se desconocen completamente los efectos a largo plazo en la salud. Los estudios científicos están en curso para comprender mejor los riesgos asociados con el vapeo, pero los resultados hasta ahora han sido preocupantes. Es fundamental recordar que la salud es un bien preciado y que exponerse a riesgos innecesarios puede tener consecuencias irreversibles en el futuro.

Conclusión:

El vapeo se ha convertido en una moda peligrosa entre los jóvenes, y es importante crear conciencia sobre los riesgos asociados con esta práctica. Los peligros para la salud pulmonar, la adicción a la nicotina, la influencia en el desarrollo cerebral y los efectos desconocidos a largo plazo son motivos suficientes para que los jóvenes reconsideren su decisión de vapear. La educación, la información precisa y las políticas de prevención son herramientas clave para combatir esta tendencia y proteger la salud de las generaciones futuras. Es fundamental recordar que siempre es mejor optar por un estilo de vida saludable y libre de adicciones.

La mayoría de los niños españoles, el 80%, considera que la herramienta más eficaz para atajar el acoso escolar es la mediación de los compañeros que son testigos de este. Sin embargo, según un estudio de la Fundación ANAR, una de las más activas abordando este drama, solo el 23,7% reconoce actuar cuando presencia un caso en el colegio. Por ello, la Fundación Mutua Madrileña y Disney España estrenan este miércoles una campaña dirigida a todos los menores con el lema #ActivaTuPoder, y que pretende sensibilizar a los niños para aumentar el porcentaje de chavales que decide romper el silencio, que es «cómplice», según el director general de la Fundación de la Mutua, Lorenzo Cooklin, y ponerse del lado de la víctima.

Los datos del estudio de ANAR y Mutua Madrileña reflejan que la edad media de las víctimas de acoso escolar se sitúa en los 10 años, aunque este alcanza a los chavales entre 8 y 14. Y lo sufren más los chicos (53,2%) que las chicas (46,8%). Además, los menores tardan alrededor de 13 meses de media en pedir ayuda, y en el 75% de los casos la violencia que sufren es diaria. Las formas más recurrentes de maltrato son insultos; golpes y patadas; empujones y zarandeos y aislamiento. Aunque, como ha precisado Cooklin, «el aislamiento puede ser más hiriente que un puñetazo».

Para evitar que los más vulnerables sufran esta violencia, Disney aporta a la campaña los personajes animados más populares de la compañía. «Pretendemos que los héroes sirvan de inspiración a los testigos del acoso y estos se pongan del lado de las víctimas», ha dicho José Vila, vicepresidente de la compañía de animación en España y Portugal. En el anuncio, que han dirigido los cineastas César y José Esteban Alenda, dos niños se topan con un caso de acoso en el pasillo del colegio y en ese momento recuerdan a todos los héroes de la factoría Disney, que les inspiran para detener y señalar al abusador. Estos hermanos, nominados este año al Goya en la categoría de mejor dirección nobel por Sin Fin, han asegurado que el anuncio persigue «que todos los niños cuando lo vean piensen que ese puede ser su instituto».

El 80% de los menores cree que la movilización de los compañeros es la mejor arma contra el acoso escolar

El maltrato que sufren los pequeños por parte de los acosadores les deja importantes secuelas psicológicas. Según el estudio de ANAR, el 68% manifiesta síntomas de depresión, ansiedad, sensación de miedo permanente y de soledad. Ese es el motivo por el que los responsables de la campaña han hecho un llamamiento a los padres para que permanezcan vigilantes si observan estos sintomatogía en sus hijos. También si sus hijos son los acosadores. La campaña de Disney se emitirá a través de todos los canales de comunicación de la compañía, entre ellos la cadena de televisión Disney Channel que, según la propia compañía, alcanza al 86% de la población infantil en España. Además, participarán en ella protagonistas de programas españoles dirigidos a adolescentes y líderes de opinión para ellos como Rebeca Terán, Hugo Marker y Alberto TM a través de las redes sociales.

El 80% de los menores cree que la movilización de los compañeros es la mejor arma contra el acoso escolar



https://elpais.com/sociedad/2019/02/13/actualidad/1550061896_811046.html

El Gobierno ha dado un paso más en la lucha contra el consumo de alcohol en menores. Este martes, el Consejo de Ministros aprobó un proyecto de ley que busca restringir la venta, publicidad y patrocinio de bebidas alcohólicas dirigidas a menores de edad.

El problema del alcohol en la adolescencia

El inicio del consumo de alcohol entre los jóvenes es cada vez más temprano, lo que conlleva graves consecuencias para su salud mental y física, además de aumentar el riesgo de adicción. Según la encuesta Estudes 2023, el 75% de los adolescentes de entre 14 y 18 años ha consumido alcohol en el último año, y más de la mitad lo ha hecho en el último mes. Además, la mayoría de ellos reconoce que acceder a estas bebidas es fácil o muy fácil.

Objetivo de la nueva ley

Para reducir el impacto de este problema, el Ministerio de Sanidad ha impulsado una normativa que regulará el acceso de los menores al alcohol. La ministra de Sanidad, Mónica García, presentó los detalles de la ley tras su aprobación en el Consejo de Ministros.

Este marco legal unifica normativas ya existentes en distintas comunidades autónomas y municipios, con el fin de homogeneizar las restricciones y frenar el consumo entre los más jóvenes o, al menos, retrasar su inicio.

Principales restricciones

La futura legislación prohibirá el consumo de alcohol en determinados espacios, incluso para los adultos. Estos incluyen centros educativos (excepto universidades), residencias de estudiantes con menores, centros de protección de menores y eventos deportivos o de ocio dirigidos a jóvenes.

También se restringirá la publicidad de bebidas alcohólicas en las cercanías de estos lugares, así como en hospitales, parques infantiles y otros espacios frecuentados por menores. Además, no se permitirá el uso de mobiliario de hostelería que haga referencia a marcas de alcohol, como sillas, mesas, toldos o servilleteros.

Otras medidas incluyen la prohibición de publicidad encubierta de bebidas alcohólicas y la restricción del uso de imágenes o voces de personas menores de 21 años, embarazadas o personajes que resulten atractivos para el público juvenil. Asimismo, las máquinas expendedoras deberán contar con sistemas de verificación de edad, similares a los que ya se emplean en la venta de tabaco.

Controles y sanciones

Las fuerzas de seguridad podrán realizar pruebas de alcoholemia en los espacios donde el consumo esté prohibido. Además, en caso de infracciones leves, se contempla la posibilidad de sustituir las multas por la participación en programas de concienciación.

Las sanciones se dividen en tres categorías:

  • Leves: Multas de entre 60 y 600 euros.
  • Graves: Multas de entre 601 y 30.000 euros, suspensión temporal de la actividad y posible cierre del establecimiento hasta tres años. También se podrá prohibir el acceso a ayudas públicas durante el mismo periodo.
  • Muy graves: Multas de entre 30.001 y 600.000 euros, cierre del establecimiento hasta cinco años y exclusión de beneficios fiscales y ayudas públicas por el mismo tiempo.

Con esta nueva normativa, el Gobierno busca reducir el consumo de alcohol en menores y proteger su salud, estableciendo medidas más estrictas para su acceso y comercialización.

Es época de primeras comuniones, y muchos padres están o acaban de pasar por la organización de un evento que supone, además de meses de quebraderos de cabeza, un gasto medio de 2.300 euros, según un informe de KPMG con datos de 2014. En este contexto, no es de extrañar que se haya hecho viral un pequeño comentario del mediático juez de menores Emilio Calatayud titulado: ‘Mesura con los convites oficiales, que se nos está yendo de las manos’.

“Lo que antaño era un chocolate con churros y un relojito, hoy es un almuerzo masterchef, un viaje a Eurodisney y el móvil de última generación. Y eso como mínimo. Estamos poniendo el listón demasiado alto. Dejemos algo para cuando se casen”, escribe Calatayud. En realidad, el gasto medio de hace una década y el actual son similares, sobre los 2.000 euros. Siempre ha habido padres que se han endeudado para ofrecer a sus hijos la celebración soñada —de 1993 es Lloviendo piedras, la película de Ken Loach sobre un padre en paro de un barrio obrero británico que hace lo que sea para que su hija tenga un vestido de primera comunión—, así como los convites con tantos invitados como una boda. Otra cosa es la conveniencia de regalar a niños de 9 y 10 años un smartphone, pero eso es otro tema.

Lo que sí está cambiando en los últimos años es el destino de ese dinero. Si antes la mayor parte se dedicaba al menú de los adultos invitados, ahora se tiende a gastarlo en divertir a los niños: animación, castillos hinchables, barra de golosinas, photocall… cuyo precio ronda entre los 500 y 1.000 euros. En realidad, no es más que otra muestra, quizá la mayor puesto que solo se celebra una vez, de la tendencia a llenar la vida de nuestros hijos de momentos inolvidables: cada mañana de Reyes, cada cumpleaños e incluso la llegada del Ratoncito Pérez, que en muchas casas ya no se limita a dejar una moneda, sino que la acompaña de un juguetito, una camiseta u otro detalle. Incluso los fines de semana se convierten, en vez de en días de hacer el vago y jugar, en frenéticas jornadas de actividades estimulantes, con cines, teatros, museos, excursiones y comidas que te dejan baldado.

Que conste que, como madre moderna, no puedo tirar la primera piedra. Porque también he celebrado cumpleaños en inmensos parques de bolas y he encargado al Ratoncito Pérez bolígrafos de purpurina. Y de la comunión nos libramos por una cuestión de ateísmo, pero si no, no pongo la mano en el fuego porque no acabara yéndoseme la pinza, como advierte el juez Calatayud. No sé qué intentamos compensar o demostrar. Pero puede que, de tantos momentos memorables vividos, nuestros hijos acaben por confundir unos con otros y se olviden de todos.

http://elpais.com/elpais/2017/05/19/mamas_papas/1495204800_852661.html

Carles Capdevila es el director del diario catalán Ara y también padre de cuatro hijos. Cualidad personal que no destacaría en su currículo profesional si no fuera porque con sus charlas sobre la paternidad y la crianza, sustentadas en el humor, se ha convertido en uno de los divulgadores más populares de España. Su última ponencia sobre la educación de niños y adolescentes presentanda en el congreso Gestionando hijos, celebrado en Barcelona el pasado julio, ha revivido en la red dos meses después. Su monólogo acumula más de medio millón de reproducciones en YouTube, con un despunte a partir de mediados de septiembre cuando empezó a viralizarse a través de Facebook donde los visionados superan el millón y medio.

Colaborador habitual de la Ser y autor de una colección de la serie infantil Las tres mellizas, Capdevila cuenta a Verne que el éxito de esta charla le ha pillado por sorpresa. «El vídeo en el primer mes llegó a 40.000 visitas y en una semana pasó a 500.000. La gente me para por la calle para hablarme de ello. Tengo amigos que lo han recibido siete veces por WhatsApp», explica. ¿La clave? «Para entender la paternidad o maternidad no hace falta ser madre, es suficiente con ser hijo. La educación es el tema más universal, es la vida en estado puro». Unido a su humor habitual o «la ironía como método para no tener que estar enfadado todo el día».

Con 19 años de experiencia en paternidad ha llegado a la conclusión de que su misión consiste en «espabilar a los pequeños y controlar a los mayores», en su caso dos niños y dos adolescentes.»Esta noche cuando llegue a casa dos me abrazarán y dos no», dice en un momento del monólogo, en el que explica los cinco sentidos que componen la base de su manera de educar, con una estructura similar a la de un mónologo propio de El club de la comedia:

1. Sentido Común. Para intentar aproximarse a su meta aplica el sentido común necesario para que un padre se replantee si es necesario repetirle 27 veces a sus hijos que se vayan a dormir, por ejemplo. «Tal vez es que no entiende tu idioma», dice con retranca durante la ponencia.

2. Sentido del ridículo. El segundo sentido en el que confía Capdevila: «Padres bajitos que llegan al médico y no entienden por qué su hijo es bajito. Esto ocurre. Y claro el pediatra acaba mirando a ambos y diciéndoles: ‘Felicidades, el hijo es suyo».

3. Sentido del deber y la responsabilidad. Es decir, aquel que debería servir para que una pareja se pregunte si merece la pena verbalizar la frase ‘¿Tener hijos te cambia la vida?’. «Pobrecitos, mejor que no tengan», termina por decir el periodista en la ponencia. «Esta resistencia a ser padres y no querer cambiar me sorprende, porque es imposible».

4. Sentido moral. Se refiere a los valores, los que según Capdevila dependen mucho de la imitación. «A veces los roles los confudimos por la excesiva entrega», plantea.

5. Sentido del humor. Es el que vertebra su filosofía educativa. «Los padres motivados tenemos ciertos complejos o ansiedades fruto de saber tanto», dice, «y a mí lo que me apetece es que hablemos de educación y que a la vez nos divirtamos».

Rodeado de madres y padres que han descubierto en internet una nueva manera de compartir sus experiencias, el periodista cree que esta plataforma sirve para difundir experiencias de una manera más rápida y sencilla. «A veces te ayuda más otro padre o madre que un psicólogo o un pediatra», opina. «Además, estamos más informados, a veces demasiado. Creo que Google es una maravilla y también una fuente de preocupaciones infundadas». La sobredosis de información, métodos y consejos pueden tener también consecuencias negativas. «Nos puede acomplejar, nos rebaja la autoestima. Es mejor estar informado pero ser padre o madre requiere espontaneidad, alegría, seguridad, sentido común».

http://verne.elpais.com/verne/2015/09/29/articulo/1443539422_465488.html?id_externo_rsoc=FB_CM