Es ya sabido por todos los que se interesan por la educación que la pedagogía tradicional, la que recibimos en la escuela los que ahora somos padres y profesionales, es un modelo caduco. Procede y obedece a una sociedad que se forjó con la revolución industrial y no ha sido esencialmente revisada. Paradójicamente, si hay algo que debe ser permanentemente cuestionado es cómo educamos en casa y en las escuelas.

Hace poco, el Foro Económico Mundial y otras organizaciones similares, anunciaron cuáles iban a ser las competencias o habilidades imprescindibles para las profesiones del futuro, muchas de las cuales ni siquiera existen en el presente. Es decir, la mayoría de nuestros hijos están recibiendo una educación pensada para convertirles en el tipo de profesional (y de persona) que se demandaba hace un par de siglos.

La era digital nos arrolla con otro reloj y la sociedad va detrás trastabillando y sin aliento, tratando de acompasarse a la velocidad de vértigo que las nuevas tecnologías imponen, para bien y para mal. De forma tal que aquellos que son capaces de mirar hacia el futuro, saben que lo que nuestros niños van a necesitar son determinadas habilidades y competencias, por encima de los conocimientos formales y estructurados, es decir, los puramente académicos.

Hay un consenso en definirlas y, aunque no es difícil intuirlas porque efectivamente se van convirtiendo en una demanda social y profesional clarísima, la mayoría de los centros educativos siguen instalados en el “así se ha hecho siempre”, cómodamente recostados en la rutina de “lo conocido” en su zona de confort.

Las competencias que va a demandar el mundo profesional y personal a los que hoy son nuestros hijos son:

1. Inteligencia EmocionalEste concepto tan de moda desde que el psicólogo Daniel Goleman lo redefinió y difundió, si bien, en la mayoría de los colegios que dicen trabajarlo, se queda más en un postureo teórico que en una parte esencial del currículum cotidiano.

Sin embargo, no es que sea importante, es que va a determinar en gran medida, el éxito o el fracaso en la vida. Hoy, gracias a la neuropsicología, sabemos que las emociones desempeñan un papel determinante en la vida de las personas, que dirigen nuestras decisiones, que condicionan nuestras motivaciones y que siempre son el poderoso motor que guía e impulsa a la razón. La inteligencia emocional no es otra cosa que la efectiva gestión de las emociones, propias y ajenas. No es el positivismo infantil del “todo va a ir bien”, no es el “si quieres, puedes”, no es ninguno de esos conceptos planos, simplistas y cuasi mágicos que los gurús de moda nos quieren imponer para hacernos creer que gestionar la vida es simple.

Es autoconocimiento, es realismo práctico, es superar las frustraciones sin quedarnos atrapados en el fracaso, es regular nuestros estados de ánimo, es empatizar con nosotros mismos y con los demás. Parece obvio pensar que en una sociedad incierta, cuyos registros aún no podemos definir ni conocer, esta resulte ser una competencia imprescindible, en tanto sirve de base para la mejor adaptación a la circunstancia más compleja. Nos empeñamos en enseñar a nuestros hijos los ríos y afluentes de España, pero no sabemos distinguir la ira de la tristeza, o la rabia de la frustración. Si no enseñamos a nombrar las emociones y se quedan en un confuso y angustioso bucle, no es posible habilitar las herramientas para poder gestionarlas. Analfabetos emocionales dando tumbos por la vida sin tener ni la más remota idea de qué me llevó a tal o cual decisión, o peor aún, creyéndome mi propio cuento racional. Cuando un niño es educado emocionalmente, le estamos dando el timón para dirigir su propia vida.

2. Trabajo en Equipo. El ser humano es gregario por naturaleza. Gracias al trabajo cooperativo ha sobrevivido como especie y también gracias a ello, ha aumentado nuestro cociente intelectual. El modelo de sociedad individualista, donde nadie necesite de nadie, enferma a las personas y atenta contra nuestra verdadera esencia. Un recién nacido que no es tocado por otro ser humano puede morir, aunque sea alimentado.

Los precursores del aprendizaje colaborativo, los hermanos David y Roger Johnson, demostraron que la idea de que solo los más aptos sobreviven era falsa y que en cambio el aprendizaje cooperativo era clave para convertirse en un ser social altamente efectivo. A partir de sus exitosos resultados, el modelo se difundió a miles de escuelas por todo el mundo. Saber trabajar en equipo no es juntar niños y pedirles que hagan determinada cosa; para crear las condiciones de cohesión y colaboración necesarias deben interiorizar que para que el proyecto tenga éxito, necesita de todos, es decir, el éxito individual pasa por el éxito del equipo al igual que el fracaso. Este paradigma no es incompatible con ser competitivo, es una forma diferente y psicológicamente más alineada con la condición humana de serlo.

3. Gestión de Personas. Las organizaciones más punteras saben que su principal activo son las personas. Las habilidades relacionadas con la comunicación efectiva, la capacidad para motivar, para influir, para empatizar, son el engranaje que hace que un sistema funcione, ya sea empresarial o familiar. Hablamos de inteligencia interpersonal siguiendo el esquema de Howard Gardner. Si la comunidad se va volviendo cada vez más compleja, se impone dirigir el foco hacia la forma de vincularse de quienes la integran.

4. Pensamiento crítico. Competencia imprescindible para preservar un mínimo de libertad personal en una sociedad donde, tanto la manipulación ideológica con fines económicos entre otros, como la ingente cantidad de información que recibimos por segundo, puede colapsar nuestro propio criterio. Se vuelve entonces un ejercicio esencial aprender a ser capaces de analizar y evaluar, de cuestionar, aquello que se nos sirve en la bandeja del pensamiento manufacturado desde el cómodo sofá de nuestra hipotecada casa. Enseñar en la escuela a ser críticos es enseñar a ser libres, es facilitar las herramientas para que nuestros hijos sean un poco más dueños de su propio futuro, minimizando la capacidad de la maquinaria económica y social para convertirnos en marionetas sin criterio ni libertad de elección. Es una apuesta tan arriesgada como imprescindible.

Nunca cambió nada que no se cuestionara antes, cualquier progreso de la humanidad ha pasado previamente por un cuestionamiento de lo que parecía una verdad absoluta. Sin individuos críticos, cuestionadores, pensantes, no hay evolución.

5. Resolución de problemas complejos. No sabemos cómo será la sociedad en la que nuestros hijos tendrán que desenvolverse, pero lo que sí podemos asegurar es que la velocidad a la que se producen los cambios es de vértigo. Surgen constantemente nuevos interrogantes con un grado cada vez mayor de complejidad. Potenciar la capacidad de resolver problemas complejos es una competencia que va a liderar un mundo donde se valorará más resolver un problema que saberse las respuestas de los que ya pasaron. Igual que las otras, se trata de una competencia que hace al individuo más adaptativo a la sociedad que le toque vivir.

6. Creatividad. Es la madre de la capacidad de adaptación al medio. Y la buena noticia es que puede potenciarse, en la escuela y en casa, pues no se trata de un rasgo genético que se tiene o no, sino que la conforman una serie de características tales como la curiosidad, la asunción de riesgos, el gusto por la dificultad, la imaginación, la independencia del juicio externo, la flexibilidad, el cuestionamiento de la norma y de la autoridad, la tolerancia a la frustración y a la ambigüedad, el entusiasmo, la intuición, la iniciativa, la sensibilidad y la apertura a la novedad.

Volviendo al principio, se impone revisar el modelo educativo desde la base, porque han cambiado y cambiarán aún más no sólo las reglas del juego, sino el juego mismo

7. Velocidad para aprender. Dice José Antonio Marina que Learnability es la palabra del futuro. “Los jóvenes que terminan este año sus estudios tendrán que reciclarse entre 10 y 14 veces en su vida laboral, lo cual exige una capacidad de aprendizaje muy amplia”…Tener el conocimiento será menos valorado que tener la capacidad para aprender rápidamente. Los llamados “nómadas del conocimiento” (knowmad), se caracterizan por ser innovadores, creativos, capaces de trabajar en colaboración con casi cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento. Se trata de que las escuelas y las familias enfaticen más el “aprender a aprender” que “lo que se aprende”. En palabras de J.A. Marina: “La sociedad del conocimiento se rige por una ley que no podemos olvidar: “Una persona, una organización, una empresa o una sociedad entera necesitan para sobrevivir aprender al menos a la misma velocidad con que cambia el entorno. Y para progresar, necesitan hacerlo a más velocidad”.

8. Capacidad de Negociación. Somos una generación educada en el concepto “ganar-perder”, es decir, si yo no gano, gana el otro, de forma que atrapados en esa dicotomía mi mejor opción es salir airoso. La sociedad ya no camina en esa dirección, sino en fórmulas de negociación que nunca antes como ahora, implican el concepto “ganar-ganar” como fórmula efectiva y saludable de éxito. Y como todas las otras competencias descritas hay que aprenderlas y entrenarlas para que formen partes de las habilidades y herramientas del adulto que será. Saber negociar es la forma más eficaz de llegar a una meta respetando y cuidando la autoestima y la dignidad de los otros. Es enseñar a nuestros hijos una mirada que contempla el mundo y sus necesidades desde un lugar más amable.

9. Orientación de Servicio. Hay una satisfacción netamente humana en ayudar a otros, un impulso cooperativo que habita en cada niño y que debe ser protegido y estimulado. Ningún profesional será lo suficientemente bueno si no tiene como fin último de su trabajo una misión de servicio que aporte sentido a lo que hace. Es fácil distinguir un profesor con vocación de servicio de otro que no la tiene, aunque tengan la misma formación: cambia radicalmente el resultado. Enseñar a nuestros hijos que la felicidad es diferente del placer hedonista y que en esencia tiene que ver con lo que sean capaces de ofrecer y aportar a los otros, es apoyarles a construir lo que dará sentido a sus vidas. Inculcar en casa y en la escuela el porqué se deben hacer las cosas, alejándonos de la obligatoriedad punitiva y acercándoles en cambio a la satisfacción del apoyo al otro, es el primer paso.

10. Juicio y Toma de decisiones. Para desarrollar la capacidad de juicio y de toma de decisiones es necesario entrenarla desde la cuna. Sin opciones no se produce elección y por tanto, tampoco decisión. El criterio no se desarrolla por ósmosis, necesita entrenamiento de menor a mayor, de acuerdo con cada etapa de la vida. Y necesita libertad para poder elegir y experimentar las consecuencias de cada elección, incluida la renuncia que lleva implícita. Desde muy temprana edad, los niños y niñas muestran capacidad de elección, desde qué zapatos prefieren ponerse a cómo celebrar su cumpleaños. Hay cientos de decisiones cotidianas que es necesario que tomen ellos, porque es la base que trabaja la formación del criterio personal, competencia necesaria en la adolescencia y esencial en la etapa adulta.

Volviendo al principio, se impone revisar el modelo educativo desde la base, porque han cambiado y cambiarán aún más no solo las reglas del juego, sino el juego mismo.

*Olga Carmona es psicóloga.

https://elpais.com/elpais/2018/03/15/mamas_papas/1521112132_001676.html?id_externo_rsoc=FB_CM

Cristina tiene 12 años. A diario piensa en el día de Reyes. Aunque con suerte, y la ayuda de su padre, igual sucede en una tarde de este verano. Cristina no tiene móvil y no lo tendrá hasta Reyes porque su madre así lo ha decidido. Solo tres compañeros más de su clase están en la misma situación. ¿Cómo lo resiste? ¿Acabará siendo la última?

La última de la clase en tener móvil

“Mis amigas tienen el móvil de mi madre y así nos comunicamos”, dice. Ni móvil ni redes sociales. Por supuesto, ni pensar en Instagram. Primero de secundaria y Cristina va y vuelve del cole sin necesidad de estar pegada a una pantalla. Ella se muestra resignada y comprensiva, quizás porque sabe que la fecha se acerca. Quizás también porque no quiere dejar mal a su progenitora ante la prensa.

“Entiendo un poco a mi madre, ella me dice que para todo hay que esperar un poco, que si cojo un teléfono me engancharé y que no miraré el mundo. La verdad es que no me siento apartada, pensaba que iba a ser peor”. Su padre es su mejor aliado y quien presiona en casa para que el aparato se entregue en verano. “Él sufre más cuando voy fuera y no puedo llamarlos”. La madre de Cristina es lo que se podría denominar madre resistente. “No creo que a esta edad les beneficie, y no están preparados para todo lo que puede hacer un móvil hoy en día. Yo le ofrecí un móvil, no un smartphone, solo para llamadas, pero no lo quiso. Además, no me considero del todo radical porque tiene Ipad en casa con el que se puede comunicar con las amigas si es necesario”, explica Pilar.

El mejor momento

En España uno de cada cuatro niños de 10 años tiene móvil, según una reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadística. A la edad de Cristina, ya lo tienen el 75% de los chavales. John Hoffman es el principal responsable del Mobile World Congress, el congreso de telefonía móvil más importante del mundo. Pero, además, es padre de cuatro hijos de entre 26 y 12 años. Los mayores recibieron su primer móvil con 12 años; sin embargo, el pequeño contó con el aparato a los siete. “Depende del niño y de los padres. No es necesario que sea el primero de la clase, pero ser el último es realmente duro porque tienes mucha presión del entorno”, opina.

¿Cuándo es el mejor momento? Berta Saliner es psicóloga infantil y también madre. Como madre, opta por los 20 años. Y sonríe. Como experta explica: “Entre los 12 y los 14 años, junto con el inicio de la pubertad o adolescencia, se dan una serie de cambios neurofisiológicos que permitirán al niño ser capaz de iniciarse en la comprensión de las funciones de esa tecnología”.

“También es, en ese momento, cuando se despierta la necesidad psicológica más álgida de identificación y pertenencia de su grupo de iguales o de referencia… el cual se concentra y fomenta en gran parte hoy en día a través del móvil (chat, redes sociales, compartir fotos…)”, afirma. Su buen uso, añade Saliner, dependerá de la madurez del niño y de la enseñanza de las funciones de la tecnología, además de las limitaciones que impongan los padres.

SOBRE ESTE PROYECTO

Este reportaje es la séptima entrega de Crecer Conectados, una serie de artículos que explora la vida de niños y adolescentes en un mundo digital. Los códigos han cambiado, los chavales aprenden, juegan y se relacionan a través de redes y pantallas, rodeados de algoritmos y big data, nativos en entornos en los que sus mayores se mueven con desconcierto. Crecer Conectados reflexiona sobre los retos a los que se enfrentan y las posibilidades que se abren para estas generaciones. ¿Qué hacen, dónde están y cómo usan los menores la tecnología? Tienen entre 3 y 18 años: ellos serán nuestros guías.

https://elpais.com/sociedad/2019/05/11/actualidad/1557574247_036276.html

Cuentan con temporizadores para organizar los tiempos de estudio y trabajo siguiendo las bases de esta técnica: bloques de 25 minutos de intensidad con breves descansos.

Su nombre proviene del temporizador de cocina con forma de tomate y el objetivo de este método es gestionar mejor el tiempo. Para ello, propone fraccionar los momentos de estudio en bloques de 25 minutos de intensa actividad (cada bloque es un pomodoro), que deberán alternarse con pequeños descansos de 5 minutos. Cada cuatro bloques de estudio o ‘pomodoros’ debe aumentar el descanso, de unos 20 a 30 minutos. 

Aplicando este sistema se consigue no solo una mayor conciencia del tiempo dedicado a cada tarea, sino más control para evitar distracciones, mejorar la planificación y la motivación y reducir el agotamiento. Para practicarlo a la hora de hacer frente a los exámenes o tareas, es posible recurrir a aplicaciones basadas en la técnica Pomodoro.

Focus To-Do

Focus to do técnica pomodoro

Combina un temporizador basado en la técnica Pomodoro con la gestión de tareas para obtener los mejores resultados de rendimiento. En su lista de tareas se van añadiendo las cosas que se tienen que hacer y se establece el conteo de tiempo. A partir de aquí, la persona dispondrá de 25 minutos para realizar la actividad y una vez que suene la alarma podrá descansar cinco minutos para, después, seguir con otra obligación de la lista. Disponible para iOS y Android.https://bcebf882dcde6f968bb58086709d7ad1.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

Pomodoro: Focus Timer

Pomodoro Focus Timer

Esta app de iOS combina un temporizador personalizable basado en el método de estudio con ruidos ‘blancos’ que tratan de mejorar la concentración. Estos cuentan con gran variedad de temas pensados para relajarse, como el sonido de un río, de la lluvia o de grillos cantando. Tiene una opción de voz que aporta un ‘feedback’ al usuario una vez termina los intervalos de trabajo y descanso. 

Pomodoro Timer 

Pomodoro Timer

Con un sonido igual al de un reloj de cocina, permite usar de manera simultánea otras aplicaciones a la hora de trabajar o estudiar. El usuario personaliza sus tiempos de concentración y descanso a partir de su temporizador de acuerdo a las actividades que se propone realizar. Está disponible para Android en varios idiomas y cuenta con una versión premium con la que obtener estadísticas de rendimiento. https://bcebf882dcde6f968bb58086709d7ad1.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

PomoDoneApp 

PomoDone APP

Para usuarios de Android, permite combinar sus funciones con herramientas de administración de tareas como Trello, Asana o Microsoft To-Do para mejorar aún más la productividad y organización. La duración de cada tarea puede adaptarse, o pueden variar según las necesidades del usuario. Asimismo, pueden marcarse como favoritas aquellas que sean más importantes y finalizarlas a la vez en todas las apps que se tengan sincronizadas. https://bcebf882dcde6f968bb58086709d7ad1.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

Pomodoro Smart Timer

Pomodoro Smart Timer

Esta app tiene diversas opciones de sonidos para personalizar la alarma al gusto así como la posibilidad de reproducir sonidos relajantes que ayuden al estudio. Dispone de un temporizador adaptable así como de lista de tareas para ir añadiendo aquellas cosas a realizar. Otra de sus funciones son las estadísticas que permiten observar si la optimización del tiempo y el rendimiento son suficientes. Descarga permitida para dispositivos Android

Fuente: Educación 3.0

La adicción a los videojuegos y las apuestas online entre los adolescentes. Cualquiera que tenga cerca adolescentes de ambos géneros habrá observado que a ellos les pirra jugar con videojuegos y que ellas se decantan por pasar horas chateando y en redes sociales. Pues bien, lo que respondía a una intuición tiene base científica. Así lo corrobora Detección temprana y prevención de adicciones tecnológicas en adolescentesun informe realizado por la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia en colaboración con Fundación Mapfre en el que han participado 3.597 estudiantes de 13 comunidades autónomas de entre 11 y 20 años. Uno de sus autores es Mariano Chóliz, de la Unidad de Juego y Adicciones Tecnológicas de esa universidad: “Efectivamente, los datos nos indican que, tanto en el caso de los videojuegos como en el juego online, son los adolescentes varones los que obtienen puntuaciones significativas de dependencia mucho más altas que las mujeres”. Las razones podrían tener que ver con “las variables más relevantes para el ajuste personal de ellos: demostrar habilidad, competir y ganar”. Aunque tampoco puede despistarse el hecho de que los videojuegos se comercializan para ellos, “usando los principales estereotipos masculinos”, afirma Chóliz.

José Antonio Tamayo, psicólogo sanitario del centro Activa Psicología lo entiende del mismo modo, pero añade “factores socioculturales que inciden en la socialización desde la infancia, aunque tampoco pueden descartarse influencias biológicas, que afecten diferencialmente al comportamiento en función del género”. Porque a ellas les interesan más los servicios de mensajería instantánea. Es decir, comunicarse con sus iguales a través del WhatsApp. “Las adolescentes podrían tener una mayor inclinación por la interacción social y la cooperación; algo que podrían satisfacer en mayor medida a través de tecnologías de carácter interpersonal, como el teléfono móvil o internet”. Tanto es así que su autoestima a menudo depende de los likes conseguidos en redes sociales. A los padres, sin duda, nos puede parecer una pérdida de tiempo (y una soberana estupidez), pero al menos en principio, no supone un problema grave. Los videojuegos y los juegos de azar, si: la adicción.

Una edad peligrosa

Según el psicólogo de Activa Psicología, la adicción a las tecnologías en población adolescente ronda el 5%, con un inicio más precoz en los varones. Es evidente que es una edad complicada. Lo cuenta Marta Marcos, compañera de Chóliz en la Universidad y coautora del estudio: “Son especialmente vulnerables por la etapa evolutiva en la que se encuentran. No están formadas todavía las áreas cerebrales de la planificación y el control y esto influye en la toma de decisiones que les conduce a asumir mayores riesgos sin ser conscientes de las consecuencias derivadas de la forma en que utilizan las tecnologías o el modo de relacionarse con ellas”.

Pero es que lo que les ofrece el juego es muy atractivo para ellos que se asumen como invulnerables, como afirma Marcos: “Es otra forma de asumir riesgos y debe considerarse en el contexto natural de los jóvenes en cuanto al abordaje del interés y la experimentación y deseo de independencia que caracteriza esta etapa evolutiva.” Lo que pasa es que no saben identificar el peligro, aunque sí tienen claro que las adicciones pueden llevar a quien las padece a “perderlo todo”.

La adicción a los videojuegos y las apuestas online entre los adolescentes. A mí no me va a pasar

Claro que eso no va con ellos: “Gran parte de las conductas de juego manifiestas sugieren una combinación de expectativas positivas y negativas en torno al juego que podrían diluir el riesgo general de la adicción. Y lo mismo ocurriría con el resto de las adicciones tecnológicas: videojuegos, móvil y redes sociales, lo que nos sugiere que se trataría de un mecanismo interno para disminuir la disonancia y mantener la autoestima intacta mientras se sigue llevando a cabo la actividad que necesitan y de la cual ya dependen”. Ante esta dicotomía, se decantan por el “eso a mí no me va a pasar”, incluso cuando ya tienen problemas, que los que suelen culpabilizar a otras situaciones o circunstancias.

El problema es mayor con los juegos de apuestas online, un verdadero peligro para los chicos. “Las apuestas deportivas se han convertido en el principal juego al que los adolescentes varones dedican su tiempo y su dinero, debido a que se trata de una actividad que no solamente les resulta atractiva, sino que está ampliamente promocionada y publicitada. Un factor que, junto a la proliferación de salas de juego y apuestas, ha sido crucial para la normalización de una actividad que contribuye sin duda a la adicción entre un público juvenil que, socialmente, ha sido condicionada para no encontrar ningún riesgo en estas actividades disponibles y accesibles dentro del contexto cotidiano”.

Más importante la relación que las horas

Ante esta perspectiva, es evidente que los padres debemos estar muy atentos a los posibles síntomas, que no siempre se corresponden con el tiempo que pasan ante la pantalla, sino con la relación que se establece con ella. “Los criterios de adicción definen una forma de utilización o relación con la tecnología esencialmente adictiva. Es decir, no es tanto el número de horas que la persona pasa conectada, sino la relación que establece la persona con una actividad que se vuelve una afición descontrolada e irrefrenable”, comenta Chóliz.

En ese sentido, los síntomas que denotan esa relación patológica serían los siguientes:

  • Necesidad de uso creciente de la tecnología para conseguir los mismos beneficios que al inicio (tolerancia).
  • Reacciones emocionales negativas ante la imposibilidad de usar la tecnología o ante un tiempo considerable sin poder usarla (síndrome de abstinencia).
  • Uso excesivo de las tecnologías que interfiere con todas las esferas de la vida de la persona.
  • Dificultades para dejar la tecnología a pesar de ser consciente de las consecuencias negativas de esta conducta.
  • Modificación del estado de ánimo como estrategia de escape aprendida para hacer frente a las dificultades propias del curso de la vida.
  • Pérdida de oportunidades académicas y/o laborales.

Fuente: El País

Hoy es un día muy importante para los más de 38.000 estudiantes que se enfrentan desde este lunes en Madrid a la prueba de acceso a la Universidad, la EvAU.

El curso escolar llega 2021-2022 llega a su fin en Madrid, aunque a muchos estudiantes todavía les falta enfrentarse a un paso definitivo: la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU). Un examen al que se someterán más de 38.000 estudiantes en la Comunidad de Madrid.

Aquellos que deseen continuar con sus estudios a nivel superior están ya preparándose para unos exámenes que marcarán parte de su futuro. Tras acabar el curso habitual, es el momento de un último esfuerzo para conseguir una nota que les ponga en disposición de elegir la carrera que desean estudiar.

Fechas, exámenes y centros

En el caso concreto de la Comunidad de Madrid, las fechas para la prueba de acceso a la Universidad serán del 6 de junio al 9 de junio en su convocatoria ordinaria, mientras que en la extraordinaria será del 5 al 7 de julio. El día 10 de junio se dedicará a exámenes para aquellos alumnos que hayan tenido alguna incidencia o coincidencia con otra prueba.

En cuanto al orden de los exámenes, estarán divididos en varios días:

  • 6 de junio: troncales generales de ciencias
  • 7 de junio: troncales generales de ciencias sociales, humanidades y artes
  • 8 y 9 de junio: optativas.

Los estudiantes que hayan superado el Bachillerato y se presenten a Selectividad, podrán realizar la evaluación en una universidad pública de la Comunidad de Madrid. Cada centro educativo tendrá asignada una universidad pública en la que sus alumnos podrán realizar estas pruebas.

Horarios de Selectividad en Madrid

Horarios del 6 de junio

  • 09:30-11:00: Lengua Castellana y Literatura II
  • 11:00-12:00: Descanso
  • 12:00-13:30: Historia de España
  • 13:30-16:00: Descanso
  • 16:00-17:30: Primera Lengua Extranjera II.

Horarios del 7 de junio

  • 09:30-11:00: Lengua Castellana y Literatura II
  • 11:00-12:00: Descanso
  • 12:00-13:30: Historia de España
  • 13:30-16:00: Descanso
  • 16:00-17:30: Primera Lengua Extranjera II.

Horarios del 8 de junio

  • 09:30-11:00: Matemáticas II / Griego II / Artes Escénicas
  • 11:00-12:00: Descanso
  • 12:00-13:30: Historia de la Filosofía / Física / Cultura Audiovisual II
  • 13:30-16:00: Descanso
  • 16:00-17:30: Economía de la Empresa / Geología /Diseño.

Horarios del 9 de junio

  • 09:30-11:00: Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II / Fundamentos del Arte / Latín II
  • 11:00-12:00: Descanso
  • 12:00-13:30: Geografía / Biología / Dibujo Técnico II
  • 13:30-16:00: Descanso
  • 16:00-17:30: Química / Historia del Arte / Lengua Extranjera Adicional.

Paseando por una de las calles de la ciudad vi a una chica de unos 16años zigzagueando mientras intentaba escabullirse, entre los coches aparcados a ambos lados de la calle, de una amiga que le pedía que se detuviera. Muy cerca de la escena se encontraban dos miembros del Samur-Protección Civil que esperaban a que la joven recapacitara y volviera para poder así iniciar el protocolo de una intoxicación etílica. Pasados unos minutos, la joven regresó junto a su acompañante pidiendo a los agentes que, por favor, no informasen de lo sucedido a sus padres. Esta imagen se repite mucho más de los que desearíamos durante los fines de semana.

La Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) 1995-2017 apunta que el alcohol, junto al tabaco, son las sustancias que empiezan a consumirse de forma más precoz a los 16,6 años. Unas cifras que se mantienen estables a lo largo de toda la serie histórica. Además, el alcohol es la sustancia que obtiene una mayor prevalencia tanto entre los hombres (93,6%) como entre las mujeres (88,8%), habiendo sido consumida alguna vez en la vida por la gran mayoría de la población de ambos sexos. A estos datos, hay que sumar los extraídos por la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) 1994-2016, realizada en centros educativos con estudiantes de edades comprendidas entre 14 y 18 años. Este informe revela que el alcohol es la sustancia psicoactiva más extendida entre los estudiantes de Enseñanzas Secundarias, de 14 a 18 años. El 76,9% ha consumido bebidas alcohólicas en alguna ocasión en su vida, y aproximadamente 2 de cada 3 jóvenes (67,0%) admite haber tomado alcohol recientemente, en los últimos 30 días. El informe también señala que, con respecto a la última encuesta, se mantiene un descenso del consumo iniciado en 2012, principalmente de aquellos jóvenes de 14 y 15 años.

En relación con el sexo y la edad, el informe ESTUDES subraya que en esta franja de edad, de 14 a 18 años, el consumo de alcohol está ligeramente más extendido entre las chicas. La mayor disparidad entre el consumo observado en chicos y en chicas se produce en el segmento de 15 años, donde la prevalencia en los varones resulta 5,2 puntos inferior a la registrada por las chicas. Por el contrario, en el grupo de 18 años, la extensión del consumo es prácticamente la misma. Cuando se analiza la prevalencia de las borracheras, ESTUDES mantiene que la mayor diferencia entre chicos y chicas aparece en el grupo de 14 años, siendo el indicador 7,1 puntos superior en ellas. Conforme aumenta la edad de los estudiantes, la prevalencia entre chicos y chicas converge. El estudio afirma que, independientemente de la edad, ellas se emborrachan más qué ellos. Finalmente, entre los 14 y 17 años, la práctica del botellón adquiere mayor dimensión en las chicas. Sin embargo, en el grupo de 18 años, el porcentaje que ha realizado botellón resulta superior en el colectivo masculino (71,3% para ellos frente a 64,5% para ellas).

Enedina Quiroga-Sánchez, Departamento de Enfermería y Fisioterapia de Campus Universitario de Ponferrada de la Universidad de León, defendió el pasado mes de diciembre la tesis Estudio de los factores estructurales y los patrones de consumo de alcohol en escolarizados, bajo la dirección de los profesores Vicente Martín Sánchez y Pilar Marqués Sánchez. La investigación ha abordado la importancia de los contactos en red en la adquisición de hábitos nocivos como el consumo de alcohol y de qué manera el entorno social del adolescente puede ser una de las claves para aumentar el éxito de las estrategias preventivas.

El estudio, de corte transversal, fue realizado en el curso escolar 2016/2017 en cuatro centros educativos de la Comarca de El Bierzo. La muestra estuvo formada por 195 adolescentes con edades comprendidas entre los 16 y 18 años. Se administró un cuestionario online, mediante instrumentos validados y otros “ad hoc” para cubrir el interés de la investigación. La recogida de los datos relativos al consumo de alcohol se realizó mediante el cuestionario AUDIT, proyecto de la OMS que ha sido validado en España, para detectar tanto consumos de riesgo como dependencia alcohólica; identificando los trastornos debidos al consumo no responsable de alcohol. La recogida de los datos de tipo estructural se enunció mediante una pregunta respecto a la red de amistad, elaborada según una precisa revisión de la bibliografía que abordaba la influencia de las redes en el consumo de alcohol y otras drogas con metodología de ARS (Análisis de Redes Sociales).

Enedina Quiroga-Sánchez explica que la investigación ahonda en el ARS, entendido como un método formal para medir las redes sociales; “es decir, los comportamientos sociales de los individuos en un determinado entorno. Este método incluye un concepto de red social que va más allá del conocido Facebook, Twitter o Instagram pues hace alusión a los comportamientos sociales, las interrelaciones y los contactos que se producen entre aquellos individuos que comparten algún tipo de interés”. Además, prosigue esta enfermera, “nuestra investigación ha incluido la importancia de los contactos en la red en la adquisición de hábitos nocivos como el consumo de alcohol, mostrando cómo, en las redes de contactos dentro del aula, los individuos con los que los jóvenes mantienen una relación de verdadera amistad no son los que les impulsan a beber, ya que los verdaderos amigos te previenen de las consecuencias y por lo tanto del consumo. Sin embargo, el adolescente consumidor que sí posee muchos contactos con los que mantiene un nivel de amistad mínimo, encuentra un escenario de líder, sin reproches para el consumo”.

Los principales resultados obtenidos muestran como del total de la muestra, 110 alumnos presentaban riesgo de consumo de alcohol, asociado significativamente con el género femenino. Con relación a los factores estructurales se observó cómo cuando la intensidad de contactos es mínima, es decir, cuando la interacción entre los adolescentes es pequeña, los alumnos con riesgo de consumir alcohol presentan posiciones más centrales en la red. Sin embargo, a medida que la intensidad de contacto aumenta, el adolescente pierde centralidad hasta no observarse ninguna asociación con riesgo de consumo de alcohol, según la perspectiva del ARS.

Enedina Quiroga-Sánchez afirma que “el adolescente actual posee una red de contactos densa, amplia, en la que no todas las relaciones se encuentran en el mismo nivel. La necesidad de liderazgo o protagonismo que la etapa adolescente comporta, le lleva a caer en conductas inapropiadas con aquellos individuos que, según las estimaciones de nuestra investigación, no se hallan en niveles de amistad estrechos”.

El estudio evidencia cómo el conocimiento de la red social del individuo a través del ARS permite no solo al personal de enfermería, sino también a las administraciones públicas poder beneficiarse de una herramienta con la que visualizar los patrones de comportamiento y aplicar esta información a los programas de promoción y estrategias de prevención de la salud. “Tener conocimiento sobre el patrón de relaciones de adolescentes, en la familia, del grupo de iguales, etc. es un punto clave para el diseño de estrategias preventivas en este importante problema de salud pública”, concluye Quiroga-Sánchez.

https://elpais.com/elpais/2019/03/18/mamas_papas/1552898942_683831.html

El uso de la tecnología no está exento de riesgos. Enseñar a los menores cuál es la forma correcta de utilizarla es una tarea en la que han de involucrarse los adultos también en casa. Se trata de establecer unas normas y hábitos de uso con el fin de alejar a los hijos de posibles peligros.

El 71% de los padres son conscientes de que cuando sus hijos se relacionan con la tecnología están expuestos a diferentes ciberriesgos. Así lo recoge el estudio ‘Winning the game’, elaborador por la empresa de seguridad McAfee.

Entre sus principales preocupaciones está la posibilidad de que los ciberdelicuentes se escondan bajo una falsa identidad para robar información confidencial (62%), se descarguen virus de manera inconsciente (58%) o que los hackers accedan a datos personales o financieros (52%).

La necesaria intervención de los progenitores

Para proteger a los menores es imprescindible que sus progenitores hagan una labor de prevención. Establecer ciertas rutinas y configurar adecuadamente los dispositivos que utilizan los menores ayuda a que adquieran determinados hábitos que mejoren su seguridad en el uso de la tecnología.

familiar proteger menores ciberriesgos

Unos hábitos que, una vez adquiridos en el ámbito del hogar, serán capaces de trasladar fácilmente al entorno educativo cuando llegue el momento de utilizar un ordenador o una tableta como herramienta de aprendizaje.

l mismo informe de McAfee aporta otros datos significativos: el 27% de los progenitores nunca supervisa lo que hacen sus hijos online y uno de cada diez no sabe si hablan con otras personas. “El equilibrio tecnológico será diferente para cada familia porque cada una tiene sus propios valores, dinámicas y estilos de crianza”, apunta Francisco Sancho, EMEA Partner Manager de McAfee.

“Es poco realista pensar que se puede supervisar todo lo que hace tu hijo –añade Sancho–, pero los padres pueden ayudar educando sobre el contenido y los ciberriesgos, tales como descargarse apps desconocidas y hablar con extraños”.

Tecnología segura

Internet se ha convertido en un recurso imprescindible en la escuela, ya sea para buscar información, interactuar con otros alumnos y docentes, o acceder a material educativo. Por eso es necesario que también se les oriente desde casa sobre la mejor forma de protegerse.

“Los peligros a los que nos enfrentamos en la vida digital no deben ser subestimados, máxime cuando se trata de la vida de nuestros hijos. Los menores no tienen el conocimiento ni la experiencia para eludir a los ciberdelincuentes, por lo que es necesario que los padres asumamos el reto de protegerlos cuando navegan por Internet”, sostiene José Luis Laguna, Systems Engineer Manager en Fortinet Iberia.

niño proteger menores ciberriesgos

Desde esta compañía, también dedicada a proporcionar soluciones de seguridad, recuerdan que es imprescindible hablar con los menores sobre los peligros de la Red y hacerles saber que si ven algo extraño han de avisar a un adulto. Estar al tanto de las actividades online que realizan, colocar los dispositivos en un espacio común de la casa o implementar controles parentales son acciones de prevención necesarias.

El valor de la privacidad

Para acompañar estas medidas, desde ambas compañías consideran esencial realizar una labor educativa para enseñar a los más pequeños el valor de la privacidad. Esto incluye explicarles cuáles son los ciberriesgos de la publicación de fotos o información personal en Internet y lo difícil que es eliminarla una vez que se hace pública.

Una responsabilidad que también recae en los adultos. “Los padres deben entender las implicaciones de que exista información o fotos de sus hijos online. Dejan una huella digital y, si cae en manos equivocadas, puede ser utilizada para recopilar información personal de los pequeños. Conocer el nombre y ubicación de su colegio, el nombre completo del niño o incluso su fecha de nacimiento… Todo esto puede tener graves consecuencias, desde el robo de identidad hasta el ciberacoso”, advierte Francisco Sancho.

Cuidar las etiquetas geográficas cuando se comparte contenido, establecer límites en el tiempo de uso y, sobre todo, educar antes que supervisar, son parte de las claves para que los más pequeños utilicen la tecnología y accedan a internet de forma segura.

Cataluña prueba desde hace tres cursos la flexibilización esta etapa, combinándola con un ciclo formativo que permite a los alumnos obtener una doble titulación.

Aone Landa empezó a nadar a los dos años y a los siete ya participaba en competiciones, pero tiene claro que no quiere convertirse en profesional. “Soy muy exigente y hace un tiempo vi que no conseguía los resultados que yo quería, pese al esfuerzo y haberme perdido muchas cosas durante este tiempo”, explica la joven, que estudia en el Instituto Ferra Tallada de Barcelona el primer curso de Bachillerato, pero no de cualquier Bachillerato. Landa tenía claro que quería cursar el Bachillerato científico y estudiar, posteriormente, Medicina y Psiquiatría. Pero unos de sus deseos también es ir a Australia y hacer de socorrista un tiempo. Y encontró la forma ideal de combinar ambos intereses: un Bachillerato de tres años que compagina estos estudios convencionales con un ciclo formativo de grado medio que le permite, al final de la etapa, obtener la doble titulación de ambos estudios.

En 2019 Cataluña puso en marcha una prueba piloto en siete centros para flexibilizar el Bachillerato, alargándolo un año e incorporando materias de un ciclo formativo de grado medio, ya sea del ámbito deportivo, como el de artes plásticas y diseño. Con esta prueba se buscaba un doble objetivo: reducir el abandono escolar y replantear la oferta formativa. “¿El Bachillerato es exclusivamente el camino para ir a la universidad? ¿La FP es la que necesitamos actualmente?”, se planteaba entonces el consejero catalán de Educación en aquel momento, Josep Bargalló. Haciendo más atractivos los estudios, añadiéndoles una vertiente más práctica, se vio como una forma de retener a los alumnos. Otra vía es quitar la presión de acabar el Bachillerato en dos años y permitiendo que aquellos alumnos con más dificultades puedan cursarlo en tres años.MÁS INFORMACIÓNBarcelona ensayará un bachillerato de tres años contra el abandono escolar

Esta última fórmula está recogida en la nueva ley estatal de Educación, la Lomloe, y en el decreto de Bachillerato aprobado el pasado martes 5 de abril. Concretamente, la nueva normativa contempla una serie de casos en que estos estudios pueden cursarse en tres años: cuando el estudiante esté realizando simultáneamente enseñanzas profesionales de música o danza, sean deportistas de alto nivel o presenten una “necesidad específica de apoyo educativo” (lo que suele ser sinónimo de presentar algún tipo de discapacidad o de dificultad de aprendizaje). El objetivo es frenar el abandono prematuro de los estudios que, según las últimas estadísticas, está en claro retroceso y cayó al 13,3% en España en 2021, la cifra más baja nunca registrada.

El Instituto Ferran Tallada de Barcelona es uno de los centros participantes en la prueba piloto y ofrece la combinación de Bachillerato y FP media en la modalidad deportiva con dos especialidades: el fútbol y el socorrismo. El centro ha dado un vuelco a su plan de estudios para, durante los dos primeros años, combinar las materias del primero de Bachillerato y del ciclo formativo. El tercer año corresponde al 2º de Bachillerato convencional, enfocado en la selectividad. Se mantienen tanto el número de materias como las horas lectivas, pero el gran elemento diferenciador lo aportan las prácticas del ciclo formativo, que se realizan fuera del centro; en el caso de este centro barcelonés, en campos de fútbol, en piscinas o en la playa, dependiendo de la especialidad.

Este modelo más flexible ofrece varias ventajas, según abundan desde el instituto. La primera, quita a los alumnos, con 16 años, la presión de tener que elegir. “A estas edades no saben hacia dónde tirar y con esta opción lo tienen todo: la FP les facilita el acceso a un trabajo, pero el Bachillerato les allana el camino a la universidad. Aquí lo que hacemos es abrir puertas”, resume Manel Tenes, director del centro. “También ven la importancia del estudio, que el deporte necesita un contenido teórico, y esto hace que valoren más el Bachillerato”, añade Laura Flaqué, jefa de estudios de enseñanzas deportivas del instituto.

Para los alumnos también supone un atractivo el hecho de lograr un título, aunque básico, ya al final del primer curso, que les permite trabajar. Por ejemplo, como socorristas de piscina y parque acuáticos o como ayudantes de entrenador de fútbol base. Otra ventaja es que, en caso de que no tengan éxito con el Bachillerato, siempre pueden contar con el título del ciclo formativo y continuar su formación en la FP superior.

Ian Casternado y Pol Jiménez, ambos estudiantes de 1º de Bachillerato en la especialidad de fútbol, coinciden en que todavía no tienen nada claro su futuro y optaron por este modelo “porque ofrece más salidas”. Y ponen en valor esta vertiente más práctica. “No se hace tan pesado, porque siempre estar las mismas horas en el mismo sitio, cansa, y así rompes la monotonía”, tercia Ian.

Pol García, en 1º de la rama de socorrismo, tiene como meta estudiar el grado de INEF y convertirse en bombero. “El Bachillerato de tres años te da más tiempo para decidirte qué quieres hacer y además aprendes cosas prácticas; en mi caso, salvamento y primeros auxilios, algo que puedes aplicar cada día y que es un conocimiento básico que todo el mundo debería tener”, lanza el joven.

Prácticas en la playa de la Barceloneta de estudiantes de la doble titulación de Bachillerato y enseñanzas deportivas, en la especialidad de socorrismo.
Prácticas en la playa de la Barceloneta de estudiantes de la doble titulación de Bachillerato y enseñanzas deportivas, en la especialidad de socorrismo.KIKE RINCON (EL PAÍS)

En junio finaliza la primera promoción de esta modalidad experimental de Bachillerato, que progresivamente ha ido atrayendo a más alumnos: los 15 alumnos del primer año se han doblado en el actual, pero “para el próximo año se han interesado casi 60 familias, queremos pedir una segunda línea”, explica el director, quien también destaca la incorporación de más chicas.

No obstante, desde el instituto también lamentan un gran hándicap: el precio de la matrícula. La de la especialidad de fútbol se eleva a 1.400 euros y la de socorrismo, a 2.000. “Es muy caro, a pesar de que son precios públicos, pero hay que pagar los formadores y las instalaciones, que son públicas, pero las gestionan entidades privadas. No tiene sentido. Esto también hace que pocos institutos se animen a ofertar este tipo de estudios”, lamenta Tenes.

De momento, el modelo se amplía con cuentagotas y actualmente ya son una veintena de centros los que ofrecen la doble titulación en Bachillerato y ciclo formativo, sea del ámbito deportivo o el artístico, según la web de la Generalitat. Con todo, el Departamento catalán de Educación valora positivamente la experiencia del primero “porque a nivel organizativo es muy fácil la combinación y complementa bien la oferta formativa”. En cuanto al de artes plásticas, el Departamento admite por escrito “que no hay tanta demanda”.

Desde el instituto Ferran Tallada tienen claro que este nuevo modelo es un éxito. “En este Bachillerato no hay ni absentismo ni abandono escolar”, resume tajante Tenes, quien abunda que en el convencional tienen actualmente un 10% de absentismo, que luego se traduce en abandono. Unas cifras, incide el docente, marcadas al alza por la pandemia, ya que antes rondaban el 2%. “Los adolescentes lo están pasando muy mal con la pandemia, la parte emocional es muy importante a estas edades. Y con esta fórmula recuperan la ilusión, los alumnos vienen contentos, y esto es clave. El Bachillerato de tres años actúa de tapón, retiene a los alumnos y además logra que estudien un año más”, zanja el director.

Fuente: El País.

“Es imposible separar los sentidos de la Inteligencia”. Estimular la sensorialidad y desarrollo cognitivo de tu alumno lo ayudará a desarrollar sus capacidades. En esto el teatro puede serte de gran ayuda, ya que el teatro “es para el corazón y los sentidos y no sólo un mero debate intelectual, sino una mordedura en el alma que acompaña a toda verdadera sensación. Este es el único camino para alcanzar la sensibilidad del espectador en todas sus caras”, tal y como afirmaba Antonin Artaud, poeta, dramaturgo, actor y director de teatro y cine francés.

El actor, por tanto, es un profesional, un verdadero atleta de los sentidos que juega con ellos para transmitir sensaciones y emociones al espectador.

Estimulación sensorial y desarrollo cognitivo

Estimulación sensorial y desarrollo cognitivo

A continuación apuntamos 5 motivos por los que tu alumnado debe mantener activa y desarrollar su sensorialidad cuando hace teatro. O dicho de otro modo, os exponemos 5 razones para introducir el teatro como asignatura en las escuelas:

COMO FUENTE DE INSPIRACIÓN

Unos sentidos bien desarrollados permiten un mayor contacto con el mundo cognitivo: con la naturaleza, con la vida, con el ¿De qué otro lugar podría si no sacar su inspiración la creatividad y la imaginación del artista?

COMO BASE PARA REPRODUCIR SENSACIONES CONCRETAS

El alumno ha de ser capaz de reproducir una sensación concreta en escena. Por ejemplo, si el personaje necesita transmitir frialdad puede apoyarse en la sensación física de un chorro de agua fría cayendo por su espalda sirviéndose de su memoria sensorial.

COMO PUERTA PARA LA ENTRADA A LA EMOCIÓN

Los sentidos y las sensaciones son la puerta de acceso al mundo emocional.

COMO PLATAFORMA PARA EL DESARROLLO DE SUS CAPACIDADES INTELECTUALES

Al dar sentido e interpretar la información percibida por nuestros sentidos creamos nuestros concepto e implicamos a la memoria, la percepción y la atención.

COMO VÍA PARA INTERACTUAR CON EL ESTÍMULO ESCÉNICO

Unos sentidos despiertos permiten escuchar al otro y a lo que sucede en el escenario y reaccionar acorde al estímulo para conseguir una verdad escénica.

En definitiva, en el teatro, el actor trabaja desde sus sentidos mediante “gestos, signos, actitudes, y sonoridades para los sentidos del espectador con la intención de conseguir un efecto en todos sus niveles de conciencia”

 Antonin Artaud

 

Fuente: educacion 3.0

Que no es fácil hablar y entender a un adolescente no es ninguna novedad. La comunicación con los adolescentes puede ser complicada, especialmente para los padres, que se encuentran en un situación nueva antes de lo que a muchos les hubiera gustado.

Los padres debemos entender que, para comunicarse con un hijo adolescente, es fundamental reconocer que la situación está cambiando. La adolescencia es un periodo muy importante en la vida de las personas, y es necesario adaptarse para comprender lo que está ocurriendo.

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La decepción de los padres

Es normal que los padres sintamos cierta decepción cuando nuestros hijos empiezan a crecer, ya que empiezan a querer hacer su vida independiente y a planificar su tiempo libre sin contar con nadie más que con sus amigos. De repente, parece que levantan un muro infranqueable y dejan de hablar de temas que antes eran el motivo de largas conversaciones.

Además, los adolescentes empiezan a hablar en su propia jerga, a vestir de manera diferente, a escuchar otro tipo de música y ver otro tipo de películas.

De repente, los padres nos damos cuenta que ya no podemos hacer planes por ellos, y que poco importan lo que nosotros deseemos o pensemos. Nuestra opinión ya no cuenta.

Todo esto nos decepciona. ¡Claro que sí! Hemos dedicado nuestra vida a modelar hijos perfectos, a nuestra manera, y parece que todo se va al traste.

Claves-comunicación-adolescentesPero no podemos caer en la trampa de pensar que somos prescindibles. Nuestros hijos nos quieren, pero como cualquier otro adolescente, nuestros “pequeños” también quieren afirmar su independencia y sentirse competentes por su cuenta.

Cómo conectar y comunicarse con un hijo adolescente

Muchos padres y madres se quejan porque no consiguen hablar con sus hijos, porque no consiguen que les cuenten lo que les ocurre día a día. Pero el problema es que la mayor parte de las veces no hacemos las preguntas de forma adecuada.

Para conseguir que un adolescente se abra a una conversación con un adulto, es importante hacer las preguntas de cierta forma para favorecer la interacción.

HACER PREGUNTAS ABIERTAS

En vez de hacer preguntas cerradas que sólo permitan responder sí o no, para dirigirse a un adolescente es mucho más eficaz hacer una pregunta abierta.

Es decir, si queremos saber qué tal le ha ido el día, en vez de preguntarle ¿te ha ido bien en el institituto? o ¿tienes muchos deberes?, será más eficaz preguntarle por algo concreto de forma concreta por algo que le interese, por ejemplo ¿qué habéis hecho en la clase de educación física? o ¿qué os preguntaron en el examen literatura?

mama-e-hija-hablando(1)HACER PREGUNTAS ESPECÍFICAS

Frente a preguntas generales sobre aspectos amplios es mucho más efectivo, de cara a entablar una conversación, preguntar a los adolescentes por personas o eventos importantes para ellos, incluso aunque se trate de temas que como padres no entendamos o no nos interesen.

Nuestros hijos valorarán que nos preocupemos por sus gustos, especialmente cuando les plateemos preguntas realmente interesantes que les animen a expresarse.

MOSTRAR SENSIBILIDAD Y SABER ESCUCHAR


De nada nos sirve preguntar si no escuchamos atentamente lo que nos dicen nuestros hijos
y si lo único que nos importa es lo que vamos a decir después o si la respuesta que nos dan la vamos a utilizar para conseguir algo que nos interese a nosotros como padres.

Si utilizamos las respuestas de nuestros hijos para manipularlos o para reprenderlos sólo conseguiremos que se cierren cada vez más. Y nunca lograremos conocerlos ni entenderlos, ni mucho menos ayudarlos cuando lo necesiten.

HACER PREGUNTAS SOBRE LOS GUSTOS PERSONALES

Es muy positivo aprovechar alguna situación o circunstancia para hacer a nuestros hijos preguntas sobre sus gustos personales. Por ejemplo, podemos aprovechar para preguntar sobre dónde les gustaría viajar o qué les gustaría conocer después de ver una película en la que se muestre una cultura o un lugar diferente, o aprovechar algún evento familiar para preguntarle sobre sus expectativas sobre la vida. Pero sin intentar influenciarles, sólo con la intención de conocerlos.

Podemos proponer un juegos familiar o con amigos consistente en hacer preguntas inocentes y divertidas en el que uno pregunta y todos responden. Además de ser divertido, este juego permite a los hijos conocer a sus padres y a los padres darse a conocer.

Y es que muchas veces nos quejamos de que nuestros hijos no se comunican con nosotros, que nos los conocemos, pero se nos olvida que, tal vez, ellos piensen lo mismo de nosotros y que un cambio de actitud por nuestra parte puede favorecer y mejorar nuestra relación con ellos.

http://lamenteesmaravillosa.com/hablar-con-un-adolescente-requiere-hacer-las-preguntas-correctas/