Esta es una de las conclusiones del Barómetro ‘Juventud y género’, que analiza la percepción de jóvenes entre 15 y 29 años sobre las desigualdades de género, las experiencias afectivas o las relaciones de pareja y familiares, entre otros.

¿Cómo perciben los jóvenes la desigualdad de género? ¿Creen en la necesidad de la lucha por la igualdad? Estas son dos de las preguntas a las que responde el Barómetro ‘Juventud y Género. Identidades, representaciones y experiencias en una realidad social compleja’, una investigación del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad para la que han realizado 1.200 entrevistas a jóvenes entre 15 y 29 años.

El estudio, además, recoge la percepción de estos jóvenes en ámbitos relacionados con las diferencias y desigualdades de género, las identidades y experiencias afectivas.

Violencia de género y en la pareja

Una de sus principales conclusiones es que hay un amplio porcentaje de chicos que niegan la existencia de la violencia de género. En cuatro años, desde 2017 a 2021, esta cifra se ha duplicado y se sitúa en el 20%. Es decir, uno de cada cinco adolescentes y jóvenes varones de 15 a 29 años cree que la violencia de género no existe y que es solo un ‘invento ideológico’. También aumenta la opinión de que la violencia es inevitable, que es habitual y que, si es de poca intensidad, no supone un problema.

En concreto, el grado de acuerdo en torno a las afirmaciones sobre violencia de género ha tenido una evolución preocupante entre 2019 y 2021. La percepción de que es un problema social muy grave ha pasado de 72,4% al 74,2% para ellas, pero se ha reducido del 54,2% al 50,4% para ellos. Por otra parte, la conciencia de haber presenciado situaciones de violencia de género en su entorno es mucho más habitual entre las mujeres que entre los hombres, si bien es bastante común en ambos casos. Las más habituales, son revisar el móvil (59,7% ellas, 38,7% ellos), controlar lo que hace la otra persona (54,5% ellas, 28,4% ellos), decirle con quién puede hablar o salir (51,6% ellas, 23,5% ellos), insultar y humillar a su pareja (49,8% ellas, 23,5% ellos) y tratar de aislarla de sus amistades (46% ellas, 22,5% ellos).

Falta de educación en igualdad

Por lo que respecta a la percepción de los factores que influyen en la violencia de género, la falta de educación se mantiene desde 2017 como el más importante. Además, aumenta la percepción de factores estructurales como la educación patriarcal y se reduce progresivamente la mención de factores que justifican la violencia, como el consumo de alcohol y otras sustancias o las rupturas sentimentales y otros conflictos de pareja, aunque hay porcentajes significativos que apoyan estas teorías: el consumo de sustancias (23,5% entre ellos y 18% entre ellas) y las rupturas o problemas de pareja (18,3% ellos y 15% ellas).

Las formas de violencia en la pareja sufridas más habituales entre las mujeres son revisar el móvil (21,8%), forzar una relación sexual no deseada (20,5%), controlar toda la actividad (18,2%), controlar con quién puede salir o hablar y dónde (17,2%) e insultar y humillar (16,7%). En el caso de los hombres, únicamente revisar el móvil (15,4%), controlar toda la actividad (11,5%) y tratar de que no vea a sus amistades (10,5%) se sitúan por encima del 10% de casos.

En cuanto a las situaciones de violencia ejercidas, algo más de la mitad de mujeres (53,9%) y hombres (50,8%) declara no haber ejercido ninguna. La única situación habitual es revisar el móvil de la pareja, que es mencionada por el 23,6% de las mujeres y por el 10% de los hombres.

Avances del feminismo

Por el contrario, y de forma más positiva, el barómetro destaca que en este periodo se han producido grandes avances respecto a las visiones tradicionales de género y la lucha por la igualdad entre la juventud española. Así, el porcentaje de mujeres que se consideran feministas ha pasado del 46,1% al 67,1% y el porcentaje de hombres ha pasado del 23,6% al 32,8%, aunque se ha reducido cerca de 5 puntos porcentuales desde 2019. También conviene resaltar que un número relevante declara no saber o no querer contestar (9,1% ellas y 13,4% ellos).

Se considera feminista, porcentaje.

La evolución de la percepción sobre situaciones inaceptables de discriminación también se ha mantenido relativamente estática entre 2017 y 2019. El principal cambio se observa en la valoración de los piropos por la calle como discriminación intolerable por parte de las mujeres, que pasa de un 24,8% en 2017 a un 42,6% en 2021.

Desigualdad laboral y conciliación familiar

Una diferencia significativa entre chicos y chicas se encuentra en cómo perciben la desigualdad: más de 7 de cada 10 mujeres jóvenes participantes en el estudio considera que las desigualdades de género son elevadas en España, frente a solo 4 de cada 10 hombres. De hecho, 1 de cada 10 hombres considera que no existen desigualdades de género. Desde 2017 a 2021, la percepción de desigualdad se ha incrementado entre las mujeres (entre 6 y 7 puntos) pero se ha reducido entre los hombres (de 2 a 4 puntos).

El ámbito en el que mayor desigualdad se percibe para las mujeres es el laboral: la mitad considera que se encuentran en una posición significativamente peor a la hora de acceder a puestos de responsabilidad pero también sienten que a nivel salarial también están en desventaja. Además, un 43,6% percibe estar en una posición peor en cuanto a la conciliación familiar. Los hombres también ven esta desigualdad, pero en 20 puntos porcentuales menos que las mujeres.

Una mayoría opina que el feminismo busca superar barreras tradicionales de las mujeres para acceder a la igualdad (63% entre ellas y 40% entre ellos). Hay otros porcentajes significativos: entre los chicos un 28% destaca que el feminismo no se ocupa de los problemas reales de las mujeres (17% entre las mujeres), un 26,4% que no es necesario (frente al 13% de ellas) y un 24% que busca perjudicar a los hombres (frente al 14% de ellas).

Orientación sexual, pareja, familia y conciliación

Según el barómetro, un 82,9% de los hombres y un 73,4% de las mujeres se definen como heterosexuales. Entre ellas, un 18,5% se definen como bisexuales, frente a un 6,1% de los hombres. La homosexualidad y otro tipo de orientaciones representan entre un 6% y un 8%.

En cuanto a la importancia concedida a tener pareja, para algo menos de la mitad de las chicas (45,4%) y para la mitad de los chicos (50,6%) es un tema muy o bastante importante. Por modalidades de pareja, es ampliamente preferida la pareja tradicional monógama, tanto en ellas (86,3%) como en ellos (78,2%).

También es destacable la mayor propensión al control entre los hombres: un 18,1% destaca que es normal mirar el móvil de la pareja, frente al 12,7% de ellas; así como la percepción de los celos como una prueba normalizada del amor (28% entre ellos, 15% entre ellas). El estudio muestra cómo mientras entre las mujeres avanza la tendencia hacia una percepción más igualitaria de las relaciones de pareja, en el caso de los hombres encontramos una cierta persistencia de las visiones tradicionales de género.

El reparto de tareas domésticas sigue mostrando una desigualdad de género, percibida en mayor medida por las mujeres: un 30,5% de las que viven en pareja declaran hacer ellas las tareas domésticas, frente a únicamente el 14,4% de los hombres. Aun así, entre 2017 y 2021 se ha producido un aumento de entre 5 y 10 puntos en la percepción de que las tareas domésticas y de cuidados se reparten equitativamente, situándose en porcentajes superiores al 50% en todos los casos.

Además, también en este periodo aparece una progresiva reducción de las actitudes más tradicionalistas hacia la conciliación familiar. Especialmente entre las mujeres aparece un gran rechazo al rol de la mujer como cuidadora de los hijos (59,5%).

El consumo de alcohol nunca es bueno, ni aunque sea en muy pequeñas cantidades o de manera esporádica. Esta droga legal puede producir severos problemas a muchos de los órganos del cuerpo humano, en especial al hígado y al cerebro. Lo más preocupante son los datos que arrojan sobre el consumo que se da entre jóvenes: en España, según la Encuesta sobre uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias , el 76,9% de los jóvenes entre 14 y 18 años confiesa haber bebido alguna vez en su vida. En los últimos 30 día, el 21,8% se ha emborrachado y el 31,7% ha bebido cinco o más copas, vasos o cañas de alcohol en un lapso aproximado de dos horas.

Iniciarse en la bebida desde edades tempranas es muy peligroso, sobre todo en la adolescencia, que es la etapa de desarrollo físico y mental. Además, en esta época vital en muchos casos el uso de alcohol es excesivo en un corto periodo de tiempo, como lo podemos ver en las novatadas universitarias y, del mismo modo, se puede llegar a consumir por presión social. Otro dato alarmante, arrojado por la Fundación Alcohol y Sociedad (FAS), revela que el 48% de los menores que beben lo hacen con conocimiento de sus padres.PUBLICIDAD 

El consumo excesivo de alcohol puede afectar a la memoria y la capacidad de una persona joven para procesar y transmitir información

Lo peor es si se adquiere el hábito y finalmente se relaciona el hecho de divertirse con el consumo de alcohol. Al fin y al cabo, se trata de una droga muy social y a la que hay muy fácil acceso, ya sea en un bar o en un supermercado. De ahí la peligrosidad de desarrollar la costumbre de quedar con los amigos y beber cuando se es joven. Las últimas investigaciones apuntan a que el daño que hace al cerebro es crítico. Andy Spickard, profesor emérito de medicina y psiquiatría en la Escuela Universitaria Médica de Vanderbilt, ha escrito un reciente artículo en ‘Psychology Today’ en el que analiza los últimos estudios publicados sobre el riesgo que entraña el consumo continuado de alcohol desde la etapa adolescente.

Un cerebro en continuo cambio

«Cuando empecé en la medicina, se pensaba que las etapas de desarrollo de la infancia es el período más crítico para el desarrollo cerebral», explica el médico. «Hoy sabemos que el desarrollo continúa hasta la edad adulta, y que los jóvenes de entre 15 y 25 años experimentan una remodelación rápida y extensa de sus mentes, más que en cualquier otra etapa excepto en la infancia».

Los adolescentes bebedores en Estados Unidos tienen cinco veces más probabilidades de sufrir abandono escolar que los no bebedores

¿En qué aspectos concretos afecta esta sustancia al tejido neuronal de los jóvenes? «El consumo excesivo de alcohol puede afectar a la memoria y la capacidad de una persona joven para procesar y transmitir información», avisa Spickard. «Y si es frecuente, lo que es la norma para muchos adolescentes y adultos, puede causar daños a largo plazo en la capacidad del cerebro encargada de la toma de decisiones, así como en la atención y la organización o el control de los impulsos».

«Algunas investigaciones también apuntan a que beber en exceso a cualquier edad puede reducir el tamaño del hipocampo, un área del cerebro que desempeña un papel fundamental en la memoria a corto y largo plazo», asevera el médico. «Este daño puede incrementarse con episodios de desmayo o pérdidas de memoria». Otra consecuencia muy grave y llamativa es que, como reconoce Spickard, también puede afectar a la capacidad del cerebro para comunicarse consigo mismo, una tarea relegada a los neurotransmisores. El etanol altera el contenido de los mensajes que envían y disminuye la velocidad a la que estos se transmiten. «Este mal funcionamiento interfiere con la capacidad de aprendizaje, una de las tareas más importantes de la adolescencia», expresa el experto.

Foto: Estudiantes de Bachillerato en un examen. (EFE)

Toque de atención a las familias: el 48% de los menores bebe alcohol sabiéndolo los padres

«Los bebedores adolescentes en Estados Unidos tienen cinco veces más probabilidades de sufrir abandono escolar que los no bebedores», recalca Spickard. Esto también les condena a no desenvolverse tan bien en sociedad o en las actividades deportivas. De igual modo, retrasa mucho el período de graduación académica. Otro aspecto que remarca el médico es la falta de plasticidad cerebral, que se define como «la capacidad de nuestras células neuronales para dar respuesta a un cambio en el exterior«. Esto provoca que el cerebro sea vulnerable a lesiones a largo plazo que pueden ser permanentes. «Pero la plasticidad también permite al cerebro repararse a sí mismo», observa el médico. «Esta cualidad de autocuración permite que aquellos que en algún momento abusaron de esta sustancia se recuperen en unos años, en el caso de que dejen de consumir totalmente».

El consumo de alcohol entraña un grave problema, ya que como decíamos, se trata de una droga social que se asocia a la diversión y cuyos riesgos son enormes. Hay que incidir en la prevención y educación desde edades tempranas para que el adolescente sea consciente de los peligros a los que se expone. Y, en todo caso, predicar con el ejemplo: si el joven ve que sus padres no beben, llevan una vida sana y están bien consigo mismos, seguramente quiera parecerse y no caer en malas conductas que le depararán graves conflictos en el futuro.

Fuente: El Confidencial

No es nada fácil aceptar que tu retoño haya crecido tan rápidamente, que prefiera pasar su tiempo libre junto a sus amigos y no contigo, que te quiera y te necesite de manera diferente.

Silencios que incomodan, distancias que se alargan y separan, vínculos que desaparecen. Portazos que rompen el alma, castigos sin sentido, exigencias que ahogan o asfixian. Conversaciones llenas de reproches, amenazas y peros que pesan en el alma.

Que difícil es acompañar a alguien que se muestra rebelde, insolente y desafiante. Que manifiesta poco interés por compartir con nosotros todo aquello lo que le sucede que, para hacer frente a su frustración, para modular la montaña rusa de emociones por la que transita.about:blankPUBLICIDAD

Que complicado es conectar con un hijo que, en ocasiones, nos falta al respeto, nos alza la voz o se muestra desagradecido. Que no reconoce sus errores, le cuesta escuchar nuestros consejos y se siente inseguro y perdido. Una persona en proceso de descubrimiento, de cambio, con altas dosis de ego e impulsividad, donde solo existe el todo o la nada. Lleno de contradicciones, inapetencia, y poca capacidad para la reflexión.

Que frustrante es sentir que en muchas situaciones no sabemos dar respuesta a sus necesidades, que parece que hablamos idiomas diferentes y no logramos encontrar el adecuado equilibrio entre la exigencia y la libertad. Que no somos capaces de entender cuando reaccionan de forma desajustada, impulsiva e impredecible.

No es nada fácil aceptar que tu hijo haya crecido tan rápidamente, que prefiera pasar su tiempo libre junto a sus amigos y no contigo, que te quiera y necesite de manera diferente. Que reclame su espacio y libertad, en ocasiones con mucha insolencia.

La adolescencia es la etapa educativa más difícil de acompañar y en la que nuestros hijos más necesitan de nuestra comprensión, serenidad y empatía. Que les ayudemos a descifrar el mundo cambiante al que se enfrentan, que les digamos a diario que estamos a su lado sin condición aunque parezca que no nos escuchan. Potenciando un lenguaje positivo y utilizando una mirada llena de reconocimiento y cariño.

Una etapa muy convulsa que a menudo nos desconcierta y nos exige nuestra mejor versión. Que nos hace perder la paciencia, contagiarnos del mal humor que muestran habitualmente y nos llena de numerosos interrogantes. Que nos hace sentir culpa e impotencia cuando no logramos sintonizar con lo que viven y sienten.

Que sea una etapa tan agitada no significa que también pueda ser maravillosa. Es un momento para nuestros hijos lleno de oportunidades, de primeras veces, de descubrimientos estimulantes y emociones muy intensas que podemos vivir a su lado. De empezar a conocer el mundo adulto desde la ilusión y la inocencia.

Han crecido mucho, pero siguen siendo nuestros pequeños a los que les gustaba que les achuchásemos y les protegiésemos. Nuestros adolescentes necesitan sentir que les entendemos, respetamos y nos les juzgamos ni les llenamos de etiquetas. Que conectamos con ellos emocionalmente y les acompañamos sin dramatismos y con grandes dosis de sentido común y sentido del humor.

Que entendemos el torbellino de cambios a los que deben hacer frente y lo difícil que es para ellos hacerse mayor. Que les dejamos ser tal y como ellos desean y les ayudemos a construir un buen autoconcepto y una apropiada autoestima. Que les ayudemos a despertar el interés y la curiosidad.

¿Cómo podemos conseguir conectar con nuestros hijos adolescentes?

  1. Estando presentes y disponibles, ofreciéndoles el tiempo y la atención que necesitan. Haciéndoles sentir queridos, valorados y apoyados. Estrechando vínculos nuevos adaptados a su edad para demostrarles nuestra confianza y amor incondicional.
  2. Entendiendo que la adolescencia es una etapa necesaria y temporal para llegar a la adultez, un periodo repleto de cambios y fluctuaciones. Hacer el ejercicio de recordar qué tipo de adolescente fuimos, qué problemas ocasionamos a nuestros padres y qué errores cometimos nos permitirá ser mucho más empáticos con nuestros hijos.
  3. Siendo firmes y flexibles cuando lo creemos oportuno estableciendo normas y límites consensuados. Cuidando mucho la manera en la que les decimos las cosas, acompañándoles en la toma de sus decisiones y en la detección y el desarrollo de sus talentos.
  4. Convirtiéndonos en los mejores referentes que puedan tener convirtiéndonos en el mejor de los ejemplos. Sin miedo a dejarles volar y brindándoles la posibilidad de equivocarse sin sentir culpa.
  5. Permitiéndoles que descubran el mundo a su manera, respetando sus gustos, ritmos de aprendizaje, deseos e intimidad. Dándoles el espacio que necesitan para ir creando su propia identidad.
  6. Ofreciéndoles seguridad y confianza para que puedan probar y arriesgarse sin que el error pueda interpretarse como un fracaso. Estableciendo sobre ellos expectativas acertadas para evitar que se sientan presionados o cuestionados, valorándoles todo aquello que hacen bien.
  7. Apoyándoles con nuestras palabras de aliento, nuestras miradas cómplices y regalándoles a diario nuestros abrazos y besos que tanto siguen necesitando.
  8. Validando emocionalmente lo que sienten, haciéndonos cargo de nuestras emociones y acompañando las suyas desde el respeto y la paciencia. Ayudándoles a identificar y gestionar todo aquello que les recorre por dentro.
  9. Teniendo muy en cuenta sus opiniones, gustos, necesidades y proyectos. Contagiándoles nuestro amor por la vida, nuestras ganas de mejorar a diario. Haciéndoles sentir importantes dentro de la familia y creando espacios y momentos compartidos con ellos.

Nuestros hijos adolescentes necesitan de nuestra calma y confianza para que les ayudemos a capear el temporal por el que transitan. Convirtámonos en el mejor refugio que puedan tener, ayudémosles a buscar su lugar en el mundo, a superar sus dudas y sus miedos con grandes dosis de amor y paciencia. Seamos modelos, guías y acompañantes para ellos.

Fuente: El País

Rafa Guerrero, psicólogo, publica ‘El cerebro infantil y adolescente, claves y secretos de neuroeducación’ que tiene como objetivo explicar las funcionales cerebrales de una forma pedagógica, útil y sencilla.

Existen cuatro cerebros: el rojo, el verde, el azul y el amarillo. Esta es la metáfora que usa Rafa Guerrero, psicólogo infantil y doctor en Educación, en su libro El cerebro infantil y adolescente, claves y secretos de neuroeducación que tiene como objetivo explicar a mayores y pequeños las funciones cerebrales de estas cuatro aéreas de una forma pedagógica, útil y sencilla: “El cerebro funciona como un todo, está interconectado, y el objetivo que tenemos nosotros como padres, madres, profesores y terapeutas es pegar, unir, esas cuatro zonas. Para hacerlo muy sencillo decidí diferenciarlos por colores”, subraya Guerrero. “Primero hablo del color rojo, que representaría la parte más primitiva, más intuitiva y orientada a la supervivencia; este cerebro no siente emociones, no piensa, no coordina, no ejecuta, solo le interesa estar bien alimentado, estar descansado, es muy básico y lo compartimos todos los animales”, prosigue el experto. Luego la cosa se va complicando. “Después, estaría el cerebro verde. Es un cerebro emocional, y es donde se codifican los vínculos, la sociabilidad, la amabilidad, el apego y conceptos muy básicos, como la memoria o el aprendizaje”, explica Guerrero. En resumen, el verde es el cajón de las emociones. Estos dos cerebros forman el subcórtex, anatómicamente hablando, son cerebros automáticos y dirigidos a la supervivencia.

La importancia de los cerebros azul y amarillo

Los cerebros azul y amarillo se encuentran en el neocórtex, que es la parte más externa del cerebro. Las dos terceras partes posteriores serían el azul, “y ahí almacenamos informaciones, nuestra memoria a largo plazo, todos nuestros recuerdos, nuestros conocimientos, el lenguaje, todo lo que hemos ido aprendiendo, los valores que nos han dado nuestros padres, todo el conocimiento que hemos adquirido en la escuela… se le podría llamar nuestra grandísima biblioteca”, incide Guerrero.

“El tercio restante sería el amarillo, y es el más importante, porque es el que se encarga de dirigir la orquesta, coordina todos los demás cerebros. Por ejemplo, tan importante es sobrevivir cuando te va a atropellar un coche como poder expresar una emoción cuando estoy enfadado porque algo no me gusta; como poder pensar y acceder a la información cuando estoy haciendo un examen; como poder coordinar todo eso. Es el CEO de la empresa, está ahí, en la corteza frontal, y es el amarillo, es el ejecutivo”, sostiene el experto. “Y es también el cerebro más influenciable para lo bueno y lo malo, el más influenciable por los medios de comunicación; por los padres, y por los amigos”, añade. “Por ejemplo, mi padre, por muy buena intención que tenga, aunque quiera movilizar el cerebro rojo, solo lo conseguirá si lo pone en riesgo, es el caso de los maltratadores o abusadores, pero recordemos que no es un cerebro a entrenar, es innato”, recalca el psicólogo. “El amarillo es el cerebro más maleable, más influenciable”.about:blankPUBLICIDAD

Según explica el especialista, al amarillo hay que darle mucho cariño, mucha paciencia, se tiene que cuidar, hay que tener un cerebro amarillo sano, “un cerebro insano no puede criar a un cerebro inmaduro, es imposible”. Lo debemos cuidar con mucho cariño, reitera, con mucha mirada incondicional, hay que estar muy presente, conectando con nuestros niños: “Todos los cerebros están interconectados, pero al final el que estructura, y el que es consciente de que lo estamos haciendo muy mal o muy bien, es el amarillo. Es el que le pone consciencia a la acción, el que se concentra, el que regula la inteligencia emocional, por ejemplo, está en esta parte”.

Portada de 'El cerebro infantil y adolescente, claves y secretos de neuroeducación'
Portada de ‘El cerebro infantil y adolescente, claves y secretos de neuroeducación’

El cerebro del niño es maleable e influenciable

Lo bueno y lo malo que tiene el cerebro de nuestros niños es que es muy maleable e influenciable: “Una buena crianza es conseguir que nuestro hijo se relacione bien, que tenga empatía, que tenga pensamiento crítico, que tenga capacidad de autonomía, que sea capaz de proteger a los suyos y un largo etcétera”. ¿Qué sería entonces una madre o un padre sano? Según especifica el experto, el padre sano debe tener “presencia física, capacidad de conectar con sus hijos y ser empático, saber lo que necesita y, en último lugar, ser responsivo”, explica Guerrero. Resumiendo: “Es una manera muy simple de explicarlo, pero creo que así se entenderá. Si yo estoy siempre presente, empezamos bien. Si en segundo lugar conecto contigo y soy capaz de meterme en tu cabeza, meterme en tu corazón y soy capaz de sincronizar contigo, estoy en posición de pasar a la tercera fase que es la responsiva”, añade. “De esta manera, si te duele la rodilla, atiendo tu rodilla. Si tienes hambre, atiendo tu hambre…”.

El ejemplo de este proceso es el manejo de la frustración: “Lo primero que como padre o madre debes saber es qué ocurre en un cerebro cuando se frustra, ya sea el de tu hijo o el tuyo o el de tu pareja”. “Yo haría dos cosas, para hacerlo de forma gráfica”, prosigue, “lo primero conecto contigo, es decir que entiendo que estás enfadado, luego legitimo tus emociones. La siguiente fase sería redirigir… Por ejemplo, mi hijo se está divirtiendo en un parque, pero tenemos que subir a casa. Entiendo que se enfade, pero le explico que mañana hay cole, que tiene que bañarse y cenar, y después de razonarlo, terminamos subiendo, es lo que hay que hacer, pero esto no implica que tu hijo no siga enojado. Obviamente, no va a salir de él: “Sí, papá, yo creo que hay que subir porque hay que cenar y dormir. Pero le he escuchado, he entendido sus sentimientos y se lo he explicado”.

Peculiaridades del cerebro adolescente

“A mí me gusta usar una metáfora que sirve para entender cómo es el cerebro adolescente”, prosigue el experto. “Su cerebro”, continúa, “es como un móvil al que le ha llegado una notificación por la que debe ser actualizado. En el momento que tú le das al OK, el teléfono deja de funcionar. La buena noticia es que cuando recuperes el móvil, este va a ser mucho mejor y más operativo, va a estar mucho más adaptado, te vas a encontrar con unas funciones que antes no tenías, pero que finalmente vas a tener”. Según sostiene, esto es lo que le pasa al adolescente, que no es un niño, pero tampoco es un adulto, está en impasse: “El sunami emocional de la adolescencia es muy complejo. Normalmente los padres y madres lo pasan mal, porque la estructura del cerebro que más se actualiza es la superior, es el córtex, es decir el cerebro azul y el amarillo, lo humano. Lo que provoca que funcionen solo las partes rojas y verdes del cerebro: el instinto y las emociones”.

¿Podemos hacer algo los padres y madres en la infancia, para no llevarnos sorpresas en esta etapa? “Lo bueno que tiene el cerebro es que es acumulativo, toda la inversión que hagamos a todos los niveles [social, operativo, ejecutivo], luego van a ser factores de protección y todo lo que no hagamos en los primeros años de vida, serán factores de riesgo”, concluye Guerrero.

¿Por qué es básico que los padres y madres conozcan el desarrollo y partes del cerebro? Según expone Guerrero, todo el mundo debería tener unas nociones básicas de cómo funciona el cerebro: “Y, ojo, esto no implica que usted se tenga que matricular en medicina. Yo creo que con dedicarle dos horas de nuestra vida a tener unas nociones básicas, y poder aplicarlas en el día a día, es suficiente”.

Fuente: De mamas y papás. El País.

El regreso a las aulas estará condicionado por numerosas normas y medidas de índole sanitario que los estudiantes tendrán que memorizar para evitar la propagación del coronavirus. Pero, ¿están preparados emocionalmente para la vuelta al cole? La psicóloga Rocío Rivero ofrece una serie de consejos para ayudarles a gestionar sus emociones.

La importancia de atender las necesidades emocionales de los estudiantes en esta vuelta al cole se hace indispensable. Los niños y niñas tienen la experiencia del regreso a las aulas de los años anteriores y después de haber estado tanto tiempo encerrados, sin ver a sus amigos y amigas del colegio (en muchos casos desde marzo) creen que va a ser como antes.

Es en este momento cuando vamos a ver cómo ha afectado el confinamiento a los más pequeños, por lo que se hace indispensable atender y cuidar sus emociones.

¿De qué forma se puede ayudar a los niños emocionalmente para esta vuelta al cole?

Estas son algunas de las pautas que se pueden seguir:

  • Explicar la situación y lo que se van a encontrar. Es decir, cómo va a ser esta nueva vuelta al cole. Para ello, no hay que mentirles y si hay algún dato que se desconozca, decirles que no lo sabemos, que aún no nos lo han explicado y que las cosas pueden ir cambiando. Es importante que como adultos se acepte dicha situación y se deje atrás la queja, ya que de ese modo nos centramos en las soluciones.
vuelta al cole emociones
  • Adaptarse al momento. Cuando no se puede cambiar una situación, solo queda cambiar el modo en que se afronta. Hay que ser flexibles porque las cosas van a ir cambiando. Por ello, hay que tener en cuenta que la falta de flexibilidad puede generar tanto en los niños como en los adultos, ansiedad y miedo.
  • Permitir que los niños tomen decisiones. Es el único modo de aprender a decidir y observar que las decisiones tienen consecuencias, a veces positivas y otras veces negativas. De este modo, les estamos otorgando cierto control sobre sus cosas y les estamos enseñando por qué hay que cumplir las normas establecidas para prevenir la propagación del virus en el aula, por ejemplo.
  • Expresar las emociones a través de la palabra. Las palabras ayudan a manejar los sentimientos y a recuperarse de las decepciones, los enfados o las tristezas (generadas en estos últimos meses por la situación).
  • Debatir los problemas. Hay que ayudarles a discutir los problemas ocasionados por la situación actual sean grandes o pequeños. Una buena técnica para esto es la lluvia de ideas. Con ella se trabajan las soluciones que se pueden llevar a cabo y otras muchas que hay que descartar. De este modo aprenderán que no se puede controlar todo, que solo se puede hacer lo que está en sus manos, pero que hay otras muchas cosas que dependen de otras personas o de otros factores. Pero aún así pueden ocuparse en lugar de preocuparse.
emociones vuelta al cole
  • Ayudarles a desarrollar la empatía. La capacidad de comprender a los demás y ponerse en el lugar de otros es fundamental para el desarrollo de las personas. Para ello se puede hacer uso de la escritura con los más mayores y los dibujos con los pequeños. Hay que animarles a crear una historia que ellos mismos tendrán que terminar, de manera que ninguno de los personajes se quede triste por el coronavirus, por ejemplo.
  • Darles responsabilidades. De este modo se sentirán útiles y necesarios y se animarán a aportar ideas y a ser más activos.
  • Las pequeñas cosas cuentan. Hay que valorar junto a los pequeños las cosas buenas que suceden en el día a día, para que no todo gire en torno a la nueva realidad. Se puede escribir cada noche y para ello se les puede pedir que escriban lo que más le ha gustado del día. Pueden ser varias cosas, pero mínimo una por día.
  • Fomentar la lectura. Se les puede leer y también animarles a que lean. La lectura fortalece la introspección, la independencia, la sociabilidad, la iniciativa, el sentido del humor y la creatividad, que son los grandes pilares de la resiliencia, esencial para esta nueva etapa. 

En definitiva, lo más importante es aceptar la realidad, adaptarse a ella y ser flexibles, ocuparse en lugar de preocuparse y no dejar de entrenar y trabajar la resiliencia tanto en los más pequeños como en los adultos.

Fuente: Educacion 3-0

El Teléfono ANAR de atención a menores muestra en su radiografía anual un incremento de los problemas psicológicos en los niños en 2020: durante el confinamiento la ideación suicida subió un 244,1%, la ansiedad el 280,6%, la baja autoestima el 212,3% y la depresión/tristeza el 87,7%.

Lo más importante: en general, la radiografía de 2020 señala la gravedad de los casos reflejada en el elevado número de intervenciones de emergencia, 2.277 a lo largo de todo el año, con una media de seis diarias. «Esto supone un incremento de los casos de urgencia alta (39,1%) y de máxima gravedad (55,6%)» con respecto al año anterior. Durante el estado de alarma, la Fundación ANAR atendió 166.433 peticiones de ayuda de toda España, 11.761 casos graves.

Además, los trastornos de alimentación aumentaron un 826,3% coincidiendo con las primeras salidas de los domicilios y tras la vuelta al colegio se incrementaron las autolesiones el 246,2%, la agresividad el 124,5% y el duelo un 24,5%.

Son datos del Informe anual ANAR 2020: el Teléfono/Chat ANAR en tiempos de COVID-19 hecho público por la organización de atención a la infancia y que alerta de las secuelas que ha dejado la pandemia en la salud mental de los menores.

El informe también detecta un incremento de los problemas asociados a la tecnología, que pasaron de un 23,2% en 2019 a un 29,9%, afectando a casos de grooming, ciberacoso, violencia de género, pornografía/prostitución infantil, trastornos de la alimentación, autolesiones, ideaciones e intentos de suicidio y otros problemas psicológicos.

Durante el confinamiento y las primeras salidas despuntaron las dificultades relativas a separación, custodia y régimen de visitas (confinamiento: subieron el 42,3%; primeras salidas: el 51,9%) y las consultas relativas a ayudas sociales y pobreza infantil, que alcanzaron la diferencia más aguda en el confinamiento (más el 307,2%), sumando un total de 139 casos atendidos.

El estudio confirma una mayor duración de los problemas, ya que el confinamiento y el aislamiento han provocado que se cronifiquen muchos de ellos: la mitad de los casos suceden desde hace más de un año.

Para el director de Programas de Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros, «la pandemia ha generado un ‘cóctel molotov’ en los hogares que explica el incremento de los problemas graves en niños: el confinamiento del núcleo familiar en un espacio pequeño, la presión en las familias por el trabajo o por problemas económicos o la ausencia de otros lugares protectores como el colegio o el médico». «A ello se han sumado el miedo por la pandemia y el duelo por seres queridos en muchos casos», asevera.

La directora del Teléfono ANAR, Diana Díaz, considera que «las consecuencias del coronavirus han generado en los menores una gran frustración por la indefensión y desesperación que explican el porqué de que muchos adolescentes hayan aumentado sus ideaciones y tentativas de suicidio durante el confinamiento».

Tras estas cifras, la Fundación ANAR hace una serie de recomendaciones para poderes públicos, familias y menores «ante la necesidad de actuar por la gravedad de estas tendencias». Entre ellas, incorporar un mayor número de profesionales en el área de salud mental; la declaración como servicios esenciales a los destinados a prevención, protección y asistencia de los menores frente a la violencia, y la agilización en la creación de los Juzgados especializados en infancia y familia que prevé la ley de protección a la infancia frente a la violencia, que entró en vigor el pasado 25 de junio.

Este manual para educar en igualdad y prevenir la violencia de género mediante el trabajo de las habilidades sociales en Secundaria ha sido elaborado por la docente Asunción Martínez del IES Juan Antonio Fernández.

Trabajar y educar en el respeto, construir una autoestima fuerte, positiva y desarrollar habilidades sociales basadas en la asertividad son algunos de los objetivos de la Guía de Habilidades Sociales como prevenir la violencia de género elaborada por la maestra especialista en Pedagogía terapéutica Asunción Martínez Duarte. 

En ella se ofrece a los docentes múltiples consejos y recursos para trabajar en el aula, así como proporcionar estrategias y ejemplos de comportamiento para que los alumnos de Secundaria aprendan a generar relaciones sanas y detecten y combatan las que no lo son.

prevenir la violencia de género

Según la autora, esta guía busca el desarrollo de forma individual y a nivel de grupo de una conciencia asertiva y de respeto, que permita empezar a trabajar a fondo lo que implica el machismo y las razones para condenarlo. Y todo ello, con una estructura sencilla que invita a ser ampliada, modificada y adaptada según las características y demandas de los estudiantes.

Claves para desarrollar las habilidades sociales

La propuesta está formada por una serie de puntos clave a tener en cuenta a la hora de trabajar la prevención sobre la violencia de género. Es importante educar desde edades tempranas, reforzando los comportamientos positivos y valores como la empatía o la autoestima para que el alumnado aprenda a identificar que cuando estos fallan, hay un problema. Otro elemento de gran trascendencia presente en ella es enseñar a decir ‘No’. Para ello, es posible recurrir a las técnicas asertivas que permiten a las personas mostrar su opinión sin necesidad de sentirse culpables por ello. 

A continuación, os mostramos algunos de los apartados esenciales en torno a los que se estructura esta guía para prevenir la violencia de género. 

  1. Analizar qué son las habilidades sociales y por qué son importantes en la prevención de la violencia machista.
  2. Plantear qué comportamientos pueden ser considerados signos de alarma.
  3. Evaluar cómo son las habilidades sociales de cada uno y cuáles se deberían reforzar o adquirir.
  4. Preguntar cuál es la forma de comunicación predominante de cada individuo, conocer los tres tipos de conductas o formas de comunicación y reflexionar sobre sus patrones de comportamiento.
  5. Aumentar la autoestima y la confianza, identificando conductas de abuso y control y aprender a no tolerarlas conociendo los derechos asertivos, aquellos que las personas asumimos y tenemos por el mero hecho de ser personas, y cómo hacerlos valer frente a otros.
  6. Aprender a decir ‘No’: Practicar técnicas a través de diferentes ejercicios prácticos y entrenar en técnicas asertivas.
  7. Construir un autoconcepto positivo. Rodearse de personas que sumen, que ayuden, que valoren las virtudes de cada uno. Aceptarse y respetarse es el primer paso para aceptar y respetar a las  demás personas y evita que otros hieran los sentimientos de uno  con sus valoraciones negativas.
  8. Reducir la ansiedad y cualquier otra emoción o sensación desagradable mediante la relajación del cuerpo, poniendo el control y la atención en el momento presente, aprendiendo a ‘parar el pensamiento’ y a respirar, para conectar con uno mismo y cuidarse.
  9. Conocer algunos patrones de pensamientos irracionales para identificarlos cuando se produzcan y poder controlarlos, aumentando con ello el bienestar psicológico individual.

 

Fuente: Educación 3.0

La estación más calurosa y esperada del año ya está aquí y, para festejarlo, recogemos diez ideas artesanales relacionadas con el estío para hacer en familia con los más pequeños de la casa.

Con el fin de curso escolar, las familias tienen más tiempo para pasar una tarde de ocio juntos. Recursos para repasar o leer libros no son el único pasatiempo para disfrutar del verano de manera educativa y divertida. También hay otras formas de distracción como esta selección de manualidades originales. ¿Cuál te gusta más?. 

Polos de Sandía

*Advertencia: no son comestibles*.

Manualidades verano

Los materiales necesarios para llevarlo a cabo son: semillas de amapola, jabón de glicerina, colorante y cubiteras de silicona para hacer helados. Para hacerlo paso a paso primero se deberá cortar la pastilla de jabón en cuadrados pequeños, añadirlos en una taza y mezclarlo con aceite tibio, pintura roja y finalmente semillas. Después, se añade más aceite, el colorante verde y el palo de madera que sujetará el polo una vez acabado. El último paso es congelarlo 20 minutos, dibujar las pipas de la sandía con rotulador negro y listo.

Hawaianas y sirenas

Manualidades creativas verano

Es imprescindible reciclar tubos de papel higiénico y guardarlos para crear estas figuritas. Además de ello, se precisan témperas, pinceles, papel de colores, purpurina, tijeras y pegamento. Para comenzar, hay que pintar los tubos de color marrón o carne para recrear la piel de los personajes. Mientras se va secando la pintura, con la cartulina se dibujan y recortan la cola de la sirenita, la falda de la hawaiana, el bikini y el pelo de ambas. Cuando esté todo terminado, se dibuja con rotulador la cara y se decora con un poco de purpurina brillante. 

Bolígrafos con forma de helado

https://youtu.be/pae4Y97VjAw

Para empezar y crear la galleta o el cono del helado se necesita goma eva de color marrón o beige, un compás y una regla: se abre el compás hasta 14 cm, después se coloca en una de las esquinas de la goma eva y se dibuja medio círculo. Cuando esté listo se recorta, se dobla por la mitad y nuevamente se vuelve a cortar, de esta forma se obtienen dos piezas distintas. La decoración completa del cono de helado se puede encontrar en el videotutorial. A continuación, se forra el bolígrafo con el mismo material, se coloca dentro de la pieza creada del cono y se envuelve con algodón. Para diseñar la bola de helado es ideal contar con una bola de porex de aproximadamente 6 cm o sustituir por papel de seda. 

Peces 

PECES Manualidades verano

Tener en casa una pecera artesanal es muy sencillo con esta manualidad. Para comenzar se requieren piedras (cuantas quiera), pinturas acrílicas, pinceles, lápices, rotuladores y un punzón. Una vez conseguido todo, se lavan las piedras con un cepillo para quitar cualquier suciedad, posteriormente, se pintan de color blanco cubriendo todo el mineral y se dejan secar. Cuando esté totalmente deshumedecido se dibuja con un lápiz la forma del pez: la cola, las escamas, aletas… Luego se pintan y para ultimar se perfilan con un rotulador negro. El punzón permite dar un toque de puntillismo a la ilustración, pero no es necesario utilizarlo. Al finalizar, se mete en una maceta de cristal con plantas.

Abanicos 

https://youtu.be/001AHyuGIQw

Este breve videotutorial cuenta paso a paso cómo crear un abanico con platos de cartón desechable, para refrescarse en días de calor. Para hacerlo utiliza pinturas acrílicas de colores junto a dibujos que decoren el accesorio con forma de fruta: kiwi, sandía, manzana, limón o naranja. Una vez acabado, se corta a la mitad el plato y se pega en la parte trasera palos de madera. 

Cometas de cartón

cometas de cartón
https://youtu.be/kMWjlZ3fsAQ

Para esta manualidad es necesario tener una caja de cartón, pajitas del mismo material, pegamento, hilo grueso, pinceles y pintura acrílica para decorar las cometas. Se corta el cartón en forma de rombo hasta tener 3 o cuatro piezas, se pintan con el diseño que se desee y se deja secar. Por otro lado, se hace el mismo proceso de decoración con las pajitas y, una vez seco todo, se coge una de ellas y se corta a la mitad. Con otra pajita entera y los dos trozos cortados se pegan sobre el rombo con forma de cruz, y al final, se añade el hilo grueso.

Libélulas

Es imprescindible disponer de varios rollos de papel higiénico reciclado, pintura, pinzas para tender la ropa y distintos limpiapipas. El primer paso es cortar cada tubo de papel por la mitad de forma que queden dos mini rollos por cada unidad. Luego hay que dar varias capas de pintura tanto a los tubos como a las pinzas y dejarlos secar. El siguiente paso es dividir cada rollo por la mitad: esas cuatro partes serán las alas de la libélula. Solo queda unirlas con la pinza, enrollar el limpiapipas y colocar unos ojos hechos con cartón, goma eva o cualquier otro material.

Chanclas decoradas

chanclas con globos

La idea se basa en conseguir unas chanclas de playa decoradas al estilo hawaiano. Para ello se utilizarán un par de sandalias y diferentes globos de colores que no estén inflados. Hacerlo es tan sencillo como estirar los globos por el extremo de la tira de la chancla y atarlos fuertemente para que no se suelten. Hay que repetir la operación hasta conseguir anudar todos los globos que se desee. 

Medusa

manualidades verano

Indispensable tener platos de cartón (se puede sustituir por platos de plástico), lana y témperas o pinturas acrílicas. Primero hay que cortar el plato en forma de media luna y pintarlo del color que se desee. Una vez seco, se hacen agujeros pequeños en la parte inferior del plato (la que está marcada por el corte) y en ellos se van colocando los hilos de la lana de forma que creen los tentáculos de estos cnidarios. Para acabar con un pincel finito crear los ojos del aguaviva o utilizar pegatinas que puedan decorarlo.

Collares coloridos

manualidades verano

Los ingredientes requeridos para esta manualidad casera son: macarrones crudos sin preparar, líquido colorante para comidas o témperas, pinceles, papel de cocina y un cordón (se puede reemplazar por hilo o lana). Se pinta la pasta con los pinceles y la pintura hasta que quede bien teñido y, una vez seco, se van introduciendo uno por uno al cordón o al material que se haya elegido. Para conseguir cerrar los extremos, se dobla el cordón y se hace un nudo de un extremo al otro para que quede lo más sujeto posible.

Fuente Educación 3.0

Asociación DUAL acaba de lanzar “¿Te falta un verano?”, la nueva campaña de losqueno.com que, a ritmo de rap, trata de prevenir el inicio temprano en el consumo de alcohol en menores de edad, alertando sobre el riesgo de querer “celebrar este verano” para recuperar así el verano pasado y las fiestas no disfrutadas a causa de la pandemia.

Esta campaña está financiada por el Plan Nacional Sobre Drogas y en ella hemos contado con la colaboración del Delegado del Gobierno, D. Joan Ramón Villalbí.

El tema “¿Te falta un verano?” está interpretado por Mario Barbado.

Raúl Izquierdo, psicólogo y Director Técnico de Asociación DUAL, nos explica que “Existe un alto riesgo de que los jóvenes protagonicen reacciones compensatorias de tipo pendular como respuesta a la tensión y la angustia sostenida que han padecido durante los últimos meses”. Por ello, se produce la generación de conductas en “exceso despreocupadas como compensación a las exigencias de intenso control y restricción durante la etapa de confinamiento”, explica. En ese sentido, el mayor riesgo es “querer recuperar el tiempo perdido celebrando fiestas alternativas a las que no se han tenido o que no se van a tener y en celebraciones entre amigos como son, por ejemplo, los botellones”, detalla Izquierdo.

Descubre ya nuestra nueva campaña.

Dice Ismael Nogal Ayuso que desde muy pequeño siempre tuvo una cosa clara, un sueño: poder ser algún día astronauta. Diecinueve años después, este madrileño está seguro de ir por el buen camino. Hace mucho deporte, esta en forma y estudia el doble grado con la nota de acceso [13,875, en 2020] más alta de todo el país: Física y Matemáticas, en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). 

También cursa esta carrera Paula Cordero Encinar, de 23 años. Esta toledana está en quinto curso y apenas le quedan un par de exámenes para poner fin a su etapa universitaria. Aunque todavía tiene dudas sobre la rama que escoger de cara al futuro. Cuenta que hará un máster en Big Data y que lo más le gusta es el área de la Física Médica. A través de la cual un día le gustaría ayudar a mejorar los diagnósticos en los hospitales españoles. 

Profesiones, como pueden observar, nada convencionales pero que ambos pueden alcanzar porque su expediente es brillante y su mente posiblemente también. O al menos esto último es lo que pretende potenciar este doble grado, al que muchos denominan ya como la fábrica de cerebros española.Paula Cordero e Ismael Nogal, estudiantes del doble grado de Física y Matemáticas.

Paula Cordero e Ismael Nogal, estudiantes del doble grado de Física y Matemáticas. Carmen Suárez

Desde que esta titulación se ofertase por primera vez en el curso 2011/2012 en la UCM, con una nota que no sobrepasaba al seis, ha sido un reclamo para los alumnos más sobresalientes del país. Y eso ha hecho, por otro lado, que ante la reducida oferta de plazas, 25 por curso, cada año la calificación de acceso haya sido más elevada. De hecho, si se cumplen los pronósticos, en 2021 la nota para acceder a este programa académico será todavía mayor y de nuevo la más alta de todo el territorio nacional por séptimo año consecutivo. 

Efecto llamada 

Lo que es indudable, en cualquier caso, es que el interés por estas ciencias en los últimos años ha incrementado notablemente. En parte también porque aseguran un empleo al concluir la carrera. Es lo que explica Ángel Gómez, el decano de la Facultad de Física de la Universidad Complutense de Madrid. «Más allá de la vocación temprana que muchos estudiantes pueden tener por estas dos carreras. En los últimos años, con la era del big data y las necesidades de almacenar datos, las empresas han requerido de personas con una formación científica elevada y estos chicos son brillantes porque controlan tanto la vertiente matemática como la física». 

Lo que ha desembocado, según expresa este físico, en que haya una satisfacción de empleo muy alta en este doble grado. «Está claro que hay un efecto llamada; alumnos que tienen muy buenas notas y que no quieren desperdiciar su expediente», sostiene Gómez. 

El primer paso, no obstante, es alcanzar esa nota estratosférica para entrar a este doble grado, que se imparte a camino entre la Facultad de Física y la de Matemáticas, localizadas una enfrente de la otra en la Ciudad Universitaria madrileña. Allí es precisamente donde nos reunimos con Paula Cordero e Ismael Nogal para preguntarles sobre sus estudios, sus dinámicas, su futuro y sobre lo que ha significado para ellos estudiar (o estar estudiando) esta titulación. Ella está en quinto curso y él, en primero. Paula Cordero, en la entrada de la Facultad de Física de la UCM.

Paula Cordero, en la entrada de la Facultad de Física de la UCM. Carmen Suárez

—P. ¿Siempre tuvisteis claro que estudiaríais este doble grado?

—R. (Paula) A mí siempre me gustaron las matemáticas. En el instituto tuve un profesor muy bueno que me motivó y me metió el gusanillo. En segundo de bachillerato, cuando estudie la física por separado, tuve otra profesora que me despertó también la pasión por esté área. Me veía trabajando en las dos, pero no me decidía por ninguna. Así que cuando vi el doble grado me dije a mí misma: a por ello. 

—R. (Ismael) Yo, desde tercero de la ESO, tuve claro que la física era una cosa que me apasionaba. Gracias a vídeos de divulgación, documentales… siempre me gusto la ciencia. No fue hasta segundo de Bachillerato, en cambio, cuando me decanté por esto. Yo veía la nota inalcanzable, yo no soy brillante ni mucho menos. Gracias a una serie de circunstancias acabé teniendo una nota muy alta que me permitió entrar aquí. Oportunidades como está solo aparecían una vez en la vida, así que me lancé. 

Esfuerzo y vida normal 

El doble grado de Física y Matemáticas está estructurado en cinco años y la matrícula tiene un coste de aproximadamente 1.800 euros. Aunque la mayoría de los alumnos suelen llegar el primer año con matrícula de honor y, por tanto, no suelen pagarla. En total, son 360 créditos los que componen la carrera (por separado, son 480 en cada grado), de modo que cada cuatrimestre, los alumnos solo tienen una asignatura más valorada en 12 créditos. 

Doce créditos, no obstante, según cuenta Paula, «que se notan bastante». Se necesita un diez para entrar, pero también esforzarse, organizarse bien y ser constante cada día, cuentan ambos estudiantes. Lo que no quiere decir, frente a lo que piensa la mayoría, que no tengan vida social o que no hagan otra cosa que no sea estudiar. «Yo te digo una cosa, a mí el deporte me encanta y me metí aquí siempre pensando en la posibilidad de poder compaginar ambas cosas. Yo no puedo estudiar sin hacer deporte. Y durante este curso, he hecho natación, he estudiado idiomas, los fines de semana voy al pueblo… Si eres capaz de organizarte, no hay problema para tener una vida normal, tener un equilibrio entre ambas cosas. No somos extraterrestres«, explica Ismael Nogal. 

Los dos estudiantes, que no se conocían hasta el momento de la entrevista, bromean con que cuando otros alumnos de otras carreras de ciencias les ven en la cafetería o salir al parque les preguntan con asombro si tienen tiempo para eso. «No puedes estar todo el día estudiando, es también importante salir con amigos, echarte unas risas…», expresa Paula Cordero. Ismael Nogal, en la entrada de la Facultad de Física de la UCM.

Ismael Nogal, en la entrada de la Facultad de Física de la UCM. Carmen Suárez

—P. Aún así, habrá momentos complicados. ¿Qué ha sido lo más difícil hasta ahora? 

—R. (Paula) Lo más complicado fue el paso del primero a segundo. Conseguir esa capacidad de abstracción que necesitas para entender muchos conceptos en matemáticas. En el instituto estás acostumbrado a una matemática más tangible. Aquí es más abstracto, más teórico, pero con trabajo, lo sacas y hay un momento en que tu cabeza hace clic. 

—R. (Ismael) El cambio más importante ha sido con matemáticas. La física que he dado es una ampliación de segundo de bachillerato, pero las matemáticas no tiene nada que ver. Yo todavía no he tenido ese clic, pero porque, por ejemplo, te dan un ejercicio y tienes que demostrar por qué es así. Es cuestión de cambiar la mentalidad. Al final, es como aprender un lenguaje. Nuestro profesor nos dijo el primer día, bienvenidos al curso de finlandes. Hay que aprender vocabulario, sintaxis y aprender a hablarlo. Pero el principio no es fácil, doy fe de que no es fácil. 

«Hasta el infinito y más allá»

En cuanto al futuro profesional, Ismael, pese a que todavía está en primer curso, es el que más claro lo tiene. «Yo quiero ser astronauta y me metí aquí para poder potenciar mis habilidades. A día de hoy, sigo trabajando para ello. La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) sacó hace poco ofertas de trabajo. Se necesita un grado, un máster y un año de prácticas en el ámbito científico. Mi meta es eso, poder dedicarme a esto. Y si se me da la oportunidad, me iré hasta el infinito y más allá», termina diciendo entre risas. 

Paula, muy cerca de terminar el doble grado, ha estado haciendo un año prácticas en el Instituto de Física Fundamental, pero no tiene claro que quiera dirigir su carrera por ese ámbito. «El próximo año voy a hacer un máster en Big Data, pero también me gusta la Física Médica… Esta titulación te abre tantas puertas que al final es difícil decidir», confiese. No obstante, la rama de la Neuroingeniería es la que cada vez le llama más la atención. A través de la cual, explica, aplicando un conocimiento riguroso de ciencias puras, se podría mejorar los diagnósticos médicos. «En definitiva, lo que más me gustaría sería poner nuestro conocimiento al servicio de los demás», concluye. 

Sea como sea, lo que está claro es que llegarán lejos y con un empleo con el que tal vez muchos solo pueden soñar. «Conocemos a mucha gente que sin terminar, ya tiene ofertas de empleo. Por aquí lo que suele decirse es que a los del doble grado se los suelen rifar. Hay mucha demanda en nuestro sector, al fin y al cabo se necesita para el futuro a mucha gente con un tipo de pensamiento analítico como el que nosotros aprendemos a desarrollar aquí». 

https://www.elespanol.com/reportajes/20210605/fisica-matematicas-doble-empresas-rifaran-ismael-paula/586442818_0.html?utm_term=Autofeed&utm_campaign=Echobox&utm_medium=Social&utm_source=Facebook&fbclid=IwAR0XWacZXXLBOUMcFryJJGjmQq8uAx5kvr4x7Hy782oFxiGILxTaURbSKkE#Echobox=1622870862