Mundos mágicos, historias de amor de todo tipo, guerras, demonios… En ocasiones las novelas son tan exitosas e intrigantes que necesitan una segunda, tercera (¡o incluso séptima!) parte. A continuación ofrecemos algunas de las mejores sagas para enganchar a los adolescentes a la lectura.

Divergente

Divergente de Veronica Roth Sagas adictivas para adolescentes

Beatrice vive en un mundo postapocalíptico, cuyo sistema social se divide en cinco facciones (Verdad, Abnegación, Osadía, Cordialidad y Erudición) para garantizar la paz y la seguridad de todos. Cada ciudadano debe pasar una prueba para establecer quién es y cuál es su sitio dentro de ese nuevo sistema, dependiendo de sus virtudes y aptitudes. Pero los resultados de la joven muestran que ella no encaja en ninguna facción y, por tanto, supone una amenaza para el sistema. Tendrá que elegir una en la que pueda pasar desapercibida, aunque pronto irán a por ella. Llevada a la gran pantalla, la popular saga ‘Divergente’ escrita por Veronica Roth engloba los títulos ‘Divergente’, ‘Insurgente’, ‘Leal’ y ‘Cuatro’. 

  • Autora: Veronica Roth
  • Editorial: Molino
  • Edad recomendada: A partir de 13 años

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Memorias de Idhún

Memorias de Idhún de Laura Gallego

‘La resistencia’, ‘Tríada’ y ‘Panteón’ son los tres títulos que forman una de las sagas fantásticas más leídas entre los adolescentes a nivel mundial. La historia transcurre entre varios mundos: la Tierra, Limbhad e Idhún, un mundo de tres soles y tres lunas. Jack y Victoria lucharán por salvar a los idhunitas del gobierno de Ashran el Nigromante y los sheks, unas terribles serpientes con alas. Magia, héroes y batallas les acompañarán en sus aventuras. 

  • Autora: Laura Gallego
  • Editorial: SM
  • Edad recomendada: A partir de 10 años

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Elliot Tomclyde 

Elliot Tomclyde

Elliot tiene 12 años y vive en Québec. Su vida no tiene nada de extraordinario hasta que, en un campamento de verano, conoce a un hechicero, Goryn, que lo conduce a un extraño mundo llamado Hindewood. Allí, le presentan a los responsables de los cuatro elementos (Agua, Tierra, Aire y Fuego) y éstos le cuentan que él es descendiente de un hechicero muy poderoso y que debe ingresar cuanto antes en la escuela para magos. Pero antes tendrá que averiguar a qué elemento pertenece… A lo largo de los cinco libros, Elliot tendrá que luchar contra el mal para mantener la armonía del mundo. 

  • Autor: Joaquín Londaiz Montiel
  • Editorial: Montena
  • Edad recomendada: Entre 12 y 14 años

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After

After de Anna Todd

Llevada a la gran pantalla, su primer libro narra la historia de la joven Teresa, que conoce a un chico llamado Hardin en su primer año de universidad:  cumple con todos los estereotipos de ‘chico malo’. Acostumbrada a una vida estable y ordenada, es al conocerle cuando su vida cambiará por completo: la que era una chica buena se enfrentará a diferentes situaciones que cambiarán la forma en la que ve el mundo que la rodea.https://fa171ffdde405af1668855657b01bd24.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

  • Autora: Anna todd
  • Editorial: Planeta
  • Edad recomendada:  A partir de 14 años

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Las pruebas de Apolo

Las pruebas de Apolo - Rick Riordan

¿Como se puede castigar a un inmortal? Haciéndolo humano. Tras enfurecer a Zeus, el dios Apolo es desterrado del Olimpo convertido en un niño y enviado a la ciudad de Nueva York, donde tendrá que sobrevivir en el mundo moderno. Del mismo autor que las aventuras de ‘Percy Jackson’, es una colección de cuatro libros ideal para jóvenes a partir de los 12 años que disfruten de la fantasía, la mitología y la acción. 

  • Autor: Rick Riordan
  • Editorial: Montena
  • Edad recomendada: A partir de 12 años

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El Cementerio de los Libros Olvidados 

Cementerio de los Libros Olvidados

La Sombra del Viento, El Juego del Ángel, El Prisionero del Cielo y El Laberinto de los Espíritus son las cuatro historias que giran en torno al ‘Cementerio de los Libros Olvidados’, un lugar secreto y mágico que descubrirá Daniel Sempere de la mano de su padre en la ciudad de Barcelona. Se trata de una saga que recorre la historia de España desde los años 20 hasta la década de los 60, centrándose cada título en épocas y miembros diferentes de la familia Sempere. A pesar de mantener el Cementerio, algunos personajes clave y la localización en cada libro, es cierto que cada obra funciona como historia independiente y todas incluyen, suspense, amor y hechos históricos. https://fa171ffdde405af1668855657b01bd24.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

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Los juegos del hambre

Los juegos del hambre

La Capital de Panem obliga a sus 12 distritos a escoger un ‘tributo’ cada año para representar a su comunidad en los ‘Juegos del Hambre’. Katniss Everdeen, una joven de 16 años, protagoniza la saga que incluye los títulos ‘Los juegos del hambre’, ‘En llamas’ y ‘Sinsajo’. La chica vive en un mundo distópico donde la lucha por la supervivencia, el sacrificio por la familia, la crítica social y el amor (o desamor) son los temas centrales. 

  • Autor: Suzanne Collins
  • Editorial: Molino
  • Edad recomendada: A partir de los 12 años. 

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Trilogía: Canciones para Paula 

Blue Jeans Trilogía mejores sagas lectura

‘Canciones para Paula’, ‘¿Sabes que te quiero?’ y ‘Cállame con un beso’ forman una de las trilogías románticas con más éxito de este autor español, Francisco de Paula Fernández, más conocido como ‘Blue Jeans’. Paula tiene 17 años y a lo largo de esas tres novelas irá conociendo el amor por primera vez (delante y detrás de las pantallas) y pasará por momentos muy duros que le demostrarán quiénes son sus amigas de verdad y cuáles están dispuestas a traicionarla. España, París, Londres… el lector se sumerge entre las calles de cada ciudad mientras acompaña a la protagonista en cada una de sus aventuras y vive con ella una montaña rusa de emociones. https://fa171ffdde405af1668855657b01bd24.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

  • Autor: Blue Jeans
  • Editorial: Planeta
  • Edad recomendada: A partir de los 12 años. 

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Harry Potter

Harry Potter y la piedra filosofal mejores sagas lectura

Harry es un niño huérfano que vive con sus tíos desde que era un bebé. Al cumplir los 12 años recibe una notificación un tanto peculiar: ¡Ha sido aceptado en Hogwarts, la escuela de magia y hechicería! Sin preaviso, su vida dará un giro de 180 grados y comenzará múltiples aventuras en las que descubrirá un mundo mágico que nunca pudo imaginar, conocerá lo que realmente es la familia y la amistad, y todo, mientras se enfrenta a ‘El-que-no-debe-ser-nombrado’. La saga está compuesta por siete libros que se publicaron en este orden: Harry Potter y la piedra filosofal, Harry Potter y la cámara secreta, Harry Potter y el prisionero de Azkabán, Harry Potter y el cáliz de fuego, Harry Potter y la orden del fénix, Harry Potter y el misterio del príncipe, y Harry Potter y las reliquias de la muerte. 

  • Autora: J. K. Rowling
  • Editorial: Pottermore Publishing
  • Edad recomendada: A partir de los 12 años. 

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Los cazadores de sombras

Cazadores de sombras mejores sagas lectura

Clary, una chica que descubre que proviene de un linaje de cazadores de sombras (una especie de demonios), se alía con otros jóvenes cazadores como ella y para averiguar por qué han sido atacadas ella y su madre, conocer quién es su padre o quién les persigue. La saga incluye siete libros que reúnen momentos de amor, sangre, traición y demonios. Ha tenido tanto éxito que recientemente se ha trasladado a la pantalla con una serie de Netflix con el mismo nombre. 

  • Autora: Cassandra Clare
  • Editorial: Destino Infantil & Juvenil 
  • Edad recomendada: A partir de los 14 años.

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El mensaje es potente y claro, pero eso de poco o nada sirve si no llega a su destinatario. Es lo que parece estar pasando con las repetidas llamadas de autoridades sanitarias y políticos a los jóvenes para que tomen conciencia de que ellos se han convertido ahora (no son los únicos) en principales transmisores en los últimos rebrotes en España del coronavirus.

Prohibir los botellones y anunciar cuantiosas multas para los infractores –como han hecho Catalunya Andalucía, cuando en muchas ciudades esas reuniones remojadas con alcohol están ya prohibidas por las ordenanzas– genera titulares y queda muy bien como declaración o intención política para frenar los contagios. Pero si ese anuncio no viene acompañado de un plan o estrategia para que el mensaje llegue a los que montan esos botellones, toda esa puesta en escena y declaración de intenciones va a servir de muy poco.javascript:falsePUBLICIDAD 

Y el principal problema con esta resucitada pandemia es que el reloj juega en contra. Aquí no valen campañas con resultados a largo plazo. El mensaje tiene que llegar a los jóvenes en horas y eso, ha quedado demostrado, no siempre se consigue con los medios convencionales. La mayoría de adolescentes no leen periódicos, ni están atentos a los informativos de las televisiones o emisoras de información veinticuatro horas de radio. Si se quiere llegar hasta ellos para que entiendan los riesgos y asuman el papel que están jugando en el rebrote de esta pandemia hay que ir a los canales que más utilizan esos adolescentes para comunicarse.

Una iniciativa impulsada por el CAP y el Ayuntamiento de Tàrrega, con el mensaje de una joven de 20 años que perdió a su abuela en el pico de la pandemia, es un ejemplo. Como la campaña protagonizada meses atrás por un médico español, que tuvo también gran repercusión entre los jóvenes al propagarse en canales digitales con un mensaje muy claro: “No sois el centro del mundo”.

Pero ojo, “criminalizar ahora a los jóvenes, considerales como únicos culpables de lo que está pasando, no sería la mejor estrategia si lo que se busca es que respondan con responsabilidad a esta crisis”, alerta Beatriz Martín, directora general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).

“Lo que siempre hay que tener presente –afirma Anna Sanmartín, subdirectora del Centro Reina Sofia sobre Adolescencia y Juventud de la FAD– es que esta es una responsabilidad colectiva, del conjunto de la sociedad”. Considerar que el problema ahora es solo culpa de “una practica generalizada de la gente joven sería un error, igual que decir que todo lo que pasa es responsabilidad de los adultos”, añade Sanmartín.

Expertos proponen tres vías para que esa información llegue a su destino: redes, familia y ocio nocturno

Cumplir normas y recomendaciones siempre estará sujeto al nivel individual, y eso vale también para el universo de la adolescencia. Pero con los jóvenes, coinciden Martín y Sanmartín, hay unos actores que deberían implicarse mucho más en la transmisión del mensaje. “Las familias juegan un papel determinante y deben de dar ejemplo, al igual que los responsables de las empresas del ocio nocturno. Esos locales, cuando vuelvan a trabajar con normalidad, pueden hacer mucha pedagogía si obligan a sus clientes a mantener todas las medidas de protección”.

Otra clave en este tema, afirman estas expertas –lo que también comparte la psicóloga clínica infanto-juvenil, Mara Cuadrado– está en elegir muy bien los canales para transmitir el mensaje. “Hay que montar ya campañas expresamente dirigidas a ellos, con la colaboración de youtubers o influencers ”, apunta Cuadrado, “en vez de centrarlo todo en multas por botellones o por no llevar la mascarilla”. Esas sanciones las acaban pagando los padres. “Habría que idear, para los infractores y no responsables con el tema, algún tipo de actividad social o trabajos para la comunidad relacionados con los riesgos de la Covid”, apunta esta psicóloga.

En este sentido, en Catalunya la Generalitat ha puesto en marcha la campaña #Sommaskers para incrementar el uso de la mascarilla entre los jóvenes catalanes y mejorar la prevención de los contagios. Seis influencers publicarán vídeos e historias en TikTok e Instagram con mensajes que piden su uso.

Pretender encerrar en casa a adolescentes y jóvenes en verano es un reto complicado. “Se han comportado de forma ejemplar los tres meses más duros del confinamiento y ahora que han retomado sus relaciones sociales se propone otra vez su asilamiento y eso a estas alturas no se apunta nada fácil”, indica Anna Sanmartín. Así que la mejor receta en estos momentos es desplegar todos los medios para apelar a la responsabilidad de este colectivo que ahora busca alternativas al cierre del ocio nocturno. “La información visual en sus canales y redes que más utilizan tendría que multiplicarse. Con mensajes sobre la importancia de mantener la distancia social, de no compartir copas, ni unas patatas bravas o fumar del mismo porro”, aconseja Cuadrado.

Hacerles entender que ahora deben de cuidar de aquellas personas que les han cuidado a ellos y también cambiar esa percepción que tienen de que este virus no supone ninguna amenaza para su salud, que esto es cosa de gente mayor.

La diferencia entre marzo y abril y ahora (también entre muchos adultos) es que se ha perdido el miedo al coronavirus. Las mismas redes que deberían de servir para que esos adolescentes no bajen la guardia, son canales en los que los jóvenes comparten mensajes con las más disparatadas teorías sobre la Covid, que lejos de ayudarles a tener una visión real del problema fomentan aún más la confusión.

“Hay que convencer para que no fumen del mismo porro, ni compartan la copa o las patatas bravas”

Y la familia. “Es muy importante lo que ven en su casa para que el mensaje tenga coherencia”, reitera Martín. “No puedes pedir a tu hijo que no se reúna con amigos o se vaya de botellón si en casa es testigo de barbacoas y fiestas en la piscina organizadas por sus progenitores. Ese no es el modelo”, alerta Cuadrado.

Estas tres expertas consultadas por La Vanguardia recuerdan que a los jóvenes “siempre les ha gustado transgredir las normas” y si el mensaje no es claro en estos momentos “muchos se dejan arrastrar por lo que hace el grupo: el tonto es el que se pone la mascarilla”. Aunque nunca hay que olvidar que no todos son unos irresponsables. Un alto porcentaje son conscientes de los riesgos y se protegen. Ahora, a esos habría que seguirlos como nunca.

Fuente: La Vanguardia

Conviene establecer horarios y espacios claros, evitar alargar la jornada laboral y encontrar momentos para que los progenitores hagan lo que les aporta bienestar en solitario.

Trabajar en casa, lo que para muchos progenitores pudiera ser un deseo inalcanzable, se ha convertido en realidad debido a la pandemia, pero desconectar de las obligaciones laborales en casa cuando llegan los niños del cole puede resultar complicado si no se delimitan con claridad los espacios personales y de trabajo. Para conseguirlo, una de las claves es “la organización y para ello conviene delimitar un espacio físico en casa para el teletrabajo. Aunque se trate de un rincón de alguna estancia, es positivo que esté claro que ese es el lugar de trabajo de papá y mamá, que debe ser respetado por todos, y que no se dedicará a otras actividades. En cuanto a organizar el tiempo, es recomendable establecer horarios claros de trabajo para evitar que se alargue la jornada laboral, porque el hecho de que no exista el límite físico de abandonar la oficina, puede hacer que se extienda el tiempo dedicado a trabajar y sea más difícil ponerle fin”, explica Carla Valverde, psicóloga del Centro de Salud Mental de San Blas en Madrid.

Para conseguir que teletrabajar en casa resulte positivo, tanto para los padres como para sus hijos, conviene que los progenitores “respeten los tiempos de descanso o comidas y dedicar espacio para el autocuidado, con actividades que ayuden a desconectar, sentirse bien y no agotarse, como el deporte, la lectura o un simple paseo. Con respecto a los niños, conviene anticiparles cuánto tiempo estaremos trabajando y darles indicaciones concretas sobre qué esperamos de ellos durante ese momento, como ayudarles a ser conscientes de que necesitamos que lo respeten y por qué, decidir juntos a qué se dedicarán ellos mientras papá y mamá trabajan o señalarles que no deben interrumpirnos”, comenta Valverde.

El papel de los hijos cuando los padres teletrabajan

Los niños juegan un papel fundamental para que el sistema del trabajo de sus padres en casa funcione, pero necesitan que sus progenitores estructuren “la actividad y el tiempo para evitar tiempos muertos. Se puede conseguir estableciendo la hora de los deberes, del juego; de la ducha o de la cena. Es decir, una rutina beneficiosa que evite que interrumpan la actividad laboral de los padres en casa. Una vez finalizadas las obligaciones, conviene buscar una diversidad de actividades lúdicas a las que puedan dedicarse, como jugar con sus juguetes, leer cuentos, investigar sobre algún tema que les despierte curiosidad, hacer manualidades o realizar alguna actividad física o deportiva”, añade la psicóloga Carla Valverde.

La edad de los niños influye en la percepción del teletrabajo de sus padres desde casa

Los niños más pequeños tienen más dificultad para “entender el hecho de que ver a sus padres físicamente, no supone que estén disponibles. Los niños más mayores están más adiestrados en adaptarse a los adultos, comprenden mejor las normas y pueden abstraerse mejor de lo que dicen sus sentidos. Para conseguirlo más fácilmente, conviene que haya espacios físicos distintos dentro de la casa, pero hay veces en que esto no es posible y viene bien, además de marcar horarios los más claros posibles para distinguir el trabajo del ocio, hacer algún cambio físico en la distribución de los muebles, la decoración o, incluso, algún objeto claro y visible que indique si se está en modo trabajo o no”, explica Tristana Suárez, psicóloga y terapeuta Gestalt.

Los niños, en general, están “felices con el hecho de tener a sus padres tan cerca. Es algo que casi todos consideran como un regalo de la pandemia, ya que en general los padres que trabajan fuera suelen estar mucho tiempo ausentes. Sin embargo, esta situación puede requerir de los padres mucha flexibilidad para estar cambiando de tarea y actitud muchas veces en el día; de la atención al trabajo a la de los hijos. Hablarles un poco de lo que el padre o la madre se trae entre manos, también ayuda a los niños a comprender y compartir con más paciencia y a sentir que pueden asomarse a esa cosa misteriosa que suele ser el trabajo de los papás”, Observa Suárez.

Salir a la calle es una opción estupenda para desconectar del trabajo y aprovechar para “dar un paseo con los niños, hacer compras, jugar o respirar al aire libre, aunque muchas veces los padres necesitan un rato a solas antes para hacer el tránsito de modo trabajo a modo familia y cada cual debe encontrar lo que mejor le funcione, como preparar la agenda para el día siguiente, charlar con un amigo, meditar, hacer unos estiramientos o salir a correr un rato”, concluye la psicóloga Tristana Suárez.

Fuente: El País

Elegir los disfraces, decorar las calabazas y recoger ricas golosinas alegra a muchos niños el día de Halloween. Algunas tradiciones de Halloween serán diferentes este año para mantenernos sanos durante la pandemia del COVID-19. Sin embargo, todavía hay muchas maneras en que las familias se pueden divertir sin el miedo de ser expuestos o de esparcir el virus.

Lo más importante es seguir haciéndolo que ha estado haciendo: evitar aglomeraciones de gente, mantener una distancia de dos metros (seis pies) de otras personas, usar cubiertas de tela para la cara (¡piense súper héroe!), y lavarse las manos a menudo. Aquí, algunas ideas para mantener medidas de seguridad mientras celebra: 

Fiestas de disfraces virtuales y desfiles

Use chats de video para hacer una fiesta en línea con amigos y familiares y mostrar los disfraces y jugar juegos. ¡Diviértase con esto! ¡En los climas fríos, esta puede ser la primera vez que su niño se puede poner un disfraz que no esté escondido bajo un abrigo! Los desfiles de disfraces al aire libre son otra opción, si es posible que todos se puedan mantener a por lo menos 2 metros (6 pies) de distancia y usar mascarillas de tela.

Recuerde: una máscara de disfraz no es un sustituto de una cubierta de tela para la cara, a no ser que tenga varias capas de tela de tejido transpirable y que cubra bien y cómodamente la boca y la nariz.

​Si los niños piensan en usar mascarillas como parte de sus disfraces, no deben pintarlas ya que algunas pinturas contienen toxinas.​​

​​​​​Noche de películas de terror/miedo

Celebre con una noche de película y vístase como su personaje favorito. Hágalo en casa con su familia y considere dejar que los niños vean con sus amigos en chats de video, todos empezando a ver la película al mismo tiempo. Para consejos sobre películas apropiadas para la edad del niño, lea más aquí.

Adornar las calabazas

Esta es una tradición de Halloween que sigue siendo tan segura y divertida. Como siempre, tenga cuidado y evite lesiones al tallar la calabaza. Los niños pueden dibujar una ​cara con marcadores. Luego los padres de familia pueden cortar. Cuando terminen de tallar, considere usar una luz de pila en lugar de una vela/llama para ponerla adentro de la calabaza.

Platillos con temas de Halloween

Prepare algunos platillos divertidos para Halloween en familia. Adorne una pizza con aderezos/ingredientes en forma de calabaza linterna, por ejemplo, o haga calabazas con mandarinas (pele la mandarina y ponga una rebanada fina de apio encima para que parezca un tallo). Cerciórese de que sus platillos no presenten un riesgo de asfixia si tiene niños menores de 3 años.

Eventos comunitarios al aire libre 

Busque eventos comunitarios al aire libre en su localidad. Manténgase alejado de las muchedumbres y agrupamientos, y siga la regla de mantener una distancia sana incluso cuando esté al aire libre.

Un bosque embrujado o un laberinto de maíz son mejores opciones, siempre y cuando se use mascarilla, se practique distanciamiento social y se haga cumplir la ruta en una sola dirección. Si cree que va haber gritería, guarde una distancia adicional para disminuir el riesgo de propagar el virus respiratorio. Si usted va a un huerto/parcela de calabazas o a un huerto de manzanas, use también desinfectante para manos antes y después de tocar el fruto que recoge. 

Recuerde a los niños que tengan cuidado con los automóviles ya que los conductores no siempre pueden verlos. Cerciórese de que los zapatos les queden bien y que los disfraces no sean muy largos para prevenir que se enreden o tropiecen o que entren en contacto con llamas.​

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Si dejan pedir dulces en su comunidad…

Este año, pedir dulces de casa en casa puede no ser recomendado o cancelado en algunos lugares. Una búsqueda/caza de tesoros para encontrar golosinas en su casa o patio puede ser una alternativa divertida. Si pedir dulces en su vecindario es una posibilidad, evite grandes aglomeraciones o agrupamientos en las puertas de las casas o en cualquier otro lugar. Si usted va a repartir golosinas, considere sentarse fuera de la casa y poner bolsitas separadas y empacadas individualmente con golosinas para que las familias las recojan (no olvide usar su propia mascarilla). Los regalitos que no son comestibles también son una buena opción, especialmente para niños que sufren de alergias alimentarias.

No está muy claro cuánto el tocar objetos contribuye a la propagación del virus. Pero si su niño recoge golosinas de varios vecindarios alejados, trate de limpiar las envolturas o déjelos a un lado sin tocarlos un par de días antes de dárselos a su niño. ¡Y, por supuesto, siempre es buena idea practicar buena higiene de las manos como lavarse las manos o usar un desinfectante antes y después de pedir dulces!

Recuerde:

¡Halloween durante la pandemia del COVID-19 le brinda una buena oportunidad a usted y a sus niños de ser creativos, e incluso empezar algunas nuevas tradiciones en su familia! También es una gran oportunidad para dar un ejemplo de flexibilidad y una actitud positiva. Si usted se emociona y lo hace divertido, sus niños también se divertirán.

Y lo que es más importante, es una buena oportunidad para enseñarles a los niños la importancia de protegerse, no solo a ellos mismos sino también a otros. Las decisiones que tomamos en este día pueden tener un efecto dominó más allá de nuestras propias familias. Encontrar maneras seguras de celebrar puede crear recuerdos mágicos.

¿Qué es la Patología Dual?

Se utiliza el término patología dual en el campo de la salud mental, para valorar aquellos pacientes que sufren de manera simultánea o a lo largo de su vida una adicción y otro trastorno mental. Las adicciones pueden ser elementos o sustancias moralmente aprobadas en la cultura actual como: el tabaco, el café, el alcohol, los analgésicos o aquellas que no disfrutan del mismo status como: el cannabis, la cocaína, anfetaminas y los opioides. También se puede considerar la Ludopatía como adicción de comportamiento.

Síntomas de la patología dual

Los síntomas más frecuentes de la patología dual son:

  • Alto nivel de impulsividad.
  • Agresión y violencia.
  • No respetar las pautas, normas o consignas.
  • Desorden rutinario en la convivencia, ideas paranoides con una forma personal de decodificar la realidad.
  • Marginalidad y vagabundeo.

Además a estos síntomas se suman aquellos provocados por la sustancia en sí.

Algunos síntomas de la patología dual pueden ser la agresión, la violencia y la marginalidad
 

Pruebas médicas para la patología dual

Con el fin de hacer un correcto diagnóstico para identificar la patología dual existen criterios de uno de los primeros manuales diagnósticos de psiquiatría (DSM) que diferencian entre trastornos primarios (no asociados por el consumo de sustancias ni debidos a una enfermedad con causa médica reconocida), efectos esperados (resultado del consumo o al periodo de abstinencia de una sustancia) o trastornos inducidos por sustancias (clasificados como excesivos ante la aparición de intoxicación por la sustancia o abstinencia de la misma).

¿Cuáles son las causas de la patología dual?

Existen diferentes causas que pueden derivar en una patología dual entre ellas:

  • Trastorno mental: sufrir algún tipo de trastorno mental supone un factor de riesgo que puede conducir a desarrollar alguna adicción.
  • Consumo de sustancias: una de las secuelas del consumo de sustancias puede derivar en una patología dual.
  • Elementos causales comunes: los factores de vulnerabilidad común que rodean a la persona es otra de las posibles causas de la patología dual, estos pueden facilitar la aparición de un trastorno mental o una adicción.
  • Trastornos independientes: existen casos en los que no se puede encontrar ninguna causa-efecto entre la adicción y el trastorno mental.

¿Se puede prevenir?

La prevención se basa en evitar cualquier factor de riesgo que pueda conducir a una adicción. Por ejemplo evitar el consumo de cocaína ayudará a que si el paciente sufre algún trastorno mental no se combine y provoque la patología dual. Seguir el tratamiento que ordena el especialista se trata de otra medida preventiva, al igual que seguir correctamente las actividades terapéuticas y rehabilitadoras. Acertar a la hora de elegir un entorno de trabajo y de vida adecuado es otra de las medidas que pueden favorecer la prevención de la patología dual.

La Asociación DUAL, entidad sin ánimo de lucro especializada en la atención a personas en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social, entre otras, personas con patología Dual, personas con enfermedad mental o personas drogodependientes, personas sin hogar, mujeres con menores a su cargo que carecen de apoyo, familias en situación de necesidad, niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados o jóvenes inmigrantes extutelados por la comunidad autónoma que tras cumplir la mayoría de edad quedan en situación de grave desamparo.

Sin renunciar a nuestros orígenes como pioneros en el diseño y puesta en marcha de recursos, programas y servicios específicos para personas con patología dual, en esta página encontrará información relevante a ese respecto en un bloque temático concreto, pero también podrá conocer las iniciativas que en la actualidad venimos desarrollando de acuerdo con nuestros fines estatutarios.

Cientos de familias se plantean desescolarizar a sus hijos, aunque difieren los motivos entre los ‘covidschoolers’, que desconfían de la escuela debido al coronavirus, y los ‘homeschoolers’ que defienden un modo alternativo de vida.

Las mañanas de los hermanos Ot (12 años), Aran (10), Auró (7) y Riu (2) comienzan como la de cualquier niño: desayunan, bromean, se calzan unas botas y salen a pisar el suelo mojado con olor a lluvia antes de aprender inglés, ciencias naturales, geometría o dibujo libre. La única diferencia es que su aprendizaje se dará en casa, jugando y experimentando, porque estos cuatro hermanos forman parte de las 2.000 a 4.000 familias que, según The European Network of Home Education, practican homeschooling en nuestro país. Nunca han pisado una escuela.

Según la Coordinadora Catalana pel Reconeixement i la Regulació Homeschooling (CCRRH), en Cataluña se estima que 500 familias practican este tipo de educación en casa. Desde el confinamiento, las consultas aumentaron un 900%. La avalancha de peticiones llevó a la asociación catalana a lanzar un comunicado en el que detenían las nuevas afiliaciones, porque la filosofía homeschooler, que conlleva una implicación educativa y familiar a largo plazo, no encajaba con los motivos de aquellas familias que querían sacar a sus hijos de las escuelas, de forma temporal, por miedo al coronavirus.

“Nosotros luchamos desde hace años por una legislación que nos saque de la situación de alegalidad en la que nos encontramos. Queremos que sea un tipo de educación reconocido, no perseguido. Para las familias que solo quieren sacar a sus hijos del colegio por la covid, el sistema escolar tradicional les funciona bien, lo que les preocupa son las medidas y situación excepcionales. Hay que tener muy claro que este tipo de educación requiere una dedicación completa, 24 horas al día, 365 días al año, porque los niños están constantemente aprendiendo y formándose. Esto es un proyecto de vida”, explica Carlota Sala, autora del blog Freeschoolers y presidenta de la CCRRH.

Su familia eligió este tipo de educación cuando su hijo mayor iba a comenzar Primaria, porque no les convencía el modelo de escuela tradicional. “No somos anti-escuela en absoluto, simplemente el colegio no encajaba con nuestra filosofía de vida, ni por los ritmos, ni por forma de aprendizaje, ni por pasar tantas horas sentados frente a la pizarra, ni por llevar los deberes a casa. Nos planteamos buscar algún tipo de escuela alternativa, con modelos de educación libre, pero no encontrábamos para Primaria. Así que tomamos la decisión, casi de forma natural, de que nuestra familia sería homeschooler, y dentro de las ramas de esta educación, seríamos unschoolers.

Es decir, no marcamos horarios ni objetivos académicos para cumplir un currículo educativo, sino que acompañamos y fomentamos la curiosidad de los niños y su aprendizaje autónomo durante todo el día”, describe Sala. Sus hijos aprenden matemáticas con los ingredientes necesarios para elaborar recetas de cocina, principios de física construyendo cabañas en los árboles, experimentos químicos con videotutoriales y ciencias en el entorno natural donde viven.

La Asociación por la Libre Educación (ALE) también ha observado la tendencia ascendente entre las familias interesadas en el homeschooling, y solo en el último mes han registrado 100 nuevos afiliados. “Para que el paso al homeschooling funcione, nuestra recomendación es que primero se reflexione y se tome la decisión consciente de que esto supone un cambio de vida. Recomendamos no mentir, no inventarse que se van al extranjero… ir con la verdad por delante y comunicar por escrito a la escuela que van a desescolarizar a su hijo, porque van a optar por una educación en casa”, sostiene Alejandro Muñoz, vicepresidente de ALE. En ese caso, el colegio puede abrir un protocolo de absentismo escolar, que investigará Servicios Sociales, para comprobar si la familia tiene previsto ese plan de educación no formal en el hogar. “También les asesoramos cuando tienen dudas porque no son pedagogos ni docentes de formación.

No es necesario: no somos profesores de nuestros hijos, sino acompañantes en su aprendizaje. Y afortunadamente, la sociedad española está muy alfabetizada, así que en Primaria será un proceso de aprendizaje muy intuitivo. Cuando crezcan habrá temarios o conocimiento que quizá no tenemos, pero entonces se puede acudir a profesionales externos o clases online”, añade.

¿Y cómo se homologa ese conocimiento? Las familias que lo deseen podrían volver a escolarizar en cualquier momento a sus hijos, cuando por edad estén en período de escolarización obligatoria. Y si prefieren seguir con la educación en casa, a los 18 años (no antes) podrían presentarse al examen libre para obtener el Graduado Escolar, o acceder a un Grado Medio de Formación Profesional, previo examen de capacitación y madurez con 17 años, y de ahí continuar los estudios de un Grado Superior y Universidad, sin haber puesto un pie en la ESO.

Tipos de familias homeschoolers

“La educación en casa no es un solo tipo de educación, sino muchos tipos”, señala el vicepresidente de ALE. “Están los homeschoolers, que llevan el currículo educativo de la escuela a casa y siguen un temario dirigido, respetando los ritmos de los niños, pero guiándose por el sistema escolar; los unschoolers, que no siguen un currículo educativo pautado; y los flexischoolers, que combinan una escolarización tradicional con la enseñanza en casa”. A estos tres grupos habría que sumar ahora los “covidschoolers”, que han visto en la pandemia un argumento para sacar a los niños de la escuela.

Madalen Goiria, profesora de Derecho en la Universidad del País Vasco y experta en aspectos jurídicos del homeschooling, distingue en su estudio El fenómeno del homeschool o educación en casa, cuatro tipos de padres que optan por este tipo de educación: los “protectores”, que quieren evitar la influencia que consideran negativa del sistema educativo en sus hijos, los “educadores”, que buscan una educación más natural y adaptada a los ritmos del niño, los “rebeldes”, que rechazan las instituciones, y las “víctimas del sistema educativo”, que sacan a sus hijos de la escuela por malas experiencias relacionadas con el acoso escolar, dificultades de aprendizaje no atendidas o falta de adaptación familiar por distintas necesidades culturales o lingüísticas.

Yvonne Laborda, terapeuta y autora del libro Dar voz al niño, también practica unschooling con sus tres hijos adolescentes. Sus dos hijos menores han elegido acudir tres horas por la mañana a proyectos educativos dirigidos, donde interaccionan con otros niños, y la mayor, Ainara, prefiere seguir formándose en casa, escribir su primer libro y, cuando la pandemia lo permita, reincorporarse a sus clases de teatro.

Laborda asesora y acompaña a familias que se estén planteando una crianza consciente e imparte cursos sobre aprendizaje autónomo no dirigido. En su caso, a raíz de la pandemia también ha observado un crecimiento exponencial de consultas y peticiones de talleres online sobre homeschooling. “De las 200 familias que se inscribieron en el taller, 100 lo hacían por primera vez, en busca de información. En mis charlas suelo explicar que para educar en casa te tiene que apetecer estar todo el día con tus hijos, honestamente. Si por tiempo, por trabajo, no vas a poder, esto no es para ti porque te va a agobiar, tengas o no conocimientos, dinero o capacidades. Para esos casos, la escuela sigue siendo una buena opción, no pasa nada, está muy bien delegar. En casa podemos “compensar”: primero que el niño haga lo que le apasiona, lo que le gusta, con tiempo, dejémosles desplegar sus talentos. Y luego ya, los deberes. Pero por desgracia, lo hacemos al revés y cuando llegan a casa ya están agotados”.

¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS LEGALES DE LA DESESCOLARIZACIÓN?

Uno de los miedos más extendidos entre las familias que se plantean una desescolarización a largo plazo de sus hijos es una denuncia ante los Servicios Sociales, que a su vez llegue a la Fiscalía y el expediente abierto acabe ante un juez. ¿Tiene consecuencias penales esta forma de educación, si es considerada un “delito de abandono” por absentismo escolar? “El artículo 27.4 de la Constitución señala la ‘obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza básica’, pero no dispone que obligatoriamente se produzca en la escuela. Sin embargo, sí aparece esa asociación entre educación y escolarización obligatoria de seis a 16 años en la LOGSE, que rompe con el sistema anterior, que provenía de la ley Moyano y reconocía una triple educación: estatal, privada y educación doméstica”, apunta la profesora Madalen Goiria. “La jurisprudencia del Tribunal Supremo establece, ya desde 1994, que no se sigan procesos penales por casos de homeschooling, porque el delito se comete cuando el menor no recibe “educación”, no cuando no acude al colegio. Ante una inspección, los padres tienen que demostrar que la desescolarización no provoca un daño a los menores y no les priva de su derecho a la educación.

Si los padres o tutores pueden demostrar que están cumpliendo con ese derecho y proporcionan un programa educativo individualizado, adaptado y adecuado a las necesidades y edad del niño, se desmontaría toda la causa y se desestima o se archiva, porque al proporcionar esa formación no hay ninguna vulneración del derecho del menor”, añade. No obstante, todo depende de la Comunidad Autónoma donde se viva, con más o menos permisividad. Puede darse un procedimiento por vía civil, de jurisdicción voluntaria, que lo que busca es la escolarización del niño y suele verse precedido de denuncias, ya sean del entorno familiar (como el caso de procesos de divorcio sin acuerdo sobre la educación del niño) o social. Si la investigación y el juez concluyen que el menor no está recibiendo una educación adecuada en casa se dictaría una orden de escolarización, que de no cumplirse podría ser considerado delito de desobediencia.

Fuente: El País

Hay cosas que los niños tienen que empezar a saber desde los 12 años, que es cuando, más o menos, empieza la adolescencia.

Amigas adolescentes hablando sobre su futuro.

Hay ciertas cosas que deben saber los niños desde los 12 años. En esa edad, su entendimiento y madurez es mayor y comprenden lo que les decimos. Atrás quedaron las etapas en las que había que encontrar las palabras adecuadas para explicarles las cosas cuando eran más pequeños.

Desde los 12 a los 18 años, la etapa de la adolescencia, se producen muchos cambios psicológicos, físicos y sociales. Por eso, es importante que se hable de determinados temas que deben conocer ya en estas edades.

¿Qué cosas deben saber los niños desde los 12 años?

Los amigos

Es importante enseñarles el valor de la amistad y que lo importante no es la cantidad de amigos que tenga, sino la calidad. Los niños, a partir de los 12 años, ya empiezan a tener sus grupos de amistades con los que pasarán tiempo. Por eso, es necesario que escojan bien a esas personas.

No seremos los padres los que les tengamos que decir con quién relacionarse, sino que ellos han de tener claro lo que significa la amistad y sepan elegir. Hay que explicarles que los amigos son aquellos que nos hacen sentir bien y que nos ayudan a ser mejores.

Mantener una vida sana, tener buena alimentación y hacer ejercicio

Inculcarles buenos hábitos es fundamental, como hacer ejercicio, practivar algún deporte que les guste y, por supuesto, llevar una dieta equilibrada y sana.

Para eso, tenemos que ser su ejemplo y explicarles por qué es tan importante que se muevan y lleven una vida saludables. Si desde la infancia los educamos en los buenos hábitos, podremos prevenir muchas enfermedades en un futuro.

La responsabilidad, una de las cosas que deben saber los niños desde los 12 años

Para que en un futuro sean personas exitosas, es importante que sepan actuar con responsabilidad y asuman las consecuencias de sus actos. Tienen que aprender que todos tenemos responsabilidades con las que debemos cumplir y que el esfuerzo será lo que les ayude a conseguir todo lo que se propongan.

Alcohol y drogas

En la adolescencia, el alcohol y las drogas puede ser un gran problema, sobre todo porque ya se dejan influenciar por el grupo de amigos y pueden empezar a experimentar con ellos.

Por esta razón, es importante que les expliquemos los efectos y las graves consecuencias que pueden tener las drogas en la vida de las personas. Nunca desde la prohibición, puesto que esta incita a experimentar las cosas prohibidas.

Fracasar y cometer errores

Hablar con ellos sobre el fracaso y que eso no tiene por qué darles ningún temor, pues todos cometemos errores y no por eso fracasamos. Tienen que ver el fracaso como un aprendizaje para, así, no volver a cometer el error más adelante.

La tecnología, otras de las cosas que deben saber los niños desde los 12 años

Hoy en día, la tecnología forman parte de nuestra vida, pero tiene su parte mala: la adicción, por ejemplo, a los videojuegos, a los móviles y a las tablets. Por eso, debemos explicarles que tienen sus responsabilidades y que a la tecnología le podemos dedicar un tiempo corto en nuestros ratos libres, pero sin que se convierta en una obsesión.

Los padres tenemos que controlar el tiempo con las nuevas tecnologías y siempre darles otras opciones más saludables, como jugar con ellos a juegos de mesa, salir a pasear, ir de pícnic…

Más cosas que deben saber los niños desde los 12 años

Sexualidad humana

El tema del sexo no tiene que ser un tema prohibido en la familia y es necesario que hablemos con naturalidad sobre él. Si tienen dudas, hemos de resolvérselas de manera natural y que, antes cualquier información que necesiten, debemos ser los padres quienes se la proporcionen, no que la busquen por otros medios.

Háblales a tus hijos sobre que el sexo debe ser consentido por ambas partes, sobre el embarazo, el respeto y los métodos anticonceptivos.

Redes sociales

Las redes sociales se han convertido en una ventana donde poner fotos y estados sobre lo que estamos haciendo. Muchos adolescentes se obsesionan por la cantidad de likes que reciben. Por eso, es importante explicarles los peligros que tienen las redes sociales.

A través de estas, se dan, muchas veces, casos de acoso escolar o incluso  puede haber gente que puede aprovecharse de ellos. Es muy importante que les digamos que no deben hablar con desconocidos y que sus contenidos sean siempre privados.

En definitiva, estas son algunas de las cosas que deben saber los niños desde los 12 años. Es importante y necesario hablarles sobre todos estos temas para que sepan afrontar esta etapa con éxito y sin problemas.

Siempre debemos hablar de todo con naturalidad, sin juicios ni reproches, pues, de esa manera, acabarán alejándose y no nos contarán nada acerca de sus problemas.

Hay niños a los que les encanta contar cómo les fue el día en el colegio y, sin que se los preguntes, te dirán todo lo que les sucedió, tanto a ellos como a sus amigos. En cambio, a otros pequeños les cuesta mucho hablar sobre su día a día y cuando quieras indagar te responderán con un monosílabo.

Sin embargo, es muy importante que conozcas cómo le va a tu hijo en el colegio, no solo desde el punto de vista académico sino también en sus relaciones interpersonales. Un niño que no se siente a gusto en la escuela, que se siente excluido de su grupo de amigos o que piensa que no es lo suficientemente bueno en las materias terminará convirtiéndose en un pequeño con una baja autoestima, inseguro e incapaz de construir relaciones asertivas con los demás. También podría convertirse en un niño rebelde, desobediente e incapaz de seguir las normas y de hacer amigos.

Por otra parte, si no sabes cómo le va a tu hijo en el colegio, no podrás brindarle la ayuda que necesita en caso de que, por ejemplo, esté sufriendo acoso escolar. De hecho, se ha demostrado que la mayoría de los casos de bullying pasan desapercibidos para los padres y profesores porque los niños no suelen hablar del tema, de manera que el problema sale a la luz cuando el daño mayor ya está hecho. Tengamos en cuenta que solo en España se estima que existen más de 500.000 niños que sufren acoso escolar, de los cuáles se conocen muy pocos.

Preguntas para niños

La buena noticia es que existen diferentes formas para conocer cómo le va a tu hijo en el colegio sin recurrir a la clásica pregunta a la que suelen responder lacónicamente. Te mostramos otras formas de preguntarle cómo le ha ido la jornada.

¿Cómo preguntarle a tu hijo cómo fue su día en el colegio?

  1. ¿Qué es lo que más te ha gustado hacer hoy en el colegio?
  2. ¿Con quién hubieras preferido no jugar en el recreo?
  3. ¿Qué ha sido lo mejor que te ha pasado hoy en el colegio? ¿Y lo peor?
  4. Si fueras el profesor, ¿qué hubieras hecho hoy y qué no hubieras hecho en clase?
  5. ¿Con quién hubieras podido ser más simpático hoy en clase? ¿Por qué no lo fuiste?
  6. ¿Qué te hubiera gustado hacer o aprender hoy en el colegio?
  7. Si hoy hubieras podido cambiar de sitio a alguien de tu clase, ¿a quién habrías cambiado? ¿Por qué?
  8. ¿Qué es lo que te ha parecido más aburrido del día?
  9. Cuéntame algo divertido que te haya sucedido hoy.
  10. Si hubieras podido elegir, ¿Con quién te hubiera gustado sentarte en clase hoy? ¿Y con quién no te habría gustado? ¿Por qué?
  11. Si llamara a tu profesor ahora, ¿qué me diría sobre tu comportamiento en clases hoy?
  12. ¿Has ayudado a algún compañero hoy? ¿Cómo?
  13. ¿Algún compañero te ha ayudado hoy? ¿Cómo?
  14. Cuéntame algo interesante que hayas aprendido a lo largo del día.
  15. ¿Hiciste algo que te hiciera feliz hoy?
  16. De las cosas que hiciste hoy, ¿qué te hubiera gustado no hacer?
  17. ¿Quién hizo algo divertido hoy en clase? ¿Por qué te pareció divertido?
  18. ¿Te hubiera gustado jugar con alguien en el recreo hoy, alguien con quien nunca has jugado?
  19. ¿Preferirías que alguien de tu clase no hubiera ido hoy? ¿Por qué?
  20. ¿Qué clase te ha gustado más hoy?
  21. Cuéntame algo positivo que te haya ocurrido hoy.
  22. ¿A qué jugaste hoy en el recreo?
  23. ¿Cuál ha sido tu parte favorita de la comida?
  24. ¿Ha sucedido algo triste hoy?
  25. Si pudieras borrar algo que sucedió hoy, ¿qué borrarías?

Fuente: etapainfantil.com

Un comentario de texto a propósito de un fragmento de guion de ‘Merlí’, un trabajo en grupo con dudas sobre sexo con la excusa de ‘Sex Education’ o ‘Titans’ para repasar clásicos del mundo del cómic. Así ha aprovechado Cristian Olivé las series de Netflix para trabajar Lengua y Literatura en 2º de ESO en la Escola Joan Pelegrí de Barcelona.

Netflix y otras plataformas de streaming representan la sociedad audiovisual de los tiempos modernos. Los jóvenes de hoy consumen cada vez más contenidos en diferido porque pueden decidir dónde y cuándo hacerlo. Desde el punto de vista educativo, los recursos que Netflix puede ofrecer para las clases de Lengua y Literatura son tan extensos como lo es su catálogo.

Por ejemplo, la serie ‘Élite’ puede ser un buen arranque para hablar de novela negra. Sería, cuanto menos, sorprendente llegar a clase con los planos reales del instituto donde estudian día a día y pedirles que sitúen la escena de un crimen para luego elaborar una noticia con las seis preguntas básicas del periodismo.

Merlí

Con la excusa de que casi todos conocen ‘Sex Education’, pueden realizar un trabajo en grupo en el que expongan sus dudas sobre sexo, preparen un cuestionario, investiguen sobre dichos asuntos y, finalmente, recreen un consultorio juvenil como en la serie de Netflix.

Partiendo de una transcripción de los diálogos de una secuencia de ‘La casa de papel’, pueden añadirle una voz narrativa que combine estilo directo e indirecto. Además, tras algunas visualizaciones del video en clase, pueden recopilar descripciones de lo que sucede para incorporarlas a modo de incisos en el texto dialogado.

¡Hemos dejado entrar a Merlí en clase!

Siempre agradecen que con la literatura miremos más allá de los clásicos. Por ello, a partir de un fragmento de guion de ‘Merlí’, podemos mostrarles las diferencias entre un texto teatral y un guion cinematográfico. Teniendo en cuenta que la serie también trata de forma recurrente los temas de la diversidad y de la tolerancia, podrían buscar información y elaborar un reportaje sobre la situación LGTBI en el mundo.

Merlí Series de Netflix en clase

Black Mirror’, a pesar de estar enfocada a un público más adulto, es conocida por la mayoría de jóvenes. La serie explora los límites de la tecnología, de modo que se puede entablar un debate en clase con argumentos a favor y en contra acerca de la adicción a las redes sociales y qué piensan de la batalla de los likes. El contenido de la serie también puede ser la excusa para hablar de la literatura de distopías y no estaría de más pedirles que imaginen una breve trama de un capítulo con una sociedad futurista y distópica.

También para repasar literatura universal

Los superhéroes de ‘Titans’ pueden ser la razón para repasar algunos clásicos del mundo del cómic y de la novela gráfica. De hecho, con fotogramas de la serie podrían lanzarse a escribir algunas viñetas.

Series de Netflix en clase

En ‘You’ el protagonista es un desequilibrado librero. Como son constantes las referencias a obras de la literatura universal, podemos hacer un repaso de las más emblemáticas, desde “Frankenstein” hasta “El guardián entre el centeno”. De paso, se puede aprovechar que el verbo ‘stalkear’ resume a la perfección la trama de la serie para comentar otras expresiones adolescentes de origen anglosajón, como ‘hater’, ‘shippear’ o ‘hype’, entre otras.

¿Cómo ordenar el aula?

El texto instructivo es la modalidad con la que Marie Kondo ayuda a sus clientes a ordenar su hogar en la serie de Netflix. Por esta razón, una manera divertida y relajada de trabajar dicha tipología textual podría ser pidiéndoles que sienten las bases de cómo tener el aula decente y ordenada en todo momento.

En resumen, Netflix ofrece un abanico lo bastante amplio como para acercar la asignatura de Lengua y Literatura a los jóvenes. Dicen que todo tiene su secreto y, en nuestra profesión, convertir un punto de interés cercano a los alumnos en materia de clase suele ser un éxito asegurado.

Fuente: Educación 3.0

Después de seis meses de interrupción por la pandemia y las vacaciones, el lunes arranca el curso escolar para la mayor parte de los estudiantes no universitarios. Aunque el largo paréntesis intensifica la ilusión por el reencuentro, será una vuelta al cole atípica, marcado por la normativa de seguridad en los centros. Las mochilas están a punto, provistas de material escolar y, como novedad, de un recipiente con agua para evitar el uso colectivo de fuentes en colegios e institutos. Este año, como rezaba aquel anuncio que triunfó en 1973, para ir al colegio hay algo tan imprescindible como la cartera, pero no son los donuts, sino la mascarilla. ¿Qué tipo es el más apropiado para los niños?

Como norma general, las autoridades sanitarias recomiendan el uso de mascarillas higiénicas (las quirúrgicas son las apropiadas para las personas enfermas y las EPI para quienes estén en contacto con pacientes de Covid-19). Suelen estar compuestas por una o varias capas de material textil y pueden ser reutilizables o de un solo uso. 

Homologaciones sanitarias, tallas adecuadas y correcto uso y mantenimiento, las claves

“Es un método de barrera que, a la hora de hablar o toser, evita transmitir a otras personas, ya sea el virus de la Covid-19 o el del resfriado”, apunta Maria Perelló, responsable del Centro de Información del Medicamento del Col·legi de Farmacèutics de Barcelona. En su opinión, el nivel de protección no varía en función de si es o no reutilizable, sino del cumplimiento de las homologaciones sanitarias y del correcto uso y mantenimiento de la máscara.

En este sentido, debe escogerse la medida adecuada entre el rango de tres tallas de mascarillas existente: de 3 a 5, de 6 a 9 y de 10 a 12 años. Y un adulto debe supervisar su colocación y retirada, de manera que cubra boca, nariz y barbilla. La talla, la duración (desechable o reutilizable), las instrucciones de colocación y uso, la composición y las instrucciones de mantenimiento (cómo lavarla y número máximo de lavados) deben figurar en el etiquetado. También debe prestarse atención a las especificaciones de homologación que debe corresponder a un organismo de normalización reconocido. La etiqueta de la Asociación Española de Normalización ( UNE) asegura el cumplimiento de un estándar de calidad.

Las higiénicas reutilizables (por norma general no se recomienda usarlas durante más de 4 horas, resisten 10 lavados y sus precios son dispares) son el tipo de mascarilla que la Conselleria d’Educació proporcionará a los docentes, y el que previsiblemente utilizará la mayor parte de los alumnos por comodidad y relación precio/durabilidad. Adicionalmente, está previsto que cada profesor reciba una máscara FFP2, que evita tanto contagiar como contagiarse (en farmacias, a precios de 2,95 euros para los adultos y 3,95 las infantiles), para los casos en que deban acompañar a un estudiante supuestamente infectado.

Sin llegar al nivel de sofisticación de las FFP2 (con una duración de entre 3 y 4 días en uso intensivo), la farmacéutica Cristina Robles recomienda iniciar el curso con máscaras de tela con filtros incorporados. “La ventaja sobre las higiénicas normales es que no contagias a los demás pero tú tampoco adquieres los virus”, argumenta. “La máscara se puede ir lavando, pero los filtros deben cambiarse”, precisa. Se venden en farmacias a un precio de unos 10 euros, que incluye el tapabocas y 10 filtros de recambio.

Respecto a la utilización, los especialistas recomiendan el lavado de manos previo a la colocación y retirada de la máscara. Y para los desmemoriados, que siempre los habrá, como aquel niño uniformado que, camino de la escuela, se olvidaba los donuts en casa y cuando iba a por ellos se dejaba la cartera, Educació ha previsto dotar a las escuelas con un remanente de mascarillas (higiénicas reutilizables). También para los posibles casos de roturas o pérdidas durante el horario lectivo.