Hay jóvenes en España entre 16 y 19 años que saben responder con una precisión asombrosa a la pregunta “¿a qué personaje público te gustaría parecerte de mayor?”. Uno dice: “Quiero ser embajador en Londres”. Y otros dos: “Cualquier policía nacional que cumpla con lo ordenado” o “A algún arqueólogo”. No todos ven las cosas tan claras más allá de sus padres: “Al 16 de marzo del 2024… [día de la encuesta] no tengo referentes válidos. Si acaso el aguante y el cariño de mis aitas”. Otros siguen creyendo que la tele es un buen destino y quieren ser como “ese colectivo de personas y programas en los cuales por contar la vida de los demás y no hacer nada cobran unos muy buenos sueldos”.
Los jóvenes tienes aspiraciones quizás parecidas a las de otras generaciones: éxito, fama y dinero, pero también dudas, vocación y desapego. El final de la adolescencia es una etapa difícil en todas las épocas. Una encuesta da Educa 20.20 y Fundación Axa, realizada por Gad3, permite bucear en las inquietudes de futuro de más de 12.000 jóvenes españoles. De todos esos, 5.800 respondieron a la pregunta a quién querían parecerse de mayores. La respuesta era abierta: podían escribir lo que quisieran.
El personaje que más coincidencias suscitó fue Amancio Ortega. La pregunta se respondía tras una encuesta sobre el futuro profesional y 236 jóvenes coincidieron en escoger al propietario de Inditex.
Llama sobre todo la atención el éxito de Ortega entre las chicas: es el personaje al que querrían parecerse que más repiten. Las siguientes aspiraciones femeninas son “mi madre”, Emma Watson y Steve Jobs. Los chicos colocaron a Bill Gates y Steve Jobs por delante de Ortega.
Estas primeras elecciones ya muestran algo más sustancial que el personaje elegido: las chicas eligen a hombres como referentes, pero los chicos no escogen a mujeres. Esto explica la enorme disparidad de género: entre los 100 referentes más repetidos hay el triple de hombres que mujeres. La investigadora de la Universidad Carlos III Silvia Claveria no está sorprendida: “Hay una escasez de referentes mujeres en las que puedas reflejarte y por eso es tan importante que haya presencia de mujeres en política, que los premios sean paritarios”, dice. El sesgo se repite cuando los jóvenes miran a sus padres. Muchos chicos (2,3%) y muchas chicas (2,2%) querrían parecerse a su padre. Pero los chicos apenas mencionan a sus madres: hay ocho chicas que tienen a su madre de ejemplo (2,4%) por cada chico (0,3%). La preferencia por la madre es, según los datos, el doble en los colegios concertados o privados que en los públicos.
También hay diferencias de género en la profesión de los referentes. Muchas chicas señalan a empresarios (8%), pero no tantas como chicos (15%). El segundo grupo más popular entre las chicas son los personajes del mundo del espectáculo (7%) —como cantantes y actrices— y luego sus familias (6%). Los chicos prefieren figuras del deporte (5,9%) después de los empresarios. También se fijan mucho más en personajes del mundo de la tecnología y creadores de videojuegos. Las chicas en cambio miran más al ámbito de la cultura, la moda, la arquitectura y la ciencia. Citan más profesiones, quieren ser “abogado de éxito”, investigadoras, médicos y profesoras.
El dominio del mundo de la empresa puede deberse a que la pregunta estaba al final de un cuestionario sobre el futuro educativo y laboral de los jóvenes: “Si las preguntas te han hecho pensar en el dinero, la comodidad, la incertidumbre, es más fácil que te venga imágenes de personajes con un éxito indiscutible que con un perfil aventurero o arriesgado”, dice Alberto Penadés, profesor de la Universidad de Salamanca. La formulación de la pregunta quizá hace que no piensen en referentes jóvenes, según Penadés: “El “de mayor” es impreciso. Debe lograrse que todos piensen en lo mismo, no unos en cuando tengan 30 años y otros, 50”, dice.
Algunas respuestas parecen provocaciones adolescentes: hay menciones a Franco, Hitler o Stalin. El actor porno Nacho Vidal o el jugador de póker Dan Bilzerian también son opciones escogidas. Hay comentarios jocosos: “Trump (me gusta su pelazo)”. Este tipo de bromitas casi siempre las hacen chicos. Hay jóvenes que se imaginan un futuro entre dúos tremendos: “Elon Musk o Antonio Gramsci”, “Enrique Jardiel Poncela y/o Juan Carlos Monedero”. Hay pocos políticos y los tres primeros son norteamericanos: Barack Obama, Donald Trump, Michelle Obama. El primer español es Mariano Rajoy, justo por encima de Mandela. Hay más chicas que quieren ser Mandela y los Obama -tanto ella como él-, mientras que el dominio para Trump y Rajoy es claramente masculino. También aparece remotamente la alta cultura: el pintor Gustav Klimt, el músico Gustavo Dudamel o el cineasta Andrei Tarkovski.
Quizá por la percepción de la edad, hay pocos referentes propios de la era de internet: el hacker Chema Alonso, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, o la instagramer Dulceida, que está poco por encima de Coco Chanel. Los jóvenes ya postmillennials tienen incluso algún referente muy querido por los veteranos de la generación X: aspiro a parecerme a “anibal smith me encanta que los planes salgan bien”, dice uno, en referencia al jefe del televisivo Equipo A.