Bastaría con asistir a unas pocas clases elegidas al azar, para comprobar la esencia de lo que tan alegremente hemos definido que sucede en las escuelas: el aprendizaje.

Es un término suficientemente amplio en sí mismo como para hacer una auténtica y compleja disertación al respecto, y no puede ser el objeto de un breve artículo expositivo. Con cierta discreción, habremos de reconocer que la escuela actual da una prioridad sin igual a aquellos procesos que suponen la asimilación de conceptos, procesos y datos. El objetivo no es otro que el de facilitar a los alumnos el Conocimiento a partir de su retención, entendiendo que es un bien necesario para su desarrollo y formación posterior. Implícitamente su ventaja reside en el hecho de que cuanto más y mejor se produzca esa retención asimilatoria, un futuro mejor le esperará al alumno. Un futuro que se mide en clave de subsistencia. La escuela actual ayuda a subsistir, en un mundo que contemplamos desde la estaticidad.

Se ha ganado mucho terreno en ofrecer distintas variantes en los procesos que conducen al fin retentivo: fichas, actividades, prácticas, lenguajes diversos, estilos docentes más atractivos, textos más amenos, agrupaciones de alumnos menos discriminatorias, reducir los niveles de exigencia, etc. Todo ello es positivo para romper una homogeneidad didáctica que sin más dejaría fuera a unos cuantos alumnos. Pero para ser preciso suena a tormenta en un vaso de agua para los que pretenden una revolución en la enseñanza, que abra las bases hacia una pedagogía realmente diferente.

Se desconoce casi todo del Autismo, del que se han dicho diferentes cosas no siempre con muy buen tino. Lo que es obvio para los distintos profesionales que trabajan con ello es la absoluta necesidad de abordar sensitivamente el trabajo con quienes lo padecen, para poder avanzar en los procesos de aprendizaje más básicos. De toda la investigación científica en torno a ello se desprenden varias cuestiones importantes para definir el funcionamiento de cualquier cerebro humano. La más radical es la importancia del trabajo de los sentidos en la asimilación de los procesos de cualquier índole.

Ya por si, esto nos devuelve a un espacio de enseñanza esencialmente práctico y empírico para el alumno, en el que el desenvolvimiento de este ante diferentes realidades hace propicio a su pensamiento para la asimilación, y lógicamente hacia el aprendizaje no retentivo. Cualquier otro método que no contemple esta variable  adolece necesariamente de un sesgo natural que abre posibilidades negativas escindidoras, como la racionalista, la puramente mnésica, la doctrinal repetitiva  o la social adaptativa.

Hay pocos programas de enseñanza que promueven el desarrollo sensitivo como base hacia el conocimiento. Y este rechazo procede de un cierto desprecio de una cultura en la que el intelecto se hace dueño del pensamiento, cerrando aquellas vías que puedan cuestionar su dominio, especialmente las puertas de acceso hacia los “otros cerebros”, como son los que utilizan en buena medida los caudales sensitivos.

Recuerdo la experiencia de una maestra de primaria, que aplicando la libertad que concede la ley educativa actual al profesor para la elección del método de enseñanza que considerara más adecuado, tuvo la osadía de aplicar diferentes instrumentos teatrales –ejercicios, dicción, fonética, representación, mimo, control emocional, proyección, etc.– en toda iniciativa didáctica en la que se pudiesen aplicar con facilidad. La consecuencia fue un incremento medio de un 35% en los percentiles de rendimiento de los alumnos medidos en términos de incremento en sus calificaciones académicas, con resultados tan espectaculares en algunos de ellos que causaron el furor extrañado de todo el claustro de profesores del centro educativo.

El trabajo desde los sentidos es lo que un técnico programador entendería dentro de la categoría de “sensibilidad”. Educar la sensibilidad es en realidad lo que significa el trabajo a través de priorizar la actividad sensitiva de los alumnos, pero esta educación carece de antecedentes consistentes y prolongados en el tiempo, que permitan dotar a los proyectos educativos que quisieran dirigirse a objetivos no relacionados con la subsistencia, sino con el desarrollo evolutivo, de una base desde la cual poder trabajar y educar.

Por eso se hace necesario aventurarse, un tanto a ciegas, en la búsqueda de las relaciones que subyacen a los procesos sensitivos que dan soporte al resto de funciones pensantes, incluidas las cognitivas. Habría que surcar los vínculos ocultos a los que Salvador Dalí apelaba cuando decía que “Los artistas deberían tener nociones científicas para caminar sobre otro terreno, que es el de la unidad”, o lo que afirmaba Albert Einstein al decir que “Dostoievsky le había aportado más que cualquier científico, más que Gauss”.

La sinestesia, la capacidad de oír los colores, ver los sonidos o tocar los sabores, mezclando los sentidos en un único acto perceptivo, que posiblemente sea una fase infantil previa a la estructuración de los sentidos, nos permite extrapolar unas posibilidades de combinación sensitiva desde la cual establecer redes, de una complejidad y una riqueza nuevos en la contemplación de los procesos de aprendizaje, en la que la filosofía parte del dibujo, a la cuántica se llega a través de la piel, a la biología mediante la dramatización de los mitos clásicos o al algebra se accede desde la poética.

Son los procesos y procedimientos artísticos los que mejor ofrecen vías para el desarrollo de los sentidos, y debería permitirse que estos fueran los que desarrollaran los nuevos métodos de enseñanza, llenando de artistas las aulas y de pictogramas las paredes; de materiales que explotan en las columnas y sus figuras en el aire; de gritadores que persiguen el rastro de las voces para atraparlos en un gesto; de danzarinas que se asombran por el sabor de sus pies de agua; de músicos sin instrumentos que sueñan melodías recogidas en el espacio; de actores construyendo su propia realidad fugaz e infinita.

Algo que no sirve a nada, y por eso se acerca al todo.

Sobre Carlos Peiró Ripoll

Licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Fue director del IMFEF, y ha ocupado distintos puestos de responsabilidad en áreas dedicadas a la salud mental y la Psicología como Director de Psicologías y Terapias del Centro Asistencial Santa Teresa de Arévalo, del Gabinete de Psicología de la Empresa CTO, y de la Unidad de Orientación Familiar de la Comunidad de Madrid. Coordina programas de formación en las que destaca el de “Redes Familiares para la prevención” del Plan Nacional de Drogas. Mediador Social y Familiar.

-¿Por qué hay una tendencia cada vez mayor entre los padres por lograr que los niños gateen y caminen cuanto antes mejor?

Se ha identificado precocidad de los aprendizajes con una mayor inteligencia. Es cierto que los niños con altas capacidad suelen ser precoces en algunos aspectos, pero lograr que nuestros hijos realicen las cosas antes, de una manera forzada, no les va a convertir en más inteligentes. A partir del mito de los tres primeros años surgió un movimiento que buscaba la estimulación temprana de todos los niños como forma de aprovechar esa ventana temporal de aprendizaje que se daba durante los primeros años de vida. En la Universidad de Padres insistimos en que las personas aprenden durante toda la vida y que no es tan importante cuándo hacen un aprendizaje concreto sino la manera en que realizan dicho aprendizaje. De poco nos sirve que un niño camine con 12 meses si no es capaz de ponerse de pie solo desde el suelo; en la motricidad como en muchas otras áreas, el proceso es tan importante o más que el propio resultado.

En los Seminarios de la Universidad de Padres, investigamos sobre qué beneficios puede aportar a nuestros hijos la posibilidad de dejar que crezcan y aprendan moviéndose en libertad. Desarrollaremos cuáles son las etapas motrices por las que pasan los bebés. Y, muy importante, la relación entre movimiento, pensamiento, aprendizaje, autonomía y función ejecutiva.

-¿De qué manera influye en el desarrollo de los niños que cada vez jueguen menos en la calle, con la libertad que eso supone, y pasen más horas entre cuatro paredes?

Durante sus investigaciones, Pikler encontró que los niños se mantenían, como máximo, menos de 3 minutos en una misma posición mantenida y cambiaban de posición unas 50 veces en media hora. Aunque estos estudios están hechos con bebés, lo cierto es que dice mucho de la necesidad de movimiento que tienen los niños, incluso cuando creemos que apenas son capaces de moverse por sí mismos.

Los niños de todas las edades necesitan moverse en espacios amplios y necesitan estar en contacto con la naturaleza. Es curioso que la mayoría de los padres perciben que sus hijos se portan mejor cuando están al aire libre, en el campo, o en entornos abiertos donde se mueven con más libertad y es menos necesario abusar de los límites. Cuando los niños juegan en espacios abiertos pueden dar salida a su necesidad de movimiento físico y de juego, que es esencial para ellos, pero también pueden poner a prueba muchas de sus capacidades a través de la interacción con iguales, la exploración del entorno y la gestión y resolución de problemas.

-¿Qué importancia tiene adquirir el movimiento en libertad?

Los niños que aprenden a moverse de forma libre lo hacen en función de sus capacidades e intereses. No se ven forzados a situaciones que no pueden gestionar. Dependen mucho menos del adulto y, por tanto, se hacen más autónomos y seguros de sí mismos al percibirse como competentes. Además los niños que aprenden a moverse libremente, al contrario de lo que se pueda pensar, tienen menos accidentes y caídas en ese proceso de aprendizaje y también posteriormente. Se muestran más cautos porque conocen mejor lo que son capaces o no de hacer por sí mismos.

-¿Qué diferencias hay, entonces, entre los niños que se desarrollan en entornos rurales y los que lo hacen en las grandes ciudades?

En realidad, la distinción no está entre crecer en una ciudad o en un entorno rural, sino en el tipo de experiencias que tengas donde vives. Un niño puede vivir en un pueblo, bajo un ambiente sobreprotector, y no tener posibilidad de experimentar con su cuerpo y con su entorno. De lo que se trata es que el niño tenga posibilidades de desenvolverse por sí mismo de forma adecuada a su nivel de desarrollo.

-Hay quienes se plantearán, «¿qué más da cuándo lo hagan si, al final, -si la salud lo permite- todos acaban caminando, corriendo, hablando…?».

Pues ese es un poco el enfoque Pikler, que no es tan importante el cuándo, ya que la mayoría, sin problemas, lo consiguen, sino el cómo se dan esos aprendizajes. Tenemos que aprender a centrarnos en los procesos, a disfrutar de ellos y a enseñar a los niños a disfrutarlos también. Un niño que gatea con 14 meses no es menos feliz ni menos capaz que uno que camina; simplemente lleva su propio ritmo de desarrollo.

-¿Cuáles son las principales etapas motrices por las que pasan los bebés?

Podríamos decir que las fases principales son diez pero entre ellas podemos observar un número importante de posiciones intermedias y movimientos de aproximación. Estas fases intermedias son, en mi opinión, de las más bonitas por las que pasa un bebé y a menudo pasan desapercibidas para los padres.

Primero está tumbado boca arriba, posteriormente pasa a la posición de costado, se pone de lado. Cuando es capaz de ponerse de costado con soltura se vuelve tumbado hacia abajo. La siguiente fase sería el movimiento inverso, pasar de boca abajo a boca arriba siempre tumbado. A continuación se suceden una serie de etapas que si bien se dan todas antes de empezar a andar el orden de aparición puede no ser siempre el mismo. Reptar, gatear, sentarse por sí mismo, se arrodilla, se pone de pie primero con apoyo y luego sin él. Una vez pasadas estas etapas comienza a andar sin apoyo y finalmente logra la marcha estable en la que el niño no solo es capaz de caminar con soltura, sino que es su forma habitual de desplazarse.

-¿Cómo se puede convencer a los padres de la importancia de este asunto?

Podríamos hablar de lo importante que es, por ejemplo, que los niños gateen o de los beneficios de asumir ciertas posturas cuando la musculatura está preparada, pero si yo tuviera que quedarme con alguna razón me quedaría con la felicidad y tranquilidad que les aporta. No hay nada comparable a la cara de felicidad de un bebé el primer día que logra girar sobre sí mismo y gatear y su persistencia autónoma en el movimiento hasta que logra dominarlo y hacer uso de él. Y pocas les importan tanto a los padres como ver a sus hijos felices y relajados. Para concienciarle de todo ello, en la Universidad de Padres se imparte un seminario sobre este asunto que comienza el 7 de marzo y dura 12 semanas.

http://www.abc.es/noticias/abci-hijo-aprenda-hacer-cosas-antes-no-convertir-mas-inteligente-201602222301_noticia.html

La profesora de un grupo de alumnos de seis años de Bosnia ha enseñado a sus alumnos lengua de signos para que puedan comunicarse con Zejd Corali, un pequeño que es sordo. En Bosnia, desde 2003 todos los niños con discapacidades deben estar completamente integrados en las aulas.

Una clase de alumnos de Bosnia ha aprendido lengua de signos para poder comunicarse con uno de sus compañeros que es sordo. Sanela Ljumanovic, la profesora de los pequeños, quiso ayudar a uno de los niños de su clase, de seis años, tras cerciorarse de que se sentía aislado.

Desde 2003 todos los niños con discapacidades deben estar completamente integrados en las aulas de Bosnia.

En una entrevista a The Independent, Ljumanovic dijo que estaban «muy felices de aprender un nuevo idioma», y destacó que, no obstante, el objetivo es enseñar al menor a leer los labios.

Después de tres meses, los niños han aprendido los conceptos básicos del lenguaje de signos y están aprendiendo a comunicarse con su compañero.

La madre de Zejd Coralic asegura que ahora el pequeño está emocionado con ir a la escuela y se sentía muy «feliz».

http://www.antena3.com/noticias/mundo/alumnos-clase-aprenden-lenguaje-signos-comunicarse-companero-sordo_2016020900414.html

El domingo 17 de abril 2016 las calles del barrio madrileño de Malasaña se convertirán en una gran fiesta de arte urbano gracias a !Pinta Malasaña!, un evento que busca visibilizar las propuestas artísticas más frescas y callejeras de la capital. A lo largo de ese día se intervendrán nada más y nada menos que 100 espacios, principalmente cierres comerciales, aunque también puertas y escaparates. El evento está abierto a todos los artistas -grafiteros, ilustradores, pintores, etc- que quieran participar. Por ello, los organizadores de ¡Pinta Malasaña!, el colectivo de arte urbano Madrid Street Art Project y el periódico digital Somos Malasaña, lanzan una convocatoria para seleccionar artistas que intervendrán en el centenar de espacios participantes.
Se buscan propuestas innovadoras y variadas que den una idea amplia de la versatilidad de la pintura y otras prácticas artísticas en el espacio público.
La convocatoria no solo va dirigida a artistas urbanos, sino a todos aquellos creadores con una propuesta apta e interesante para las calles del barrio de Malasaña.
Fecha límite: 6 de marzo de 2016. 

En la vida hay cosas sencillas y complejas. Por medio, un sinfín de asuntos de diferentes niveles de dificultad. Ahora bien, si todo cuanto es simple lo elevamos a la máxima potencia, acabamos por vivir una existencia realmente problemática. Por eso es una buena idea leer a Jonas Jonasson, porque hace del sentido común su bandera.

En la literatura de Jonas Jonasson, destaca su enorme apuesta por simplificar lo que ya de por sí es sencillo, usando lo lógico y el sentido común. Obviamente, este hecho muestra un mundo en el que las malas formas, las personalidades extravagantes y la estupidez campan a sus anchas en un caldo de cultivo verdaderamente peligroso.

“No hay nada que dure para siempre, salvo, tal vez, la estupidez generalizada.”
-Jonas Jonasson-
Hombre ofreciendo una taza de té a otro mientas hay un incencio

¿Quién es Jonas Jonasson?

Jonas Jonasson es un escritor sueco poco prolífico, pero queha aterrizado con fuerza en el panorama literario mundial gracias a la obra que le ha hecho famoso a nivel internacional, “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, de 2009. Jonasson nació en la localidad sueca de Växjö, en el seno de una familia de clase media. Su padre conducía ambulancias y su madre era enfermera.

El escritor estudió español y sueco en la Universidad de Gotemburgo, aunque su actividad profesional le llevó hasta el mundo del periodismo, trabajando en el diario de su localidad natal, el Smalandsposten. Esto le guió para fundar en 1996 su propia empresa mediática, OTW, que llegó a convertirse en un referente en su país gracias a su arduo trabajo.

Sin embargo, Jonas Jonasson saltó a la palestra literaria internacional en 2009, gracias a la publicación de su primera obra, la genial y divertida “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, que incluso ha sido llevada al cine. Posteriormente, en 2013, confirmaría su buen trazo para la prosa con “La analfabeta que era un genio de los números”.

Jonas Jonasson y la historia del siglo XX

Si hay algo por lo que destaca la potente y divertida narrativa de Jonas Jonasson, es por su amplio conocimiento de la historia reciente del mundo. El siglo XX es un caldo de cultivo excelente para este escritor.

A través de un personaje central, que suele actuar como hilo conductor de la historia, Jonas Jonasson narra con acierto algunos de los acontecimientos que han marcado nuestra actualidad, siempre desde un punto de vista verdaderamente sarcástico.

Lo curioso es que el personaje central de la narrativa de Jonasson suele ser una persona con bastante sentido común. Tienen la mirada más bien inocente, pero sabia, de una vida que podría ser mucho más sencilla, pero no lo es por la estupidez humana de querer complicar todo, aún no siendo necesario.

Así pues, sus personajes centrales interactúan con imaginarios Stalin, Truman o Einstein, procurando diferentes miradas a la historia reciente de la humanidad, que se ha salpicado de malentendidos y casualidades, algo que define el mundo actual en el que vivimos.

“Así funcionaban las cosas en la vida: lo correcto no era necesariamente lo correcto, sino lo que el que mandaba decía que era correcto.”
-Jonas Jonasson-

La genialidad de Jonas Jonasson

Para muchos, tal vez la mirada afilada e irónica de Jonasson sobre nuestro mundo puede parecer simplista. Obviamente,no todos los problemas se pueden solucionar con una conversación de bar al calor de varios vasos de agua ardiente. Sin embargo, en base a grandilocuencias, locuras, imaginaciones imposibles y creencias ciegas e improbables, tampoco parece que hayamos conseguido gran cosa en la actualidad.

Hombre intentando seducir a una mujer mientras ella piensa que no le gusta

Jonasson muestra un mundo de rumbo incierto, a través de personajes que buscan su sitio en un planeta que no les entiende y que se empeña en hacerles la vida imposible, aunque ellos simplemente quieren tranquilidad y normalidad. Lo cierto es que, si lo pensamos bien, ¿no es algo de tranquilidad, paz y sosiego lo que buscamos todos? ¿No sería la vida algo más sencilla si cada uno se dedicase a lo suyo, y dejase de inmiscuirse en los asuntos del vecino?

Tal vez esta sea la mayor enseñanza que aprendemos al leer a Jonas Jonasson. Dedícate a lo tuyo, ten la mirada limpia y en paz, y deja tranquilos a los demás con sus problemas. Quizás así todo sería mucho más simple, comprensible y cómodo para todos. Pero solo quizás.

 

Muchos padres optan por su automóvil para trasladar a sus hijos al colegio, pero éste ya no es el caso de Julia Vidal, quien con 9 años ha conseguido que el Ayuntamiento de Antequera le coloque un aparcabicicletas en el Colegio Público Infante don Fernando, para que pueda ir en bici y no depender de nadie.

Estudia cuarto de Primaria en el Colegio Infante don Fernando y su padre, Claudio Vidal explica que “como no había aparcabicicletas en el colegio y para que ella pudiera hacer el aprendizaje de solicitar algo, se decidió que ese podía ser el camino y nos pusimos manos a la obra”.

Fue cuando la propia niña empezó a recoger firmas entre los padres del colegio, entre sus vecinos, consiguiendo 100, con las que elevó una solicitud al consistorio, quien así lo realizó, pero no sólo para ella, sino para más compañeros.

Julia disfruta de ir en bicicleta lo que es su medio de transporte, sin necesidad de que la lleven sus padres y además siendo “muy sano y divertido”, sustituyendo a los vehículos que contaminan y saturan el tráfico en las entradas y salidas de los colegios.

Ahora, ya piensa en su siguiente reto: “un carril bici por toda Antequera”, destaca su madre, Carmen Pérez, quien se muestra orgullosa de su hija que ante su petición, estudió cómo conseguirlo, trabajando, esforzándose en conseguir las firmas y mandarlas al Ayuntamiento.

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  • FELICIDADES, DENTRO DE UNOS DIAS TE ROBRAN LA BICI Y SE ABRIRA UNA NUEVA ETAPA EN TU VIDA PARA DENUNCIAR.
    DILE AL AYUNTAMIENTO QUE TB TE COLOQUE UNOS GUARDAS Y UNA CAMARA DE VIGILANCIA., EN MALAGA NO HAY  CIVISMO.
  • En Antequera hay mas civismo que en la capital.
  • Un ejemplo para los jóvenes (y no tan jóvenes). Pasar a la acción y no sólo quejarse. Felicidades.
  • Una luchadora desde tan pequeñita. Esta niña llegará alto.
  • típica noticia de tercer mundo, pedir por favor que te deje aparcar una bici
  • ¡Felicidades Julia!
  • La otra cara es, muy muy de Semana Santa, muchos se parten el hombro por llevar un trono, pero cuantos hay,  sin tener ni un mínimo respeto a lo ajeno.  Por eso hay un mínimo de personas, que utilizan la bici para el trabajo en ciudades grandes o pequeñas. Nos falta mucho por aprender, y tener más educación y sobre todo lo dicho RESPETO. Saludos.
  • Muy muy bien Julia, por lo que posiblemente cueste un almuerzo de un Puñao de concejales, le has dado un toque Moderno y Europeo a tu Colegio. Que tomen nota los del futuro. Pedazo de ejemplo. Saluditos.
  • ahora solo falten que cojan a los que roban bicis y a las tiendas que compran y venden bicis robadas para que los ciudadanos normales podamos usar las bicis sin miedo a que nos la roben
  • Vergüenza le tendría que dar a las autoridades, Ayuntamiento, etc que un ciudadano tenga que recoger firmas para que se instale un aparcamiento de bicicletas, cuando eso debe venir de las autoridades sin que nadie lo reclame.
  • bravo por esta niña y las generaciones que vienen empujando fuerte en favor del medio ambiente y los hábitos saludables….!!! Ahora esperemos que todos tomen conciencia, y no aparezca el desalmado de turno y le robe la bici.

El niño que fue Alfredo Hernando no se parece en nada al alumno que él mismo ha encontrado, indefectiblemente, en todas las escuelas que ha visto. En su primer día de clase, con dos años, lo sacaron a un patio en el que solo vislumbraba tres grandes muros y una alcantarilla enorme sobre la que él levantaba apenas tres palmos. “¿Pero qué es esto? ¿Cómo nos pueden traer aquí?”, recuerda que pensó. Ese otro alumno, el que encuentra siempre, ni siquiera repara en el recreo. “Me ha llamado mucho la atención. En un colegio, en otro, en otro… siempre hay alumnos que se quedan en el aula y no distinguen entre el tiempo libre y el de clase”, explica.

Alfredo Hernando, investigador y creador del proyecto Escuela21.
Alfredo Hernando, investigador y creador del proyecto Escuela21. Jaime Villanueva EL PAÍS

Hernando, de 34 años, es un investigador que ha dado la vuelta al mundo visitando colegios con proyectos innovadores, centros donde profesores a solas, con las familias o con respaldo de sus gobiernos han conseguido enseñar y apasionar a sus alumnos. Durante casi un año —con alguna pausa— este psicólogo de Aranda de Duero (Burgos) paseó por escuelas en Estados Unidos, Colombia, Perú, Chile, Brasil, Ghana, Indonesia, Bangladesh, Japón, Italia, Finlandia, España… Todo empezó, rememora, “como surgen este tipo de proyectos que unen lo vital con lo profesional”.

Mientras estudiaba Psicología pensó que le interesaba más la educación que montar una clínica. También sus viajes tenían otro tono vital. En lugar de un mapa de monumentos o montañas, Hernando hizo uno de colegios innovadores a los que quería asistir. “La primera semana que pasé en Nueva York iba todas las mañanas a las ocho a ver una escuela. Y el sábado, me preguntaba: ¿Pero qué estoy haciendo?”, recuerda entre carcajadas.

Aprovechó congresos y vacaciones para visitar por su cuenta todos los seleccionados. Los llama Escuelas21 y están recopilados en un libro recién editado con la Fundación Telefónica, Viaje a la escuela del siglo XXI. Así trabajan los colegios más innovadores del mundo, que el miércoles presentó en Madrid y este jueves en Barcelona. El documento, que se puede bajar gratis en Internet y lleva ya más de 25.000 descargas, es un manual para transformar los centros y “ayudar a que todos los alumnos tengan éxito”, promete Hernando.

El profesor danés Morten Smith-Hanse.
El profesor danés Morten Smith-Hanse. Jaime Villanueva

En su libro recoge la experiencia de centros españoles como el centro de formación Padre Piquer de Madrid, que utiliza aulas cooperativas en las que colaboran profesores y alumnos. O el concertado Montserrat de Barcelona, que aplica la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, entre otras innovaciones. Es con el que Hernando se quedaría si tuviera que elegir solo uno de todos los que ha visto.

Si la cuestión fuera señalar un solo docente de los cientos conocidos, elegiría a Morten Smith-Hansen, profesor de Español e Historia en Bachillerato en el centro Ørestad Gymnasium de Copenhague. Smith-Hansen, también de visita en Madrid por la presentación del libro, explica cómo trabaja. “Tengo una clase con 28 chicos, desde hijos de inmigrantes en paro a alumnos con muchos recursos por parte de la familia. Y todo lo que hay entre ambos. No tiene sentido que yo esté en mi pizarra divulgando una verdad académica que es para tres personas”. La solución que encontró fue convertirse en una especie de profesor particular de cada uno de sus estudiantes con ayuda de las nuevas tecnologías. Para enseñar gramática, por ejemplo, cada alumno debe abrir un documento en la nube (un escrito compartido en red al que pueden tener acceso distintos usuarios). Allí le cuentan lo que sabe de gramática, él les responde, se abre un diálogo y consigue que cada cual mejore sobre su propia base.

¿Es fácil cambiar una escuela? Hernando considera que sí. “Hay muchos colegios con inmensas ganas de hacer cosas que te abren sus puertas. Los profesores se sienten atraídos por otros que tienen éxito con sus alumnos… Los que están generando el cambio en España son docentes que tienen interés. Mucha gente se ha dado cuenta de que necesitamos otra escuela. Ese es el primer paso. El segundo es saber cómo la queremos y esto es imparable”, explica. Y concluye con una sonrisa: “La educación está de moda”.

http://politica.elpais.com/politica/2016/02/03/actualidad/1454527093_941804.html?id_externo_rsoc=FB_CM

Lo que haces con tus manos tiene un efecto inmediato en tu cerebro. Una importante cantidad de terapias toman como referente las manualidades para lograr canalizar las emociones o sentimientos problemáticos. Esto no es gratuito: es un hecho que el trabajo manual nos predispone hacia pensamientos y actitudes más positivas.

Aquí tienes un catálogo de manualidades a las que puedes acudir cuando algo no está funcionando. Son una maravillosa y sencilla terapia. Con ellas vas a poder comprobar que, efectivamente, modifican la manera en que estás viendo la situaciónque te angustia.

“La belleza es la expresión estética del amor.”
-Lindsay Kemp-

Manualidades para el enfado

Para los momentos en que estás enfadado, nada mejor que dibujar líneas rectas. Horizontales, verticales y en diagonal. Por cada detalle que pase por tu mente y que encienda tu ira, marca un trazo. Verás qué poderoso es el resultado.

Espirales para seguir adelante

Dibuja espirales para superar la sensación de estar estancado y deshacerte de la idea de que no hay salidas, de que no hay un camino claro a seguir. Utiliza colores diversos y pinta uno sobre otro, sin pensar demasiado. Déjalo fluir…

corazon-de-espirales

Romper con la indignación

El enfado a veces tiene bases muy poderosas, especialmente cuando has sido víctima de una injusticia o sientes indignación por algún hecho concreto. Para romper con la indignación, lo adecuado es tomar un papel viejo y romperlo en pedacitos. Tan pequeños como puedas. Verás cómo te sientes mejor.

Dibujos para activar la concentración

Si te sientes disperso o desenfocado, pero quieres concentrarte en una meta y lograrla, puedes activar tu atención dibujando cuadrículas, lo más perfectas que puedas. Otra opción es pintar círculos concéntricos, como los del tiro al blanco. Esfuérzate en ser muy detallista y verás como se agudiza tu voluntad.

Levanta tu ánimo con paisajes

Cuando estés bajo de ánimo y sientas que te falta energía, puedes activar tu vitalidad pintando paisajes de muchos colores. No te preocupes por la perfección de las formas, sino más bien por el uso de muchos tonos en el cielo, en la vegetación, en el mar o en el paisaje que elijas.

Paisaje de colores

Los autoretratos

A veces no sabes qué te inquieta, qué te entristece o qué te molesta. Tampoco sabes si estás o no actuando de manera adecuada. Para esos momentos de confusión, en que no logras definir lo que sientes, lo ideal es hacer un autorretrato.

Colócate frente a un espejo y fíjate muy bien en la expresión de la mirada, de la boca y de la frente. Trata de plasmarlos. Este ejercicio promueve la auto-percepción. Las manualidades relacionadas con los autorretratos nos facilitan el conocimiento sobre cómo nos percibimos. 

¿Qué deseas?

Como en el caso anterior, a veces estás confundido ya no en tus sentimientos, sino específicamente en tus deseos. Te enfrentas a dilemas y no sabes por qué camino inclinarte, sientes confusión e incertidumbre…

Para esos momentos de indecisión vienen muy bien los collages. Toma revistas o periódicos viejos y elabora un collage sobre una cartulina. No pienses mucho en la composición, elabóralo casi automáticamente. El propio collage te dará pistas sobre la decisión a tomar.

La decepción tiene remedio

Hay momentos de desilusión o decepción en los que una manualidad puede ser de gran ayuda para ti. Cuando experimentes desilusión toma una pintura famosa que te guste y trata de replicarla dibujándola en un papel. Esto te ayudará a reencauzar tus emociones.

Sí hay salidas

Si tienes un problema de esos que no parecen tener solución, siéntate en frente de un papel y comienza a dibujar olas de diferentes colores y/o círculos de diversas longitudes. Trata de hacer cada figura en un solo trazo y, preferentemente, utiliza colores fríos. Repite este ejercicio hasta que aparezca la luz al final del túnel. Créelo: va a aparecer.

Incrementando el entendimiento

Por más que tratas, hay cosas que no entiendes. Bien sea la forma de realizar una tarea, alguna lectura o el comportamiento de otra persona. Dibujar mandalas o formas llenas de arabescos te ayudará a abrirte a la comprensión. Tómate tu tiempo, busca la relajación y la calma.

Mano coloreando un mandala

La angustia y las muñecas

¿Quién no ha sido visitado por uno de esos accesos de angustia que dejan al borde de la desesperación? Hay muchas situaciones que propician esa molesta ansiedad y que con nada parece desvanecerse.

Cuando sientas ansiedad, lo mejor que puedes hacer es elaborar una muñeca de trapo. No importa el tamaño, pero sí que esté completa: con cabeza, cuerpo y extremidades. Dale la forma que quieras y diseña una expresión para su rostro. Esta es una de las manualidades que atrae la serenidad que necesitas.

muñecas-de-trapo representando las manualidades para las emociones

El saber milenario del tejido

Cuando tengas miedo es tiempo de tejer. Sí, tejer. No importa el método que utilices: puede ser crochet, tejido en dos agujas, macramé, telar manual, o cualquier otra técnica. Tejer es una actividad milenaria, que además fortalece la confianza en las propias capacidades. En el tejido, así como en la vida, se van uniendo los hilos hasta formar algo nuevo.

https://lamenteesmaravillosa.com/12-manualidades-que-activan-tus-emociones/

La vida digital es una vida guardada para después. Las tareas están ahí, a lo lejos, franqueadas por barreras y barreras de distracciones, notificaciones, actualizaciones, cosas que responder y vuelta a empezar hasta el fin de los días. Y eso, lo de retrarasar las obligaciones realizando cualquier tarea facilona, es lo que se entiende por procrastinar, una palabra real tan traída del inglés que prácticamente es hipster y por tanto mucho más popular que la más clásica, vaguear.

Que procrastinar te lleve cada día a leer nuestras líneas aplazando tus asuntos de máxima prioridad, lo vemos como un mal menor. Sin embargo si tus deslices con la responsabilidad dan para crear un monstruo de culpa en tu interior que te dice que ya está bien, que ponte a trabajar, que qué bien se siente uno cuando las cosas se hacen a su tiempo, es hora de hacer algo. Por tanto, aquí unos cuantos consejos para sacar la palabra “procrastinar” de tu vida.

1. Ponte plazos

Sí, está muy bien esa frase de “la única manera de librarse de la tentación es ceder ante ella”, pero a lo mejor no tienes el talento de Oscar Wilde. No puedes volverte a permitir caer en la tentación de aplazar ese informe que tienes cruzado en el estómago. Divide tu jornada laboral en diferentes plazos, o como lo llaman los expertos, cronogramas. Te ayudará saber qué tienes que hacer de 9 a 10:30, qué sigue hasta las dos de la tarde y cuántos mails tienes que dejar enviados antes de las 17:15. Cumplir con estas pequeñas expectativas te hará sentir eficaz, productivo, capacitado. Si estos cronogramas los extrapolas a tu vida personal con la balda que está medio caída y tienes que recolocar, el viaje a Ikea que te queda por hacer y la comida con tu suegra, es que tienes cierta capacidad para avanzar en tus propósitos. Sigue adelante, lo estás haciendo muy bien.

2. Guárdate recompensas para cuando hayas realizado tus tareas

Para cumplir tus propósitos ayuda ubicar una contraprestación a corto plazo una vez satisfechos. Piensa, desde bien temprano por la mañana, qué es lo que más placer te proporcionará al llegar de noche y cansado a casa después de una dura jornada de admirable productividad. Si al final del día has resuelto todos los asuntos pendientes permítete ese pequeño deseo implantado en tu ánimo desde por la mañana: la cerveza de más que cambia de color la habitación, dos capítulos más de la serie a la que estés enganchado, un tipo de cena… Un vicio, si suena a premio, reconforta dos veces.

3. Piensa en refranes. Te harán sentirte menos culpable (pero no seas tan irritante de decirlos en voz alta).

En nuestro país otra cosa no, pero dar consejos se nos da muy bien. En tu memoria habitan mil y un refranes, fruto de la tradición y ese deporte nacional nuestro de aconsejar al otro y ver la paja en el ojo ajeno. Recurre a ellos, tirando de memoria, o si te falla mete en tu próxima lista de regalos un pequeño refranero. En él encontrarás calor e inspiración. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy / Más vale al paso andar que correr y tropezar / A juventud ociosa, vejez trabajosa / El buen cirujano opera temprano/. La lista es larga, casi interminable. Si tú solo no puedes ayúdate de cientos de años de sabiduría popular, no eres el primero en procrastinar.

4. Dale a cada palabra su significado

El mal uso de la semántica es perjudicial para la autoridad de cada uno. Cada palabra lleva la carga suficiente de contenido como para respetarla y que nombrarla siga queriendo decir lo que estrictamente, quiere decir. Vamos a los casos prácticos: si a todos tus mails le colocas la etiqueta de “urgente” y si cualquier proyecto lo necesitas para “ayer”, ni “urgente” ni “ayer” hacen referencia a su significado. De ese modo, el próximo mail que te guiñe un ojo desde la bandeja de entrada de carácter “urgente” o dossier que tenía que haber sido entregado “ayer” podrá esperar dado que ni todo puede ser urgente y nada que verdaderamente sea relevante se puede entregar ayer. Pon el adjetivo y el adverbio que se merece cada plazo, cada proyecto y cada objetivo.

5. Haz el favor de esconder el móvil

Este es el más complicado de todos. Haz el favor de esconder el móvil en una caja de seguridad y cerciórate de que no tienes el código que la abre. Solo así, de esa manera, serás capaz de no ver cada vez que desbloqueas la pantalla números capicúa, extrañas coincidencias y recolectar el feedback de cada una de las actualizaciones y grupos de WhatsApp que llevas en danza. Solo alejando de ti al demonio podrás dejar de procrastinar y darle a cada minuto y hora el valor que tienen.

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