Ser feliz en la adolescencia está asociado con una mejor salud durante la vida adulta, según diversos estudios

birthdaySegún un reciente estudio, los jóvenes que viven una adolescencia feliz tienen una mayor probabilidad de disfrutar de una mejor salud psicológica y física cuando sean adultos. Además, los adolescentes felices se implican con menos frecuencia en conductas peligrosas como el consumo excesivo de alcohol, tabaco o drogas ilegales, y comen menos comida basura. En este artículo se explica cómo influye la felicidad de los adolescentes en su salud cuando alcanzan la edad adulta y qué necesitan para ser felices.

Son numerosos los estudios que señalan que ser optimistas y felices es una garantía de salud. El informe ‘La felicidad y la percepción de la salud’, realizado por científicos de la Universidad Complutense de Madrid, indica que las personas optimistas sufren menos problemas físicos y psicológicos. La felicidad ayuda a fortalecer el sistema inmune y, por tanto, protege de enfermedades. Si se está dominado por emociones negativas, aumenta la producción de cortisol (la hormona del estrés), que perjudica al sistema inmune.

 Hay que empezar cuanto antes a cultivar el optimismo y la felicidad. Según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad del Noroeste, en Evanston (EE.UU.), y publicado en el ‘Journal of Adolescent Health’, ser feliz en la adolescencia está asociado con una mejor salud durante la vida adulta. Asimismo, los adolescentes felices no cometen tantas conductas de riesgo como quienes se sienten infelices o tienen problemas psicológicos.

Para realizar este análisis, los investigadores entrevistaron a más de 10.000 jóvenes a partir del año 1994. Luego, volvieron a preguntarles en el año 2001, cuando ya eran adultos. Y observaron que quienes habían sido felices de adolescentes gozaban de mejor salud física y psicológica. Los jóvenes felices fuman menos, hacen más deporte, beben menos alcohol y comen menos comida basura, lo que les protege de futuros problemas como ictus o infartos. Pero la felicidad durante la adolescencia también es una buena manera de protegerse contra riesgos psicológicos en la vida adulta. Según datos de Unicef, el 70% de los trastornos mentales comienzan antes de los 24 años de edad.

Pero este no es el único estudio que pone el acento en la adolescencia como una época de vital importancia para el futuro adulto. La Universidad de Cambridge (Reino Unido) publicó en el año 2011 los resultados de una investigación realizada con voluntarios de entre 13 y 15 años de edad. Y se dieron cuenta de que al alcanzar la edad adulta, quienes habían sido más felices durante la adolescencia tenían mejores relaciones personales, más satisfacción en su trabajo, una mejor salud mental y una vida social más rica.

La importancia de cultivar el bienestar
La adolescencia es una época que se caracteriza en muchos casos por la angustia, intensos cambios hormonales y una complicada transición entre la seguridad de la infancia y las responsabilidades de la vida adulta. Pero los investigadores de la Universidad del Noroeste, en Evanston, identifican varios factores psicológicos que facilitan el paso a la adultez y permiten que el adulto futuro afronte la vida con mejor salud. Uno de esos factores es la felicidad, pero también señalan disfrutar de la vida, la confianza, sentirse capaz, el optimismo y la esperanza con respecto al futuro.

El problema radica en que, según citan los expertos en su artículo, “muy pocos estudios de la salud en los adolescentes han examinado las características psicológicas positivas. La mayoría de los estudios tienden a enfocarse en factores negativos. Nosotros estamos a favor de una perspectiva positiva de la salud en la adolescencia y creemos que promover y educar a los adolescentes en el bienestar es una forma de aumentar la probabilidad de gozar de una vida adulta sana durante muchos años”.

¿Qué necesitan los adolescentes para ser felices?
¿Son felices los adolescentes españoles? Es difícil responder a esta pregunta, pero según el Estudio de la Conducta sobre Salud de los Jóvenes en Edad Escolar (HBSC-2010), que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adolescentes españoles puntúan su satisfacción vital, en una escala del 0 al 10, con una nota media de 7,29. Comparada con los resultados del resto de la Unión Europea, están entre los más felices.

El estudio señala que “no existen diferencias destacables en la satisfacción vital de chicos y chicas. Sin embargo, se observan niveles de satisfacción más bajos en los de mayor edad”. Por otro lado, también se desprende que los adolescentes cuyas familias presentan un nivel adquisitivo más bajo tienen un nivel de satisfacción vital claramente menor.

No hay una fórmula de la felicidad que funcione a todo el mundo. Pero sí que hay una serie de factores que contribuyen a que estos disfruten de una transición a la vida adulta saludable, con calidad de vida y feliz. Los siguientes factores se han extraído del mencionado estudio y del informe ‘Bienestar y felicidad de la juventud española’, realizado por el Instituto de la Juventud (Injuve):

Para los jóvenes españoles, la felicidad se asocia primero a la satisfacción con la situación económica, segundo con las relaciones de pareja, tercero con el trabajo y cuarto, y en menor medida, con el físico.

Las actividades sociales con pareja y amigos y leer son frecuentes, inducen placer y son fuente de felicidad.
Los jóvenes felices tienen personalidades de mayor asertividad e implicación, de mayor control del entorno y le atribuyen más sentido a la vida, son más estables emocionalmente, optimistas y creen que el mundo es justo.

 VIA: www.consumer.es – José A. Rodriguez

Dice Ismael Nogal Ayuso que desde muy pequeño siempre tuvo una cosa clara, un sueño: poder ser algún día astronauta. Diecinueve años después, este madrileño está seguro de ir por el buen camino. Hace mucho deporte, esta en forma y estudia el doble grado con la nota de acceso [13,875, en 2020] más alta de todo el país: Física y Matemáticas, en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). 

También cursa esta carrera Paula Cordero Encinar, de 23 años. Esta toledana está en quinto curso y apenas le quedan un par de exámenes para poner fin a su etapa universitaria. Aunque todavía tiene dudas sobre la rama que escoger de cara al futuro. Cuenta que hará un máster en Big Data y que lo más le gusta es el área de la Física Médica. A través de la cual un día le gustaría ayudar a mejorar los diagnósticos en los hospitales españoles. 

Profesiones, como pueden observar, nada convencionales pero que ambos pueden alcanzar porque su expediente es brillante y su mente posiblemente también. O al menos esto último es lo que pretende potenciar este doble grado, al que muchos denominan ya como la fábrica de cerebros española.Paula Cordero e Ismael Nogal, estudiantes del doble grado de Física y Matemáticas.

Paula Cordero e Ismael Nogal, estudiantes del doble grado de Física y Matemáticas. Carmen Suárez

Desde que esta titulación se ofertase por primera vez en el curso 2011/2012 en la UCM, con una nota que no sobrepasaba al seis, ha sido un reclamo para los alumnos más sobresalientes del país. Y eso ha hecho, por otro lado, que ante la reducida oferta de plazas, 25 por curso, cada año la calificación de acceso haya sido más elevada. De hecho, si se cumplen los pronósticos, en 2021 la nota para acceder a este programa académico será todavía mayor y de nuevo la más alta de todo el territorio nacional por séptimo año consecutivo. 

Efecto llamada 

Lo que es indudable, en cualquier caso, es que el interés por estas ciencias en los últimos años ha incrementado notablemente. En parte también porque aseguran un empleo al concluir la carrera. Es lo que explica Ángel Gómez, el decano de la Facultad de Física de la Universidad Complutense de Madrid. «Más allá de la vocación temprana que muchos estudiantes pueden tener por estas dos carreras. En los últimos años, con la era del big data y las necesidades de almacenar datos, las empresas han requerido de personas con una formación científica elevada y estos chicos son brillantes porque controlan tanto la vertiente matemática como la física». 

Lo que ha desembocado, según expresa este físico, en que haya una satisfacción de empleo muy alta en este doble grado. «Está claro que hay un efecto llamada; alumnos que tienen muy buenas notas y que no quieren desperdiciar su expediente», sostiene Gómez. 

El primer paso, no obstante, es alcanzar esa nota estratosférica para entrar a este doble grado, que se imparte a camino entre la Facultad de Física y la de Matemáticas, localizadas una enfrente de la otra en la Ciudad Universitaria madrileña. Allí es precisamente donde nos reunimos con Paula Cordero e Ismael Nogal para preguntarles sobre sus estudios, sus dinámicas, su futuro y sobre lo que ha significado para ellos estudiar (o estar estudiando) esta titulación. Ella está en quinto curso y él, en primero. Paula Cordero, en la entrada de la Facultad de Física de la UCM.

Paula Cordero, en la entrada de la Facultad de Física de la UCM. Carmen Suárez

—P. ¿Siempre tuvisteis claro que estudiaríais este doble grado?

—R. (Paula) A mí siempre me gustaron las matemáticas. En el instituto tuve un profesor muy bueno que me motivó y me metió el gusanillo. En segundo de bachillerato, cuando estudie la física por separado, tuve otra profesora que me despertó también la pasión por esté área. Me veía trabajando en las dos, pero no me decidía por ninguna. Así que cuando vi el doble grado me dije a mí misma: a por ello. 

—R. (Ismael) Yo, desde tercero de la ESO, tuve claro que la física era una cosa que me apasionaba. Gracias a vídeos de divulgación, documentales… siempre me gusto la ciencia. No fue hasta segundo de Bachillerato, en cambio, cuando me decanté por esto. Yo veía la nota inalcanzable, yo no soy brillante ni mucho menos. Gracias a una serie de circunstancias acabé teniendo una nota muy alta que me permitió entrar aquí. Oportunidades como está solo aparecían una vez en la vida, así que me lancé. 

Esfuerzo y vida normal 

El doble grado de Física y Matemáticas está estructurado en cinco años y la matrícula tiene un coste de aproximadamente 1.800 euros. Aunque la mayoría de los alumnos suelen llegar el primer año con matrícula de honor y, por tanto, no suelen pagarla. En total, son 360 créditos los que componen la carrera (por separado, son 480 en cada grado), de modo que cada cuatrimestre, los alumnos solo tienen una asignatura más valorada en 12 créditos. 

Doce créditos, no obstante, según cuenta Paula, «que se notan bastante». Se necesita un diez para entrar, pero también esforzarse, organizarse bien y ser constante cada día, cuentan ambos estudiantes. Lo que no quiere decir, frente a lo que piensa la mayoría, que no tengan vida social o que no hagan otra cosa que no sea estudiar. «Yo te digo una cosa, a mí el deporte me encanta y me metí aquí siempre pensando en la posibilidad de poder compaginar ambas cosas. Yo no puedo estudiar sin hacer deporte. Y durante este curso, he hecho natación, he estudiado idiomas, los fines de semana voy al pueblo… Si eres capaz de organizarte, no hay problema para tener una vida normal, tener un equilibrio entre ambas cosas. No somos extraterrestres«, explica Ismael Nogal. 

Los dos estudiantes, que no se conocían hasta el momento de la entrevista, bromean con que cuando otros alumnos de otras carreras de ciencias les ven en la cafetería o salir al parque les preguntan con asombro si tienen tiempo para eso. «No puedes estar todo el día estudiando, es también importante salir con amigos, echarte unas risas…», expresa Paula Cordero. Ismael Nogal, en la entrada de la Facultad de Física de la UCM.

Ismael Nogal, en la entrada de la Facultad de Física de la UCM. Carmen Suárez

—P. Aún así, habrá momentos complicados. ¿Qué ha sido lo más difícil hasta ahora? 

—R. (Paula) Lo más complicado fue el paso del primero a segundo. Conseguir esa capacidad de abstracción que necesitas para entender muchos conceptos en matemáticas. En el instituto estás acostumbrado a una matemática más tangible. Aquí es más abstracto, más teórico, pero con trabajo, lo sacas y hay un momento en que tu cabeza hace clic. 

—R. (Ismael) El cambio más importante ha sido con matemáticas. La física que he dado es una ampliación de segundo de bachillerato, pero las matemáticas no tiene nada que ver. Yo todavía no he tenido ese clic, pero porque, por ejemplo, te dan un ejercicio y tienes que demostrar por qué es así. Es cuestión de cambiar la mentalidad. Al final, es como aprender un lenguaje. Nuestro profesor nos dijo el primer día, bienvenidos al curso de finlandes. Hay que aprender vocabulario, sintaxis y aprender a hablarlo. Pero el principio no es fácil, doy fe de que no es fácil. 

«Hasta el infinito y más allá»

En cuanto al futuro profesional, Ismael, pese a que todavía está en primer curso, es el que más claro lo tiene. «Yo quiero ser astronauta y me metí aquí para poder potenciar mis habilidades. A día de hoy, sigo trabajando para ello. La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) sacó hace poco ofertas de trabajo. Se necesita un grado, un máster y un año de prácticas en el ámbito científico. Mi meta es eso, poder dedicarme a esto. Y si se me da la oportunidad, me iré hasta el infinito y más allá», termina diciendo entre risas. 

Paula, muy cerca de terminar el doble grado, ha estado haciendo un año prácticas en el Instituto de Física Fundamental, pero no tiene claro que quiera dirigir su carrera por ese ámbito. «El próximo año voy a hacer un máster en Big Data, pero también me gusta la Física Médica… Esta titulación te abre tantas puertas que al final es difícil decidir», confiese. No obstante, la rama de la Neuroingeniería es la que cada vez le llama más la atención. A través de la cual, explica, aplicando un conocimiento riguroso de ciencias puras, se podría mejorar los diagnósticos médicos. «En definitiva, lo que más me gustaría sería poner nuestro conocimiento al servicio de los demás», concluye. 

Sea como sea, lo que está claro es que llegarán lejos y con un empleo con el que tal vez muchos solo pueden soñar. «Conocemos a mucha gente que sin terminar, ya tiene ofertas de empleo. Por aquí lo que suele decirse es que a los del doble grado se los suelen rifar. Hay mucha demanda en nuestro sector, al fin y al cabo se necesita para el futuro a mucha gente con un tipo de pensamiento analítico como el que nosotros aprendemos a desarrollar aquí». 

https://www.elespanol.com/reportajes/20210605/fisica-matematicas-doble-empresas-rifaran-ismael-paula/586442818_0.html?utm_term=Autofeed&utm_campaign=Echobox&utm_medium=Social&utm_source=Facebook&fbclid=IwAR0XWacZXXLBOUMcFryJJGjmQq8uAx5kvr4x7Hy782oFxiGILxTaURbSKkE#Echobox=1622870862

El parte del jueves de urgencias pediátricas de Vall d’Hebron recogió tres casos del autolesiones. Tres en un solo día: una chica de 15 años con autolesiones físicas (cortes), dos de 13 con intento de suicidio con fármacos (los intentos de suicidio con sobredosis se consideran autolesiones, como también los golpes autoinfligidos o las ideas de muerte).

“Crece mucho, las autolesiones ya son una cuarta parte de todas las urgencias psiquiátricas que llegan a pediatría. Y baja la edad. En el análisis que hemos realizado con los 566 episodios atendidos entre 2015 y 2017 se nota el crecimiento y si en 2015 la media de edad era de 16 años, en 2017 ya era de 12”, resume Marc Ferrer, jefe de hospitalización psiquiátrica en Vall d’Hebron y líder de la investigación que ha llevado a cabo el servicio de psiquiatría del centro y la red de investigación en Salud Mental Cibersam.

Las autolesiones suelen ser un modo de regular la presión, de aliviar el malestar por no saber cómo manejar las emociones. “En sí mismo no parece gravísimo, hay mucha imitación a la hora de empezar a hacerlo, sobre todo se miran en las redes. Pero lo preocupante es que tiene un lazo claro con el suicidio. Cuando se pone en marcha la autolesión, en los siguientes tres años aumenta el riesgo de intentar un suicidio”, explica Ferrer.

La autolesión funciona como una droga, “cada vez necesitas más para tener e mismo efecto. Llega un punto en que no te sientes a gusto. Es autodestructiva. Te da muchos problemas con los iguales, sobre todo, provoca su rechazo. Empieza a fallar el rendimiento escolar, da problemas con los profesores. Y se llega a pensar que no vale la pena vivir”, explica el psiquiatra.

Que para un adolescente es difícil gestionar la frustración, la ira y que lo pasa mal no es nuevo. “A algunos les pasa de forma más intensa y buscan la manera de superarlo con atracones, que estuvo de moda hace unos años, con consumo de sustancias, y ahora, con autolesiones: el efecto es superrápido. Y a esa edad les va más la recompensa inmediata que la demorada. Todo encaja”.

Se copian en Instagram (ahora la plataforma envía mensajes por si necesita ayuda) o en la red que usen, sobre todo ellas. Los chicos a veces quedan camuflados con otras etiquetas, como conducta desafiante. Pero las patadas y los destrozos son posiblemente su particular auto-
lesión.

¿La familia? “Seguro que nos dedicamos a ellos menos de lo que deberíamos, pero los problemas los sufren sobre todo con sus iguales, la pieza esencial para madurar y donde tropiezan”, explica Ferrer. Sí que perjudican los padres que responden con un ‘no digas tonterías’ o los que dicen ‘me vas a provocar un infarto’. “Los padres tienen que estar ahí. Su respuesta influye claramente, pero no es causa directa. La principal fuente del problema se encuentra en sus iguales”.

¿La pandemia lo está empeorando? “Lo tenemos que analizar en profundidad. Pero de entrada, los adolescentes se han quedado sin espacio de ocio, de relación, donde verse, donde tener encuentros sexuales”.

A veces las familias piensan en trasladarse a un lugar menos agresivo, a un pueblo, para ayudarles. “Pero en todos hay internet y un modelo social según el cual has de ser un megacrack informático a los 10 años, si no ya vas tarde. La velocidad con la que hay que lograr el éxito les deja a muchos adolescentes más vulnerables fuera de juego”.

Fuente: La Vanguardia

Ansiedad, irritabilidad, inquietud, pensamientos obsesivos, aislamiento social son algunas de las conductas habituales de un niño con adicción a las pantallas. “La adicción a las pantallas está siendo considerada una enfermedad de salud mental por su alta incidencia en los últimos años en las consultas. Se considera una adicción sin drogas, pero con consecuencias parecidas a la adición a sustancias”, explica Gema José Moreno, psicóloga infanto-juvenil.

El uso incorrecto y desmesurado de las nuevas tecnologías por parte de niños y jóvenes afecta a su bienestar con “respuestas emocionales, como el enfado si se les prohíbe su uso, alteración del sueño, falta de concentración y deterioro del rendimiento escolar y del apetito, debido a que por el uso frecuente de dispositivos tecnológicos se deja de dormir ciertas horas o se retrasan las comidas”, comenta Gema José Moreno. El sobrepeso de niños y jóvenes puede ser otra consecuencia de la adicción a las pantallas, tanto por el hecho del desorden de horarios para comer como por el sedentarismo derivado del exceso de conectividad a las nuevas tecnologías, según afirma el estudio recogido por el organismo Enfermería Comunitaria. Asimismo, “el mal uso de las nuevas tecnologías a través de las pantallas también influye en la falta de concentración y el deterioro del rendimiento escolar”, añade la psicóloga Gema Moreno, que recomienda varias pautas preventivas para evitar adicciones a las pantallas en niños y jóvenes:

  • Ser un ejemplo para nuestros hijos. Las conductas coherentes son un espejo donde se reflejan niños y jóvenes. De forma que, si miramos el móvil mientras cenamos, no podemos exigir que nuestro hijo/a haga lo contrario.
  • Establecer unas normas de uso de las nuevas tecnologías. Unos horarios concretos para la conexión a las pantallas fuera de las cuales no se contemple su utilización, como en la cama, a la hora de dormir o durante los momentos de reuniones familiares, a la hora de comer o cenar.
  • Supervisar el uso de las nuevas tecnologías por parte de nuestros hijos, sin que se sientan controlados por ello.
  • Detectar si existe otra cuestión subyacente que desencadene un aumento del uso de las nuevas tecnologías, como problemas de relación con los compañeros en el centro escolar.

¿Qué hacer cuando se detecta que tu hijo tiene adicción a las pantallas?

El primer paso a seguir desde casa cuando los progenitores descubren que su hijo hace un uso desmesurado e inadecuado de las nuevas tecnologías es “alejarle del estímulo que genera la adicción, aunque no es fácil, porque hoy en día en el móvil o tableta tenemos mucha cantidad de información y es una herramienta para el estudio, el trabajo, las relaciones personales o el ocio. Las claves para un uso correcto de las tecnologías por parte de niños y jóvenes son la confianza, el diálogo y el establecimiento de límites”, explica Cristina de la Rosa Tineo, psicóloga y psicoterapeuta, miembro del centro de psicoterapia Nudos.

La información adecuada de los adolescentes sobre el uso correcto de las nuevas tecnologías es fundamental para evitar dependencias insanas a las pantallas. Conviene que conozcan “los riesgos y los beneficios, así como los usos correctos de las redes. También es clave el establecimiento de límites con respecto al tiempo de utilización de las pantallas y que los padres supervisen el cumplimiento de lo acordado al respecto”, recomienda la psicoterapeuta, Cristina de la Rosa Tineo.

¿Qué tienen las pantallas que tanta adicción crean en nuestros hijos?

El uso de las nuevas tecnologías genera sensaciones agradables por lo que “las pantallas enganchan con facilidad, a los jóvenes y a los mayores. Por un lado, son neurodivertidas porque generan respuestas y sustancias en nuestro cerebro que son excitantes y placenteras, entre ellas, la dopamina. Estar expuesto a estas sustancias continuadamente nos genera, de forma natural, la necesidad de seguir repitiendo las conductas que las producen, por ello usar mucho las pantallas nos crea la necesidad de seguir haciéndolo”, comenta Manuel Ruiz del Corral, ingeniero de telecomunicaciones, compositor musical y autor del libro Ser Digital, hacia una relación consciente con la tecnología

Las pantallas son pequeñas ventanas al mundo “donde los niños y jóvenes depositan sus afectos, relaciones, confidencias y una gran parte de su tiempo de ocio y diversión, a veces casi de forma exclusiva. El teléfono móvil es hoy un objeto preciado que ha conseguido situarse entre las necesidades más fundamentales de cualquier persona y no es solo una cuestión de ocio o comunicación. Los jóvenes encuentran en la Red un lugar donde reforzar cualquier opinión que tengan, por insignificante o extrema que sea. Crean una particular isla de sentimientos de pertenencia, poblada de contactos fáciles y rápidos. Incluso pueden jugar con su identidad, escondiendo fácilmente sus vulnerabilidades. Pueden sentirse exclusivos, acompañados y especiales, sin mover el dedo pulgar de la pantalla”, explica Manuel Ruiz del Corral.

No obstante, las nuevas tecnologías facilitan el aprendizaje de las nuevas generaciones. “Son herramientas fundamentales para la capacitación de los jóvenes en las reglas de la nueva sociedad y economía digital. Hoy, nuestros niños y jóvenes disponen de infinitas posibilidades al alcance de sus manos para aprender y desarrollarse, pero debemos darles herramientas psicológicas y conductuales para decidir cómo utilizar las pantallas de forma saludable. Las nuevas tecnologías ocupan una gran parte del tiempo de nuestros hijos y pueden comprometer el adecuado desarrollo de su atención, su empatía y su concentración. Debemos ser muy conscientes de que estas cualidades dependen muy directamente de la forma que tengan de relacionarse con sus dispositivos digitales, y es fundamental interiorizar pautas saludables para lograrlo”, explica el escritor Manuel Ruiz del Corral, que aconseja no criminalizar las pantallas, ya que no provocan adicciones ni dependencias si se usan de manera adecuada.

Fuente: El pais

A partir de los 18 años –antes, a veces-, muchos jóvenes sueñan con volar del nido, independizarse de sus padres, irse de casa. En España, ese sueño se prolonga, de media, casi durante 11 años. Concretamente, hasta los 28,9 años, que es la edad a la que los jóvenes españoles salen del hogar de sus padres, según datos de Eurostat. No es precisamente España líder de la UE en la juventud de sus jóvenes emancipados. De hecho, ocupa el 21º lugar entre los 28, muy lejos de los 19,1 años a los que se emancipan los suecos o los 21 de los daneses. Las españolas, al igual que las demás europeas, salen del hogar paterno dos años antes que los hombres.

Con estos datos, la tasa de emancipación en España se sitúa en el 20,8% en la población de entre 16 y 29 años. Es decir, casi ocho de cada diez jóvenes españoles viven con sus padres al menos hasta los 30. La crisis económica ha afectado claramente a esta tasa, ya que ha ido cayendo sin pausa desde 2008, cuando alcanzó su máximo por encima del 26%, según el Observatorio de Emancipación que elabora cada seis meses el Consejo de la Juventud de España.

¿Y por qué los jóvenes tardan tanto en irse de casa? La explicación tiene que ver con algunos factores principales. Uno de ellos es la elevada tasa de paro juvenil, que se sitúa en el 46,5% entre los 16 y los 24 años y del 28,39% entre 25 y 29, según los datos de la Encuesta de Población Activa que publica el INE. Sin trabajo, es muy difícil que un joven deje la casa familiar.

Pero es que tener trabajo tampoco asegura la capacidad de pagar una hipoteca o un alquiler. La precariedad laboral ha tocado máximos en los últimos tiempos. Así, el año pasado se firmaron 17 millones de contratos temporales, el 92% del total. Además, 6,4 millones de los contratos firmados fueron por horas. Así, la duración media de los contratos ha descendido de 79 días en 2006 a 53,4 en 2015.

Si de todas formas un joven intenta optar por la emancipación, se va a encontrar con los altos precios de la vivienda y del alquiler. Pese a la caída de los precios de las casas desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, de un 29% según el Ministerio de Fomento (un 26%, según el INE), un joven tendrá que dedicar hasta el 64% de su sueldo a pagar una hipoteca. Por ello, apenas el 15,7% de los jóvenes de entre 16 y 29 años que han logrado finalmente emanciparse viven solos. La inmensa mayoría tiene que compartir casa, bien sea con una pareja o con compañeros de piso.

La tardanza en salir de casa por todas las circunstancias citadas anteriormente lleva necesariamente a otros fenómenos. Por ejemplo, al retraso en la edad de la maternidad en España: Si en 1970 las españolas eran madres por primera vez con una media de 25,2 años, en 2014 las madres primerizas tenían una media de edad de 30,6 años.

http://economia.elpais.com/economia/2016/06/24/actualidad/1466776271_364533.html

A los seis años, Miara Campos sufrió una dolencia que la dejó unos días afónica. No podía hablar. “Un día, se me perdió la voz”, asegura. Para intentar atajar la inquietud y preocupación de la pequeña, su abuelo, Antonio Montoro, tras recogerla del colegio decidió inventar una historia sobre qué podría haber pasado con su voz, quién se la podría haber llevado. “Tu voz no las ha perdido tú, hay algo raro, alguien te la ha quitado”, le dijo. La niña la escuchó con curiosidad, se divirtió y, poco a poco, fue añadiéndole detalles. Tantos, que ambos se embarcaron en la aventura de convertir aquel texto oral en un cuento infantil que pudieran leer todos los niños y niñas. Tres años después de aquel episodio, Ediciones del Genal, pequeña editorial de Málaga, ha publicado El secuestro de la voz de Mía, que se ha convertido en uno de los trabajos más vendidos en la reciente primera edición de la Feria del Libro Malagueño. Allí estuvo Miara, firmando y dedicando su obra a sus pequeños lectores. “Muchos eran compañeros de clase”, recuerda la pequeña, que esos días compartió el evento cultural junto a autores consagrados como Javier Castillo o Juan Jacinto Muñoz Rengel.

Miara es una niña sensible, con luz, creativa y dicharachera cuando le apetece, según explica su propia madre, Paola Montoro. Su hija tiene un vínculo muy especial con el abuelo Antonio, porque al habitual vínculo que une a esas generaciones, se sumó que, durante un tiempo, ambos compartieron vivienda mientras los padres de la pequeña buscaban una nueva casa donde vivir. “Ahí surgió una relación mucho más estrecha”, cuenta el orgulloso coautor del libro infantil, al que siempre le ha gustado contar historias: algunas a nivel profesional —es miembro del Colectivo de Escritores de Málaga— y, otras, a nivel más personal, especialmente en reuniones familiares. Su nieta las disfrutaba, pero, además, ella siempre aportaba algo más al relato. “Le contaba un cuento, pero ella lo comentaba, lo hacía más grande y terminaban haciendo una historia completamente diferente. Es una niña muy creativa y con una fuerza interior muy importante”, cuenta Antonio, granadino de Loja, quien ha trabajado más de 40 años como profesor en el Sáhara Occidental, Canarias o las islas Baleares, pero que acabó en Málaga, donde desarrolló la mitad de su carrera.javascript:falsePUBLICIDAD 

“Lo que más me gusta es que, cuando escucho esas historias de mi abuelo, puedo empezar a vivirlas”, dice Miara, que se sintió más protagonista que nunca cuando una de esas historias tenía que ver con cómo había perdido su voz. Junto a su familiar, planteó el relato. Luego buscaron juntos información en Internet y, finalmente, empezaron a construir la historia. Miara se recuperó de su dolencia en pocos días, un final feliz que también quisieron dar a su obra. Finalmente, han conseguido un cuento que trata las formas de comunicación más allá del lenguaje hablado —ya sea en signos o escrita— además de la relación con la naturaleza o los vínculos intergeneracionales. Durante el proceso, ambos realizaron también los bocetos de las ilustraciones que les gustaría que acompañaran al texto. La ilustradora Carmen Larios las tomó como ejemplo y su trabajo es el que ha dado forma final al libro. “A mí lo que más me ha gustado de todo esto es que mi abuelo haya hecho esto conmigo”, subraya feliz la pequeña.

Antonio y Mía contaron con el apoyo de Ediciones del Genal, una humilde editorial malagueña que, a la vez, es la promotora de las históricas librerías Proteo y Prometo, con medio siglo de historia a sus espaldas en Málaga y que siempre han apostado por temas y autores locales. Jesús Otaola, uno de sus responsables, vio la sensibilidad con la que estaba hecho el libro y decidió lanzarlo. “Tiene lo más importante: la verdad”, explica. “La verdad de un abuelo, de una nieta y de una historia que se puede llevar al resto de familias”, cuenta el editor y librero, que cree que El secuestro de la voz de Mía “despierta una sensación especial”.

Es, precisamente, lo que consiguió despertar durante su presentación en la I Feria del Libro Malagueño, donde Miara fue una de las autoras más solicitadas. “Estuvo toda la mañana firmando libros, pero incluso cuando nos fuimos a almorzar, seguían viniendo niños para que se lo dedicara”, dice Antonio Montoro. Allí, además, recibió la visita del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. Y no solo en su visita oficial: posteriormente se acercó al puesto de la editorial para adquirir un par de ejemplares que Miara dedicó a los nietos del regidor. “Tuvimos la suerte de que pasara por allí y le diera un empujón al libro”, añade Otaola, que ya considera este trabajo como una especie de mirlo blanco por lo bien que están yendo las ventas respecto a otras de sus ediciones. Hasta el momento han vendido ya más de 300 copias: “La cifra que puede ser pequeña para grandes editoriales, pero que para nosotros es muy significativa”, relata.

Mientras tanto, Miara y su abuelo han decidido que El secuestro de la voz de Mía sea solo su primera aventura editorial juntos: “Tengo muchas ganas de hacer más libros ahora que tengo nueve años”, afirma la niña. Ya han preparado dos cuentos más a partir de anécdotas personales y familiares con el objetivo de que otras familias también se lancen a crear los suyos. El siguiente en publicarse —aunque aún no hay fecha— relata la historia de un pequeño pato que llegó a la familia y que no sabía nadar. Y el tercero se acerca a una de las aficiones de Miara, los caballos. Especialmente una yegua a la que tiene mucho cariño y que es la protagonista de otro relato. El punto de partida para este trabajo fue sencillo y, esta vez, partió de la propia niña: “Abuelo, ¿Por qué no hacemos una historia de mi yegua favorita?”. Por supuesto, Antonio no pudo negarse. Quién podría.

Fuente: El País

Mundos mágicos, historias de amor de todo tipo, guerras, demonios… En ocasiones las novelas son tan exitosas e intrigantes que necesitan una segunda, tercera (¡o incluso séptima!) parte. A continuación ofrecemos algunas de las mejores sagas para enganchar a los adolescentes a la lectura.

Divergente

Divergente de Veronica Roth Sagas adictivas para adolescentes

Beatrice vive en un mundo postapocalíptico, cuyo sistema social se divide en cinco facciones (Verdad, Abnegación, Osadía, Cordialidad y Erudición) para garantizar la paz y la seguridad de todos. Cada ciudadano debe pasar una prueba para establecer quién es y cuál es su sitio dentro de ese nuevo sistema, dependiendo de sus virtudes y aptitudes. Pero los resultados de la joven muestran que ella no encaja en ninguna facción y, por tanto, supone una amenaza para el sistema. Tendrá que elegir una en la que pueda pasar desapercibida, aunque pronto irán a por ella. Llevada a la gran pantalla, la popular saga ‘Divergente’ escrita por Veronica Roth engloba los títulos ‘Divergente’, ‘Insurgente’, ‘Leal’ y ‘Cuatro’. 

  • Autora: Veronica Roth
  • Editorial: Molino
  • Edad recomendada: A partir de 13 años

Ver en Amazon

Memorias de Idhún

Memorias de Idhún de Laura Gallego

‘La resistencia’, ‘Tríada’ y ‘Panteón’ son los tres títulos que forman una de las sagas fantásticas más leídas entre los adolescentes a nivel mundial. La historia transcurre entre varios mundos: la Tierra, Limbhad e Idhún, un mundo de tres soles y tres lunas. Jack y Victoria lucharán por salvar a los idhunitas del gobierno de Ashran el Nigromante y los sheks, unas terribles serpientes con alas. Magia, héroes y batallas les acompañarán en sus aventuras. 

  • Autora: Laura Gallego
  • Editorial: SM
  • Edad recomendada: A partir de 10 años

Ver en Amazon

Elliot Tomclyde 

Elliot Tomclyde

Elliot tiene 12 años y vive en Québec. Su vida no tiene nada de extraordinario hasta que, en un campamento de verano, conoce a un hechicero, Goryn, que lo conduce a un extraño mundo llamado Hindewood. Allí, le presentan a los responsables de los cuatro elementos (Agua, Tierra, Aire y Fuego) y éstos le cuentan que él es descendiente de un hechicero muy poderoso y que debe ingresar cuanto antes en la escuela para magos. Pero antes tendrá que averiguar a qué elemento pertenece… A lo largo de los cinco libros, Elliot tendrá que luchar contra el mal para mantener la armonía del mundo. 

  • Autor: Joaquín Londaiz Montiel
  • Editorial: Montena
  • Edad recomendada: Entre 12 y 14 años

Ver en Amazon

After

After de Anna Todd

Llevada a la gran pantalla, su primer libro narra la historia de la joven Teresa, que conoce a un chico llamado Hardin en su primer año de universidad:  cumple con todos los estereotipos de ‘chico malo’. Acostumbrada a una vida estable y ordenada, es al conocerle cuando su vida cambiará por completo: la que era una chica buena se enfrentará a diferentes situaciones que cambiarán la forma en la que ve el mundo que la rodea.https://fa171ffdde405af1668855657b01bd24.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

  • Autora: Anna todd
  • Editorial: Planeta
  • Edad recomendada:  A partir de 14 años

Ver en Amazon

Las pruebas de Apolo

Las pruebas de Apolo - Rick Riordan

¿Como se puede castigar a un inmortal? Haciéndolo humano. Tras enfurecer a Zeus, el dios Apolo es desterrado del Olimpo convertido en un niño y enviado a la ciudad de Nueva York, donde tendrá que sobrevivir en el mundo moderno. Del mismo autor que las aventuras de ‘Percy Jackson’, es una colección de cuatro libros ideal para jóvenes a partir de los 12 años que disfruten de la fantasía, la mitología y la acción. 

  • Autor: Rick Riordan
  • Editorial: Montena
  • Edad recomendada: A partir de 12 años

Ver en Amazon

https://fa171ffdde405af1668855657b01bd24.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

El Cementerio de los Libros Olvidados 

Cementerio de los Libros Olvidados

La Sombra del Viento, El Juego del Ángel, El Prisionero del Cielo y El Laberinto de los Espíritus son las cuatro historias que giran en torno al ‘Cementerio de los Libros Olvidados’, un lugar secreto y mágico que descubrirá Daniel Sempere de la mano de su padre en la ciudad de Barcelona. Se trata de una saga que recorre la historia de España desde los años 20 hasta la década de los 60, centrándose cada título en épocas y miembros diferentes de la familia Sempere. A pesar de mantener el Cementerio, algunos personajes clave y la localización en cada libro, es cierto que cada obra funciona como historia independiente y todas incluyen, suspense, amor y hechos históricos. https://fa171ffdde405af1668855657b01bd24.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

Ver en Amazon

Los juegos del hambre

Los juegos del hambre

La Capital de Panem obliga a sus 12 distritos a escoger un ‘tributo’ cada año para representar a su comunidad en los ‘Juegos del Hambre’. Katniss Everdeen, una joven de 16 años, protagoniza la saga que incluye los títulos ‘Los juegos del hambre’, ‘En llamas’ y ‘Sinsajo’. La chica vive en un mundo distópico donde la lucha por la supervivencia, el sacrificio por la familia, la crítica social y el amor (o desamor) son los temas centrales. 

  • Autor: Suzanne Collins
  • Editorial: Molino
  • Edad recomendada: A partir de los 12 años. 

Ver en Amazon

https://fa171ffdde405af1668855657b01bd24.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

Trilogía: Canciones para Paula 

Blue Jeans Trilogía mejores sagas lectura

‘Canciones para Paula’, ‘¿Sabes que te quiero?’ y ‘Cállame con un beso’ forman una de las trilogías románticas con más éxito de este autor español, Francisco de Paula Fernández, más conocido como ‘Blue Jeans’. Paula tiene 17 años y a lo largo de esas tres novelas irá conociendo el amor por primera vez (delante y detrás de las pantallas) y pasará por momentos muy duros que le demostrarán quiénes son sus amigas de verdad y cuáles están dispuestas a traicionarla. España, París, Londres… el lector se sumerge entre las calles de cada ciudad mientras acompaña a la protagonista en cada una de sus aventuras y vive con ella una montaña rusa de emociones. https://fa171ffdde405af1668855657b01bd24.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

  • Autor: Blue Jeans
  • Editorial: Planeta
  • Edad recomendada: A partir de los 12 años. 

Ver en Amazon

Harry Potter

Harry Potter y la piedra filosofal mejores sagas lectura

Harry es un niño huérfano que vive con sus tíos desde que era un bebé. Al cumplir los 12 años recibe una notificación un tanto peculiar: ¡Ha sido aceptado en Hogwarts, la escuela de magia y hechicería! Sin preaviso, su vida dará un giro de 180 grados y comenzará múltiples aventuras en las que descubrirá un mundo mágico que nunca pudo imaginar, conocerá lo que realmente es la familia y la amistad, y todo, mientras se enfrenta a ‘El-que-no-debe-ser-nombrado’. La saga está compuesta por siete libros que se publicaron en este orden: Harry Potter y la piedra filosofal, Harry Potter y la cámara secreta, Harry Potter y el prisionero de Azkabán, Harry Potter y el cáliz de fuego, Harry Potter y la orden del fénix, Harry Potter y el misterio del príncipe, y Harry Potter y las reliquias de la muerte. 

  • Autora: J. K. Rowling
  • Editorial: Pottermore Publishing
  • Edad recomendada: A partir de los 12 años. 

Ver en Amazon

Los cazadores de sombras

Cazadores de sombras mejores sagas lectura

Clary, una chica que descubre que proviene de un linaje de cazadores de sombras (una especie de demonios), se alía con otros jóvenes cazadores como ella y para averiguar por qué han sido atacadas ella y su madre, conocer quién es su padre o quién les persigue. La saga incluye siete libros que reúnen momentos de amor, sangre, traición y demonios. Ha tenido tanto éxito que recientemente se ha trasladado a la pantalla con una serie de Netflix con el mismo nombre. 

  • Autora: Cassandra Clare
  • Editorial: Destino Infantil & Juvenil 
  • Edad recomendada: A partir de los 14 años.

Ver en Amazon

El mensaje es potente y claro, pero eso de poco o nada sirve si no llega a su destinatario. Es lo que parece estar pasando con las repetidas llamadas de autoridades sanitarias y políticos a los jóvenes para que tomen conciencia de que ellos se han convertido ahora (no son los únicos) en principales transmisores en los últimos rebrotes en España del coronavirus.

Prohibir los botellones y anunciar cuantiosas multas para los infractores –como han hecho Catalunya Andalucía, cuando en muchas ciudades esas reuniones remojadas con alcohol están ya prohibidas por las ordenanzas– genera titulares y queda muy bien como declaración o intención política para frenar los contagios. Pero si ese anuncio no viene acompañado de un plan o estrategia para que el mensaje llegue a los que montan esos botellones, toda esa puesta en escena y declaración de intenciones va a servir de muy poco.javascript:falsePUBLICIDAD 

Y el principal problema con esta resucitada pandemia es que el reloj juega en contra. Aquí no valen campañas con resultados a largo plazo. El mensaje tiene que llegar a los jóvenes en horas y eso, ha quedado demostrado, no siempre se consigue con los medios convencionales. La mayoría de adolescentes no leen periódicos, ni están atentos a los informativos de las televisiones o emisoras de información veinticuatro horas de radio. Si se quiere llegar hasta ellos para que entiendan los riesgos y asuman el papel que están jugando en el rebrote de esta pandemia hay que ir a los canales que más utilizan esos adolescentes para comunicarse.

Una iniciativa impulsada por el CAP y el Ayuntamiento de Tàrrega, con el mensaje de una joven de 20 años que perdió a su abuela en el pico de la pandemia, es un ejemplo. Como la campaña protagonizada meses atrás por un médico español, que tuvo también gran repercusión entre los jóvenes al propagarse en canales digitales con un mensaje muy claro: “No sois el centro del mundo”.

Pero ojo, “criminalizar ahora a los jóvenes, considerales como únicos culpables de lo que está pasando, no sería la mejor estrategia si lo que se busca es que respondan con responsabilidad a esta crisis”, alerta Beatriz Martín, directora general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).

“Lo que siempre hay que tener presente –afirma Anna Sanmartín, subdirectora del Centro Reina Sofia sobre Adolescencia y Juventud de la FAD– es que esta es una responsabilidad colectiva, del conjunto de la sociedad”. Considerar que el problema ahora es solo culpa de “una practica generalizada de la gente joven sería un error, igual que decir que todo lo que pasa es responsabilidad de los adultos”, añade Sanmartín.

Expertos proponen tres vías para que esa información llegue a su destino: redes, familia y ocio nocturno

Cumplir normas y recomendaciones siempre estará sujeto al nivel individual, y eso vale también para el universo de la adolescencia. Pero con los jóvenes, coinciden Martín y Sanmartín, hay unos actores que deberían implicarse mucho más en la transmisión del mensaje. “Las familias juegan un papel determinante y deben de dar ejemplo, al igual que los responsables de las empresas del ocio nocturno. Esos locales, cuando vuelvan a trabajar con normalidad, pueden hacer mucha pedagogía si obligan a sus clientes a mantener todas las medidas de protección”.

Otra clave en este tema, afirman estas expertas –lo que también comparte la psicóloga clínica infanto-juvenil, Mara Cuadrado– está en elegir muy bien los canales para transmitir el mensaje. “Hay que montar ya campañas expresamente dirigidas a ellos, con la colaboración de youtubers o influencers ”, apunta Cuadrado, “en vez de centrarlo todo en multas por botellones o por no llevar la mascarilla”. Esas sanciones las acaban pagando los padres. “Habría que idear, para los infractores y no responsables con el tema, algún tipo de actividad social o trabajos para la comunidad relacionados con los riesgos de la Covid”, apunta esta psicóloga.

En este sentido, en Catalunya la Generalitat ha puesto en marcha la campaña #Sommaskers para incrementar el uso de la mascarilla entre los jóvenes catalanes y mejorar la prevención de los contagios. Seis influencers publicarán vídeos e historias en TikTok e Instagram con mensajes que piden su uso.

Pretender encerrar en casa a adolescentes y jóvenes en verano es un reto complicado. “Se han comportado de forma ejemplar los tres meses más duros del confinamiento y ahora que han retomado sus relaciones sociales se propone otra vez su asilamiento y eso a estas alturas no se apunta nada fácil”, indica Anna Sanmartín. Así que la mejor receta en estos momentos es desplegar todos los medios para apelar a la responsabilidad de este colectivo que ahora busca alternativas al cierre del ocio nocturno. “La información visual en sus canales y redes que más utilizan tendría que multiplicarse. Con mensajes sobre la importancia de mantener la distancia social, de no compartir copas, ni unas patatas bravas o fumar del mismo porro”, aconseja Cuadrado.

Hacerles entender que ahora deben de cuidar de aquellas personas que les han cuidado a ellos y también cambiar esa percepción que tienen de que este virus no supone ninguna amenaza para su salud, que esto es cosa de gente mayor.

La diferencia entre marzo y abril y ahora (también entre muchos adultos) es que se ha perdido el miedo al coronavirus. Las mismas redes que deberían de servir para que esos adolescentes no bajen la guardia, son canales en los que los jóvenes comparten mensajes con las más disparatadas teorías sobre la Covid, que lejos de ayudarles a tener una visión real del problema fomentan aún más la confusión.

“Hay que convencer para que no fumen del mismo porro, ni compartan la copa o las patatas bravas”

Y la familia. “Es muy importante lo que ven en su casa para que el mensaje tenga coherencia”, reitera Martín. “No puedes pedir a tu hijo que no se reúna con amigos o se vaya de botellón si en casa es testigo de barbacoas y fiestas en la piscina organizadas por sus progenitores. Ese no es el modelo”, alerta Cuadrado.

Estas tres expertas consultadas por La Vanguardia recuerdan que a los jóvenes “siempre les ha gustado transgredir las normas” y si el mensaje no es claro en estos momentos “muchos se dejan arrastrar por lo que hace el grupo: el tonto es el que se pone la mascarilla”. Aunque nunca hay que olvidar que no todos son unos irresponsables. Un alto porcentaje son conscientes de los riesgos y se protegen. Ahora, a esos habría que seguirlos como nunca.

Fuente: La Vanguardia

Si bien es cierto que muchas celebraciones no han podido desarrollarse dada su idiosincrasia (festivales de música o fiestas populares), con Halloween no pasa necesariamente así. Y es que es posible descentralizar Halloween y hacer que se celebre en distintos sitios y respetando todas las medidas de seguridad. Dicho de otra forma: para pasarlo de miedo no hacen falta más de 6 personas.

Hace unos años, preguntarte qué harías la noche de Halloween y tener que cribar entre decenas de planes era más o menos fácil y, en cierto modo, emocionante. Pero hoy cada vez son más las empresas que organizan actividades en esta popular festividad anglosajona. Y nosotros encantados: cuantos más saraos terroríficos haya, mejor. Esta es nuestra selección para 2020.

1. Halloween en el Parque de Atracciones

Crédito editorial: Jose Luis Vega / Shutterstock.com

Si pensabas que la montaña rusa te hacía gritar de pánico, espera a vivir un día de Halloween escalofriante en el Parque de Atracciones de Madrid con una ambientación y seis pasajes del terror que te harán pasarlo de miedo.

 Casa de Campo, s/n

 Compra aquí tu entrada

2. Murder Mystery: juego inmersivo en una mansión

Foto: Angel Biyanueba

Una coleccionista de arte que tiene mucho dinero ha sido asesinada, hay cinco salas que requieren de tu pericia para ser investigadas y tú has sido designado como una de las partes más importantes de la investigación. El Cluedo se ha salido del tablero y ha llegado a una misteriosa mansión cerca del centro de Madrid.

 Calle Hortaleza, 87

 Compra aquí tu entrada

3. Cena y fiesta de Halloween en Fortuny

Cuando te pregunten qué tal tu cena en Fortuny y tu respuesta sea «terrorífica», tendrás que matizar y, como cuando ibas a clase, justificar tu respuesta. Un menú exquisito formado por aperitivo, dos platos, bebida y postre en un escenario único y decorado para la ocasión.

 Calle de Fortuny, 34

 Consigue aquí tu menú

4. Taller de gin-tonic en tu casa (y sesión de DJ posterior)

Como en casa no se está en ningún sitio. Por eso no te hará falta casi ni decoración para pasar un Halloween inolvidable con quien tú quieras y donde quieras. Esa es la propuesta de WakeSenses. Recibe en tu casa un todo lo que necesitas para preparar el mejor gin-tonic que has tomado nunca y disfrutalo mientras escuchas una sesión en directo.

 Compra tu plan en este link

5. Fiesta de Halloween en un parque de bolas para adultos

Si tu espíritu conserva un puntito infantil, si estás harto de que todos los planes se parezcan entre sí, si quieres hacer algo diferente y si quieres pasarlo de miedo sin pasar miedo, he aquí la opción estrella. Una fiesta de Halloweeen… en un parque de bolas para adultos acompañado de un menú especial para la ocasión.

 Calle Eduardo Terán, 3

 Compra aquí tu menú

6. Ruta por los lugares más terroríficos de Madrid

planes halloween madrid

No hace falta salirse del perímetro urbano, ni siquiera rebasar los límites del centro, para toparse con un Madrid que provoca escalofríos de terror. Algunas de las fachadas más conocidas de la capital ocultan leyendas de miedo, sucesos paranormales e historias macabras salpicadas de sangre. No hay mejor momento para visitarlos y conocer la cara oscura de Madrid que el día de los muertos.

  • Casa de las Siete Chimeneas (Plaza del Rey).
  • Palacio de Linares (Plaza de Cibeles).
  • El nº3 de Antonio Grilo (calle Antonio Grilo, 3)
  • Museo Reina Sofía (Calle de Santa Isabel, 52)
  • Metro Tirso de Molina
  • Iglesia de San Ginés (Calle Arenal, 13)

7. Visita el altar de Casa México

La Casa de México celebra estos días su segundo año de apertura en Madrid y ha saltado a las páginas de los periódicos por haber colocado el mayor y más bonito altar del Día de los Muertos en las escaleras principales del palacete que habita en el barrio de Chamberí.

 Calle de Alberto Aguilera, 20

8. Una escape room de terror

planes halloween madrid

Las salas de escape, de por sí, generan cierta dosis de nerviosismo y desatan la adrenalina ante el reto de salir de una habitación cerrada en menos de 60 minutos. Una escape room de miedo directamente pone los pelos de punta: no querrás abrir la puerta en una hora, sino en un segundo. «La habitación de Nanako» y «Exorcismo en el Vaticano» en Escape College Madrid son un verdadero plan para pasarlo de miedo en Halloween.

 Calle San Bernardo, 5

9. Halloween en el Parque Warner

Crédito editorial: Javi Az / Shutterstock.com

La temporada de sustos se alarga en parque Warner: no tienes por qué esperar al 31 de octubre para meterte en el pasaje de la Llorona, ser perseguido por Freddy Krueger o huir de los zombies en la zona Infected Z.

 San Martín de la Vega, Autovía A-4, salida 22

 Compra aquí tu entrada

10. El museo del dulce y de las chucherías abre por Halloween

Si Willy Wonka existiera y viniera de vacaciones a Madrid, es muy probable que hiciera una parada en el Sweet Space Museum, el nuevo y apetecible espacio que aguarda en la segunda planta del Centro Comercial ABC Serrano. Este espacio único, que todavía no ha abierto sus puertas oficialmente, abrirá en exclusiva para Halloween.

 Centro Comercial ABC Serrano

 Compra aquí tu entrada

11. Noche de Leyendas Urbanas 

Casi igual que aquella serie de televisión en la que un grupo de amigos se reunía alrededor de un fuego para contar historias para no dormir. Algo así es este evento: supersticiones, creencias populares y, en general, historias de miedo para pasarlo mal. Eso es el evento del Palacio de la Prensa del día 31 de octubre: distintas ponencias que te pondrán los pelos de punta.

 Palacio de la prensa (plaza de Callao, 4)

 Compra aquí tu entrada

12. Experiencia Halloween en el Hotel Óscar

Pasarlo de miedo no (necesariamente) significa pasarlo mal. De hecho puede significar todo lo contrario y de hecho puedes pasarlo de miedo el día de Halloween en el Hotel Óscar by Room Mate Hotels. Con quien tú quieras podrás disfrutar de una cena temática y de una noche (especialmente ambientada, claro) espectacular.

 Hotel Óscar by Room Mate Hotels (plaza de Callao, 4)

 Compra aquí tu noche y tu menú.

13. Horror Festival Autocine

Una delicada selección de películas de miedo para disfrutar desde tu coche y un entorno verdaderamente terrorífico. La ambientación de Autocine Race va a ser tan espectacular que primero te asustarás y después te enfadarás por ver que los actores no llevan mascarilla. Sin reparar, claro, en que todo es atrezzo, ¿o no?

 Calle Isla de Java, 2 (Autocine Madrid RACE)

 Compra aquí tus entradas.

14. Halloween en una taquería

Ni siquiera hace falta haber visto Coco, la última gran película de Pixar, para saber que la relación que los mexicanos mantienen con la muerte es, como poco, peculiar. Por eso es difícil pensar en un sitio mejor que un mexicano para disfrutar la noche de Halloween. Nachos y margaritas en Tabaxco en un ambiente que nada envidiará a cómo lo celebren los cuates de Culiacán.

 Calle de Sagasta, 28

 Compra aquí tu menú.

15. La taquería de Birra

Imagínate, tú, quien tú más quieras, un plato en la mesa y catrinas rodeándote por doquier. Si hay una forma soñada de celebrar el Día de los Muertos, debe estar muy cerca de parecerse a esta que comentamos. La Taquería de Birra (y sus nachos especiales) será el sitio donde querrás celebrar Halloween. Y la compañía será lo de menos.

 Calle de Sagasta, 28

 Compra aquí tu menú.

Fuente: Madrid Secreto

Cientos de familias se plantean desescolarizar a sus hijos, aunque difieren los motivos entre los ‘covidschoolers’, que desconfían de la escuela debido al coronavirus, y los ‘homeschoolers’ que defienden un modo alternativo de vida.

Las mañanas de los hermanos Ot (12 años), Aran (10), Auró (7) y Riu (2) comienzan como la de cualquier niño: desayunan, bromean, se calzan unas botas y salen a pisar el suelo mojado con olor a lluvia antes de aprender inglés, ciencias naturales, geometría o dibujo libre. La única diferencia es que su aprendizaje se dará en casa, jugando y experimentando, porque estos cuatro hermanos forman parte de las 2.000 a 4.000 familias que, según The European Network of Home Education, practican homeschooling en nuestro país. Nunca han pisado una escuela.

Según la Coordinadora Catalana pel Reconeixement i la Regulació Homeschooling (CCRRH), en Cataluña se estima que 500 familias practican este tipo de educación en casa. Desde el confinamiento, las consultas aumentaron un 900%. La avalancha de peticiones llevó a la asociación catalana a lanzar un comunicado en el que detenían las nuevas afiliaciones, porque la filosofía homeschooler, que conlleva una implicación educativa y familiar a largo plazo, no encajaba con los motivos de aquellas familias que querían sacar a sus hijos de las escuelas, de forma temporal, por miedo al coronavirus.

“Nosotros luchamos desde hace años por una legislación que nos saque de la situación de alegalidad en la que nos encontramos. Queremos que sea un tipo de educación reconocido, no perseguido. Para las familias que solo quieren sacar a sus hijos del colegio por la covid, el sistema escolar tradicional les funciona bien, lo que les preocupa son las medidas y situación excepcionales. Hay que tener muy claro que este tipo de educación requiere una dedicación completa, 24 horas al día, 365 días al año, porque los niños están constantemente aprendiendo y formándose. Esto es un proyecto de vida”, explica Carlota Sala, autora del blog Freeschoolers y presidenta de la CCRRH.

Su familia eligió este tipo de educación cuando su hijo mayor iba a comenzar Primaria, porque no les convencía el modelo de escuela tradicional. “No somos anti-escuela en absoluto, simplemente el colegio no encajaba con nuestra filosofía de vida, ni por los ritmos, ni por forma de aprendizaje, ni por pasar tantas horas sentados frente a la pizarra, ni por llevar los deberes a casa. Nos planteamos buscar algún tipo de escuela alternativa, con modelos de educación libre, pero no encontrábamos para Primaria. Así que tomamos la decisión, casi de forma natural, de que nuestra familia sería homeschooler, y dentro de las ramas de esta educación, seríamos unschoolers.

Es decir, no marcamos horarios ni objetivos académicos para cumplir un currículo educativo, sino que acompañamos y fomentamos la curiosidad de los niños y su aprendizaje autónomo durante todo el día”, describe Sala. Sus hijos aprenden matemáticas con los ingredientes necesarios para elaborar recetas de cocina, principios de física construyendo cabañas en los árboles, experimentos químicos con videotutoriales y ciencias en el entorno natural donde viven.

La Asociación por la Libre Educación (ALE) también ha observado la tendencia ascendente entre las familias interesadas en el homeschooling, y solo en el último mes han registrado 100 nuevos afiliados. “Para que el paso al homeschooling funcione, nuestra recomendación es que primero se reflexione y se tome la decisión consciente de que esto supone un cambio de vida. Recomendamos no mentir, no inventarse que se van al extranjero… ir con la verdad por delante y comunicar por escrito a la escuela que van a desescolarizar a su hijo, porque van a optar por una educación en casa”, sostiene Alejandro Muñoz, vicepresidente de ALE. En ese caso, el colegio puede abrir un protocolo de absentismo escolar, que investigará Servicios Sociales, para comprobar si la familia tiene previsto ese plan de educación no formal en el hogar. “También les asesoramos cuando tienen dudas porque no son pedagogos ni docentes de formación.

No es necesario: no somos profesores de nuestros hijos, sino acompañantes en su aprendizaje. Y afortunadamente, la sociedad española está muy alfabetizada, así que en Primaria será un proceso de aprendizaje muy intuitivo. Cuando crezcan habrá temarios o conocimiento que quizá no tenemos, pero entonces se puede acudir a profesionales externos o clases online”, añade.

¿Y cómo se homologa ese conocimiento? Las familias que lo deseen podrían volver a escolarizar en cualquier momento a sus hijos, cuando por edad estén en período de escolarización obligatoria. Y si prefieren seguir con la educación en casa, a los 18 años (no antes) podrían presentarse al examen libre para obtener el Graduado Escolar, o acceder a un Grado Medio de Formación Profesional, previo examen de capacitación y madurez con 17 años, y de ahí continuar los estudios de un Grado Superior y Universidad, sin haber puesto un pie en la ESO.

Tipos de familias homeschoolers

“La educación en casa no es un solo tipo de educación, sino muchos tipos”, señala el vicepresidente de ALE. “Están los homeschoolers, que llevan el currículo educativo de la escuela a casa y siguen un temario dirigido, respetando los ritmos de los niños, pero guiándose por el sistema escolar; los unschoolers, que no siguen un currículo educativo pautado; y los flexischoolers, que combinan una escolarización tradicional con la enseñanza en casa”. A estos tres grupos habría que sumar ahora los “covidschoolers”, que han visto en la pandemia un argumento para sacar a los niños de la escuela.

Madalen Goiria, profesora de Derecho en la Universidad del País Vasco y experta en aspectos jurídicos del homeschooling, distingue en su estudio El fenómeno del homeschool o educación en casa, cuatro tipos de padres que optan por este tipo de educación: los “protectores”, que quieren evitar la influencia que consideran negativa del sistema educativo en sus hijos, los “educadores”, que buscan una educación más natural y adaptada a los ritmos del niño, los “rebeldes”, que rechazan las instituciones, y las “víctimas del sistema educativo”, que sacan a sus hijos de la escuela por malas experiencias relacionadas con el acoso escolar, dificultades de aprendizaje no atendidas o falta de adaptación familiar por distintas necesidades culturales o lingüísticas.

Yvonne Laborda, terapeuta y autora del libro Dar voz al niño, también practica unschooling con sus tres hijos adolescentes. Sus dos hijos menores han elegido acudir tres horas por la mañana a proyectos educativos dirigidos, donde interaccionan con otros niños, y la mayor, Ainara, prefiere seguir formándose en casa, escribir su primer libro y, cuando la pandemia lo permita, reincorporarse a sus clases de teatro.

Laborda asesora y acompaña a familias que se estén planteando una crianza consciente e imparte cursos sobre aprendizaje autónomo no dirigido. En su caso, a raíz de la pandemia también ha observado un crecimiento exponencial de consultas y peticiones de talleres online sobre homeschooling. “De las 200 familias que se inscribieron en el taller, 100 lo hacían por primera vez, en busca de información. En mis charlas suelo explicar que para educar en casa te tiene que apetecer estar todo el día con tus hijos, honestamente. Si por tiempo, por trabajo, no vas a poder, esto no es para ti porque te va a agobiar, tengas o no conocimientos, dinero o capacidades. Para esos casos, la escuela sigue siendo una buena opción, no pasa nada, está muy bien delegar. En casa podemos “compensar”: primero que el niño haga lo que le apasiona, lo que le gusta, con tiempo, dejémosles desplegar sus talentos. Y luego ya, los deberes. Pero por desgracia, lo hacemos al revés y cuando llegan a casa ya están agotados”.

¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS LEGALES DE LA DESESCOLARIZACIÓN?

Uno de los miedos más extendidos entre las familias que se plantean una desescolarización a largo plazo de sus hijos es una denuncia ante los Servicios Sociales, que a su vez llegue a la Fiscalía y el expediente abierto acabe ante un juez. ¿Tiene consecuencias penales esta forma de educación, si es considerada un “delito de abandono” por absentismo escolar? “El artículo 27.4 de la Constitución señala la ‘obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza básica’, pero no dispone que obligatoriamente se produzca en la escuela. Sin embargo, sí aparece esa asociación entre educación y escolarización obligatoria de seis a 16 años en la LOGSE, que rompe con el sistema anterior, que provenía de la ley Moyano y reconocía una triple educación: estatal, privada y educación doméstica”, apunta la profesora Madalen Goiria. “La jurisprudencia del Tribunal Supremo establece, ya desde 1994, que no se sigan procesos penales por casos de homeschooling, porque el delito se comete cuando el menor no recibe “educación”, no cuando no acude al colegio. Ante una inspección, los padres tienen que demostrar que la desescolarización no provoca un daño a los menores y no les priva de su derecho a la educación.

Si los padres o tutores pueden demostrar que están cumpliendo con ese derecho y proporcionan un programa educativo individualizado, adaptado y adecuado a las necesidades y edad del niño, se desmontaría toda la causa y se desestima o se archiva, porque al proporcionar esa formación no hay ninguna vulneración del derecho del menor”, añade. No obstante, todo depende de la Comunidad Autónoma donde se viva, con más o menos permisividad. Puede darse un procedimiento por vía civil, de jurisdicción voluntaria, que lo que busca es la escolarización del niño y suele verse precedido de denuncias, ya sean del entorno familiar (como el caso de procesos de divorcio sin acuerdo sobre la educación del niño) o social. Si la investigación y el juez concluyen que el menor no está recibiendo una educación adecuada en casa se dictaría una orden de escolarización, que de no cumplirse podría ser considerado delito de desobediencia.

Fuente: El País