Una niña de 12 años falleció el pasado martes en el Hospital 12 de Octubre de Madrid tras ingresar el viernes 28 de octubre en un centro médico con un cuadro de coma etílico. La pequeña se bebió junto a otros cuatro compañeros de su instituto una botella de ron y otra de vodka durante cuatro horas en un descampado de San Martín de la Vega conocido como Los Cerros. Sobre las 23.00 horas la chica se desmayó y sus amigos se asustaron mucho. No sabían qué hacer y tampoco llamaron a ningún servicio de emergencia ni a la Policía. Ellos mismos la trasladaron en un carrito de hierro de un supermercado al centro de salud situado en la Avenida del 12 de Octubre del municipio. Emplearon casi más de media hora en un recorrido de unos 500 o 600 metros.

En el centro médico, la pequeña fue reanimada y desde allí era trasladada por el Summa en estado muy grave al Hospital 12 de Octubre, según Emergencias Comunidad de Madrid.

Según los familiares, la niña estuvo en coma inducido hasta el pasado martes, cuando falleció. Los restos de la menor han sido incinerados este jueves en el tanatorio-cementerio de Parcesa en Alcobendas.

La fallecida tenía otra hermana mayor. Sus padres, de nacionalidad polaca, llevaban residiendo en la localidad desde hace más de 15 años.

El Puesto de la Guardia Civil en San Martín de la Vega ha abierto una investigación de oficio para aclarar las circunstancias en las que falleció la menor, según la Comandancia de Madrid.

En la investigación abierta a título informativo, los agentes están indagando las circunstancias que rodearon el botellón celebrado el pasado viernes por la tarde noche en el conocido como parque de los Cerros. También están tomando declaración a los participantes y testigos de ese encuentro alcohólico.

Por su parte, las autoridades judiciales también han incoado averiguaciones al respecto. Al tratarse de una menor de edad, el Hospital 12 de Octubre, donde ingresó la niña en estado crítico la medianoche del viernes, comunicó horas después al Juzgado de Instrucción número 8 de Madrid lo ocurrido

Los amigos de la niña mantienen que ella y sus allegados llevaban varios viernes acudiendo a la zona de Los Cerros para practicar botellón. Se trata de una zona alejada del casco urbano que está repleta de botellas de vidrio, litronas y vasos de plástico.

Un lugar alejado del casco

Los vecinos de la calle Yeserías, cercana a Los Cerros, indican que el lugar es muy frecuentado por jóvenes durante los fines de semana para beber con tranquilidad sin que les acose la Policía Municipal. «Vienen aquí porque es un lugar alejado del casco y así se ocultan de la Policía», señala un joven.

En un parque céntrico de San Martín de la Vega donde los chicos se juntan con frecuencia reinaba hoy jueves la tristeza. Los chicos lloraban la muerte de la menor. Todos la conocen y también a su hermana mayor y a sus padres. «Era una chica muy alta y muy agradable y extrovertida. No sabemos qué pasó pero nos dicen que bebieron toda la tarde a palo seco«, señala uno de ellos. «No sabemos cómo compraron la bebida porque son menores pero seguro que se lo pidieron a algún adulto», comenta otro. «La niña y sus amigos acababan de entrar en el instituto y querían parecerse a la gente mayor», prosigue la misma joven.

Los chicos se preguntan también cómo ninguno pensó en llamar al 112 o a algún servicio de emergencia al ver como la menor se derrumbaba en el suelo. «Estaban muy asustados. Pensaron que si llamaban a la Policía Municipal les podían multar. Y al final uno de ellos decidió trasladarla en un carrito de la compra abandonado», explica. «Tardaron casi media hora en bajar desde Los Cerros al centro de salud y ya era demasiado tarde», añade.

Los adolescentes se lamentan de las pocas opciones de ocio que hay en el municipio. «Aquí no tenemos lugares o centros culturales donde poder hacer actividades», se queja uno de ellos. «Los chicos se dedican a beber ya que no hay otra alternativa», agrega otro. «Somos un pueblo olvidado. Hasta teníamos una estación de tren de Cercanías y nos la quitaron», apunta una joven. «Es cierto que no hay oferta cultural en el pueblo. Hay otras prioridades. Es más fácil dar licencias a tenderos extranjeros que abrir espacios para los jóvenes», señala otra de las chicas.

Tampoco tienen facilidades para su formación en la localidad. Los chavales denuncian que para hacer los módulos de Formación Profesional que desean, tienen que desplazarse hasta Valdemoro y otros pueblos. «Aquí tenemos un instituto y un centro de Formación Profesional. Y encima hacemos un graffiti un día y la Policía Municipal nos multa», enfatiza otro de los chavales.

«Si la gente se dedica a beber por las tardes no es culpa nuestra, de los jóvenes. Nadie se ha parado a pensar por qué se hace botellón. Si existiese un lugar donde se ofrecieran actividades diferentes seguro que habría menos gente bebiendo o en la calle», dice apenada otra joven.

Desde el Ayuntamiento de San Martín de la Vega, gobernado por el PSOE, niegan que no haya alternativa para los jóvenes. «Hay ofertas cada fin de semana de actividades y hay un centro cultural con una actividad diaria y una programación amplia para los jóvenes», señalan desde el Consistorio. «Además hay actividades cada fin de semana en el polideportivo enfocadas a los jóvenes amen de todo las escuelas que existen en el municipio», apuntaron.

http://www.elmundo.es/madrid/2016/11/03/581b54c422601dae488b456c.html

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