El pueblo, las primeras salidas nocturnas con la pandilla y… muchas veces, el primer chupito, la primera copa, el mini… Las vacaciones pero, sobre todo, las fiestas populares de estos meses de agosto/septiembre, representan un momento crítico de cara al inicio en el consumo del alcohol por parte de nuestros menores, que según la XIV Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES 2023) se fija en los 14 años.

Suele ocurrir de un verano para otro. «En los pueblos de veraneo los grupos no son homogéneos, porque no se juntan por edad. Hay niños de 15, otros de 17, y no pasa nada. El rango de edad no se mantiene pero que en este caso facilita que haya uno mayor al que le sirvan en el bar», señala Raúl Izquierdo, psicólogo y director técnico de Asociación Dual, la organización que ha lanzado la campaña ‘Este verano te la vas a jugar’ con la que se pretende alertar del alto riesgo de consumo de alcohol durante las vacaciones por parte de adolescentes y jóvenes.

De esta forma, prosigue Izquierdo, «el chaval que hasta ese momento estaba regateando al fútbol, o metiendo canastas en el baloncesto, cambia esto por un nuevo «juego» también de naturaleza competitiva que es beber. A ver quien aguanta más, quién bebe más deprisa, más cantidad… El alcohol se introduce como una nueva propuesta de ocio en el grupo en una edad en la que probablemente uno está para otras cosas». A esa edad el menor, corrobora Celia Prat, jefa de Formación de Fundación Fad Juventud, se encuentra en una encrucijada difícil. «Ellos lo viven como: o te marginas, o te integras en el grupo». La realidad es que los menores, advierte esta experta, «viven bajo una presión enorme».

Hecho cultural

En nuestro país, señala el director técnico de Dual, forma parte de nuestros usos y costumbres. «Sabemos que es una parte muy importante de nuestro tejido empresarial y que beber está profundamente arraigado a nuestra cultura. ¿Que hay un desengaño sentimental? Pues alcohol. ¿Un título deportivo que celebrar? Alcohol también. En este sentido, el verano es una dificultad añadida, y en particular este post pandemia, más si cabe. Llegamos todos muy cansados porque el curso escolar ha sido muy duro y parece que hay que salir al celebrar la retirada de restricciones. Vuelven las fiestas a toda España, las orquestas, parece que no hay virus que valga y como el otoño se dibuja desolador, pues «carpe diem»».

A este contexto veraniego se añaden varios aspectos que lo complican todo. Por un lado, el hecho de que «en las fiestas de los pueblos los progenitores suelen aliviar las medidas de control sobre sus hijos porque suelen identificar sus lugares de referencia de veraneo como espacios familiares y seguros. Pero nosotros insistimos: no podemos tomarnos vacaciones sobre el control y supervisión de nuestros hijos, nunca», remarca Izquierdo.

Así, prosigue, «no debemos ceder ante el hecho de que alguien cercano nos diga que no nos preocupemos porque ya lo cuida otro niño más mayor. Esto es importante porque no podemos delegar la custodia de nuestro hijo en otro menor, que es algo que hacemos en los pueblos, aunque sea de forma temporal».

El otro sesgo psicológico, añade este psicólogo, «es pensar que el hecho de iniciarse en el alcohol es algo que antes o después tiene que suceder, que es algo inevitable, natural… En definitiva, un paso más hacia la vida adulta. Eso es proyectar nuestra propia biografía. Pensar que nosotros en su día lo hicimos y que «no nos ha ido tan mal»». Así, muchas familias, advierte Raúl Izquierdo, de Asociación Dual, «se hacen trampas al solitario. Su reflexión es la siguiente: «Si yo bebí, ¿cómo se lo voy a prohibir a mi hijo? Pues porque lo tienes que intentar. Está bien que los hijos vayan asumiendo sus propios errores pero otra cosa es que nosotros les vayamos a permitir que se choquen y luego descarrilen», indica.

Ejemplo en casa

Lo ideal, recuerda Celia Prat, jefa de Formación de Fundación Fad Juventud, «es saber actuar antes de que esto se produzca. Los padres son modelos de actuación claros, que deben cuidar su propio comportamiento. Las familias se pueden preguntar: ¿qué tipo de ocio seguimos? ¿es saludable, o vemos la tele y poco más? Encontrar una actividad para compartir diferente al consumo es muy positivo».

Lo que no se puede hacer, señala Izquierdo, «es sentar al chaval delante tuyo y soltarle una chapa el 14 de agosto por la tarde, un día antes de que empiecen las fiestas, después de no haber hablado nada en todo el año. Será más probable que los menores escuchen a sus progenitores si han tenido cierta complicidad antes». Sin embargo, sugiere este psicólogo, a corto plazo lo que sí pueden hacer las familias es ponerse de acuerdo con otros padres. «No es lo mismo que nuestro hijo piense que somos los padres más plastas de todo el grupo a que estemos coordinados con otros y que haya un mismo mensaje». También es importante el control, «que hay que hacer aunque no sea popular. ¿Cómo? Citando a los niños cada cierto tiempo en algún punto del pueblo, e ir dando dinero poco a poco, no todo de golpe».

Retrasar el día

Se trata, en todo caso, de posponer el momento de inicio, recuerda Izquierdo, «porque cuando un menor debuta en el consumo del alcohol, puede estar configurando su ocio desde ese momento en adelante. Es decir, no sólo estaríamos ante un inicio, sino también una consolidación del hábito. Si conseguimos retrasar la edad de inicio, la relación del joven con el alcohol tendrá una naturaleza más degustativa, más tangencial, y no será un fin en sí mismo». «No solo eso -remarca la experta de la Fad-. Recordemos que es un cerebro que está en desarrollo y el consumo de alcohol les afecta de manera especial, pudiendo interferir en un desarrollo adecuado del aprendizaje, de la memoria, la atención… etc».

Para empezar, propone el director técnico de la Asociación Dual, «todos deberíamos comprometernos y asumir que el botellón, sea donde sea, no es bueno. Tenemos que reseñarlo no como una gesta, sino como un fenómeno repudiable, marginal, que no nos gusta. Algo a rechazar. Pero eso implica una acción colectiva, un acto de concienciación social. Se puede tomar algo, pero de otra manera y en la etapa de la vida adecuada», concluye.

NOTICIA DE ABC

A partir de los 18 años –antes, a veces-, muchos jóvenes sueñan con volar del nido, independizarse de sus padres, irse de casa. En España, ese sueño se prolonga, de media, casi durante 11 años. Concretamente, hasta los 28,9 años, que es la edad a la que los jóvenes españoles salen del hogar de sus padres, según datos de Eurostat. No es precisamente España líder de la UE en la juventud de sus jóvenes emancipados. De hecho, ocupa el 21º lugar entre los 28, muy lejos de los 19,1 años a los que se emancipan los suecos o los 21 de los daneses. Las españolas, al igual que las demás europeas, salen del hogar paterno dos años antes que los hombres.

Con estos datos, la tasa de emancipación en España se sitúa en el 20,8% en la población de entre 16 y 29 años. Es decir, casi ocho de cada diez jóvenes españoles viven con sus padres al menos hasta los 30. La crisis económica ha afectado claramente a esta tasa, ya que ha ido cayendo sin pausa desde 2008, cuando alcanzó su máximo por encima del 26%, según el Observatorio de Emancipación que elabora cada seis meses el Consejo de la Juventud de España.

¿Y por qué los jóvenes tardan tanto en irse de casa? La explicación tiene que ver con algunos factores principales. Uno de ellos es la elevada tasa de paro juvenil, que se sitúa en el 46,5% entre los 16 y los 24 años y del 28,39% entre 25 y 29, según los datos de la Encuesta de Población Activa que publica el INE. Sin trabajo, es muy difícil que un joven deje la casa familiar.

Pero es que tener trabajo tampoco asegura la capacidad de pagar una hipoteca o un alquiler. La precariedad laboral ha tocado máximos en los últimos tiempos. Así, el año pasado se firmaron 17 millones de contratos temporales, el 92% del total. Además, 6,4 millones de los contratos firmados fueron por horas. Así, la duración media de los contratos ha descendido de 79 días en 2006 a 53,4 en 2015.

Si de todas formas un joven intenta optar por la emancipación, se va a encontrar con los altos precios de la vivienda y del alquiler. Pese a la caída de los precios de las casas desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, de un 29% según el Ministerio de Fomento (un 26%, según el INE), un joven tendrá que dedicar hasta el 64% de su sueldo a pagar una hipoteca. Por ello, apenas el 15,7% de los jóvenes de entre 16 y 29 años que han logrado finalmente emanciparse viven solos. La inmensa mayoría tiene que compartir casa, bien sea con una pareja o con compañeros de piso.

La tardanza en salir de casa por todas las circunstancias citadas anteriormente lleva necesariamente a otros fenómenos. Por ejemplo, al retraso en la edad de la maternidad en España: Si en 1970 las españolas eran madres por primera vez con una media de 25,2 años, en 2014 las madres primerizas tenían una media de edad de 30,6 años.

http://economia.elpais.com/economia/2016/06/24/actualidad/1466776271_364533.html

En los siguientes enlaces podrás ver la repercusión en medios que ha tenido nuestra campaña de la Asociación Dual «Viven en atracón», financiada por el Plan Nacional sobre Drogas.

En nuestra campaña tratamos el tema de la ingesta compulsiva de alcohol como un juego o una competición para ver quien bebe más- Esta práctica se está popularizando en España entre menores de 14 a 17 años. Para alertar sobre este tipo de consumo al alza, hemos lanzado  la campaña ‘Vive en atracón’,y en los siguientes enlaces podrás ver su repercusión en medios.

Televisón

 

Telecinco

Una campaña alerta del aumento de la ingesta de alcohol como un juego entre menores de 14 a 17 años: https://www.telecinco.es/noticias/sociedad/20240527/campana-aumento-ingesta-alcohol-juego-menores_18_012594238.html

Telemadrid

TELEMADRID – TELENOTICIAS 1 – 14:20h – 00:01:38
#Sociedad. Beber más alcohol en el menor tiempo posible. Es el fenómeno al que cada vez se suman más jóvenes y adolescentes. Una campaña del Plan Nacional sobre Drogas alerta de los riesgos de este consumo impulsivo que, haciendo de la bebida un juego, busca un público cada vez más joven, se conoce como Binge drinking. Declaraciones de Raúl Izquierdo, Psicólogo Asociación Dual; Joan Ramón Villalbí, Delegado de Gobierno para el Paln Nacional sobre Drogas.

TELEMADRID – PRIMERA HORA 120 MINUTOS – 12:22h – 00:07:43
#Sociedad. El 75% de los jóvenes entre los 12 y 20 años reconoce que consumió alcohol en el último año según datos del estudio del Plan Nacional Antidrogas. Conexión en directo con Eva Milla, perito judicial experto en adicciones.

 

Radio

27/05/2024 ONDA MADRID – EL ENFOQUE – 20:11h – 00:00:33

#Sociedad. Menores consumiendo alcohol como si fuera un reto. La ingesta compulsiva de esta sustancia como una competición se está popularizando en españa entre menores de 14 a 17 años. Según la Asociación Dual, financiada por el plan nacional sobre drogas, beber en atracón consiste en tomar cinco o mas vasos de bebidas alcoholicas en unas dos horas.

 

27/05/2024 ONDA MADRID – MADRID DIRECTO – 16:03h – 00:00:48

#Sociedad. Menores consumiendo alcohol como si fuera un reto. La ingesta compulsiva de esta sustancia como una competición se está popularizando en españa entre menores de 14 a 17 años. Según la Asociación Dual, financiada por el plan nacional sobre drogas, beber en atracón consiste en tomar cinco o mas vasos de bebidas alcoholicas en unas dos horas.

 

Online

28/05/2024 SaludaDiario.es
Preocupante aumento del fenómeno ‘binge drinking’ en adolescentes: la ingesta alcohólica se ve como un juego o un desafío
28/05/2024 Onda Cero
Región de Murcia en la Onda 28/05/24
28/05/2024 Antena 3
Alerta sobre el fenómeno del ‘binge drinking’ en adolescentes: ven el alcohol como un juego o un reto