Desarrollar una habilidad no es una tarea para nada compleja ¿A quién no le ha gustado practicar sin parar aquello que ama o le apasiona una y otra vez? Los niños lo hacen continuamente, sueñan despiertos, experimentan y practican todo aquello que, a priori, les encanta o les motiva. Porque con independencia de sus talentos, o esa predisposición innata a sobresalir en algún área mayor que el resto de los niños, las habilidades nos pueden llevar a ser verdaderos expertos en algo, ya sea en el arte, el deporte, la educación o cualquier otra materia, sin la necesidad imperiosa de poseer talento.

Jonhy Chaves, tiene 29 años y es bailarían profesional. Desde muy pequeño aprovechaba la hora del recreo para montar coreografías junto a sus compañeras. No paraba de bailar en casa, en el colegio…, y algo dentro de sí mismo le movía a continuar sin parar. A los 11 años descubrió a través de una serie de televisión que realmente quería dedicarse a ello para siempre. Sin embargo, frases como: “Esa carrera no va a ningún lado” “solo muy pocos llegan” o “bailar es para niñas”, eran frases frecuentes que se repetían en su casa y en su entorno.

Esa protección por parte de sus padres, el miedo, las circunstancias y un largo etcétera, son solo algunos de los impedimentos que se interponían en su camino, aunque en realidad el mayor obstáculo sería vencerse a sí mismo y a su miedo, sino su talento permanecería oculto. Con el fin de entender las dificultades Amaya Prado, psicóloga evolutiva y miembro directivo del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (COP) nos explica que las personas con mayor proyección y éxito son aquellas que, al final, trabajan más. “El talento existe como una capacidad innata, pero que a esta capacidad se llega a un nivel alto con esfuerzo, trabajo y práctica continuada”, asegura.

Hoy en día, resulta muy complejo pronosticar si un niño será artista o no en el futuro, porque básicamente, ello dependerá de sí mismo, de su educación y de las circunstancias que le rodeen. La famosa “regla de las diez mil horas” que hace cuarenta años se publicaba en la revista American Scientist en un exhaustivo estudio realizado por los psicólogos Herbert Simon y William Chase, dejaba clara la una de las conclusiones más famosas hasta la fecha sobre el talento: “Nadie llega al éxito sin talento innato. Los logros son fruto del talento más la preparación”, dice. Sin embargo, el estudio esclarece que cuanto más estudian los psicólogos las carreras de los superdotados, menor es el papel que desempeña el talento innato y mayor supone la preparación, el esfuerzo y la práctica.

El libro de Anders Ericsson, Peak: Secrets from the New Science of Expertise, Ericsson, un psicólogo cognitivo de la Universidad Estatal de Florida, asegura que aquellos que se dedican de manera persistente a la práctica de sus habilidades finalmente alcanzan los logros en su campo, y, por su parte, Amaya Prado expone que los factores más potentes para el establecimiento de un talento son la motivación, la generación de hábitos y la forma adquirir el conocimiento. “Es la combinación de varios componentes: la predisposición genética, la plasticidad del cerebro, las estructuras cerebrales predispuestas para el desarrollo de una habilidad u otra – objeto de numerosas investigaciones- así como el aprendizaje, el trabajo o la motivación que se desarrolle, entrene y mejore esa habilidad, lo que definirá el logro”, apunta.

Jonhy Chaves era consciente de que el talento hay que trabajarlo. “Yo era un niño que bailaba sin saber lo que hacía. Me dejaba llevar por mi instinto, hasta que un día empecé a trabajar el talento en varias escuelas de danza, porque es fundamental practicar, experimentar y formarte.”, asegura. “Creo que las personas nos movemos por emociones y sentimientos, y el arte no deja de ser emoción. Lo más importante para mí, haga lo que haga encima de un escenario es sentir que todo tiene sentido, porque con ganas y actitud cualquier cosa que te propongas podrá ser cumplido”, continúa.

¿Cómo criar a un niño con talento?

Un estudio publicado hace apenas dos años por la revista Nature informa los puntos necesarios para criar a un niño con talento y habilidades y, entre ellos, destacan: exponer a los niños a experiencias diversas, brindarle oportunidades para desarrollarlas, apoyar sus necesidades intelectuales y emocionales, pero sobre todo ayudarles a desarrollar una «mentalidad de crecimiento» alabando sus esfuerzos, y no tanto la capacidad, pues la etiqueta de ser identificado como “talentoso” podría suponer una carga extra emocional para el niño.

Por ejemplo, La Asociación Nacional para Niños Superdotados (NAGC) ofrece una información muy detallada de algunas de las características que los niños con talento poseen, para de esta manera, identificarlas y poder apoyarles. Sin embargo, no es necesario poseer grandes talentos para llegar al éxito, sino que la constancia, el esfuerzo, la tenacidad y la práctica siempre conducirán al camino que más se aproxima a lo que cualquier niño quiera en la vida.

“Yo siempre hice lo que sentí, me dejé llevar por mis inquietudes, era el diferente, el raro, pero bendita rareza, ya que hoy puedo decir que vivo de mi pasión”, asegura Chaves. “Todos tenemos la capacidad de expresarnos de alguna manera, y por eso mismo todos debemos fomentar cualquier tipo de habilidad o capacidad de cualquier niño”, continúa.

Actualmente, Chaves ha cumplido su sueño, es bailarín profesional, ha sido coreógrafo de Fangoria y bailarín junto a Carlos Baute o Soraya Arnelas, entre otros. Comenta orgulloso que, al final, gracias a su tesón, pudo obtener el reconocimiento y apoyo de sus padres, a los cuales agradece su incondicionalidad, fundamental para el desarrollo de su carrera. “El arte es la capacidad de poder llevar a cabo tu sensibilidad y de expresarla de alguna manera. Hoy me siento orgulloso de haberlo conseguido y de que mis padres lo puedan disfrutar conmigo”, concluye.

https://elpais.com/elpais/2018/09/20/mamas_papas/1537438035_871115.html

Desde Los Que No, hemos creado una infografía con el tema «Confía en ti, el poder es tuyo Vs El alcohol te controla a ti».

Sabemos que la presión social puede ser intensa en la adolescencia, pero beber alcohol no es la única opción para divertirse y socializar. Aquí te presentamos algunas alternativas saludables para disfrutar de tu tiempo libre sin alcohol.

DESCÁRGATE AQUÍ LA INFOGRAFÍA

infografia alcohol

Confía en ti, el poder es tuyo:


1.      Organiza actividades al aire libre: ¿Qué tal una tarde de fútbol con tus amigos? O ¿Por qué no probar un día de senderismo en la montaña? Hay
muchas opciones para disfrutar de la naturaleza y ejercitarse al mismo tiempo.
2.      Participa en actividades comunitarias: ¿Sabías que muchas comunidades tienen grupos de voluntariado o actividades de servicio social? Además de
ayudar a otros, puedes conocer gente nueva y hacer amigos que comparten tus intereses. 
3.      Explora tus habilidades creativas: ¿Tienes talento para la música, la pintura o la escritura? Dedica tiempo a explorar tus habilidades y encontrar nuevas
formas de expresarte.
4.      Participa en deportes y juegos en equipo: El deporte no solo es saludable para tu cuerpo, sino que también ayuda a desarrollar habilidades sociales y de
liderazgo. Busca un equipo de deporte o club que se ajuste a tus intereses.
5.      Planifica salidas con amigos: ¿Qué tal un día en el cine o un parque de diversiones? O ¿Por qué no organizar una noche de juegos en casa con tus
amigos? Hay muchas opciones divertidas y seguras para disfrutar con amigos sin necesidad de alcohol.
Recuerda, el poder de decidir es tuyo. No dejes que el alcohol tenga el control de tus decisiones y tu vida. Busca alternativas saludables y diviértete de manera responsable.
¡Confía en ti!
 

El alcohol te controla a ti porque:
 

El consumo excesivo de alcohol te controla a ti porque:


1.       Todas las actividades personales y de vida social giran alrededor del alcohol:

Cuando se consume alcohol en exceso, las actividades sociales y personales pueden girar en torno a él, lo que puede llevar a un aislamiento social y a una dependencia del
alcohol.
2.      Sentimiento de pérdida del yo: El consumo excesivo de alcohol puede llevar a la pérdida de la identidad personal y de las aficiones que antes eran importantes.
También puede conducir a una sensación de «dejarse llevar» y a la pérdida de la noción del tiempo y de la memoria temporal.
 
3.      Falsa euforia y luego bajón, depresión: El consumo excesivo de alcohol puede producir una falsa euforia en un primer momento, pero posteriormente puede llevar a
un bajón emocional y a una sensación de depresión.
                                                                                                
4.      Afecta a la salud física / mental y ocasiona dificultad para concentrarse: El consumo excesivo de alcohol puede afectar a la salud y generar cardiopatías,
diabetes, cáncer, cirrosis, disfunción sexual y de fertilidad. En salud mental: Depresión, ansiedad, trastorno bipolar, incluso provocar
esquizofrenia y trastornos del espectro autista. Altera la capacidad de concentración. Es perjudicial para estudiar de forma efectiva y
realizar actividades que requieran estar atento y producir accidentes de todo tipo, incluidos accidentes de tráfico. Mayor probabilidad de participar en comportamientos de riesgo y delitos.
 
5.       Problemas y deterioro en el trato con amigos y familiares: El consumo excesivo de alcohol puede llevar a problemas como el absentismo, la apatía, al deterioro del
trato con amigos y familiares, lo que puede tener un impacto negativo en las relaciones personales y en la vida social en general.
Dificulta la toma de decisiones frente a lo que es realmente importante en la vida Recuerda que consumir alcohol con moderación es importante para mantener una vida saludable y feliz.