Durante mucho tiempo, cursar estudios universitarios en Educación Física implicó casi necesariamente la existencia de una vocación docente a desarrollar en un centro de Primaria o Secundaria. Pero la creciente profesionalización de la industria deportiva, así como la transformación digital (acelerada con motivo de la pandemia) y la reforma de la enseñanza que supuso la implantación del plan Bolonia a comienzos de siglo, han abierto progresivamente la puerta a nuevas vías laborales relacionadas con campos como la salud, la gestión deportiva, la innovación tecnológica o el emprendimiento. ¿Qué opciones hay entonces para desarrollar una carrera profesional vinculada al deporte?

Las posibilidades varían dependiendo de la formación académica elegida para llegar al mercado laboral, ya sea la universitaria, la de Formación Profesional de grado medio o superior o las titulaciones propias impartidas por las distintas federaciones deportivas. “La enseñanza de la Educación Física en España ha cambiado bastante desde aquella gimnasia que recibíamos cuando éramos pequeños en el colegio”, recuerda Vicente Gómez, decano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid, “porque, para empezar, la propia legislación tampoco exigía una formación superior, y el profesor podía ser alguien que tuviera una titulación de monitor en un deporte”.

deporte

La entrada del plan Bolonia en el año 2000 supuso un cambio de metodologías que puso progresivamente el foco en la adquisición de competencias y en una mayor optatividad, con nuevas asignaturas vinculadas al ámbito científico y tecnológico a través de cinco especialidades distintas: el alto rendimiento (llevar equipos a nivel olímpico, nacional e internacional en el ámbito del deporte); la salud (para ayudar a mejorar la calidad de vida de la sociedad, a través de la actividad física); la gestión deportiva (tanto en lo que respecta a la organización de eventos como de instalaciones deportivas); la recreación y la docencia.

Entre ellas, y más allá de la enseñanza, es la rama de Salud la que a juicio de Gómez tiene un futuro más prometedor. Ello es debido a la necesidad de mejorar la calidad de vida de la sociedad a través de la actividad física y bajo control de un profesional, “lo que a su vez tiene beneficios a nivel sanitario (pues puede reducir el consumo de fármacos y el gasto que conlleva), de reducción de la obesidad infantil (en la Comunidad de Madrid se ha aprobado la tercera hora de Educación Física en la ESO, fomentando la adquisición de hábitos deportivos perdurables) y a nivel sociológico y psicológico (mejorando la sociabilidad y la cooperación)”. Una formación de segundo ciclo que incluye contenidos relacionados con la nutrición, la fisiología del ejercicio, la anatomía o la biomecánica. Los beneficios son además especialmente relevantes cuando se tiene en cuenta el impacto negativo de la pandemia en esos hábitos y en la salud física y psicológica de la ciudadanía.

Solapamiento de competencias

Esa mayor diversificación de oportunidades laborales ha provocado no obstante roces con otros colectivos profesionales como el de los fisioterapeutas, debido a lo que Gómez considera un “solapamiento de competencias y contenidos” entre las distintas titulaciones universitarias (con sus grados y másteres de especialización), de Formación Profesional (como el de Técnico Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas y el de Conducción de Actividades Físico-Deportivas en el Medio Natural, de grado medio), así como los técnicos deportivos de nivel 1, 2 y 3 del Consejo Superior de Deportes y de las propias federaciones.

Otra posibilidad es la de empezar con titulaciones de grado medio o superior en la FP para, a continuación, continuar formándose en el grado universitario en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. “De los 220 estudiantes anuales de primer ingreso que recibimos cada año, el 30 o el 35 % ya proviene de esa Formación Profesional, mucho más que en años anteriores”, explica Gómez. “Eso significa que nos llegan estudiantes dos años más maduros y con una titulación que les permite ya trabajar, y que tienen mucho más claro lo que quieren que el alumno que acaba de terminar Bachillerato y ha superado su selectividad correspondiente”.

A la hora de optar por un máster, es conveniente también comprobar la existencia de acuerdos con otras facultades que posibiliten el desarrollo de ciertas especializaciones, como es el caso del máster universitario en Ingeniería Alimentaria Aplicada a la Salud de la Universidad Politécnica de Madrid en colaboración con la ETUI Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas; o el máster universitario de Ingenieria Biomédica en la misma universidad y con la ETSI de Telecomunicaciones.

LaLiga y la gestión deportiva

Independientemente de los efectos de la pandemia, lo cierto es que la gente cada vez invierte más tiempo y dinero en su cuidado y en su bienestar físico y mental. Y esto precisamente ha hecho que se revalorice todo lo relacionado con la actividad física y deportiva: “Se trata de una industria que genera mucho valor en España (aproximadamente el 1,87 % del PIB), que ha crecido mucho en los últimos años pero que no es ni un 20 % de lo que va a crecer en los próximos 10”, asegura José Moya, director de LaLiga Business School, que acaba de lanzar un International MBA in Sports and Entertainment Management. “Y no se trata solo del deporte profesional sino también del amateur: es una industria que está presente en muchos niveles, que se está profesionalizando a pasos agigantados y que va a generar muchísimas oportunidades laborales”.

Para Moya, este crecimiento se hace notar no solamente en temas de marketing, sino de organización de eventos, control económico, derecho deportivo e innovación y digitalización: “La industria del deporte necesita profesionales con esa pasión y que estén preparados para afrontar todos los retos de crecimiento que vienen”. El MBA de LaLiga, que cuesta 28.500 € y que arrancará el próximo mes de noviembre con una oferta reducida de 20 plazas, está orientado tanto a candidatos que ya trabajen en la industria del deporte como fuera de ella, a la vez que quiere contribuir “a aumentar la presencia y la visibilidad de la mujer en las posiciones de mando y responsabilidad en las industrias del deporte y el entretenimiento”.

A lo largo de nueve meses, los alumnos recibirán atención personalizada y una formación dividida en seis módulos con casos prácticos de LaLiga y sus 42 clubes, que incluirá contenidos relacionados con la gestión deportiva; las nuevas tendencias en el área de marketing y la generación de contenidos y el entretenimiento (para fidelizar a los seguidores); la organización de grandes eventos deportivos (no solo a nivel organizativo sino también su importancia a nivel de imagen y de cómo puede impactar en el territorio en el que se realice); otro sobre tecnología y uno final sobre innovación y emprendimiento.

¿Es fácil emprender?

Otra opción para incorporarse al mercado laboral es optar por hacerlo al mando de una empresa propia, como fue el caso de Diego Moya, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Valencia y fundador de Entrenarme y Spacefit, adquiridas en 2019 por Jeff. La suya es una historia de éxito a pesar de las circunstancias: “Sinceramente creo que queda mucho por hacer; en las universidades no se da formación de empresa a los perfiles técnicos ni se fomenta el emprendimiento; aún se orienta demasiado al perfil ejecutor y poco hacia el perfil estratega y de planificación que se necesita para emprender”.

A nivel internacional, asegura, estamos muy por detrás de países como Francia, Alemania, el Reino Unido o Finlandia. “Y si queremos competir con ellos, necesitamos una mayor capacidad de conseguir financiación para crecer, mayor acceso al talento y un mejor sistema fiscal para los inversores que confíen en la innovación”. “Los emprendedores son los que marcan que un país sea rico o pobre, y estar en la vanguardia de la tecnología hace que seas competitivo. Hay que apoyar al emprendedor creando un ecosistema en el que él o ella puedan desarrollarse profesional y empresarialmente”, añade.

Funete: El país

La adicción a los videojuegos y las apuestas online entre los adolescentes. Cualquiera que tenga cerca adolescentes de ambos géneros habrá observado que a ellos les pirra jugar con videojuegos y que ellas se decantan por pasar horas chateando y en redes sociales. Pues bien, lo que respondía a una intuición tiene base científica. Así lo corrobora Detección temprana y prevención de adicciones tecnológicas en adolescentesun informe realizado por la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia en colaboración con Fundación Mapfre en el que han participado 3.597 estudiantes de 13 comunidades autónomas de entre 11 y 20 años. Uno de sus autores es Mariano Chóliz, de la Unidad de Juego y Adicciones Tecnológicas de esa universidad: “Efectivamente, los datos nos indican que, tanto en el caso de los videojuegos como en el juego online, son los adolescentes varones los que obtienen puntuaciones significativas de dependencia mucho más altas que las mujeres”. Las razones podrían tener que ver con “las variables más relevantes para el ajuste personal de ellos: demostrar habilidad, competir y ganar”. Aunque tampoco puede despistarse el hecho de que los videojuegos se comercializan para ellos, “usando los principales estereotipos masculinos”, afirma Chóliz.

José Antonio Tamayo, psicólogo sanitario del centro Activa Psicología lo entiende del mismo modo, pero añade “factores socioculturales que inciden en la socialización desde la infancia, aunque tampoco pueden descartarse influencias biológicas, que afecten diferencialmente al comportamiento en función del género”. Porque a ellas les interesan más los servicios de mensajería instantánea. Es decir, comunicarse con sus iguales a través del WhatsApp. “Las adolescentes podrían tener una mayor inclinación por la interacción social y la cooperación; algo que podrían satisfacer en mayor medida a través de tecnologías de carácter interpersonal, como el teléfono móvil o internet”. Tanto es así que su autoestima a menudo depende de los likes conseguidos en redes sociales. A los padres, sin duda, nos puede parecer una pérdida de tiempo (y una soberana estupidez), pero al menos en principio, no supone un problema grave. Los videojuegos y los juegos de azar, si: la adicción.

Una edad peligrosa

Según el psicólogo de Activa Psicología, la adicción a las tecnologías en población adolescente ronda el 5%, con un inicio más precoz en los varones. Es evidente que es una edad complicada. Lo cuenta Marta Marcos, compañera de Chóliz en la Universidad y coautora del estudio: “Son especialmente vulnerables por la etapa evolutiva en la que se encuentran. No están formadas todavía las áreas cerebrales de la planificación y el control y esto influye en la toma de decisiones que les conduce a asumir mayores riesgos sin ser conscientes de las consecuencias derivadas de la forma en que utilizan las tecnologías o el modo de relacionarse con ellas”.

Pero es que lo que les ofrece el juego es muy atractivo para ellos que se asumen como invulnerables, como afirma Marcos: “Es otra forma de asumir riesgos y debe considerarse en el contexto natural de los jóvenes en cuanto al abordaje del interés y la experimentación y deseo de independencia que caracteriza esta etapa evolutiva.” Lo que pasa es que no saben identificar el peligro, aunque sí tienen claro que las adicciones pueden llevar a quien las padece a “perderlo todo”.

La adicción a los videojuegos y las apuestas online entre los adolescentes. A mí no me va a pasar

Claro que eso no va con ellos: “Gran parte de las conductas de juego manifiestas sugieren una combinación de expectativas positivas y negativas en torno al juego que podrían diluir el riesgo general de la adicción. Y lo mismo ocurriría con el resto de las adicciones tecnológicas: videojuegos, móvil y redes sociales, lo que nos sugiere que se trataría de un mecanismo interno para disminuir la disonancia y mantener la autoestima intacta mientras se sigue llevando a cabo la actividad que necesitan y de la cual ya dependen”. Ante esta dicotomía, se decantan por el “eso a mí no me va a pasar”, incluso cuando ya tienen problemas, que los que suelen culpabilizar a otras situaciones o circunstancias.

El problema es mayor con los juegos de apuestas online, un verdadero peligro para los chicos. “Las apuestas deportivas se han convertido en el principal juego al que los adolescentes varones dedican su tiempo y su dinero, debido a que se trata de una actividad que no solamente les resulta atractiva, sino que está ampliamente promocionada y publicitada. Un factor que, junto a la proliferación de salas de juego y apuestas, ha sido crucial para la normalización de una actividad que contribuye sin duda a la adicción entre un público juvenil que, socialmente, ha sido condicionada para no encontrar ningún riesgo en estas actividades disponibles y accesibles dentro del contexto cotidiano”.

Más importante la relación que las horas

Ante esta perspectiva, es evidente que los padres debemos estar muy atentos a los posibles síntomas, que no siempre se corresponden con el tiempo que pasan ante la pantalla, sino con la relación que se establece con ella. “Los criterios de adicción definen una forma de utilización o relación con la tecnología esencialmente adictiva. Es decir, no es tanto el número de horas que la persona pasa conectada, sino la relación que establece la persona con una actividad que se vuelve una afición descontrolada e irrefrenable”, comenta Chóliz.

En ese sentido, los síntomas que denotan esa relación patológica serían los siguientes:

  • Necesidad de uso creciente de la tecnología para conseguir los mismos beneficios que al inicio (tolerancia).
  • Reacciones emocionales negativas ante la imposibilidad de usar la tecnología o ante un tiempo considerable sin poder usarla (síndrome de abstinencia).
  • Uso excesivo de las tecnologías que interfiere con todas las esferas de la vida de la persona.
  • Dificultades para dejar la tecnología a pesar de ser consciente de las consecuencias negativas de esta conducta.
  • Modificación del estado de ánimo como estrategia de escape aprendida para hacer frente a las dificultades propias del curso de la vida.
  • Pérdida de oportunidades académicas y/o laborales.

Fuente: El País

El inicio o la reincidencia en el consumo de alcohol en menores de edad durante el verano es una preocupación recurrente, aunque este año se puede acentuar al decaer las restricciones de la pandemia y el aumento de los cuadros ansioso-depresivos derivados del confinamiento.

Bajo el lema “Este verano te la vas a jugar”, la Asociación DUAL, con la financiación de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, traslada a la población española el riesgo que entraña el consumo precoz de alcohol en los menores.

En este sentido, el contexto vacacional, el regreso de las fiestas populares, la pausa temporal en la rutina y la concepción del alcohol como divertimento son los factores sobre los que se incide, porque aunque no se trate de una “patología” entre menores, puede ser el comienzo de un futuro problema.

Así lo destaca Raúl Izquierdo, psicólogo y director técnico de la Asociación DUAL, que alerta a padres y madres sobre los peligros de estas tendencias, sin eludir el importante papel de la salud mental.

“Si tenemos un cuadro clínico de base, aunque sea leve, y lo regamos con alcohol estamos alimentándolo para que empeore”, advierte el psicólogo.

Izquierdo insiste en que el aumento de cuadros ansioso-depresivos entre jóvenes durante la crisis sanitaria es un factor condicionante. Más aún si se tiene en cuenta que el 28,6% de los jóvenes entre 14 y 18 años aseguran que la embriaguez ayuda cuando estás deprimido, como recoge la Encuesta Sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) en su última edición de 2021.

Consumo de alcohol en menores, pautas para padres

Ante esta situación, la Asociación DUAL propone un decálogo para padres y madres, a partir del cual se pretende orientar, anticipar o prevenir los problemas que acarrea.

¿Cómo se debe proceder?

  1. Mostrar cercanía: La comprensión y la comunicación son los ejes sobre los que se sustentará la relación padre-hijo. Una actitud racional y confiada es clave para ello.
  2. Anticipar: La presión de grupo es un importante factor en la vida del adolescente. Advertirles es importante.
  3. Posponer: “Correr” es una tendencia muy común en el menor. Esa búsqueda insaciable de probarse como miembro pleno de la sociedad hace que quiera acelerar el proceso que le lleva hasta ese punto. Pero no hay prisa y es importante hacerlo saber.
  4. Reconocer: El diálogo es trascendental. Pedir opinión con naturalidad, sin juzgar, buscando estimular la creación de una visión crítica del asunto facilitará dicho diálogo.
  5. Repudiar: Rechazar esa asociación entre divertimento y alcohol.
  6. Supervisar: No es desconfianza, sino preocupación. Se deben fijar límites, horas, además de preguntar y verificar planes.
  7. Controlar: Programar encuentros periódicos o hacer un seguimiento de qué está haciendo el menor.
  8. Administrar: Limitar la cantidad de dinero hará que tenga menos facilidades para conseguir alcohol.
  9. Trabajar en equipo: Llegar al entendimiento con otros padres nos dará más margen de maniobra. Compartir el posicionamiento y los criterios a seguir proporcionará un apoyo externo.
  10. Sancionar: Ignorar los límites debe tener consecuencias. De la misma forma, se debe premiar la obediencia.

En los menores, el alcohol como símbolo

Más allá de las recomendaciones y posibles formas de prevenirlo, la concepción del alcohol sigue siendo el eje sobre el que gira la problemática.

El informe de ESTUDES antes mencionado estipula que el 70,7% de los menores lo beben por mera diversión.

alcohol menores
Macrobotellón en Granada/EFE/Juan Ferreras

Marian G. Arigüel, psicóloga y directora de ORBIUM Adicciones, habla del alcohol como un símbolo universal asociado al estar bien, compartir momentos con amigos, al divertimento… Pero matiza: “El joven no se suele evadir con el alcohol, sino con los videojuegos o con las redes sociales”.

Claro que la imagen del alcohol en las redes sociales condiciona la percepción que se tiene de él, incidiendo en el concepto que se labra del mismo a largo plazo. Y es que la banalización del consumo de sustancias adictivas es una tendencia que llama la atención en los últimos años.

“No imaginas lo frecuente que es una madre acompañe a su hija de 14 ó 15 años al psicólogo pidiendo ansiolíticos por una ruptura sentimental”, señala en declaraciones a EFEsalud.

Percepción del riesgo del alcohol en los menores

La experta manifiesta que vivir en una sociedad de refuerzo positivo inmediato, en la que no se pospone ni se planifica, es un factor de creciente importancia. Soluciones sencillas, rápidas, cortoplacistas y, sobre todo, soluciones poco razonadas.

Encontramos un paralelismo de esto mismo en el caso de los adolescentes: “Trabajan con el aquí y ahora”, asegura la psicóloga.

La filosofía que obedece la sociedad fomenta esta tendencia, que lejos de ser un gesto de rebelión, no es más que un factor biológico. Y es que la impulsividad e inconsciencia de los jóvenes viene dada ante el hecho de que su cerebro simple y llanamente no está desarrollado de forma plena.

Todo esto no son más que actores agravantes que se han de tener en cuenta dada la situación.

Pendientes de una legislación más restrictiva

El riesgo que deriva de todo esto es precisamente lo que inspira al Ministerio de Sanidad a trabajar en un Anteproyecto de Ley para la Prevención del Consumo de Alcohol en Menores.

Joan Ramón Villalbí, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), considera que la trivialización del consumo es la razón por la cual se debe legislar en este sentido.

“En España -explica- no está separada la venta de alcohol de la venta de alimentos y además hemos tenido cambios en la regulación del comercio que han alargado mucho los horarios comerciales, con lo cual tenemos una oferta de alcohol a muy bajo coste en horario nocturno, que años atrás no se daba”.

Sin embargo, el anteproyecto no es más que un mero borrador. Todavía, aunque exista coordinación entre ministerios, hay mucho camino por recorrer.

Fuente: Efesalud.com

6 hábitos que tu hijo debe adquirir antes de convertirse en adolescente. Los hijos crecen a un ritmo vertiginoso y casi sin darte cuenta llegan a la adolescencia. Pero todo lo que ocurre antes en su vida marcará esta etapa llena de cambios hormonales. Es por eso que antes de que tu hijo/a llegue a esta edad es necesario que hayas inculcado en él algunos hábitos para que cuando llegue la adolescencia se mantengan y además, perduren.

Cuando un niño se convierte en adolescente el tiempo que se pasa junto a él es bastante más limitado por lo que la influencia de padres a hijos se puede ver disminuida. Pero, si construyes algunos hábitos antes de que lleguen a esta edad, tu influencia servirá exactamente igual que cuando eran más pequeños y además, estarás creando una relación positiva con tu hijo/a adolescente.

6 hábitos que tu hijo debe adquirir antes de convertirse en adolescente

1. Cenar en familia

El tiempo de comer o cenar en familia es muy importante para cuidar el núcleo familiar. En estos momentos se puede compartir tiempo y ofrecer toda tu atención sobre tus hijos. Establecer el hábito de comer o cenar todos juntos cada día es importante para que todos estéis bien conectados y así cuando llegue la adolescencia, seguirán haciéndolo como una parte normal de sus vidas.

2. Guarda tu teléfono en las comidas y en el coche

Mirar el teléfono o las redes sociales mientras se está comiendo en la mesa compartiendo tiempo en familia es de muy mala educación, además de desagradable para tus hijos. Haciéndolo en el coche mientras conduces además es peligroso para tu vida y para la de tus hijos ya que las distracciones al volante pueden resultar fatales y sufrir un accidente.

Si haces esto tus hijos imitarán tu comportamiento y es un hábito que debes eliminar para que tus hijos no lo imiten. Los momentos de la mesa y del coche son momentos de conversación en familia y deben ser priorizados ante todo.

hijo adolescente

3. Tiempo para conversar

Cuando se trata de adolescentes el mayor desafío es captar su atención y más cuando años atrás ellos intentaban captar la tuya pero no había manera: aprendieron a ignorar. Es necesario que como padre o madre tengas el hábito de escuchar y hablar con tus hijos cada día y de preguntar cómo ha ido el día que han vivido. Cuando tu hijo adulto te llame cada semana para contarte cómo está, agradecerás el esfuerzo invertido años atrás. 

4. Contacto físico

Para afianzar un vínculo afectivo es necesario tener contacto físico. Se necesitan 4 abrazos al día para sobrevivir, ocho abrazos al día para mantenerse y 12 para crecer. Los adolescentes crecen de muchas maneras pero en ocasiones se olvidan de ser agradables y cariñosos. Cuando los niños llegan a la preadolescencia y se ha inculcado el hábito de los abrazos, se podrán mantener el contacto físico posteriormente. Quizá en la adolescencia sea tocar el pelo o hacer cosquillas… Pero el contacto físico no deberá decaer. 

5. Comprender sus intereses

Es importante comprender y respetar sus intereses y saber de qué tratan poder mantener una conversación con ellos. Las cosas que les interesan puede que sea algo aburrido para ti, pero si es importante para ellos, también debe serlo para ti. Por eso, es necesario que estés dispuesto/a a entender lo que es importante para ellos y estar al tanto para saber de qué trata exactamente. 

6. Que fracasen o tengan éxito

Cuando pasa la etapa de ‘supervivencia’, es importante que los padres empiecen a dejar espacio a sus hijos para que empiecen a probar cosas por su cuenta. De esta manera, cuando llegue el momento de dejarles marchar, tendrán práctica suficiente para ser capaces de hacer cualquier cosa por su cuenta, sabiendo que de los errores se aprende y que es necesario pasar por ellos para llegar al éxito.

Fuente:etapainfantil.com