En estos museos la entrada es gratuita y, además de exposiciones y colecciones permanentes, ofrecen diversas actividades educativas para niños. Su objetivo es atraer a los estudiantes a las manifestaciones culturales y artísticas de distinta índole.

Los museos suelen contar con un área dedicada a los niños que se materializa en talleres o actividades educativas. Los siguientes espacios culturales son aptos para visitarlos con menores o adolescentes y en ellos se pueden descubrir nuevos datos sobre la historia de una ciudad a través de sus ruinas o tradiciones, así como disfrutar de exposiciones y colecciones permanentes que les enseñan nuevos conocimientos sobre arte y cultura. ¡Y son gratuitos!

Centro de Arte Contemporáneo de Málaga

Desde su inauguración en el año 2003, este proyecto del Ayuntamiento malagueño tiene como principal objetivo la difusión de las artes plásticas y visuales desde los últimos 30 años del siglo XX hasta el día de hoy. Para ello, realiza multitud de actividades que también están dirigidas a los estudiantes. Fundamentalmente la oferta para menores y adolescentes se centra en épocas clave del año como Navidad, la Semana Blanca o el verano pero también se realizan talleres en horario de tarde durante el curso escolar dirigidos a niños de 5 a 11 años para acercarlos a este tipo de arte.

Web

Horario: De martes a domingo de 9:00 a 21:30

Museo del Títere de Cádiz

Este espacio trata de preservar la memoria del trabajo de los titiriteros y compañías de marionetas, tanto españolas como internacionales. Para ello, consta de una colección permanente en la que se encuentran 350 títeres de 23 países diferentes. Situado en la Puerta de Tierra, un reducto de lo que fue una de las entradas amuralladas a la ciudad de Cádiz, el museo dispone de un espacio de 1.500 metros y 18 bóvedas recuperadas siendo, además, un enclave arquitectónico interesante para visitar. Existe la posibilidad de realizar visitas guiadas en grupo con reserva previa.

Web

Horario: De martes a viernes de 10:00 a 19:00 y los fines de semana y festivos de 10:00 a 15:00

Museo de San Isidro. Los orígenes de Madrid

Cuenta la tradición que en este edificio vivió y murió San Isidro, patrón de los madrileños. Transformado en museo, se hace un repaso por la historia de la ciudad desde la época prehistórica, Paleolítico, Edad de los Metales, los vestigios romanos, la fundación islámica y la creación de la villa de Madrid hasta el siglo XVI. Además, el edificio dispone de una serie de estancias en las que se aprecian restos de la edificación original: un patio renacentista, una capilla y el ‘Pozo del milagro’ en el que se cuenta que San Isidro salvó a su hijo de morir ahogado. También ofrece talleres, conferencias y conciertos para todas las edades.

Web

Horario: De martes a domingo de 10:00 a 20:00

Museu de l’aigua de Lleida

Explica los vínculos que esta ciudad catalana tiene con el agua. Está situado al lado del canal de Seròs, una infraestructura hidráulica cuyo cometido es transportar agua para su posterior aprovechamiento hidroeléctrico. Para conocer la influencia de este recurso natural entre sus habitantes, el museo ofrece distintas actividades para realizar con niños como talleres experimentales, visitas dinamizadas y rutas de descubrimiento por la zona.

Web

Horario: De martes a viernes de 10:00 a 14:00 y los sábados de 17:00 a 20:00.

Museo de la Muralla de Orihuela de Alicante

Orihuela museos para niños gratis
Martin Röll

Alberga la muralla y los cuatro torreones construidos durante la época almohade en la ciudad alicantina, unas ruinas arquitectónicas que fueron declaradas Bien de Interés Cultural en el año 1998. Además, también se pueden visitar calles y viviendas islámicas de dicho periodo histórico y otras construcciones posteriores, del siglo XVIII. Está situado en el sótano del edificio Casa del Paso, en la Universidad Miguel Hernández de Alicante.

Web

Horario: De martes a sábado de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00. Domingos y festivos de 10:00 a 14:00.

Fuente: Educacion 3.0

Para garantizar el éxito de los procesos de enseñanza y aprendizaje, es necesario que vayan acompañados de una actitud básica: la pasión o emoción por aprender. Esto se puede conseguir teniendo en cuenta los últimos avances que ofrece la neurociencia. Te explicamos en qué consiste y cómo la están aplicando algunos centros.

La neuroeducación es una disciplina que estudia el papel que juega el cerebro en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes. En este sentido, las principales áreas sobre las cuales se asienta son dos: de un lado, las ciencias de la educación y, de otro, la neurociencia, que permite estudiar los fenómenos educativos desde varios enfoques.

Conocimiento y emoción

La principal conclusión de los científicos es que el cerebro asimila mejor los conocimientos si existe sorpresa, curiosidad e implicación emocional: “El cerebro sólo aprende si hay emoción”, afirma Francisco Mora, doctor en Neurociencia y catedrático de Fisiología Humana. Mora, que en su trayectoria se ha centrado sobre todo en cómo funciona el cerebro, cómo aprendemos y la influencia que tienen las emociones en este proceso, recuerda cómo la curiosidad lleva al ser humano a una búsqueda del conocimiento que no sólo es general sino que también se produce en otros contextos como “el colegio, las universidades o en la investigación científica”.

conociimiento emoción

La escritora y psicóloga Begoña Ibarrola afirma que “educar en las emociones es clave para favorecer el aprendizaje” y que, por tanto, los docentes necesitan comprender que “su función como educadores va mucho más allá que la de meros transmisores de información o conocimientos”.

En este sentido, Anna Forés, profesora en la Facultad de Educación de la Universitat de Barcelona, hace hincapié en la necesidad de fomentar la ilusión y las ganas de ir al colegio de los alumnos a los que hay que proponer retos y aventuras de aprendizaje que resulten completamente nuevos para ellos. “Si realmente sabemos cómo aprendemos, podremos mejorar nuestra función y servir de ayuda para ser más efectivos y eficientes”.

Neuroeducación en las aulas

¿A qué edad se aconseja que la neuroeducación sea llevada a las aulas? Forés es contundente: “Cuanto antes mejor. La neurociencia ratifica la importancia de los primeros años de nuestra vida y esto implica una buena formación por parte de los maestros de los más pequeños, además de una más alta consideración por su labor educativa”. Para esta especialista, la neuroeducación es un “conocimiento de fondo que nos ayuda a pensar, repensar y tener una actitud crítica sobre la manera de enseñar y aprender de los alumnos”.

aulas y neuroeducación

La aplicación de la neurociencia en el ámbito de la enseñanza puede realizarse de distintas formas, pero siempre atendiendo a la diversidad y a la singularidad de cada estudiante para trabajar con toda la riqueza que permita el aula. Forés lo explica de esta manera: “Cada cerebro es único y si un alumno sabe cómo aprende las investigaciones afirman que mejorará su rendimiento. Por eso, si las clases están diseñadas desde los principios de la neuroeducación, también mejorará su aprendizaje”.

Por ejemplo, estudiantes del Colegio Alborada (Alcalá de Henarés, Madrid) y del CEIP El Torreón (Arroyomolinos, Madrid) estudian matemáticas con el método JUMP Math. En concreto, este modelo de enseñanza-aprendizaje (basado en los últimos avances producidos en el ámbito de la neurociencia) “proporciona al docente una buena secuenciación de los contenidos y le ayuda a profundizar en los conceptos matemáticos que se tratan en el aula”, comenta Menchu Garralón, docente de Primaria y coordinadora de Innovación Pedagógica en el Colegio Alborada. Conoce su experiencia.

experiencia en neuroeducación

Desde el CEIP El Torreón, su directora Elvira Flores y Elisa Lucena (profesora de 3º), nos relataron como JUMP Math les permite combinar el trabajo individual, por parejas y grupal, favoreciendo el trabajo cooperativo y la figura de los ‘alumnos ayudantes’ que ayudan a sus compañeros a comprender mejor los contenidos.

Por su parte, el Colegio Base de Madrid cuenta con un proyecto basado en una de las ramas de la neuroeducación: la neurodidáctica. En concreto, dicho proyecto está formado por diferentes experiencias entre las que se incluyen ‘Ecobase’ dedicada a la educación medioambiental y concienciación ecológica y ‘Biblioteca de las Emociones’.

La neuroeducación está también presente en el Colegio María Reina Salesianas de Madrid y su aplicación ha permitido la introducción de metodologías activas de pensamiento; la creación de nuevos espacios y experiencias de aprendizaje; y la modificación paulatina del sistema de evaluación.

Más allá de las aulas

Los centros escolares tienen, por otro lado, la posibilidad de que la neuroeducación se pueda aplicar en las visitas culturales que los estudiantes realizan gracias a propuestas como la ofrecida por la página web de Aprendeaver. Su metodología potencia no sólo el aprendizaje sino también el entretenimiento, despertando la pasión y la emoción por aprender. Para ello, se les plantea a los chavales unas series de preguntas y retos que deberán deducir a partir de unos cuadernos especiales que se les entregan o la información que dé el guía.

Aprenderaver y neuroeducación

A la hora de valorar la llegada de la neuroeducación a la enseñanza hay que pensar de manera detenida tanto en el cómo como en el por qué, al igual que ya sucediese con la introducción de los primeros portátiles o pizarras digitales. ¿La razón? “Tenemos muchas experiencias previas que nos demuestran que sólo por introducir un elemento en la educación ésta no va mejorar unilateralmente si no la acompañamos de buenas estrategias. Hay que tener claras las intenciones educativas y los recursos de acompañamiento al profesorado”, concluye Forés.

La Universidad de Calgary (Canadá) ha analizado los resultados de 23 estudios, en los que han participado casi 42.000 menores de 18 años, para responder a la cuestión de si existe alguna relación entre el sexting y conductas sexuales concretas y la salud mental.

El sexting consiste en producir y enviar contenidos (principalmente fotografías o vídeos) de tipo sexual o erótico de forma totalmente voluntaria y privada a otra persona, utilizando para ello el teléfono móvil u otro dispositivo tecnológico, según explica Laura Cuesta, profesora de Estrategia Digital y Social Media en la Universidad Camilo José Cela.

Según este metaanálisis, publicado en la revista JAMA Pedriatics, sí que existe una asociación entre hábitos sexuales específicos (como la falta del uso de anticonceptivos o la cantidad de actividad sexual practicada) y trastornos como la ansiedad y la depresión. Los adolescentes que sextean tienen 2,16 posibilidades más que el resto de no usar ningún método anticonceptivo, y 1,79 de padecer estas patologías, asegura el estudio. Además, también relaciona el sexting con beber alcohol  (3,78 posibilidades de más), el consumo de drogas (3,48 veces más riesgo) y de tabaco (2,66 más opciones de ser fumadores). Por otro lado, también plantean que existe correlación con el comportamiento delincuente, ya que figura con 2,50 puntos más de probabilidad.

En este trabajo, se explica que los más jóvenes pueden sextear con intenciones relativamente inofensivas. Sin embargo, en el caso de que esas intenciones no sean tan inofensivas, se puede producir una decepción emocional. El estudio insiste, en cualquier caso, en que la correlación no indica causalidad, es decir, que quien practica sexting no tiene necesariamente que incurrir en prácticas de riesgo.

Según este estudio, los adolescentes que sextean tienen 2,16 posibilidades más que el resto de no usar ningún método anticonceptivo y 1,79 más probabilidades de padecer patologías como la ansiedad y depresión

La autora, Sheri Madigan, es psicóloga, y ya había participado en otro estudio sobre sexting, donde se concluyó que este hábito es una práctica cada vez más común entre los jóvenes: «El sexting se está convirtiendo en un componente normativo del comportamiento y desarrollo sexual de los adolescentes», explica la autora. Según sus datos, 1 de cada 7 menores de 18 años (15%) ha enviado algún mensaje de este tipo y 1 de cada 4 (27%), lo ha recibido.

Para Ricardo Fardiño, psicólogo clínico y uno de los autores de La lucha sexual de los adolescentes en la hipermodernidad, es habitual que si un adolescente «se siente rechazado por sus iguales, cuestionado de manera masiva o expuesto públicamente en aspectos de sí mismo que sienten como más frágiles» puedan aparecer trastornos de tipo ansioso-depresivo.

Pero, ¿el sexting tiene riesgos importantes para los más jóvenes? Según el estudio, los adolescentes con menor edad pueden ser más susceptibles a los riesgos asociados con el sexting debido a su relativa inmadurez, en comparación con los adolescentes mayores. Además, Cuesta cree que siempre cabe la posibilidad de que cualquier contenido sea accesible para terceros por muchas razones (fallos técnicos, hackers, descuidos, extorsiones, acoso, chantaje, robo de terminal, spyware, troyanos, etcétera).

Para las familias que puedan estar preocupadas por cómo afrontar esta situación con los adolescentes, Cuesta cree que pese a que son ellos los que tienen más destreza tecnológica, no tienen ni la madurez ni la responsabilidad para tomar ciertas decisiones. “A mi hija le hablé de la Teoría de los 10. Antes de publicar una foto, tendría que pensar qué sentiría al ver esa foto a las 10 horas de verla publicada, luego, a los 10 días, después, a los 10 meses y, finalmente, a los 10 años. Si no se avergonzaba de ello, no habría problema”, aporta.

En cuanto a cómo deben actuar los propios adolescentes, Fardiño cree que lo más importante es proteger la intimidad: “Les diría que en la sexualidad es fundamental el autocuidado y el respeto por el otro. En este caso pasa porque no podemos hacer pública aquella imagen que nos ha llegado como una intimidad compartida. Eso es una agresión y podemos incurrir además en un delito”, zanja.

El estudio de Mendigan concluye con que será necesario continuar analizando el sexting y la asociación que se hace entre este intercambio de mensajes y la salud mental de los adolescentes.

fuente: https://elpais.com/tecnologia/2019/06/18/actualidad/1560869260_614271.html