El inicio o la reincidencia en el consumo de alcohol en menores de edad durante el verano es una preocupación recurrente, aunque este año se puede acentuar al decaer las restricciones de la pandemia y el aumento de los cuadros ansioso-depresivos derivados del confinamiento.
Bajo el lema “Este verano te la vas a jugar”, la Asociación DUAL, con la financiación de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, traslada a la población española el riesgo que entraña el consumo precoz de alcohol en los menores.
En este sentido, el contexto vacacional, el regreso de las fiestas populares, la pausa temporal en la rutina y la concepción del alcohol como divertimento son los factores sobre los que se incide, porque aunque no se trate de una “patología” entre menores, puede ser el comienzo de un futuro problema.
Así lo destaca Raúl Izquierdo, psicólogo y director técnico de la Asociación DUAL, que alerta a padres y madres sobre los peligros de estas tendencias, sin eludir el importante papel de la salud mental.
“Si tenemos un cuadro clínico de base, aunque sea leve, y lo regamos con alcohol estamos alimentándolo para que empeore”, advierte el psicólogo.
Izquierdo insiste en que el aumento de cuadros ansioso-depresivos entre jóvenes durante la crisis sanitaria es un factor condicionante. Más aún si se tiene en cuenta que el 28,6% de los jóvenes entre 14 y 18 años aseguran que la embriaguez ayuda cuando estás deprimido, como recoge la Encuesta Sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) en su última edición de 2021.
Consumo de alcohol en menores, pautas para padres
Ante esta situación, la Asociación DUAL propone un decálogo para padres y madres, a partir del cual se pretende orientar, anticipar o prevenir los problemas que acarrea.
¿Cómo se debe proceder?
- Mostrar cercanía: La comprensión y la comunicación son los ejes sobre los que se sustentará la relación padre-hijo. Una actitud racional y confiada es clave para ello.
- Anticipar: La presión de grupo es un importante factor en la vida del adolescente. Advertirles es importante.
- Posponer: “Correr” es una tendencia muy común en el menor. Esa búsqueda insaciable de probarse como miembro pleno de la sociedad hace que quiera acelerar el proceso que le lleva hasta ese punto. Pero no hay prisa y es importante hacerlo saber.
- Reconocer: El diálogo es trascendental. Pedir opinión con naturalidad, sin juzgar, buscando estimular la creación de una visión crítica del asunto facilitará dicho diálogo.
- Repudiar: Rechazar esa asociación entre divertimento y alcohol.
- Supervisar: No es desconfianza, sino preocupación. Se deben fijar límites, horas, además de preguntar y verificar planes.
- Controlar: Programar encuentros periódicos o hacer un seguimiento de qué está haciendo el menor.
- Administrar: Limitar la cantidad de dinero hará que tenga menos facilidades para conseguir alcohol.
- Trabajar en equipo: Llegar al entendimiento con otros padres nos dará más margen de maniobra. Compartir el posicionamiento y los criterios a seguir proporcionará un apoyo externo.
- Sancionar: Ignorar los límites debe tener consecuencias. De la misma forma, se debe premiar la obediencia.
En los menores, el alcohol como símbolo
Más allá de las recomendaciones y posibles formas de prevenirlo, la concepción del alcohol sigue siendo el eje sobre el que gira la problemática.
El informe de ESTUDES antes mencionado estipula que el 70,7% de los menores lo beben por mera diversión.
Marian G. Arigüel, psicóloga y directora de ORBIUM Adicciones, habla del alcohol como un símbolo universal asociado al estar bien, compartir momentos con amigos, al divertimento… Pero matiza: “El joven no se suele evadir con el alcohol, sino con los videojuegos o con las redes sociales”.
Claro que la imagen del alcohol en las redes sociales condiciona la percepción que se tiene de él, incidiendo en el concepto que se labra del mismo a largo plazo. Y es que la banalización del consumo de sustancias adictivas es una tendencia que llama la atención en los últimos años.
“No imaginas lo frecuente que es una madre acompañe a su hija de 14 ó 15 años al psicólogo pidiendo ansiolíticos por una ruptura sentimental”, señala en declaraciones a EFEsalud.
Percepción del riesgo del alcohol en los menores
La experta manifiesta que vivir en una sociedad de refuerzo positivo inmediato, en la que no se pospone ni se planifica, es un factor de creciente importancia. Soluciones sencillas, rápidas, cortoplacistas y, sobre todo, soluciones poco razonadas.
Encontramos un paralelismo de esto mismo en el caso de los adolescentes: “Trabajan con el aquí y ahora”, asegura la psicóloga.
La filosofía que obedece la sociedad fomenta esta tendencia, que lejos de ser un gesto de rebelión, no es más que un factor biológico. Y es que la impulsividad e inconsciencia de los jóvenes viene dada ante el hecho de que su cerebro simple y llanamente no está desarrollado de forma plena.
Todo esto no son más que actores agravantes que se han de tener en cuenta dada la situación.
Pendientes de una legislación más restrictiva
El riesgo que deriva de todo esto es precisamente lo que inspira al Ministerio de Sanidad a trabajar en un Anteproyecto de Ley para la Prevención del Consumo de Alcohol en Menores.
Joan Ramón Villalbí, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), considera que la trivialización del consumo es la razón por la cual se debe legislar en este sentido.
“En España -explica- no está separada la venta de alcohol de la venta de alimentos y además hemos tenido cambios en la regulación del comercio que han alargado mucho los horarios comerciales, con lo cual tenemos una oferta de alcohol a muy bajo coste en horario nocturno, que años atrás no se daba”.
Sin embargo, el anteproyecto no es más que un mero borrador. Todavía, aunque exista coordinación entre ministerios, hay mucho camino por recorrer.
Fuente: Efesalud.com
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!