Después de seis meses de interrupción por la pandemia y las vacaciones, el lunes arranca el curso escolar para la mayor parte de los estudiantes no universitarios. Aunque el largo paréntesis intensifica la ilusión por el reencuentro, será una vuelta al cole atípica, marcado por la normativa de seguridad en los centros. Las mochilas están a punto, provistas de material escolar y, como novedad, de un recipiente con agua para evitar el uso colectivo de fuentes en colegios e institutos. Este año, como rezaba aquel anuncio que triunfó en 1973, para ir al colegio hay algo tan imprescindible como la cartera, pero no son los donuts, sino la mascarilla. ¿Qué tipo es el más apropiado para los niños?
Como norma general, las autoridades sanitarias recomiendan el uso de mascarillas higiénicas (las quirúrgicas son las apropiadas para las personas enfermas y las EPI para quienes estén en contacto con pacientes de Covid-19). Suelen estar compuestas por una o varias capas de material textil y pueden ser reutilizables o de un solo uso.
Homologaciones sanitarias, tallas adecuadas y correcto uso y mantenimiento, las claves
“Es un método de barrera que, a la hora de hablar o toser, evita transmitir a otras personas, ya sea el virus de la Covid-19 o el del resfriado”, apunta Maria Perelló, responsable del Centro de Información del Medicamento del Col·legi de Farmacèutics de Barcelona. En su opinión, el nivel de protección no varía en función de si es o no reutilizable, sino del cumplimiento de las homologaciones sanitarias y del correcto uso y mantenimiento de la máscara.
En este sentido, debe escogerse la medida adecuada entre el rango de tres tallas de mascarillas existente: de 3 a 5, de 6 a 9 y de 10 a 12 años. Y un adulto debe supervisar su colocación y retirada, de manera que cubra boca, nariz y barbilla. La talla, la duración (desechable o reutilizable), las instrucciones de colocación y uso, la composición y las instrucciones de mantenimiento (cómo lavarla y número máximo de lavados) deben figurar en el etiquetado. También debe prestarse atención a las especificaciones de homologación que debe corresponder a un organismo de normalización reconocido. La etiqueta de la Asociación Española de Normalización ( UNE) asegura el cumplimiento de un estándar de calidad.
Las higiénicas reutilizables (por norma general no se recomienda usarlas durante más de 4 horas, resisten 10 lavados y sus precios son dispares) son el tipo de mascarilla que la Conselleria d’Educació proporcionará a los docentes, y el que previsiblemente utilizará la mayor parte de los alumnos por comodidad y relación precio/durabilidad. Adicionalmente, está previsto que cada profesor reciba una máscara FFP2, que evita tanto contagiar como contagiarse (en farmacias, a precios de 2,95 euros para los adultos y 3,95 las infantiles), para los casos en que deban acompañar a un estudiante supuestamente infectado.
Sin llegar al nivel de sofisticación de las FFP2 (con una duración de entre 3 y 4 días en uso intensivo), la farmacéutica Cristina Robles recomienda iniciar el curso con máscaras de tela con filtros incorporados. “La ventaja sobre las higiénicas normales es que no contagias a los demás pero tú tampoco adquieres los virus”, argumenta. “La máscara se puede ir lavando, pero los filtros deben cambiarse”, precisa. Se venden en farmacias a un precio de unos 10 euros, que incluye el tapabocas y 10 filtros de recambio.
Respecto a la utilización, los especialistas recomiendan el lavado de manos previo a la colocación y retirada de la máscara. Y para los desmemoriados, que siempre los habrá, como aquel niño uniformado que, camino de la escuela, se olvidaba los donuts en casa y cuando iba a por ellos se dejaba la cartera, Educació ha previsto dotar a las escuelas con un remanente de mascarillas (higiénicas reutilizables). También para los posibles casos de roturas o pérdidas durante el horario lectivo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!