El 43,8% de los escolares de 14 años afirma haber probado el alcohol y de ellos, el 71,1% asegura que ya sabe lo que es una borrachera.
Durante los últimos casi 20 años, esta entidad ha llevado a cabo formaciones de prevención con 2,5 millones de alumnos de más de 16.000 institutos españoles. Los resultados de estos años de trabajo, presentados este miércoles en Madrid, arrojan otras cifras como que la edad media de inicio de consumo de alcohol en España entre los escolares se ha retrasado hasta los 14 años desde 2014. Antes, la edad media a la que los menores probaban bebidas alcohólicas se situaba en los 13 años, a pesar de que su venta y consumo está prohibida a todos los menores de 18 años.
Estas cifras coinciden con los resultados de la última Encuesta Estatal sobre el Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) 2016/2017 realizado por el Ministerio de Sanidad, que sitúa el primer consumo de alcohol durante la última década en los 14 años y el inicio del consumo semanal a los 15 años.
El objetivo del programa Ni una gota es que «no quede ni un solo menor escolarizado sin recibir prevención sobre el consumo de alcohol, una sustancia de alto riesgo con que tenemos que convivir», ha comentado durante la rueda de prensa el director de FAS, Bosco Torremocha. Una «sustancia de alto riesgo» porque «altera la responsabilidad de las personas. De hecho, está detrás de muchos accidentes de tráfico y casos de violencia de género«, ha agregado.PUBLICIDAD
El filósofo, escritor y pedagogo José Antonio Marina, que forma parte del comité científico de la FAS, ha destacado el papel de tres figuras clave en los menores, lo que ellos llaman «el triángulo de la adolescencia», en referencia a los educadores, los familiares y los amigos, por ser las personas que más influyen en los escolares de a partir de los 12 años.
Marina ha subrayado el papel de la familia, que «muchas veces prefieren mirar hacia otro lado porque no saben cómo abordar el tema«. De hecho, uno de los datos extraídos por la FAS es que el 48% de los encuestados consume alcohol con conocimiento de los padres. El asunto no es baladí, puesto que «cualquier tasa de alcohol» durante la adolescencia, «afecta al desarrollo neurológico», ha advertido Marina.
Torremocha ha avanzado que, con el objetivo de buscar más aliados en la lucha contra el consumo de alcohol entre menores, la FAS ha trabajado con hosteleros con la campaña Tú sirves, tú decides, y con farmacéuticos en zonas rurales y poblaciones pequeñas. Además, la FAS ha firmado un acuerdo con las cadenas de distribución Dia y Carrefour para realizar formaciones con sus trabajadores, especialmente con los cajeros y los que tratan con los productos alcohólicos.
«Sin demonizar ni criminalizar»
La presentadora de TV Silvia Jato, directora de Relaciones Institucionales de FAS, ha señalado que el 70% de los escolares que han participado en este programa de prevención han asegurado que modificarán o incluso eliminarán o retrasarán el consumo de alcohol. Esta cifra se ha conseguido gracias a la labor de los pedagogos y psicólogos que han trabajado «de tú a tú» en los centros escolares «sin demonizar ni criminalizar», ha considerado Jato. En este sentido, y según las cifras de la FAS, el 97% de los centros participantes en el programa ha repetido. Estos resultados han sido auditados por el Instituto Deusto de Drogodependencias
Respecto a los datos, la FAS ha detectado que el 21,5% de los escolares encuestados de 13 años ha consumido alcohol y, de estos, el 51,2% se ha emborrachado; en cuanto a los chicos y chicas de 15 años, el 59% ha probado el alcohol y, de ellos, el 65,1% se ha emborrachado; de los de 16 años, el 75,5% ha probado el alcohol y, de ellos, el 79,6% se ha emborrachado; de los de 17 años, el 83,7% lo ha probado y, de estos, el 75,6% se ha emborrachado; y, por último, de entre los encuestados de 18 años, el 87,3% dijo que ya ha probado el alcohol y, de ellos, el 80,7% se ha emborrachado.
El consumo de alcohol entre los adolescentes está muy extendido y se propaga sobre todo entre los 14 y 16 años. Esta extensión se redujo, sin embargo, entre 2011 y 2014, muy probablemente por la crisis económica, al reducirse las ‘pagas’ que las familias proporcionan a sus hijos, explican desde la FAS, que ha detectado a el consumo de alcohol entre menores escolarizados está igual de extendido entre chicos y chicas, si bien detecta que en cuanto a cantidades, ellos beben «algo más».
«En Cataluña es donde más extendido está el consumo, pero Andalucía es la comunidad que ofrece los índices de consumo más elevados«, reza la memoria presentada este miércoles. En ella también se destaca que «buena parte de los menores entrevistados ha mostrado que en sus familias se produce cierta permisividad, que puede estar favoreciendo dichos consumos».
Botellón como «rito»
De los escolares encuestados, el 65,9% manifestó haber bebido con sus amigos, el 16,9%, con sus compañeros, y el 15,6% con su pareja. El 6,4% dijo que había bebido con su padre y el 5,8%, con su madre. En cuanto al lugar donde consumen alcohol, el más habitual es la calle (59,9%), el bar o la discoteca (44,8%) y la casa de amigos (31,9%).
En cuanto a la frecuencia con la que los menores hace ‘botellón’, según la FAS, el 14% reconocer beber casi todas las semanas, el 18,9% lo hace una vez al mes, el 26,8% consumo una o dos veces a la año y el 35,5%, nunca. «Esta forma de consumir nos lleva a que el uso del alcohol por parte de adolescentes tiene un componente simbólico importante, forma parte del rito de dejar de ser niño e incorporarse a otra categoría social, la de joven», reza el informe.