Según la Compañía Nacional de la Pluma, en Estados Unidos, nuestra escritura a mano puede revelar pistas sobre 5 mil rasgos de personalidad diferentes. Algunas empresas utilizan la grafología en los procesos de contratación; y los métodos también se han utilizado en casos judiciales. Incluso, la escritura se puede utilizar para identificar posibles problemas de salud como la arterial alta, así como la cantidad de energía que tiene una persona. Estas son algunas de las descripciones:
Listado mensual: septiembre, 2015
Enfadarse, a veces, puede ser bueno. No deja de ser una emoción que nos permite liberar frustraciones y toda la ira contenida. Una emoción que surge cuando nos encontramos ante alguna dificultad.
Pero, enfadarse es algo que viene y se va, y que nos permite reaccionar de diferentes maneras ante una misma situación. Por ejemplo, si he prestado un libro, el enfado puede ayudarme a dar el paso para poder reclamarlo y así recuperarlo.
Esto no implica, necesariamente, gritar o mostrar ese enfado cuando intentemos recuperar nuestra pertenencia. Al contrario, es un estímulo controlado que nos permite dar el paso para pedirlo de vuelta.
“Si a una no se le permite expresar enfado, ni siquiera reconocerlo en el propio interior, una queda por simple extensión, privada tanto de la fuerza como del control”
-Carolyn Heilbrun-
¿Eres de las personas que saben cómo expresar su enfado? ¿O lo retienes hasta que no puedas más y no te quede otra más que “explotar”?
Lo más sano es lo primero, pero si no eres capaz, hoy te daremos algunas claves para que sepas qué hacer cuando estás a punto de explotar.
Cuando pierdo el control
Una de las consecuencias de no sacar el enfado en dosis pequeñas, es que este se acumula. Todo aquello que reprimimos, que no decimos por miedo a cómo puedan reaccionar, todo aquello que no expresamos que nos molesta, lo guardamos, pero no lo eliminamos.
Es muy importante que sepamos que ignorar aquello que nos molesta no implicará que desaparezca. Siempre estaremos guardando todo lo que pensamos para nosotros, aunque no seamos conscientes de ello.
Por ejemplo, si me ha molestado cierta actitud de uno de mis amigos, luego la situación familiar no es lo mejor y tengo problemas en el trabajo por estrés, esto tarde o temprano saldrá.
Aunque creamos que ya no nos acordamos de aquello que nos había molestado de nuestro amigo, a pesar de que el detonante sea una sola cosa, tras ello saldrán todo aquello que habíamos guardado anteriormente.
Cuando pierdo el control sobre mí mismo no soy consciente de lo que hago, todo se vuelve confuso y, muchas veces, olvido lo que he dicho y hecho durante esa pérdida de control
Es aquí, cuando explotamos, cuando perdemos el control sobre nosotros mismos. Seguramente, si eres una de estas personas sorprendas al resto con estas reacciones, incluso tú mismo te sorprendas.
Probablemente, durante estas pérdidas de control sobre ti mismo, ni siquiera recuerdes qué dices ni qué haces. Solamente, todo sale sin ningún control de ti.
Esto hace que seas completamente impredecible. En cualquier momento puedes explotar, tú no determinas el momento. Eres como una bomba de relojería que en cualquier momento detonará.
Voy a explotar, ¿qué hago?
Es difícil determinar cuándo explotaremos, pero si nos conocemos sabremos cuándo estamos a punto de perder el control, aunque a lo mejor ya es tarde.
Lo mejor es aprender a sacar todo eso que acumulamos en el momento en que lo sentimos o, al menos, no permitir que se vaya formando esa bola que tarde o temprano estallará.
Con esto, podemos tener en cuenta los siguientes consejos que te harán reflexionar sobre esta situación:
- Pregúntate: ¿vale la pena el enfado? ¿Tienes motivos?
- Aprende a hablar, aprende a pedir, aprende a señalar y manifestar aquello que te molesta.
- Aléjate y date un respiro.
- Empieza a encontrar soluciones a aquello que te enfada.
Es importante que aprendas de tus explosiones, que empieces a sacar todo aquello que sabes se acumulará y saldrá en cualquier momento inesperado.
Piensa en soluciones, pero nunca creas que la solución es ignorar y esperar a ver qué pasa. Eso, ya sabes, que tendrá un resultado detonante.
También, cuando te encuentres en una situación límite aprende a alejarte. Por inercia las personas nos preguntarán o dirán que nos calmemos. Eso no hará más que elevar nuestro enfado y que nos ceguemos.
Cuando estoy a punto de explotar prefiero perderme y tomarme un respiro
Empieza a aprender de estos momentos para empezar a decir todo lo que pienses en cada uno de ellos. De esta manera, te sentirás mejor contigo mismo y evitarás perder el control, algo que puede ocurrir en momentos muy poco oportunos.
http://lamenteesmaravillosa.com/cuando-estoy-punto-explotar/
El legendario animador japonés Hayao Miyazaki planea crear un parque natural y ecológico para los niños en la isla de Kume, en Okinawa. Para ello, el cineasta ha donado 2,5 millones de dólares para que el proyecto esté finalizado en 2018.
Según recoge Kyodo News, el realizador de La princesa Mononoke quiere crear un ‘santuario de la naturaleza’ en el bosque de la isla de Kume para que los niños puedan estar en sintonía con la naturaleza y desarrollar un vínculo más estrecho con el medio.
El proyecto estará bajo el diseño y la construcción de la comunidad local de la prefectura de Okinawa. El área es una zona de bosque de unos 10 mil metros cuadrados. Se planea construir un edificio de dos pisos de hormigón con una capacidad de 30 personas.
El cineasta hizo una ilustración para mostrar cómo será la reserva natural una vez terminada.
COMPROMETIDO CON LA INFANCIA Y EL MEDIO AMBIENTE
Este plan lleva gestándose desde hace más de un año. De hecho, el supervisor del proyecto es Tomohiro Horino, íntimo amigo del director japonés, ganador de un Oscar y Oso de Oro por El viaje de Chihiro.
Además, el realizador ayudó en la elaboración de unas nuevas instalaciones en Kumejima, en Okinawa. Este centro está dirigido a las familias y niños que tuvieron que verse obligados a desplazarse de Fukushima debido al tsunami y posterior catástrofe nuclear.
Hayao Miyazaki siempre se ha comprometido con el medio ambiente, el desarrollo sostenible y la infancia. Su filmografía es un alegato a favor del pacifismo y de tener un mayor vínculo con la naturaleza y el medio ambiente. Prueba de ello es cuando participó en las labores de limpieza del bosque que le inspiró para crear una de sus película, Mi vecino Totoro.
RETIRADO HACE DOS AÑOS
Hayao Miyazaki se retiró ahora hace dos años durante la presentación de El viento se levanta en el Festival de Venecia, donde compitió en la Selección Oficial. Desde entonces, Studio Ghibli vive un período lleno de incertidumbre ya que al año siguiente se anunció el cierre temporal de la factoría.
Tras El viento se levanta, que fue nominada al Oscar, Ghibli sólo ha estrenado dos películas. Una es El cuento de la princesa Kaguya, que se exhibió en los festivales de Cannes, Annecy, San Sebastián y Toronto y también fue nominada al Oscar. Y la otra es Omoide no Marnie, que recientemente ganó un premio en el Festival de Seattle.
Este año, el estudio celebró el 30 aniversario de fundación como factoría de animación. Una época en los miembros más reconocidos de Ghibli han sido galardones con premios honoríficos por sus aportaciones artísticas, como Isao Takahata que recibió el premio Ihatov.
Además, un seguidor de la filmografía de Miyazaki le homenajeó con un impresionante vídeo tributo que hacía un recorrido por toda la carrera del aclamado realizador.
LA PRINCESA KAGUYA NO LLEGA A ESPAÑA
Studio Ghibli tiene pendiente el estreno de El cuento de la princesa Kaguya en España, cuya distribuidora (Vértigo Films) todavía no ha anunciado si la estrenará directamente en formato doméstico -como estaba previsto- o le hará un pase por cines.
Anunciada inicialmente para estrenarse directamente en DVD y blu-ray en marzo, Vértigo decidió posponer su lanzamiento a junio. Sin embargo, después decidió retrasar su estreno indefinidamente. Tampoco se sabe si se ha planeado un posible pase limitado por salas.
La cinta, dirigida por Isao Takahata, fue nominada al Oscar a Mejor Película de Animación pero la estatuilla fue finalmente para Big Hero 6. El último filme creado por el estudio -puesto que anunció su cierre temporal el año pasado- es Omoide no Marnie, que pasó por salas estadounidenses el pasado 22 de mayo y se desconoce su posible estreno en España.
Si a usted le gustan los niños o tiene hijos podría estar horas escuchando a Álvaro Bilbao. Este psicólogo, neuropsicólogo y padre de tres hijos, acaba de publicar ‘El cerebro de los niños explicado a los padres’ www.elcerebrodelniño.com (Plataforma actual) un ‘manual de instrucciones’ para navegar en la aventura de la paternidad.
- ¿Hasta cuándo se está formando el cerebro de los niños?
- En realidad todos somos niños siempre. El cerebro no cambia, sino que va añadiendo estructuras nuevas, sigue conservando esas estructuras con las que funcionaba cuando era niño. Por eso digo en el libro que los padres tienen que encontrar su niño interior. Pero la maduración completa del cerebro tiene lugar más o menos hacia los 23 años, que es cuando tiene su máximo volumen y un mayor número de conexiones neuronales.
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Siempre se dice que los niños son como esponjas, ¿pero no cree que nos hemos pasado con esa premisa para atiborrarles de conocimientos, idiomas…?
- Es verdad que la capacidad de desarrollar el oído absoluto para un idioma se termina alrededor de los tres o cuatro años, a partir de esa edad podemos ser muy expertos en un idioma, pero no como un nativo. Pero eso no quiere decir que después no podamos aprender un idioma muy bien, y sí, es cierto, se están utilizando esos años para intentar meterle al niño todos los conocimientos del mundo. Por lo que sabemos, lo que más influye en la capacidad intelectual del niño son la genética, el nivel intelectual de sus compañeros de clase -los niños con los que se relaciona-, y los padres. Todos los niños necesitan de unos padres que les den todo el afecto que puedan, los estímulos naturales, las conversaciones con ellos, lo que llamamos la narrativa del día a día tiene gran importancia. Tienen más efecto en su desarrollo cerebral cosas sencillas que programas de estimulación muy complejos.
- En el libro recomienda tumbarse en la alfomba y jugar con ellos más a menudo.
- Los niños necesitan jugar más e ir a menos clases extraescolares. Cuando un niño tiene todo el tiempo atiborrado de actividad, su cerebro no sabe entretenerse solo, no sabe divertirse. Los niños necesitan tiempo para imaginar, para inventar juegos solos y nos estamos cargando esa parte de la infancia. El juego tiene un papel fundamental en su desarrollo cerebral, cuando están entretenidos no hay que interferir, ni dirigirle el juego, pero si un padre se tumba a jugar con él capta su atención y su cerebro entra en modo aprendizaje, entramos en contacto emocional con él
- Quizás si nos diesen unas nociones básicas antes de ser padres todo esto sería más sencillo.
- Hay tres partes en la labor de ser padre: la puramente material, la de los cuidados físicos y la educación. En ésta es en la que nos sentimos más solos y perdidos.
- Además los padres sienten mucha presión por dar la mejor educación a sus hijos…
- El camino para desarrollar plenamente el cerebro de un niño no es enchufarle a una tableta, sino facilitar su desarrollo natural. Tenemos niños que saben pasar con el dedo una tableta, pero no hacer la voltereta. Es importante confiar en el niño, en que él va a encontrar su camino. A veces nos equivocamos en poner toda nuestra energía en su desarrollo intelectual y dejamos de lado la parte emocional. El cerebro es emoción y razón. Si crece como una persona inteligente, con un buen trabajo, una casa, una pareja, pero no tiene autoestima, todo lo demás no importa, porque no va a ser capaces de disfrutarlo.
- Una de las patologías que más preocupa es el déficit de atención. ¿Qué opina?
- Sabemos que casi el 10% de niños en edad escolar va a tomar psicofármacos, cuando las estadísiticas indican que el TDAH afecta como mucho al 4% de los niños. En EEUU, el uso de esta medicación se ha multiplicado por siete y en España seguimos la misma tendencia. Claramente se está sobrediagnosticando. Es una barbaridad. A veces no les damos a los niños tiempo, les metemos prisa, no les permitimos jugar, desfogarse, le pedimos a su lóbulo frontal que esté concentrado continuamente desde la mañana hasta la noche, sobrecargado de actividades, y esa estructura cerebral también necesita desconectar. El cerebro no da para tanto. Por otro lado, nosotros como padres también tenemos menos paciencia y menos tiempo que antes. Seguramente si usted está en la parada del autobús sea incapaz de estar sin mirar el móvil. Nuestros hijos son menos pacientes porque les hacemos ocupar todo su tiempo.
- ¿Y cómo saber cuándo existe realmente un problema médico?
- Cuando el niño es incapaz de estar quieto, tiene problemas para concentrarse cuando le estamos hablando… son niños que llaman la atención de cualquier persona. Pero conozco muchos niños totalmente normales y sin embargo los padres se plantean que tiene hiperactividad porque en clase no rinden bien. Por una parte, la medicación es una solución inmediata y rápida para los padres, pero también para las escuelas. Hay mucha competición entre colegios, con los datos del informe PISA, por ser las primeras para tener más alumnos… pero sin en clase tienes muchos alumnos un poco trasto las puntuaciones van a bajar.Antes de dar una medicación psiquiátrica a un cerebro que está en desarrollo, que sabemos que va a tener efectos para toda la vida, yo le sdigo a los padres que antes hay que hablar con los profesores, con el entorno, establecer rutinas… La atención también se puede trabajar. También sabemos que cuantos más dispositivos electrónicos usen los niños (tabletas, ordenadores, móviles y televisión) más riesgo existe de déficit de atención, obesidad, fracaso escolar y trastornos del comportamiento.
- ¿Y qué opina del uso de las tabletas en el ‘cole’?
- Son una herramienta. Si se usan sabiamente, vamos a conseguir que nuestros niños las usen bien. Pero también le diré que la mayoría de ejecutivos de Silicon Valley manda a sus hijos a la escuela Península, tipo Waldordf, donde no hay tabletas y todo se hace con tiza y pizarra. Bill Gates y Steve Jobs no dejaron que sus hijos usaran el ordenador y el iPad hasta que un fueron un poco mayores. Desde mi punto de vista es más útil enseñar caligrafía al niño, porque activas otras áreas del cerebro diferentes.
http://www.elmundo.es/salud/2015/09/22/56002675268e3e9a088b45b2.html
Tropezar no es malo, encariñarse con la piedra sí. De todas maneras, menos mal que existen las piedras y que somos humanos, porque no hay nada que nos defina tan bien como nuestra capacidad para superar las dificultades.
Nosotros lidiamos con la vida, despacio y dando bocanadas, pidiendo más y contando hasta tres. Por muy difíciles que se pongan las cosas somos capaces de hacer de nuestro miedo un escudo de valentía.
«Entonces es cuando te decides a sumarle dos puntos al punto y final, a recuperar tu aliento, a darte tiempo, a concederte un respiro. Da igual lo negra que se haya puesto tu historia, tienes el derecho de parar y tomar perspectiva.»
Lo que aprendemos con el tiempo…
La vida es tan buena maestra que si no aprendemos la lección, nos la repite. Por esta razón, muchas veces tenemos que lidiar con la desesperación y la frustración de que nada va bien, No existen manuales de supervivencia, pues a vivir aprendemos cuando el fuego toca nuestra piel.
Con el tiempo aprendemos a manejarnos por la vida, a saber dónde pisar y a tomar perspectiva. Jorge Luis Borges nos legó este bonito texto que ejemplifica todo aquello que aprendemos “practicando” eso del vivir, es decir, tropezando y levantándonos una y mil veces:
Con el tiempo aprendí la sutil diferencia que hay entre tomar la mano de alguien y encadenar un alma. Con el tiempo aprendí que el amor no significa apoyarse en alguien y que la compañía no significa seguridad.
Con el tiempo…empecé a entender que los besos no son contratos, ni los regalos promesas.
Con el tiempo aprendí que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. Con el tiempo…te das cuenta de que casarse solo porque “ya urge” es una clara advertencia de que tu matrimonioserá un fracaso.
Con el tiempo comprendí que solo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estas al lado de esa persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
Con el tiempo te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero. Con el tiempo entendí que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de la mano, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado solo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendí que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendí que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es solo de almas grandes…
Con el tiempo comprendí que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual. Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir. Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona, es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo aprendía construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes.
Con el tiempo comprendí que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añoraras terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprendí que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo…. ante una tumba…, ya no tiene ningún sentido…
Pero desafortunadamente…esto solo lo entendemos con el tiempo.
Maduramos más con los daños que con los años
No es el tiempo el que nos hace entender que las derrotas merecen que miremos de frente y nos sintamos orgullosos de nosotros mismos. Son los daños y las punzadas en el estómago los que le dan la vuelta a nuestro mundo y desmantelan nuestra vida.
Con los daños aprendemos a resistir a lo que nos aprisiona, a pelear contra la fuerza de nuestros prejuicios, a dejar de lado nuestras ganas de rendirnos, a abandonar la queja, a hablar con nosotros mismos, a comprender la envidia, a deshacernos de modas y a descansar.
Cuando tropiezas y cuando sufres te das cuenta de que todo llega, todo pasa y todo se transforma. Y es que, por paradójico que resulte, el momento en el que empezamos a cambiar coincide con aquel en el que empezamos a aceptarnos tal y como somos.
http://lamenteesmaravillosa.com/los-tropiezos-nos-ensenan-saber-donde-pisar/
Aunque nunca te lo hayas planteado, todo el mundo necesita de contacto físico. Sentirnos queridos y amados es algo que, inevitablemente, necesitamos sin ser conscientes de ello.
Es por esto por lo que buscamos el abrazo de aquel amigo al que tanto cariño le tenemos, la caricia de la persona que amamos… Un contacto real que nos hace sentir y cuyo significado va más allá de lo meramente físico.
“Siempre que me sea posible, voy a ver a mis amigos y los abrazo y dejo que me abracen”
-Jorge Bucay-
A pesar de lo bien que nos hacen sentir los abrazos, no damos tantos como debiéramos. Algo que cambiará en cuanto descubras la cantidad de beneficios que te aportarán.
¡Más abrazos!
¿Por qué no damos tantos abrazos cómo debiéramos? ¿Por qué preferimos los fríos besos en las mejillas? Así nos lo han enseñado. Los abrazos quedan rezagados muchas veces para la intimidad.
Pero, si realmente supiéramos los beneficios que entraña abrazar a otras personas seguro que nuestra visión cambiaría. ¿Por qué no empezar a relacionarnos de otra manera? ¿Por qué no más abrazos?
Eliminemos la negatividad que a veces se apodera de nosotros. Muchas veces, algunas muestras de cariño no son bien vistas por la sociedad, ni por nosotros mismos.
Algunos estudios afirman que los bebés no podrían sobrevivir sin abrazos ni caricias
Los abrazos tienen mucha importancia ya desde pequeños. Tanto que son muchos los estudios que afirman que sin contacto, muchos bebés no lograrían sobrevivir.
Sentir el cariño, el amor y el calor humano es esencial para que cualquier bebé pueda salir adelante. Es mucho más importante esto que cubrir las necesidades básicas del bebé.
Los abrazos y sus beneficios
¿Qué sientes cuando te dan un abrazo? Probablemente, te identifiques con elsentimiento de seguridad, de amor, de relajación…
Un abrazo puede ser también reconfortante. En definitiva, excepto los abrazos forzados, ¿tienen algo negativo los abrazos?
Entre los beneficios que tienen los abrazos, que son muchos, tenemos los 7 que a continuación te presentamos:
1. Incrementa tu confianza y seguridad
Esto ocurre gracias a que nos hacen sentir apoyados, protegidos y confiados.
Si quieres una buena dosis de confianza antes de cualquier situación que te produzca nerviosismo, por ejemplo hablar en público, ¡recibe un buen abrazo! Este te relajará y brindará la confianza que necesitas.
2. Reduce los sentimientos de enfado y apatía
Los abrazos, por extraño que parezca, logran estimular la circulación. Con esto, logramos que nuestro cuerpo elimine la tensión que pueda presentar.
Además, un abrazo siempre resulta agradable y la seguridad y confianza de la que previamente hablábamos te brindará también la facilidad para sacar tu mayor sonrisa.
3. Favorece la felicidad y mejora tu estado de ánimo
Cuando nos abrazan sentimos la felicidad y seguridad necesarias para poder elevar nuestra autoestima, algo que sucede gracias a la serotonina.
Esta sustancia se produce automáticamente con los abrazos. Por eso, si necesitas un chute de autoestima, ¡recibe un sincero abrazo!
4. Fortalece tu sistema inmune
Tanto si damos un abrazo como si lo recibimos, nuestro sistema inmune se ve fortalecido. ¿Por qué ocurre esto? Porque nuestro sistema inmunológico se activa favoreciendo la creación de glóbulos blancos.
Gracias a esto, logramos prevenir muchas enfermedades y, si nos encontramos débiles, mejorar nuestras defensas.
5. Reduce el riesgo de padecer demencia
Dar y recibir abrazos a una edad temprana pueden ayudarte a prevenir la demencia. Gracias a que nos brindan tranquilidad y equilibran, con ello, nuestro sistema nervioso.
6. Rejuvenece tu cuerpo
Los abrazos favorecen la oxigenación de nuestros tejidos, lo que aumenta la vida de nuestras células evitando que estas envejezcan prematuramente. ¡Abraza para mantenerte joven más tiempo!
7. Disminuyen la presión arterial
Al igual que la serotonina, los abrazos también liberan otra sustancia denominada oxitocina, una hormona que se libera gracias a que el sistema nervioso se activa debido a los abrazos.
Con esto, nuestra presión arterial se ve disminuida en el caso de que la tengamos especialmente alta. Por lo tanto, los abrazos son unos excelentes reguladores de la presión arterial.
“Sé que nadie te ha abrazado nunca tan fuerte que cuando se ha ido has sentido que el abrazo se quedaba contigo”
-Santiago Pajares-
A pesar de todos estos beneficios, aún hay personas cuyas murallas que se imponen a su alrededor les impiden disfrutar de los abrazos. ¿Estás dispuesto a dejarlas caer para agradecer todos estos beneficios?
http://lamenteesmaravillosa.com/7-beneficios-psicologicos-tienen-los-abrazos/
¿Te imaginas que acabas tu jornada laboral y justo cuando estás recogiendo tus cosas para irte llega tu jefe y te dice que es muy importante que te lleves una buena cantidad de trabajo a casa porque 8 horas no son suficientes para sacar todo el provecho posible de ti?
Sólo de imaginarlo nos ponemos de mala leche, ¿verdad? Pues así es como nos sentíamos todos cuando el profesor nos ponía deberes, ¿ya no te acuerdas? Ahora que somos nosotros los que tenemos la sartén por el mango, ya no nos acordamos de aquel “es que cree que su asignatura es la única que tenemos“.
Tampoco nos acordamos de lo aburridísimo que era realizar los deberes en casa, porque casi siempre eran actividades mecánicas y repetitivas que poco aportaban a nuestro aprendizaje. Y yendo más lejos, estoy segura de que los deberes establecieron en la cabeza de muchos de nosotros, cual perros de Pavlov en serie, una clara y peligrosa asociación entre el aprendizaje y el castigo.
Si entonces las 6 horas que pasábamos en clase nos parecían más que suficientes, ¿por qué ahora nos parecen tan cortas? ¿Nos hará falta aprender a gestionar mejor el tiempo? ¿Nos lo hemos planteado siquiera?
Los deberes nos robaban tiempo de juego, un tiempo mucho más importante en la infancia de lo que parece, un tiempo que nos hacía aprender mucho más que los dichosos deberes. Y si a nosotros nos faltaba tiempo para jugar, imagina ahora con la cantidad de extraescolares que se realizan a la semana…
Hay quien tiene la loca idea de proponer las experiencias “extraescolares” de los niños como centro de interés a partir del cual aprender, de manera que estotalmente imprescindible que realicen cosas muy diferentes a las escolares para que pueda salir una buena conversación. Qué cosas se le ocurren a este Tonucci…
Pero los deberes no sólo eran ladrones con el juego, sino también con el tiempo que teníamos para estar con nuestros padres, para compartir inquietudes y experiencias, para hablar, para conocernos… en lugar de todo eso, teníamos a un papá o una mamá que se sentía obligado a hacer de policía, a amenazarnos con algún castigo si no terminábamos los deberes a tiempo. Aprendíamos chantage emocional y ese tiempo se veía transformado en tiempo dedicado a las discusiones familiares, así que en lugar de acercarnos a nuestra familia, nos alejaban de ella.
Eso quienes tenían la suerte de tener unos padres que se preocupaban por que cumplieran con sus obligaciones, y sobre todo que a partir de cierto nivel podían seguir ayudándoles. ¿Pero no se buscaba entonces como ahora fomentar la igualdad desde la escuela?
¿Y qué ha cambiado en los últimos años? ¿Los deberes han empezado a ser diferentes? ¿Ya no son repetitivos y aburridos y representan una parte importantísima del aprendizaje de los niños? ¿Ya no se interpretan como un castigo? ¿Ya no roban tiempo de juego o de estar con la familia? ¿Ya no provocan conflictos padres-hijos ni desigualdades?
Claro que sí, exactamente igual que cuando éramos pequeños. Entonces, ¿por qué los niños de hoy en día siguen teniendo cantidades ingentes de deberes que hacer al llegar a casa? Espero que sea por inercia, porque la única excusa que se me ocurre además de esa es la venganza… xD
Por otra parte, es hasta difícil encontrar bibliografía a favor de los deberes, y al revés es mucho más fácil. Con el gran Tonucci diciendo que “los deberes son una equivocación pedagógica y un abuso” debería ser más que suficiente, ¿no? Pero, como siempre, la literatura pedagógica va por un lado y la práctica por otro compleamente distinto. Hay tantos ejemplos de ello…
Pero no sólo hay poca bibliografía al respecto, sino que además los deberes han sido prohibidos por el ministerio en varias ocasiones:
- Decreto 1106/1967, de 31 de mayo para el establecimiento de un nuevo plan de estudios del Bachillerato Elemental: “Todo el trabajo escolar de los alumnos deberá ser realizado dentro de las horas de las respectivas clases. En consecuencia, ningún Profesor oficial o no oficial podrá encomendar deberes, tareas, estudios o trabajos a los alumnos para su realización fuera de las horas de clase”
- RESOLUCIÓN de la Dirección General de Ordenación Educativa por la que se dan normas sobre la realización de trabajos escolares fuera de los Centros de Educación Básica. (BOE 1973): “Los programas de los centros serán elaborados de forma que eviten como norma general el recargo de actividad de los alumnos con tareas suplementarias fuera de la jornada escolar. (…)”
- Circular del ministro de Educación y Ciencia José María Maravall en 1984 en la que recuerda la prohibición: “Se recuerda la prohibición de encomendar tareas de carácter general, regular y periódico a los alumnos para realizar fuera del centro“
Es decir, que desde 1967, ¡todavía en los años de dictadura!, se ha legislado en contra de los deberes fuera del horario escolar y se ha hecho caso omiso. ¿No es hora ya de cambiar esta tendencia? Para otras cosas nos cuesta un poco más ser insumisos…
Aquellos que están a favor de los deberes fuera del horario escolar suelen argumentar:
- Que los niños deben aprender a esforzarse más allá del aula.
A lo que yo contesto que pueden esforzarse en tareas mucho más productivas y con más sentido que los deberes, como investigar sobre algo que les atrae, tratar de dar respuesta a sus propias preguntas… ¿no son tereas que requieren esfuerzo y que deberíamos impulsar en lugar de enterrar bajo tareas escolares?
- Que debemos impulsar el compromiso de los padres en tareas educativas.
Pero yo creo que también hay otras formas de hacerlo, como que participen en los proyectos del aula con sus habilidades, que realicen talleres, que se establezcan criterios comunes con los docentes…
- Que los niños deben aprender a gestionar su tiempo
Démosles autonomía en sus actividades habituales y tendrán que gestionar forzosa y naturalmente su tiempo… Fácil, sencillo, y para toda la familia.
- Que los deberes fomentan sentido de responsabilidad.
Algo sobre lo que ya escribí una entrada que no incluía los deberes por ninguna parte. Además, ¿quién hace siempre los deberes de clase? ¿Los que necesitan un fomento de esa responsabilidad o sólo los que ya son responsables?
Así que, para que todos lo sepan, Seño Punk se declara en contra del abuso de los deberes y de los deberes sin sentido. Todo sería diferente si los deberes fueran más escasos, menos aburridos y repetitivos, más estimulantes… ¿Te pronunciarás tú?
Tristeza se ha convertido en la emoción protagonista de Del revés. Pixar ha demostrado a través de la animación que, a veces, es necesaria para seguir adelante y, entonces sí, encontrar la felicidad. Para desarrollar esta premisa han recurrido a Riley, una niña de 11 años que pierde la inocencia cuando su padre recibe una oferta de trabajo y toda la familia tiene que mudarse a otra ciudad. A miles de kilómetros de su casa de siempre, de sus amigos del colegio y de sus compañeros del equipo de hockey. Todo lo que conocía queda demasiado lejos. Algo similar sucede en su mecanismo emocional. Hasta el momento en que se sube al coche y se despide de lo que considera su hogar, la felicidad guiaba su vida. Cuando el motor arranca, el cóctel emocional empieza a agitarse.
Con la ayuda de Ana Piñar Salinas, psicóloga especializada en niños y adolescentes, y Patricia Ramírez, experta en psicología deportiva, intentamos responder a las cuestiones que este tipo de situaciones provocan en los más pequeños. ¿Cómo se ayuda a un niño que pierde sus referentes en el camino que separa su casa de su nueva ciudad? ¿Cómo pueden reaccionar unos padres cuyo único objetivo es que su hijo sea feliz?
Antes de seguir leyendo una advertencia: hay algunos spoilers de la película.
– ¿Cómo se explica a un hijo/a de unos 11 años una mudanza a otra ciudad?
Piñar aconseja anticiparse a la situación e involucrar paulatinamente a los niños en el cambio. «Informarles muy bien. Tendemos a pensar que ellos no se enteran de nada, pero es al contrario. Podemos argumentar las razones de la mudanza, que entiendan que es una necesidad… Pero sin idealizar la situación». Un buen recurso es poner ejemplos que los hijos puedan comprender. «Tendemos a llevar una vida estancada, con casas y trabajos para toda la vida», explica Ramírez, «si les planteamos casos como los de los entrenadores de fútbol que cambian de equipo cada año y se llevan con ellos a su familia, o los hijos de diplomáticos que también se trasladan frecuentemente de ciudad, el cambio se convierte en algo positivo».
– La mudanza supone para Riley un cambio de colegio, nuevos amigos y nuevas rutinas. ¿Qué consejos hay que darle a un niño/a para el primer día de clase?
«En este caso la preocupación es mayor por parte de los padres que por los hijos», opina Ramírez. «Normalmente un niño va al parque y solo le hace falta decir ‘cómo te llamas’ para hacer amigos». Piñar sugiere la posibilidad de ensayar en casa situaciones que podrían sucederles en clase para ayudarles a que se relajen. «La mejor manera es comportarse como uno es, presentarte e interesarse por los demás porque así los otros se sentirán importantes y enseguida se harán amistades», apostilla Ramírez.
Existen algunas herramientas que pueden guiar a un padre. «Hay que empezar por preguntarles qué les preocupa», plantea la Ramírez. «Probablemente sea no ser aceptado o que se rían de ellos. En ese caso, hay que buscar experiencias en su vida similares. No encontrarán ninguna. Entonces, ¿por qué hay que preocuparse por cosas que nunca han ocurrido?». Otra opción es recordarles que esos nervios que sienten son los mismo que tenían cada inicio de curso en su anterior colegio.
– En la película, Riley siente celos porque su mejor amiga tiene nuevas amigas.
«Los celos», dice Piñar, «son una respuesta emocional que ellos desconocen, así que hay que comenzar por explicarles por qué se sienten así. Mostrar empatía ante su frustración a través de nuestra propia experiencia (‘yo también siento ganas de llorar o me enojo cuando me ocurre esto con un amigo’) dándoles pautas para gestionarlo». Para atenuar esa parte posesiva de «mi» mejor amiga, Ramírez sugiere que se les explique que lo ideal es tener varias amigas y que se alegren por las nuevas amistades: «Así se transmiten valores como la generosidad y el compartir».
«Lo importante es que invierta su energía en mantener la relación con sus antiguas amistades: contarles cosas nuevas, ir a visitarla de vez en cuando, acordarme de su cumpleaños, de las cosas que le gustan… Y ayudarles como adultos para que lo consigan», remata Ramírez.
– ¿Hay que animarles a que sigan con sus aficiones en esta nueva etapa? Riley lo intenta con el deporte.
«Mantener las rutinas», nos cuenta Ana Piñar, «suele funcionar muy bien en situaciones de cambio. Eso no significa, sin embargo, que debamos mantener todas ni que los nuevos hábitos sean exactamente igual a nuestra vida anterior». Otra opción es animarles a que hagan cosas nuevas. «Cuando llegas a un sitio nuevo donde nadie te conoce es el momento de reinventarte», dice Ramírez.
– El cambio de trabajo de uno de los padres afecta a la familia. ¿Cómo se explica a un niño/a de esa edad este tipo de problemas familiares de los que hasta ese momento no era consciente?
Ambas expertas consideran que «aunque no contemos todo, ni les hagamos llegar los temas más escabrosos, sí debemos hacerles partícipes de lo que ocurre». La mejor forma de afrontar las adversidades es siendo francos con ellos y contándoles la parte del problema que sea comprensible para un niño de esta edad. «Es aconsejable trasladarles que lo importante no es agobiarnos sino buscar soluciones», dice Ramírez. «Y si pueden participar de las soluciones se sentirán importantes y además agradecerles su participación»
Cuantas veces hemos dicho “Estás haciendo de este problema un mundo”, “no es para tanto” o “cambia la forma de pensar y se va a arreglar”…
No sabemos exactamente si esas frases han ayudado o no, pero a veces alguna actuación de los demás nos desespera y no sabemos cómo hacerles ver que una actitud tan negativa está empeora el problema, en lugar de arreglarlo.
Lo mejor que podemos hacer cuando el problema no nos atañe a nosotros es la escucha, eso nos dará la información para llegar a saber porqué realmente ese problema le afecta tanto y así, desarrollaremos la empatía en base a lo que conocemos.
Es una buena actitud respecto a los demás pero… ¿Qué pasa cuando las situación desagradable la estoy viviendo yo?
Cuando alguno de nosotros vive una situación desagradable y la afronta, de ese primer afrontamiento del problema o de ese choque inicial va a depender que lo “procesemos” mejor después.
Una vez más, va a depender claro está del apoyo social con el que contemos y de unas estrategias psicológicas que cada uno de nosotros podemos poner en marcha para lograr sufrir menos y llegar a estar bien lo antes posible.
Problemas vitales y afrontamiento
La vida golpea a veces demasiado fuerte. Si es algo inesperado, quizás todos nuestros recursos personales y espiritualesno estén preparados y no podamos enfrentar adecuadamente el dolor.
En esas situaciones aparece el estrés. Al no ser abordadas correctamente las emociones en un principio porque nos han sobrepasado, la situación de malestar puede prolongarse.
Por no saber encajar desde el principio y de forma adecuada un problema en nuestra vida, creemos que hemos perdido el control sobre él y lo analizamos muy negativamente, como si las secuelas fuesen a ser irreversibles y el daño no se pudiese revertir o aminorar.
Hemos convertido inconscientemente nuestra situación en algo peor de lo que en principio era. No pasa nada, vamos a buscar esos recursos que nos faltaron tras ese impacto inicial para hacer frente a la situación actual con mayor empoderamiento. Vamos a “desdramatizar”.
“Recuerda siempre que eres más grandes que tus circunstancias, eres más que cualquier cosa que te pueda ocurrir.”
-Anthony Robbins-
Pasos para desdramatizar un problema
Intenta:
- Leer información veraz que deje de lado el catastrofismo.
- Rodearte de personas que han vivido algo parecido y que ya no están afectadas por ese suceso o problema que ocurrió en sus vidas. Habla con ellas, y quédate con lo útil para ti.
- Busca el cariño, no finjas no necesitar apoyo emocional, porque un engaño no puede mantenerse mucho tiempo y tu malestar puede salir a la superficie cuando menos te lo esperas.
- Es el momento de la gratitud. Agradece todo lo que tienes porque será el estímulo y la base donde apoyarte para levantar y seguir caminando.
- Da un repaso a tu historia y a situaciones familiares vividas con anterioridad.Identifica qué te ayudó y qué te perjudicó para poder pasar la página por completo.
- El tiempo es tu aliado, pero no quieras “rebobinar hacia delante”. Él tiene su ritmo para hacer que la herida cure, no se puede imponer el que nosotros deseamos, sino dejar que actúe conforme necesitamos.
- Deja de “rebobinar hacia atrás”, de situarte continuamente en el momento anterior a que ocurriera el problema. No conseguirás nada, no cambiarás nada. Solo cuentas con este tiempo actual para hacer cambios.
- Practica la humildad en tu vida. Vas a aprender mucho de lo sucedido solo si no adoptas una actitud arrogante o vengativa. Recuerda que superando todos estos baches, llegará un momento en el que digas que ” De tantopasarlo mal, ahora solo disfruto de la vida”.
De los problemas, se aprende. De los dramas no
Nadie es sabio ni vidente en esto de saber vivir bien, solo se empiezan a tener claras algunas cosas cuando ya las hemos vivido. Ahora es tu momento para sacar lecciones que te ayuden ante el próximo tropezón inevitable.
Recuerda que por mucho que corras tu verdadero yo siempre te alcanza. Así que no adoptes una actitud fingida que pronto se desmoronará.
Que esa historia pasada se adapte a tu personalidad, a tus valores a tus cogniciones a la hora de integrarla en tu mente. De esa forma, podrás continuar con su huella sin que duela y sin fingir.
Por todo ello, no caigas en el drama y el victimismo reiterativo a la hora de enfrentar tus problemas… aunque a veces quieras abrazarlos porque parecen el único alivio inmediato.Te pondrá las cosas más difíciles en un futuro, que es lo que inmediatamente a todos nos toca vivir.
“Deja de hablar y de pensar. No habrá nada que no serás capaz de conocer.”
-Sosan-
http://lamenteesmaravillosa.com/dramatizar-tus-problemas-solo-los-empeora/
Cuantas veces hemos dicho “Estás haciendo de este problema un mundo”, “no es para tanto” o “cambia la forma de pensar y se va a arreglar”…
No sabemos exactamente si esas frases han ayudado o no, pero a veces alguna actuación de los demás nos desespera y no sabemos cómo hacerles ver que una actitud tan negativa está empeora el problema, en lugar de arreglarlo.
Lo mejor que podemos hacer cuando el problema no nos atañe a nosotros es la escucha, eso nos dará la información para llegar a saber porqué realmente ese problema le afecta tanto y así, desarrollaremos la empatía en base a lo que conocemos.
Es una buena actitud respecto a los demás pero… ¿Qué pasa cuando las situación desagradable la estoy viviendo yo?
Cuando alguno de nosotros vive una situación desagradable y la afronta, de ese primer afrontamiento del problema o de ese choque inicial va a depender que lo “procesemos” mejor después.
Una vez más, va a depender claro está del apoyo social con el que contemos y de unas estrategias psicológicas que cada uno de nosotros podemos poner en marcha para lograr sufrir menos y llegar a estar bien lo antes posible.
Problemas vitales y afrontamiento
La vida golpea a veces demasiado fuerte. Si es algo inesperado, quizás todos nuestros recursos personales y espiritualesno estén preparados y no podamos enfrentar adecuadamente el dolor.
En esas situaciones aparece el estrés. Al no ser abordadas correctamente las emociones en un principio porque nos han sobrepasado, la situación de malestar puede prolongarse.
Por no saber encajar desde el principio y de forma adecuada un problema en nuestra vida, creemos que hemos perdido el control sobre él y lo analizamos muy negativamente, como si las secuelas fuesen a ser irreversibles y el daño no se pudiese revertir o aminorar.
Hemos convertido inconscientemente nuestra situación en algo peor de lo que en principio era. No pasa nada, vamos a buscar esos recursos que nos faltaron tras ese impacto inicial para hacer frente a la situación actual con mayor empoderamiento. Vamos a “desdramatizar”.
“Recuerda siempre que eres más grandes que tus circunstancias, eres más que cualquier cosa que te pueda ocurrir.”
-Anthony Robbins-
Pasos para desdramatizar un problema
Intenta:
- Leer información veraz que deje de lado el catastrofismo.
- Rodearte de personas que han vivido algo parecido y que ya no están afectadas por ese suceso o problema que ocurrió en sus vidas. Habla con ellas, y quédate con lo útil para ti.
- Busca el cariño, no finjas no necesitar apoyo emocional, porque un engaño no puede mantenerse mucho tiempo y tu malestar puede salir a la superficie cuando menos te lo esperas.
- Es el momento de la gratitud. Agradece todo lo que tienes porque será el estímulo y la base donde apoyarte para levantar y seguir caminando.
- Da un repaso a tu historia y a situaciones familiares vividas con anterioridad.Identifica qué te ayudó y qué te perjudicó para poder pasar la página por completo.
- El tiempo es tu aliado, pero no quieras “rebobinar hacia delante”. Él tiene su ritmo para hacer que la herida cure, no se puede imponer el que nosotros deseamos, sino dejar que actúe conforme necesitamos.
- Deja de “rebobinar hacia atrás”, de situarte continuamente en el momento anterior a que ocurriera el problema. No conseguirás nada, no cambiarás nada. Solo cuentas con este tiempo actual para hacer cambios.
- Practica la humildad en tu vida. Vas a aprender mucho de lo sucedido solo si no adoptas una actitud arrogante o vengativa. Recuerda que superando todos estos baches, llegará un momento en el que digas que ” De tantopasarlo mal, ahora solo disfruto de la vida”.
De los problemas, se aprende. De los dramas no
Nadie es sabio ni vidente en esto de saber vivir bien, solo se empiezan a tener claras algunas cosas cuando ya las hemos vivido. Ahora es tu momento para sacar lecciones que te ayuden ante el próximo tropezón inevitable.
Recuerda que por mucho que corras tu verdadero yo siempre te alcanza. Así que no adoptes una actitud fingida que pronto se desmoronará.
Que esa historia pasada se adapte a tu personalidad, a tus valores a tus cogniciones a la hora de integrarla en tu mente. De esa forma, podrás continuar con su huella sin que duela y sin fingir.
Por todo ello, no caigas en el drama y el victimismo reiterativo a la hora de enfrentar tus problemas… aunque a veces quieras abrazarlos porque parecen el único alivio inmediato.Te pondrá las cosas más difíciles en un futuro, que es lo que inmediatamente a todos nos toca vivir.
“Deja de hablar y de pensar. No habrá nada que no serás capaz de conocer.”
-Sosan-