Apague la tele. Controle la carta a los Reyes. Comience con una lista de deseos desde septiembre. Todos estos son trucos que puedes aplicar con tu hijo para que se aleje del consumismo. Y no solo en Navidad, también el resto del año. “La función del niño es pedir. Entra en un supermercado, ve un catálogo de juguetes, ve los anuncios de la televisión y lo quiere todo”, explica por teléfono Inma Marín, asesora pedagógica, experta en juego y educación y miembro del Comité de Expertos de Imaginarium. “En Navidad, los niños se ven más sometidos al consumismo porque todos los juguetes y regalos llegan de una sola vez. Y los fabricantes lo saben y saturan y saturan”, añade la experta. “Si fuéramos capaces de dividir este cúmulo de regalos durante todo el año, sería mucho más fácil lidiar con el consumismo”, reitera. Y dejar de relacionar la cantidad de regalos con la felicidad.
El 24,03 % de los padres españoles considera que la principal causa de la felicidad de sus hijos durante la Navidad son los juguetes que van a recibir durante estas fechas, tal y como desprende el II Estudio sobre Felicidad e Infancia elaborado por Imaginarium. Esta elección es la segunda causa señalada como origen de la felicidad de los niños durante las fechas navideñas, por delante de otras opciones como hacer planes en familia o el hecho de tener vacaciones en esta época del año.
La carta a los Reyes Magos
“Lo mejor para controlar el consumismo en Navidad es con la Carta a los Reyes Magos. Me explico, con unos pequeños trucos se puede conseguir mucho. Por ejemplo, como decirle al niño que él hace una lista, pero luego sus majestades deciden; o que tienen que demostrar lo buenos que son para que los reyes les conozcan y decidan, pueden ser estrategias que pueden ayudar a los padres a controlar lo que sus hijos piden”, incide Marín.
Listas interminables. Con tachones por todos lados. Que acaban, que no acaban. Sin control. “En mi caso, con mis hijos lo que hago es comenzar a escribir la carta en septiembre, cada vez que se acuerdan de algo lo apuntan, lo que soluciona mucho y que vayan controlando, ellos y nosotros, lo que quieren”, argumenta. “Con los niños más mayores, que ya saben la verdad, es fácil lidiar porque se les puede explicar la situación familiar o con el presupuesto que contamos”, continúa. “Pero con los más pequeños, con ellos hay que mantener la ilusión, mantener lo bonito de la Navidad, por lo que humanizar a los Reyes, hacerles ver que les cuesta un esfuerzo traer los regalos y que sean conscientes es una buena técnica de control”. “Con ellos, convertir el hecho de escribir la carta en un juego divertido y familiar es el objetivo”, concluye la experta. Por ello la Navidad es el momento idóneo para dedicar tiempo al juego real y para jugar bien. El mejor regalo y remedio contra el consumismo son los padres, ya que disponen de tiempo de calidad para jugar juntos
Seis claves para transmitir a los niños ilusión por los regalos y fomentar en ellos un consumo consciente:
- Menos edad, menos juguetes. Cuanto más pequeño es un niño, menos juguetes de golpe puede digerir, así que lo idóneo es regalar pocos y repartidos en varias casas. “Por ello, en la primera etapa es mejor recurrir a pocos juguetes, pero que fomenten sus primeras habilidades motrices y sensitivas”, explica Marín.
- Comprarlo por y con amor. Esto implica que el regalo se haga pensando en el niño o la niña que va a jugar con ese juguete, teniendo en cuenta su edad, sus gustos y aficiones, aquello con lo que disfruta, lejos del estrés publicitario.
- Juguetes que fomenten la creatividad y los sentimientos. La principal función de un juguete es estimular las ganas de jugar, es decir, de imaginar, crear, descubrir, soñar…
- Juguetes que favorezcan el movimiento en casa y al aire libre. Ya sea detrás de una pelota, encima de un triciclo o una bicicleta, o siguiendo el ritmo que nos propone un instrumento musical. Nuestros niños necesitan moverse, “¿y qué mejor manera de hacerlo que jugando con un balón de fútbol inteligente que cuenta los toques?”, añade Marín.
- Regalar juguetes que fomenten las relaciones sociales. “Si bien a los niños les gusta jugar con los adultos, también necesitan y desean jugar con otros niños con los que aprenderán a interrelacionarse y harán de su universo lúdico un espacio más amplio”, explica la experta.
- Y siempre hay que regalar con sentido común. «Y uno de los pasos, es conseguir una carta a los Reyes Magos con sentido común», termina Marín.
https://elpais.com/elpais/2017/12/15/mamas_papas/1513334059_903087.html
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