Necesidades Afectivas
Los seres humanos somos seres afectivos por naturaleza. Desde el nacimiento necesitamos del contacto con los demás, necesitamos del cariño de los seres queridos.
El amor de las personas cercanas es clave para el desarrollo personal, para forjar una sana autoestima y adquirir habilidades sociales satisfactorias.
La necesidad de pertenencia a un grupo y la necesidad de percibirse atendido y querido son necesidades inherentes al ser humano. Sentirse querido y percibir el apoyo de otras personas es clave para el bienestar de niños/as y mayores.
En la infancia y la adolescencia, estas necesidades afectivas cobran mayor importancia, ya que son etapa de maduración, aprendizaje, desarrollo, cambios y descubrimientos, establecer vínculos afectivos que les proporcionen seguridad serán las bases para su crecimiento y maduración sanas y para su bienestar futuro.
Necesidades afectivas del niño/a
Todas las personas y en especial los niños y niñas necesitan afectos. Los afectos cumplen una función muy importante: nos hace sentirnos seguros y apoyados.
Percibir el apoyo de los demás es fundamental para el desarrollo de la autonomía, de la autoestima, de las habilidades sociales y es la base de su desarrollo afectivo y emocional.
Cubrir las necesidades afectivas de los niños y niñas favorece tanto su desarrollo emocional como su desarrollo intelectual. Dotarles de afectos contribuye a su bienestar y el bienestar es el estado ideal para madurar, desarrollarse y aprender.
Cuáles son las necesidades afectivas de los niños/as
- La primera y más importante necesidad de los niños/as es crear vínculos afectivos sólidos y estables con sus personas cercanas. Estas personas deben ser percibidas como incondicionales y disponibles para acompañarles, darles cariño, proporcionarle consuelo, etc. En la relación con estas personas es importante la continuidad y la rutina, para que se consoliden como figuras de apego. Debemos estar pendientes tanto de aquellas necesidades que nos expresan explícitamente como las que nos expresan implícitamente (en muchas ocasiones las carencias afectivas no son apreciables fácilmente).
- La siguiente necesidad es el juego y los vínculos con otros niños y niñas. Los niños y niñas maduran, crecen y aprenden a través del juego. Jugar con otros niños/as les permite establecer vínculos con éstos y percibirse queridos, aceptados y pertenecientes a un grupo.
- Los niños y niñas necesitan también comunicación. Es fundamental explicarles aquello que no entienden y ser escuchados. Hablarles y escucharles es un pequeño y simple acto de cariño, con importantes repercusiones.
- Necesitan aceptación incondicional por parte de sus seres queridos. Percibirse amado pase lo que pase, les permite un desarrollo seguro que dé lugar a una sana autoestima y una personalidad firme.
- Necesitan no sólo que les quieran, si no que ese amor sea percibido por ellos. Necesitan por lo tanto muestras de afecto.
10 Claves para cubrir las necesidades afectivas de los niños y niñas
- Dedica tiempo al niño/a. Necesitan tu atención, es la mejor manera de hacerles saber que tienen tu afecto.
- Ocúpate del niño/a en lugar de preocuparte. En muchas ocasiones nos preocupamos por sus éxitos, por su futuro, por inculcarles disciplina,….los niños y niñas necesitan que nos ocupemos de ellos.
- Evita los gritos. El grito no educa, y es interpretado por el niño/a como un ataque a su persona. En lugar de gritar prueba a escuchar, hablar y emplear técnicas de disciplina positiva.
- Acepta al niño/a tal y como es. Le enseñaras que es una persona digna de afecto y que puede ser libremente. Cada niño/a tendrá su propia personalidad, algunos serán tranquilos, nerviosos, callados, habladores, etc. es importante que en cualquier caso se sientan aceptados.
- No le juzgues, etiquetes o critiques.
- Presta atención a lo que les pasa, no solo a lo que te dicen con palabras, algunas necesidades no se perciben con facilidad. Pero déjale su espacio, darle afecto no significa agobiarle y querer saber todo. Prestaremos atención a su malestar y trataremos de aliviar ese malestar con nuestra compañía, no podemos solucionarles todo o querer saber todo.
- No escatimes en muestras y palabras de afectos, es tan importante querer al niño/a cómo hacerle percibir ese aprecio.
- Desarrolla una comunicación positiva y fluida. La escucha es el primer acto de amor y más sencillo que podemos hacer. Deja que se expliquen, que te cuenten y se percibirán queridos.
- Permítele que juegue y que se relacione con otros niños y niñas. Es necesario que cubran la necesidad de sentirse aceptado por los iguales y de pertenencia a un grupo.
- Cuando hagan algo mal, antes de reñirle sin escuchar, habla con ellos, pregúntales y explícales por qué su conducta no es adecuada.
Escrito por: Celia Rodríguez Ruiz
VIA: http://www.educayaprende.com