¿Cuántas veces has leído en alguna entrevista con actores o modelos que sus trucos de belleza es dormir mucho y beber agua, o hacer yoga? Todos nos creemos lo que nos cuentan los demás, y hasta nuestras portadas tienen titulares que prometen lo que todos queremos creer: abdominales definidos, perder kilos y perder grasa, menos estrés, más velocidad, etc. Pero como somos personas adultas, es bueno hacer revisión de lo que nos cuentan y desmitificar un poco algunas ideas que se han implantado en nuestra sociedad y que no tienen ninguna base real, e incluso pueden llegar a ser perjudiciales, cuando se venden como las más saludables.
1. Hay que comer mucho pescado. Pues sí, es verdad que deberíamos comer pescado todos los días, especialmente cuando hacemos deporte. El pescado nos aporta proteína de buena calidad y ácidos grasos omega-3, una de las grasas saludables que debemos incluir en la alimentación.
2. Las proteínas son las buenas, los carbohidratos son los malos. Las dietas de moda como la Dukan, la ZONA, sin gluten, o las de gimnasio han hecho furor a la hora de perder kilos eliminando los carbohidratos de la alimentación. Y eso ha terminado por crear la idea de que todos los carbohidratos engordan o provocan enfermedades. El problema es que hay muchos tipos de carbohidratos y los que comemos actualmente están casi siempre refinados y no son naturales, son pastas de cereales a los que se les da forma de pasta, barritas, galletas, etc. Los carbohidratos naturales vienen unidos a la fibra en muchos casos, como en los cereales enteros o integrales de grano como centeno, cebada. En el caso de los cereales integrales, es recomendable dejar reposar en agua los granos enteros para que se ablanden, y cocinarlos como legumbres, con verduras, hortalizas y hierbas como laurel, y a fuego lento para que den sabor al guiso y evitar las flatulencias por su alto contenido en fibras vegetales.
3. Hay que beber al menos dos litros de agua al día. No es cierto. Cada persona es diferente y cada día también, no hay una cantidad correcta de agua al día. Como en general bebemos poco agua, se recomienda tomar entre 6 y 8 vasos al día, litro y medio a dos litros, pero depende del peso, edad, sexo, condición física, y lo más importante, depende de lo que haces y donde vives.
Si controlas la hidratación por el color de la orina y la sed, verás que si tu orina es de color amarillo muy claro es que todo está bien. Si la orina es muy amarilla, debes beber más agua y líquidos, y si orinas muchas veces, mucha cantidad y transparente, puede que bebas demasiado. No tienes que asustarte, pero aprende a equilibrar los líquidos que tomas para no abusar.
4. La comida orgánica es más rica en vitaminas y minerales. Excusa que explica porqué es más cara y más difícil de encontrar. La realidad es muy diferente. Estudios realizados en universidades americanas no han encontrado diferencias significativas en algunos alimentos orgánicos, y es que la calidad de las vitaminas y minerales depende mucho más de la calidad de los suelos donde crecen los vegetales y de los pastos y comida con la que sea alimenta a los animales. Está claro que la comida orgánica te asegura que no tiene conservantes, pesticidas u hormonas y medicamentos. Pero no tiene porque se más nutritiva ni tener mejor sabor.
5. La dieta vegetariana es la más saludable. Otra generalización peligrosa. Es verdad que los estudios realizados con personas vegetarianas encuentran que son poblaciones con mejor salud, menos enfermedades cardiovasculares, tumores y hasta que viven más años. Pero hay que tener en cuenta que son grupos muy sanos, con hábitos muy saludables como que no fuman, beben alcohol o toman drogas. No hay razón para pensar que la carne es un alimento peligroso si es carne buena, natural, sin adulterar y se come con moderación entre 3-5 raciones al día. Escogiendo cortes de carnes rojas sin grasas y evitando las carnes procesadas o ricas en grasas de la comida rápida (hamburguesas, salchichas, embutidos de mala calidad, etc.).
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