ninguno se nos escapa que Internet y las nuevas tecnologías invaden nuestras vidas más rápido de lo que podemos asimilar. Los expertos dicen que usadas con responsabilidad, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) constituyen una herramienta positiva y estimulante de aprendizaje, socialización y diversión. Sin embargo, el problema está cuando la relación con y a través de la tecnología se vuelve tóxica, dependiente y peligrosa. Internet y sus dos caras: al mismo tiempo que es una gran ayuda, tiene todas las papeletas para convertirse en un enjambre donde se alimentan estas relaciones tóxicas, entendidas como aquellas negativas, en las que nos quedamos atrapados, con consecuencias cognitivas, emocionales y físicas.

Quizá la solución no es resistirse al hecho innegable de que la tecnología forma (y seguirá formando) parte de la vida de nuestros hijos o, al menos, del mundo en el que viven. La psicóloga Pilar Rodríguez, junto a los periodistas Juan Carlos Blanco y Sonia Martín, ha dado forma al libro Familias EnRedadas (Editorial Morata), en el que explica que para combatir esas relaciones tóxicas es necesario conocer y entender la tecnología, en familia, “porque estamos todos en el mismo barco”. El libro nace “para los padres, preocupados por los contenidos que ven sus hijos en Internet, la facilidad con la que acceden a todo y con la que todos acceden a sus datos y fotos. Y el tiempo que dedican a los dispositivos”. Según el estudio estadounidense Monitoring the Future, “el mayor cambio en la vida de los adolescentes entre 2012 y 2016 ha sido el aumento de tiempo que usan soportes digitales». En España, el Ministerio del Interior contabilizaba ya en 2014, que el 83% de los mayores de 15 años usaba la Red, entre dos y seis horas diarias. La experta recomienda que “dejemos de preocuparnos y empecemos a ocuparnos. La idea es educar a los niños a relacionarse con la tecnología de manera sana, desde las emociones, respetando espacios, pero con normas y límites e identificando los riesgos. No se trata de prohibirla ni quitarla como un castigo”. De su mano, conoceremos dos grandes relaciones tóxicas, la adicción y los delitos telemáticos.

La adicción a la tecnología

“El uso excesivo del smartphone, la tableta o los videojuegos es uno de los temas más consultados”, explica la especialista. “Como toda adicción –explica-, crea dependencia y búsqueda patológica de la recompensa, con un uso abusivo, compulsivo y reiterado en el tiempo de la tecnología”. Lo novedoso es que los mismos jóvenes se están dando cuenta de cómo la tecnología los seduce. “Reconocen ser un segmento vulnerable, que no pueden regular tiempos ni dejar de estar conectados”. Esta sensación parece ser común en todo el mundo. Según un estudio del Pew Research Center, el 54% de chicos de entre 13 y 17 años, siente que pasa demasiado tiempo al móvil y un 41%, que su uso de redes es excesivo. Por su parte, la organización Common Sense Media indica que el 78% de los jóvenes de esa edad revisa sus redes cada hora y un 75% de ellos admite que sienten la necesidad de contestar inmediatamente. Así, uno de cada dos no descarta que se esté volviendo ciberadicto.

Rodríguez advierte que a los muchos tipos de adicción tecnológica como a navegar de una web a otra sin ninguna finalidad (infosurfing; al móvil (nomofobia es el pavor de estar sin él) o a la compra online compulsiva, hay que añadir, el poder adictivo de los videojuegos. “Los menores no pueden desconectar, se despiertan para jugar, se aíslan y no lo identifican como adicción tecnológica”, señala.

Señales para saber si nuestros hijos están enganchados

  • Si observas cambios en sus rutinas diarias
  • Si disminuyen su concentración y rendimiento
  • Si sustituyen sus actividades de ocio y deporte por tecnología
  • Si se levantan por la noche a jugar videojuegos o chatear
  • Si se saltan horas de comer o dormir por usar tecnologías
  • Si se aíslan de amigos
  • Si se enfadan o frustran por no tener conexión

Delitos telemáticos: relaciones tóxicas a través de la tecnología

Según los últimos datos del INE, el 69,8% de los niños de 10 a 15 años posee un móvil, siendo los 10 años la edad a la que lo reciben por primera vez; a los 12, el smartphone. Este pequeño dispositivo abre más el acceso a un mundo infinito de contenidos y a otras personas con quienes establecer una relación indeseada. Aparecen nuevos riesgos: los delitos telemáticos o ciberdelitos.

Reconocer los riesgos más frecuentes

  • Cyberbulling: El acoso no se acaba en las aulas; las burlas, humillaciones y mensajes vejatorios a través de redes sociales se hacen a cualquier hora, desde cualquier lugar. Pilar Rodríguez cuenta que “algunas señales son que el niño no quiere ir a clase, disminuye su atención, tiene pesadillas, está irritable, triste, ausente y se aísla. Y, luego, no quiere saber nada de redes sociales”.
  • Grooming: La víctima es un menor acechado por un adulto que se hace pasar por alguien de su edad en las redes sociales, atrayendo su confianza. “Su finalidad es abusar sexualmente de él”, alerta Rodríguez. No deja de sorprender el dato de Net Children Go Mobile (2015): el 11% de menores afirma haber contactado en la vida real con personas que ha conocido online. Los signos: se retraen socialmente, modifican su lenguaje corporal ante adultos (cabeza baja, falta de contacto ocular, rechazo), empeoran su rendimiento escolar, sienten ira y miedo.
  • Sexting Es el envío de imágenes cuyo origen está en una acción voluntaria (del protagonista o un tercero con su consentimiento), pero que, posteriormente, otro las difunde sin consentimiento. El delito no es mandar la foto, sino difundirla sin consentimiento.
  • Sextorsion y otras versiones Una derivación del sexting, ya que es el chantaje y amenaza de difusión de imágenes íntimas. Otras relaciones peligrosas son el sexcasting, en el que se obtienen imágenes, con una webcam y sin consentimiento, llegando incluso a hacer montajes con ellas. El stalking es el acoso persistente y obsesivo mediante amenazas e intimidación física.

¿Qué hacer para evitar todas estas relaciones tóxicas?

1. Dime cuánto tiempo estás conectado… Y te diré cómo aumentan las posibilidades de que tu hijo esté enganchado a la tecnología. La autora nos da un ligero rapapolvo: “¿cómo exigirle a un menor que deje a un lado su móvil si lo primero que hacemos los adultos es sumergirnos en nuestro mundo digital de nunca acabar?”. Según el Estudio Anual de Redes Sociales, realizado por IAB y Adglow, los adultos españoles estamos conectados a Internet durante una media de 5 horas y 20 minutos al día. La psicóloga hace énfasis en el punto de partida, el ejemplo.

2. Educar en los conceptos. Pilar Rodríguez recomienda definir a qué nos referimos en cada momento. “Un amigo no es lo mismo que un conocido”, dice. “O una foto puede ser comprometida para unos, mientras no serlo para otros”.

3. Limitar el tiempo de uso. Una medida imprescindible. “Siempre dependerá de la edad y de la madurez del niño, pero es recomendable no superar las dos horas frente a las pantallas. Se puede establecer un horario fijo o permitir a los chicos que organicen esas horas a lo largo del día”, aconseja la experta. Hay que evitar que se levante a ver su móvil por la noche o chatear hasta tarde, perdiendo horas de sueño, así como tener el teléfono encima de la mesa a la hora de comer (empezando por los padres).

4. Participar en su vida digital. Conocer las páginas que ven y conocer la tecnología que usan. ¿Por qué no jugar un día una partida de su juego online favorito? No hablamos de fomentar la adicción; tan solo, compartir lo que a ellos les gusta para poder empatizar y enseñar a los niños a manejarse con criterio, a definir los tiempos y a detectar los riesgos.

5. Poner límites y facilitar la autorregulación. Las normas y límites enseñan a gestionar las emociones de los niños, y fomentar pequeñas responsabilidades desde la infancia como hacer su cama o poner la mesa, ayuda. El buen juicio y el autocontrol son habilidades que resultan especialmente difíciles para los pequeños, porque están asociadas al lóbulo frontal del cerebro, que sigue desarrollándose hasta la segunda década de vida. Por eso, somos los adultos quienes debemos orientarlos. “Cuando un niño se violenta porque se le acaba su tiempo de pantallas o se le corta inesperadamente la WiFi, es importante atajar la conducta. No la emoción: el enfado es válido, pero cómo reaccionar frente a él hace la diferencia”.

6. Tener un adulto a quien acudir. Los padres son el referente de los niños, la mayoría de las veces, aunque es cierto que llegados a la adolescencia, lo son sus pares u otros adultos cercanos. En caso de dificultad, la comunicación con un adulto aligerará su carga para que el joven pueda hablar sin miedo a ser juzgado.

7. Recurrir al control parental. Si bien, lo ideal es basar la relación en la confianza, ante señales de alarma, conviene tener presente que la seguridad del menor prima sobre la privacidad. “En ocasiones el control parental puede ser de ayuda. Este, además de revisar contenidos, permite también bloquear webs y limitar el tiempo de uso”.

https://elpais.com/elpais/2019/01/14/mamas_papas/1547479392_019255.html

El Parlamento de Canarias instó la semana pasada al Ejecutivo regional a incluir en la consulta pediátrica de los 14 años —la última antes de pasar al médico de adultos— un análisis de tóxicos para detectar drogas si los padres lo solicitan. En su exposición de motivos, la proposición no de ley aprobada por la Cámara alude a la importancia de la detección precoz. Pero, ¿pueden unos padres obligar a sus hijos a someterse a la prueba? Los pediatras y juristas consultados consideran que existen métodos menos agresivos e invasivos. En cualquier caso, destacan que el consentimiento del adolescente sería vital. ¿Dónde acaba la prevención y comienza la intromisión en la intimidad de los menores?

La proposición no de ley se aprobó por 44 votos a favor y seis abstenciones, de Unidos Podemos. En la exposición de motivos se destaca la “notable reducción de la edad media de inicio en el consumo de alcohol, tabaco y cannabis”, y se apunta a la necesidad de potenciar la prevención en familias y colegios. Añade que entre los jóvenes canarios está “prácticamente generalizada” la idea de que el “consumo habitual de heroína, alucinógenos, anfetaminas, cocaína o éxtasis no conlleva un gran riesgo”. Por ello, se invita a que en “las analíticas de sangre y orina que de forma normalizada” se realizan en las revisiones a los 14 años se incluyan pruebas para la “detección precoz del consumo” de drogas.

En el Programa de Salud Infantil no consta ningún análisis sistemático a los 14 años. “Ni a esa edad ni a ninguna”, puntualizan los pediatras canarios consultados. “Nos ha sorprendido la noticia. No se ha recabado el asesoramiento de las sociedades científicas”, lamenta Agustín Graffigna, presidente de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria en Canarias, que trabaja en un centro de salud en Tenerife. “La indicación de una analítica debe ser bajo criterio médico, no de los padres”, indica.

Los doctores tienen que informar “sin moralina”

El alcohol es la sustancia psicoactiva más extendida entre los estudiantes y adolescentes de 14 a 18 años. El 76,9% ha consumido alcohol en alguna ocasión, según la última edición de la encuesta Estudes, de 2016, del Plan Nacional sobre Drogas. “En la sociedad española, el mayor problema es el alcohol y el cannabis”, explica el pediatra Félix Notario, portavoz de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia.

El estudio revela que en 2016 la prevalencia de consumo de cannabis alguna vez en la vida era del 31,1%, y que en el caso del tabaco era del 38,5%. La edad media de inicio era de 14,8 años para el cannabis; de 14,1, para el tabaco (14,6, en consumo diario), y de 14, para el alcohol (15,1, para consumo semanal).

“La verdadera prevención debe hacerse en la familia, atendiendo a síntomas como la falta de rendimiento escolar, cansancio anormal, poco interés por las actividades, psicopatologías, trastornos del sueño, de la alimentación, signos depresivos, estados de ansiedad, distonía en relaciones con iguales o con la familia…”, apunta el pediatra.

En el Programa de Salud Infantil del Servicio Canario de la Salud se especifica cómo debe actuar el médico al hablar de sustancias nocivas con los adolescentes. Deben ganarse su confianza y respetar la confidencialidad. “Se intentará convencer a los jóvenes, haciéndoles comprender los peligros físicos, psíquicos y sociales, más que amedrentando y prohibiendo, intentando reducir el atractivo social de estas sustancias e informando sobre los efectos perjudiciales más a corto plazo que a largo plazo”, reza el texto. E incluso se recrean posibles entrevistas con los menores.

“Después, parece adecuado seguir las normas del Servicio Canario de la Salud, como si de un adulto se tratase. Si no fuma se dará un consejo rápido, sin moralina”, se indica. En el caso del alcohol, “se informará de la misma forma, rápido y sin moralina”.

“La generalización de esta prueba no se contempla en ninguna de las guías consultadas”, afirma el pediatra. No consta en los protocolos de comunidades como Cataluña, Comunidad Valenciana o País Vasco. “Hay otros métodos de prevención, este no es el correcto”, dice. “Y de practicarse, tendría que ser con la autorización del menor. De lo contrario, estaríamos invadiendo su intimidad con una exploración agresiva como la analítica. Así se quiebra la confianza con el médico. Es muy importante que confíe en nuestros consejos”, continúa.

Fuentes de la Consejería de Sanidad afirman que no pueden pronunciarse sobre la proposición no de ley porque “el Servicio Canario de la Salud aún no dispone del texto final”. El documento con la propuesta original está colgado en la página web del Parlamento. Una de las dos enmiendas incorporadas fue presentada por Coalición Canaria —partido que gobierna en el archipiélago—, e incluyó en la redacción que la prueba se practique “por solicitud expresa” de los padres (inicialmente solo se exigía su “consentimiento”). La otra enmienda, del PSOE, llama a brindar información y asesoramiento orar a los padres, en caso de que los resultados sean positivos.  

“Los menores de edad son titulares de derechos fundamentales como si fueran mayores, lo que ocurre es que en algunos casos su ejercicio se hace a través de otras personas, como los padres o tutores”, explica Miguel Presno, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Oviedo. “Aquí estaría en juego la integridad física y moral del adolescente, el derecho a que no haya una intromisión en su cuerpo sin su consentimiento, su derecho a la intimidad”, añade. “La Ley de Autonomía del Paciente especifica que no se puede hacer ninguna intervención sin informar al paciente y no distingue entre menores y mayores. Incluye algunas excepciones: cuando esté privado de conocimiento o no sea capaz de comprender la intervención que se lleva a cabo. En este caso, ni están inconscientes ni es posible que alguien de 14 años no sepa lo que es un control de drogas”, apunta. “Según nuestra legislación, los menores deben ser escuchados cuando tengan madurez suficiente y, en todo caso, a partir de los 12 años”, prosigue. “Si un niño de 14 años puede hacer testamento, tiene sentido que pueda elegir si se somete a una prueba”, zanja. 

“Los padres no solo tenemos derecho, sino también la obligación de velar por el interés de los menores hasta que cumplen los 18 años”, sostiene la diputada del PP Astrid Pérez, quien presentó la proposición no de ley. “Si no podemos decidir sobre nuestros hijos, bajemos la mayoría de edad”, dice. “Antes de plantear la iniciativa hablé con pediatras y con unidades de drogadicción. La mayoría dice que es una fantástica idea. Esta medida pretende sumar, no ir en contra de nadie. Si alguien tiene una más eficaz, que la proponga, porque los métodos utilizados no funcionan”, añade.

Conocer el entorno

Los médicos consultados insisten en que es más útil analizar el entorno de los menores que un análisis. “Salvo en casos muy concretos, y siempre con su consentimiento, estas pruebas son inútiles y no nos van a decir nada que no nos diga un repaso a sus circunstancias: familia, amigos, estudios, ocio…”, explica José Galbe, especialista en adicciones que trabaja en Zaragoza y es miembro de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.

“Los niños dan muchas pistas. Es muy importante que los padres hablen con ellos y conozcan a la pandilla”, continúa. “Si fuera pertinente el análisis, yo hablaría con el adolescente. Si se negara, no haría la prueba. Le diría al padre que pidiera una orden al juzgado”, señala el doctor. La magistrada de la Asociación Francisco de Vitoria Natalia Velilla ve improbable que un juez accediera. “No es un tema de vida o muerte. Con las vacunas, por ejemplo, es distinto porque es una cuestión de salud pública. Pero aquí hablamos de patria potestad: los padres quieren averiguar si el niño consume, y hay otras formas de saberlo. El juez lo rechazaría por desproporcionado. Es matar moscas a cañonazos”, opina.

Si ahora un padre solicita un análisis de drogas, queda a criterio del médico decidir cómo actuar. “A mí nunca me lo han pedido”, cuenta la pediatra María Eugenia Angulo, que lleva 16 años en atención primaria, ahora en un centro de salud en Las Palmas de Gran Canaria. “Tenemos la obligación de informar al paciente. Hace poco, un chico de 12 años no quiso que lo explorara; intenté convencerlo, pero se negaba y no lo puedo forzar”.

Félix Notario, de la Sociedad Española de la Medicina de la Adolescencia y pediatra en una clínica de Albacete, cree que “los políticos proponen estas pruebas para descargar su conciencia”, pero que no son eficaces. “No hace falta demasiado test. Uno de cada cuatro adolescentes ha consumido sustancias entre los 14 y los 18 años”, apunta. Y pone el foco en la familia: “Si esperamos a que un análisis nos diga que nuestro hijo de 14 años se droga, hemos llegado tarde”.

https://elpais.com/sociedad/2019/01/20/actualidad/1548009428_181523.html?id_externo_rsoc=FB_CM&fbclid=IwAR1T77WFLlNnlh9avEd6T20oQWEmpOUusHnXw3buCW1PPzEsqAVcwez8cJQ

Las matemáticas suelen ser el caballo de batalla para los niños en el cole. ¿Por qué se les atragantan los números a los niños en la escuela? La fama precede a esta asignatura de ciencias y “como tienen el mito de ser difíciles, algunos niños se escudan en ello y no se esfuerzan, con la justificación de que son complicadas. Pero, no hay niño que no aprenda, sino un profesor que no sabe enseñarle. Está en manos de los maestros conseguir que los niños dejen de tener miedo y se abran al aprendizaje de las matemáticas, divirtiéndose y sintiendo que pueden adquirir y controlar los conceptos matemáticos que se encuentran en todo lo que hacemos en la vida, por lo que les va a resultar de gran utilidad”, explica una profesora de primaria, que opta por permanecer en el anonimato.

Los números tienen fama de resultar aburridos para niños y jóvenes en colegios e institutos. “Cuando estaba en primaria me resultaban más aburridas y complicadas, ahora en la ESO, lo llevo un poco mejor, pero también porque tengo una profesora particular de la asignatura en casa. Lo que menos me gusta es el cálculo, me parece aburrido y me fastidia que no me salga el resultado. Las clases no son divertidas y muchas cosas no sé para qué me van a servir cuando sea mayor, porque si existen las calculadoras no entiendo para qué tengo que aprender cómo hacer raíces cuadradas. Las clases deberían ser más prácticas y didácticas; no tan mecánicas. Me gustaría que hiciéramos juegos matemáticos y nos explicaran cosas que nos sirvieran de adultos, como hacer la declaración de la renta,” explica Daniella Blaya, estudiante de 3º de la ESO en Madrid.

¿Qué falla en la enseñanza académica de las matemáticas para que muchos estudiantes opinen lo mismo que la joven Daniella? “Esta asignatura está mal planteada porque se parte desde los conceptos abstractos y lejos de lo cotidiano. La matemática es manipulativa; está viva y hay que tocarla, moverla y vivirla. La repetición de tablas, sumas, restas, multiplicaciones o fracciones sin sentido frenan el aprendizaje y alejan del conocimiento debido a la facilidad de cometer errores. Hay que partir desde donde está el alumno para llevarle al aprendizaje que debe hacer y enseñarle la magia de los números”, explica la profesora anónima de primaria.

Quien suspende matemáticas ¿es mal estudiante?

El dicho popular El que vale, vale y el que no para letras, además de denostar el conocimiento que no es matemático, que enriquece la cultura humana de manera determinante, resulta un reflejo del planteamiento social rígido y educativo sobre el conocimiento intelectual. “La música, las artes, la educación física o la filosofía son disciplinas muy necesarias e importantes. Las matemáticas y la lengua necesitan de ellas para ser aprendidas. De hecho, el minimizar su relevancia y potenciar las matemáticas y la lengua de forma aislada ha sido una de las causas principales de este panorama actual de bajos resultados del alumnado en ambas materias ”, comenta María José Lladó Sánchez, psicopedagoga del centro ACIMUT y orientadora psicopedagógica de la editorial Kolima.

Encontrar el potencial y talento de cada niño es fundamental para orientarle de manera adecuada ante su futura actividad profesional. Todos no somos buenos en matemáticas, pero “seguro que lo eres en otras asignaturas. Cada alumno tiene unos dones y habilidades. Descubrirlos y desarrollarlos es parte de la tarea educativa, que es integradora. Ya hemos visto el coste de aislar las matemáticas de las demás disciplinas. Cambiar y visibilizar la importancia de todas las habilidades en las materias educativas e interrelacionarlas es fundamental”, añade la psicopedagoga.

Ayudar a los niños en casa con las matemáticas

Cuando los niños no están llamados por el camino de las matemáticas y se les hace cuesta arriba aprobarlas se les puede echar una mano desde casa con propuestas como las que indica Nuria Ballesteros González, profesora del Instituto Joaquín Turina de Madrid y licenciada en Matemáticas:

  1. Un cuaderno bien organizado con lo que el profesor explica en clase resulta muy útil para no perderse en un mar de números.
  2. Escribir el desarrollo que el profesor hace de los ejercicios en clase.
  3. Adquirir la costumbre de hacer los ejercicios que se mandan para repasar en casa. No importa que salgan mal. La cuestión es trabajar el hábito de pensar de forma matemática y hacer el esfuerzo. Lo incorrecto, se corrige en clase.
  4. A la hora de preparar exámenes, ayuda tener un esquema sobre los contenidos o el tipo de ejercicios que tienen que hay que saber.
  5. La concentración es fundamental para que las cuentas salgan. Las matemáticas requieren comprender bien los razonamientos y para conseguirlo se requiere la atención que permita el desarrollo del pensamiento abstracto. No obstante, cada niño desarrolla estas capacidades a una edad diferente.
  6. El apoyo y el ánimo sin presión cuando el niño suspende las matemáticas es básico para evitar estrés y que los números no se conviertan en un trauma para el resto de su vida.
https://elpais.com/elpais/2019/01/14/mamas_papas/1547455263_850560.html

El pasado 11 de enero la policía de Layton, una ciudad de Utah (EE UU), informó en su cuenta de Twitter de un accidente. Una joven de 17 años había estrellado su coche contra otro automóvil mientras conducía con los ojos vendados y se grababa para publicarlo en la red. Realizaba el Bird Box Challenge, un reto que se ha hecho viral en las últimas semanas a raíz de la última película de Sandra Bullock. El desafío consiste en llevar a cabo tareas cotidianas como subir escaleras, cruzar una calle o cocinar con los ojos vendados. Este y otros desafíos peligrosos han llevado a YouTube a endurecer sus políticas de control de contenido. La plataforma borrará los vídeos de bromas o retos que pongan en peligro la salud física o psicológica del usuario, según ha explicado la compañía en el apartado de preguntas frecuentes de su web.

En los últimos años, se han hecho virales numerosos vídeos de desafíos en YouTube. Algunos consisten en introducir la punta de un anticonceptivo por la nariz para luego sacarlo por la boca, untarse con alcohol el pecho y prenderse fuego para luego apagarlo con agua o acercarse sigilosamente a un peatón para golpearlo hasta dejarle inconsciente. “YouTube es el hogar de muchos retos y bromas virales, pero debemos asegurarnos de que lo divertido no cruce la línea para que también sea dañino o peligroso”, aseguran sus propietarios en la nueva política de control de contenido.

YouTube eliminará estas publicaciones de la plataforma y castigará a sus autores con una restricción de 90 días en algunas de las funciones de la plataforma como la retransmisión en vivo

La compañía ha incluido en la misma un epígrafe específico para los retos y las bromas peligrosas: “Hemos actualizado las pautas externas para dejar claro que prohibimos los desafíos que presenten un riesgo de peligro grave o muerte, y las bromas que hacen que las víctimas crean que están en grave peligro físico o que los niños experimenten una angustia emocional grave”. Los menores en ocasiones también son afectados por las bromas que se suben a YouTube. Por ejemplo, la de hacer creer a un niño que sus padres han muerto.

YouTube eliminará estas publicaciones de la plataforma y castigará a sus autores con una restricción de 90 días en algunas de las funciones de la plataforma como la retransmisión en vivo. Si se incumplen las políticas en tres ocasiones en ese plazo, se eliminará la cuenta del usuario que haya subido el vídeo. La compañía ha dado a los creadores dos meses para borrar este tipo de contenido de sus canales. Pero después, se eliminará cualquier vídeo que viole estas pautas.

Estas nuevas directrices no solo hacen referencia a los vídeos, sino que afectan a todo el contenido. Es decir, a los comentarios, miniaturas, enlaces o chat en vivo. Por ejemplo, si la imagen en miniatura muestra pornografía o violencia gráfica o los enlaces externos llevan a contenido que pueda incitar a la violencia o al odio, el vídeo también será retirado.Un informe de Buzzfeed publicado este martes denuncia que las imágenes que plasman bestialidad o hacen alusión a ella todavía aparecen en la plataforma pese a que YouTube se comprometió a eliminar ese material en abril del año pasado.

Efectos traumáticos y mortales

Este tipo de vídeos, además de efectos traumáticos en la víctima, pueden tener consecuencias perjudiciales para la salud. Ante el aluvión de personas que han hecho el Bird Box Challenge y han acabado golpeándose o sufriendo pequeños accidentes por ir con los ojos tapados, Netflix ha lanzado un comunicado en Twitter. La compañía ha pedido a los fans de la película que abandonen el reto: “No nos podemos creer que tengamos que decir esto, pero por favor no os hagáis daño con el reto de Bird Box. No sabemos cómo empezó, agradecemos el cariño, pero Boy y Girl [en alusión a los personajes de la cinta] solo tienen un deseo en el 2019 y es que no terminéis en el hospital por culpa de los memes”.

Otro de los retos por el que algunos usuarios han tenido que acudir al hospital es el Tide Pod Challenge. Consiste en tomar cápsulas de detergente para la ropa y compartirlo en Youtube. La Asociación Estadounidense de Centros de Control de Envenenamientos alertó en enero de 2018 de un aumento de intoxicaciones por la ingestión de este producto. El fabricante del mismo, Procter and Gamble, solicitó la ayuda de la estrella de fútbol americano Rob Gronkowski para liderar una campaña de sensibilización pública en las redes sociales .

Hay vídeos que incluso tienen consecuencias mortales. En 2017, Monalisa Pérez, una mujer de 19 años, mató a su novio al dispararle en el pecho para subir un vídeo a Youtube. Ambos intentaban hacer un truco. Una enciclopedia debía parar la bala. Pero su estrategia salió mal. En sus vídeos anteriores, ella le gastaba bromas inofensivas como poner polvos de talco en un donut en vez de azúcar glaseado, rociar cera caliente de una vela encendida sobre su cuerpo o colocar pimienta picante en su bocadillo. Pero esa última vez, se les fue de las manos. La joven era consciente del riesgo que sus acciones conllevaban e instantes antes de disparar a su pareja, lo contaba en Twitter: «Pedro y yo probablemente vamos a grabar uno de los vídeos más peligrosos jamás vistos. Ha sido idea suya, no mía».

https://elpais.com/tecnologia/2019/01/17/actualidad/1547718558_819241.html?fbclid=IwAR0cDf892qUzAdmPMsQbxf57nvPwf-2o9gQcQWW2kmvs6CEgKQw7aX_iY6k

2019 ha comenzado tal cual terminó 2018: con el mundo recuperando el aliento tras un ciberataque. Si Alemania sufrió a principios de este mes el mayor hackeo de su historia, que dejó al descubierto datos de centenares de políticos, a finales de noviembre fue la gran cadena hotelera Marriott quien reveló un ataque similar, que podría haber afectado a 500 millones de clientes. Pero antes de eso las víctimas habían sido Singapur, Facebook, el sistema bancario de México… no hay blanco a salvo de los piratas informáticos. La amenaza crece al tiempo que empresas e instituciones de todo el mundo hacen frente a otro peligro, igual de acuciante, que es el de la escasez de profesionales expertos en ciberseguridad. Un campo en el que tradicionalmente ha predominado lo autodidacta, pero que comienza a abrirse paso en la formación oficial de universidades y otros centros educativos. Tres opciones para formarse en ‘big data’ (aunque no sepas matemáticas)

‘Blockchain’, la solución para acabar con los títulos universitarios falsos

Se prevé que nueve de cada diez empresas sufrirán un ataque informático en 2019. Y los costes se cifran en 11.500 millones de dólares este año. Los datos resultan abrumadores. Para lo malo, pero también para lo bueno. Y es que el nicho laboral se hace cada vez más grande. De aquí a 2022 las ofertas de trabajo en ciberseguridad se triplicarán, de acuerdo con los cálculos de la publicación especializada Cybersecurity Ventures. Las previsiones apuntan que para entonces habrá 1,8 millones de empleos sin cubrir en todo el mundo, 350.000 de ellos en Europa, según una encuesta del Centro para la Ciberseguridad y Educación (ISC)².

“No es una burbuja, es el nuevo paradigma. Los países ricos ya no van a producir bienes de consumo, sino que generarán riqueza a través de la información. Cualquier empresa tiene que gestionar sus datos, almacenarlos y sobre todo protegerlos”, explica Julien Mur, senior manager del departamento de Information Technology and Life Sciences en la consultora de recursos humanos Hays. El experto señala la causa de ese desfase entre oferta y demanda: “La transformación de la economía se ha producido de forma muy rápida. En una década no se forma una generación de profesionales de la ciberseguridad”.

La velocidad de los cambios se une a la escasez de vocaciones científicas y tecnológicas entre los jóvenes, especialmente en el caso de las estudiantes. “Hace falta promover las titulaciones STEM [las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés], los chicos las ven como difíciles”, explica Maite Villalba, investigadora y directora del máster en Seguridad de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de la Universidad Europea. “El inconveniente de la escasez de profesionales en este campo no es igual que en otros sectores. Implica problemas para las empresas, pero también para los ciudadanos y para los Gobiernos. Además, se produce un retroceso en el desarrollo de tecnologías emergentes porque las empresas y los ciudadanos no se van a atrever a utilizarlas”.

La necesidad de profesionales y el crecimiento de los ciberataques conviven con otra contradicción. Y es que aunque Internet está plagado de información y recursos para adentrarse en el terreno de la ciberseguridad, las tareas que realizan estos expertos y lo que hay que saber (y estudiar) para convertirse en uno de ellos siguen siendo una incógnita para muchos estudiantes. A continuación, una guía para disipar las principales dudas sobre cómo formarse para ser un experto en ciberseguridad.

¿Qué hace un profesional de la ciberseguridad?

“Decir que trabajas en ciberseguridad es como decir que trabajas en tecnología. Dentro de eso hay muchísimos perfiles distintos y no todos son tecnológicos”, asegura Marta Beltrán, coordinadora del grado en Ingeniería de la Ciberseguridad de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). Lejos de ese estereotipo del hacker que se mueve entre las sombras y la ilegalidad, el campo de la ciberseguridad es mucho más amplio (y en absoluto oscuro): auditores, desarrolladores, analistas, forenses… y sí, también hackers, aunque muy diferentes al tópico que se suele tener en mente.

“Los diferentes perfiles de expertos en ciberseguridad se pueden definir en función de si actúan para evitar los ataques o para dar respuesta cuando se producen”, explica Eduardo Arriols, profesor del grado en Ingeniería del Software en el Centro Universitario U-Tad. El primer grupo, el de los profesionales que se dedican a prevenir los incidentes de seguridad, se divide a su vez en expertos defensivos, que se especializan en asegurar los sistemas, y equipos ofensivos, es decir, auditores que buscan vulnerabilidades, por ejemplo en una web o en una aplicación, para determinar si son seguras o no (lo que se denomina el hacking ético).

Dentro de ese esquema básico caben, por ejemplo, desarrolladores de software seguro; arquitectos, analistas y consultores, que se encargan de definir las necesidades (y soluciones) de seguridad de un proyecto tecnológico; expertos en protección de redes; especialistas en malware, para desarrollar herramientas que los detecten y los eliminen; peritos y analistas forenses, encargados de investigar los ciberataques; criptógrafos y criptoanalistas, que trabajan en el cifrado de la información; directores de seguridad de una empresa —CISO o CSO, según la función que desempeñen—…

El punto en común de todos ellos es que se dedican a resolver problemas. La creatividad y la innovación son dos elementos clave en su caja de herramientas, pues les permiten ir un paso por delante de los atacantes. También es importante la diversidad. “Se necesitan personas de alta cualificación, pero también equipos diversos”, explica Maite Villalba, de la Universidad Europea. “Trabajar en equipo es fundamental y cuando juntas diferentes profesiones y áreas salen ideas que de otra manera no surgirían. Por eso están apareciendo otros perfiles de la rama de ciencias sociales, como los analistas en ciberinteligencia o los juristas expertos en ciberseguridad”.

¿Qué debe saber un experto en ciberseguridad?

A Pablo Ruiz Encinas, que está en su cuarto y último curso del grado de U-Tad, la ciberseguridad siempre le había llamado la atención, pero lo veía casi como una especie de magia incomprensible e inaccesible. “No hay un libro que te puedas leer y decir que ya lo sabes todo. Es todo muy difuso y está desperdigado”, explica. “Hay muchísima información, pero no está concentrada en un punto y cuando quieres empezar hay mucha gente que se abruma porque no sabe por dónde hacerlo”.

Más alumnas en las aulas

El déficit generalizado de vocaciones STEM es un problema que se agrava en el caso de las alumnas, más reticentes a cursar estas carreras, lo que a su vez redunda en la falta de profesionales de la ciberseguridad. “En este campo, solo el 11% de la fuerza laboral mundial son mujeres. En Europa no llegamos al 7%”, asegura Maite Villalba, directora del máster en ciberseguridad de la Universidad Europea.

La experta coordina además un nuevo proyecto de investigación europeo, Be@Cyberpro, que pretende despertar la curiosidad de las alumnas por desarrollar su carrera en el ámbito de la ciberseguridad. “Faltan roles femeninos”, señala Villalba. “Queremos eliminar estereotipos y mostrar mujeres que están trabajando en ciberseguridad, demostrar que hay diversidad y que es una carrera en la que todos podemos entrar y aportar”.

Aunque ese problema se pueda extender a tantas otras profesiones, en la ciberseguridad es especialmente complejo por ser un área de conocimiento de gran carga técnica que, hasta hace poco, no se enseñaba de forma oficial. La incorporación de la ciberseguridad como materia de formación a la oferta de estudios de universidades, escuelas de negocios y otros centros educativos ha obligado a definir qué debe saber un experto en este campo.

La base tecnológica es fundamental, pues para evitar o responder ante un ciberataque es necesario entender cómo se producen. “Se necesita, por un lado, un conocimiento general sobre redes y programación; y por otro, un conocimiento específico en ciberseguridad que abarca la seguridad informática, la legislación, el análisis forense, saber cómo securizar un sistema informático (y no solo analizarlo)…” enumera Paco Marzal, coordinador del grado de U-Tad, en el que los alumnos pueden cursar una especialización en ciberseguridad a partir del tercer curso. «El perfil del estudiante suelen ser personas muy motivadas porque es una carrera muy exigente».

¿Qué puedo estudiar para trabajar en este campo?

En España hay ya 81 centros que ofrecen formación específica en ciberseguridad, según la guía elaborada por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe): programas de máster, cursos de especialización, ciclos de FP, grados en ciberseguridad… Entre tanta oferta, ¿qué programa elegir? El itinerario típico es el que apuesta por estudiar en primer lugar una carrera que aporte la base técnica —lo habitual es una ingeniería informática o de telecomunicaciones, aunque también hay expertos que provienen de la rama de las matemáticas o la física—, para después cursar un máster de especialización en ciberseguridad.

La guía del Incibe contabiliza 47 programas de posgrado, con diferentes apellidos según el campo de especialización: informática forense, hacking ético, dirección de seguridad, lucha contra el cibercrimen… El propio instituto colabora con la Universidad de León, ciudad en la que tiene su sede, en su máster en Investigación en Ciberseguridad, que ya va por su undécima edición. El centro acaba de estrenar este curso otros dos másteres en ciberseguridad, uno en el área de Derecho y otro para especializarse en big data en entornos seguros. El foco de su programa estrella es, sin embargo, la investigación. “Para avanzar es necesario conocer todo aquello que está ocurriendo, pero también analizar las nuevas técnicas de los atacantes”, señala Adriana Suárez, coordinadora del máster.

Frente a esta opción, la alternativa de cursar un grado específico en ciberseguridad se va abriendo paso, aunque tímidamente. La Universidad Rey Juan Carlos ha abierto este curso su grado en Ingeniería de la Ciberseguridad, el primero que imparte en España una universidad pública. De este modo pretenden atajar lo que ellos consideran un problema: que la ciberseguridad se aborde como un añadido, y no como una pieza central, en la universidad. “Miramos a nuestro alrededor y vimos que en la mayor parte de los países desarrollados donde la tecnología funciona llevan años impartiendo grados de ciberseguridad. Nuestra apuesta fue crear una ingeniería, muy similar a la informática, en la que se estudiara tecnología segura desde un principio”, explica su responsable, Marta Beltrán.

La primera promoción estudia en sus aulas mientras fuera, las opciones se multiplican. Los ciclos de FP son otra puerta de entrada al mundo de la ciberseguridad. Y los cursos de especialización sirven para profesionales con conocimientos avanzados que quieran profundizar en un área concreta. Sin olvidar la parte autodidacta, fundamental para estar al día en un sector en el que ir por delante de los hackers es una obligación. Internet alberga una gran comunidad de expertos e interesados en la ciberseguridad que comparten conocimientos y recursos: desde grupos en Telegram a webs en las que se proponen retos (como Hack The Box) e incluso competiciones para ponerse a prueba.

Pero aunque el panorama es prometedor —en opciones y oportunidades—, hay quien lo analiza con mirada crítica. “Hasta un punto esa necesidad de profesionales es cierta porque es un campo en el que no ha habido formación específica hasta hace poco. Pero también es verdad que cuando las empresas y la administración hablan de déficit es porque ofrecen puestos muy precarios”, advierte Beltrán. “En muchas ocasiones, la partida para ciberseguridad no es tan alta como debería ser: primero nos preocupamos porque las cosas funcionen bien y luego, si eso, porque funcionen seguras”.

https://elpais.com/economia/2019/01/14/actualidad/1547486152_048652.html

Primero los llamaron Generation Yawn —»generación bostezo»—, denunciando que los nuevos veiteañeros pasaban del alcohol y las drogas para centrarse en su carrera profesional, con Taylor Swift o Ed Sheeran entre sus representantes. «Los 20 son los nuevos 40«, proclamaban algunos titulares. En algún momento, las generaciones previas a estos yawn decidieron erigirse en estandartes de una vida poco saludable que identifican con talentos creativos y la quintaesencia del molar. Pero he aquí una verdad: beber alcohol ya no se lleva, no abre puertas y sigue siendo tan malo como siempre.

En su lugar, movimientos multitudinarios se abren camino en ciudades como Londres y Nueva York, donde desde hace ya cinco años cientos de personas se congregan al alba, convocadas a través de las redes sociales, para una clase de yoga antes del trabajo, comer fruta y escuchar música electrónica. Un cóctel revitalizante como pocos y the place to be —el lugar donde hay que estar— si quiere estar al tanto de las tendencias sociales.

Son eventos caracterizados por la búsqueda de la plena consciencia

Morning Gloryville o Daybreaker son dos de las organizaciones pioneras en este movimiento. Desde 2013 movilizan muchedumbres que «buscan activar su día de una forma diferente», según explica Matthew Brimer, cofundador de Daybreaker junto a Radha Agrawal: «Estar en el aquí y ahora, rodeados de gente chula, música y muy buenas vibraciones. Se trata de bailar y desconectar antes de ir al trabajo y de sentirse tremendamente sanos y vitales horas antes de iniciar la jornada laboral». Y todo, con plena conciencia.

Es precisamente la búsqueda de la plena conciencia —lo que en inglés se conoce con un término muy de moda: mindfulness—, que caracteriza a este evento, la que ha traído de la mano toda una corriente, el mindful drinking —beber de forma consciente—, que ha derivado en múltiples formas de ocio por todo el globo.

La hora de los ‘pringados’ del grupo que dicen «no»

En 2015, Laura Willoughby, experta en comunicación y trabajos sociales en Londres, dio un paso más allá en la tendencia. Puso sus energías en fomentar la diversión sin alcohol, la vida sin copas, y la organización de eventos culturales donde lo que se prima, principalmente, es estar cuanto más sobrio, mejor.

Fue entonces cuando, junto a su socio, Jussi Tolvi, fundó el Club Soda. «Somos 15.000 personas seguidoras de la idea, además de pubs, bares, restaurantes e incluso marcas de bebidas asociadas. Todos juntos intentamos desarrollar programas que ayuden a la gente a cambiar sus hábitos de consumo de alcohol», explica la propia Willoughby.

Lo hacen a través de eventos que promueven el consumo moderado o nulo como algo normal y guay. ¿Las razones de su iniciativa? «Crear un mundo donde nadie se sienta fuera de sitio por el hecho de no estar bebiendo una copa», dice. Por desgracia, el alcohol está tan integrado en nuestra sociedad que, lamentablemente, no beber resulta absurdo y mal visto. «A muchos jóvenes no les gusta tomarse una copa, pero les da vergüenza convertirse en los pringados del grupo que dicen no», comenta María Franco, directora de la Fundación LoQueDeVerdadImporta, una institución social cuyos congresos y conferencias inculcan valores positivos, como el de cero alcohol en el ocio.

Saber cuándo parar para disfrutar con plena conciencia

En 2017, los responsables del Club Soda tuvieron la idea de organizar el Mindful Drinking Festival, un macrofestival de dos días donde se pusieran en práctica estos valores y se comunicara a través de charlas, conferencias, juegos, dinámicas, talleres… En solo dos ediciones convocadas —agosto y noviembre— consiguieron reunir a casi 13.000 personas, consolidando así lo que muchos señalan como la nueva modernez social: el Mindful Drinking Movement.

«Podríamos definir el mindful drinking como tomar decisiones conscientes sobre lo que bebes y en qué cantidad. Y, también, saber cuándo parar. Es decir, todo lo contrario a beber sin pensar», explica la periodista Rosamund Dean, autora del libro Mindful Drinking: How Cutting Down Can Change Your Life (Beber conscientemente: cómo reducir el consumo [de alcohol] puede cambiar tu vida).

«Lo que intentamos —señala Willoughby cuando le preguntamos por el festival—, es cambiar la mentalidad social para que por fin se entienda que una persona a la que no le apetece alterar su estado mental con sustancias tóxicas no es sinónimo de alguien aburrido. Probablemente estemos ante alguien que disfruta mucho más la vida. Con más energía, más en su presente, y sobre todo, libre de hábitos sociales que además afectan a la salud». Un misión positiva, y por ahora, de éxito, aunque con un largo camino por recorrer del que la propia organizadora es consciente.

«En esta sociedad, que podríamos definir como alcoholcéntrica, dice, el alcohol está bastante ligado al paisaje emocional y social, y eso hace que cuando alguien decide cambiar sus hábitos como bebedor, resulte difícil». Efectivamente, está tan integrado que irse de vinos es algo tan normal como apuntarse al gimnasio. «Lo hacemos sin pensar y esto se traduce en tomar un vino después del trabajo, abrir una botella en casa para cenar o beber más de lo que de verdad te apetece cuando sales con los amigos», señala Rosamund Dean.

La explosión de las bebidas sin alcohol

En Reino Unido este movimiento se ha convertido en algo más que una tendencia. «El mindful drinking es parte de un cambio social y cultural para evitar el consumo excesivo de alcohol», afirma Dean.

«Las generaciones más jóvenes, al menos aquí, beben mucho menos que en cualquier otra época; se organiza el Mindful Drinking Festival en Londres y cada vez se ven más bares y restaurantes que no sirven alcohol; en el mercado, además, se ha producido una explosión de bebidas deliciosas, alternativas al alcohol: diferentes tipos de soda, el kombucha, las bebidas de hierbas, las cervezas sin alcohol, las tónicas botánicas e incluso licores destilados sin alcohol como Seedlip con los que hacer combinados», describe la periodista. Sin embargo, «este movimiento todavía no ha calado en España», dice María Franco.

Un 7,1% de los varones entre 25 y 34 años, y un 3,8% de las mujeres de la misma edad confiesan ser bebedores intensivos

De hecho, según cifras del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, el 75,1% de los adolescentes de entre 14 y 18 años ha consumido alcohol en algún momento; seis de cada 10 adolescentes se han emborrachado alguna vez en su vida, y uno de cada tres lo ha hecho en los últimos 30 días.

Con respecto a los adultos, hay cifras que también hacen pensar. La Encuesta Europea de Salud en España 2014 indica, por ejemplo, que un 23,3% de los hombres y un 7,2% de las mujeres afirman beber alcohol todos los días. Y un 7,1% de los varones entre 25 y 34 años, y un 3,8% de las mujeres de la misma edad confiesan ser bebedores intensivos (consumiendo más de 50 gramos de alcohol puro en unas 4 a 6 horas, o lo que es lo mismo el equivalente a unas cinco cañas) al menos tres días a la semana.

«Es una realidad que el alcohol está en nuestras vidas y en la de los jóvenes. Lo utilizan, al igual que otras sustancias, para perder la vergüenza y conseguir ‘superpoderes’«, ratifica Franco. «Por eso hay que informarles para que sepan sus consecuencias —accidentes de tráfico, relaciones sexuales no consentidas, dependencia, etcétera— y fomentar otras maneras de relacionarse y de reforzar su personalidad para saber decir ‘no’ sin sentirse los raros del grupo».

Ni es extremista ni radical: basta con beber poco

Lo bueno de este Mindful Drinking Movement es que no es extremista ni radical. Ni Laura ni Jussi lo pensaron para quienes solo quieren apostar por convertirse en abstemios totales. Aquí hay cabida para los que quieren aprender a beber con moderación, o practicar, voluntariamente, periodos puntuales de abstinencia, como el famoso ‘Dry January’ (enero seco), un ayuno total de alcohol durante el primer mes del año con el que resarcirse de los excesos realizados en las fiestas navideñas.

«Hay generaciones que han crecido en una sociedad donde el alcohol era elemento necesario para cualquier situación; para celebrar algo, para relacionarnos, relajarnos e incluso para aliviar el estrés», dice Rosamund Dean. Lo importante es que sea cual sea la meta de cada uno, la gente aprenda a cambiar su mentalidad, y se atreva a poner en práctica nuevos hábitos más saludables y comedidos. Porque la diversión y el éxito social sin copas sí son posible aunque, por diferentes razones, para algunos resulte un cambio más arduo que para otros.

De forma particular, por poner un ejemplo, comenta Dean, «las mujeres que entraron en la edad adulta en la década de los 90, o las que fueron seguidoras de Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York, o de Bridget Jones, vieron cómo el alcohol era habitual en la vida de una mujer como la de aquellas. Muchísimo más de que lo que han visto las nuevas generaciones actuales, cuyos iconos son abstemios totales como las Kardashian, o gurús del yoga y el wellness a los que siguen en Instagram».

https://elpais.com/elpais/2018/01/22/buenavida/1516639670_374302.html?id_externo_rsoc=FB_CM&fbclid=IwAR0D27pQjRpE5IBxuUNPq02aO4FN_-V_n5weGWAAbgTD8bvCAeIYxCGZAZ0

María, profesora de 33 años que prefiere no dar su nombre real, dice que ha vendido su alma al diablo. Da clase de Geografía e Historia a estudiantes de 4º de la ESO en inglés en un instituto público bilingüe de Madrid. «No me causa ansiedad, pero pienso que no estoy haciendo bien mi trabajo. Para resultar cercana a mis alumnos tiro de la ironía y del humor, y eso no lo puedo hacer en inglés porque no es mi lengua materna», cuenta. En 2013 decidió sacarse la habilitación -el certificado de inglés avanzado (C1) que exige la Comunidad de Madrid– porque no corrían las listas y no la llamaban para dar clase en centros no bilingües. Tardó dos años en preparar el examen y se gastó 3.000 euros en academias. Desde entonces, trabaja como interina a jornada completa todos los años. «Lo he hecho por necesidad: se pierde la riqueza lingüística y todo se traduce, hablamos de Isabella the Catholic (Isabel la Católica), Tagus River (río Tajo) o Wilfred the Hairy (Wilfredo el Velloso)«, explica.

El crecimiento de la red de centros bilingües públicos y concertados en España es imparable. De los 240.154 alumnos matriculados en esos programas en el curso 2010-2011 en las diferentes autonomías (excepto Cataluña que no ofrece datos), se pasó a 1,1 millones en el 2016-2017, un aumento del 360%, según el análisis de EL PAÍS con los datos publicados por el Ministerio de Educación. Los expertos denuncian la falta de análisis y datos objetivos sobre los efectos en el aprendizaje de los alumnos y acusan a las regiones de usar a los estudiantes como banco de pruebas para cumplir sus promesas electorales. El 95% de los alumnos españoles en la red bilingüe ha escogido el inglés como lengua de enseñanza.

«Las familias a menudo toman decisiones desinformadas y eligen esos centros porque socialmente tienen prestigio. Se crean unas expectativas de aprendizaje que no son realistas y hay tantos modelos como autonomías», apunta Rubén Chacón, profesor de Filología Inglesa en la UNED y coordinador del congreso Biuned, celebrado la pasada semana para revisar los sistemas bilingües con la participación de más de 100 expertos nacionales e internacionales. «El bilingüismo ha venido para quedarse y el profesorado está abocado a adaptarse y formarse para salir adelante», añade.

Las diferencias entre comunidades son notables. Una de ellas es el nivel que se exige a los docentes para dar clase en la bilingüe. Autonomías como Asturias -que va a la cabeza con el 52,3% de los alumnos de primaria matriculados en inglés y el 33,7% en secundaria- o Andalucía -que ocupa la novena posición con un 30,5% en primaria y la tercera en secundaria con un 28,6%- exigen un nivel intermedio (B2). Otras, como Madrid -cuarta en primaria con un 43,8% de alumnos y en secundaria con un 27,6%- piden nivel avanzado (C1).

«En Andalucía, el programa arrancó en 2004 y el crecimiento no ha sido moderado. No hay suficientes profesores capacitados para hablar bien», señala Christian Abello, profesor de Filología Inglesa de la Universidad de Sevilla que ha coordinado más de 10 investigaciones sobre bilingüismo. Durante los primeros años, la Junta permitió a algunos docentes dar clase en esos programas con un B1 (nivel intermedio bajo), afirma José Antonio Romero, coordinador del programa bilingüe del instituto público Miguel Servet de Sevilla. «Empezamos sin tener a los profesores preparados y la formación en CLIL –la metodología europea para aprender un nuevo idioma a través de otras asignaturas como las matemáticas– es voluntaria. La Junta no supervisa el progreso de los docentes», añade Romero.

LENGUA EXTRANJERA COMO IDIOMA DE ENSEÑANZA

Alumnos en programas de aprendizaje integrado en Educación Primaria, ESO y Bachillerato. Curso 2016-17

Fuente: Ministerio de Educación y Educación Profesional. EL PAÍS

Además, hay otro punto que levanta mucha polémica. En la Comunidad de Madriddonde el programa también arrancó en 2004– los alumnos de secundaria se examinan antes de acceder a los institutos y en función de su nivel de inglés se les divide en dos grupos: Programa, donde van los que sacan peores resultados y solo dan una asignatura en inglés, y Sección, que reúne a los más avanzados y reciben, al menos, el 33% de las horas lectivas en la lengua extranjera. 

Sandra, que no da su nombre real, tiene 34 años y es profesora interina de Geografía e Historia en un instituto del barrio madrileño de Vicálvaro, de clase obrera. Ha decidido que no se habilitará para dar clase en inglés porque es una «aberración». «En mi asignatura hay mucho pensamiento abstracto y me parece una traición para los alumnos, a los que ya les cuesta en español», cuenta. El hecho de no dar clase en inglés tiene consecuencias: este curso solo la han llamado para impartir media jornada. Tiene dos hijas y gana unos mil euros al mes. Critica que los centros bilingües disponen de más recursos, como por ejemplo el programa Global Classrooms, un simulacro de los debates de la ONU en el que los estudiantes defienden sus puntos de vista y compiten con otros centros. «Aprenden mucho y los no bilingües se quedan fuera», lamenta.

«Los centros están en una especie de carrera y eso arrastra al profesorado, que, en muchos casos, sufre estrés. Es un experimento social», apunta Isabel Galvín, responsable de Educación de CC OO de Madrid. De las 365 consultas registradas en el servicio de asesoría laboral del sindicato este trimestre, 185 (cerca del 50%) corresponden a temas de enseñanza bilingüe en la Comunidad de Madrid. «Un problema habitual es el de los interinos que ocupan la plaza de los funcionarios que no tienen la habilitación», asegura. Ana, de 50 años, que no quiere dar su nombre real, llevaba 12 años en un instituto como profesora de dibujo técnico y hace tres años la trasladaron porque el centro se hizo bilingüe. «No consigo sacarme el C1, veo muy difícil habilitarme», señala. Cada curso le asignan un centro diferente. Otra de las quejas del profesorado es la tutoría, un encuentro en el que los alumnos cuentan sus problemas académicos y personales que los profesores también deben hacer en inglés. 

Hay docentes que sí se sienten cómodos con el inglés. Javier, profesor interino de Biología y Geología que vivió un año en Estados Unidos, cree que el problema es el planteamiento. «Este modelo segrega a los alumnos en función de sus posibilidades económicas; los que pueden pagar clases de apoyo van bien y los que no van empeorando en los resultados». Critica que las familias creen que esos centros dan mucho prestigio, pero ignoran que son poco funcionales. «Muchas veces, los alumnos acaban memorizando. Entender materias tan complejas en inglés es un esfuerzo doble».

LENGUA EXTRANJERA COMO IDIOMA DE ENSEÑANZA

Alumnos en programas de aprendizaje integrado en Educación Primaria, ESO y Bachillerato. Curso 2016-17

Fuente: Ministerio de Educación y Educación Profesional. EL PAÍS

En el informe Magnitud de la segregación escolar por nivel socioeconómico, en el que dos investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona hacen una comparativa de España y el resto de países de la UE, indican que «los centros bilingües están generando procesos de selección» en los que se elige a los estudiantes «con más recursos», y se deja fuera «a los que más dificultades tienen». Con gran disparidad entre regiones: Baleares o Galicia presentan una baja segregación -entre Suecia y Finlandia, los países con la tasa más baja-, mientras en Madrid es «altísima» -entre Hungría y Rumanía, los dos países con la mayor tasa de la UE-. El análisis no analiza únicamente a la bilingüe, sino el sistema educativo en general.

«Los alumnos de la bilingüe obtienen peores resultados en la asignatura de conocimiento del medio, un 10% menos que los de la no bilingüe», indica Antonio Cabrales, investigador de University College London y coautor del informe Evaluating a bilingual education program in Spain (2017), en el que analizaron los resultados de las dos primeras promociones de alumnos de la bilingüe madrileña tras finalizar 4º de la ESO en 2010. Esos resultados se asocian con los niños de familias con niveles de formación inferiores y profesiones menos cualificadas, informa el experto. «Hay un exceso de contenido en las asignaturas y a eso se suma el inglés, hay que prescindir de algo y esa decisión no se ha tomado», opina Cabrales, en realizó el estudio junto a otros expertos de la Carlos III y la Autónoma de Madrid. Algunos detractores de ese informe señalan que tiene algunas limitaciones, como que los exámenes para medir el conocimiento de los alumnos se realizaron en castellano, cuando esos estudiantes dominan el vocabulario de la asignatura en inglés. 

MÁS INFORMACIÓN

En un informe presentado por la Comunidad de Madrid en junio de 2018, se apuntaba que la tasa de repetidores es superior en los centros no bilingües, un 4,5% en primaria y un 12,5 en la ESO, frente al 3,8% y el 9% en los bilingües. De los 36 millones que el Gobierno madrileño destinó a la red bilingüe en 2016-2017, el 5% se destinó a formación del profesorado y el 69%, la partida más amplia, a los auxiliares de conversación -universitarios de países anglosajones que acompañan una hora a la semana a cada docente en el aula-. Ese mismo documento señala que los alumnos de la bilingüe obtienen mejores resultados en inglés: el 86,5% de los alumnos de 4º de ESO de Sección (el grupo de mayor nivel) tienen un B2, mientras que el 77% de los de Programa tienen un nivel básico (A1), según un análisis de British Council

Asturias, la comunidad con la mayor tasa de alumnos matriculados en bilingüe en secundaria, no divide a los alumnos, tiene un programa «inclusivo». Allí, los profesores pueden dar clase con un nivel intermedio (B2). ¿Supone eso un problema para los alumnos? «Nuestro objetivo no es que lo hablen como su lengua materna, sino que lo dominen. La figura del profesor ha cambiado; ya no solo es un experto en su campo, tiene que dominar la tecnología y los idiomas», asegura Francisco Laviana, director de ordenación académica del Gobierno de Asturias. «Es una oportunidad laboral para los docentes y una tendencia imparable».

Los problemas de formación del profesorado

En su encuesta a más de 100 docentes de centros bilingües de toda España, la investigadora Inmaculada Senra de la UNED, advirtió que el 50% de ellos aseguraba no estar formado en la metodología CLIL (Content and Language Integrated Learning, por sus siglas en inglés), un sistema impulsado por la Comisión Europea que persigue el aprendizaje de un nuevo idioma a través de otras asignaturas como las matemáticas, la geografía o la historia. «La gran mayoría de ellos manifestaron que no tienen tiempo para coordinar las asignaturas con el resto de docentes del centro, y esa parte es esencial para que la enseñanza bilingüe funcione. La idea es coordinar los proyectos para potenciar un vocabulario o una destreza específica», apunta Senra. Uno de los mayores problemas, según la experta, es que muchos docentes creen que el bilingüismo es dar su clase en inglés. 

Durante los primeros años de implantación del programa, comunidades como Madrid, Andalucía o Asturias ofrecían a los docentes un programa para perfeccionar el inglés de 15 días en Reino Unido. Con los recortes, estas estancias en el extranjero se han eliminado. «Solían ir unos 50 al año, pero por una cuestión financiera, lo hemos suprimido», reconoce Francisco Laviana, del Gobierno asturiano. 

https://elpais.com/sociedad/2018/12/05/actualidad/1544011044_830446.html

Esta joven parisina de origen español decidió «infiltrarse» en el sistema educativo francés para, tras estudiar cómo aprenden las personas, demostrar que «podíamos tener resultados increíbles si respetábamos más las leyes naturales del niño».

Céline Alvarez / © Amaya Aznar

“Ah, no soy profesora”, dice Céline Alvarez poco antes de despedirse. Esta parisina de 34 años, de cuyo padre inmigrante español le queda un excelente manejo de la lengua, está presentando Las leyes naturales del niño (Aguilar), un libro donde explica su manera de ver al niño y cómo aprenden. Alvarez sí fue profesora, pero lo considera “una anécdota” que duró tres años y solo para demostrar que sus teorías, basadas en la neurociencia y los últimos conocimientos sobre el desarrollo humano y los mecanismos de aprendizaje, son correctas. El experimento en un aula de infantil del municipio deprimido de Gennevilliers, al noroeste de París, fue un éxito rotundo que ha llevado a cientos de maestros galos a emular su manera de ver la educación. “Pero no es un método”, pide al periodista que no le encorsete. “El método encierra en un sistema fijado, acabado, es la antítesis de lo que pienso. Prefiero hablar de de proceso educativo abierto, científico, evolutivo”.

Si no es profesora, ¿qué es?

No lo sé. Soy una persona que quiere que las cosas cambien, y para eso voy a hacer lo que haga falta. He escrito un libro, quizá haga un documental. Voy a clases, hablo con profesores, con científicos… Soy una persona que nació y creció en un barrio muy desfavorecido de las afueras de París. Es una suerte, aunque al principio no lo consideraba así. Ahí empecé a ver el impacto de un sistema educativo que no era coherente con la manera de ser y desarrollarse del niño, ni con la manera natural de transmitir del adulto. Todos sufrimos esto. Los profesores estaban agotados, deprimidos. Nosotros sufríamos, nos desconectábamos de nosotros mismos, del otro y de la sociedad. Lo he vivido, tuve una escolaridad bastante mala que me provocó rabia, cólera. No entendía esta sociedad. Yo veía que teníamos tanto que dar. Pensaba en cómo podemos gastar estos potenciales cada año. Se volvió una obsesión, quería cambiar el sistema. Yo tenía poco vocabulario, cometía fallos y los psicólogos decían que iba a fracasar en el colegio. Pero tenía algo que nadie me podía quitar: esta envidia, este deseo profundo de que las cosas cambiaran rápidamente. Esto era más importante para mí que todo lo demás. Quiero que el mayor número de niños posibles puedan acceder a esta educación que yo llamo fisiológica, adaptada a la forma de aprender del ser humano.

¿Cómo va esta expansión de sus ideas?

Lo primero que hice fue estudiar las neurociencias afectivas, cognitivas y sociales para ver los grandes principios que se ponían de relieve y que se podían constituir como no negociables, universales y comunes a todos los seres humanos. Empecé a estudiar esto para tener una base científica, objetiva, sobre la que apoyarme y pensar y reflexionar. Cada año en Francia el 40% de los niños sale de Primaria con dificultades en lectura o matemáticas que son tan grandes que no pueden tener una escolaridad normal en Secundaria. Esto es inaceptable. Un niño que no sabe leer bien o hacer matemáticas como se espera no solo falla en el cole, pierde la confianza en sí mismo, empieza a ser agresivo, se desconecta del sistema. Así que decidí hacer una cosa que nunca había pensado hacer, que es infiltrarme en el sistema educativo público francés para enseñar que, sin cambiarlo todo, solo adaptándose, podíamos tener resultados increíbles si respetábamos más las leyes naturales del niño. Estamos fallando proponiendo un sistema que no responde a la forma natural de aprender de las personas.

Céline Alvarez / © Amaya Aznar

Usted ha estudiado el conocimiento científico, sobre todo en las neurociencias. ¿Qué aprendió con sus estudios? ¿En qué consisten sus ideas?

Aprendí que lo que intuíamos era verdad. Son cosas que ya sabemos, pero no ponemos en práctica porque el sistema no es así.

Primero, que lo que más importa es el entorno. El cerebro humano es plástico y las condiciones exteriores son las que lo van a estructurar. No tenemos un potencial o talentos predefinidos determinados. Lo que va a hacer la diferencia entre todos es el entorno social, lingüístico, las experiencias que tengamos o no. Esto nos invita a reorientar la mirada hacia otro sitio que no sean los niños. El ser humano es una máquina de aprender sin esfuerzo y si no puede hacerlo no es por él, es por el entorno.

Segundo, el ser humano está predispuesto a aprender cosas que le motivan y no aprende cosas que no le interesan. Lo que dicen las neurociencias cognitivas es que el ser humano, cuando no es curioso, motivado o entusiasmo, las zonas de la memoria, del hipocampo, se activan poco. Al revés, cuando estamos motivados, curiosos, esas zonas se activan con fuerza. Hacemos que los niños pierdan confianza en ellos cuando les repetimos lo mismo todos los días. Y los deberes, otra vez lo mismo, y cursos particulares…

Tercero, no podemos aprender sin equivocarnos. El error es constitutivo del aprendizaje. Cuando el cerebro hace una predicción y luego ve que hay un desfase entre su predicción y la realidad esto se traduce en una activación muy fuerte de las neuronas y el cerebro reorganiza sus circuitos. Lo que estamos haciendo es pedir a nuestros hijos que aprendan sin equivocarse y estamos provocando en ellos una parálisis cognitiva, es normal que luego haya fobias escolares.

Cuarto, y esto sí que fue un descubrimiento que me transformó, es la importancia de la autonomía. Antes, pensábamos que el cociente intelectual era el indicador del éxito personal, escolar, laboral. Ahora, llevamos diez años sabiéndolo, resulta que el indicador más predictivo del éxito global de un individuo es el nivel de desarrollo de sus competencias ejecutivas, que nos permiten acceder a todos los objetivos que nos marcamos. Esas competencias (son tres, la memoria de trabajo, el control inhibidor y la flexibilidad cognitiva) se van a desarrollar nada más que cuando el niño está en un entorno que le ayude poco a poco a hacer las cosas por sí solo.

Por último, si otro parámetro no es respetado, todo lo anterior no sirve para nada. Lo más importante para el ser humano, que es un ser social, es el vínculo social positivo. Si no, aunque tenga un entorno extraordinario, que le respete, que le permita equivocarse, si el niño siente que está juzgado, que no es amado, le genera un estrés orgánico al ser social que somos que bloquea el aprendizaje y el desarrollo de todas las competencias que tenemos de forma embrionaria en el cerebro. Amor, autonomía y motivación. Con esto cambiamos el mundo.

Con todos esos conocimientos, ¿cómo le fue el experimento en Gennevilliers?

Cuando entré en clase hicimos un test para ver dónde estaban los niños a nivel cognitivo. La literatura científica, con los resultados en memoria de trabajo, etc., puede hacer predicciones de los niveles de fracaso a los seis años. Hicimos los test y eran un desastre. Los niños con cuatro años no conseguían memorizar nada, no prestaban atención, etc. Seis meses después de trabajar esas competencias, solo ayudándoles a ser autónomos en el día a día, a vestirse, a ayudar a la gente, a hablar, resolver los conflictos, a pesar de las predicciones de los psicólogos, un día empezaron a entrar en la lectura y las matemáticas. Leían con tono, alegría, facilidad. Una nena no podía memorizar, pero después de este proceso de la autonomía, decidió que quería leer. Le enseñé un poco los sonidos de las letras y la mandé con su mejor amiga, que ya leía, a que la ayudara. En tres semanas, esta niña con resultados catastróficos leía. Y un año después, cuando tenía cinco e hicimos los test en lectura y matemáticas, tenía los resultados de los mejores niños de ocho años. Subestimamos el potencial de los niños porque miramos en la dirección equivocada. Focalizamos toda nuestra atención en la transmisión de los fundamentales (leer, escribir, contar), pero la mejor forma de que se apropien de ello no es centrarse en eso, sino en el desarrollo de las competencias cognitivas, que les van a permitir acceder a todo lo que quieran.

Céline Alvarez / © Amaya Aznar

Le habrán dicho que esto del “amor” y de no enseñar a los niños cosas que no les interesen es un discurso buenista.

Me encanta cuando me dicen esto porque tengo la alegría de contestar con una experiencia real. Puedo decir, “he llevado un experimento tres años en un barrio desfavorecido, en una clase de 27 niños con grandes problemas, y a pesar de esto tenían año y medio de adelanto en el nivel escolar”. Además, la transformación de los niños fue tremenda. Esto es lo que más chocó a los padres. Lo que pasa en la personalidad de los niños es increíble. Se vuelven seres más empáticos, generosos, con confianza en sí mismos y en la sociedad. Son creativos, perseverantes, radiantes, luminosos, y aunque tengan cuatro o cinco años nos inspiran. No es una personalidad egoísta, competitiva. Al contrario, cuando creas las condiciones lo que se manifiesta es generosidad, empatía, calma, disciplina, sentido crítico, y sin buscarlas específicamente. En centenares de clases y colegios de Francia está pasando y están obteniendo resultados. No es una utopía.

Habla mucho del entorno. Pero una parte del entorno es prácticamente imposible cambiarla. Su familia, dónde nace, las circunstancias.

Yo creo que sí, por eso he escrito este libro. El libro es para todos, pero sobre todo para los padres. Para que se den cuenta de la importancia del entorno, de su rol. No es nada del otro mundo, solo estar más presentes, hablar más con los niños. No creo que nada no se pueda cambiar, aunque sí es verdad que hay niños con un entorno familiar muy complicado. Es lo que pasaba en Gennevilliers, no se imagina los problemas familiares que tenían los niños. Y aún así, cambiando las cosas en el colegio, tuvimos un impacto muy fuerte, los niños cambiaron. Empezaron a aportar otra forma de interactuar en sus casas y se ha extendido a las familias lo que hacíamos en clase. Y las familias, que yo pensaba que no tenían tiempo ni interés por lo que hacíamos en clase, vinieron al final del primer año a preguntar qué estaba pasando en clase porque sus hijos habían cambiado mucho, muy positivamente, y querían hacer algo en casa también. No podemos cambiar todo, pero sí actuar e influenciar desde un lado.

¿En qué consiste el cambio del entorno escolar?

Lo primero es informarse. Justo lo que no hay que hacer es decir, “qué hago”. Porque entonces vas a hacer lo que yo te diga, pero sin saber por qué y vas a caer en un método fijado, dogmático y, al final, seguro que con malos resultados. Lo importante primero es la información. Por eso he escrito el libro, tengo la web con toda la información teórica y práctica. Primero el conocimiento, de manera ligera, inspiradora si es posible. Es importante, porque entonces cada uno podrá hacer elecciones guiado por su conocimiento, por lo que puede hacer, elegir su forma de cambiar las cosas considerando lo que tiene, lo que es y los niños que tiene delante. Hay que permitir al niño que sea más autónomo, nada más. Empezar porque se pueda vestir solo (no elegir la ropa), empezar a cocinar, limpiar lo que quieran, ayudar a los pequeños, ayudarles a hablar y dejarles llegar hasta el final, porque los niños empiezan con una cosa y se lían con otras y se olvidan. Ayudarles a conseguir los objetivos que se fijen. En una clase hay muchas actividades que pueden hacer. Les vamos a presentar esas actividades y una vez que encuentren algo que les guste ponerles una alfombra roja para que lleguen hasta donde quieran. Y siempre van mucho más allá de lo que creemos posible. Otra cosa concreta es dejar de separar al ser humano por edades. ¿Cuándo vamos a dejar de separar a los niños de tres años de los de cinco? Hay que permitir otra vez a los niños crecer juntos mezclando edades. Otra cosa es crear un entorno social alrededor de los niños haciendo un entorno empático que favorezca la ayuda mutua.

A Carles López (Manacor, Mallorca, 1996) no le gusta que le digan que es un referente ni está de acuerdo con que le llamen joven del futuro. Prefiere ser un joven del presente, capaz de cambiar hoy lo que no funciona bien en la educación para asegurar un mañana mejor. A punto de terminar sus estudios de Derecho y Ciencias Políticas, en la Universidad Pompeu Fabra, su día a día poco tiene que ver con el de sus compañeros de clase. A los 13 años decidió meterse por primera vez en una organización de su instituto y, desde entonces, no ha dejado de avanzar en el camino de la participación estudiantil. Actualmente preside la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE) y es miembro del Consejo Escolar del Estado, el principal órgano de representación de la comunidad educativa, desde el que ha participado en las negociaciones del fallido pacto por la educación.

«Me preocupa que la educación se esté utilizando de nuevo de forma partidista. Necesitamos que el partido que esté en el Gobierno sea valiente en su política educativa, que esta sea consensuada y de verdad cuente con la gente que está en las aulas», dice en un descanso del evento GeneradorES, una iniciativa organizada por Coca-Cola que hace dos semanas reunió en Madrid a 25 jóvenes punteros con una tarea pendiente: idear soluciones para los grandes retos de futuro que afronta España. Y aunque el perfil de López pueda parecer atípico para un joven de 22 años, hay algo a lo que responde igual que muchos de sus compañeros de generación. ¿Qué hará cuando termine la universidad? «La verdad es que todavía no lo sé».

Pregunta. ¿La voz de los estudiantes se escucha lo suficiente?

Respuesta. Entiendo la educación como un proceso integral en la formación de las personas y eso incluye una educación participativa y en valores. En nuestro entorno europeo, se enseña a participar, se enseña cuál es el marco normativo, qué canales de participación hay… Tenemos que incluir en nuestro sistema la formación para la participación. Y la representación estudiantil no es solo como un mecanismo de representación y de transmisión de ideas, también es un proceso formativo. Yo lo digo claro: he aprendido más en participación estudiantil y en política juvenil que en la universidad.

P. ¿Qué nos falta para fomentar esa participación entre los alumnos, a todos los niveles?

R. La gran revolución pendiente de este país es la educación. Debemos avanzar hacia un sistema educativo mucho más integrado en la formación de los estudiantes. Europa ya nos dice que nuestros currículos son demasiado extensos, que no se concretan en lo que queremos y que no forman de manera integral al estudiante. Tenemos que empezar a formar en competencias y una de esas competencias es la participación y el espíritu crítico. Hay muchos estudiantes que quieren participar. En CANAE hemos coordinado el trabajo para el pacto educativo en el Congreso y en el Consejo Escolar del Estado, y cuando íbamos a los centros y preguntábamos a los alumnos por qué no participaban, por qué no decían las cosas que no les gustaban, ellos respondían: «Porque nadie me ha enseñado, porque yo no sabía que eso se podía hacer». Eso es un déficit del proceso formativo. Para mí, es tan importante aprender matemáticas y literatura como ser personas completas y activas. Y aquí debemos dar un salto cualitativo en la participación de la infancia, el futuro de la ciudadanía activa pasa por involucrar a las personas cada vez más jóvenes.

P. Habla de la educación como una revolución pendiente en España, ¿qué es lo que la frena?

R. El pacto educativo debería ser la gran prioridad, necesitamos un acuerdo que dé estabilidad a la educación. También creo que la prioridad del sistema educativo debería ser que nadie se quede fuera. Cuando me dicen que el quintil más pobre tiene cuatro veces más posibilidades de quedarse fuera de la ESO que el quintil más rico, pienso que algo estamos haciendo muy mal con la desigualdad en nuestro país. Estamos dejando fuera a muchas personas y no son los estudiantes los que fallan, falla el sistema. A todos ellos, el sistema educativo les está condenando a tener muchas menos oportunidades. Y esto es de inicio, hay un sesgo que no deja que mucha gente tenga las mismas oportunidades. Pero estoy convencido de que se puede equilibrar equidad y calidad.

P. ¿Es una cuestión de más recursos o de que se necesita rediseñar el sistema educativo desde la base?

R. Se necesitan más recursos y son importantes, llegar al 4 o el 5% del PIB es importante. Pero la prioridad es una reforma de la estructura del sistema educativo y una priorización de la educación como política de Estado. El año pasado comparecí en el Congreso por el pacto educativo y allí dije a los partidos que el mayor riesgo era que utilizaran la negociación para sus intereses partidistas y que no se llegara a un acuerdo. Al final es lo que pasó. Pero si la educación no se toma como una prioridad, va a seguir haciendo jóvenes que se queden fuera del sistema educativo, vamos a seguir sin formar personas integrales, vamos a continuar sin mejorar la formación docente…

P. ¿Qué prioridades hay en ese rediseño del sistema?

R. Es necesario incluir criterios de equidad en la educación, el primer punto que tenemos que atajar es la segregación en el acceso. Después, debemos atacar también las diferencias socioeconómicas y dar una atención más especializada a los estudiantes; la sociedad es plural, por lo que hay que entender la educación también como un proceso de formación plural. Lo que me da rabia es que hay muchos temas en los que los partidos se podrían poner de acuerdo: en formación del profesorado están de acuerdo, en innovación educativa están de acuerdo, incluso en temas de equidad están de acuerdo. ¿Por qué no se llega a estos pactos? Porque lo que yo llamo la espuma del debate (la lengua, la religión, incluso la financiación en cierto punto…) no deja avanzar.

P. ¿Qué es lo que más preocupa a los estudiantes?

R. Tenemos dos preocupaciones. La primera son las personas que se quedan fuera, que haya estudiantes que no se sienten comprendidos por el sistema educativo. Y la segunda es que no recibamos una educación de calidad. Por ejemplo, que un estudiante no vea la FP como una opción válida es un fracaso del sistema educativo y de la sociedad en su conjunto. Tenemos un modelo de FP que va por buen camino y muchos ciclos tienen tasas de empleabilidad más altas que la mayoría de los grados universitarios. La FP es una opción de calidad, pero la cifra de matriculados es muy baja. El hecho de que haya estudiantes que quieran estudiar FP y no elijan esa opción porque la sociedad les dice que no lo hagan es un error. Ese es un estudiante que probablemente vaya a ir a la universidad y abandone. O que ni siquiera termine bachillerato.

P. ¿Los estudiantes tienen información suficiente para en bachillerato decidir cuál va a ser su futuro profesional?

R. Es evidente que los procesos de orientación deben cambiar. Tienen que empezar antes e ir más allá de una prueba en la que te digan lo que se te da bien o lo que te gusta. Sin un proceso de orientación, la gente va a equivocarse cuando elija qué estudiar. A eso se le añade otro problema y es que no sabemos reconocer que nos hemos equivocado, por ejemplo, de grado en la universidad por la presión que tenemos y porque la sociedad cree que cambiar de opción es un fracaso. Si no damos el valor añadido a la educación en todo su ámbito, no podremos avanzar como sociedad.

P. A la universidad se le achaca que no es capaz de preparar a los jóvenes para lo que demanda el mercado laboral, sobre todo en este momento de revolución digital, en el que las habilidades que se piden cambian a una velocidad vertiginosa. ¿Cuáles son los principales problemas de la educación en los niveles superiores?

R. El primero es la visión que tiene de la FP. Se ve como algo subsidiario a la universidad y eso ralentiza nuestra capacidad como sociedad para avanzar. Provoca que muchos jóvenes se queden fuera y que otros estudien lo que no quieren. Es necesario revalorizar la FP como opción igual de válida que la universidad. Hay otro problema: la educación superior va a necesitar un cambio para adaptarse a las nuevas realidades. La universidad posiblemente sea uno de los ámbitos de la enseñanza que más rápido tendrá que cambiar, no solo por las nuevas tecnologías sino por el cambio social que se está produciendo: no entiendo, por ejemplo, que en las universidades no se den conceptos de feminismo. Si la universidad no es agente de cambio para los jóvenes, la sociedad seguirá atascada en términos antiguos.

P. Los jóvenes que ahora salen de la universidad, ¿sienten que están preparados para afrontar el salto al mercado laboral? ¿Creen que tienen las herramientas suficientes?

R. La verdad es que no. Y ahora parece que si no haces un máster, no has terminado el grado. Me preocupa que se vea el máster como una continuación del grado porque mucha gente no podrá hacerlo y porque ya se ha perdido el valor de los másteres. Ojalá que cualquiera pueda trabajar en lo que le guste cuando termine su grado, pero sabiendo que los puestos de trabajo son limitados, creo que la universidad debe dar un paso más allá hacia la practicidad de los contenidos, como ya están haciendo muchas universidades en el ámbito europeo. En España es una tarea pendiente.

https://elpais.com/economia/2018/10/29/actualidad/1540828389_037187.html

¿Pensando en viajar en Navidad con niños?. Pues aquí vas a encontrar nuestra renovada selección 2018 de destinos recomendados. Y es que la Navidad 2018 que aparece ya en el horizonte es una nueva oportunidad para darse un garbeo por esos mundos. No importa si eres un fan de Papa Noel o prefieres a los Reyes Magos, te sigues emocionando con los villancicos o…eres de los que piensas que tanta felicidad junta no puede ser buena.

Diciembre es una de los mejores momentos del año para viajar. Si te llega el presupuesto para darte un gustazo y salir a descubrir nuevos horizontes aquí tienes una cuidada selección de propuestas. Eso sí, no te duermas: busca, compara y reserva tus alojamientos y vuelos con suficiente antelación. Feliz Navidad…viajera!

1. El Pirineo de Huesca…en Busca del Yeti!

Al parecer bigfoot, el mítico hombre de las nieves ha sido visto recientemente en las montañas del Pirineo aragonés. Estas Navidades y Fin de Año 2018 Familias en Ruta y Planeta 40 te proponen formar parte de una misión especial para desentrañar el misterio acompañados de otras familias en ruta.

La última semana de Diciembre  los afortunados integrantes de este original Winter Family Camp irán en En Busca del Yeti con alojamiento base en Jaca para darle la bienvenida al 2019 como se merece.

 

Buen ambiente y risas aseguradas. En busca del Yeti es un nuevo encuentro para que las familias con niños crezcan y se diviertan con multitud de propuestas de juegos en la nieve, excursiones, patinaje en la pista de hielo de Jaca, talleres para adultos, niños y toda la familia, juegos de interior, espectáculos, buena cocina y…una Cena y Fiesta de Fin de Año para darle la bienvenida al nuevo año 2019 como se merece. No te descuides, las plazas son limitadas.

2. La Cerdanya catalana

Dividida entre la Alta Cerdanya (parte francesa) y la Baixa Cerdanya (parte española) esta comarca del Pirineo catalán es todo un destino clásico de montaña que atesora un número remarcable de cantidad y calidad de estaciones de esquí familiares entre las que destacan La Molina y Les Angles,

Navidad con niños

la Molina

Llamada la Suiza catalana por la fotogenia de sus encantadores pueblos de piedra y sus paisajes de gran belleza donde pastan las vacas en la Cerdanya encontréis alojamientos familiares para diferentes presupuestos como son el Cerdanya Eco Resort & Spa, el Hotel GuitartAlberg Ridolaina, el Alberg la Bruna y, en la parte francesa, el Chalet Ma Noou con piscina interior climatizada. Todos ellos ofrecen cena y celebración especial de Fin de Año.

Además del esquí, los trineos o las raquetas de nieve en la Cerdanya hay un montón de excursiones posibles, balnearios, visitas a queserías y propuestas culinarias delicatessen que la convierten en uno de nuestros destinos predilectos en cualquier época del año donde no puede faltar una visita por el centro peatonal y comercial de Puigcerdà, su capital. Puedes consultar aquí todos nuestros planes para disfrutar la Cerdanya con niños.

3. Sierra Nevada y Granada

Una opción perfecta para viajar en Navidad con niños es Sierra Nevada una estación de esquí que figura destacada en nuestra selección de mejores estaciones familiares de Europa.

Sierra Nevada es una de las mejores estaciones invernales españolas y la más meridional de Europa, lo que la convierte en un lugar único para disfrutar de la nieve en todas sus facetas con más de 100 kilómetros de pistas y el mayor desnivel de España (1200 metros).

Además de un montón de actividades navideñas especiales Sierra Nevada ofrece su habitual zona para debutantes, montaña rusa, pista de trineos, mini-motos de nieve, un parque de hielo y una zona de esquí especial para niños llamada Dreamland, con 4 cintas transportadoras para que los niños aprendan a esquiar, sin riesgo alguno.

.

Asimismo, tanto en la zona baja de Pradollano, como arriba en Borreguiles, existen sendas guarderías de nieve para niños hasta 8 años, en los que podrán pintar, jugar y pasarlo en grande. Puedes consultar aquí alojamientos en Sierra Nevada. Ya los veréis, tanto Papa Noel como los Reyes Magos no se lo pierden nunca!

Como complemento perfecto de Sierra Nevada se encuentra Granada un destino perfecto en Navidad, donde podréis disfrutar de todo el esplendor de esta encantadora capital andaluza repleta de lugares históricos, que en estas fechas se engalana e ilumina sus mercados navideños y su famosa ruta de belenes, las campanadas de Nochevieja en la Plaza del Carmen y su espléndida Cabalgata de los Reyes Magos. Puedes consultar nuestros 15 planes recomendados para disfrutar Granada con niños.

.

4. Andorra, el país de los Pirineos

En Andorra con niños: montañas y valles patrimonio de la humanidad, imponente naturaleza con dos parques naturales declarados y espectaculares paisajes. Deportes y turismo de aventura. Cultura, museos y un patrimonio de 44 iglesias románica fruto de una historia de más de mil años que hunde sus raíces en tiempos de Carlomagno.

.

 

Estaciones de esquí de referencia europea con más de 300 kms esquiables, rutas de senderismo. Complejos termales y una amplia gama de alojamientos conjugada con una tradición y una oferta comercial de calidad todo ello con una ubicación geográfica estratégicamente situada entre Francia y España. Un destino  familiar que nunca falla y del que puedes saber más en Andorra con niños, completa guía para viajar todo el año al país de los Pirineos.

.

5. Capitales españolas

Sin ir más lejos. Norte y Sur. Cada una con su propia personalidad. En España hay capitales sobradas de motivos para una escapada que ofrecen la mejor de sus caras durante las fiestas navideñas celebrando mercados tradicionales y exhibiendo modernos centros comerciales, paradas con juguetes, dulces y especialidades locales, actividades lúdicas o incluso pistas de hielo especialmente pensadas para las familias en estos días que nos transportan a la infancia.

Navidad en familia

‘Cagatiós’ en la Fira de Santa LLúcia de Barcelona

Para preparar y sacarle todo el partido un merecido cambio de aires aprovechando el Puente de Diciembre, Año Nuevo o Reyes Magos puedes consultar alojamientos y un montón de planes con niños en nuestras entradas sobre MadridBarcelonaMallorcaSevillaValenciaAlicanteCórdobaGranadaMálagaSan Sebastián- DonostiaBilbao-BilboPamplonaTenerife o Gran Canaria. Seguro que a tu colección viajera le falta más de una. El único problema será…¿por cual decidirse primero?

6. Una de balnearios y spas !!

Cuanto más frío mejor! Pocos planes invernales son más apetecibles que imaginarte flotando en agua termal a 34ºC mientras escuchas el ruido de una cascada y algo después recibiendo un masaje. Los balnearios son una opción tan lúdica como divina para disfrutar de la Navidad con niños.

En algunos spas y balnearios hay espacios creados especialmente para los peques como piscinas especiales con juegos, por ejemplo. En otros hasta ofrecen masajes para niños. En algunos balnearios los niños pueden usar todas las instalaciones sin restricciones, y hay otros en que deben acotarse a una franja horaria.

Afortunadamente en España hay cada vez más balnearios y Spas con instalaciones y servicios donde las familias con niños son bienvenidas para alojarse y disfrutar de sus actividades y tratamientos. Puedes consultar toda la lista de balnearios recomendados en nuestra selección de balnearios para ir con niños.

7. Budapest mágico

La perla del Danubio es una de las tres capitales imperiales de Centroeuropa junto a Praga y Viena que desde hace unos años no deja de atraer a turistas habiéndose ganado el derecho a ser considerada una de las escapadas city break más deseadas de Europa con un montón de posibilidades para todas las edades.

Particularmente recomendable para viajar en Navidad con niños. Por su ambiente único y entrañable. Una gran capital de tamaño humano, sin aglomeraciones ni precios abusivos, Budapest es una ciudad amable, llana en casi todo su trazado e ideal para recorrer con cochecito o bicicleta. Con el Danubio y la Embassy Avenue como arteria principal de referencia no resulta demasiado difícil orientarse entre sus anchas avenidas y su precioso centro histórico.

La Navidad con niños en Budapest brilla como nunca y es un acierto seguro. Además de sus célebre edificio del Parlamento, sus balnearios el Circo clásico, la pista de patinaje y el mercadillo del Varosliget Park el grueso del ambiente navideño está en el centro histórico con dos principales e imperdibles mercados: el Vorosmarty Square Market y Budapest Basilica Market donde tiene lugar un pase continuo de vistosas proyecciones sobre la catedral.

Otra pista de patinaje navideña muy popular entre las familias locales está en el Budapest Whale Winter Festival que tiene lugar junto al Danubio con un montón de actividades y zona cubierta que también es ideal para pasar Fin de Año en Budapest. Puedes consultar aquí nuestra selección de planes para disfrutar Budapest con niños.

8. Londres en Christmas Time

Si hay un destino deslumbrante donde las palabra Christmas y Santa Claus cobran todo su sentido es Londres, una ciudad que se engalana y transforma por Navidad añadiendo infinidad de atractivos a su ya de por sí variada oferta. Tan solo pasear bajo la portentosa iluminación de kilómetros de las calles de su amplio centro comercial por estas fechas ya es un auténtico regalo.

Go ice skating in London. Foto © Visit London

Vade retro consumismo! Como planes navideños destacados en la capital británica podemos señalar un paseo desde el árbol gigante de Trafalgar Square hasta el Leicester Square Christmas Market. Otros mercados navideños son los de Southbank CentreGreenwich MarketKingston Christmas Market o el Winterville Christmas Market aparte de los mercados callejeros de todo el año como son Portobello Road (sábados), Camden (todos los días) y Brick Lane (domingos).

En estas fechas no puede faltar una visita a su animado Winter Wonderlnad Park, el famoso parque temático navideño abierto hasta el 5 de Enero que cuenta con su gran noria de 60 metros de altura y la espectacular pista de patinaje sobre hielo al aire libre.

Imposible condensar todo lo que puede dar de sí una escapada a esta capital portentosa. Para descubrirlo y planificar tu viaje mejor te das una vuelta por nuestra selección de planes para no perderse en Londres con niños.

9. París y Disneyland…oh là là!

Otra alternativa perfecta para viajar en Navidad con niños. La capital gala ha sido, es y será siempre una metrópolis de referencia a nivel mundial formando parte de de los destinos turísticos imprescindibles de Europa a los que siempre vale la pena volver (o descubrir si es que todavía no lo has hecho).

Navidad con niños

Mais oui, c’est París!

En la Navidad con niños en París nos esperan sus avenidas espectacularmente iluminadas, mercadillos gourmets navideños y pistas de patinaje además de sus planes posibles como pasear por el barrio de Montmatre, una visita a la célebre Catedral Notre Dame, perderse por Marais y el barrio judío de Pletzl, dejarnos sorprender por la vanguardista arquitectura del Centro Pompidou, jugar en los parques del Jardín de las Tuileries, marcarse un crucero por el Río Sena, subir a la Tour Eiffel, descubrir la Cité des Enfants, ir a saludar a la Mona Lisa al Museo del Louvre y/o ver marionetas en el Parque de Luxemburgo mientras nos comemos un croissant de verdad. Consulta nuestros planes recomendados en París con niños.

Disneyland París engalanado para la Navidad

La combinación perfecta de París con niños es Disneyland París. El parque temático más visitado de Francia despliega todos sus encantos en Navidad brillando más que nunca con sus aventuras, cuentos clásicos y sueños ilusionantes en forma de espectáculos, desfiles y animaciones. No te olvides que junto a Disneyland se encuentra el Waltdisney Studios. La mejor manera de economizar es a través de un paquete vacacional o estancia en sus hoteles oficiales que puede contratarse directamente en la web de Disneyland París.

10. Bruselas, la dulce capital de Flandes

Bruselas, capital y corazón de Europa, bien comunicada y todo un cruce de caminos y culturas como son la francófona, la neerlandesa y muy cerca, la alemana. Cara y cruz: los días laborables la ciudad está tomada por los sesudos funcionarios de la UE, cuando llega la fiesta muestra su lado más lúdico y bon vivant.

Además de adentrarse en las entrañas del Atomium y de su colorida afición por el cómic en Bruselas nos esperan las 250 paradas del gran mercadillo navideño de la Grand Place (una de las plazas más bellas de Europa) y la Place de Sainte Catherine, pistas de patinaje sobre hielo, bombonerías para pequeños y grandes gourmets, palacios, norias gigantes, fuegos artificiales….los viajeros que se acerquen a la capital tanto de belga como de la región neerlandesa de Flandes durante el mes de Diciembre tendrán la ocasión única de vivir una estancia con todos los ingredientes del espíritu navideño.

Navidad con niños

La Navidad en Gran Place. Foto © Visit Brussels

Alojados en Bruselas a un radio menor a dos horas de tren se puede llegar cómodamente a ciudades de Flandes que amenazan con derretirse…de bonitas! como la vanguardista Amberes y las elegantes GanteLovaina y Malinas y por supuesto la bella Brujas que por estas fechas celebra cada año su festival de esculturas de hielo.

Todas las con mercadillos navideños, canales y ese toque entrañable de casa de muñecas centroeuropeo que desprende aquí la Navidad acompañado con una oferta gastronómica de caerse para atrás con algunas de las mejores cervezas del mundo, mejillones con frites y mucho y buen chocolate belga, entre alguna de las exquisiteces del destino.

11. Hoteles para contemplar auroras boreales…

Para la mitología vikinga las auroras boreales eran el vestido de las vírgenes guerreras valkirias. Sin duda experiencia de contemplar auroras boreales tiene su mística y ha sido definida a menudo como fascinante por todos aquellos que han tenido la suerte presenciarlas siendo descritas como algo así como como un despliegue de serpenteantes halos de colores, diseños y formas que alumbran el cielo nocturno, en otoño e invierno, bajo un arco iris de luz que tiene una duración de entre unos breves segundos a varios minutos.

Viajar en Navidad con niños

Artic Tree House, Laponia finlandesa

Un fenóneno así merece un alojamiento a su altura. Así que no podía faltar esta propuesta en esta selección de destinos de ensueño para viajar en Navidad con niños y no nos importaría poder contemplar unas cuantas auroras boreales al menos una vez en la vida desde alojamientos tan alucinantes situados en el Círculo Polar Ártico como son el Artic Tree House (Finlandia), Kakslauttanen Arctic Resort (Finlandia), el ION Adventure Hotel (Islandia), Svinøya Rorbuer (Noruega) en la habitación eagle view suite del Iso Syöte Hotel (Noruega) o el no-tenemos-palabras-para describir el Arctic Bath in Harads (Suecia). Porque soñar es gratis pero lo mejor de todo es que a veces los sueños también se cumplen.

12. La Casa de Papa Nöel en la Laponia finlandesa

Desde hace años Laponia finlandesa es un destino clásico para viajar en Navidad con niños, especialmente los más grandecitos. La tierra donde Papa Nöel se siente como en casa y no es de extrañar pues la tradición popular que le dio nacimiento es propia de estas tierras tan frías como bellas, las más septentrionales de Europa, en pleno Círculo Polar Ártico.

Más navideño no se puede. Foto © Santa Claus Village

Entre bosques nevados, ríos de hielo y auroras boreales que iluminan el cielo, se encuentra Rovaniemi, la ciudad de Papá Noel. Pero aquí no sólo podremos abrazar a este adorado personaje, sino que existe la posibilidad de realizar montones de actividades con nuestros hijos e hijas con verdadero sabor tan navideño como aventurero.

Se puede visitar el parque de perritos Huskies, hacer excursiones en motos de nieve o en trineos tirados por renos, tomar algo caliente entre las divertidas esculturas de nieve del Snowman World y, sobre todo, visitar Santa Park, donde los elfos preparan sin descanso la Navidad mundial.

Es perfectamente posible montarse el viaje por cuenta propia (mira aquí). Empieza por mirar y comparar vuelos y alojamientos en Rovaniemi.

Acuérdate de llevarte un buen abrigo! Laponía en invierno no deja indiferente asegurando un montón de emociones envueltas en nevados bosques donde obviamente no faltará el plato fuerte la visita durante todo un día a la Santa Claus Village en Rovaniemi, capital de Laponia, la residencia de Papa Nöel cuando no anda por ahí jugándose el tipo escalando por las chimeneas de medio mundo.

13. Las Islas Canarias, entre playas y volcanes 

Siempre nos quedarán las Islas Canarias, ese paraíso subtropical perfecto para huir de los rigores invernales de la Europa continental. Paisajes volcánicos de gran belleza salpicados con vegetación tropical cómo cuyo máximo refinado ejemplo podrían ser los célebres Jameos del Agua, un gran laberinto de cuevas y tubos volcánicos en el noroeste de Lanzarote.

Declarada Reserva de la Biosfera por UNESCO Lanzarote es un referente mundial de la arquitectura natural donde se encuentran varios parques naturales y espacios protegidos de gran valor ecológico. En esta isla tendreis la oportunidad de recorrer rutas tan interesantes como la Ruta de los Volcanes del Parque Nacional de Timanfaya recorrerla tanto a pie o a caballo como en bicicleta a través de paisajes que tocan el alma.

Finca Arrieta, Lanzaorte con niños

Eco Finca Verde Arrieta, Lanzarote

La isla de Lanzarote lleva ya unos cuantos años volcada totalmente con el turismo así que la oferta para alojarse en Lanzarote con niños es extensa y adecuada para todos los gustos y bolsillos.

.

En Lanzarote una buena cantidad de hoteles donde las familias con niños son bien recibidas y que cuentan con todos los servicios y comodidades para que los más pequeños de la casa disfruten de sus vacaciones. Los hoteles de la cadena H10 con sus hoteles H10 Rubicón PalaceH10 Suites Lanzarote Garden y H10 Lanzarote Princessel Iberostar Lanzarote Park o el Hesperia Lanzarote en las zonas de Playa Blanca, Puerto Calero o Costa Teguise son un buen ejemplo de ello. Sin duda si hablamos de Lanzarote con niños también merece destacarse el Hotel Dream Gran Castillo Resort.

.

Si por el contrario queremos estar alejados de la costa y vivir una experiencia rural podremos elegir entre un buen número de alojamientos y villas privadas en el interior de Lanzarote. Como alojamiento singular os podemos recomendar la propuesta glamping de Eco Finca Verde Arrieta con alojamiento en yurtas mongolas.

Pero hay mucho más. Además de un montón de planes en Lanzarote con niños otros destinos en las Islas Canarias de los que hemos hablado son Gran CanariaFuerteventuraLa Palma y Tenerife con niños. Y esta vez en vez del abrigo…no te olvides de los bañadores!

14. Marruecos fascinante, Norte y Sur

Perfecto para viajar con niños en Navidad y tan cercano como exótico. Marruecos es un destino imprescindible para cualquier viajero que se precie. Para todos aquello con ganas de disfrutar un país que adora a los niños un año más os recomendamos dos estupendas opciones especialmente diseñadas para familias con ganas de una Navidad diferente.

Marruecos Sur

Coorganizado junto Viajes Marraquech un viaje en grupo especial familias con niños (entre el 27 de diciembre y el 4 de enero de 2019) a un país de cultura milenaria que transporta a la noche de los tiempos envuelta en paisajes sorprendentes. Además de conocer Marrakech y la ruta de las kasbahs el grupo se aloja en El Khorbat uno de los alojamientos más emblemáticos del turismo responsable en Marruecos.

Todos los viajeros sin importad edad podrán hacer cabriolas en las dunas del desierto, montar a camello (no hace falta licencia de conducir) y -momentazo!- recibir la visita de los pajes de los Reyes Magos de Oriente a los cuales podrán entregar personalmente su carta. Más información a través de este enlace.

Marruecos Norte:

Grupo viajero de turismo responsable diseñado especialmente para familias que promueve el contacto con la gente local. Del 28 de Diciembre al 4 de Enero de 2019 esta ruta por el norte de Marruecos descubre un mundo rural lleno de hospitalidad a través de un enfoque solidario, participando en los proyectos de turismo rural y conociendo la cultura local.

 

La ruta recorre Tetuán y la mítica medina de Chaouen (la perla azul del Rif) así  como parajes de gran belleza y autenticidad del interior que pasan desapercibidos para el turista habitual. Más información de la Ruta Solidaria a Marruecos Norte en este enlace.

15. Senegal, la puerta abierta de Africa…

Menuda ilusión! Desde familias en ruta te invitamos a participar en este viaje de turismo responsable para esta Navidad 2018, del 29 de Diciembre al 5 de Enero de 2019 y Semana Santa 2019 organizado junto a Ethnic por el sur de Senegal con niños por la región de la Casamance, una de las zonas más hermosas de Senegal y toda África Occidental.

.

.

Con esta asociación también co-organizamos exitosamente desde hace años una ruta para familias por Marruecos Norte lleva años organizando viajes a Senegal zona bajo la premisa de que esta actividad económica sea a la vez un gozo para el viajero una verdadera herramienta que promueve el bienestar y el progreso de las comunidades receptoras, la convivencia y el intercambio con la población local. Porque África no es triste!

.

..

En esta región de marcada personalidad, colores intensos y ambiente fresco nos esperan durante la época seca sus pueblos pesqueros y de interior rodeados de una frondosa vegetación tropical, arrozales y plantaciones de mangos, espléndidas palmeras de aceite, imponentes árboles como los míticos baobats y playas trufadas de cocoteros. Es por ello que la Casamance es considerada un verdadero jardín del Edén de África accesible a la vez que todavía resguardado del gran turismo de masas.

.

Acercarnos a sus poblados a descubrir la manera tranquila en la que viven, su hospitalidad y la facilidad con la que dibujan una sonrisa en su rostro mientras sus hijos se acercan curiosos a jugar con los nuestros es seguramente uno de los mayores vivencias de este viaje.

Este viaje en grupo especial familias a Senegal es una oportunidad inmejorable para viajar en familia al África negra. Disfrutando tanto de su paisaje como de su paisanaje así como de alojamientos sencillos pero con encanto, música, costumbres, tradiciones y de una deliciosa gastronomía local basada en el arroz, la yuca, el pescado, el pollo, el coco y la fruta.

Celebración de la Noche de Fin de Año!

El día de Fin de Año y tras intensa tarde visitando el poblado de Abekum de lamano de una familia local nos dirigiremos hacia el alojamiento para descansar y relajarnos después de una ducha tradicional africana y nos prepararemos para celebrar la última noche del año.

Nos dirigiremos de nuevo a casa de nuestra segunda familia senegalesa, los Diatta, para celebrar juntos y en un ambiente familiar una noche muy especial. Degustaremos Tieboudienne, Yassa…la comida tradicional senegalesa y aprenderemos de las costumbres locales. Seguidamente, haremos sonar los tambores y bailaremos al estilo Diola junto a la comunidad de este pequeño barrio. Una noche inolvidable Alojamiento ecolodge Abeukum

Todo ello en la compañía de otras familias en ruta, viajando sin prisas en un grupo en mini-bus con guía local acompañante. Porque si al menos una vez en la vida hay que acercarse a conocer África, esta es la tuya!

Fuente: https://familiasenruta.com/destinos/viajar-con-ninos-navidad/?fbclid=IwAR0ZGV1lcuf42mvkwCzVlLwc-RUTjPQjzRmT6y8VbGMhZYGMjLbS–bsy_I

.