Al convertirse en padre, el director Daniel Martínez Lara empezó a plantearse qué es lo que más conviene a los hijos en sus primeros años de vida. Decidió dirigir junto a Rafa Cano Méndez el cortometraje animado Alike. La cinta plantea en 8 minutos la relación de un padre (Copi) y un hijo (Paste) en medio de la vorágine de pautas y normas que impone el día a día. Financiado con recursos propios, los responsables de esta película encontraron en un programa gratuito de animación a su principal aliado. Para devolver el favor que les hacía internet, ahora permiten que su trabajo se vea completo en plataformas como Vimeo. Acumula más de 5 millones de reproducciones entre Vimeo y YouTube y es de libre acceso para todas las escuelas de España.

«La educación infantil para niños menores de 7 años está excesivamente centrada en el currículum (lectura, escritura e inglés)», dice a Verne el director Daniel Martínez Lara a través del teléfono. «Esos conocimientos son muy importantes, pero quizá a esa edad deberían estar aprendiendo a ser creativos, a cómo vivir en grupo y otros valores más necesarios que saber los números en inglés», señala.

Alike plantea «una reflexión sin querer adoctrinar» y hace referencia al sistema educativo, pero también a las relaciones familiares: «Cuando te conviertes en padre, te planteas si deberías atreverte a no hacer lo que la sociedad impone. Para tu hijo lo realmente necesario es saber que hay alguien al otro lado que le entiende».

Su compañero en las labores de dirección, Rafa Cano Méndez, todavía no es padre, así que aporta su visión como hijo. «La sociedad se fija en lo que cree que es mejor para los niños, con buena intención, pero a menudo se equivoca. La rapidez del día a día no nos permite reflexionar si lo más práctico es lo que en verdad nos está haciendo felices», cuenta a Verne.

Juntos comenzaron en octubre de 2010 a construir este proyecto, de más de 60.000 euros de presupuesto. Emplearon recursos técnicos propios y los ahorros de ambos, además de contar con el apoyo del productor Nico Matji.

El programa de animación 3D Blender con el que se ha creado esta película es de uso gratuito. Cuenta con permanentes mejoras técnicas gracias a la colaboración desinteresada de un grupo de internautas. «Supuso un alivio a nivel económico. Aunque es gratis, no es menos potente desde el punto de vista técnico que uno de pago», explican los directores.

«No pretendíamos recuperar la inversión, porque es algo muy difícil con un proyecto como un cortometraje, así que nuestra intención era que llegara a la gente. El objetivo está cumplido», aseguran. «Creemos que se ha hecho viral porque cuestiona uno de los temas que, tras la crisis económica, todo el mundo ha empezado a replantearse, como su concepción del trabajo, la educación y la sanidad».

El relato, protagonizado por personajes lo más asexuados posible y sin raza concreta y ambientado en un lugar sin patria definida, intenta ser universal. Alike comenzó a proyectarse en festivales de cine de todo el mundo en 2015. Los directores lo consideran un gran escaparate, pero para mantenerse en ese circuito se debe cumplir un requisito: que el cortometraje no pueda verse de forma íntegra en internet, para que los festivales aseguren así un contenido único a sus asistentes.

Por eso, cuando la cinta ganó el Goya al mejor cortometraje de animación en 2016, casi nadie lo había visto. «En ese momento nos felicitaban por haber ganado un premio; ahora que la gente ha podido acceder a la película, nos felicitan por su calidad», apunta Cano Méndez.

Ambos sabían que internet les podía dar una exposición que no les ofrecía la televisión, un medio sin hueco en su parrilla para este tipo de contenidos. Se saltaron el paso de emitir la cinta en la pequeña pantalla «para que el público pudiera verla cuanto antes en internet».

Ahora su trabajo conjunto ha encontrado otra vida más en las escuelas. El corto se ha cedido a la base de datos del Ministerio de Educación para que los profesores puedan acceder a él de forma gratuita y se lo muestren a sus alumnos. «Era una forma de prolongar ese sentimiento de comunidad que nos hemos encontrado en internet», comentan los dos padres del proyecto del que es su hijo común.

http://verne.elpais.com/verne/2017/04/05/articulo/1491390435_650983.html?id_externo_rsoc=FB_CM

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