Primer verano pos pandemia, relajación colectiva y alcohol; la recuperación de las tradicionales, fiestas y celebraciones, una combinación explosiva para los jóvenes este verano. «este verano te la vas a jugar» es la nueva campaña de Asociación DUAL financiada por la delegación del gobierno para el Plan nacional sobre drogas que busca prevenir el inicio de consumo de alcohol en menores en el contexto de verano y vacaciones.

El nuevo spot de la Asociación DUAL simula un “road game” que se inicia con la llegada del verano y nos conduce por unas plácidas vacaciones hasta que aparecen las fiestas, fiestas que son típicas en la mayoría de localidades, y traen consigo la entrada en juego del alcohol y los botellones condenándonos a perder la partida.

Durante la ruta se advierte a la audiencia mediante señales de tráfico que nos avisan de los peligros a los que nos vamos a enfrentar. De este modo intentamos mimetizar nuestro spot con los tradicionales anuncios de la Dirección General de Tráfico.

El spot lanza un mensaje final junto a la señal de tráfico de peligro indeterminado: Este verano te la vas a jugar.

«Este verano te la vas a jugar» es la nueva campaña de Asociación DUAL para el Plan nacional sobre drogas

Las fiestas patronales son el momento elegido de muchos menores para iniciarse en el consumo de alcohol. Son momentos de fiesta y de reencontrarse con los amigos de toda la vida. Los expertos advierten a los padres y les piden que no pierdan el control de los menores.

El verano es una fecha negra para los jóvenes que se inician en el consumo de alcohol. En especial la semana que viene, la del quince de agosto. Durante esos días se celebrarán por todo el país más de 1.200 fiestas patronales.

Raúl Izquierdo nos recuerda los problemas de despreocuparse por el ocio de los menores por parte de los padres.

Muchos de ellos elegirán estos días para iniciarse en el consumo de alcohol. Son días en el que el ambiente es festivo, con amigos de toda la vida y en el que los padres también se relajan en el control de sus hijos que, incluso quedan a cargo de otros menores durante una noche o durante esas fiestas.

La edad media para empezar a beber alcohol es de casi 14 años, aunque es una media, algunos lo hacen antes y lo reconocen. Muchos de ellos beben hasta que se encuentran mal.

Ante esta falta de percepción del riesgo los expertos hacen un llamamiento a los padres y piden que les controlen como el resto del año.

Primer verano pos pandemia, relajación colectiva y alcohol; la recuperación de las tradicionales, fiestas y celebraciones, una combinación explosiva para los jóvenes este verano. «Este verano te la vas a jugar» es la nueva campaña de Asociación DUAL financiada por la delegación del gobierno para el Plan nacional sobre drogas que busca prevenir el inicio de consumo de alcohol en menores en el contexto de verano y vacaciones.

Hoy es un día muy importante para los más de 38.000 estudiantes que se enfrentan desde este lunes en Madrid a la prueba de acceso a la Universidad, la EvAU.

El curso escolar llega 2021-2022 llega a su fin en Madrid, aunque a muchos estudiantes todavía les falta enfrentarse a un paso definitivo: la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU). Un examen al que se someterán más de 38.000 estudiantes en la Comunidad de Madrid.

Aquellos que deseen continuar con sus estudios a nivel superior están ya preparándose para unos exámenes que marcarán parte de su futuro. Tras acabar el curso habitual, es el momento de un último esfuerzo para conseguir una nota que les ponga en disposición de elegir la carrera que desean estudiar.

Fechas, exámenes y centros

En el caso concreto de la Comunidad de Madrid, las fechas para la prueba de acceso a la Universidad serán del 6 de junio al 9 de junio en su convocatoria ordinaria, mientras que en la extraordinaria será del 5 al 7 de julio. El día 10 de junio se dedicará a exámenes para aquellos alumnos que hayan tenido alguna incidencia o coincidencia con otra prueba.

En cuanto al orden de los exámenes, estarán divididos en varios días:

  • 6 de junio: troncales generales de ciencias
  • 7 de junio: troncales generales de ciencias sociales, humanidades y artes
  • 8 y 9 de junio: optativas.

Los estudiantes que hayan superado el Bachillerato y se presenten a Selectividad, podrán realizar la evaluación en una universidad pública de la Comunidad de Madrid. Cada centro educativo tendrá asignada una universidad pública en la que sus alumnos podrán realizar estas pruebas.

Horarios de Selectividad en Madrid

Horarios del 6 de junio

  • 09:30-11:00: Lengua Castellana y Literatura II
  • 11:00-12:00: Descanso
  • 12:00-13:30: Historia de España
  • 13:30-16:00: Descanso
  • 16:00-17:30: Primera Lengua Extranjera II.

Horarios del 7 de junio

  • 09:30-11:00: Lengua Castellana y Literatura II
  • 11:00-12:00: Descanso
  • 12:00-13:30: Historia de España
  • 13:30-16:00: Descanso
  • 16:00-17:30: Primera Lengua Extranjera II.

Horarios del 8 de junio

  • 09:30-11:00: Matemáticas II / Griego II / Artes Escénicas
  • 11:00-12:00: Descanso
  • 12:00-13:30: Historia de la Filosofía / Física / Cultura Audiovisual II
  • 13:30-16:00: Descanso
  • 16:00-17:30: Economía de la Empresa / Geología /Diseño.

Horarios del 9 de junio

  • 09:30-11:00: Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II / Fundamentos del Arte / Latín II
  • 11:00-12:00: Descanso
  • 12:00-13:30: Geografía / Biología / Dibujo Técnico II
  • 13:30-16:00: Descanso
  • 16:00-17:30: Química / Historia del Arte / Lengua Extranjera Adicional.

La mitad de la destrucción de empleo desde el inicio de la crisis del coronavirus corresponde a menores de 35 años.

Sin duda, la fragilidad irrumpe en el peor instante. Los chicos que salieron al mercado laboral entre 2008 y 2013 (en plena depresión) viven este hundimiento cuando podrían empezar a estabilizarse en sus puestos de trabajo. Y solo parece caer la noche. “El impacto será profundo porque los jóvenes parten de entrada de una situación ya muy vulnerable, marcada por la temporalidad y aún no han terminado de pagar la factura de la crisis anterior”, observa María Ángeles Davia Rodríguez, profesora en la Universidad de Castilla-La Mancha. Y añade: “El tamaño de esa cuenta tendrá también mucho que ver con el nivel de seguridad del puesto de trabajo frente a la pandemia. Es decir, si han podido y pueden seguir teletrabajando o si se enfrentarían a un contacto social intenso cuando se retome la actividad”.

Pero tampoco de ahí parece que lleguen ni luz ni esperanza. La consultora CEPR Policy calcula que actualmente solo el 25,4% de los trabajos en España se puede desempeñar de forma segura desde casa. Un porcentaje que podría llegar al 43% en el escenario de unas restricciones mínimas. Otra vía de agua para que anegue la injusticia. “Hay una separación entre aquellos jóvenes que tienen el privilegio de tener empleos que pueden efectuarse de manera remota (por ejemplo, los financieros o informáticos) y quienes desarrollan profesiones (restauradores, minoristas) basadas en el cara a cara”, alerta David Grusky, director del Centro de Pobreza y Desigualdad de la Universidad de Stanford. Y advierte: “Son nuevas fuerzas de la injusticia”.

Todas las generaciones se han definido por acontecimientos traumáticos. Sucesos escritos, generalmente, por el miedo y la incertidumbre. Sucesos que cambian la forma en la que las personas entienden el mundo, el pasado y el futuro y que afectan a cómo toman decisiones y asumen riesgos. Y en este viaje vital, la relación entre el espacio y la velocidad, o sea, el tiempo, condiciona la vida. “Incorporarse en el mercado laboral en épocas de recesión tiene consecuencias nefastas y persistentes en la trayectoria salarial de los jóvenes españoles. Su repercusión permanece a lo largo de los años y puede durar hasta una década”, describe Nuria Rodríguez-Planas, catedrática de la City University de Nueva York (Queens College).

Infinidad de trabajos atestiguan lo que les espera de prolongarse la recesión causada por el virus. Si eres joven y llegas al mercado laboral en plena depresión o en esta agorafóbica economía vas a sangrar. Los expertos de CaixaBank Research narran que entre 2008 y 2016 el salario medio para los trabajadores de 20 a 24 años cayó un 15% mientras quienes estaban entre los 25 y 29 años perdían el 9%.

Otros informes (Desempleo juvenil en España, publicado por Papeles de economía española) hienden la herida. Sus páginas analizan las vidas de los jóvenes en la horquilla que enlaza los 36 y los 40 años. Un tiempo en el que, pese a haber atravesado la primera fase (2005-2012) de la Gran Recesión, deberían tener sus existencias encauzadas. El resultado es una especie de “envidia demográfica”. Un concepto que imaginó Douglas Coupland en su novela Generación X. Aquel retrato atravesado de inequidad y McJobs de los jóvenes estadounidenses durante los años noventa. Más cerca. El estudio español descubrió —resume María Ángeles Davia— que la probabilidad de caer en el paro para esos adultos era significativamente mayor entre quienes habían engrosado el desempleo antes de los 30 años. Y ese estigma resultaba más intenso cuanto más larga era la experiencia del paro en la juventud.

Sin embargo, es razonable intuir que la frustración de los mileniales que hoy se encuentran en esos tramos de edad será aún superior. Porque además cargan con la devaluación de los salarios que siguió a la reforma laboral de 2011. “Lo que deben sentir es que nunca verán un espacio de seguridad económica en sus vidas”, comenta Markus Gangl, profesor de Sociología en la Universidad Goethe de Fráncfort (Alemania). Porque son el vórtice de una tormenta que arrastra sus existencias hacia la pérdida. “Van a perder salarios, empleo y el ascenso en sus carreras y tendrán que aplazar la educación mientras los trabajadores de mayor edad intentarán trabajar durante más tiempo, lo que limita las futuras ofertas de empleo”, desgrana Jason Dorsey, presidente de la consultora The Center for Generational Kinetics. “Y no solo eso. Deberán soportar buena parte de la carga de impuestos que estos días pagan los beneficios que están recibiendo las personas más mayores”.

Comparación desigual

En el fondo, miles de jóvenes sienten que otras generaciones se han llevado el mejor trozo de la tarta y han colocado alambre de espino alrededor de lo que quedaba. Muchos miran con envidia la situación de sus padres, prejubilados a los 60 años. Sin embargo, esa existencia va quedando lejos y ese número posee hoy un sentido distinto. Unos 60 millones de puestos de trabajo en Europa están en riesgo. Es el porvenir que describe la consultora McKinsey. Su concepto de peligro mezcla reducción de horas de trabajo pagadas, una avalancha de expedientes temporales y despidos definitivos. Y son los jóvenes, una vez más, quienes salen azotados por los vientos. Enhebrado con hilo de seda oscilan los empleos de siete millones de chicos de entre 15 y 24 años. ¿La imagen es dura? “La imagen podría ser peor si en los próximos años los Gobiernos europeos introducen nuevas medidas de austeridad para hacer frente a la presión presupuestaria creada por la crisis. Porque ya sabemos lo que significa: condiciones más débiles para los trabajadores y un recorte profundo en los gastos sociales”, reflexiona Michele Raitano, profesor de Economía Política de la Universidad de La Sapienza de Roma.

Pero urge proteger los empleos. Cada trabajo salvado retiene la productividad y el consumo, reduce la dependencia de los sistemas públicos y tiene un efecto positivo en la salud y el bienestar. Hay que derribar los números. Esta curva no basta con aplanarla. En abril, el paro entre los menores de 25 años aumentó en 31.262 chicos frente al mes anterior. Casi el 11%. Cenizas sobre las cenizas en un país que incluso en los años del milagro dorado ha tenido poblaciones, especialmente en el sur, con un desempleo juvenil del 40%. “La situación de los jóvenes ya era difícil antes de la crisis y ahora han empezado a formar parte del paro estructural; o sea, del desempleo crónico”, advierte Raquel Llorente Heras, profesora de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid.

Amenazas

Acorralados miles de ellos en contratos temporales, los días se cuentan por amenazas. Sobre todo, cuando termine el estado de alarma. Tras el final del confinamiento resulta posible que “se produzca una importante destrucción de empleo temporal”, prevé Llorente. ¿Qué hacer? ¿Les daremos la espalda? “Una opción sería una renta mínima que actúe como trampolín para acceder al mercado de trabajo”, propone Rafael Doménech, responsable de análisis económico de BBVA Research. Y matiza: “Pero debería estar diseñada para que el joven no dependa de ella y ser temporal”. Da igual su geometría. Casi todos coinciden en el adjetivo que emplea Raquel Llorente para calificarla: “Necesaria”.

Hay que proteger a las cohortes más jóvenes, especialmente en un mundo donde serán más frecuentes las crisis sanitarias y económicas. Entre 2007 y 2009 el paro juvenil, acorde con la Organización Mundial del Trabajo, aumentó en 7,8 millones de personas. En comparación, durante la década anterior a la Gran Recesión, el número de desempleados jóvenes creció solo en 191.000 chicos de media al año. Es una instantánea en alta resolución de las generaciones desfavorecidas. “Son las menos afectadas por el virus, pero están más expuestas a las consecuencias económicas de la pandemia”, asume Stefano Scarpetta, director de empleo, trabajo y asuntos sociales de la OCDE. “En una segunda fase de la crisis y más adelante habrá que prestar atención a cómo enfrentamos esta desigualdad a través de políticas que vayan al origen. Por ejemplo, las lagunas en los sistemas de protección social o los jóvenes poco cualificados”, añade. Pues los chicos, advierte Jordi Fabregat, profesor de Esade, entre 30 y 35 años que no tengan una buena formación “lo pasarán mal”.

De momento, la crisis de la covid-19 llega a España antes del fin del curso escolar y ha complicado el acceso a la búsqueda de trabajo de miles de jóvenes que deberían licenciarse o acabar sus estudios este año. Nadie sabe con certeza qué consecuencias tendrán en su futuro unas aulas vacías. Semeja esa línea de Cien años de soledad: “El mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre”. Otras, sí lo tienen. No acuden por sorpresa. Carlos Martín, director del gabinete económico de CC OO, entiende que se puede evitar el deterioro de las expectativas de los chicos. “Hay que elevar los impuestos hasta homologar la contribución fiscal española con la media europea, suprimir la inmensa flexibilidad de la contratación temporal, que provoca existencias inestables y garantizar el acceso a la vivienda para acabar con ‘las vidas aplazadas’ que padecen jóvenes y no jóvenes”, relata. Y propone respuestas frente a ese aislamiento. Establecer precios máximos en el alquiler, gravar las casas vacías, restringir los apartamentos turísticos y crear un parque público de hogares en alquiler que no se pueda descalificar.

Pero como todos los días son un estado de ánimo, también hay motivos para la esperanza. “En estos momentos debería ser casi delito el tremendismo”, dice el jurista Antonio Garrigues Walker. “Soy optimista. El ser humano, especialmente los jóvenes, es muy resiliente y siempre ha sabido adaptarse. Tendrá que hacer cambios, pero tampoco demasiados. La Humanidad ha atravesado otras pandemias y las ha superado”.

Esa misma fortaleza de los chicos actuales es la que elogia Santiago Íñiguez de Onzoño, presidente ejecutivo de IE University. “Los jóvenes son quienes están sufriendo menores tasas de infección y podría ser el colectivo que antes vuelva al trabajo y ser parte de la solución”, analiza Josep Mestres, economista de CaixaBank Research. “Además es una generación que se adapta muy bien a los cambios estructurales que llegan como el teletrabajo o las nuevas tecnologías”. Dentro de esas trasformaciones, el mundo global vive su propia recesión. Los países van a recuperar fábricas, cadenas de suministros y ciertas actividades vitales —sobre todo las relacionadas con la salud— volverán a casa. Nadie en Europa quiere que China siga fabricando el 80% de los antibióticos. “Vamos a recuperar tejido productivo y esto dará oportunidades profesionales a los jóvenes”, lanza Roberto Scholtes, responsable de estrategia de UBS España. “Tengo esperanza”.

Toda generación se alza, toda generación declina. Entre medias ha habido desde hace décadas un pacto implícito de prosperidad. Las plegarias serán atendidas y cada salto generacional disfrutará de una vida mejor. Incumplir este compromiso es regresar al otoño de la Edad Media o al invierno del Antiguo Régimen. “Pues si no se puede prometer a la gente que su vida será mejor, entonces porqué deberían respaldar el sistema”. Esta reflexión es de Grace Blakeley, una joven economista inglesa de 26 años. Pero es compartida por millones de chicos, sobre todo del sur de Europa, menores de 35 años, que afrontan su segunda recesión mundial en solo 12 años.

Es tentar al abismo. La quiebra del pacto social conduce a la radicalización, los populismos y al enfrentamiento entre generaciones. La miseria económica prende la miseria económica. Bajos salarios ahora conducen a bajos salarios después y, finalmente, a pensiones ínfimas. Mientras, el aire está inflamado con un desempleo que empieza a ser estructural en España. ¿El inicio de la tensión?

División

“En parte, ya existe ese enfrentamiento. Las estadísticas empiezan a mostrar que durante la crisis de 2008 las rentas que mejor evolucionaron fueron las de las personas de mayor edad mientras se debilitaban las de los jóvenes. Esto ha generado una división”, advierte Rafael Doménech, de BBVA Research. El país comienza a pisar una dudosa luz del día. “Una de las secuelas que deja la crisis es una creciente tensión social”, alerta Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales. “Pero no veo una guerra entre generaciones. Lo que sí habrá es una contestación más arraigada frente al sistema. Los jóvenes no serán antisistema. Sin embargo, van a defender con fuerza el espacio público (sanidad, educación)”.

Un 42% de los jóvenes estadounidenses —acorde con el centro de estudios Pew Research Center— tiene una valoración positiva del concepto “socialismo”. A través de su dialéctica se entiende parte de la realidad. “No existe un conflicto generacional sino de clase. La élite económica tiene interés en sustituir uno por otro para salvaguardar su statu quo. Con el fin de evitar medidas de reequilibrio fiscal, laboral o inmobiliario que recorten sus beneficios de manera estructural. Por eso su propaganda promociona ideas del tipo: los viejos les quitan los derechos a los jóvenes y para evitarlo hay que recortar pensiones; o los indefinidos les roban los derechos a los temporales (muchos jóvenes) y la solución es rebajar la indemnización por despido de los fijos”, critica Carlos Martín. Y añade. “Que nadie lo dude. Los hijos y las hijas de la élite no verán mermadas sus expectativas, sino, como mucho, reorientadas”. No sucederá lo mismo con los chicos españoles más desfavorecidos y que antes de que apareciese la Covid-19 ya soportaban un paro del 30%. “Para resolver esa tensión generacional hace falta crear empleo. Nadie en una sociedad puede estar tranquilo sin trabajo, especialmente los jóvenes”, avisa Gonzalo Sánchez, presidente de PwC.

ÁLVARO, 34 AÑOS: “A EMPEZAR DE CERO OTRA VEZ, COMO HE HECHO DESDE QUE TENÍA 18 AÑOS”

Álvaro Alcalde
Álvaro Alcalde

En 2010, cuando la crisis rompía la economía española, Álvaro Alcalde empezaba a cocinar en un restaurante japonés de Madrid después de terminar sus estudios en San Sebastián. Con un grado superior de Hostelería, experiencia en Londres y varios años entre fogones comenzó cobrando 1.200 euros por un trabajo de seis días a la semana, 10 horas al día. “Vivía en un piso en mi barrio de toda la vida, Tetuán, pagando 650 euros más gastos… más de la mitad de mi nómina”. La situación pronto se hizo insostenible, y decidió, en 2011, lanzarse a recorrer el mundo trabajando en el campo, en proyectos agrícolas en Centroamérica y Canadá. “Volví a España en 2013 y volví a trabajar en cocinas con horarios esclavos (más de 60 horas a la semana y 1 día de vacaciones)”, relata. Hasta que, en 2019, se atrevió a montar un bar de vinos en Madrid. No había pasado ni un año y el negocio le iba razonablemente bien. Y estalló la crisis sanitaria. Su local lleva cerrado desde el inicio del confinamiento y calcula que no podrá reabrirlo. “Así que ahora a empezar de cero otra vez, como he hecho desde que tengo 18 años”. Por María Fernández

ALEJANDRO, 34 AÑOS: “HAY QUE LUCHAR, NO QUEDA OTRA”

Alejandro Sánchez.
Alejandro Sánchez.

Alejandro Sánchez (Pontevedra) se lanzó en 2016 a recorrer el Camino de Santiago con una libreta bajo el brazo. Apuntaba todo lo que le decían sus futuros clientes: los peregrinos. Era su forma de salir de una vida como profesor particular que no le llenaba ni el alma ni los bolsillos. Si acaso de dinero en negro, y ese no era plan de futuro. Desde entonces, este licenciado en Ciencias del Mar se ha afanado por convertir la casa de su abuelo, donde pasó los veranos de su infancia, en un albergue. El momento de emanciparse tenía fecha: abril de 2020. Hasta que llegó la pandemia. “Hay que luchar, no queda otra”, dice. Por delante, un préstamo y varias fases de desescalada. Por Marcos Lema

ANDRÉS, 33 AÑOS: “AHORA ESTABA BIEN Y DE REPENTE…PUM”

Andrés Lucía.
Andrés Lucía.

Andrés Lucía (Plasencia, Cáceres) estudió Artes Gráficas cuando las máquinas ‘offset’ estaban a punto de morir, se metió en Sociología en pleno cambio de la licenciatura al grado y acumulaba trabajos precarios en Salamanca durante la Gran Recesión. Nada le salía hasta que decidió formarse como director de cocina. La recuperación económica hizo el resto. “Ahora estaba bien y de repente… pum”, se lamenta. Crisis, ERTE y vuelta a empezar. Pero esta vez es diferente. Sabe que el restaurante bilbaíno en el que trabaja no podrá ofrecerle, si es que reabre, las condiciones que por fin había conseguido. Y no se rinde: “Toca reinventarse”. Con lo que le den de paro montará un servicio de cocina a domicilio. Por M.L.

MOHAMMAD, 29 AÑOS: “NADA DE COBRAR POR NO HACER NADA, TOCA ESPERGURAR”

Mohammad El Kabouri.
Mohammad El Kabouri.

Mohammad El Kabouri (Marruecos) llegó a España en 2007 y hasta 2011 no fue capaz de conseguir su primer trabajo. “Venía en busca de una buena vida, pero no la encontré”, rememora. La Gran Recesión frustró sus expectativas y, como tantos otros, se puso a estudiar. Encadenó varios cursos de cocina y por fin obtuvo un empleo. Ya no le faltaría nunca, pensó. Tras una década de experiencia, la crisis lo dejó en manos de un ERTE y recluido en casa. Demasiado para una persona activa. Estos días ha cambiado Barakaldo (Bizkaia) por los viñedos de La Rioja. Nada de cobrar por no hacer nada, toca espergurar, dice. En septiembre se le acaba el contrato en el restaurante, pero Mohammad es optimista: “Si buscas trabajo, lo encuentras”. Por M. L.

PABLO, 39 AÑOS: “NO ES UNA MALDICIÓN IRSE DE ESPAÑA Y NO DESCARTO VOLVER A HACERLO”

Pablo Sainz-Rosas.
Pablo Sainz-Rosas.

La vida de Pablo Rosado Sainz-Rosas (Bilbao) ha estado marcada por las turbulencias económicas y políticas de dos países: España y México. Tras estudiar Comunicación Audiovisual, vio que esa preparación no le daría ventajas laborales en medio de la crisis. Trabajó en productoras pequeñas que no pudieron sobrevivir. En 2011, estudió un máster en Administración de empresas para ampliar sus opciones y unos meses después una empresa lo fichó para que trabajara en México. “Fue un cambio total, para hacer ventas, algo que yo nunca había hecho, en un sector tecnológico y de educación. Fui uno de los que salieron en 2013”, cuenta. Durante más de seis años trabajó en lograr un acuerdo con la Secretaría de Educación Pública de ese país, pero el cambio de Gobierno, en 2018, terminó con esa posibilidad y se vio obligado a volver a España en noviembre pasado. “En retrospectiva, irme a México fue algo que ayudó muchísimo. No es una maldición irse y no descarto que eso pueda volver a ocurrir ahora”. Por Erika Rosete

INMA, 30 AÑOS: “MI GENERACIÓN JAMÁS VIVIRÁ COMO VIVIERON NUESTROS PADRES”

Inma Arteaga.
Inma Arteaga.

Primero como recién graduada y ahora como emprendedora, Inma Arteaga (Cádiz) ha vivido dos de las situaciones más complejas de la historia de España. En 2012, cuando terminó la carrera de periodismo y comunicación, una pequeña empresa de ‘marketing’ la contrató, mientras veía cómo sus compañeros hacían prácticas no pagadas y tardaban uno o dos años en encontrar un trabajo “decente”. Decidió hacer un máster de dirección de empresas y en mayo de 2019 se unió con un socio para crear Pixitour, una ‘start-up’ que ofrecía sesiones fotográficas a turistas, principalmente asiáticos, en sus viajes por Europa. “Con lo que estoy viviendo ahora que quiero ser empresaria, pienso que aquello de 2008 tuvo que ser horrible”, reflexiona. Arteaga piensa que esto es el “coletazo” de aquella crisis de la que no hubo una recuperación total. “Mi generación jamás vivirá como vivieron las generaciones de nuestros padres”, dice. Desde hace seis semanas Pixitour pasó a ser Batchor, un ‘software’ de edición de fotografía profesional para otras empresas, ahora que, asegura, las ventas en línea cobrarán más importancia. Por E. R.

FRANCISCO, 32 AÑOS: “CUANDO POR FIN EMPIEZAS A VIVIR POR TI MISMO LLEGA ESTA HECATOMBE Y TE BARRE”

Francisco Guillermo Gómez.
Francisco Guillermo Gómez.

Francisco Guillermo Gómez (Cáceres, 1987) dice que es optimista, pero reconoce que la crisis del coronavirus ha roto todas sus expectativas. “Es la época que nos ha tocado vivir. Aunque ya cansa. Es muy duro ver cómo cuando terminas la carrera, durante la recesión anterior, te cuesta horrores salir a flote con trabajos mal pagados y, cuando por fin empiezas a vivir por ti mismo, llega esta hecatombe que se lleva por delante todo el esfuerzo de los últimos tres años”. Francisco se licenció en Derecho y en 2017 montó una empresa de gestión de alojamientos y servicios para estudiantes y turistas extranjeros en Salamanca, donde también abrió su propio despacho de abogados. “La pandemia me ha barrido cuando la empresa iba a comenzar a dar un beneficio reseñable y voy a tener que liquidarla. Si no tuviera que pagar tantos impuestos no tendría que hacerlo”, afirma. Con los juzgados cerrados, tampoco su bufete le da de comer y sí le produce gastos. “Llevo tapando agujeros desde enero y ya no puedo más” [el 70% de sus clientes son asiáticos]. Ahora está viviendo en la finca familiar de Cáceres y no sabe si podrá mantener su casa salmantina. Lo que sí tiene claro es que va a salir adelante, “no me voy a quedar parado esperando la ruina. Tendré que sudar, pero un billetillo no me va a faltar”, sostiene mientras valora varios proyectos. Por Carmen Sánchez-Silva.

ALBA Y JUAN ANTONIO, 27 Y 28 AÑOS RESPECTIVAMENTE : “LA OPCIÓN MÁS VIABLE ES SER TEMPORERA EN FRANCIA”

Alba Martín y Juan Antonio Escañuela.
Alba Martín y Juan Antonio Escañuela.

Alba Martín (Madrid, 1992) y Juan Antonio Escañuela (Vélez de Belaudalla, Granada, 1991) comparten piso en Granada. Ninguno de los dos cree que la Gran Recesión les afectase demasiado, sí a sus familias, y, con esta, ella, titulada en Ciencias Ambientales en 2018 y con un C-1 de inglés, dice que se ha llevado una decepción bastante grande. Pensaba que su carrera iba a tener más salidas, como le prometieron. Pero lleva muchos meses buscando trabajo sin suerte en su profesión y ahora se plantea hacerse temporera en Francia para ganar algo de dinero. Juan Antonio trabaja como celador en el Hospital Virgen de las Nieves desde hace tres años y uno como interino; una suerte, dice, porque sus amigos se han quedado en la calle o sufren un ERTE. Él se ha podido independizar después de trabajar desde los 18 años en el campo, la hostelería, en seguridad o como repartidor y, de momento, sostiene, la pandemia no ha afectado a su proyecto de vida. Alba sí cree que va a tener que esperar más todavía para hallar un trabajo que le permita viajar y formar una familia, aunque no renuncia. Por C. S-S.

BELÉN, 34 AÑOS: «LA REMONTADA SERÁ DURA»

Belén Amoraga
Belén Amoraga

La trayectoria de Belén Amoraga, psicóloga, 34 años, es un viaje hacia el compromiso con los otros. Ha trabajado en Valencia con adictos, migrantes, enfermos de VIH. Personas que la sociedad expulsa hacia los arrabales de la vida. Ha tenido contratos precarios, retrasos de meses en los pagos y ha ido vadeando la existencia. Pasó, en 2018, por la Fundación NovaTerra, que promueve la inclusión social, y da clases en la Universidad de Valencia. “Ocho horas a la semana por 326 euros”. Un año más tarde abrió su gabinete sicológico. Pero irrumpió el virus y descubrió que a la gente le resulta difícil abrirse a través del ordenador. “La remontada será dura”, zanja. Por Miguel Ángel García Vega.

ADAM, 25 AÑOS: «A VECES IMPORTA MÁS A QUIÉN CONOZCAS»

Adam Choukrallah posa en Alcobendas , Madrid.
Adam Choukrallah posa en Alcobendas , Madrid.VICTOR SAINZ

A través del teléfono, la voz de Adam Choukrallah desborda tanta ilusión como una piscina de agua infinita. “Está muy difícil. Sobre todo para las personas que no tengan estudios o que trabajen en la hostelería. Pero hay que intentarlo insistentemente, y no coger el primer trabajo que te ofrezcan, siempre existe otra opción y hay que luchar por ella”. Adam es muy joven. Tiene 25 años y sus palabras llegan cargadas de toda la resistencia que se le presupone a esa fase de la vida. Vive en Alcobendas, a las afueras de Madrid. “Somos gente de barrio, de clase obrera”, sostiene orgulloso. Al igual que muchos chavales de su tiempo se siente muy preparado. Tiene un doble grado superior en Producción Audiovisual (CIFP José Luis García) y Marketing (IES Eslava), ha vivido un año de prácticas en una productora y fue becario durante dos meses. Tiempo suficiente, también, para conocer ciertas injusticias. “Muchas veces resulta más importante estar en el lugar adecuado y conocer a la persona correcta que el currículo”, sostiene. Algunos vicios no los cambia ni una pandemia. Por M. A. G. V. FOTO: VÍCTOR SAINZ

ALICIA, 35 AÑOS: «CUANDO ERES MADRE LA INCERTIDUMBRE ES MAYOR»

Alicia García.
Alicia García.SANTI BURGOS

Quien escoge el camino del corazón, cuenta el Bhagavad-gītā, el libro sagrado hindú, no se equivoca nunca. Alicia García mantiene muy presentes esas enseñanzas. Adora la ciencia. Se licenció en Biología en 2009 por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), ha defendido una tesis sobre el ictus y tiene un contrato temporal en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). También tiene un hijo, Arán, de dos años. Y bastante incertidumbre. “Tengo 35 años y mi currículo aún no resulta suficiente para presentarme a una plaza como profesora universitaria. La gente que se examina ahora supera los 40 años, con más experiencia y publicaciones”, comenta. “No sé qué sucederá dentro de cinco años. Si no me renuevan o consigo financiación para mis investigaciones quizá tenga que cambiar de profesión”. Un camino de piedras. El de una generación que investiga con becas de 1.000 euros y empieza a cotizar en la treintena. Por M. A. G. V. FOTO: SANTI BURGOS

NEREA, 26 AÑOS: «ME SIENTO OLVIDADA»

El currículo que presenta Nerea Gómez es una sucesión de puntos que trazan una línea recta perfecta. Entre otros títulos, en su nutrido expediente académico figura que es licenciada en Economía por la Universidad de Valencia, máster por la Universidad de Alicante. Solo tiene 26 años y anda en su tercer año de doctorado en la Politécnica de Valencia investigando cómo afecta al rendimiento académico el uso de las TIC (tecnologías de la información) en las aulas y hogares. Sin embargo, habita en el descontento. “Como generación, tengo el sentimiento de que siempre hemos tenido la palabra crisis en la boca”, reflexiona. Palabras que esparcen un justificado sentido de desafecto. Temporalidad, imposibilidad de acceder a una vivienda, precariedad. Una ansiedad que el virus ha replicado. “Me siento olvidada como joven, las prioridades suelen ser otros sectores de la población. Nadie está hablando de nuestro futuro y qué harán con nosotros ahora que entramos en el mercado laboral”, critica. / M. Á. G. V.

No es nada fácil aceptar que tu retoño haya crecido tan rápidamente, que prefiera pasar su tiempo libre junto a sus amigos y no contigo, que te quiera y te necesite de manera diferente.

Silencios que incomodan, distancias que se alargan y separan, vínculos que desaparecen. Portazos que rompen el alma, castigos sin sentido, exigencias que ahogan o asfixian. Conversaciones llenas de reproches, amenazas y peros que pesan en el alma.

Que difícil es acompañar a alguien que se muestra rebelde, insolente y desafiante. Que manifiesta poco interés por compartir con nosotros todo aquello lo que le sucede que, para hacer frente a su frustración, para modular la montaña rusa de emociones por la que transita.about:blankPUBLICIDAD

Que complicado es conectar con un hijo que, en ocasiones, nos falta al respeto, nos alza la voz o se muestra desagradecido. Que no reconoce sus errores, le cuesta escuchar nuestros consejos y se siente inseguro y perdido. Una persona en proceso de descubrimiento, de cambio, con altas dosis de ego e impulsividad, donde solo existe el todo o la nada. Lleno de contradicciones, inapetencia, y poca capacidad para la reflexión.

Que frustrante es sentir que en muchas situaciones no sabemos dar respuesta a sus necesidades, que parece que hablamos idiomas diferentes y no logramos encontrar el adecuado equilibrio entre la exigencia y la libertad. Que no somos capaces de entender cuando reaccionan de forma desajustada, impulsiva e impredecible.

No es nada fácil aceptar que tu hijo haya crecido tan rápidamente, que prefiera pasar su tiempo libre junto a sus amigos y no contigo, que te quiera y necesite de manera diferente. Que reclame su espacio y libertad, en ocasiones con mucha insolencia.

La adolescencia es la etapa educativa más difícil de acompañar y en la que nuestros hijos más necesitan de nuestra comprensión, serenidad y empatía. Que les ayudemos a descifrar el mundo cambiante al que se enfrentan, que les digamos a diario que estamos a su lado sin condición aunque parezca que no nos escuchan. Potenciando un lenguaje positivo y utilizando una mirada llena de reconocimiento y cariño.

Una etapa muy convulsa que a menudo nos desconcierta y nos exige nuestra mejor versión. Que nos hace perder la paciencia, contagiarnos del mal humor que muestran habitualmente y nos llena de numerosos interrogantes. Que nos hace sentir culpa e impotencia cuando no logramos sintonizar con lo que viven y sienten.

Que sea una etapa tan agitada no significa que también pueda ser maravillosa. Es un momento para nuestros hijos lleno de oportunidades, de primeras veces, de descubrimientos estimulantes y emociones muy intensas que podemos vivir a su lado. De empezar a conocer el mundo adulto desde la ilusión y la inocencia.

Han crecido mucho, pero siguen siendo nuestros pequeños a los que les gustaba que les achuchásemos y les protegiésemos. Nuestros adolescentes necesitan sentir que les entendemos, respetamos y nos les juzgamos ni les llenamos de etiquetas. Que conectamos con ellos emocionalmente y les acompañamos sin dramatismos y con grandes dosis de sentido común y sentido del humor.

Que entendemos el torbellino de cambios a los que deben hacer frente y lo difícil que es para ellos hacerse mayor. Que les dejamos ser tal y como ellos desean y les ayudemos a construir un buen autoconcepto y una apropiada autoestima. Que les ayudemos a despertar el interés y la curiosidad.

¿Cómo podemos conseguir conectar con nuestros hijos adolescentes?

  1. Estando presentes y disponibles, ofreciéndoles el tiempo y la atención que necesitan. Haciéndoles sentir queridos, valorados y apoyados. Estrechando vínculos nuevos adaptados a su edad para demostrarles nuestra confianza y amor incondicional.
  2. Entendiendo que la adolescencia es una etapa necesaria y temporal para llegar a la adultez, un periodo repleto de cambios y fluctuaciones. Hacer el ejercicio de recordar qué tipo de adolescente fuimos, qué problemas ocasionamos a nuestros padres y qué errores cometimos nos permitirá ser mucho más empáticos con nuestros hijos.
  3. Siendo firmes y flexibles cuando lo creemos oportuno estableciendo normas y límites consensuados. Cuidando mucho la manera en la que les decimos las cosas, acompañándoles en la toma de sus decisiones y en la detección y el desarrollo de sus talentos.
  4. Convirtiéndonos en los mejores referentes que puedan tener convirtiéndonos en el mejor de los ejemplos. Sin miedo a dejarles volar y brindándoles la posibilidad de equivocarse sin sentir culpa.
  5. Permitiéndoles que descubran el mundo a su manera, respetando sus gustos, ritmos de aprendizaje, deseos e intimidad. Dándoles el espacio que necesitan para ir creando su propia identidad.
  6. Ofreciéndoles seguridad y confianza para que puedan probar y arriesgarse sin que el error pueda interpretarse como un fracaso. Estableciendo sobre ellos expectativas acertadas para evitar que se sientan presionados o cuestionados, valorándoles todo aquello que hacen bien.
  7. Apoyándoles con nuestras palabras de aliento, nuestras miradas cómplices y regalándoles a diario nuestros abrazos y besos que tanto siguen necesitando.
  8. Validando emocionalmente lo que sienten, haciéndonos cargo de nuestras emociones y acompañando las suyas desde el respeto y la paciencia. Ayudándoles a identificar y gestionar todo aquello que les recorre por dentro.
  9. Teniendo muy en cuenta sus opiniones, gustos, necesidades y proyectos. Contagiándoles nuestro amor por la vida, nuestras ganas de mejorar a diario. Haciéndoles sentir importantes dentro de la familia y creando espacios y momentos compartidos con ellos.

Nuestros hijos adolescentes necesitan de nuestra calma y confianza para que les ayudemos a capear el temporal por el que transitan. Convirtámonos en el mejor refugio que puedan tener, ayudémosles a buscar su lugar en el mundo, a superar sus dudas y sus miedos con grandes dosis de amor y paciencia. Seamos modelos, guías y acompañantes para ellos.

Fuente: El País

Las pantallas ocupan cada vez más tiempo de la vida de los adolescentes. “Los videojuegos y los likes en las redes sociales son peores de adictivos que el azúcar”, explica la directora del Servicio de Atención en Adicciones Tecnológicas de la Comunidad de Madrid, Devi Uranga. La Comunidad de Madrid trata desde el 2018 a adolescentes entre 12 y 17 años que hacen un uso inadecuado, abusivo o dependiente de las tecnologías. El número de personas que reciben terapia en el Centro de Adicciones Tecnológicas ha aumentado exponencialmente desde el inicio de la pandemia. Las adicciones a la tecnología se caracterizan por el abuso perjudicial de las pantallas. Una problemática al alza y a remarcar este, lunes 17 de mayo, Día de Internet 2021. “La persona ya no utiliza las tecnologías para relajarse o divertirse, sino que dependen de estas para sentirse bien”, afirma el psicólogo Ricardo Rodríguez que es el coordinador técnico de la Unidad de Intervención de Adicciones (UniAdic).

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Desde UniAdic, explican que este tipo de adicciones son muy recientes por lo que no hay muchos estudios al respecto. Lo que sí tienen en común todas las adicciones es que crean conductas compulsivas. El primer paso para saber si su hijo es adicto a la tecnología es ver cuánto tiempo dura pegado a ella. ¿Deja de relacionarse con su familia o de estudiar por estar pegado al ordenador? Sí la respuesta es sí en ambos casos esto podría ser una señal de alarma, explica Rodríguez.

A raíz de este problema, Albert Gimeno decidió fundar una organización no gubernamental que atiende de manera gratuita la problemática asociada al uso de Internet llamada Padres 2.0. “En 2008, un grupo de informáticos nos dimos cuenta de que muchos padres se autoexcluyen de las nuevas tecnologías”, asegura Gimeno. En ese momento decidió empezar a hacer charlas en los colegios para educar a la sociedad sobre la necesidad de poner límites al uso de la tecnología. “Enseñamos a los menores pautas de autoprotección en el uso de Internet, a identificar los conflictos más comunes (ciberbullying, sexting, grooming), mantener una vida digital saludable y conocer sus derechos y deberes en el uso de las Redes Sociales!”, reza el inicio de la página web de Padres 2.0

Las charlas educativas también están enfocadas a los padres que quieran aprendan sobre las nuevas tecnologías y su problemática. “Este espacio está enfocado para padres que quieren conocer lo que hacen sus hijos en Internet, conocer las Redes Sociales, aprender a navegar seguro por la Red y resolver las dudas que tienen”, afirma Gimeno que opina que el mejor filtro parental en Internet para los niños, son sus padres.

El internet todavía es un mundo muy desconocido por muchos. Muchas veces los más pequeños de la casa tienen más agilidad buceando por la web que los mayores. “El Internet se vuelve peligroso cuando no tienes suficiente madurez para gestionar lo que te pasa cuando estás conectado, si te hacen bullying o te acosan”, explica la profesora de TIC, Camino López que lo resume en un desconocimiento de las redes de los padres. “Son una generación de huérfanos digitales, los niños no tienen el apoyo que necesitan porque sus padres no se criaron en las redes”, asegura López que ha visto muchos casos en su colegio en donde los menores sufren bullying o ciberacoso sexual y sus padres no lo saben.

“La idea es que los padres tengan herramientas para regular las nuevas tecnologías. El uso de ellas no es bueno ni malo, sino que necesitan límites”, dice Uranga. Algunos de los límites que recomiendan que establezcan los padres son que no utilicen los móviles después de las nueve de la noche, que no usen los móviles en la comida o que no tengan permitido jugar a los videojuegos sin haber hecho los deberes.

Esta dependencia se da cuando un niño pasa más de tres horas ininterrumpidas enfrente de una pantalla. “Esto puede traer consecuencias como que los niños se aíslen, bajen su rendimiento escolar o cambien su estado de humor”, dice Rodríguez. Desde el centro denuncian que una señal de alarma para muchos padres es cuando se dan cuenta de que la pantalla es lo único que reconforta a su hijo. Es ahí cuando deciden buscar ayuda profesional.

El porcentaje de jóvenes que hacen un uso abusivo de las nuevas tecnologías en España ha aumentado de un 16% a un 21% de 2015 a 2017, según la Estrategia Nacional de Adicciones. El perfil de las personas que sufren este tipo de adicciones son en su mayoría varones que además han sufrido bullying, depresión o algún conflicto interparental. Las mujeres también sufren una dependencia, pero más hacia las redes sociales, mientras que en el caso de los hombres suele estar asociado a los videojuegos.

Fuente: El País.

Si bien es cierto que muchas celebraciones no han podido desarrollarse dada su idiosincrasia (festivales de música o fiestas populares), con Halloween no pasa necesariamente así. Y es que es posible descentralizar Halloween y hacer que se celebre en distintos sitios y respetando todas las medidas de seguridad. Dicho de otra forma: para pasarlo de miedo no hacen falta más de 6 personas.

Hace unos años, preguntarte qué harías la noche de Halloween y tener que cribar entre decenas de planes era más o menos fácil y, en cierto modo, emocionante. Pero hoy cada vez son más las empresas que organizan actividades en esta popular festividad anglosajona. Y nosotros encantados: cuantos más saraos terroríficos haya, mejor. Esta es nuestra selección para 2020.

1. Halloween en el Parque de Atracciones

Crédito editorial: Jose Luis Vega / Shutterstock.com

Si pensabas que la montaña rusa te hacía gritar de pánico, espera a vivir un día de Halloween escalofriante en el Parque de Atracciones de Madrid con una ambientación y seis pasajes del terror que te harán pasarlo de miedo.

 Casa de Campo, s/n

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2. Murder Mystery: juego inmersivo en una mansión

Foto: Angel Biyanueba

Una coleccionista de arte que tiene mucho dinero ha sido asesinada, hay cinco salas que requieren de tu pericia para ser investigadas y tú has sido designado como una de las partes más importantes de la investigación. El Cluedo se ha salido del tablero y ha llegado a una misteriosa mansión cerca del centro de Madrid.

 Calle Hortaleza, 87

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3. Cena y fiesta de Halloween en Fortuny

Cuando te pregunten qué tal tu cena en Fortuny y tu respuesta sea «terrorífica», tendrás que matizar y, como cuando ibas a clase, justificar tu respuesta. Un menú exquisito formado por aperitivo, dos platos, bebida y postre en un escenario único y decorado para la ocasión.

 Calle de Fortuny, 34

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4. Taller de gin-tonic en tu casa (y sesión de DJ posterior)

Como en casa no se está en ningún sitio. Por eso no te hará falta casi ni decoración para pasar un Halloween inolvidable con quien tú quieras y donde quieras. Esa es la propuesta de WakeSenses. Recibe en tu casa un todo lo que necesitas para preparar el mejor gin-tonic que has tomado nunca y disfrutalo mientras escuchas una sesión en directo.

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5. Fiesta de Halloween en un parque de bolas para adultos

Si tu espíritu conserva un puntito infantil, si estás harto de que todos los planes se parezcan entre sí, si quieres hacer algo diferente y si quieres pasarlo de miedo sin pasar miedo, he aquí la opción estrella. Una fiesta de Halloweeen… en un parque de bolas para adultos acompañado de un menú especial para la ocasión.

 Calle Eduardo Terán, 3

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6. Ruta por los lugares más terroríficos de Madrid

planes halloween madrid

No hace falta salirse del perímetro urbano, ni siquiera rebasar los límites del centro, para toparse con un Madrid que provoca escalofríos de terror. Algunas de las fachadas más conocidas de la capital ocultan leyendas de miedo, sucesos paranormales e historias macabras salpicadas de sangre. No hay mejor momento para visitarlos y conocer la cara oscura de Madrid que el día de los muertos.

  • Casa de las Siete Chimeneas (Plaza del Rey).
  • Palacio de Linares (Plaza de Cibeles).
  • El nº3 de Antonio Grilo (calle Antonio Grilo, 3)
  • Museo Reina Sofía (Calle de Santa Isabel, 52)
  • Metro Tirso de Molina
  • Iglesia de San Ginés (Calle Arenal, 13)

7. Visita el altar de Casa México

La Casa de México celebra estos días su segundo año de apertura en Madrid y ha saltado a las páginas de los periódicos por haber colocado el mayor y más bonito altar del Día de los Muertos en las escaleras principales del palacete que habita en el barrio de Chamberí.

 Calle de Alberto Aguilera, 20

8. Una escape room de terror

planes halloween madrid

Las salas de escape, de por sí, generan cierta dosis de nerviosismo y desatan la adrenalina ante el reto de salir de una habitación cerrada en menos de 60 minutos. Una escape room de miedo directamente pone los pelos de punta: no querrás abrir la puerta en una hora, sino en un segundo. «La habitación de Nanako» y «Exorcismo en el Vaticano» en Escape College Madrid son un verdadero plan para pasarlo de miedo en Halloween.

 Calle San Bernardo, 5

9. Halloween en el Parque Warner

Crédito editorial: Javi Az / Shutterstock.com

La temporada de sustos se alarga en parque Warner: no tienes por qué esperar al 31 de octubre para meterte en el pasaje de la Llorona, ser perseguido por Freddy Krueger o huir de los zombies en la zona Infected Z.

 San Martín de la Vega, Autovía A-4, salida 22

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10. El museo del dulce y de las chucherías abre por Halloween

Si Willy Wonka existiera y viniera de vacaciones a Madrid, es muy probable que hiciera una parada en el Sweet Space Museum, el nuevo y apetecible espacio que aguarda en la segunda planta del Centro Comercial ABC Serrano. Este espacio único, que todavía no ha abierto sus puertas oficialmente, abrirá en exclusiva para Halloween.

 Centro Comercial ABC Serrano

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11. Noche de Leyendas Urbanas 

Casi igual que aquella serie de televisión en la que un grupo de amigos se reunía alrededor de un fuego para contar historias para no dormir. Algo así es este evento: supersticiones, creencias populares y, en general, historias de miedo para pasarlo mal. Eso es el evento del Palacio de la Prensa del día 31 de octubre: distintas ponencias que te pondrán los pelos de punta.

 Palacio de la prensa (plaza de Callao, 4)

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12. Experiencia Halloween en el Hotel Óscar

Pasarlo de miedo no (necesariamente) significa pasarlo mal. De hecho puede significar todo lo contrario y de hecho puedes pasarlo de miedo el día de Halloween en el Hotel Óscar by Room Mate Hotels. Con quien tú quieras podrás disfrutar de una cena temática y de una noche (especialmente ambientada, claro) espectacular.

 Hotel Óscar by Room Mate Hotels (plaza de Callao, 4)

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13. Horror Festival Autocine

Una delicada selección de películas de miedo para disfrutar desde tu coche y un entorno verdaderamente terrorífico. La ambientación de Autocine Race va a ser tan espectacular que primero te asustarás y después te enfadarás por ver que los actores no llevan mascarilla. Sin reparar, claro, en que todo es atrezzo, ¿o no?

 Calle Isla de Java, 2 (Autocine Madrid RACE)

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14. Halloween en una taquería

Ni siquiera hace falta haber visto Coco, la última gran película de Pixar, para saber que la relación que los mexicanos mantienen con la muerte es, como poco, peculiar. Por eso es difícil pensar en un sitio mejor que un mexicano para disfrutar la noche de Halloween. Nachos y margaritas en Tabaxco en un ambiente que nada envidiará a cómo lo celebren los cuates de Culiacán.

 Calle de Sagasta, 28

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15. La taquería de Birra

Imagínate, tú, quien tú más quieras, un plato en la mesa y catrinas rodeándote por doquier. Si hay una forma soñada de celebrar el Día de los Muertos, debe estar muy cerca de parecerse a esta que comentamos. La Taquería de Birra (y sus nachos especiales) será el sitio donde querrás celebrar Halloween. Y la compañía será lo de menos.

 Calle de Sagasta, 28

 Compra aquí tu menú.

Fuente: Madrid Secreto

Estas cuentas de Instagram se han creado para ayudar a entretener a los niños durante estas vacaciones: en ellas, sus creadores proponen una gran variedad de recursos e ideas de actividades y manualidades para los más pequeños de la casa.

En Instagram abundan todo tipo de perfiles especializados en cualquier interés: deporte, gastronomía, turismo… Y también actividades educativas. Estos ejemplos, especialmente interesantes para maestros y padres de niños pequeños, proponen actividades, juegos, manualidades, libros… Todo con el objetivo de entretener a los menores y que, a su vez, sigan aprendiendo. 

@sandriruli_infantil

Manualidades infantiles, juegos educativos, libros… Esta bloguera ofrece ideas y recursos para mantener a los niños entretenidos con contenido educativo. Su cuenta en Instagram cuenta con casi 23 mil seguidores y destacan las publicaciones con sorteos de todo tipo para familias con menores: los premios van desde gafas de natación a juguetes. 

@en_el_cajon_infantil

Los contenidos compartidos por esta cuenta se dividen en temáticas muy especiales: océanos, África, ‘stop bullying’, otoño, números… Detrás del perfil, se esconde una maestra de Infantil que propone a sus seguidores manualidades sencillas con pinturas, cartulinas e, incluso, con materiales reciclados. 

@benditos_niños

‘La Seño’ tiene más de 42 mil seguidores, ¿por qué?: porque incluye el humor en todas las publicaciones. Con post dirigidos principalmente a sus compañeros de profesión, comparte reflexiones, preocupaciones, curiosidades y situaciones cotidianas con las que sus seguidores se pueden sentir identificados. También es autora de un libro, una agenda y más recursos útiles para profesores de Infantil y Primaria.  

@ideasacolores

¿Cómo fomentar las habilidades artísticas de los más pequeños? No siempre un pincel, pinturas y un folio es suficiente. En ‘Ideas a colores’ se proponen ideas para despertar el espíritu artístico de los niños con diferentes actividades y temáticas. Algunas de sus post proponen repasar los sentimientos a través de los colores, aprender diferentes técnicas para pintar líneas o hacer mandalas e, incluso, presenta diferentes artistas como Monet o Mark Rothko en los que uno puede inspirarse. 

@crea_magia_con_tus_hijos 

“Aprende junto a tus hijos la magia que nos da el poder de la imaginación”. Tanto para familias como para profesores puede resultar una iniciativa interesante. Su objetivo es enseñar magia a los niños a través de una aventura que consta de diferentes niveles que se encuentran en su web. 

@thinksforkids

Raúl Bermejo, maestro, neuropsicólogo y autor de libros como ‘Thinks For Kids’ o ‘Diario de Creatividad’, cuenta con más de 119 mil seguidores. Entre sus ‘stories’ destacados están sus libros (y otros que recomienda, tanto educativos como para adultos), actividades para entretener a los niños, cuentos recomendados, y grabaciones de los cursos que imparte con niños. En su perfil comparte, sobre todo, reflexiones sobre la educación y variedad de manualidades que pueden hacer las familias en casa. 

@recursose.infantil

Los seguidores de esta educadora infantil (que se mantiene en el anonimato) tienen acceso a una gran oferta de ideas de manualidades y juegos. En muchos casos, son creaciones hechas con materiales reciclados o reutilizados y, en general, son fáciles de hacer. Entre sus historias destacadas hay dos con el título ‘Yomequedoencasa’, en las que cuelga contenido para ofrecer a las familias (y maestros) durante el confinamiento. Los usuarios pueden consultar sus vídeos en su canal de YouTube.

@entrenubesespeciales

‘Entre nubes especiales’ defiende la idea de que “Todos somos especiales”. Desde Andalucía, esta maestra interina publica recursos educativos, recomendaciones literarias, juegos e ideas para fomentar la creatividad de los niños. En su perfil hay recursos descargables, desde el ‘story’ con el título de descarga. También hay otros con el hashtag #Quedate o con material que se centran en estimular lo sensorial, la motricidad u ofrecer enlaces de interés. Cuenta con más de 88 mil seguidores. 

@aventuras_de_una_mami

Esta ‘instagramer’ cuenta a través de sus publicaciones sus sensaciones y experiencias como madre primeriza. Comparte imágenes de las manualidades que hace con su hijo o libros que recomienda. Juguetes sin género, manualidades como molinos de viento o multitud de actividades orientadas al Espacio y los planetas son solo algunas de las fotos que publica en su perfil con el objetivo de compartirlas con otras madres y padres.

@espacio_txoriburu

Manualidades y… ¡más manualidades! Es imposible aburrirse durante el confinamiento siguiendo la cuenta de Emi Elvira. Su perfil está plagado de arte e ideas creativas para hacer con los niños en casa. Desde pintar un árbol con un corcho, a hacer un móvil con recipientes de yogures o máscaras faciales con platos de papel. Todas sus creaciones son coloridas y resultan fáciles de realizar hasta para los más pequeños. 

@123easypaper

Figuritas de animales, coronas o, incluso, juguetes… y todo hecho a mano y con papel. En este perfil hay más de 100 videotutoriales que enseñan a hacer de todo con folios de papel, al estilo del origami. Prepara el papel, unas tijeras, un poco de pegamento y sigue los sencillos pasos de cada publicación para mantener a los niños entretenidos. 

@la_casita_educativa

Destaca la cantidad de recursos que ofrece para que los menores puedan jugar mientras aprenden. Por ejemplo, con explicaciones sobre cómo crear un reloj para aprender a contar la hora, plantillas recortables para diferentes actividades, y por supuesto, lecturas infantiles. De hecho, hay varios vídeos de la maestra que está detrás de esta cuenta, en los que se graba leyendo cuentos para sus seguidores y para entretener a los niños.

Los cuadernos de viaje pueden ser el aliado perfecto en los procesos educativos de la infancia: la memoria, los recuerdos, los porqués e incluso las matemáticas. En ellos cabe de todo.

Imagine un objeto que permite viajar en el tiempo para reencontrarse con el yo del pasado y poder escucharle 30 años después. Podrá desenterrar el tesoro que escondió de niña y en él encontrará, a veces bien conservada (o no) una vieja entrada de cine, unas flores secas pegadas en un papel, una notita con una adivinanza, incluso un mapa del tesoro o un recorte de EL PAÍS de 1990. Pues esa máquina del tiempo existe y varios educadores explican en este reortaje cómo puede acompañar a los niños para fabricarla este verano. La última propuesta de la serie Recuperar la infancia en el verano de la covid propone cuadernos de viajes, diarios y cuadernos de PORQUE-RÍAS como el mejor aliado educativo para estas vacaciones.

Los ingenieros que nos van a ayudar a diseñarla son una maestra, dos expertos en pedagogía, una artista y una educadora que dan las pautas pedagógicas, artísticas y filosóficas para triunfar en este desafío.

La profesora madrileña Montserrat Poyatos cree que son un recurso completísimo para el verano. “Con mis alumnos, al menos hasta los 10 años, el concepto diario es un éxito. Aún están en una etapa en la que el mundo gira a su alrededor y les encanta construirlo, sentirse plasmados en él, y luego, compartirlo con los demás. Y a la vez trabajan, sin saberlo, lectoescritura, pensamiento creativo y crítico… Así que todos los veranos se lo recomiendo, viajen o no fuera de la ciudad. Eso sí, no sirve si es una imposición porque ellos no lo asumen con la misma emoción, y no es tan eficaz”, advierte.

Para el experto en pedagogía Javier Bronchalo es un recuerdo magnífico de su infancia. “Era todo un reto. Me los proponían hacer en el colegio Estudio, donde iba de pequeño, y me pasaba los días recopilando, seleccionando, tratando de sorprender a quien luego lo leyera… Y de adulto, me doy cuenta de que haciendo mis diarios aprendí a seleccionar la información, a sintetizar, organizar los contenidos y a ilustrarlos con un concepto estético”, recuerda este consultor experto en educación. Pero lo que más aprecia es esa sensación emocionante de revisarlos 30 años después: “Es un reencuentro total con el niño que fui, mis inquietudes, mi curiosidad de entonces, mi descubrimiento del mundo… Tiene mucho de mágico y de único”, asegura.

Su colegio, de pedagogía constructivista, se inspiró en la Institución Libre de Enseñanza que ya utilizaba los cuadernos de viaje a principios del siglo XX en los viajes pedagógicos de sus niños: “Hacen la experiencia mucho más significativa”, explica Bronchalo. “Si al niño le planteas el desafío del cuaderno lo va a asumir como un reto, y le motivará a estará mucho más atento a lo que ocurre a su alrededor. Pensará, cuestionará, observará, investigará… Y todo eso es el motor del aprendizaje por experiencia”, apunta el experto.

El diario de un viaje a Jaca, los Picos de Europa y Venecia de la artista y educadora Gael Zamora se convierte en una máquina del tiempo casi tres décadas después.
El diario de un viaje a Jaca, los Picos de Europa y Venecia de la artista y educadora Gael Zamora se convierte en una máquina del tiempo casi tres décadas después.GAEL ZAMORA

Estos cuadernos también funcionan como un elemento de desarrollo personal en aspectos que habitualmente se trabajan menos en la escuela, según argumenta Natalia Calvo, psicóloga y experta en innovación de Santillana Lab: “Un viaje es en sí mismo una experiencia de aprendizaje donde los niños desarrollan habilidades personales, menos desarrolladas en entornos formales. El neurobiólogo Fabricio Ballarini dice que somos lo que recordamos, y un viaje está hecho de recuerdos. El cuaderno de viaje es esa herramienta que te permite guardar tus recuerdos, emociones, experiencias… Son puro auto conocimiento y desarrollo personal”, explica la psicóloga.

Cuatro pistas para fabricar una máquina del tiempo

Para fabricar el cuaderno que permitirá viajar en el tiempo, la educadora artística, maestra y profesora en la Universidad de Valladolid, Gael Zamora Lacasta, da cuatro pautas para garantizar el éxito de la operación. Habla como artista, como educadora y desde la experiencia propia. Aún conserva cerca de una decena de cuadernos de su infancia y es una auténtica fanática del género. Cada verano compartía la experiencia con su hermano y su madre en sus viajes en autocaravana. “Son una caja de tesoros. Tiene espacio para la memoria con objetos materiales, pero también emocionales y son un lugar donde plasmar tus ideas. A la vez es un proyecto global para el educador, porque el alumno ha tenido que trabajar y repasar todas las competencias del curso pero de forma inconsciente, motivado por el reto y con gran libertad porque son ellos los que han impuesto sus normas”, explica esta educadora y artista.

Entre algunos de sus tesoros de infancia recién revisados, de aquel viaje de hace tres décadas por Jaca, Picos de Europa y Venecia, asoma una partida al ahorcado, la frase de un grafiti, el dibujo de un capitel, una ruta de montaña con varios collage de hojas secas e incluso la mancha de sangre de Gael cuando se pinchó con un junco. “Estos tiempos tan tecnológicos es algo completamente físico y conserva la huella física de lo vivido… Es único”. Justo lo opuesto a la estandarización que ha impuesto la tecnología durante el confinamiento. Para que cualquier lector pueda fabricar su cuaderno del tiempo, Gael da cuatro pautas.

Los cuadernos de viaje de la educadora y artista Gael Zamora son una auténtica máquina del tiempo. Este verano te proponemos que construyas tu cuaderno en familia. Gael nos da pistas para hacerlo.
Los cuadernos de viaje de la educadora y artista Gael Zamora son una auténtica máquina del tiempo. Este verano te proponemos que construyas tu cuaderno en familia. Gael nos da pistas para hacerlo.

1. Escoge o fabrica un buen cuaderno resistente y sin cuadrícula. “Cuando se fabrique o se compre el cuaderno, no debe tener limitaciones como la cuadrícula, mejor páginas en blanco. Y si lo construyen debe poderse abrir bien y por fuera estar protegido y ser resistente por si se moja o se mancha…”, explica la especialista. Y añade que debe tener “bolsillos o sobres para guardar cosas”. Y, por supuesto, buscar inspiraciones: “Si los padres han hecho cuadernos viaje deberían verlos, a los niños les fascina ver que los adultos antes hemos sido también niños”, asegura.

2. Evitar la imposición. Otro punto clave para el éxito de la operación es que el escribir en el cuaderno no puede imponerse. “Debe ser una dinámica fluida, flexible, que si estamos varios días sin escribir no nos agobiemos, no pasa nada porque otro día escribiremos medio cuaderno”, señala la educadora. Propone también que sirva como momento de reunión familiar. “Se pueden buscar momentos de relectura en familia, de puesta en común, porque ese compartir las distintas percepciones sobre un mismo sitio son un bonito lugar de encuentro”, explica. Cuando el cuaderno se trabaja en familia, es también un aprendizaje sobre el respeto al espacio del otro, la convivencia. “Se está construyendo un proyecto en familia, con distintas visiones, que se notan en las distintas letras, y en el que hay que tener en cuenta al otro para realizarlo con éxito, debes leer lo que ya contaron para no repetirlo y completar lo que el otro se dejó… Es un aprendizaje muy interesante, una sensación de pertenencia muy especial”, indica Gael.

3. Conseguir una bolsita donde quepa el cuaderno y sus complementos. “El cuaderno debe caber en una bolsita de cremallera donde puedas meter más cosas: bolígrafo, pinturas, una tijera chiquita, un celo… Es mucho más fluido hacerlo en el momento, puro disfrute manual y creativo”, propone. Y siempre llevarlo en la mochila para aprovechar los tiempos muertos mientras llega la comida, en un trayecto en tren o mientras se guarda una cola para un museo. “Puede servir también como superficie de juego para un tres en raya, o una sopa de letras, por ejemplo, y que los espacios lúdicos dejen también su rastro”, propone la artista.

4. Leerlo en familia al final del viaje o al comenzar el del año que viene. En la propuesta de Gael el final perfecto para este proyecto familiar sería leer el diario en familia. “Lo leemos juntos y es un buen cierre del viaje, o se puede aprovechar para recuperarlo antes del siguiente para recordar lo que vivimos”, señala. E incluso puede compartirse en el colegio a la vuelta a las clases.

Gael lo considera un proyecto redondo: “Es globalizado, interdisciplinar, marcas tus pautas, tiene una motivación intrínseca, es un punto de encuentro, de reflexión, genera memoria, aprendizaje, hay contenidos, hay proceso, hay maduración, puedes volver a ello y tiene un fundamento didáctico ¿qué más podemos pedir?”, resume. Además, ejercitan todas las materias sin que los niños se den cuenta. Desde la filosofía, hasta las competencias lingüísticas de lectoecritura, las plásticas y observacionales, el pensamiento crítico e incluso las matemáticas si le planteas que haga un presupuesto del viaje al final del cuaderno, o que pegue un billete de autobús y lo compare con lo que cuestan los billetes en su ciudad.

El cuaderno de Porque-Rías de Eduard, en el que plasma preguntas y dibujos sobre cosas que le interesan.
El cuaderno de Porque-Rías de Eduard, en el que plasma preguntas y dibujos sobre cosas que le interesan.

Cuadernos de PORQUE-RÍAS para filósofos pequeños y grandes

El cuaderno de viaje puede tener incluso una vuelta de tuerca filosófica, que quizás funcione mejor con los más pequeños de la casa. Lo propone la educadora, escritora y filósofa Elen Duthie, creadora del proyecto Wonder Ponder de filosofía para niños: los cuadernos de PORQUE-RÍAS —nada que ver con puerco, y todo que ver con los porqués—. “Consiste en dedicar un tiempo a pensar en cosas que nos apetece saber o investigar y a formular preguntas interesantes. Los porqués”, explica la escritora a EL PAÍS. Incluso tiene instrucciones precisas sobre cómo fabricar uno propio.

Esta propuesta fomenta que los niños sean observadores. “Y el que esté toda la familia implicada en esa curiosidad planteando preguntas tiene un potencial de diversión y de exploración compartida genial. Los niños cuestionan el mundo y los adultos seremos coexploradores de esa curiosidad. Y a los niños les fascina descubrir que los adultos son también personas que se hacen preguntas en lugar de responderlas”, explica. Toda una oportunidad, según Duthie: “La observación y la curiosidad activa no tiene muchas posibilidades en la escuela en el día a día. Rara vez se parte de sus intereses o de su curiosidad. Así que estimula su sentido crítico”.

Pero advierte a los adultos que se preparen para sorprenderse. La idea de estos cuadernos surgió durante el curso Filosofía a la de tres, con niños a partir de 3 años. Varios de los debates y preguntas surgidas están recopilados en el blog PORQUE-RÍAS. Allí se cuestiona “¿por qué las personas malas son malas y las buenas son buenas?”; “¿Por qué las personas son dueñas de los perros y no los perros de las personas?” o “¿por qué vemos cuando soñamos si tenemos los ojos cerrados?”. La dinámica en sencilla: “Habrá preguntas que se puedan investigar y otras que son para explorar y dialogar. La idea no es que los adultos respondamos, porque el aprendizaje está en el recorrido, en la búsqueda. Pensar y pensar y pensar… y si no llegamos a la respuesta, no pasa nada nos habremos enriquecido por el camino”, concluye. Y como conclusión, Duthie advierte: la norma más importante que tienen que tener clara los padres es “Prohibido responder”. La idea es mantener abierta la curiosidad: “Si la cierras con una respuesta, no tiene sentido”.

Fuente: El País

Con guías, paso a paso y materiales que se pueden encontrar fácilmente en los hogares, los experimentos que proponen estos canales de YouTube son ideales para aprender ciencia de forma divertida tanto en casa como en las aulas.

Os traemos una recopilación de canales de vídeo donde se pueden encontrar experimentos paso a paso para realizar en clase o en casa con niños y niñas de diferentes edades. En la selección también se incluyen canales en inglés para que, además de aprender ciencia, mejoren sus competencias en esta lengua.

Fomenta el desarrollo de la curiosidad, ya que gran parte de sus contenidos tiene como protagonistas a objetos que, a simple vista, son muy diferentes entre sí: un móvil y una nuez, por ejemplo. Sus vídeos suman casi medio billón de reproducciones y el experimento más popular ha sido la unión de una bola de metal a 1.000ºC con una goma de borrar para intentar derretirla.

El científico Bob, junto a algunos invitados, comparte sus experimentos envídeos de entre uno y cinco minutos. En todos ellos, el experto explica tanto el funcionamiento como la teoría científica en la que se basan. En su vídeo con mayor número de visualizaciones fusiona dos componentes químicos para crear una espuma de gran volumen.

Disponible únicamente en inglés, su filosofía es enseñar ciencias partiendo de experimentos muy sencillos que se adaptan a todas las edades y en los que se emplean materiales fáciles de conseguir. Entre sus cientos de experimentos se incluyen algunas ideas para proyectos de clase y otras muchas para disfrutar en familia, como crear un motor homopolar o una demostración de cómo sería disparar una pistola en el espacio exterior.

Este popular canal cuenta con una lista de reproducción específica para experimentos científicos. En ella hay de decenas de opciones que se pueden llevar a cabo de forma sencilla, como un tutorial para crear imanes mediante la unión de dos objetos. Se trata de simples y sencillos experimentos para llevar a cabo en casa o en clase. Sus miles de vídeos concentran dos billones de reproducciones y más de 11 millones de suscriptores.

Todos sus experimentos son caseros y están enfocados a despertar la curiosidad de los más pequeños empleando para ello principios de la química. En el que destacan tutoriales de manualidades, experimentos, slime, bromas, life hacks, recetas, juegos, útiles escolares…

Disponible para su consulta en lengua inglesa, este canal lo dirige Steve Spangler, un conocido personaje de televisión norteamericano que además es profesor de ciencias y posee un negocio dedicado a la fabricación de juguetes científicos. Los experimentos que propone se dividen en diferentes categorías como los dedicados a la química, aunque también hay espacio los alimentos y el azúcar, entre otros.

Los jóvenes Natalia y Mayden son los responsables de este canal en castellano. Lo crearon en septiembre de 2012 y en la actualidad acumulan más de 6.400.000 suscriptores. Sus experimentos son caseros y su lenguaje ameno y didáctico para que los chavales los entiendan y puedan ponerlos en práctica, aunque como sus autores indican siempre con la supervisión de una persona adulta. Suben vídeos todos los lunes y jueves, y podéis combinar el canal con su página web Experimentos caseros.

El profesor de Física y Química Sergio Paredes es el autor de este canal y su objetivo es que los estudiantes entiendan qué es la ciencia a partir de los diferentes experimentos que pueden llevarse a cabo. Junto a los experimentos dedicados a las asignaturas que imparte, hay otros clasificados bajo la etiqueta “espectaculares” que llamarán el interés de los alumnos: Bola de plasma-el efecto Darth Vader, Fuego de colores-emisión en llama, Reacción Deox: pila química, Electricidad estática: la varita mágica… Paredes también ha desarrollado el portal Cluster, la ciencia explicada con experimentos.

Este canal de ciencia educacional fue creado por el físico Derek Muller en 2011 y sus experimentos se combinan con otros contenidos como entrevistas con expertos y el público en general para descubrir conceptos erróneos sobre la ciencia.

Sus autores son un grupo de docentes del departamento de Física y Química del IES Antonio María Calero de Pozoblanco (Córdoba) en colaboración con sus alumnos.

Este canal estadounidense está dirigido por Steve Spangler, profesor, diseñador de juguetes científicos, speaker, escritor y ganador de un premio Emmy. En él ofrece una gran cantidad de vídeos con explicaciones detalladas sobre experimentos científicos. Uno de sus experimentos más famosos es la reacción que produce un caramelo Mentos en la Coca cola Light. Esto sorprendió tanto a sus espectadores que el vídeo se hizo viral. Además del canal, Spangler cuenta con un blog donde pone a disposición de profesores y alumnos información útil sobre nuevas ideas y trucos científicos.

El autor de este canal de YouTube en habla inglesa es Jordan, un niño autista de 14 años, quien se encarga por sí sólo de dirigir, editar y subir todos los vídeos que realiza. Para sus experimentos, utiliza productos domésticos porque… ¡la ciencia está por todos lados! Realiza vídeos de explosiones, congelaciones, hielo seco, cambios de color y volcanes, entre otros, compartiendo así su pasión por la ciencia. Jordan también cuenta con una página web donde comparte sus creaciones, así como una cuenta de Facebook y de Twitter.

Se trata de un canal en inglés para niños que ofrece experimentos fáciles que se pueden realizar en casa. Está dirigido por un chico canadiense de 11 años al que le encanta hacer vídeos desde que tenía 8 años. Creado en 2012, el canal cuenta ya con 61.030 suscriptores y alrededor de 14 millones de visualizaciones.

Este canal de YouTube en inglés compuesto por un grupo de científicos pretende ayudar a los niños en su día a día a desarrollar su amor y aprecio por la ciencia. Entre sus vídeos se encuentran explicaciones sobre la gravedad, el medio ambiente o el oxígeno, así como experimentos divertidos que se pueden realizar tanto en clase como en el colegio y para hacer en verano.

Este canal de vídeos en habla inglesa recopila experimentos científicos divertidos para el aprendizaje de la ciencia. Contiene demostraciones y grandes ideas de proyectos para ferias de ciencia, con el objetivo de desarrollar una cultura científica en los niños en una etapa fundamental para su aprendizaje. Además, cuenta con una web donde recopila artículos y recursos sobre esta temática.

¿Te gustaría aprender a hacer un aire acondicionado casero o un cargador inalámbrico? En este canal de Youtube descubrirás multitud de videotutoriales con curiosos inventos que desarrollarán tu imaginación y creatividad. Estos experimentos abarcan desde un minicohete o una lámpara de lava hasta una cámara 3D o una linterna muy potente con sólo transformar tu móvil.

Dirigido a docentes y estudiantes de todos los niveles, cuenta con vídeos instructivos para aprender de forma dinámica y divertida Física y Química, Biología y Matemáticas. Utiliza materiales corrientes y ofrece muchas ideas para proyectos científicos y ferias de ciencias.

Cada tutorial muestra paso a paso la realización de inventos caseros y experimentos sobre el campo de la ciencia como un arco iris casero, un láser que quema o bombas ninja que estallan por impacto. ¿Te has preguntado alguna vez cuántos metros escribe un bolígrafo? Aquí podrás conocer la respuesta.

Elaborados con materiales reciclados, este canal ofrece una gran cantidad de videotutoriales sobre experimentos científicos como un display casero, un sacapuntas eléctrico, una maqueta de un teleférico o un simulador de la sirena de policía.

Este canal dividido por niveles de dificultad aborda desde manualidades e inventos hasta experimentos, juguetes caseros y consejos, elaborados con materiales reciclados. Incluyen también colaboraciones con otros canales y un apartado de preguntas y respuestas para resolver todas las dudas de sus seguidores.

Reúne 50 experimentos caseros dirigidos especialmente a los más pequeños con los que pueden aprender nociones básicas de Física y Química. Entre sus vídeos se puede descubrir, por ejemplo, cómo inflar un globo en el microondas, hacer que una moneda se meta sola en una botella, o hacer que una moneda levite.

Alan, experto en sistemas digitales y robótica, y Ricardo, centrados en lenguajes audiovisuales y cine, defienden que la ciencia y la tecnología pueden ayudar a descubrir y cambiar el mundo. Desde su página web y canal de YouTube proponen experimentos para entender el mundo en el que vivimos. ¡Eso si! Algunos son complicados, así que es necesaria la supervisión de un adulto.

Sus vídeos forman parte del Canal Panda; un canal de televisión dirigido a niños de entre 4 y 9 años. Reservan un espacio para los experimentos, mediante los que Nico (el protagonista de la historia) enseña conceptos básicos de ciencia. Así, se busca fomentar el interés de los niños por esta disciplina y aumentar su curiosidad por el mundo que les rodea.

Muestra ejemplos de experimentos que se pueden hacer con cosas que todos tenemos en casa. Siempre se requiere la supervisión de un adulto, porque sus objetivos son bastante elaborados: crear indicadores caseros de ácido y base, electrocutar pepinillos diseñar un motor de vapor…

Dentro del canal que esta revista tiene en YouTube, en el que se incluyen cuentos infantiles, canciones infantiles, manualidades, recetas de cocina, consejos para padres o vídeos educativos para la familia, también hay espacio para una lista de reproducción de experimentos divertidos para niños con experimentos con agua, con huevos, con globos y con fuego.

Fuente: educación 3.0

Buen tiempo, días más largos, las vacaciones a la vuelta de la esquina, la paga extra (quien la tiene): el inicio de la estación de sol y playa suele contentar al más común de los mortales. Incluso a los entusiastas de lo invernal o a los escépticos de la terraza y el mojito les cuesta no poner buena cara estos días. Eso, en la vida real. Pero, ¿sucede lo mismo en el mundo paralelo de las redes sociales?

Según el Amstel Index, un índice que escucha y reconoce las expresiones de reconocimiento en Internet, el comienzo del verano sí hace que las redes destilen más efusividad y menos bilis. Durante el mes de junio, el barómetro, que pondera entre el uno y el 100 el nivel de conversación positiva, recogió más de 341.000 publicaciones y marcó una media de 70,5 puntos en la categoría de sociedad, la más activa (32,7% de publicaciones) de las cuatro en la que se divide (las otras son cultura, política y deportes). «Verano», «fiesta» y «viaje» fueron las palabras utilizadas mayoritariamente para celebrar la llegada del estío. Además, el 63% de las interacciones totales se contabilizaron como amables.

En concreto, los máximos de reconocimiento público se dieron los días 20 y 21 de junio. El índice se situó en los 81,2 y 82,4 respectivamente, marcando máximos en su corta historia [funciona desde el pasado mes de abril]. El pasado miércoles 20 de junio tuvo lugar el llamado Yellow Day, el hermano feliz del Blue Monday, una jornada que se toma como la más alegre del año y que precede a la apertura de la estación. «Cuando llega el verano generamos expectativas diferentes al resto del año», considera la psicóloga Miriam González Pablo. «Lo asociamos a una época más lúdica, de más contacto con personas a las que no vemos frecuentemente. Y con periodos de descanso y la ilusión de las vacaciones». Precisamente la celebración del día 20 colocó al hashtag #YellowDay como tendencia destacada en Twitter, colándose por encima de eventos como el Día Mundial de los Refugiados o los tuits referidos al fin de exámenes de muchos universitarios.

El día 21, inicio oficial del verano, copó las charlas tuiteras. En el candelero, asuntos como los vaivenes del tiempo o el eterno debate entre los que prefieren mar o montaña, calor o frío. Pocos días después, el 23 por la noche, fue el turno de San Juan y sus hogueras, una noche que dejó un gran volumen de comentarios festivos, según recoge el índice, que marcó 77 puntos. Etiquetas como #Turismo, #SanJuan y #Playa fueron las más usadas y durante la jornada, además, el 11% de los comentarios aludieron al deber de limpiar las playas tras las hogueras.

«La vida virtual tiene una correspondencia con la real. Es normal ver más mensajes positivos como los que hablan de compartir una celebración», estima González Pablo, que opina además que en esta época el “yo” deja paso al “nosotros»: «Se suele hablar desde el yo, pero esto cambia hacia el colectivo en verano». Muchos mensajes divulgativos reflejaron esa tendencia hacia lo colectivo, como por ejemplo los referentes al solsticio de verano como fenómeno científico.

Agradecer, más fácil que reconocer

La Rioja y Murcia fueron las regiones en las se inclinó la balanza hacia el reconocimiento, según el barómetro, que posiciona a Galicia, Cataluña y Ceuta como las Comunidades en las que los comentarios negativos ganaron por más a los halagüeños.

Aún así, en términos generales, el verano suele aflojar las palabras bonitas, cree González Pablo. «El frío nos hace guardarnos más, también a nivel emocional. El calor propicia los vínculos sociales, la calle, la conectividad exterior. Todo ello mejora nuestra estado de ánimo”. Aunque la felicidad, como el verano, no puede durar siempre: “La felicidad son momentos puntuales, pero muchos momentos puntuales nos dicen si somos felices o no. No se podría mantener un estado de felicidad permanente porque siempre hay que compararlo con algo”. Con el invierno, por ejemplo.

Esta noticia, patrocinada por Amstel, ha sido elaborada por un colaborador de EL PAÍS.