Un comentario de texto a propósito de un fragmento de guion de ‘Merlí’, un trabajo en grupo con dudas sobre sexo con la excusa de ‘Sex Education’ o ‘Titans’ para repasar clásicos del mundo del cómic. Así ha aprovechado Cristian Olivé las series de Netflix para trabajar Lengua y Literatura en 2º de ESO en la Escola Joan Pelegrí de Barcelona.

Netflix y otras plataformas de streaming representan la sociedad audiovisual de los tiempos modernos. Los jóvenes de hoy consumen cada vez más contenidos en diferido porque pueden decidir dónde y cuándo hacerlo. Desde el punto de vista educativo, los recursos que Netflix puede ofrecer para las clases de Lengua y Literatura son tan extensos como lo es su catálogo.

Por ejemplo, la serie ‘Élite’ puede ser un buen arranque para hablar de novela negra. Sería, cuanto menos, sorprendente llegar a clase con los planos reales del instituto donde estudian día a día y pedirles que sitúen la escena de un crimen para luego elaborar una noticia con las seis preguntas básicas del periodismo.

Merlí

Con la excusa de que casi todos conocen ‘Sex Education’, pueden realizar un trabajo en grupo en el que expongan sus dudas sobre sexo, preparen un cuestionario, investiguen sobre dichos asuntos y, finalmente, recreen un consultorio juvenil como en la serie de Netflix.

Partiendo de una transcripción de los diálogos de una secuencia de ‘La casa de papel’, pueden añadirle una voz narrativa que combine estilo directo e indirecto. Además, tras algunas visualizaciones del video en clase, pueden recopilar descripciones de lo que sucede para incorporarlas a modo de incisos en el texto dialogado.

¡Hemos dejado entrar a Merlí en clase!

Siempre agradecen que con la literatura miremos más allá de los clásicos. Por ello, a partir de un fragmento de guion de ‘Merlí’, podemos mostrarles las diferencias entre un texto teatral y un guion cinematográfico. Teniendo en cuenta que la serie también trata de forma recurrente los temas de la diversidad y de la tolerancia, podrían buscar información y elaborar un reportaje sobre la situación LGTBI en el mundo.

Merlí Series de Netflix en clase

Black Mirror’, a pesar de estar enfocada a un público más adulto, es conocida por la mayoría de jóvenes. La serie explora los límites de la tecnología, de modo que se puede entablar un debate en clase con argumentos a favor y en contra acerca de la adicción a las redes sociales y qué piensan de la batalla de los likes. El contenido de la serie también puede ser la excusa para hablar de la literatura de distopías y no estaría de más pedirles que imaginen una breve trama de un capítulo con una sociedad futurista y distópica.

También para repasar literatura universal

Los superhéroes de ‘Titans’ pueden ser la razón para repasar algunos clásicos del mundo del cómic y de la novela gráfica. De hecho, con fotogramas de la serie podrían lanzarse a escribir algunas viñetas.

Series de Netflix en clase

En ‘You’ el protagonista es un desequilibrado librero. Como son constantes las referencias a obras de la literatura universal, podemos hacer un repaso de las más emblemáticas, desde “Frankenstein” hasta “El guardián entre el centeno”. De paso, se puede aprovechar que el verbo ‘stalkear’ resume a la perfección la trama de la serie para comentar otras expresiones adolescentes de origen anglosajón, como ‘hater’, ‘shippear’ o ‘hype’, entre otras.

¿Cómo ordenar el aula?

El texto instructivo es la modalidad con la que Marie Kondo ayuda a sus clientes a ordenar su hogar en la serie de Netflix. Por esta razón, una manera divertida y relajada de trabajar dicha tipología textual podría ser pidiéndoles que sienten las bases de cómo tener el aula decente y ordenada en todo momento.

En resumen, Netflix ofrece un abanico lo bastante amplio como para acercar la asignatura de Lengua y Literatura a los jóvenes. Dicen que todo tiene su secreto y, en nuestra profesión, convertir un punto de interés cercano a los alumnos en materia de clase suele ser un éxito asegurado.

Fuente: Educación 3.0

Después de seis meses de interrupción por la pandemia y las vacaciones, el lunes arranca el curso escolar para la mayor parte de los estudiantes no universitarios. Aunque el largo paréntesis intensifica la ilusión por el reencuentro, será una vuelta al cole atípica, marcado por la normativa de seguridad en los centros. Las mochilas están a punto, provistas de material escolar y, como novedad, de un recipiente con agua para evitar el uso colectivo de fuentes en colegios e institutos. Este año, como rezaba aquel anuncio que triunfó en 1973, para ir al colegio hay algo tan imprescindible como la cartera, pero no son los donuts, sino la mascarilla. ¿Qué tipo es el más apropiado para los niños?

Como norma general, las autoridades sanitarias recomiendan el uso de mascarillas higiénicas (las quirúrgicas son las apropiadas para las personas enfermas y las EPI para quienes estén en contacto con pacientes de Covid-19). Suelen estar compuestas por una o varias capas de material textil y pueden ser reutilizables o de un solo uso. 

Homologaciones sanitarias, tallas adecuadas y correcto uso y mantenimiento, las claves

“Es un método de barrera que, a la hora de hablar o toser, evita transmitir a otras personas, ya sea el virus de la Covid-19 o el del resfriado”, apunta Maria Perelló, responsable del Centro de Información del Medicamento del Col·legi de Farmacèutics de Barcelona. En su opinión, el nivel de protección no varía en función de si es o no reutilizable, sino del cumplimiento de las homologaciones sanitarias y del correcto uso y mantenimiento de la máscara.

En este sentido, debe escogerse la medida adecuada entre el rango de tres tallas de mascarillas existente: de 3 a 5, de 6 a 9 y de 10 a 12 años. Y un adulto debe supervisar su colocación y retirada, de manera que cubra boca, nariz y barbilla. La talla, la duración (desechable o reutilizable), las instrucciones de colocación y uso, la composición y las instrucciones de mantenimiento (cómo lavarla y número máximo de lavados) deben figurar en el etiquetado. También debe prestarse atención a las especificaciones de homologación que debe corresponder a un organismo de normalización reconocido. La etiqueta de la Asociación Española de Normalización ( UNE) asegura el cumplimiento de un estándar de calidad.

Las higiénicas reutilizables (por norma general no se recomienda usarlas durante más de 4 horas, resisten 10 lavados y sus precios son dispares) son el tipo de mascarilla que la Conselleria d’Educació proporcionará a los docentes, y el que previsiblemente utilizará la mayor parte de los alumnos por comodidad y relación precio/durabilidad. Adicionalmente, está previsto que cada profesor reciba una máscara FFP2, que evita tanto contagiar como contagiarse (en farmacias, a precios de 2,95 euros para los adultos y 3,95 las infantiles), para los casos en que deban acompañar a un estudiante supuestamente infectado.

Sin llegar al nivel de sofisticación de las FFP2 (con una duración de entre 3 y 4 días en uso intensivo), la farmacéutica Cristina Robles recomienda iniciar el curso con máscaras de tela con filtros incorporados. “La ventaja sobre las higiénicas normales es que no contagias a los demás pero tú tampoco adquieres los virus”, argumenta. “La máscara se puede ir lavando, pero los filtros deben cambiarse”, precisa. Se venden en farmacias a un precio de unos 10 euros, que incluye el tapabocas y 10 filtros de recambio.

Respecto a la utilización, los especialistas recomiendan el lavado de manos previo a la colocación y retirada de la máscara. Y para los desmemoriados, que siempre los habrá, como aquel niño uniformado que, camino de la escuela, se olvidaba los donuts en casa y cuando iba a por ellos se dejaba la cartera, Educació ha previsto dotar a las escuelas con un remanente de mascarillas (higiénicas reutilizables). También para los posibles casos de roturas o pérdidas durante el horario lectivo.

La adolescencia es la etapa en la que nuestros hijos más necesitan que les acompañemos con serenidad, comprensión y empatía. Que les ayudemos a entender el mundo cambiante que les rodea, a ayudarles a poner freno a su impulsividad, a quererse con avaricia.

– Me cuesta creer que hayáis crecido tanto.

– ¿Te gustaba más cuando éramos pequeños?

– No, me hace muy feliz veros tan mayores.

– ¿Aunque discutamos mucho más que antes?

– Aunque en ocasiones nos cueste entendernos.

Les observas y te das cuenta de que ya no son aquellos niños a los que acurrucabas entre tus brazos cuando tenían miedo o te pedían un cuento antes de irse a dormir. Ahora veo a dos jóvenes con ganas de descubrir el mundo a su manera, a los que en muchas ocasiones les cuesta escuchar mis opiniones y que solicitan permiso para alejarse del nido.

Dos personas en proceso de cambio, de descubrimiento, de construcción de su propia identidad. Con emociones poco moduladas, con sentimientos confusos, con altas dosis de impulsividad.

Tengo la suerte de vivir junto a dos adolescentes, dos jóvenes con ganas de retar el mundo, de descubrir caminos, de perseguir sueños. Que exprimen la vida, llenos de ilusiones, miedos y emociones a la máxima intensidad.

Sin duda, como mamá, la adolescencia es la etapa en la que siento que mis hijos más necesitan de mi ternura, mi paciencia y compresión. Que les escuche y acompañe con serenidad y estemos en sintonía. El momento donde más les hace falta que les repita que les amo sin condición, que estoy ahí pase lo que pase aunque lo haga concierta distancia respetando su intimidad.

Y sí, no es fácil educar en esta etapa educativa tan convulsa que tanto nos desconcierta. Dejar crecer a nuestros hijos sin sobreprotegerles, encontrar el equilibrio entre la exigencia y la libertad, saber preguntar y escuchar. Entender la rebeldía, las contradicciones, la atracción que tienen por el riesgo.

No es fácil vivir con dos personas en constante ebullición, que estallan a menudo sin poder entender muy bien el motivo. Con poca capacidad para la autocrítica, que caminan entre la euforia y el catastrofismo, el llanto y las risas desbocadas.

No es fácil acompañar con serenidad a dos jóvenes a los que le cuesta reconocer sus errores, que están inmersos en un caos de cambios, que les cuesta superar la frustración. Que habitan en una vorágine de sentimientos, de dudas y deseos.

No es fácil entender que en ocasiones se muestren huraños, que tengan comportamientos desmesurados, que no sepan gestionar correctamente sus arrebatos de agresividad o ira.

No es fácil aceptar que nuestros hijos necesiten pasar horas en sus habitaciones enganchados a sus pantallas y auriculares, interactuando a través de las redes con su grupo de iguales.

Que fácil es perder la paciencia con ellos, contagiarse de sus cambios de humor, sentirse herido con sus cuestionamientos. No alzar la voz cuando dan portazos o realizan juicios de valor que llenan de recelos el hogar.

Los adolescentes son rebeldes, egocéntricos, transgresores de normas, impulsivos. Pero también son cariñosos, colaboradores, creativos y divertidos.

Ojalá fuésemos capaces de recordar cómo éramos nosotros durante esta etapa para poder mostrarnos mucho más empáticos. Ser más conscientes de lo difícil que es para ellos madurar en una sociedad consumista, globalizada e individualista como la nuestra.

Aprovechemos esta etapa educativa, compleja pero maravillosa, para estrechar vínculos, para acercar posturas, para demostrarles nuestro amor incondicional. Para conectar con ellos emocionalmente, acompañarles sin dramatismos y con grandes dosis de sentido común y humor.

  1. Confiemos en ellos, aprendamos a dejar la distancia necesaria para que puedan crecer libres, para que tomen decisiones de forma autónoma. Dejémosles dibujar su propio camino y tomar decisiones aunque sepamos que van a equivocarse.
  2. Consensuemos normas, flexibilicemos límites, establezcamos consecuencias cuando no cumplan los pactos. Busquemos un equilibrio entre el vínculo afectivo y las reglas.
  3. Regalemos miradas que acojan, palabras que entiendan, abrazos que protejan, espacios que acerquen sin juzgar. Recordémosles a diario lo mucho que les queremos y valoramos sus esfuerzos. Comprendamos sin justificar, no magnifiquemos o empeoremos los conflictos.
  4. Seamos el mejor de los ejemplos a la hora de gestionar los conflictos, de controlar nuestra ira, de empoderarnos. No olvidemos nunca que el ejemplo arrastra.
  5. Hablemos con ganas de entendernos, sin interrogaciones, ironías, tonos acusativos o comparaciones. Con un lenguaje lleno de respeto y grandes dosis de afectividad. Pactemos fórmulas que satisfagan a ambos lados, interesémonos por aquello que les gusta o les preocupa. Animémosles a construir preguntas que les ayuden a entender.
  6. Respetemos la intimidad que necesitan, sus ritmos vitales, sus silencios que calman. Ayudémosles a asumir sus responsabilidades sin expectativas que ahoguen, a quererse con sus capacidades y defectos.
  7. Aceptemos que las pantallas son el cordón umbilical de sus relaciones, su ventana al mundo. Pactemos los momentos sin conexión, intentemos conocer los contenidos que consumen.
  8. No infravaloremos sus emociones, preguntémosles qué es lo que les preocupa, ayudémosles a encontrar respuestas a sus inquietudes o miedos. Enseñémosles a gestionar los riesgos, los cambios anímicos, la melancolía.
  9. Démosles protagonismo dentro de la familia, valoremos sus opiniones, escuchemos sus demandas. Busquemos actividades que fortalezcan nuestras relaciones.
  10. Acompañemos con toneladas de paciencia, serenidad y empatía. Compartamos con ellos cómo nos sentimos cuando pierden los papeles, eduquemos desde el respeto mutuo.

Como nos recuerda el psicólogo y periodista Jaume Funes: “ querámosles cuando menos lo merecen porque es cuando más lo necesitan, cuando más vulnerables son”.

** SONIA LÓPEZ IGLESIAS ES PSICOPEDAGOGA, MAESTRA Y FORMADORA DE FAMILIAS Y EQUIPOS DOCENTES. EXPERTA EN EDUCACIÓN EMOCIONAL Y COMUNICACIÓN. ENAMORADA DE LA ETAPA ADOLESCENTE.

Siete de cada diez adolescentes (77,4%) de entre 12 y 19 años han sufrido un cambio de graduación visual durante el confinamiento a causa del incremento del uso de pantallas y a uno de cada diez se le han prescrito por primera vez gafas (7,7%) o lentillas (2,4%).

Son algunos de los datos de un estudio realizado por la asociación de utilidad pública Visión y Vida, que confirma que los cien días confinados han tenido un impacto negativo en la salud visual de los ciudadanos.

Se trata del primer informe en España con datos reales sobre salud visual tras el confinamiento, que será presentado el próximo miércoles, que señala que casi cinco de cada diez adultos (47,2 %) de más de 40 años han sufrido un cambio de graduación tras este periodo.

Este estudio analiza cómo el abuso de pantallas y dispositivos digitales puede haber conducido a estos datos, teniendo en cuenta que se han duplicado su uso durante el confinamiento.

Un avance del estudio indica que el 60,2% de los ciudadanos afirma haber forzado la vista durante el confinamiento y como consecuencia, más de la mitad (51,2%) piensa que su visión ahora es distinta.

Las revisiones visuales realizadas durante la desescalada ya muestran algunas consecuencias: que al 57, % de la ciudadanía realmente les ha empeorado su visión.

Los síntomas más frecuentes del confinamiento han sido dolor de cabeza, visión borrosa y sequedad ocular. Fruto de esto, el 54,2% afirma que hará una revisión visual antes de irse de vacaciones de verano.

Los datos, extraídos de una muestra de cerca de 2.000 revisiones realizadas durante la desescalada en diferentes establecimientos sanitarios de óptica de España, se han cruzado con el resultado de una encuesta al ciudadano (cerca de 500 personas).

Los estudiantes de cualquier nivel educativo pueden trabajar la creatividad y el storytelling a través de los cómics. Con estas aplicaciones web, podrán crear historias visuales sin necesidad de saber dibujar.Por EDUCACIÓN 3.0

Los cómics no son solo un entretenimiento, ¡también son un recurso didáctico muy interesante! De hecho, las evidencias de que pueden facilitar y transformar el proceso de aprendizaje han sido recogidas por diferentes estudios. Y es que algunas de las competencias clave que se pueden adquirir con el uso de este tipo de arte gráfico son la comprensión lectora, la capacidad analítica, el trabajo en equipo o el desarrollo de la autonomía personal. También se emplean para trabajar los valores y la empatía o luchar contra el acoso escolar.

Herramientas online para crear cómics

Para aquellos que no sean hábiles con el lápiz y el papel, pero que tengan ganas de emplear este soporte para transmitir sus ideas, recogemos diferentes herramientas online para crear cómics.

Strip Generator

No hace falta registrarse para poder crear un cómic en esta web. Su estética es muy particular, ya que todos los elementos que se pueden emplear para construir cada viñeta, con su respectivo fondo y sus personajes, son en blanco y negro. La falta de color la compensa con lo fácil que es trabajar sobre la página en blanco. Así, en la parte superior se abrirá una barra de herramientas en las que se dividen por categorías los diferentes dibujos. Tan solo hay que arrastrarlos con el ratón y modificar su orientación y tamaño para incorporarlos a la historieta.

Strip Generator

Pixton

Es una de las pocas herramientas online para crear cómics que se puede usar en castellano. Su manejo a través de la aplicación web es muy intuitivo: tras crear el usuario, se ha de seleccionar entre las opciones de cómic, storyboard o novela gráfica para comenzar a trabajar. Después, generar cada viñeta es muy  sencillo gracias a que permite arrastrar los diferentes elementos al lienzo de trabajo. Además, cientos de usuarios publican aquí sus trabajos, lo que resulta muy útil a la hora de coger ideas y ver ejemplos.

Pixton

Witty Comics

Es ideal para crear obras en las que lo más importante es la conversación entre los personajes. Cada viñeta se puede componer de un fondo, un máximo de dos personajes (que se pueden elegir en la barra de herramientas) y diferentes bocadillos que se ajusten al tono de la conversación mantenida.

Witty Comics

Make Beliefs Comix

Con un límite de 18 viñetas, esta herramienta es ideal para los más pequeños. A pesar de estar en inglés, su utilización es muy intuitiva, gracias a los numerosos pictogramas que señalan las diferentes acciones que se pueden realizar. En el centro de la pantalla se encuentra el lienzo el blanco sobre el que hay que trabajar y, para editarlo, solamente hay que seleccionar la viñeta y elegir los elementos a incorporar. Una vez terminado, se puede guardar en forma de fichero en el ordenador o enviarlo por correo electrónico

Make Beliefs Comix

Storyboard That

Se trata de una de las herramientas online para crear cómics más completas, ya que incorpora opciones de personalización de color en los fondos, los objetos y los personajes, de manera que el resultado es totalmente al gusto del usuario. Además, ordena todos los pictogramas por categorías, lo que facilita la búsqueda de los dibujos que se desean emplear para contar la historia.

Storyboard That

Fuente: Educación 3.0

Tras los cambios de última hora en la normativa del examen a causa de la emergencia sanitaria, los alumnos que este curso se presentan a la EvAU pueden sufrir niveles de ansiedad superiores a los estudiantes de convocatorias anteriores. Así lo afirma Fernando Miralles, profesor de Psicología de la Universidad CEU San Pablo.

En condiciones normales, los estudiantes se enfrentan a numerosos exámenes que pueden generar en el alumno un estrés y un nerviosismo que les impida demostrar su rendimiento académico. Investigaciones realizadas por varios psicólogos, entre ellos el profesor de la Universidad CEU San Pablo Fernando Miralles, revelan que los alumnos afectados con problemas de ansiedad en exámenes suelen estar entre el 15% y el 25%.

Según Miralles, este curso es previsible que se incrementen estos baremos ya que los 217.000 alumnos que se presentan a la EvAU 2020 sufren una gran incertidumbre. Uno de los motivos es que, hasta hace unos días, no se ha sabido el lugar donde van a realizar el examen, siendo en principio sus colegios e institutos y en última instancia han decidido que se realizarán en las universidades correspondientes. También ha habido cierto desconcierto con el temario final que entraba para la prueba. Todo esto sumado a que los jóvenes en tres días se pueden llegar a jugar la carrera que desean hacer y, como consecuencia, les puede crear un nivel muy elevado de ansiedad.

Los síntomasmás frecuentes que pueden padecer son: irritabilidad, susceptibilidad, mal humor, insomnio, algún malestar físico, aparición de pensamientos negativos, miedo al fracaso y a “quedarse en blanco”. 

El profesor Miralles clasifica las técnicas que los estudiantes pueden utilizar ante este tipo de situaciones: 

Consejos para EvAU 2020

Antes del examen de la EvAU 2020:

  • Adapta tu habitación y, si puedes y te dejan, estudia en el salón para no estar siempre metido en el mismo sitio.
  • Lleva tu agenda organizada para saber qué repasar en cada momento.
  • Empieza estudiando las asignaturas menos atractivas o que peor se te den, estarás menos cansado que si las estudias al final del día.
  • Estudia con una buena técnica: lectura rápida, lectura comprensiva, subrayado, esquema/resumen, reglas mnemotécnicas y memoria fotográfica.
  • Realiza alguna relajación antes de acostarte, como las técnicas de relajación Jacobson, al ser fáciles de hacer y no tener que invertir mucho tiempo.
  • Recuerda siempre el apoyo incondicional de padres, familiares, amigos y profesores.
  • Lleva una vida saludable, no tomes fármacos; si no duermes lo suficiente, el examen no saldrá bien, pues el cerebro estará cansado. Tampoco hagas comidas copiosas ni bebas alcohol.
  • Intenta conseguir información sobre exámenes de años anteriores (todos están en Internet), así podrás hacer simulacros de la prueba.
  • Visita online días antes del examen el lugar donde va a ser tu EvAU 2020, para evitar miedos infundados y sorpresas de última hora.

El día del examen, antes de la prueba:

  •  Para dormir tranquilo y que no haya sorpresas negativas de última hora, deja preparado todo el material necesario para el examen antes de acostarte.
  • Ve con tiempo al lugar del examen, y si puede ser, en transporte público. El día de la prueba, muchos padres llevan a sus hijos en coche y se generan grandes atascos que pueden incrementar la ansiedad.
  • Desayuna bien, lleva agua y algo sólido por si la prueba o el tiempo de espera se alarga.
  • Evita un último repaso en profundidad, puesto que esa información ya está almacenada en tu memoria, aunque tú no lo creas.
  •  No comentes el temario con tus amigos, pues saldrán preguntas tan difíciles que ni el profesor que lleva años impartiendo clase se habrá planteado poner en el examen.
  • Evita hablar con amigos que estén muy nerviosos, ya que pueden transmitirte su intranquilidad.
  • Si notas que estás nervioso, realiza respiraciones con el abdomen.

Durante la realización de la prueba:

  • Lee todas las preguntas y, si hay alguna que no entiendes bien, consulta al examinador. Aunque creas que está sólo para vigilar, también te podrá ayudar. Recuerda que es un profesor que intentará orientarte. 
  • Comienza el examen por la pregunta que mejor sepas, así irás consiguiendo puntos y aumentarás tu seguridad. Al mismo tiempo, sin que tú te des cuenta, tu cerebro buscará las respuestas al resto de preguntas.
  • Lleva un reloj y controla el tiempo que te queda de examen. Para ello, ponlo sobre la mesa y calcula el tiempo que te han dicho los examinadores. Si no lo tienes claro, no dudes en consultar.
  •  Expón cada idea en un párrafo y subraya las ideas más importantes.
  • Si puedes, deja algo de tiempo para repasar y, sobre todo, si no estás seguro de alguna palabra, cámbiala por un sinónimo, las faltas de ortografía en la universidad están muy penalizadas.
  • Si te quedas en blanco o te pones nervioso, intenta parar, respira despacio y escribe en un folio 15 palabras que empiecen por la misma letra; así desconectarás un momento del examen y podrás volver en pocos minutos a estar concentrado.

Después del examen:

Celebra que el examen ha finalizado y que lo normal es que lo hayas aprobado. Recuerda en todo momento que lo peor que puede pasar es suspenderlo (suspenden la EvAU 2020 menos de un 3% de los alumnos que se presentan) y en septiembre volverás a tener otra oportunidad con el mismo temario, el mismo tiempo para hacerlo y habrás podido repasar todo más despacio.

Fuente: educación 3.0

El Gobierno rebajó el miércoles la distancia que los alumnos tendrán que mantener dentro de las escuelas e institutos con el objetivo de conseguir que todos, o al menos el mayor número posible de estudiantes, retomen la docencia presencial a partir de septiembre, según ha explicado la ministra de Educación, Isabel Celaá. Su ministerio ha elaborado junto al de Sanidad un protocolo de referencia para que las comunidades autónomas diseñen las condiciones de enseñanza el próximo curso. En él se establece que los estudiantes de quinto y sexto de primaria, ESO y Bachillerato deberán mantener una distancia física de 1,5 metros, en lugar de los dos metros fijados para la reanudación de las clases en la recta final de este curso. Los más pequeños, desde infantil hasta cuarto de primaria, no tendrán que cumplir la norma de distancia y sus clases podrán tener hasta un máximo de 20 alumnos, si bien se considera que “lo ideal” es que se limiten a 15, el número inicialmente barajado por el Ejecutivo.

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Educación y Sanidad consideran muy difícil que con esas edades (de 0 a 10 años) se pueda cumplir la norma, y por ello se les permitirá “socializar sin mantener la distancia personal de forma estricta”. Para compensarlo, formarán “grupos de convivencia estable” que se mezclarán lo mínimo posible con otros estudiantes para permitir “el rastreo de contactos rápido y sencillo”, así como su aislamiento, en el supuesto de que se diera un caso de covid-19.

Mayor optimismo

La relajación de las medidas se basa en la evolución favorable de la pandemia. Los responsables educativos, sin dejar de ser cautelosos, son ahora más optimistas respecto a la situación que se espera en septiembre de lo que lo eran hace un mes y medio. Las evidencias disponibles parecen descartar los peores temores sobre la potencial cualidad supercontagiadora de los niños, según apuntaron fuentes de Educación. Además, está la necesidad, subrayada por Celaá en una entrevista en la cadena SER Catalunya, de atajar la desigualdad educativa que está provocando la ausencia de una escolarización presencial.

El protocolo, titulado Medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a la covid-19 para centros educativos en el curso 2020-2021, al que ha tenido acceso este diario, fue remitido el miércoles a las autonomías y será analizado este jueves en la Conferencia Sectorial de Educación que reúne a las comunidades y al ministerio. Se trata de un punto de partida; las consejerías podrán realizar “aportaciones” con el objetivo de alcanzar “una estrategia consensuada”, ha indicado una portavoz del Gobierno. Las comunidades, que tienen amplias competencias en materia educativa, concretarán en las próximas semanas sus propios planes, si bien hay puntos, como el de mantener una distancia mínima de 1,5 metros entre los alumnos de quinto de primaria y superiores que no podrán suprimir, ya que figuran en el decreto de la “nueva normalidad” publicado este miércoles en el Boletín Oficial del Estado.

Compartimentar espacios

El documento elaborado por ambos ministerios plantea una preferencia por la asistencia presencial de todo el alumnado y propone para ello aprovechar todos los espacios del centro, “compartimentando” en caso necesario gimnasios, comedores o salones de actos con “mamparas de material no poroso y gran altura, paredes correderas o algún otro elemento de separación entre grupos”, que permita aprovecharlos para más de un grupo. En el caso de que no todos los alumnos preuniversitarios quepan, como han constatado ya varias comunidades, el protocolo apuesta por priorizar “la presencialidad en los niveles y etapas inferiores, hasta los 14 años”, que son los que menos capacidad tienen para compaginar las docencias presenciales y a distancia. El documento insta a utilizar instalaciones cedidas por otras Administraciones, como “bibliotecas, ludotecas, polideportivos o centros culturales” municipales.

A partir de quinto de primaria, el protocolo no fija un número máximo de alumnos porque dependerá de las características del aula. Con una distancia obligatoria de dos metros, algunos centros ya habían calculado que en algunas no cabrían más de 12. Ahora es posible que pueda haber 15 o incluso más si se trata de espacios grandes reconvertidos.

Mascarillas

El uso de la mascarilla no será obligatorio en infantil. Entre primero y cuarto de primaria tampoco, mientras el alumnado permanezca con su mencionado “grupo de convivencia estable”. Los alumnos de quinto de primaria en adelante deberán llevarla cuando no se pueda garantizar la distancia de 1,5 metros, pero no una vez que estén sentados en sus pupitres. El documento recomienda “priorizar en la medida de lo posible la utilización de los espacios al aire libre para la realización de las actividades educativas y de ocio, en lugar de los cerrados”.

Las ventanas de las clases deberán mantenerse abiertas “el mayor tiempo posible” a lo largo del día. Y en todo caso las aulas tendrán que ventilarse antes de empezar las clases, al finalizarlas y en otros periodos a lo largo de la jornada durante al menos cinco minutos cada vez. Los centros se limpiarán y desinfectarán al menos una vez al día y los aseos como mínimo tres.

Cada centro elaborará un plan de inicio de curso y protocolos para reaccionar ante un agravamiento de la pandemia. Cada centro tendrá una “persona de referencia para los aspectos relacionados con la covid-19”, un equipo formado por “distintos representantes de la comunidad educativa” para difundir la información sobre la pandemia y canales directos con el ambulatorio y el representante de salud pública de su zona para consultar dudas y recibir instrucciones sobre cómo actuar ante “casos con síntomas compatibles” de covid-19.

Burbujas demasiado grandes

La Asociación Española de Pediatría elaboró un documento utilizado por el Gobierno para la vuelta de los alumnos en la recta final del curso, que establecía dos metros de distancia entre ellos. Su presidenta, María José Mellado, no ve problema en que ahora el Ejecutivo los reduzca a 1,5 metros. “El metro y medio es la distancia física estricta que debe cumplirse. Pusimos dos metros para dar mayor seguridad”, afirma.

Tanto Mellado como el epidemiólogo Quique Bassat cuestionan, en cambio, la solución elegida para los más pequeños. La idea de una “burbuja” donde los alumnos puedan tener más contacto es buena, pero su tamaño debería ser “claramente inferior” a los 15 o 20 alumnos.

Fuente: El País.

En la Asociación Dual hemos lanzado una nueva campaña de comunicación con el fin de advertir sobre el riesgo de los desfases adolescentes con el alcohol en la desescalada.

“Entre fase y fase, no desfases”. Este es el mensaje directo y contundente de la nueva campaña de Asociación DUAL financiada por el Plan Nacional Sobre Drogas para alertar a los jóvenes de los peligros de desfasar con el alcohol tras meses encerrados en casa por el confinamiento. Con motivo de la crisis sanitaria, este año la campaña quiere poner el foco en el doble riesgo de ingesta masiva del alcohol y el contagio por compartir copas, botellas o latas en botellones. Además quiere hacer ver a los jóvenes que no es necesario recuperar el tiempo perdido abusando del alcohol ahora que ya se puede salir a la calle. La campaña cuenta con la participación del actor Dani Muriel que pide a los adolescentes que se diviertan con cabeza. Desde DUAL reconocen que el confinamiento ha sido especialmente duro para los menores que han tenido que afrontar muchas incertidumbres. “Están en una etapa de su vida que están construyendo su red social, en una etapa de expansión, de crecimiento, que probablemente se han enamorado por primera vez», comenta Raúl. Además creen que los jóvenes entre 14 y 18 años son los grandes olvidados de esta crisis, por eso recomiendan a los padres que se anticipen a posibles situaciones de riesgo.

Aquí puedes ver nuestra nueva campaña:

El actor, Dani Muriel, nos ha apoyado en el lanzamiento de esta campaña de prevención para los jóvenes, donde pide a los adolescentes que se diviertan pero con responsabilidad, aquí puedes ver su vídeo.

Los jóvenes entre 14 y 18 años son los grandes olvidados de esta crisis, por eso recomendamos a los padres que se anticipen a posibles situaciones de riesgo.

Raúl Izquierdo, psicólogo y Director Técnico de Asociación DUAL, nos explica que “Existe un alto riesgo de que los jóvenes protagonicen reacciones compensatorias de tipo pendular como respuesta a la tensión y la angustia sostenida que han padecido durante los últimos meses”. Por ello, se produce la generación de conductas en “exceso despreocupadas como compensación a las exigencias de intenso control y restricción durante la etapa de confinamiento”, explica. En ese sentido, el mayor riesgo es “querer recuperar el tiempo perdido celebrando fiestas alternativas a las que no se han tenido o que no se van a tener y en celebraciones entre amigos como son, por ejemplo, los botellones”, detalla Izquierdo.

Puedes ver el vídeo de raúl Izquierdo a continuación:

El próximo 7 de septiembre el concepto de ir a la escuela se transformará por completo. Cada mañana, antes de salir de casa, los alumnos deberán tomarse la temperatura y, si no presentan fiebre, iniciarán una ruta repleta de nuevos códigos. En su trayecto en autobús o a pie ya no podrán llevar auriculares, pelotas u objetos que puedan contener partículas del virus. Al acceder al centro, tendrán que hacerlo en diferentes horarios para evitar tumultos. Los más pequeños lo harán solos, las familias tendrán que quedarse fuera del patio. La mascarilla colgará de sus orejas y tapará parte de su rostro siempre que no pueda asegurarse la distancia mínima de dos metros. La nueva escuela está en camino.

En ese nuevo escenario no solo cambiará lo físico, también la forma de aprender. La bajada de ratios a un máximo de 15 alumnos recomendada por el Ministerio de Educación, permitirá la puesta en marcha del tan demandado modelo de enseñanza personalizado, en el que el profesor atiende a menos alumnos y dispone de más tiempo para responder a las necesidades de cada uno.

A tres meses vista, todavía es complicado saber con exactitud cuáles serán las normas. Las comunidades autónomas –que tienen las competencias en educación transferidas– tienen de plazo hasta julio para publicar sus protocolos de seguridad para septiembre. Será obligatorio que contemplen tres escenarios: uno sin pandemia (en el caso de que se descubra una vacuna), otro en el que la situación sanitaria se mantenga bajo control, y un último en el que una nueva oleada del virus obligue al cierre de las aulas.

De momento, el Ministerio de Educación ha elaborado un documento con las medidas de seguridad para la reapertura de los centros en la recta final de este curso, que aplicarán Ceuta y Melilla (que dependen en materia educativa del Gobierno). Es solo un adelanto del despliegue que se diseñará para septiembre. Con esas indicaciones y otras recogidas en el protocolo aprobado por el Ministerio de Educación francés, por Unicef en un informe sobre la reapertura de los colegios y por la OMS, realizamos una recreación de cómo podría ser la nueva escuela: la escuela en tiempos de pandemia.

1. Salida de casa

Nada de mochilas rebosantes

Se acabó la imagen de un estudiante arrastrando un trolley lleno de libros. El objetivo es limitar al máximo el transporte de objetos entre las casas y los centros educativos para evitar contagios. Por ello, el ministerio francés aconseja en su protocolo que el material escolar y los juguetes no salgan de los espacios en los que se usen, que no se lleve ropa de deporte al colegio o accesorios innecesarios, como auriculares, por ejemplo. Además, los alumnos deben tomarse la temperatura antes de salir de casa para descartar este síntoma de la covid-19, según indicaciones del Ministerio de Sanidad.

El Ministerio de Educación recomienda acudir al centro a pie o en bicicleta. Para ello se ha conminado a los Ayuntamientos y a los centros a diseñar rutas seguras. En los autobuses escolares, que se desinfectarán dos veces al día, se ocupará solo parte de las plazas y los niños se sentarán en zigzag. Solo se situarán juntos los hermanos –siempre que convivan en la misma casa– y la fila tras el conductor siempre quedará libre. Esa es la normativa que se aplica ya en el transporte público en España.

2. El ritual de la llegada al colegio

Cuantas menos personas mejor y las manos limpias

Los padres solo accederán al centro cuando lo requiera el profesorado, que se comunicará con las familias por teléfono o correo electrónico, advierte el ministerio. Los niños entrarán y saldrán en el turno asignado y de forma escalonada para que no se arremolinen en los accesos ni en el patio. Vallas, precintos o rayas en el suelo orientarán a los niños todo el camino hasta su clase. Los primeros días se ensayará el nuevo protocolo de acceso.

Al entrar los niños tendrán que lavarse las manos en el baño o en su defecto rociárselas con los geles hidroalcohólicos repartidos por diferentes espacios del centro. Los servicios se desinfectarán tres veces al día y se necesita trazar un plan para que los alumnos acudan escalonados, exige Educación.

En los baños no habrá secamanos de aire caliente, sino servilletas de papel y, como en la cola del supermercado, un círculo en el suelo indicará a los estudiantes dónde esperar su turno.

3. Objetivo

Doblar el número de aulas

El Ministerio de Educación da por hecho que en septiembre habrá que seguir manteniendo el distanciamiento social, lo que obligará a reducir el número de alumnos por clase a 15. La idea que se abre paso (Canarias y Navarra ya lo han anunciado y otras cinco comunidades trabajan en ello) es que, al menos, todos los alumnos de Infantil y Primaria deben volver a las aulas todos los días, y no por turnos alternos como se plantea para el resto de niveles, porque para los más pequeños la docencia online no funciona. Para lograrlo, además de aprovechar todos los espacios del centro, se plantean ocupar para estos alumnos instalaciones de secundaria y espacios municipales, adelantan algunos consejeros. También prevén contratar más docentes, reorganizar los grupos (mezclando a alumnos de diferentes edades) y reducir el horario escolar. Además, los profesores de Música y Educación Física impartirán también clase de otras asignaturas.

La típica entrada caótica en el aula pasará a la historia; los alumnos deberán entrar guardando la distancia, con mascarilla y habiéndose lavado previamente las manos, señala el protocolo del ministerio. Las mesas serán individuales y se situarán a dos metros de distancia. La misma normativa aconseja no compartir el material escolar (como bolígrafos y tizas) y, si se hace, desinfectarlo antes de tocarlo (como el borrador). En el aula solo debe haber los objetos imprescindibles, indica el protocolo francés.

En los protocolos que algunas autonomías han elaborado para la vuelta de los alumnos que titulan (4º de ESO y 2º de Bachillerato) en la fase 2 de desescalada, discrepan sobre el uso de la mascarilla dentro de clase. Algunas (como Euskadi y La Rioja) obligan a llevarla. Otras (como Galicia y Baleares) no. Para estas, una vez que los alumnos se han sentado y están a dos metros de distancia no son necesarias. El ministerio se inclina por esta segunda opción.

El trabajo en equipo, muy común en las primeras etapas educativas, será mucho más difícil en la escuela de la pandemia, ya que los pupitres no podrán estar juntos. Las normativas piden expresamente limitar los movimientos dentro del aula, lo que frenará los modelos docentes más innovadores, apunta Enrique Jabares, presidente de los directores de centros de Primaria de Andalucía. Ese cambio obliga a volver a la clase magistral tradicional, en la que el profesor habla desde su mesa y los estudiantes le escuchan. Al mismo tiempo, tener menos alumnos en clase permitirá al profesor dedicar más tiempo a cada uno de ellos.

Para reducir el riesgo de contagio, las aulas se airearán (siempre que haya ventana) varias veces al día, según coinciden las normativas autonómicas y del ministerio. Así lo han hecho también en Francia. Los objetos de contacto frecuente (como los pomos de las puertas) se desinfectarán con frecuencia.

El gimnasio de cada centro será uno de los espacios que se reconvertirá en aula en septiembre, y podrá reunir a más de 15 alumnos, señalan varios responsables educativos autonómicos. Además de contratar más profesores, las consejerías estudian que los monitores escolares ayuden en la vigilancia para que los alumnos mantengan la distancia dentro y fuera de clase.

4. El Patio

Prohibido jugar a la pelota

Es importante que las actividades sean al aire libre, siempre que sea posible, señala el documento elaborado por el ministerio. El cambio más significativo se producirá en los recreos: se organizarán turnos de pequeños grupos para salir a jugar al patio, respetando los grupos de alumnos que están en una misma clase, y si fuera necesario se fraccionarán los tiempos de recreo. Los alumnos tendrán que mantener la distancia interpersonal de dos metros, con mayor flexibilidad en el caso de Infantil, señala Educación en su protocolo. Los profesores o auxiliares de guardia del patio serán los encargados de vigilar que se cumplen las medidas de prevención e higiene. Una vez finalizado el recreo, los alumnos tendrán que lavarse las manos y rociarlas con gel antes de acceder de nuevo a las aulas.

En países como Dinamarca, se organiza a los estudiantes en grupos de seis que se mantienen unidos durante el tiempo que permanecen en el centro. Así se asegura la socialización de los niños y es más sencillo aislar al grupo si hay un contagio. En Francia, tanto para la salida como para la vuelta a las aulas, los centros tienen que disponer de señalizaciones en el suelo para evitar que los alumnos choquen.

Sobre el tipo de juegos que se podrán desarrollar en el patio, el protocolo español no da ningún detalle. Las comunidades tendrán que determinar si es la Administración la que fija los límites o cada una de las escuelas. Francia sí establece que los juegos con pelota o todos aquellos que impliquen el intercambio de objetos estarán prohibidos. También los juegos que conlleven contacto físico. Tampoco se podrán intercambiar objetos o juguetes personales. En Dinamarca, a los grupos de seis niños sí se les permite jugar con material compartido, siempre y cuando se desinfecten tras el uso. Los bancos o columpios quedarán inutilizados.

En cuanto a la actividad física, Francia es muy clara: quedará limitada a la de baja intensidad y cuando se realice la distancia física deberá ser de, al menos, cinco metros cuando se haga caminando y de 10 cuando implique correr. Si se utiliza algún material, deberá hacerse de forma individual. Las actividades físicas se deben realizar siempre al aire libre, si las condiciones climatológicas lo permiten.

5. La cocina y el comedor

Los pequeños comen en su clase y los mayores por turnos

La imagen de comedores repletos con niños apretujados en mesas corridas y colas enormes de estudiantes esperando a que les sirvan la comida pasará a la historia en los comedores y las cocinas seguros en tiempos de covid. También transformarán sus dinámicas durante la pandemia. Aunque el coronavirus no se transmite a través de los alimentos, estos tendrán que desinfectarse como cualquier otra superficie. El ministerio indica en su protocolo para Ceuta y Melilla que los comedores deben aplicar las mismas medidas de seguridad que los restaurantes convencionales.

Si antes del coronavirus era habitual cruzarse por los pasillos de los colegios con los proveedores con sus carretillas cargadas de alimentos, a partir de septiembre será imposible: ya no podrán entrar hasta la cocina, como hacían hasta ahora, señala María José Sanz Gallego, consultora y directora de Biomicral, empresa especializada en seguridad alimentaria en colegios que está elaborando un protocolo. Los centros deberán establecer un punto concreto fuera de la cocina para la descarga de la mercancía. El personal de cocina recogerá los alimentos e higienizará el espacio una vez se hayan marchado los proveedores. Esta medida busca reducir los contactos. Si lo habitual era almacenar los alimentos en la cocina según llegaban, ahora deberán ser desinfectados, ya que pueden ser superficies portadoras del virus. Para ello se deberá utilizar higienizante alimentario.

Los más pequeños deberán comer en su aula, hasta tercero de primaria es lo recomendable. El resto, en grupos reducidos, en diferentes turnos y con una separación de dos metros.

Si antes en los laboratorios de seguridad alimentaria se imponía el lema “mejor unas manos limpias a un guante sucio”, la nueva realidad ha cambiado también esta premisa. Se impone el uso de guantes y mascarilla tanto en la manipulación de los alimentos como en la elaboración de los menús. También a la hora de servir las comidas. “Es una medida de protección al trabajador”, explica la consultora María José Sanz. Además, la ropa de trabajo ya no podrá salir del centro educativo. Debe almacenarse y lavarse en el propio colegio para reducir las posibilidades de contaminación.

El comedor tampoco se librará de la omnipresencia del gel hidroalcohólico. Según establece el protocolo francés, debe obligarse al lavado de manos o que haya un dispensador en los comedores para que los estudiantes puedan limpiarse las manos al entrar. Y esta nueva situación también modificará las rutinas de los colegios e institutos. Si antes comían en mesas corridas, en dos turnos como máximo, ahora el objetivo será reducir la concurrencia en el comedor con varias medidas. La OMS recomienda comidas escalonadas, en el pupitre de clase o en el exterior del edificio.

En caso de que haya autoservicio, deberán instalarse mamparas de protección. La comida deberá estar servida antes de que los niños entren en el comedor y se acerquen a recoger sus platos. En el caso de que se les sirva la comida en la mesa, deberá estar dispuesta en las mesas antes de la llegada de los estudiantes. Estas medidas persiguen evitar el contacto con el personal del comedor y así reducir las posibilidades de contagio. La piel de la fruta puede ser una superficie de transmisión, así que se recomienda pelarla y cortarla antes de servirla. En países como Dinamarca además de instaurar los ‘tupper’ desde casa han implantado picnic individuales ofrecidos por la escuela.

Otro de los elementos que desaparecen del comedor, quizás más habitual en institutos, es el microondas. La manilla del microondas se considera un punto crítico de transmisión así que se evitará su uso por los alumnos, al igual que lo recomienda el protocolo francés.

Las bandejas y el comedor deben ser desinfectados y limpiados después de cada turno de comida y la estancia debe ser ventilada. Para limpiar deberán utilizarse los productos de limpieza virucidas recomendados por el Ministerio de Sanidad.

 

Fuente: El País.

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