En algunos lugares ya han caído los primeros copos de nieve y el frío recorre las calles sin intención de abandonarnos pronto.

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Una opción para combatir y disfrutar del invierno son todos los deportes que podemos compartir con nuestra familia. El ejercicio forma parte de nuestra cultura y de unos hábitos que hacen que nuestra vida sea más satisfactoria. Si combinamos deporte y una alimentación sana, ayudaremos a nuestro cuerpo a prepararse para superar enfermedades y esfuerzos.

Practicar ejercico en familia nos permite compartir momentos en los que se trabaja la superación personal o aprender a afrontar situaciones complicadas. Se trata de un momento en el que los niños tienen la posibilidad de reforzar lazos con sus padres y hermanos.

Múltiples beneficios

Los deportes de invierno destacan por su capacidad para realizarlos en familia, y aunque haya que aguantar a que el frío llegue, la espera vale la pena ya que aportan muchas aptitudes a nuestros hijos.

Un día de nieve puede ser de lo más gratificante para los niños. En primer lugar por la emoción de ver las montañas con su capa blanca y de tocar la nieve, ya que muchos no lo conocen ni lo han visto nunca.

Además de divertirse, observarán lo capaces que son de hacer algún deportecomo esquiar, y les gustará ver los logros que van consiguiendo cada día. Una jornada llena de diversión compartida y disfrutada con los nuestros.

Los deportes de invierno tienen cierto nivel de adrenalina y de superación, en los que cada logro que el niño se proponga y consiga supondrá un aumento de su autoestima.

Por otro lado podemos disfrutar de la naturaleza, al ser siempre al aire libre ayudará a que los niños conozcan el entorno invernal, animales, paisajes, etc.

Son múltiples los beneficios físicos pero también para la mente. Hacer ejercicio ayudará a nuestros hijos a mejorar sus habilidades de memoria, su capacidad de aprendizaje y concentración, a reducir el estrés y a mejorar el estado de ánimo.

Senderismo

Un paseo disfrutando del bonito paisaje y haciendo ejercicio a la vez no. Podéis preparar bocadillos y disfrutar del tiempo en familia que a veces con el estrés diario no tenemos posibilidad.

Además hay que reírse de imprevistos que puedan surgir, como un chaparrón inesperado. Nos servirá para buscar soluciones en grupo haciendo partícipes a los niños e intentando hacer de ese momento algo divertido y con solución.

Si se inician en este ejercicio debemos tomarlo con tranquilidad e intentarempezar con cortos recorridos, para que los niños no se cansen demasiado pronto.

Es importante hacer paradas frecuentemente, y aprovecharlas para hidratarnos, beber líquido o tomar frutos secos que aportarán energía. Aseguraos de llevar un calzado y ropa cómodos, ya que sino podrá arruinaros el paseo.

Nieve

A casi todos nos gusta ver la nieve y disfrutar de ella, deslizarnos por esas bajadas en las que los niños encuentran gran emoción. A pesar de las caídas, el esquí no tiene porque ser un deporte extremo si lo realizamos con seguridad y responsabilidad.

En todas las estaciones de nieve hay zonas destinadas a la familia y a los niños, incluso guarderías donde nuestros hijos podrán divertirse deslizándose sin miedo a hacerse daño.

Los trineos o las raquetas son otra opción para los que no son muy amantes del esquí. Alquilad uno y deslizaos con vuestros hijos, os pedirán repetir. Y no os olvidéis de hacer una lucha de bolas de nieve, veréis como corren y se ríen.

Balnearios

Tras un día agotador de ejercicio qué mejor que relajarse y hacerlo en familia. Los balnearios son también una opción para disfrutar con nuestros hijos.

Algunos de ellos tienen recorridos dedicados especialmente a niños, en los que éstos podrán ir a las saunas y las piscinas acondicionadas con distintas temperaturas. Siempre acompañados de un guía especialista que les explique las propiedades del agua o las características del entorno en el que se encuentra el manantial.

El balneario Sicilia en Jaraba, Zaragoza, dispone de un programa termal infantil a partir de cuatro años. Ofrecen técnicas adaptadas, en las que nuestros hijos podrán beneficiarse de las propiedades curativas del agua y la relajación.

Muchos de estos tratamientos están indicados para aquellos niños hiperactivos, con ansiedad o con problemas respiratorios.

Además podrán disfrutar de una variedad de actividades familiares en las que podremos gozar con nuestros hijos de la naturaleza que nos rodea.

Patinaje sobre hielo

Para los que este año se queden en la ciudad también existen propuestas muy atractivas, como lo es el patinaje sobre hielo.

En España lo más común es practicarlo en pistas a cubierto. Pero siempre será una buena excusa para ponernos los patines y compartir con nuestros hijos de una tarde divertida.

En Madrid tendréis la posibilidad de patinar en la Plaza de Callao. Su entrada es gratuita y exclusiva para niños entre 4 y 12 años.

Fotografía: Estación de esquí de Sierra Nevada

http://www.saposyprincesas.com/viajar-con-ninos/deportes-de-invierno/

¿Qué efectos tiene el ejercicio sobre el crecimiento?

El niño con una buena salud siempre está haciendo ejercicio, ya que de forma espontanea tiende a hacer trabajo físico cuando juega y a descansar cuando se fatiga. Esta conducta natural puede modificarse fácilmente por diversas costumbres sociales de nuestro entorno, tanto por un exceso de inactividad o en el polo opuesto por exceso de ejercicio.

Desde el punto de vista de la prevención y de la salud, hay que prestar atención tanto al niño o adolescente inactivo

(tratando de entender cual es la causa que le lleva a esta situación), como el que practica deportes en exceso (ya que se pueden originar interferencias con el proceso de crecimiento o la aparición temprana de lesiones).

En la actualidad, el fácil acceso a diferentes alimentos atractivos a la vista pero de un dudoso aporte nutricional, la educación permisiva y la existencia de nuevas tecnologías ha dado lugar a que aparezcan cada vez mayor número de niños obesos, inactivos y desmotivados para la realización de cualquier actividad física.

Por otro lado existen niños que realizan una actividad física excesiva (sobre todo los que hacen deporte de competición) que no siempre es completa ni correcta, siendo posible que aparezcan problemas que interfieran en los procesos de crecimiento.

Para prevenir alteraciones indeseables en la salud del niño en edad escolar habría que tener en cuenta las siguientes consideraciones generales:

Los niños de 5 a 11 años tienen una buena flexibilidad, músculos débiles, poca concentración mental y mucha movilidad. Durante esta etapa los niños juegan mucho y deberán pasárselo bien sin presiones.

De 11 a 15 años, etapa prepuberal, forman un grupo muy heterogéneo en cuanto al desarrollo corporal y maduración biológica y psicológica. Debido a la falta de equivalencia entre edad cronológica y biológica, estos grupos deben ser considerados de forma individual respecto a sus entrenamientos, competiciones etc.

A partir de los 15 años tiene lugar la finalización del periodo del crecimiento muscular que en ocasiones puede llegar hasta los 23-24 años. En este periodo, si las condiciones personales lo permiten, se puede intensificar los entrenamientos tanto en potencia como en resistencia y flexibilidad, así como favorecer la especialización de algún deporte.

Consideraciones generales de los deportes más practicados entre niños

Baloncesto: Es un deporte muy aconsejado y divertido. Se suele iniciar a los 7-8 años como juego. El entrenamiento más regular para alcanzar un buen nivel se realiza a partir de los 12 años.

Atletismo: Es un deporte muy completo, ya que en el se unen la carrera, el salto y los lanzamientos. En términos generales se aconseja su iniciación a partir de los 10 años.

Ciclismo: La forma de entrenamiento debe ser suave hasta que la persona no esté completamente desarrollada (no antes de los 17 años).

Gimnasia: Antes de los 7 años los niños solo tienen que jugar. A partir de esa edad se aconseja realizar gimnasia por lo menos dos veces a la semana. La gimnasia de competición requiere una gran dedicación y muchas horas de práctica a la semana.

Esquí: Se puede empezar desde niño como diversión. Los entrenamientos más en serio no deben iniciarse hasta que el niño no complete su desarrollo. En términos generales los buenos resultados deben empezar a partir de los 19-20 años.

Fútbol: Antes de los 11 años se practicará este deporte solo como juego, sin que se compita. A partir de los 12 años se puede participar en competiciones infantiles, con una duración más corta , un balón especial, y en un campo más pequeño. A partir de los 15 años ya se puede competir de forma más real, pero dejando transcurrir suficiente tiempo entre partido y partido (por lo menos 48-72 horas).

Judo: Si se acepta la edad de inicio a los 6 años, solo debe practicarse como juego, y nunca para competir. El comienzo en la competición lo debe de marcar el desarrollo físico del niño.

Natación: Lo apropiado es que los niños comiencen a nadar entre los 3-4 años. El entrenamiento más intenso no debe iniciarse antes de los 10-12 años, según el grado de desarrollo del niño.

Deportes acuáticos en el mar: Si tenéis la suerte de vivir en una ciudad con mar, los deportes acuáticos de mar son muy beneficiosos ya no solo a nivel físico, sino también a nivel social y medioambiental.

Los deportes acuáticos como surf, kayak de mar o buceo son ideales para que la condición física de nuestros hijos mejore a la vez que aprenden el respeto que hay que tenerle a la madre naturaleza. Por supuesto que son una clase de deportes solo aptos para el verano, pero ya que la niñez es una etapa en la que es conveniente desarrollarse y practicar todo tipo de deportes, inculcar el amor por los deportes de mar también puede ser beneficioso.

Tenis: Se puede aceptar la edad de comienzo entre 6-7 años, pero no de forma intensa. Es un deporte asimétrico que necesita compensación. Si se quiere llegar a algún nivel de competición a partir de los 12 años hay que comenzar a entrenar una hora al día.

Recomendaciones

Recuerde: 

En general, en cualquier deporte, el niño hasta los 7 años lo que tiene que hacer es jugar.

Se deben evitar las competiciones hasta los 12 años por lo menos.

La especialización demasiado precoz en un deporte no es buena.

Si se practica un deporte individual, es muy recomendable completarlo con un deporte colectivo, pues enriquece más al niño.

Hay que evitar tanto el sedentarismo como la sobrecarga excesiva.

Hay que realizar un seguimiento médico del niño, sobre todo si compite.

Es importante tener en cuenta las inclinaciones del niño, sus gustos y sus intereses.

http://www.saludalia.com/salud-familiar/deportes-recomendados-en-ninos-y-adolescentes

Los menores de edad españoles, sobre todo los adolescentes y las chicas en general, incumplen de largo las recomendaciones de actividad física establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un informe elaborado por expertos de seis universidades españolas y dos centros de investigación. En la adolescencia, solo el 14% de las chicas alcanza los niveles mínimos solicitados por la OMS para los jóvenes mayores de 5 años: una hora diaria de actividades de intensidad moderada a vigorosa. En adolescentes varones, de 13 a 17 años, el porcentaje llega al 50%.

“Hay una diferencia impresionante entre chicos y chicas”, lamenta la médica del deporte Blanca Roman, coordinadora del Informe 2016 sobre Actividad Física en Niños y Adolescentes en España. En niños menores de 10 años, el suspenso es generalizado. Solo el 30% de los niños y el 12% de las niñas llevan a cabo al menos una hora de actividad física, incluyendo juegos en el recreo, desplazamientos a pie o en bicicleta y ejercicio en el tiempo libre. Entre los 11 y los 12 años, solo cumplen el 39% de los niños y el 24% de las niñas.

“Hay una diferencia impresionante entre chicos y chicas”, lamenta la médica del deporte Blanca Roman

El informe es el primero que se realiza con la metodología de referencia internacional establecida por la red Active Healthy Kids (Niños Activos y Saludables) de Canadá. El documento analiza nueve indicadores de actividad física y sedentarismo y otorga una puntuación de la A a la F según el grado de cumplimiento. En actividad física global, España saca un D-, lo que significa que menos del 40% de los niños y adolescentes cumple las recomendaciones y además se detectan diferencias entre chicos y chicas.

Inglaterra y EE UU también obtienen un D-. México y Brasil se llevan una C (alrededor de la mitad de los niños y adolescentes cumplen). Y Eslovenia es el único país con una A: más del 81% de los chavales satisfacen las recomendaciones de la OMS. La comparativa global se publica en la revista especializada Journal of Physical Activity and Health.

El informe español, producido por la Fundación para la Investigación Nutricional, también llama la atención sobre el comportamiento sedentario, otro de los indicadores investigados. Para los adolescentes, la OMS fija un máximo de dos horas diarias dedicadas a actividades como jugar a videoconsolas, ver la televisión o sumergirse en el teléfono móvil o el ordenador. Solo el 17% de los chicos y el 26% de las chicas se quedan por debajo de ese límite saludable.

Roman, profesora de la Universidad Ramon Llull, en Barcelona, recuerda la imagen tópica de los recreos escolares, con los chicos jugando al fútbol y las chicas sentadas hablando. “A las adolescentes no les damos lo que les gusta. No hay que ofrecerles solo deportes de competición, como fútbol y baloncesto, sino que también deberían poder realizar actividades no competitivas, como el baile o los juegos clásicos de toda la vida”, propone Roman.

El nuevo informe es una recopilación de otros estudios realizados entre 2006 y 2015, nacionales y europeos, como los bautizados IDEFICS, HELENA y EYHS. Roman y el resto de autores hacen un llamamiento a las autoridades para que pongan en marcha de manera “urgente” programas de promoción de la actividad física entre los menores de edad. Los niños obesos tienen más probabilidades de sufrir en la edad adulta problemas de corazón, diabetes y cáncer de mama o colon, según la OMS.

http://elpais.com/elpais/2016/12/20/ciencia/1482262626_601000.html

badmintonCon solo 21 años ha conquistado la cima del bádminton, el pasado abril se hizo con el Campeonato de Europa y en agosto de 2014, en su primera final mundialista, venció a la campeona olímpica y número uno mundial. Ha roto barreras en un deporte minoritario en España, solo tiene unas 7.000 fichas federativas, frente a las 100 millones de China, ¡todo un logro, y eso que todavía no ha cumplido 22!

¿Cómo descubre una niña de Huelva el bádminton?

Con ocho años una amiga con la que iba a baile flamenco se apuntó a bádminton en el Polideportivo Diego Lobato. Me llevó a probar y me gustó.

¿Y eras muy virtuosa de la raqueta ya en los inicios?

No, era muy mala, pero ya era muy tenaz, me encantaba jugar a todas horas y enfrentarme con los mayores.

Entonces, ¿cuándo llegan los primeros resultados destacados?

Hasta los 12 años estuve combinando el bádminton con el flamenco y cuando a los 10 u 11 años los resultados empezaron a ser buenos y tuve que entrenar más, decidí apostar por el bádminton y aparcar el baile.

¿Y tu apuesta más seria por este deporte?

Pues también llegó muy pronto. Con 14 años conocí a mi actual entrenador Fernando Rivas (integrante del cuadro técnico de la Federación Española), él dice que vio en mí a un diamante en bruto (risas) y me propuso venir a vivir a Madrid, al Centro de Alto Rendimiento y la Residencia Blume. En casa costó tomar la decisión, yo soy hija única, allí tenía todo mi entorno… pero me vine y está claro que acerté.

Y consideras que la progresión fue adecuada, ¿no hubo baches?

Siempre hay algún momento de dudas, pero yo vine aquí para ser la número uno del mundo, con ese objetivo planteo cada entrenamiento, siempre pensé que podría ser campeona de Europa, del Mundo y siempre he soñado con ser campeona olímpica. Evidentemente, el camino nunca es fácil y claro que ha habido baches, pero si no crees en tus posibilidades y en tu potencial, no hay nada que hacer.

¿Es cierto aquello que se dice sobre que la diferencia entre asiáticos y el resto en el bádminton es enorme?

Sí, es verdad. Por ejemplo, solo dos europeas habían ganado algún Mundial hasta ahora, las dos danesas y ya hace años (1977 y 1999). Yo me he fijado mucho en las jugadoras buenas de Asia, visionamos muchos vídeos, vemos su estrategia, su técnica… y desde luego siempre pensé que podría acercarme a su nivel o llegar a superarlas.

Veo que concedes un crédito especial a la confianza en ti misma, al poder de la mente.

Claro que sí, es algo que siempre he cuidado con mi entrenador y que desde hace cinco años empecé a trabajar con el psicólogo del Centro Nacional, Pablo del Río, un gran profesional que me ha pulido poco a poco y me ha hecho más fuerte. Las charlas pre y post partido con mi entrenador también son muy importantes.

Cuéntanos tu agenda diaria.

Me levanto sobre las 7:00 porque entrenamos de lunes a sábado, casi todos los días dos sesiones (mañana y tarde unas tres horas cada una) también hay algunos días que solemos hacer tres sesiones repartidas en trabajo de dos horas cada una. Por la mañana hacemos el físico, que suele ser casi todo circuitos, pliometría, fuerza con ejercicios muy dinámicos aplicados a la pista de competición. Luego trabajamos técnica y táctica.

¿Y cómo planteaste la final ante una mujer que es campeona olímpica, precisamente te eliminó en la primera ronda de Londres 2012, la número uno del ranking y a la que ninguna rival había hecho un set hasta vuestro partido?

Salí a disfrutar y aplicar todo lo que yo sabía hacer y lo que conocía de ella. El momento clave fue en el segundo set, cuando estaba perdiendo 11-7 y en el minuto de descanso Fernando me dijo: «Tenemos el plan de juego, ahora piensa, qué bandera quieres que se vea en lo más alto al acabar el partido, qué himno quieres que suene, el de China o el de España…» Y fue un cambio total en mi actitud.

VIA: http://www.sportlife.es/deportes/entrevistas/articulo/entrevista-carolina-marin

USTA Boys' 18 & 16 National Tennis Championships - Early rounds of 16's and 18's singles matches at Stowe Stadium (8/4/08)

La actividad y el ejercicio físico son esenciales para el mantenimiento de la salud. Sin embargo, en la infancia son algo más. Actividad y ejercicio resultan esenciales en los más pequeños para potenciar diversos procesos físicos, prevenir diferentes patologías que puedan desarrollarse en la edad adulta –como el sobrepeso y la obesidad– y fomentar el bienestar psicológico.

Lo recuerdan los especialistas en el Simposio ‘Implementación de la actividad física, objetivo esencial en salud pública’, en el marco del Congreso Extraordinario de la Asociación Española de Pediatría (AEP) que se ha celebrado en Madrid. Así, niños y adolescentes deben practicar actividad física de moderada a vigorosa al menos una hora diaria durante cinco días a la semana y las actividades sedentarias no educativas no deben exceder las dos horas diarias.

El sedentarismo es un problema para la salud, equiparable a la hipertensión o el tabaquismoLa doctora Rosaura Leis, coordinadora de la Unidad de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y Profesora Titular de Pediatría de esa universidad, destaca que «el importante aumento de la obesidad en nuestro país en los últimos años guarda estrecha relación con los profundos e importantes cambios acontecidos en nuestros hábitos, como el descenso de la actividad física y el aumento de la inactividad y el ocio pasivo».

Para el doctor Gerardo Rodriguez, del Grupo de Actividad Física de la Asociación Española de Pediatría, «el sedentarismo es un grave problema para la salud, equiparable a otros factores como la hipertensión, la hipercolesterolemia y el tabaquismo». Según este experto, «la última Encuesta de Salud de España muestra que el 12% de los niños entre 5 y 14 años y el 45% entre los 15 y los 24 años realizan nula o escasa actividad física«.

A este respecto, Javier Rico, gerente de la Fundación Deporte Galego, aboga por la intervención en centros escolares como fórmula para el fomento de la actividad física, ya que «intervenir en los centros educativos permite actuar sobre el 100% de la población en edad escolar».

Igualmente, la profesora Marcela González-Gross, del Departamento de Salud y Rendimiento Humano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte-INEF de la Universidad Politécnica de Madrid y miembro de CIBERobn, «la actividad física proporciona un equilibrio psicofísico y un aumento de la capacidad funcional de los diversos sistemas orgánicos».

Maduran las neuronas y los huesos

Pero además, añade, en la infancia resulta determinante para potenciar el crecimiento y desarrollo, tanto neurológico como músculo-esquelético, facilitando una mayor mineralización de los huesos y mejorando la salud ósea en la edad adulta. Junto a ello, la actividad física desde edades tempranas favorece la maduración del sistema nervioso motor y aumenta las destrezas motrices, además de ayudar al control del sobrepeso y obesidad, previniendo la obesidad en la edad adulta. También mejora el estado de ánimo y aumenta la autoestima, fomenta la sociabilidad y aumenta la autonomía y la integración social».
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Según esta experta, «en la actualidad, las condiciones de vida urbana, seguridad, horarios de actividades curriculares y ocio condicionan la actividad física en cuanto al tiempo, el lugar y las modalidades, pero es importante que el niño y adolescente incorpore la actividad deportiva como un estilo de vida, en el que el pediatra tiene un rol fundamental». Aunque el consenso científico recomienda ejercicio una hora la día cinco días a la semana, los expertos consideran importante adaptar la actividad física a las diferentes etapas de crecimiento. Así la profesora González-Gross diferencia entre la edad preescolar, la edad escolar y la pre-adolescencia y adolescencia.
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«Entre los 2 y los 5 años el objetivo es estimular la percepción sensorial, la coordinación motriz y el sentido del ritmo, mientras que entre los 6 y los 12 años se trata de buscar el dominio y control del equilibrio junto a la adquisición o perfeccionamiento de movimientos automáticos –explica–. Entre los 10 y los 11 años es importante no insistir en el carácter competitivo del deporte y que se practiquen varios diferentes y ya en la adolescencia, es relevante evitar el abandono del ejercicio físico».

http://www.20minutos.es/noticia/2161778/0/ninos-adolescentes/ejercicio-diario/estilo-vida/

¿Cuántas veces has leído en alguna entrevista con actores o modelos que sus trucos de belleza es dormir mucho y beber agua, o hacer yoga? Todos nos creemos lo que nos cuentan los demás, y hasta nuestras portadas tienen titulares que prometen lo que todos queremos creer: abdominales definidos, perder kilos y perder grasa, menos estrés, más velocidad, etc. Pero como somos personas adultas, es bueno hacer revisión de lo que nos cuentan y desmitificar un poco algunas ideas que se han implantado en nuestra sociedad y que no tienen ninguna base real, e incluso pueden llegar a ser perjudiciales, cuando se venden como las más saludables.

Mentiras sobre el estilo de vida saludable

1. Hay que comer mucho pescado. Pues sí, es verdad que deberíamos comer pescado todos los días, especialmente cuando hacemos deporte. El pescado nos aporta proteína de buena calidad y ácidos grasos omega-3, una de las grasas saludables que debemos incluir en la alimentación.

2. Las proteínas son las buenas, los carbohidratos son los malos. Las dietas de moda como la Dukan, la ZONA, sin gluten, o las de gimnasio han hecho furor a la hora de perder kilos eliminando los carbohidratos de la alimentación. Y eso ha terminado por crear la idea de que todos los carbohidratos engordan o provocan enfermedades. El problema es que hay muchos tipos de carbohidratos y los que comemos actualmente están casi siempre refinados y no son naturales, son pastas de cereales a los que se les da forma de pasta, barritas, galletas, etc. Los carbohidratos naturales vienen unidos a la fibra en muchos casos, como en los cereales enteros o integrales de grano como centeno, cebada. En el caso de los cereales integrales, es recomendable dejar reposar en agua los granos enteros para que se ablanden, y cocinarlos como legumbres, con verduras, hortalizas y hierbas como laurel, y a fuego lento para que den sabor al guiso y evitar las flatulencias por su alto contenido en fibras vegetales.

3. Hay que beber al menos dos litros de agua al día. No es cierto. Cada persona es diferente y cada día también, no hay una cantidad correcta de agua al día. Como en general bebemos poco agua, se recomienda tomar entre 6 y 8 vasos al día, litro y medio a dos litros, pero depende del peso, edad, sexo, condición física, y lo más importante, depende de lo que haces y donde vives.

Si controlas la hidratación por el color de la orina y la sed, verás que si tu orina es de color amarillo muy claro es que todo está bien. Si la orina es muy amarilla, debes beber más agua y líquidos, y si orinas muchas veces, mucha cantidad y transparente, puede que bebas demasiado. No tienes que asustarte, pero aprende a equilibrar los líquidos que tomas para no abusar.

4. La comida orgánica es más rica en vitaminas y minerales. Excusa que explica porqué es más cara y más difícil de encontrar. La realidad es muy diferente. Estudios realizados en universidades americanas no han encontrado diferencias significativas en algunos alimentos orgánicos, y es que la calidad de las vitaminas y minerales depende mucho más de la calidad de los suelos donde crecen los vegetales y de los pastos y comida con la que sea alimenta a los animales.  Está claro que la comida orgánica te asegura que no tiene conservantes, pesticidas u hormonas y medicamentos. Pero no tiene porque se más nutritiva ni tener mejor sabor.

5. La dieta vegetariana es la más saludable. Otra generalización peligrosa. Es verdad que los estudios realizados con personas vegetarianas encuentran que son poblaciones con mejor salud, menos enfermedades cardiovasculares, tumores y hasta que viven más años. Pero hay que tener en cuenta que son grupos muy sanos, con hábitos muy saludables como que no fuman, beben alcohol o toman drogas.  No hay razón para pensar que la carne es un alimento peligroso si es carne buena, natural, sin adulterar y se come con moderación entre 3-5 raciones al día. Escogiendo cortes de carnes rojas sin grasas y evitando las carnes procesadas o ricas en  grasas de la comida rápida (hamburguesas, salchichas, embutidos de mala calidad, etc.).

VIA: http://www.sportlife.es