La escuela clásica, vieja, terminó». Quien habla no es un gurú de las metodologías innovadoras en educación, ni tampoco un experto en nuevas tecnologías. Es Miguel de la Hera, director del Colegio San Gregorio Nuestra Señora de la Compasión de Aguilar de Campoo (Palencia), un centro de poco más de 600 alumnos que hace ya diez años entendió que la modernización de la enseñanza era clave para motivar a los estudiantes. Conceptos como gamificación, educación emocional, aprendizaje colaborativo están desde hace tiempo en el «adn» de la formación que imparte este centro concertado. Es sólo un ejemplo de los muchos proyectos de innovación educativa que se están desarrollando actualmente en las escuelas de Castilla y León, muchas de ellas públicas. Ahora, la Consejería de Educación, a través de la Dirección General de Innovación y Equidad Educativa, quiere ayudar a los centros escolares a ponerse al día en nuevas metodologías, uno de los objetivos de la Lomce, y para ello desarrollará este curso un proyecto experimental sobre el aprendizaje basado en dinámicas de juego.

La idea del departamento que dirige Fernando Rey es formar, al menos, a medio centenar de profesores de Primaria y Secundaria pertenecientes a 50 centros educativos públicos, 25 desde abril hasta junio y otros 25 a partir de septiembre. «Es muy importante que el profesorado esté permanentemente formado y actualizado porque estamos en una sociedad del conocimiento y nuestro sistema educativo tiene que estar a la altura», explica la directora general de Innovación y Equidad Educativa, Pilar González, quien ve necesario evitar que el alumno sea un mero receptor del conocimiento: «Deben ser capaces de producir conocimientos y de resolver problemas, y ese es un salto que de alguna manera se propicia con este tipo de metodologías innovadoras».

La motivación y el fomento de la autonomía son algunas de las ventajas de aprender jugando
La motivación y el fomento de la autonomía son algunas de las ventajas de aprender jugando- F. HERAS.

En ello coinciden desde la Asociación de Psicólogos y Pedagogos de Castilla y León (ACLPP). «Actualmente contamos con un alumnado que es nativo digital, siendo muy costoso que sigan las clases en las que sólo escuchan hasta que no adquieren un nivel de maduración equiparable al del adulto», sostiene su presidenta María de las Olas Rodríguez, para quien en la «era» actual hay que partir de las premisa de que «el docente no es el único dueño del conocimiento», sino que éste «lo formamos todos, está en la nube. Cualquier joven tiene acceso a más información de la que podrá leer jamás, mientras que la enseñanza tradicional estaba basada en un entorno en el que no había acceso directo a la información».

Para la directora general, tres son los «elementos claves» cuando se habla del aprendizaje basado en este tipo de dinámicas: la utilización del juego clásico -«¿quién no ha jugado al parchís en clase? es algo que siempre se ha hecho»-; el concepto de gamificación -basado en incorporar los mecanismos del juego: ranking, medallas…-, y una tercera vía, en la que se mezclan las tecnologías de la información y la comunicación: «Cualquiera de los elementos son muy motivadores para el alumno».

Ventajas

A la motivación, con todo lo que conlleva de observación, intuición, empatía, asunción de riesgos y toma de decisiones, se suman otras muchas ventajas, opinan los psicólogos y pedagogos. Entre ellas, un aprendizaje más útil, significativo y duradero; la adquisición de competencias útiles para el alumnado; el incremento de la implicación de los estudiantes dentro y fuera del aula; un «feed back inmediato» y la mejora de la comunicación emocional del alumno, que se convierte en más proactivo y autónomo. ¿Y para los profesores? «Para ellos es un enriquecimiento tremendo porque cambiar el modelo de dar clase produce en los alumnos una satisfacción y capacidad de aprendizaje del que se retroalimenta el profesor», añade Pilar González.

«Cualquier joven hoy tiene acceso a más información de la que podría leer jamás»

Aunque renovado, la introducción de metodologías más activas en las aulas, muchas basadas en el juego, no es un planteamiento nuevo en educación, recuerda María de las Olas Rodríguez: «Si nos remontamos a la Edad Media y, más recientemente, a los movimientos de renovación pedagógica de los siglos XIX y principios del XX, observamos que ya se ponía de manifiesto que se aprendía haciendo, experimentando, siendo el docente acompañante, modelo y guía del proceso. Luego, con la universalización de la educación, se pasó al establecimiento de un currículum para todos y la gradación por niveles, lo que llevó a la enseñanza de contenidos y saberes culturales transmitidos del profesor al alumno, siendo éste un sujeto pasivo».

La directora general Pilar González
La directora general Pilar González- F. HERAS

Dar la vuelta a este sistema y que los alumnos puedan ir avanzando de forma autónoma teniendo al profesor como guía es lo que pretende el profesor Javier Ramos Sancha, del mencionado colegio de Aguilar de Campoo con «Ecosystem Game» (o lo que es lo mismo, «El juego de los ecosistemas»), con el que trabajan en quinto y sexto de Primaria. En sus clases los alumnos acceden a una web donde previamente se han volcado los contenidos del libro, y cada día abren el tablero del juego donde una supuesta ministra de Medio Ambiente les encomendará una misión que deberán resolver con ayuda de otros profesores, a veces de los padres, o entre ellos: «El planteamiento general es que ellos se convierten en biólogos», detalla este maestro, para quien este tipo de metodologías permiten «primordialmente», la posibilidad de individualizar la educación al máximo: «Podemos ayudar de forma mucho más cercana a aquellos alumnos que necesiten una mano extra».

Inconvenientes

Poder trabajar con herramientas como ésta requiere un importante trabajo previo del profesorado. Es quizá uno de los «inconvenientes» -si así pueden llamarse- de estas metodologías. Los pedagogos apuntan también, entre otros, al elevado coste, «si hablamos de adecuadas instalaciones y recursos para su implementación»; la dificultad de encontrar un equilibro entre lo lúdico y lo formativo, y el sistema de evaluación, además de la «presión» que sufre el profesorado, que «tiene que cumplir con el aprendizaje de unos contenidos que serán necesarios para el curso siguiente». Esto, a su juicio, limita «enormemente» el uso de estas nuevas metodologías.

«Los alumnos deben ser capaces de producir conocimiento y resolver problemas»

Dificultades al margen, nadie duda de que estas nuevas herramientas son el futuro -mejor dicho, el presente- de la educación. Por ello, el departamento que dirige Rey quiere facilitar la formación al profesorado. El mencionado proyecto experimental, a cuya convocatoria se podía acceder a través del Portal de Educación www.educa.jcyl.es constará de varias fases, detalla la directora general. En el Centro de Recursos y Formación del Profesorado en TIC, con sede en Salamanca, se hará la formación presencial. Al final de esta fase, los docentes deberán elaborar un proyecto que pondrán en práctica en el aula y, al mismo tiempo, se abrirá una fase colaborativa, donde debatirán en un aula virtual cómo enriquecer sus experiencias. Una evaluación pondrá el punto y final a este proceso de formación que, insiste Pilar González, supondrá «un enriquecimiento» profesional: «Esto es una espiral, cuanto más conozco y más innovador soy, más quiero seguir en la vanguardia de la educación».

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